Música del Romanticismo para niños
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En la música, el Romanticismo fue un periodo que duró, aproximadamente, desde 1810 hasta la primera década del siglo XX. Incluye toda la música creada siguiendo las reglas y formas de esa época.
La música del Romanticismo es un estilo de música clásica que vino después del Clasicismo y antes del Impresionismo. Está conectado con el Romanticismo en otras áreas como la Literatura, las Bellas Artes y la Filosofía. Sin embargo, las fechas pueden variar un poco, ya que el Romanticismo en esas otras artes y en la Filosofía suele ubicarse entre 1780 y 1840.
El Romanticismo, como movimiento general en las artes y la filosofía, creía que la verdad no siempre se podía entender solo con la razón. Pensaban que había cosas en el mundo que solo se podían comprender a través de las emociones, los sentimientos y la intuición. La música del Romanticismo buscaba expresar estas emociones intensas.
Contenido
- La Ópera Romántica: Historias y Sentimientos en Escena
- La Voz en la Música Romántica: Coros y Canciones
- Instrumentos y Orquestas: Sonidos Más Grandes y Largos
- El Camino del Romanticismo Musical: Una Cronología
- Véase también
La Ópera Romántica: Historias y Sentimientos en Escena
La ópera en el Romanticismo empezó a mezclar las formas que ya existían en el Barroco y el Clasicismo. Este cambio fue muy importante con las óperas de Richard Wagner. En sus obras, la música fluía de forma continua, sin las divisiones claras de arias o coros que eran comunes antes.
También hubo otros cambios. Los cantantes masculinos con voces muy agudas, llamados castrati, dejaron de aparecer. Por eso, los tenores comenzaron a tener papeles más heroicos. Los coros también se hicieron más importantes en las óperas.
Cuando este periodo terminó, un estilo llamado verismo se hizo popular en Italia. Este estilo mostraba en la ópera escenas más realistas de la vida diaria, en lugar de historias históricas o mitológicas. En Francia, esta tendencia también fue bien recibida, con ejemplos famosos como Carmen de Bizet.
Muchos compositores románticos, especialmente desde la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista. Esta música tenía una conexión especial con su país de origen. Por ejemplo, las óperas de Mijaíl Glinka tenían temas específicamente rusos. Bedřich Smetana y Antonín Dvořák usaron ritmos y melodías de danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, una obra basada en una antigua historia épica finlandesa (el Kalevala). Su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del espíritu finés.
La Voz en la Música Romántica: Coros y Canciones
La época del Romanticismo no fue un siglo con muchas grandes composiciones solo para voces. Sin embargo, algunos compositores como Mendelssohn y Brahms crearon obras corales muy hermosas y complejas sin acompañamiento de instrumentos (a capela). Lograron efectos de armonía y color musical que eran muy avanzados para su tiempo.
Especialmente en Alemania, las composiciones corales para hombres se hicieron muy populares. No solo por razones artísticas, sino también porque se convirtieron en una forma de expresar el sentimiento de pertenencia a una nación. Otras formas de música vocal no fueron tan comunes.
Se escribieron oratorios, que son obras musicales para coro, solistas y orquesta, con temas religiosos y no religiosos. Ejemplos son Elías de Félix Mendelssohn y El paraíso y la peri de Robert Schumann. Brahms escribió Un réquiem alemán, una obra religiosa con texto en alemán. También se compusieron misas y otras obras religiosas. El Ave María de Schubert es un lied, una canción para voz y piano.
Instrumentos y Orquestas: Sonidos Más Grandes y Largos
En el Romanticismo, los instrumentos y la forma de usarlos cambiaron para adaptarse a las nuevas ideas musicales. Compositores como Hector Berlioz crearon orquestaciones (la forma de combinar los instrumentos) que nunca antes se habían escuchado. Dieron un papel más importante a los instrumentos de viento. El tamaño de la orquesta creció, y se incluyeron instrumentos como el piccolo y el corno inglés, que antes se usaban muy poco. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida como la "Sinfonía de los mil" por la enorme cantidad de músicos y cantantes que necesita.
Además de necesitar orquestas más grandes, las obras románticas se hicieron más largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart, compositores del Clasicismo, duraba unos veinte o veinticinco minutos. La tercera sinfonía de Beethoven, que se considera del inicio del Romanticismo, dura unos cuarenta y cinco minutos. Esta tendencia continuó con las sinfonías de Anton Bruckner y alcanzó su punto máximo con Mahler, cuyas sinfonías podían durar más de una hora, e incluso más de hora y media.
