Hera para niños
Hera es una diosa muy importante en la mitología griega. Es la diosa del matrimonio y protege a las mujeres, especialmente a las esposas. Hera era la reina de los dioses y la más poderosa de las diosas, porque era hermana y esposa de Zeus, el rey de los dioses. Ella era una de las hijas de Crono, lo que le daba el mismo respeto y nobleza que a su esposo. En la mitología romana, su equivalente es la diosa Juno.
A Hera se le asocian animales sagrados como la vaca y, más tarde, el pavo real. Con el tiempo, Hera también fue vista como una diosa del aire, que traía vientos, lluvia y brisas.
Se representa a Hera de forma majestuosa, a menudo sentada en un trono y con una corona alta llamada polos. En su mano puede llevar una granada, que simboliza la fertilidad y el matrimonio, o una flor de amapola. El investigador Walter Burkert mencionó que en el pasado, Hera era representada de formas más simples, como una columna en Argos. Las tres ciudades que Hera más quería eran Argos, Esparta y Micenas.
Contenido
- ¿De dónde viene el nombre de Hera?
- Adoración y templos de Hera
- La importancia de Hera en la antigüedad
- Símbolos de Hera
- Historias de Hera en la mitología
- Descendencia de Hera
- Véase también
¿De dónde viene el nombre de Hera?
El nombre de Hera, la diosa del matrimonio, tiene varios posibles orígenes. Una idea es que podría estar relacionado con la palabra griega hora, que significa ‘estación’, sugiriendo que Hera está ‘lista para el matrimonio’. Otros investigadores creen que su nombre podría significar ‘Señora’, como la forma femenina de Heros, que significa ‘Señor’.
También se ha propuesto que el nombre de Hera podría significar ‘ternera’, lo que encaja con uno de sus apodos más conocidos: βοῶπις boôpis, que significa ‘con ojos de vaca’. El nombre E-ra ya aparece en tablillas antiguas de Micenas, escritas en lineal B.
Adoración y templos de Hera
Hera pudo haber sido la primera diosa a la que los griegos dedicaron un santuario con un templo cerrado y con techo. Esto ocurrió en la isla de Samos alrededor del año 801 a.C. Más tarde, este templo fue reemplazado por el Hereo, uno de los templos griegos más grandes de la historia. Los altares griegos de la época clásica solían estar al aire libre, frente a los templos.
Se construyeron muchos templos en este lugar a lo largo del tiempo, lo que a veces hace difícil entender las pruebas arqueológicas y las fechas exactas. Sabemos que un templo construido por el escultor Reco fue destruido entre los años 570 y 560 a.C., y luego fue reemplazado por el templo de Polícrates entre el 540 y el 530 a.C. Uno de estos templos tenía un bosque de 155 columnas.
Las excavaciones en Samos han encontrado muchas ofrendas votivas, especialmente de los siglos VIII y VII a.C. Esto demuestra que Hera no era solo una diosa local del Egeo. El museo de Samos tiene figuras y ofrendas de lugares tan lejanos como Armenia, Babilonia, Irán, Asiria y Egipto. Esto muestra la gran fama del santuario de Hera y la cantidad de peregrinos que lo visitaban. Hera también tuvo el templo más antiguo en Olimpia y dos grandes templos en Paestum en los siglos VI y V a.C.
En la Grecia continental, Hera era adorada especialmente como ‘Hera Argiva’ (Hera Argeia) en su santuario entre las antiguas ciudades de Argos y Micenas. Allí se celebraban festivales en su honor, llamados las Hereas. La diosa misma decía: «Tres son las ciudades que más quiero: Argos, Esparta y Micenas, la de anchas calles». También había templos dedicados a Hera en Olimpia, Corinto, Tirinto, Peracora y la isla sagrada de Delos.
En Beocia, se celebraba un festival importante cada sesenta años, llamado las Dédalas mayores, dedicado a Hera. La gran cantidad de edificios construidos en su honor demuestra la importancia de Hera en los tiempos más antiguos. Los templos de Hera en Samos y Argos fueron los primeros templos monumentales construidos por los griegos, en el VIII|a|s.
