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Gonzalo Fernández de Córdoba para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Gonzalo Fernández de Córdoba
El gran capitán (Museo del Prado).jpg
Retrato de El Gran Capitán por Eduardo Carrió, Museo del Prado
Información personal
Nombre de nacimiento Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar
Apodo El Gran Capitán
Nacimiento 1 de septiembre de 1453
Montilla (España)
Fallecimiento 2 de diciembre de 1515
Granada (Corona de Castilla)
Causa de muerte Malaria
Nacionalidad Española
Familia
Padre Pedro Fernández de Córdoba y Arellano
Cónyuge Isabel de Montemayor
María Manrique de Lara
Hijos Beatriz y Elvira Fernández de Córdoba y Figueroa
Información profesional
Ocupación Oficial militar, militar, líder militar y político
Área Militar, política y Reconquista
Años activo 1464-1504
Cargos ocupados
  • Virrey de Nápoles
  • Duque de Sessa
  • Duque de Santángelo
  • Duque de Terranova
  • Duque de Andría
  • Duque de Montalto (1 de enero de 1507)
Seudónimo El Gran Capitán
Lealtad Corona de Castilla y Corona de Aragón
Unidad militar Tercios españoles
Mandos Capitán general de los Reales Ejércitos de Castilla y Aragón
Capitán general de la compañía expedicionaria al Nápoles (1494)
Lugarteniente General de Apulia y Calabria
(1501)
Rango militar Capitán general
Conflictos
Distinciones
  • Maestre de la Orden de Santiago

Gonzalo Fernández de Córdoba y Enríquez de Aguilar (nacido en Montilla el 1 de septiembre de 1453 y fallecido en Granada el 2 de diciembre de 1515), conocido como el Gran Capitán, fue un importante noble y militar español. Llegó a ser capitán general de los ejércitos de Castilla y Aragón.

Se destacó en varias batallas, como las de la Guerra de Granada (1482-1492) y, sobre todo, en las guerras italianas (1494-1498 y 1501-1504). Gracias a sus logros, fue nombrado virrey de Nápoles entre 1504 y 1507. También recibió títulos importantes como duque de Santángelo, Terranova, Andría, Montalto y Sessa. Además, fue caballero de la Orden de Santiago. Al final de su vida, regresó a Castilla y fue alcalde de Loja, antes de trasladarse a Granada, donde falleció.

Gonzalo Fernández de Córdoba es considerado un pionero de la guerra moderna. Hizo grandes cambios en los ejércitos de España para usar mejor las armas de fuego con la infantería. Sus ideas dieron origen a los famosos tercios españoles, que dominaron los campos de batalla de Europa por más de 150 años. Fue un general muy respetado a nivel internacional y mantuvo buenas relaciones con los reyes de Castilla y Aragón, el Papa, el Sacro Imperio Romano Germánico y las ciudades italianas. Se decía que los príncipes de su época querían tenerlo como amigo o temían tenerlo como enemigo.

En su honor, un tercio moderno de la Legión Española en Melilla lleva su nombre.

¿Cómo fue la juventud del Gran Capitán?

Gonzalo Fernández de Córdoba nació en el castillo de Montilla, que pertenecía al señorío de Aguilar. Desde joven, sirvió a los Reyes Católicos. Era pariente de Fernando el Católico y venía de una familia noble de Castilla, la Casa de Aguilar. Su padre fue Pedro Fernández de Aguilar, señor de Aguilar de la Frontera y Priego de Córdoba, quien falleció joven. Su madre fue Elvira de Herrera y Enríquez, prima de Juana Enríquez, la reina de Aragón.

Gonzalo y su hermano mayor, Alfonso Fernández de Córdoba, crecieron en Córdoba bajo el cuidado de Pedro de Cárcamo. De niño, Gonzalo fue paje del príncipe Alfonso de Castilla, hermano de la futura reina Isabel I de Castilla. Cuando el príncipe Alfonso falleció, Gonzalo pasó a servir a la princesa Isabel.

¿Qué papel tuvo en la Guerra de Granada?

Archivo:AsaltoaMontefrío
El Gran Capitán en el asalto a Montefrío. Obra de José de Madrazo.