Por otro lado, en el Romanticismo creció la importancia del músico virtuoso. Un virtuoso es alguien que tiene una habilidad técnica excepcional con su instrumento. El violinista Niccolò Paganini fue una de las primeras grandes estrellas musicales del siglo XIX y el primer virtuoso famoso en todo el mundo. Liszt, además de ser un gran compositor, fue un pianista virtuoso muy popular. A veces, en las actuaciones de los virtuosos, la habilidad del músico destacaba más que la propia música.
Aquí tienes algunos de los instrumentos que se hicieron importantes en el Romanticismo:
Instrumentos de Viento
- Contrafagot: Es como un fagot muy grande, que produce sonidos una octava más graves que el fagot normal.
- Saxofón: Un instrumento de viento hecho de metal, con forma de U, varias llaves y una boquilla de madera. Hay de varios tamaños.
- Corno inglés: Un instrumento de viento, más grande y con un sonido más grave que el oboe.
- Tuba: Un instrumento de viento muy grande, con un sonido fuerte y grave.
Instrumentos de Cuerda
- Piano: Aunque ya existía en el Clasicismo, el piano fue el instrumento principal del Romanticismo. Permitía a los compositores expresar muchas emociones, y muchos de ellos eran también pianistas virtuosos.
El Camino del Romanticismo Musical: Una Cronología
Las Raíces Clásicas del Romanticismo (1780-1815)
En la literatura, se dice que el Romanticismo comenzó en los años 1770-1780 con un movimiento alemán llamado Sturm und Drang. Este movimiento fue influenciado por Shakespeare, historias populares y la poesía de Homero. Escritores como Goethe y Schiller cambiaron su forma de escribir. En Escocia, Robert Burns transcribía poesía de canciones populares. Este movimiento literario influyó en la música clásica de varias maneras, como en las óperas alemanas de Mozart y en el aumento de la intensidad emocional en el arte. Sin embargo, la mayoría de los compositores dependían de las cortes reales, lo que limitaba su libertad. Un ejemplo es la ópera Le nozze di Figaro de Mozart, que fue censurada por ser considerada muy innovadora.
Incluso en la música, el Romanticismo tomó sus bases de la estructura clásica. En este periodo, mejoraron los estándares de composición e interpretación, y se crearon formas y grupos de músicos estándar. Por eso, E. T. A. Hoffmann llamó "tres compositores románticos" a Haydn, Mozart y Beethoven. Una característica importante del Clasicismo fue el uso de notas cromáticas (que no pertenecen a la escala principal) y la ambigüedad en la armonía. Todos los grandes compositores clásicos usaron estas técnicas para cambiar rápidamente entre diferentes tonalidades. Un ejemplo famoso de esta "confusión" armónica está al principio de La Creación de Haydn. Sin embargo, en todas estas exploraciones, la música mantenía una estructura clara.
Para los años 1810, se combinó el uso de notas cromáticas y tonalidades menores con el deseo de explorar más tonalidades y crear música con un mayor alcance. Esto llevó a una crisis musical. Una solución fue la ópera, donde el texto podía dar estructura a la música. E. T. A. Hoffman, más conocido por sus críticas musicales, presentó una ópera muy innovadora llamada Undine (1814). Otra solución fue usar formas musicales más cortas, como el nocturno, donde la intensidad de la armonía por sí misma era suficiente para hacer avanzar la música.
El Romanticismo Temprano (1815-1829)

En la segunda década del siglo XIX, el cambio hacia nuevas fuentes de inspiración musical, junto con un mayor uso de notas cromáticas en las melodías y la necesidad de más expresión armónica, provocaron un cambio claro en el estilo. Las razones de este cambio no fueron solo musicales, sino también económicas, políticas y sociales. El ambiente estaba listo para una nueva generación de compositores que pudieran conectar con la Europa después de las guerras napoleónicas.