La importancia de Hera en la antigüedad
En el Templo de Hera en Olimpia, la estatua de Hera era más antigua que la de Zeus que la acompañaba. El poeta Homero describe la relación a veces difícil de Hera con Zeus en la Ilíada. Allí, Hera le dice a Zeus: «También yo soy una deidad, nuestro linaje es el mismo y el astuto Crono me engendró la más venerable, por mi abolengo y por llevar el nombre de esposa tuya».
Aunque a Zeus se le llama a menudo Zeus Hereo, que significa ‘Zeus [consorte] de Hera’, Homero no siempre la trata con respeto. En historias posteriores, Hera pasaba mucho tiempo planeando venganzas contra las ninfas o mujeres mortales que Zeus había seducido. Esto se debía a que Hera defendía las reglas tradicionales de la sociedad y la hermandad femenina griega.
Hera joven y madura
Hera era más conocida como la diosa madura, Hera Teleia, que presidía los matrimonios. En los mitos y en el culto, hay referencias a las antiguas costumbres del matrimonio sagrado entre Hera y Zeus. En Platea, había una escultura de Calímaco que mostraba a Hera sentada como una novia, además de la Hera matrona de pie.
Hera también era adorada como virgen. En Estínfalo (Arcadia), había un altar triple dedicado a Hera la Virgen, la Matrona y la Separada (Χήρη Chḗrē, que significa ‘viuda’ o ‘divorciada’). En la Argólida, el templo de Hera en Hermíone, cerca de Argos, estaba dedicado a Hera la Virgen. Se decía que en la fuente de Cánato, cerca de Nauplia, Hera recuperaba su pureza cada año en ritos secretos.
Símbolos de Hera

En las imágenes antiguas, el carro de Hera era tirado por pavos reales. Estas aves no eran conocidas por los griegos antes de las conquistas de Alejandro Magno. El cuco era el pájaro asociado con Hera en tiempos más antiguos. En algunos mitos, Zeus se transforma en un cuco para acercarse a la joven Hera.
La asociación más antigua de Hera era con el ganado, como una Diosa Vaca. Era especialmente venerada en la región de Eubea, conocida por su ganado. En Chipre, se han encontrado cráneos de toro muy antiguos que se usaban como máscaras. Su famoso apodo homérico βοῶπις boôpis se traduce a menudo como ‘con ojos de vaca’. En este sentido, Hera se parece a la antigua diosa egipcia Hathor, una diosa maternal relacionada con el ganado.
La granada, un antiguo símbolo de la Gran Diosa, siguió siendo un emblema de Hera. Muchas granadas y cápsulas de amapola encontradas en Samos están hechas de marfil. Como todas las diosas, Hera puede ser representada llevando una diadema y un velo.
Apodos de Hera
Hera tenía varios apodos en la mitología, entre ellos:
- Αἰγοφάγος Aigophágos, ‘comedora de cabras’ (entre los lacedemonios).
- Ἀκραῖα Akráia, ‘de las alturas’.
- Αλέξανδρος Aléxandros, ‘la que salva al guerrero’ (adorada en Sición).
- Ἀργεία Argéia, ‘de Argos’.
- Βασίλεια Basíleia, ‘reina’.
- Βοῶπις Boṓpis, ‘con ojos de vaca’ o ‘con cara de vaca’.
- Λευκώλενος Leukṓlenos, ‘la de brazos blancos’.
- Παῖς Pais, ‘niña’ (en su papel de virgen).
- Τελεία Teléia (como diosa del matrimonio).
- Χήρη Chḗrē, ‘viuda’.
- Χρυσόθρονος chrysothronos, ‘La del trono dorado’.
Historias de Hera en la mitología
El nacimiento de Hera
Hera era hija de Rea y Crono. Crono se tragaba a sus hijos al nacer porque una profecía decía que uno de ellos le quitaría el trono. Zeus se salvó gracias a un plan de Rea, quien le dio a Crono una piedra envuelta en pañales en lugar de Zeus. Zeus fue criado en una cueva en Creta. Más tarde, Zeus le dio a Crono una bebida que lo hizo vomitar a sus otros cinco hijos: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, además de la piedra.
