Ares para niños
En la mitología griega Ares (en griego antiguo Ἄρης, en griego moderno, Ἄρη), hijo de Zeus y Hera, es el dios olímpico de la guerra. Su equivalente romano es Marte.
A pesar de ser identificado como dios de la guerra no siempre salió victorioso en los combates. De hecho, resulta varias veces herido, como contra el semidiós Heracles, y sobre todo en sus enfrentamientos con su hermana Atenea, divinidad también guerrera, patrona de la estrategia y la sabiduría. Su lugar de nacimiento y auténtico hogar estaba situado en la región de los bárbaros y tracios, al norte de la Hélade.Afrodita, diosa del amor y la belleza, era su amor, sanadora y aliada en la guerra.
En la guerra de Troya en un primer momento peleó con un bando y luego con el otro, para compensar el coraje de ambas partes. Su mano destructiva se veía incluso tras los estragos provocados por plagas y epidemias. Esta faceta salvaje y sanguinaria de Ares lo hacía ser detestado por otros dioses, incluidos sus propios padres.
«Ares» fue también un adjetivo y epíteto en la época clásica para referirse a otros dioses cuando presentaban una modalidad guerrera, violenta o viril: eran comunes los títulos Zeus Areios, Atenea Areia e incluso Afrodita Areia.
Tuvo alrededor de 60 hijos (entre ellos Eros, Harmonía, Fobos, Deimos, las amazonas).
Contenido
Culto
El nombre de Ares ya aparece atestiguado en las tablillas micénicas bajo la forma A-re. Pese a ello, en Grecia, al menos durante las épocas arcaica y clásica, no era de los dioses a los que más culto se rendía, dado que se le consideraba de procedencia bárbara.
La adoración de Ares en los países al norte de Grecia indica que probablemente su culto se introdujera desde Tracia. En Escitia, otro de sus principales lugares de culto, se le adoraba con la forma de una espada, con la que se sacrificaban caballos, ganado y, en algunas ocasiones, esclavos.
Por el geógrafo Pausanias se sabe que en Esparta había una estatua del dios encadenado, para mostrar que el espíritu combativo y la victoria nunca abandonaría a los habitantes de la ciudad.
En el mito de los Argonautas se creía que en la Cólquide, el vellocino de oro estaba colgado de un roble en una arboleda consagrada a Ares. Desde allí se creía que los Dioscuros trajeron a Laconia la antigua estatua de Ares que se conservaba en el templo de Ares Thareitas, en el camino de Esparta a Terapnas.
También, al ser considerado padre de las Amazonas, se contaba que estas habían levantado un altar dedicado al dios en una isla del mar Negro. Esta isla, en la que se creía que moraban los pájaros del Estínfalo, se conocía como la «isla de Ares».
En el periodo helenístico fue muy adorado en Macedonia, de donde proviene uno de sus adeptos más destacados, Alejandro Magno. Por escritos de Pseudo Calístenes y Plutarco es posible precisar los rituales que Alejandro Magno le rendía en vísperas de las batallas, que generalmente consistían en un complejo conjunto de ritos donde se relacionaban las libaciones con lo órfico y los sacrificios animales.
El templo de Ares que vio Pausanias en el siglo II en el Ágora de Atenas (centro administrativo, religioso y cultural), había sido trasladado y rededicado allí durante la época de Augusto: en esencia era un templo de Marte, su equivalente romano. Sin embargo Pausanias señala que allí había una estatua de Ares que era obra de Alcámenes. El Areópago, la ‘colina de Ares’ donde predicó Pablo, está situado a cierta distancia de la Acrópolis y desde tiempos arcaicos se celebraban juicios allí.
En Olimpia existía un altar dedicado a este dios. También era adorado cerca de Tegea, llamado allí Ares Afneo, y en la misma ciudad de Tegea. Cerca de Tebas había una fuente consagrada a Ares. En Gerontras (Laconia), tenía un templo con una arboleda donde se celebraba un festival anual durante el que no se permitía que las mujeres se acercaran al templo.