En este primer grupo de compositores se encuentran Beethoven, Louis Spohr, E. T. A. Hoffmann, Carl Maria von Weber y Franz Schubert. Estos compositores crecieron con el gran aumento de conciertos a finales del siglo XVIII y principios del XIX, lo que influyó en sus estilos. Muchos veían a Beethoven como un modelo a seguir. Las melodías cromáticas de Muzio Clementi y las óperas de Rossini, Cherubini, Spontini y Méhul también tuvieron influencia. Al mismo tiempo, componer canciones para voz y piano basadas en poemas populares se convirtió en una nueva e importante fuente de ingresos para los compositores, debido a la creciente demanda de los hogares de clase media.
Las obras más importantes de esta primera ola de compositores románticos fueron quizás los ciclos de canciones y las sinfonías de Schubert, y las óperas de Weber, especialmente El cazador furtivo, Euryanthe y Oberón. En ese momento, las obras de Schubert solo se tocaban para audiencias pequeñas y su impacto fue gradual. En cambio, las obras de John Field se hicieron conocidas rápidamente, en parte porque componía piezas cortas y "características" para piano y danzas.

El Romanticismo Medio (1830-1850)
La siguiente generación de compositores románticos incluye a Franz Liszt, Robert Schumann, Félix Mendelssohn, Frédéric Chopin, Hector Berlioz y Johannes Brahms. Ellos nacieron en el siglo XIX y pronto comenzaron a crear composiciones de gran valor. Mendelssohn fue especialmente talentoso desde joven, escribiendo sus primeros cuartetos, un octeto para cuerdas y música para orquesta antes de los veinte años. Chopin se dedicó a la música para piano, incluyendo estudios (etudes) y dos conciertos para piano. Schumann compuso solo para piano hasta 1839, cuando, por consejo de su esposa, empezó a componer música para solistas, de cámara y para orquesta. Berlioz compuso la primera sinfonía importante después de Beethoven, la famosa Sinfonía fantástica. Liszt compuso música orquestal, pero es conocido por innovar en la técnica del piano; sus estudios trascendentales son algunas de las obras que requieren más habilidad. Brahms fue considerado el sucesor de Beethoven; incluso su primera sinfonía fue llamada "la décima sinfonía" de Beethoven.
Al mismo tiempo, se estableció lo que hoy conocemos como "ópera romántica", con una fuerte conexión entre París y el norte de Italia. La combinación de la habilidad orquestal francesa, las hermosas líneas vocales y el poder dramático italianos, junto con historias basadas en la literatura popular, establecieron las reglas que aún dominan la ópera. Las obras de Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti fueron muy populares en esta época.

Un aspecto importante de esta parte del Romanticismo fue la gran popularidad de los conciertos para piano (o "recitales", como los llamaba Franz Liszt). Estos conciertos incluían improvisaciones sobre temas populares, piezas cortas y obras más largas, como las sonatas de Beethoven o Mozart. Una de las intérpretes más destacadas de las obras de Beethoven fue Clara Wieck, quien luego se casaría con Robert Schumann. Las nuevas formas de viajar de la época, gracias al tren y al barco de vapor, permitieron que surgieran grupos de fans internacionales de pianistas virtuosos como Liszt o Chopin. Estos conciertos se convirtieron en grandes eventos por sí mismos. Niccolò Paganini, famoso violinista virtuoso, fue pionero de este fenómeno.
Es importante saber que el Romanticismo no era el único, ni siquiera el más importante, estilo musical de la época. Los programas de los conciertos estaban dominados en gran medida por un estilo post-clásico y por la música de la corte. Esto empezó a cambiar con el surgimiento de instituciones como las orquestas sinfónicas con temporadas regulares.
Fue en este momento cuando Richard Wagner produjo su primera ópera exitosa y comenzó a buscar nuevas formas para expandir el concepto de los "dramas musicales". Wagner se consideraba a sí mismo un revolucionario y tenía problemas constantes con sus prestamistas y las autoridades. Al mismo tiempo, se rodeó de músicos con ideas similares, como Franz Liszt, con quienes se dedicó a crear la "música del futuro".
Se suele decir que el romanticismo literario terminó en 1848, con las revoluciones que ocurrieron ese año. Estas marcaron un antes y un después en la historia de Europa y en la forma de ver el arte y la música. Con la llegada de la idea "realista", la muerte de figuras como Paganini, Mendelssohn y Schumann, y el retiro de Liszt de los escenarios, apareció una nueva generación de músicos. Algunos dicen que esta generación debería llamarse "victorianos" en lugar de "románticos". De hecho, los últimos años del siglo XIX suelen describirse como Romanticismo tardío.