Gonzalo fue leal a la reina Isabel y comenzó su carrera militar en la guerra de sucesión castellana. En la batalla de Albuera en 1479, su nombre ya destacaba entre los guerreros más valientes. En esa época, se casó con su prima Isabel de Montemayor, quien falleció poco después al dar a luz. Como regalo de bodas, su hermano le había dado la alcaldía de Santaella. Allí fue capturado por su primo Diego Fernández de Córdoba y Montemayor, pero fue liberado en 1476 gracias a la intervención de los Reyes Católicos.

Fue en la larga Guerra de Granada donde Gonzalo se destacó como soldado. En el asedio de Tájara, demostró grandes habilidades de mando e ingenio. Creó una máquina de asedio usando puertas de casas para proteger a las tropas. Sus acciones más notables fueron las conquistas de Íllora, Montefrío (donde fue el primero en subir la muralla) y Loja. En Loja, capturó al rey nazarí Boabdil, quien se rindió pidiendo clemencia para los vencidos. Boabdil se presentó ante el rey Fernando acompañado de Gonzalo, a quien llegó a considerar su amigo. En 1486, Gonzalo fue nombrado alcalde de Íllora.

En esos años, se casó por segunda vez en el Palacio de Portocarrero de Palma del Río con María Manrique de Lara y Espinosa, dama de la reina Isabel. Tuvieron dos hijas: Beatriz y Elvira Fernández de Córdoba, siendo Elvira su heredera.

Archivo:Auguste de Forbin - Gonzalve de Cordoue s'emparant de l' Alhambra de Grenade
El Gran Capitán en la toma de la Alhambra, obra de Augustín de Forbin, 1831.

Su carrera estuvo a punto de terminar en una escaramuza nocturna cerca de Granada. Cayó de su caballo y habría fallecido si no fuera por un leal servidor que le dio su propio caballo, sacrificando su vida por la de su señor. Gonzalo también fue un hábil espía y negociador. Se encargó de las últimas conversaciones con el rey nazarí Boabdil para la rendición de Granada a principios de 1492. Incluso acompañó a Boabdil en su exilio a Fez en 1494. Como recompensa por sus servicios, recibió una encomienda de la Orden de Santiago, el señorío de Órgiva y rentas de la producción de seda de Granada, lo que aumentó su fortuna.

¿Cómo fue la primera expedición a Italia?

Archivo:Gran capitan tendillas
Monumento al Gran Capitán, por Mateo Inurria, en la plaza de las Tendillas de Córdoba.
Archivo:La Casa del Gran Capitán, Granada
Casa del Gran Capitán en Granada.

¿Por qué fue importante el Reino de Nápoles?

En 1494, falleció el rey Fernando I de Nápoles, y su hijo Alfonso II de Nápoles fue proclamado rey. Carlos VIII de Francia quería conquistar territorios en Italia para luego ir a Tierra Santa. Firmó un tratado secreto con el rey Fernando de Aragón, que parecía una alianza contra los turcos, pero en realidad era un pacto de amistad. Sin embargo, cuando Fernando descubrió las verdaderas intenciones de Carlos VIII, consideró a Nápoles un territorio bajo la influencia del Papa, y por lo tanto, de su interés. Fernando II de Aragón buscó apoyo diplomático para ayudar a su pariente, obteniendo la aprobación del Papa y de Florencia, y la neutralidad de Venecia.

¿Cómo se preparó la expedición?

En 1495, se pidió a los puertos del Cantábrico y Galicia que aportaran barcos. Estos debían reunirse en Cartagena y Alicante bajo el mando de Galcerán de Requesens y Joan de Soler, general de las galeras de Sicilia.

Se juntaron sesenta naves y veinte barcos más pequeños, y embarcaron 6000 soldados de a pie y 700 jinetes. Gonzalo Fernández de Córdoba fue el líder de la expedición. Salieron con mal tiempo y el convoy se dividió. El grupo de Requesens llegó a Sicilia, donde esperó en Mesina la llegada de las tropas. Estas llegaron el 24 de mayo, junto con la familia real napolitana.

¿Cómo se desarrolló la campaña?

Gonzalo llevó la flota a Calabria, entrando en el Reino de Nápoles y ocupando Regio de Calabria y sus alrededores. Su primer encuentro con el ejército francés no fue bueno. El rey Alfonso II de Nápoles lo obligó a luchar cuando Gonzalo no lo consideraba adecuado, lo que resultó en la derrota aliada en la Batalla de Seminara en 1495. Seminara fue la única derrota de Fernández de Córdoba y le sirvió para mejorar sus estrategias militares.