Se conservan algunos himnos tardíos dedicados a Ares: el Himno homérico VIII —que la crítica atribuye al neoplatónico Proclo y por tanto es del siglo V d. C.— y el Himno órfico LXV, de la época imperial romana. Estos himnos invocan a Ares denominándolo como personificación de la valentía, la fuerza incansable, rey de la virilidad masculina, protector del olimpo y de los ejércitos, caudillo de los rebeldes, de los hombres justos, y ayudante de los débiles. Estos atributos son, en parte, diferentes de los que tenía el Ares tradicional.
Heródoto relata que los egipcios rendían culto a una divinidad a la que también llama Ares.
Símbolos y apariencia
Ares suele representarse como un hombre joven, con cabellera anástole (al parecer, algo propio de los guerreros helenos). El carruaje y la antorcha encendida son algunos de sus símbolos. Ares montaba un carruaje tirado por dos caballos inmortales que volaban y llevaban bridas de oro. Entre los demás dioses, Ares era representado con una armadura de bronce, lanza, escudo, casco y espada. A él estaban consagrados los perros y los buitres y en Italia, entre los picenos, también los pájaros carpinteros eran aves sagradas de Ares. Según las Argonáuticas, los pájaros de Ares (Ornithes Areioi) eran una bandada de pájaros cuyas plumas podían lanzar como dardos a los enemigos. También se identifica con los dos cuernos por el mito del vellocino de oro, el carnero de lana dorada (como se lo representa en el signo zodiacal de Aries).
Títulos y epítetos
Uno de los epítetos más destacados de Ares es el de Enialio (Ἐνυάλιος Enyálios) que puede tener el significado de guerrero heroico, y tal epíteto era aplicado a los efebos en Atenas. Los efebos eran los jóvenes que ingresaban al servicio militar, y era un tipo de culto heroico durante su juramento. En las tablillas micénicas en lineal B ya aparecía E-nu-wa-ri-jo, identificado como Enialio. Para la época clásica Enialio había sido identificado como un héroe.
Otros epítetos de Ares son:
- Brotoloigos (Βροτολοιγός, ‘destructor de hombres’);
- Afrodisíakos (Αφροδισιακος, 'encantado por Afrodita')
- Androfontes (Ανδρειφοντης, ‘asesino de hombres’);
- Miaiphonos (Μιαιφόνος, ‘la voz de los hombres’);
- Teikhesiplêtês (Τειχεσιπλήτης, ‘asaltante de murallas’);
- Maleros (Μαλερός, ‘hechicero, chamán’);
- Teritas (Θηρίτας, ‘apaciguado'), por Tero, su niñera y sanadora.
Mitología
Afrodita
Ares y Afrodita se enamoraron cuando Afrodita ya se había casado con Hefesto, el rengo y jorobado dios del fuego. En la historia cantada por el poeta Demódoco, en el palacio de Alcínoo, rey de los feacios, el dios sol Helios espió una vez a Ares y Afrodita en los aposentos del esposo de esta, Hefesto, el rengo y jorobado dios del fuego. Helios le advirtió sobre la situación a Hefesto, quien enfureció y tramó un plan, confeccionó una red invisible, pero tan fuerte y resistente que ningún hombre ni dios pudiera romperla, que pudiese inmovilizar a cualquiera para así atrapar a la pareja; así que colocó esta red sobre la cama, que actuaría con los rayos del amanecer. Hefesto salió de su casa y volvería al día siguiente a la salida del sol y vió los dos amantes juntos a la hora de amanecer. Furioso, él llamó a los demás dioses para que fuesen testigos de la escena. Cuando la pareja fue liberada, Afrodita escapó a Pafos su isla natal de Chipre, mientras que Ares se refugió en su natal Tracia. Afrodita y Ares volvieron a encontrarse repetidas veces. Tal historia fue representada en esculturas y pinturas, especialmente en el Renacimiento. Como resultado de su amor tuvieron al menos ocho hijos.