El Romanticismo Tardío (1850-1870)
Al llegar a la segunda mitad del siglo XIX, muchos de los cambios sociales, políticos y económicos que comenzaron después de las guerras napoleónicas se consolidaron. El telégrafo y las vías de tren unieron mucho más a Europa. El nacionalismo, que fue una fuente importante a principios de siglo, se formalizó en elementos políticos y lingüísticos. La literatura para la clase media se convirtió en el objetivo principal de las editoriales, y la novela se hizo la forma literaria más importante.
Muchas de las figuras de la primera mitad del siglo XIX se habían retirado o habían fallecido. Otros siguieron nuevos caminos, aprovechando una mayor regularidad en los conciertos y más recursos económicos y técnicos. En los cincuenta años anteriores, muchas innovaciones en los instrumentos, como el piano con doble escape, los instrumentos de viento con válvulas y el apoyo para el mentón en violines y violas, pasaron de ser novedades a ser estándar. El aumento de la educación musical ayudó a crear un público más amplio para la música de piano y los conciertos más complejos. Con la fundación de conservatorios y universidades, los músicos pudieron tener carreras estables como profesores, en lugar de depender solo de sus propios recursos. La suma de estos cambios se puede ver en la gran cantidad de sinfonías, conciertos y poemas sinfónicos que se crearon, y en la expansión de las temporadas de ópera en muchas ciudades y países, como París, Londres o Italia.
El periodo romántico tardío también vio el auge de los estilos llamados "nacionalistas". Estos estilos estaban relacionados con la música popular (folclórica) y la poesía de países específicos. La idea de la música alemana (Bruch) o italiana (Puccini) ya estaba establecida. Pero a finales del siglo XIX surgieron subgéneros rusos (Glinka, Músorgski, Rimski-Kórsakov, Cui, Balákirev, Borodín, Chaikovski), checos (Smetana, Dvořák), noruegos (Grieg), finlandeses (Sibelius), españoles (Albéniz, Granados), británicos (Elgar, Delius) y estadounidenses (Parker, MacDowell). Muchos compositores eran claramente nacionalistas en sus metas, buscando componer ópera o música relacionada con el idioma y la cultura de sus tierras.
El Post-Romanticismo (1870-1949)

El Post-romanticismo puede considerarse un movimiento de finales del siglo XIX y principios del XX. Se diferencia del Romanticismo por el gran tamaño de las orquestas y el desarrollo excesivo en las sinfonías. También se caracteriza por un uso muy intenso de notas cromáticas, incluso más que Richard Wagner. En los compositores post-románticos se nota una melancolía por la pérdida de la cultura romántica.
Los compositores más importantes de este estilo fueron Anton Bruckner, Gustav Mahler y Richard Strauss.
El Músico Romántico: Artista y Sociedad
Por su forma de ser y de ver el mundo, Beethoven se convirtió en el modelo del movimiento romántico, aunque era un modelo desafiante. Fue su figura la que dio a la era romántica la idea de lo que significaba ser un "Artista". Esto no eliminó la idea de que el "músico" ofrecía un servicio directo a la sociedad, como cantar, ser organista de iglesia, cantante de coro, director de orquesta de teatro, y muchos otros roles.
Lo que sí está claro es que la etapa romántica dio lugar a un choque entre el "artista" y el "filisteo" (una persona que no aprecia el arte), como lo expresó Robert Schumann musicalmente en su obra Carnaval. Con Beethoven, comenzó un periodo en el que las sinfonías, oratorios, música de cámara, coral y lírica, e incluso las óperas, se componían sin que nadie las encargara. Se creaban para un público imaginario, para el futuro y para la eternidad.
El aislamiento del músico romántico tuvo un efecto en su personalidad y en el carácter de su obra. Antes de 1800, toda composición debía ser valorada de inmediato. Si se desviaba demasiado de las costumbres antiguas o de la tradición, podía ser peligroso, como aprendieron compositores como Monteverdi, Gluck o Haydn.
Además, competir en originalidad era la excepción, no la regla. Así, las generaciones se sucedían. Los músicos románticos se enfrentaron a la tradición. No solo no evitaron la originalidad, sino que la buscaron. Cuanto más libre de ideas preconcebidas estaba una obra, más se valoraba.
La música romántica, la música del siglo XIX, está llena de personalidades muy diversas, con perfiles mucho más marcados y diferentes que en siglos anteriores. Por eso, es difícil trazar claramente la trayectoria de su evolución.