Durante el resto de la campaña, Fernández de Córdoba actuó con gran habilidad y logró varias victorias. Entre ellas, el Asedio de Atella en el verano de 1496. Mientras tanto, Requesens se presentó con sus galeras frente a la ciudad de Nápoles. El duque de Montpensier, lugarteniente de Carlos VIII, decidió salir de la ciudad para evitar el desembarco. Al ver salir a las tropas francesas, el pueblo de Nápoles se rebeló, y los pocos franceses que quedaban tuvieron que refugiarse en los castillos Nuevo y del Huevo. Una flota francesa con 2000 hombres de refuerzo llegó, pero decidió no enfrentarse a Requesens y desembarcó en Liorna. Montpensier se vio obligado a retirarse hacia Salerno, y Nápoles cayó en manos de los españoles.

El rey Fernando II de Nápoles (1495-96) falleció en octubre de 1496. La reina Juana de Trastámara pidió ayuda a Gonzalo y sus tropas para la coronación de su hijo Federico I (1496-1501) como nuevo rey napolitano.

Las ciudades de Gaeta y Tarento seguían en manos francesas. Requesens organizó dos escuadras: una para bloquear Gaeta y otra para vigilar la costa e interceptar ayuda a los franceses. Esta última capturó un barco genovés con 300 soldados y harina. Los venecianos cooperaron vigilando los puertos de Génova y Provenza. La peste se declaró entre las filas francesas, y Montpensier falleció junto con muchos de sus soldados. Gaeta se vio obligada a rendirse, y los franceses pudieron llevarse sus pertenencias. Embarcaron hacia Francia, pero una fuerte tormenta hundió sus naves.

Una vez asegurado el Reino de Nápoles para Federico I, Gonzalo reunió a sus tropas para disolverlas. Pero en febrero de 1497, el papa Alejandro VI le pidió ayuda. Un corsario vizcaíno llamado Menaldo Guerra se había apoderado de Ostia y su castillo bajo bandera francesa, bloqueando el río Tíber y exigiendo pagos a Roma. Durante cinco días, las baterías españolas bombardearon las fortificaciones hasta abrir brechas en las murallas. El Asedio de Ostia terminó con la rendición de Menaldo Guerra y sus hombres sin resistencia. Pocos días después, el Gran Capitán fue aclamado en Roma. Al recibir al general español, Alejandro VI acusó a los Reyes Católicos de estar mal dispuestos con él. Pero Gonzalo le respondió enumerando los grandes servicios que los reyes habían prestado a la Iglesia y le aconsejó al Papa que mejorara su conducta, ya que causaba escándalo en la cristiandad. A pesar de esta reprimenda, Alejandro VI le concedió a Fernández de Córdoba la Rosa de Oro y el Estoque bendito.

Después de tres años de campaña, en 1498, las tropas regresaron a Castilla, dejando el Reino de Nápoles en manos de Federico I. Este le agradeció sus servicios con los títulos de duque de Santángelo y duque de Terranova, además de muchas tierras en Italia. Después de la toma de Roccaguglielma, sus propios soldados y hasta los franceses que la defendieron comenzaron a llamarlo El Gran Capitán.

¿Cómo fue el acuerdo con Francia y la alianza contra los otomanos?

Fernando II de Aragón y Luis XII de Francia firmaron en 1500 un tratado secreto (el Tratado de Chambord-Granada) para repartirse el reino de Nápoles. Al francés se le adjudicaron las provincias de Labor y los Abruzos, con los títulos de rey de Nápoles y de Jerusalén. Al aragonés le correspondió el resto, con el título de duque de Apulia y de Calabria.

Este acuerdo coincidió con una petición de ayuda de Venecia, cuya ciudad de Modón, en Peloponeso (Grecia), estaba siendo atacada por el Imperio otomano. Por parte española, se preparó en Málaga una flota de 60 barcos que transportaba 8000 soldados de infantería y caballería. Gonzalo Fernández de Córdoba la comandó como capitán general de mar y tierra. Las naves llegaron a Mesina después de un viaje difícil, donde escaseó el agua y murieron algunos hombres y caballos. En Mesina, se unieron a la expedición unos 2000 soldados españoles que se habían quedado en Italia de la expedición anterior, y varios barcos vizcaínos.

