Alcmena para niños
En la mitología griega, Alcmena (cuyo nombre en griego es Ἀλκμήνη, Alkmênê, que significa ‘poder de la luna’) es una figura muy importante. Se la recuerda principalmente por ser la madre de Heracles (también conocido como Hércules), uno de los héroes más famosos de la mitología clásica. Alcmena tuvo a Heracles con Zeus, el rey de los dioses. Con su esposo, Anfitrión, también fue madre de Ificles y Laónome. Se la consideraba una antepasada de los heráclidas, que eran los descendientes de Heracles, y era venerada en ciudades como Tebas y Atenas.
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¿Quiénes fueron los padres de Alcmena?
En los antiguos poemas épicos, Alcmena es descrita como hija de Electrión, quien a su vez era hijo de Perseo, y de Lisídice, hija de Pélope. Por su padre, a Alcmena se le llamaba a veces Electriona, que significa "hija de Electrión". Esto la hacía prima de Anfitrión y de Euristeo.
Con el tiempo, otras historias mencionaron diferentes madres para Alcmena. Algunas decían que su madre era Anaxo, hija de Alceo, o Eurídice, también hija de Pélope. Una versión menos común incluso la presentaba como hija de Anfiarao y Erífile.
La historia de Alcmena, Anfitrión y Zeus
El padre de Alcmena, Electrión, quería vengar la muerte de sus hijos. Antes de ir a la guerra, le entregó el reino a Anfitrión y le pidió que cuidara de Alcmena, prometiéndole que se casarían a su regreso. Anfitrión juró mantenerla a salvo hasta entonces.
Cuando Anfitrión regresó, Alcmena se enteró de la muerte de su padre y de sus hermanos en la guerra. Le dijo a Anfitrión que solo se casaría con él después de que la muerte de sus hermanos fuera vengada.
Antes de que Anfitrión llegara a Tebas, Zeus se presentó una noche ante Alcmena. Tomó la forma de Anfitrión y le contó sobre la victoria en la guerra. Esa noche, Zeus y Alcmena tuvieron un encuentro especial. Cuando el verdadero Anfitrión llegó y vio que Alcmena no lo recibía con el entusiasmo esperado, le preguntó la razón. Alcmena le explicó que ya se habían encontrado la noche anterior. Fue entonces cuando el sabio Tiresias les reveló que la unión había sido con Zeus.
Alcmena concibió dos hijos: Heracles, de Zeus, y Ificles, de Anfitrión. Heracles nació una noche antes que Ificles.
El nacimiento de Heracles y la ira de Hera
Cuando Heracles estaba a punto de nacer, Zeus anunció a los dioses que el primer descendiente de Perseo que naciera reinaría en Micenas. Hera, la esposa de Zeus, sentía celos de Alcmena. Por ello, convenció a las Ilitías (diosas del parto) para que retrasaran el nacimiento de Heracles. Al mismo tiempo, Hera aceleró el nacimiento de Euristeo, hijo de Esténelo, quien también era descendiente de Perseo. Así, Euristeo nació prematuramente, y fue él quien se convirtió en rey de Micenas, cumpliendo el juramento de Zeus de una manera inesperada.
Algunas historias cuentan que Alcmena dio a luz a Heracles en el décimo mes de embarazo. En la Ilíada, se dice que la propia Hera bajó a Argos para acelerar el parto de Nicipe, la esposa de Esténelo, para que Euristeo naciera antes.
Cuando Heracles tenía solo ocho meses, Hera, queriendo hacerle daño, envió dos serpientes enormes a su cuna. Alcmena llamó a Anfitrión para pedir ayuda, pero el pequeño Heracles, con su fuerza extraordinaria, se levantó y estranguló a las serpientes con sus propias manos. Otra versión dice que fue Anfitrión quien puso las serpientes en la cuna para descubrir cuál de los niños era hijo de Zeus. Ificles huyó asustado, pero Heracles se quedó y las enfrentó, confirmando así su origen divino.
Otra historia cuenta que Lucina (otra forma de llamar a Ilitía) fue enviada al palacio para retrasar el parto de Alcmena. Ella se sentó en la puerta de la habitación con las piernas cruzadas, impidiendo el nacimiento. Pero Galántide, la sirvienta de Alcmena, la engañó diciendo que el niño ya había nacido. Sorprendida, Lucina se puso de pie, y en ese momento Alcmena pudo dar a luz. Lucina, enojada por el engaño, transformó a la sirvienta en una comadreja.
Pausanias, un antiguo escritor, relata que Hera envió a unas "hechiceras" para impedir el nacimiento. Pero Históride, hija de Tiresias, ideó un truco: gritó de alegría como si Alcmena ya hubiera dado a luz. Las hechiceras, engañadas, se marcharon, y Alcmena pudo tener a su hijo.
También se cuenta que Alcmena, por miedo a los celos de Hera, abandonó al recién nacido en un lugar que hoy se conoce como la "Llanura de Heracles". Entonces, la diosa Atenea convenció a Hera para que amamantara al bebé. Pero Heracles succionó con tanta fuerza que Hera lo apartó. Después, Atenea llevó al niño de vuelta con su madre y le ordenó que lo criara.
La vida de Alcmena después y su final
Una vez que Heracles se convirtió en un dios, Alcmena y sus nietos tuvieron que huir de la ira de Euristeo. Con la ayuda de Ceix de Traquis y un ejército de atenienses, Euristeo fue finalmente derrotado. Hilo, el hijo de Heracles, persiguió a Euristeo y lo mató. Luego, le entregó la cabeza a Alcmena, quien, llena de furia, le hizo algo a sus ojos. El escritor Eurípides cuenta que fue Yolao quien capturó a Euristeo y lo llevó ante su abuela Alcmena para que fuera ejecutado.
Finalmente, Radamantis, otro hijo de Zeus, se casó con Alcmena después de la muerte de Anfitrión. Vivieron exiliados en Ocáleas, en Beocia. Los habitantes de Tebas, sin embargo, cuentan que Alcmena no murió, sino que se convirtió en piedra. Pausanias menciona que la tumba de Alcmena se encuentra cerca de Mégara.
Más información
- Anfitrión
- Anfitrión, una obra de teatro escrita por Plauto.
- Anfitrión, una obra de teatro escrita por Molière.
- Alcmena, una ópera de Giselher Klebe.
Véase también
En inglés: Alkmene Facts for Kids