El Romanticismo en el Siglo XX
Muchos compositores que nacieron en el siglo XIX y siguieron componiendo en el siglo XX usaron formas que estaban claramente conectadas con la era musical anterior. Entre ellos están Serguéi Rajmáninov, Giacomo Puccini, Richard Strauss y Kurt Atterberg. Por otro lado, muchos compositores que luego fueron considerados modernistas, al principio escribieron obras con un estilo romántico muy marcado. Por ejemplo, Igor Stravinsky (su ballet El pájaro de fuego es notable), Arnold Schoenberg (Gurrelieder), y Béla Bartók (El castillo de Barba Azul). Pero el estilo y la estructura musical de finales del siglo XIX no se detuvieron ahí. Ralph Vaughan Williams, Erich Korngold, Berthold Goldschmidt y Serguéi Prokófiev continuaron este tipo de composición más allá de 1950.

Aunque algunas nuevas tendencias, como el neoclasicismo o la música atonal, desafiaron la importancia del estilo romántico, el interés por usar un lenguaje musical con notas cromáticas y centrado en la tonalidad siguió presente en obras importantes. Samuel Barber, Benjamin Britten, Gustav Holst, Dmitri Shostakóvich, Malcolm Arnold y Arnold Bax, aunque se consideraban compositores modernos y contemporáneos, a menudo mostraron tendencias románticas en sus obras.
El Romanticismo alcanzó un punto bajo alrededor de 1960. Parecía que el futuro estaría dominado por estilos de composición muy modernos o con elementos neoclásicos. Mientras Hindemith volvía a estilos más reconocibles con raíces románticas, muchos compositores se movieron en otras direcciones. Parecía que solo en la Unión Soviética o China, donde había una estructura académica más tradicional, el romanticismo tenía un lugar. Sin embargo, a finales de los años 60, comenzó un resurgimiento de la música con un estilo romántico. Compositores como George Rochberg pasaron de la música serial a modelos basados en Gustav Mahler. Otros como Nicholas Maw y David Del Tredici también se unieron a este proyecto. Este movimiento se llama a menudo neorromanticismo, e incluye obras como la Primera sinfonía de John Corigliano.
Otra área donde el estilo romántico ha sobrevivido y prosperado es en las bandas sonoras de películas. Muchos de los primeros compositores que huyeron de la Alemania de la época nazi eran compositores judíos que habían estudiado con Mahler o sus alumnos en Viena. La música de la película Lo que el viento se llevó del compositor Max Steiner, es un ejemplo del uso de los temas musicales (leitmotivs) de Wagner y la orquestación de Mahler. La música de las películas de la "Edad de Oro de Hollywood" fue compuesta en gran parte por Korngold y Steiner, así como Franz Waxman y Alfred Newman. La siguiente generación de compositores de cine, como Alexander North, John Williams y Elmer Bernstein, se basó en esta tradición para crear la música orquestal de cine más conocida de finales del siglo XX.
Formas Musicales del Romanticismo
El periodo romántico musical duró de 1820 a 1914. El instrumento más usado fue el piano, para el cual compositores como Chopin, Liszt, Schumann y Schubert crearon un gran repertorio de sonatas y conciertos. En la música sinfónica orquestal, el Poema Sinfónico fue creado por Franz Liszt. Era una pieza de un solo movimiento, libre de las reglas de forma. La Sinfonía Programática fue creada por Hector Berlioz, alcanzando una expresión y un sentido universal muy fuertes, explorando nuevas ideas más allá de la música misma. En el canto lírico, la forma Lied de Brahms, Mendelssohn, Liszt y Schubert, eran piezas para voz (generalmente masculina) con acompañamiento de piano.
La Forma en la Sinfonía Romántica
Desde el principio, los compositores románticos tuvieron una actitud flexible con la forma de la sinfonía.
Para esta época ya se había estrenado y publicado la Heroica de Beethoven. Esta obra es un modelo de gran seriedad y suena como un himno con una estructura muy pura. En esta composición, ningún instrumento domina sobre los demás, y todos contribuyen al objetivo general de la sinfonía.
Véase también
En inglés: Romantic music Facts for Kids
- Mujeres en la música
- Historia de la música
- Historia de la ópera
- Max Bruch
- Guerra de los románticos
- Música modernista