El 27 de septiembre, zarparon, llegando el 2 de octubre a tiempo para ayudar a Candía. Se unieron a la expedición la flota veneciana y dos barcos franceses con 800 hombres. Acordaron tomar Cefalonia, comenzando el asedio a la isla el 8 de noviembre y terminando el 24 de diciembre con la conquista de la fortaleza de San Jorge. Regresaron a Sicilia con muchas dificultades y algunos problemas debido a la escasez, pero lograron la primera victoria cristiana en una guerra contra los otomanos.

¿Cómo fue la segunda expedición a Italia?

En 1501, el Papa Alejandro VI hizo público el acuerdo secreto entre Francia y Aragón. Los franceses ocuparon su parte con 20.000 hombres, encontrando resistencia solo en Capua. El rey aragonés ordenó al Gran Capitán ocupar su parte, encontrando resistencia en el puerto de Tarento. La ciudad, defendida por el duque Fernando de Calabria, estaba bien fortificada. Por ello, se estableció el asedio de Tarento y el bloqueo naval. Juan de Lezcano capturó un barco con artillería y municiones para la ciudad.

Como no era posible atacar por mar debido a las fuertes defensas, Fernández de Córdoba ideó una táctica. Tomó 20 de sus barcos pequeños y los pasó por tierra a la bahía interior de Tarento. Así, pudo atacar la ciudad por donde no tenía defensas. No fue necesaria ninguna acción de guerra posterior, ya que los defensores se rindieron poco después, impresionados por la maniobra. En 1502, el Gran Capitán entró en Tarento. Con esto, españoles y franceses habían ocupado cada uno su parte del reino de Nápoles.

¿Cómo se expulsó a los franceses de Nápoles?

Archivo:Gonzalo Fernández de Córdoba
El Gran Capitán, grabado de Bartolomé Vázquez por dibujo de José Jimeno en Retratos de españoles ilustres (1791).

Desde el principio, hubo conflictos entre españoles y franceses por el reparto de Nápoles, lo que llevó a la reanudación de las hostilidades. La superioridad numérica francesa obligó a Gonzalo Fernández de Córdoba a usar su ingenio como estratega. Se concentró en defender plazas fuertes mientras esperaba refuerzos. A finales de 1502, los españoles se atrincheraron en Barletta, en la costa adriática. El Gran Capitán evitó una batalla abierta, a pesar del descontento de sus soldados, pero organizó una defensa activa, atacando al enemigo y sus líneas de comunicación. Durante el asedio francés a Barletta, tuvo lugar el torneo caballeresco conocido como Desafío de Barletta.

Cuando llegaron los refuerzos y comprobó que los franceses se habían dispersado, dio la orden de abandonar Barletta y pasó a la ofensiva. Tomó la ciudad de Ruvo di Puglia y logró la victoria en la batalla de Ceriñola. En esta batalla, engañó y derrotó a las tropas del Generalísimo francés, Luis de Armagnac, duque de Nemours. En pocos minutos, 3000 soldados suizos y franceses quedaron en el campo de batalla. Esta victoria, la primera en la historia obtenida con armas de fuego ligeras, coincidió con la del ejército español bajo el mando de Fernando de Andrade, contra las tropas francesas en la batalla de Seminara.

Archivo:Elgrancapitantrasbatalladeceriñola
El Gran Capitán observa el cadáver del Duque de Nemours tras la batalla de Ceriñola. Obra de Federico Madrazo.