Ares encadenado
En un mito relatado en la Ilíada por la diosa Dione a Afrodita, dos gigantes ctónicos, los alóadas Oto y Efialtes, encadenaron a Ares y lo encerraron en una urna de bronce durante un año lunar. Ares estuvo gritando y aullando en la urna durante trece meses, hasta que su hermano Hermes lo rescató y su hermana Artemisa engañó a los gigantes haciendo que se arrojaran sus lanzas uno al otro, matándose.
La guerra de Troya
En la Ilíada, Homero cuenta que Ares peleó para un bando y luego para el otro para recompensar el coraje de ambos lados: prometió a su hermana Atenea y a su madre Hera que lucharía del lado de los aqueos junto a Aquiles, pero Afrodita y Apolo lo convencieron para que luchase con ellos del lado de Paris y los troyanos.
En la batalla, Diomedes sorprendido al ver a Ares luchando en el bando troyano ordenó a sus soldados la retirada. Hera vio la desproporción del combate y pidió a Zeus que interviniera para alejarlo del campo de batalla. Ares atacó a Diomedes con su lanza, pero Atenea desvió el ataque. Diomedes respondió con la pica y Atenea guio el golpe en dirección a Ares, quien cayó herido y en su caída bramó como nueve o diez mil hombres. Huyó al monte Olimpo para que su padre Zeus curara sus heridas, lo que obligó a los troyanos a replegarse. Zeus lo sermoneó:
"Mirándolo oscuramente, Zeus, quien recoge las nubes, le habló: -No te sientes a mi lado y te quejes, mentiroso de doble cara! Para mí eres el más odioso de todos los dioses que sostienen el Olimpo! Siempre peleón, es lo que quieres para tu corazón, guerras y batallas!... Y sin embargo, no soportaré mucho verte con dolor, ya que eres mi niño... Y para mí fue tu madre quien te aburrió. Pero si es que naciste de algún otro dios, resultaste tan ruinoso! Hace mucho que no te habrían dejado caer debajo de los dioses del cielo brillante!"
Cuando Hera mencionó durante una conversación con Zeus que el hijo de Ares, Ascálafo, había muerto, Ares rompió a llorar. Quiso unirse a la batalla del lado de los aqueos, contra la orden de Zeus de que ningún olímpico debía participar en la guerra. Atenea lo impidió, lo consoló y le ayudó a quitarse la armadura.
Más tarde, cuando permitió Zeus a los dioses tomar parte activa en la guerra de los mortales, Ares se enfrentó a Atenea, pero terminó herido de nuevo cuando esta lo golpeó con una piedra, cubriendo al caer con su cuerpo tumbado siete yugadas.
Ayudantes
Una de sus principales consejeras es Temis, una importante diosa de la justicia y el orden correcto de las cosas.
En las batallas, Deimos y Fobos son dos de sus hijos con Afrodita y también respectivamente los espíritus del terror y el miedo, que lo acompañaban en las batallas, al igual que su hermana Eris. Otra acompañante de Ares era Enío, diosa del derramamiento de sangre y la violencia. A modo de construcción etimológica, de Fobos proviene la palabra fobia. Tienen cita en la astronomía, que ha dado estos nombres de sus hijos, Fobos y Deimos, para nombrar a los dos satélites del planeta Marte (donde Ares era llamado así en Roma).
La presencia de Ares se veía también reforzada por Cidoimos, el demon del alboroto de las batallas, así como las Macas (Batallas), las Hisminas (Disputas), Polemos (un espíritu menor de la guerra, probablemente un epíteto de Ares, pues no tenía un dominio específico) y la hija de este, Alala, la diosa-personificación del grito de guerra griego, cuyo nombre era usado por Ares como grito de guerra propio.