Otras historias dicen que Hera no fue devorada por su padre. En cambio, fue criada por tres ninfas, hijas del río Asterión, llamadas Eubea, Prosimna y Acrea. Otra versión cuenta que Rea dejó a Hera al cuidado de Océano y Tetis mientras Zeus luchaba contra Crono.
El matrimonio con Zeus
Hera es la diosa que preside los preparativos del matrimonio y es el símbolo de la unión nupcial. Sin embargo, no es conocida por ser una madre muy cariñosa. Homero cuenta en la Ilíada que al principio, Zeus y Hera se unieron en secreto. Después de la guerra contra los Titanes, Zeus y Hera recibieron juntos el poder.
Zeus y Hera discutían a menudo. Ofendida por las infidelidades de Zeus, Hera lo humillaba con sus planes. Zeus no confiaba del todo en su esposa. Aunque le contaba algunos secretos, siempre tenía planes ocultos. Esto enfurecía a Hera. Ella sabía que no podía superar a Zeus en poder y que él incluso podía castigarla, como cuando la encadenó de manos y pies a un yunque. Por eso, Hera recurría a planes secretos y astutos, como en el caso del nacimiento de Heracles.
Hera era lo suficientemente inteligente como para frustrar los planes de Zeus o debilitar su voluntad. Por ejemplo, usó el cinturón de Afrodita para mantenerlo ocupado y que no se diera cuenta de sus verdaderos planes. Hera conspiraba para dañar o castigar a las amantes de Zeus y a los hijos que nacían de estas uniones. Como diosa del matrimonio legítimo, la presencia de hijos fuera de su matrimonio la llenaba de ira y deseos de venganza.
Por otro lado, el escritor Pausanias cuenta que Zeus, enamorado de Hera cuando era virgen, se transformó en cuco. Hera tomó al pájaro como mascota. El mismo autor dice que esto ocurrió en el monte Tórnax, en Argos. Una historia más completa dice que cuando Hera iba sola al monte Tórnax, Zeus creó una tormenta y se transformó en un cuco que se posó en su regazo. Hera lo cubrió con su manto, y Zeus se transformó de nuevo y se unió a ella. Como Hera se negaba a estar con él por respeto a su madre, Zeus prometió casarse con ella.
La Teogonía dice que Hera fue la séptima y última esposa divina de Zeus. Se cuenta que Zeus estuvo muy enamorado de Hera durante trescientos años. Fue la propia Afrodita quien avivó la pasión de esta unión sagrada durante tanto tiempo. Zeus ordenó a Hermes que invitara a todos los dioses, hombres y animales a la boda. Se dice que la única que no fue fue Quelona, lo que tuvo malas consecuencias para la ninfa. Gea llevó como regalo de bodas varias manzanas de oro del jardín de las Hespérides, que Heracles tuvo que robar en uno de sus trabajos. O bien, la propia Hera puso a la serpiente guardiana de las Hespérides para evitar que las hijas de Atlas robaran el fruto.
En una versión menos conocida, Hera se negó a casarse con Zeus y se escondió en una cueva. Un hombre llamado Aquiles la convenció de darle una oportunidad, y así se unieron por primera vez. Otra versión tardía dice que Hera fue criada por una ninfa llamada Macris en la isla de Eubea. Pero Zeus se la llevó al monte Citerón. Cuando Macris fue a buscar a Hera, el dios de la montaña Citerón la ahuyentó, diciendo que Zeus estaba allí con Leto. Macris se fue, y Hera se salvó de ser descubierta.
Se cuenta que Hera, enojada con Zeus, se retiró a Eubea. Como Zeus no podía convencerla de volver, acudió a Citerón, un rey sabio. Este le aconsejó a Zeus que hiciera una estatua de madera, la cubriera y la llevara en un carro de bueyes, diciendo que se casaba con Platea, hija de Asopos. Hera, al enterarse, interrumpió la ceremonia y arrancó el vestido de la figura, descubriendo con alegría que era solo una estatua. Así, Hera y Zeus se reconciliaron, y para recordarlo, el pueblo celebró el festival de las Dédalas. También se dice que la boda de Zeus y Hera se celebró en el territorio de Cnosos, cerca del río Terén, donde cada año se representa la ceremonia de la boda.