La guerra aún no había terminado. Poco después, Gonzalo Fernández de Córdoba tomó las fortalezas de Castel Nuovo y Castel dell'Ovo. El resto de las tropas francesas se dirigió a Gaeta, esperando refuerzos. Luis XII envió otro gran ejército al mando del mariscal Louis II de la Trémoille (30.000 soldados, incluyendo 10.000 jinetes y mucha artillería). El Gran Capitán no pudo tomar Gaeta y estableció una línea defensiva en el río Garellano. Se apoyó en los castillos de Montecassino y Roca Seca para bloquear el paso francés hacia la capital napolitana. La Tremouille enfermó y fue reemplazado por Francisco II Gonzaga, duque de Mantua, y luego por Ludovico II, marqués de Saluzzo. La noche del 27 de diciembre de 1503, el ejército español cruzó el Garellano sobre un puente de barcas y sorprendió al día siguiente al ejército francés, que huyó en desbandada. Los franceses dejaron miles de hombres en el campo de batalla, junto con sus pertenencias, banderas y artillería. Al día siguiente, el Gran Capitán estaba listo para asaltar las alturas de Monte Orlando, que dominaban Gaeta. Pero antes de que la artillería disparara, un mensajero del marqués de Saluzzo propuso la rendición. Esta rendición fue sorprendente porque el ejército francés aún tenía muchas tropas, la ciudad estaba bien provista de artillería y víveres, y la flota francesa estaba en la bahía para abastecerlos. Sin embargo, las tropas francesas estaban completamente desmoralizadas. Después de la batalla de Garellano y la toma de Gaeta, los franceses abandonaron Nápoles.

¿Cómo fue su gobierno como virrey de Nápoles (1504-1507)?

Archivo:Consaluus Ferdinandus Corduba II
Retrato del Gran Capitán en un manuscrito de Nicolo Nelli (1568).

Una vez terminada la guerra, Fernández de Córdoba gobernó como virrey en Nápoles durante cuatro años, con gran autoridad. Fue clave en el envío a España como prisionero en 1504 de César Borgia, hijo del Papa español Alejandro VI (Rodrigo Borgia), para su custodia en Chinchilla. Sin embargo, Borgia escapó en 1506 a Navarra y se convirtió en condestable de Navarra por su cuñado, el rey consorte Juan III de Albret. César Borgia falleció en la Batalla de Viana en marzo de 1507.

Archivo:Gonzalo Fernández de Córdoba, viceré di Napoli (cropped)
Gonzalo Fernández de Córdoba como virrey de Nápoles.

Fernández de Córdoba trabajó rápidamente durante años para resolver conflictos entre las diferentes facciones italianas. Sin embargo, no pudo evitar que surgieran enemigos políticos entre sus propios lugartenientes, como Prospero Colonna y Bartolomeo, de las familias rivales Colonna y Orsini. También tuvo que enfrentarse a la deslealtad de Pedro Navarro y Giambattista Spinelli. Tras la muerte de Isabel la Católica, el rey Fernando escuchó rumores que acusaban a Fernández de Córdoba de apropiarse de fondos de guerra. También hubo chismes, impulsados por Colonna y otros, de que podría intentar levantarse contra la corona debido a su gran poder.

A pesar de esto, el Gran Capitán defendió los intereses de los italianos frente a las implicaciones del Tratado de Blois entre Fernando y Luis XII de Francia. Este tratado ponía en peligro los intereses hispano-italianos al sugerir la devolución de lo ganado en las guerras contra los franceses. Su reputación no mejoró a ojos de Fernando, ya que Córdoba también tenía contactos con el emperador Maximiliano I, lo que lo hacía parecer un fuerte apoyo para Felipe. Estos temores resultaron infundados, ya que Gonzalo permaneció al servicio de Fernando tras la temprana muerte de Felipe.

En 1507, Fernando recompensó la aparente lealtad del virrey con el ducado de Sessa. Gonzalo formó parte del séquito de Fernando en su encuentro con Luis XII, donde el rey francés lo invitó a su mesa y lo elogió mucho. Pero esto hizo que Fernando volviera a desconfiar de él, ya que reavivó los temores de que el Gran Capitán pudiera traicionarlo a favor de Luis. Se cree que el rey de Francia buscaba precisamente eso con el encuentro. Al año siguiente, Fernando destituyó a Gonzalo de su mando con el pretexto de ascenderlo a comendador de la Orden de Santiago en Castilla.

¿Hubo intentos de independencia?

El cese de su cargo como virrey de Nápoles puso fin a su etapa italiana, y regresó a España. A pesar de sus diferencias, Pedro Navarro volvió al séquito del Gran Capitán, que incluía a militares como Diego García de Paredes, Fernando de Andrade, Antonio de Leyva y Gonzalo Pizarro. Fernández de Córdoba necesitaría apoyos, especialmente después de que Fernando lo reemplazara en su círculo cercano por Fadrique Álvarez de Toledo, Duque de Alba. Encontraría apoyo en Bernardino Fernández de Velasco.