La fundación de Tebas
Ares también está presente en el mito fundacional de Tebas: Cadmo mató al dragón que custodiaba la fuente de Ares —y del que algunos decían que era hijo de este dios— que estaba en Beocia, en el lugar donde después se construyó Tebas. Luego, por consejo de Atenea, sembró los dientes del dragón, de los que brotaron como si una cosecha creciese una raza de guerreros, los espartos. Para aplacar a Ares, Cadmo estuvo al servicio de Ares durante un año y luego tomó como esposa a Harmonía, hija de este con Afrodita.
Otros mitos
- En la contienda de Tifón contra Zeus, Ares se vio obligado, junto con los otros dioses, a huir a Egipto, donde se metamorfoseó en un pez.
- Ares dio a Hipólita el cinturón que luego le quitó Heracles.
- En algunas versiones se contaba que cuando Afrodita amó a Adonis, un celoso Ares se transformó en un jabalí y mató a su rival o bien envió el jabalí para que lo matara.
- Según una tradición, Ares mató a Halirrotio, hijo de Poseidón. Poseidón exigió a Zeus que Ares fuese castigado, por lo que fue llevado a juicio: el primer juicio por asesinato de la historia. Los demás olímpicos votaron que debía ser absuelto. Se cree que este suceso dio origen al nombre «Areópago».
- Existen relatos de un hijo de Ares, Cicno, que fue muy sanguinario. Heracles lo mató, provocando la cólera de Ares, a quien también derrotó, obligándolo a volver al Olimpo.
Consortes y descendencia
Ares es quizá uno de los dioses que más descendencia ha dejado entre los doce olímpicos. Como patrón de la virilidad masculina, tiene al menos unos 60 hijos, que se enumeran a continuación.
Amante | Hijo |
---|---|
Afrodita | Fobos |
Deimos | |
Harmonía | |
Eros | |
Anteros (parte de los Erotes) | |
Himero (parte los Erotes) | |
Aerope | Aeropo |
Aglauro | Alcipe |
Altea | Meleagro |
Anchiroe | Siton |
Astioque | Ascálafo |
Yalmeno | |
Asinoma | Calidon |
Atalanta | Partenopeo |
Caldene | Solimnos |
Calírroe | Bistón
(posiblemente su nieto, hijo de peón) |
Odomanto | |
Critobula | Pangaeus |
Cirene | Diomedes de Tracia |
Crestona | |
Cicno
(posiblemente hijo de Pirene) |
|
Demonice | Eveno |
Testio | |
Molos, epónimo de Molosos | |
Pilos | |
Dormotea | Estínfelos |
Dotis o Crisa | Flegias |
Euritoe | - |
Egina | - |
Enio | Enialio |
Eris | Cidomios |
Eos | - |
Erinias | Dragon de Tebas (mito fundacional) |
Eritea
(una de las hesperides) |
Euritión
(pastor del ganador de Gerion) |
Esterope o Harpina | Enómao |
Filónoma | Licasto |
Parrasio | |
Harmonía (una ninfa) | Amazonas |
Otrera
(la primera reina de las amazonas) |
|
Leodoce | - |
Nerio
(mitología romana) |
- |
Otrera, reina amazona | Hipólita |
Antiope | |
Melánipe | |
Pentesilea, reina amazona | |
Parnasa | Sínope |
Protogenia | Oxilo |
Pelopia | - |
Perséfone | - |
Rea silvia o Illia | Rómulo y Remo (mitología romana) |
Sete, hermana de Reso | Bythis, epónimo de Bithyae, tribu de Tracia |
Tanagra | - |
Tirine | Trasa |
Teógona | Tmolo |
Tritea | Melanipo |
Madre desconocida | Cálibe, de Cálibes |
Drias | |
Alcón de Tracia | |
Hiperbio | |
Keimaros | |
Lico de Libia | |
Niso | |
Peón (quizás padre de Bistón) | |
Partaón | |
Eagro | |
Tereo | |
Aves del estinfalo |
Véase también
En inglés: Ares Facts for Kids
- Alala
- Dioses olímpicos
- Marte
- Nergal
- Tyr
- Areópago