Los hijos de Hera
Los hijos legítimos de Hera y Zeus son Hebe (diosa de la juventud), Ares (dios de la guerra) e Ilitía (diosa de los partos). En algunos textos, no está claro si Hefesto (dios de la herrería) es hijo de Zeus, pero la Biblioteca mitológica lo confirma. También se dice que Eris (diosa de la discordia) es hermana de Ares.
En algunos mitos, Hera tiene la capacidad de tener hijos sin unirse a un hombre. Algunos autores creen que Hefesto es hijo solo de Hera, sin Zeus. Según este mito, Hera estaba celosa de que Zeus tuviera a Atenea sin su ayuda, así que ella tuvo a Hefesto sin él. Hera se sintió disgustada por la cojera y la imperfección de Hefesto, por lo que lo expulsó del Olimpo.
En otra versión, Hera tuvo a Tifón como venganza por el nacimiento de Atenea. Golpeó su mano contra el suelo para que Gea le concediera su deseo. Hera entregó a la criatura a la dragona Pitón para que la criara. Al menos una versión latina dice que Ares nació solo de Hera.
Hefesto se vengó de Hera por haberlo rechazado. Hizo un trono mágico para ella que, al sentarse, no la dejaba levantarse. Los demás dioses rogaron a Hefesto que volviera al Olimpo para liberarla, pero él se negó. Dioniso lo llevó de vuelta al Olimpo a lomos de una mula. Hefesto liberó a Hera después de que le prometieran a Afrodita como esposa.
Hera en la guerra de Troya
Zeus organizó un banquete para celebrar la boda de Peleo y Tetis, pero no invitó a Eris, la diosa de la discordia. Eris, a pesar de no ser invitada, apareció y dejó caer una manzana dorada con la inscripción ‘para la más bella’. Tres diosas reclamaron la manzana: Hera, Atenea y Afrodita. Zeus decidió que Paris de Troya eligiera quién debía ser la dueña legítima de la manzana.
Cada diosa le ofreció un regalo a Paris: Hera le daría el gobierno de toda Asia y lo haría el hombre más rico; Atenea le prometió la victoria en todas sus batallas; y Afrodita le prometió el amor de la mujer más hermosa del mundo, Helena. Paris eligió a Afrodita, y luego Helena dejó a su esposo, Menelao. Así comenzó la Guerra de Troya.
En la guerra, Hera y Atenea apoyaron firmemente a los griegos contra los troyanos. En la Ilíada, se cuenta cómo las dos diosas vieron a Ares luchando del lado troyano y le pidieron permiso a Zeus para combatirlo y alejarlo del campo de batalla. En otro pasaje, Hera sedujo a Zeus para distraerlo y que los griegos tomaran la iniciativa en la guerra. También intentó favorecer a Aquiles en una batalla contra el troyano Eneas. En un enfrentamiento entre los propios dioses, Hera desarmó a Artemisa y la golpeó repetidamente con el arco.
Otros mitos de Hera
La rebelión contra Zeus
En una ocasión, Hera, junto con Atenea y Poseidón, intentó rebelarse contra Zeus y atarlo. Pero Tetis acudió al rescate con Briareo, un gigante monstruoso. Al ver al gigante, los dioses rebeldes tuvieron miedo y no se atrevieron a seguir con la insurrección. En otra ocasión, Hera conspiró contra Heracles, enviándole fuertes vientos con la ayuda de Bóreas, que lo hicieron perderse en el mar hasta que Zeus lo rescató. Zeus castigó severamente a Hera por esto.
Cídipe y sus hijos
Cídipe, una sacerdotisa de Hera, iba de camino a un festival en honor a la diosa. Los bueyes que tiraban de su carro se retrasaron, y los hijos de Cídipe, Cleobis y Bitón, tiraron del carro todo el camino (unos 8 kilómetros). Cídipe quedó impresionada por la devoción de sus hijos y le pidió a Hera que les diera el mejor regalo que un dios pudiera dar a una persona. Hera ordenó que los hermanos murieran mientras dormían, pues morir joven y con gloria era considerado el mayor honor para los héroes.