El temor del rey Fernando a una rebelión italiana liderada por el Gran Capitán, que nunca desapareció del todo, resurgió por rumores infundados. Se decía que Gonzalo quería casar a su hija Elvira con Fernando de Aragón, duque de Calabria, heredero al trono de Nápoles antes de que se lo quitaran. Además, Maximiliano y el Papa Julio II le ofrecían a Fernández de Córdoba liderar sus ejércitos en la Liga de Cambrai contra Venecia. Esto se debía no solo a su fama como estratega, sino también a que sus muchos feudos y contactos en Nápoles lo convertían en un activo estratégico internacional. Por otro lado, la propia Venecia también quería su presencia. Estas negociaciones, de las que se habría encargado la esposa de Gonzalo, María Manrique, no llegaron a buen término.

Archivo:El gran capitan gonzalo de cordoba
Busto del Gran Capitán.

En esta época, Fernando le concedió la alcaldía de Loja el 15 de julio de 1508, donde Gonzalo se retiró. Allí, el capitán estableció una especie de centro de observación nacional e internacional para seguir los acontecimientos del reino. Incluso se escribía con el cardenal Cisneros y recibió al historiador Francesco Guicciardini, lo que enfureció al rey. La revuelta de su sobrino, el I marqués de Priego, fue una nueva causa de conflicto entre el rey y el general. También fue la excusa para que Fernando el Católico destruyera el castillo de Montilla, donde había nacido Gonzalo. Esto fue visto como un acto de enemistad, aunque el rey afirmó no culpar a Gonzalo por las acciones de su sobrino.

En 1508, el Gran Capitán envió una sorprendente carta a Venecia, ofreciéndose a la república como general en su conflicto con la Liga de Cambrai. Afirmó que podía levantar Nápoles para sí, incluso si debía compartir el mando con su antiguo enemigo Bartolomeo d'Alviano. Este proyecto, de haberse llevado a cabo, habría sido un acto de rebelión contra Castilla y Aragón, y el establecimiento de un protectorado napolitano bajo el mando del Gran Capitán. Sin embargo, cuando el ejército veneciano fue derrotado en la Batalla de Agnadello, las propuestas no se concretaron.

Con la ruptura entre Francia y la Liga en 1510, Gonzalo se ofreció como estratega antifrancés a Julio II. Maximiliano aprobó esta opción, pero el Papa no quiso aceptar debido a las implicaciones políticas. Al parecer, Luis XII había obtenido de Fernando el Católico la promesa de que el Gran Capitán no intervendría en esa guerra. Solo la derrota del ejército castellano en la Batalla de Rávena, debido a la incompetencia del virrey Ramón de Cardona, hizo cambiar las opiniones en España. El Gran Capitán comenzó a preparar una flota para vengar la derrota, pero fue cancelada por el fin temprano del conflicto. Ya no volvió a desempeñar ninguna función militar, desoyendo la siguiente petición de Fernando de servir como asesor en 1513.

¿Cuándo y dónde falleció el Gran Capitán?

Archivo:Lápida.Gran Capitán
Lápida de la tumba del Gran Capitán en el Monasterio de San Jerónimo de Granada.

Después de sus últimos años en Loja, sintiéndose enfermo, regresó a Granada con su familia a principios de agosto de 1515. El rey Fernando, creyendo haber oído nuevos rumores de que el Gran Capitán pensaba viajar a Flandes para liderar una revuelta y poner a Carlos de Gante en Castilla, planeó arrestarlo. Sin embargo, Fernández de Córdoba falleció el 2 de diciembre. Sus restos descansaron temporalmente en el desaparecido convento de San Francisco en Granada, mientras se realizaban las obras para su traslado al monasterio de San Jerónimo. Esto finalmente ocurrió, con el permiso del ahora conocido como Carlos I, en 1522. En la cripta también reposarían su esposa y varios familiares más, junto con más de 700 trofeos de guerra.

¿Qué pasó con sus restos?

En 1810, durante la Guerra de Independencia, las tropas francesas del general Horace Sebastiani dañaron su tumba, alterando sus restos y quemando las 700 banderas. Sebastiani, al huir de España en 1812, se llevó su calavera y una posible copia de su espada de gala. Estos objetos aún hoy se encuentran en paradero desconocido.