Pelias y el vellocino de oro
Cuando Pelias y Neleo crecieron, reconocieron a su madre y mataron a Sidero, la madrastra de Tiro. Sidero se había refugiado en el santuario de Hera, pero Pelias la mató junto al altar, y continuó ofendiendo a la diosa. Por eso, Hera ayudó a Jasón en su viaje para encontrar el vellocino de oro, que necesitaba para quitarle el trono de Yolco a Pelias.
Los celos de Hera
Leto, Artemisa y Apolo
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada de Zeus, prohibió que Leto diera a luz en 'tierra firme', es decir, en el continente o en cualquier isla del mar. Leto encontró la isla flotante de Delos, que no era ni continente ni una isla real, y allí pudo dar a luz. Como agradecimiento, Delos fue fijada con cuatro pilares. Más tarde, la isla fue dedicada a Apolo.
Otra versión dice que Hera había retenido a Ilitía, la diosa de los partos, en el Olimpo para evitar que Leto diera a luz. Las demás diosas enviaron a Iris a buscarla. Cuando Ilitía llegó a Delos, Leto pudo dar a luz. Algunas versiones dicen que Artemisa ayudó a su madre a dar a luz a Apolo durante nueve días.
Afrodita
Príapo fue concebido por Zeus y Afrodita. Pero Hera, celosa, tocó el vientre de Afrodita y la condenó a parir un bebé con una apariencia extraña.
Eco
Según el poeta Ovidio, una ninfa llamada Eco tenía la tarea de distraer a Hera de las aventuras de Zeus hablando sin parar. Cuando Hera descubrió el engaño, condenó a Eco a solo poder repetir las últimas palabras de los demás (de ahí nuestra palabra «eco»).
Ío
Hera estuvo a punto de sorprender a Zeus con su amante, la princesa argiva Ío. Zeus lo evitó transformándola en una hermosa ternera blanca. Sin embargo, Hera sospechó el engaño y le pidió a Zeus la ternera como regalo, a lo que él no pudo negarse. Cuando Hera recibió a Ío, la puso al cuidado de Argos Panoptes para mantenerla alejada de Zeus.
Zeus entonces ordenó a Hermes que matara a Argos. Hermes, disfrazado de pastor, logró que los cien ojos de Argos se durmieran con historias aburridas, y luego lo mató con una piedra, rescatando así a Ío. Se dice que cuando Hera supo de la muerte de Argos, tomó sus ojos y los puso en el plumaje del pavo real, lo que explica los dibujos de su cola. Hera luego envió un tábano para picar a Ío, obligándola a vagar sin rumbo por el mundo en forma de vaca. Finalmente, Ío llegó a Egipto, donde se convirtió en sacerdotisa de la diosa egipcia Isis.
Sémele y Dioniso
Cuando Hera supo que Sémele, hija del rey Cadmo de Tebas, estaba embarazada de Zeus, se disfrazó de su niñera y la convenció de que le pidiera a Zeus que se mostrara en su verdadera forma. Cuando Zeus se vio obligado a hacerlo, sus rayos y truenos la mataron. Zeus tomó al niño y completó su gestación cosiéndolo a su propio muslo.
En otra versión, la del orfismo, Dioniso era originalmente hijo de Zeus con Deméter o Perséfone. Hera envió a sus Titanes a despedazar al niño. Zeus, o según la fuente Atenea, Rea o Deméter, rescató el corazón de Dioniso. Zeus usó el corazón para recrear a Dioniso e implantarlo en el vientre de Sémele, por eso se le conoce como «el nacido dos veces».
Hera estaba furiosa porque Atamante e Ino habían cuidado al pequeño Dioniso. Como venganza, el rey Atamante, enloquecido por la ira de Hera, disparó sus flechas contra Learco, y entonces Ino se arrojó al mar con Melicertes. Después de descubrir la vid, Dioniso, enloquecido por Hera, vagó por Egipto y Siria.
Heracles
Hera fue la madrastra y enemiga de Heracles, cuyo nombre significa ‘gloria de Hera’ en su honor. Heracles es el héroe que introdujo las costumbres olímpicas en Grecia. Cuando Alcmena estaba embarazada de Heracles, Hera le pidió a su hija Ilitía que impidiera el nacimiento cruzando las piernas. Sus planes fueron frustrados por Galantis, la sirvienta de Alcmena, quien engañó a Ilitía. Ilitía la transformó en una comadreja.