En 1835, los restos que quedaban sufrieron una nueva exhumación tras la desamortización española. Sin embargo, un monje pudo custodiarlos y entregarlos a la familia Láinez y Fuster, quienes los entregaron a la Comisión de Monumentos y estos, al gobernador civil. Unos años más tarde, en 1848, el general Fermín de Ezpeleta se interesó por los huesos. Tras un informe médico, descubrió que el cuerpo estaba incompleto, mezclado con otros cuerpos y había muchos objetos en la cripta. En 1868, fueron trasladados a la iglesia de San Francisco el Grande en Madrid, donde se había planeado un panteón de españoles ilustres. Sin embargo, al no concretarse este objetivo, los restos regresaron a su cripta en el monasterio de San Jerónimo de Granada.

En 2006, una investigación del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico concluyó que los restos actuales no pertenecen al Gran Capitán.

¿Cuál fue el "Arte de la Guerra" del Gran Capitán?

Archivo:Monumento a Isabel la Católica (Madrid) 04a
Estatua del Gran Capitán en Madrid (Manuel Oms, 1883).

El Gran Capitán fue un genio militar muy talentoso. Fue el primero en combinar de forma efectiva la infantería, la caballería y la artillería, aprovechando también el apoyo naval. Supo mover sus tropas con habilidad y llevar al enemigo al terreno que él había elegido como más favorable. Revolucionó la técnica militar al reorganizar la infantería en "coronelías", que fueron el inicio de los futuros tercios. Sus soldados lo admiraban y todos lo respetaban, pero su gran popularidad fue también su mayor desafío.

La combinación de operaciones de combate permitió a Gonzalo Fernández de Córdoba, durante las guerras de Italia, introducir varias reformas en el ejército español, que llevaron a la creación del Tercio. La primera reorganización fue en 1503. Gonzalo creó divisiones con dos "coronelías" de 6000 soldados de infantería cada una, 800 hombres de armas, 800 caballos ligeros y 22 cañones. El general tenía todos los medios para llevar el combate hasta la victoria. Gonzalo de Córdoba dio la prioridad a la infantería, que podía moverse en todo tipo de terrenos. Duplicó la proporción de arcabuceros, uno por cada cinco soldados de infantería. También armó con espadas cortas y lanzas arrojadizas a dos de cada cinco soldados de infantería, encargados de pasar entre las largas picas de los batallones suizos y alemanes para herir al enemigo.

Dio a la caballería un papel más importante para perseguir o molestar a un enemigo "roto" (desorganizado), en lugar de ser la fuerza principal que "rompiera" las líneas enemigas, como había sido hasta entonces. Reemplazó la forma de luchar medieval, basada en el choque directo, por una táctica de defensa-ataque, dando preferencia a la infantería sobre todas las demás armas.

Además, implementó un escalonamiento en profundidad, con tres líneas sucesivas, para tener una reserva y más posibilidades de maniobra. Gonzalo Fernández de Córdoba facilitó el paso de la columna de viaje al orden de combate dividiendo los batallones en compañías. Cada compañía se colocaba a la altura y a la derecha de la anterior, lo que permitía formar fácilmente la formación de combate. Entrenó a sus hombres con una disciplina estricta y fortaleció su moral, despertando en ellos el orgullo de su unidad, la dignidad personal, el sentido del honor nacional y el interés religioso. Hizo de la infantería española un ejército tan formidable que los franceses, después de luchar contra ellos, decían que "no habían combatido con hombres, sino con diablos".

¿Qué son las "Cuentas del Gran Capitán"?

Aunque podría ser solo una leyenda, se cuenta que el rey Fernando el Católico le pidió a don Gonzalo un informe detallado de cómo había gastado el dinero de su reino. Esto habría sido visto por el Gran Capitán como un insulto. Hay varias versiones de su respuesta, la más conocida dice:

Por picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados.

Sea cierta o no la anécdota, la expresión las cuentas del Gran Capitán se ha convertido en una frase hecha. Se usa para referirse a una explicación poco detallada, donde los elementos parecen exagerados, o para una explicación que se pide sin tener derecho a ella.

El Gran Capitán en la ficción

Año Serie Actor
2014 Isabel Sergio Peris
2011 Los Borgia Scott Cleverdon

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Gonzalo Fernández de Córdoba Facts for Kids

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Gonzalo Fernández de Córdoba para Niños. Enciclopedia Kiddle.