Cuando Heracles era un bebé, Hera envió dos serpientes para matarlo mientras dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano, y su niñera lo encontró jugando con sus cuerpos.
Un relato sobre el origen de la Vía Láctea cuenta que Zeus engañó a Hera para que amamantara al bebé Heracles. Al descubrir quién era, ella lo apartó de su pecho, y un chorro de su leche formó la mancha que cruza el cielo.
Hera encargó a Heracles trabajar para el rey Euristeo de Micenas. Intentó hacer casi todos los doce trabajos de Heracles más difíciles de lo que ya eran. Cuando Heracles luchó con la hidra de Lerna, Hera envió un cangrejo para que le picara los pies con la esperanza de distraerlo. Cuando Heracles robó el ganado de Gerión, Hera lo hirió en el pecho derecho con una flecha. Luego, Hera envió un tábano para picar a las reses, irritarlas y dispersarlas. Hera provocó una inundación que elevó el nivel de un río, impidiendo a Heracles cruzarlo con el ganado. Heracles apiló piedras en el río para hacerlo menos profundo. Cuando llegó a la corte de Euristeo, el ganado fue sacrificado a Hera.
Euristeo también quiso sacrificar el Toro de Creta a Hera, quien rechazó el sacrificio porque reflejaba la gloria de Heracles. El toro fue liberado y vagó hasta Maratón, siendo conocido como el Toro de Maratón. Cuando Heracles regresaba de Troya, Hera envió una tormenta contra él. Como castigo, Zeus colgó a Hera en el Olimpo con cadenas de oro y yunques atados a los pies.
Algunos mitos dicen que al final, Heracles se reconcilió con Hera y se casó con su hija Hebe. Tuvieron dos hijos: Alexíares y Aniceto. Heracles había salvado a Hera de las garras de Porfirión, un gigante que intentó atacarla durante la Gigantomaquia.
Egina y Éaco Cuando Zeus quiso unirse a Egina, hija de Asopo, temió a Hera. Llevó a la joven a la isla de Delos, donde ella quedó embarazada. Éaco fue su hijo. Cuando Hera lo descubrió, envió una serpiente a las aguas, envenenándolas.
Lamia
Lamia era una reina de Libia a quien Zeus amaba. Hera la transformó en un monstruo y mató a sus hijos. O, alternativamente, mató a sus hijos y fue el dolor lo que la convirtió en dicho monstruo. Lamia fue maldecida con la incapacidad de cerrar los ojos, para que siempre estuviera obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Zeus le concedió el don de poder sacarse los ojos para descansar, y luego volver a ponérselos. Lamia sentía envidia de otras madres y devoraba a sus hijos.
Calisto
Queriendo ocultar a su amante Calisto, una ninfa seguidora de Artemisa, de Hera, Zeus la transformó en osa. Pero Hera convenció a Artemisa para que le disparara sus flechas como a un animal salvaje.
Otros episodios de la ira de Hera
- Élara: Ticio, un gigante, era hijo de Zeus y de Élara. Zeus la había poseído y, por miedo a Hera, la ocultó bajo tierra después de que diera a luz a su hijo.
- Gérana: Era una reina de los pigmeos que era adorada como una diosa por su pueblo. Se jactó de ser más bella que Hera, Atenea, Afrodita y Artemisa. Como castigo, Hera la transformó en grulla y decretó que los descendientes de este pájaro estarían siempre en guerra con el pueblo pigmeo.
- Hemo y Ródope: Estos dos reyes de Tracia fueron castigados por su orgullo al hacerse pasar por Zeus y Hera en un culto. Los dioses los transformaron en montañas: Hemo en los montes Balcanes y Ródope en las montañas Ródope, que llevan su nombre.
- La Esfinge de Tebas: Durante el reinado de Meneceo, Hera envió a la monstruosa Esfinge para causar problemas a los habitantes de Tebas.
- Side: Orión tuvo como primera esposa a Side. Hera la arrojó al Hades por decir que era más bella que ella.
- Las Prétides: Las tres hijas de Preto y Estenebea enloquecieron, según Acusilao, por haber despreciado una estatua de madera de Hera. Vagaban por los campos de Argos creyéndose vacas.
- Aedón y Politecno: Eran de Lidia y se jactaban de amarse más que Zeus y Hera. Hera les envió a Eris, que causó una gran rivalidad entre ellos.
- Otreide: Zeus y la ninfa Otreide tuvieron un hijo, Meliteo. Temiendo a Hera, la madre expuso al niño en un bosque. Por voluntad de Zeus, el niño fue alimentado por abejas.
- Iinge: Esta ninfa hizo que Zeus se enamorara de ella usando filtros de amor hasta que Hera la transformó en piedra.
- Antígona: Una hija de Laomedonte que se enorgullecía de tener un cabello más bonito que el de Hera y la retó a una competencia. Hera le cambió su hermoso cabello por serpientes, y los dioses, conmovidos, la convirtieron en cigüeña.
Descendencia de Hera
Hijo de Hera | Padre | Detalles y particularidades |
---|---|---|
Angelos | Zeus | Diosa de la purificación y una deidad menor del inframundo, mencionada en un texto antiguo. Se dice que robó ungüentos de Hera y fue castigada. |
Ares | Zeus (o ninguno) | El dios de la guerra es, en la Teogonía y en la Ilíada, hijo legítimo de Hera y Zeus. Ovidio dice que Juno (Hera) tuvo a Marte (Ares) sin unión, al tocar cierta flor, gracias a Flora. |
Cárites | Zeus o sin especificar | En una versión se dice que «a Hera la llaman la sagrada madre de las Cárites», sin más detalles. Al menos una versión dice que las Gracias eran hijas de Zeus y Hera. |
Curetes | Zeus | También nacidos de esta unión, pero sin especificar sus nombres o cuántos eran. |
Eleuteria | Zeus | La personificación de la Libertad y hermana de la Juventud. |
Eris | (Zeus, implícito) | Se entiende que la Discordia es hija de Zeus y Hera en los textos de Homero: «Eris, furiosa sin medida, hermana y compañera del homicida Ares». |
Hebe | Zeus (o ninguno) | Diosa de la juventud, copera del Olimpo y esposa divina de Heracles. Según un texto antiguo, Hera tuvo a Hebe sin unión masculina, después de comer una lechuga. |
Hécate | Zeus | En al menos una versión, Hécate es hija biológica de Zeus y Hera. |
Hefesto | Ninguno o Zeus | En los textos de Homero, Hefesto se refiere a «el padre Zeus», pero no está claro si se refiere a su paternidad o a un apodo común. Hesíodo dice que Hera lo tuvo sin unión, celosa por el nacimiento de Atenea. En la Biblioteca mitológica, Hefesto es hijo de Hera y Zeus. |
Ilitía | Zeus | Hija de Hera y Zeus, la diosa de los nacimientos y protectora de los niños. |
Pasítea | Zeus o sin especificar | Considerada una de las Cárites, Pasítea es hija de Hera en una versión menos común, pero no se menciona al padre. |
Prometeo | Eurimedonte | En un texto antiguo, una versión menos común dice que Hera, siendo joven, fue atacada por el gigante Eurimedonte, y de esta unión nació Prometeo. |
Tifón | Ninguno | Hera concibió al monstruoso Tifón y se lo dio a la dragona de Delfos para que lo cuidara. Para esto, contó con la ayuda de la propia Gea. |
También se asocia a Enío con Eris, la «destructora de ciudades». Si fueran el mismo personaje, Enío sería hermana de Ares. Sin embargo, otros dicen que Enío es un apodo de Hera.
Filodemo llama a Zeus y Hera los «padres de los dioses», comparándolos con otras parejas divinas. En este sentido, se les considera los progenitores de todas las deidades en general.
Véase también
En inglés: Hera Facts for Kids
- Hera de Samos
- Hereo
- Engaño de Zeus
- Hera Barberini
- Hera Borghese
- Hera Farnese
- Juegos Hereos
- Dioses olímpicos