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Diego García de Paredes (1468-1533) para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Diego García de Paredes y Torres
Retrato de Diego Garcia de Paredes.jpg
Retrato de Diego García de Paredes grabado por Juan Schorquens, publicado con la Relación breve de su tiempo de Tomás Tamayo de Vargas, 1621
Información personal
Apodo «Sansón español» o «Sansón de Extremadura»
Nacimiento 30 de marzo de 1468
Trujillo
Fallecimiento 15 de febrero de 1533 64 años
Bolonia
Causa de muerte Caída de caballo
Nacionalidad Española
Características físicas
Altura m
Familia
Padre Sancho Ximénez de Paredes y Delgadillo
Hijos Diego García de Paredes
Información profesional
Ocupación Militar
Años activo desde 1485
Seudónimo El Hércules de España, El Sansón de Extremadura y El Bayardo Español
Lealtad España
Estados Pontificios
Sacro Imperio Romano Germánico
Unidad militar Infantería
Mandos Coronel del ejército de España, Maestre de Campo del Sacro Imperio Romano Germánico y Coronel de la Liga Santa
Rango militar Coronel
Conflictos

Guerra de Granada?

Guerra de la Romaña

Guerra turco-veneciana

Guerra de Nápoles

Campañas de África

Guerra de la Liga de Cambrai

Guerra de Navarra

Guerra Italiana de 1521-1526

Carrera deportiva
Deporte Lanzamiento de barra española
Distinciones
  • Caballero de la Orden de la Espuela de Oro

Diego García de Paredes y Torres (nacido en Trujillo el 30 de marzo de 1468 y fallecido en Bolonia el 15 de febrero de 1533) fue un famoso militar español. Se le conocía como el Sansón español o Sansón de Extremadura por su increíble fuerza física y sus muchas hazañas.

Fue capitán de infantería en importantes conflictos en Italia, el norte de África y Navarra. Nunca fue vencido en sus enfrentamientos personales. Sirvió como capitán de la guardia del Papa Alejandro VI, y también fue coronel de infantería para los Reyes Católicos bajo el mando del Gran Capitán en la conquista de Nápoles. Además, fue un valiente cruzado, maestre de campo del Emperador Maximiliano I y coronel de la Liga Santa. Recibió el título de Caballero de la Espuela Dorada al servicio de Carlos V.

Fue el soldado español más reconocido de su tiempo. Sus contemporáneos lo admiraban por su valor, fuerza y gloria militar.

¿Quién fue Diego García de Paredes?

Diego García de Paredes y Torres nació en Trujillo el 30 de marzo de 1468. Era el hijo mayor de Sancho Ximénez de Paredes y de Juana de Torres. Desde niño, creció viendo a su padre practicar con armas, lo que le dio una gran afición por el ejercicio físico. Se decía que desde muy joven superaba a todos los de su edad en fuerza. Además de sus habilidades físicas, Diego García aprendió a leer y escribir, algo poco común para la gente de su origen en esa época. Admiraba mucho a Julio César y sus Comentarios a la guerra de las Galias, lo que lo inspiró a escribir sus propias memorias.

La carrera militar de Diego García de Paredes

Sus inicios en Italia

La información más segura sobre la vida de Diego García de Paredes comienza en 1496, después de la muerte de su madre. Con un espíritu aventurero, viajó a Italia. Llegó a Nápoles a finales de ese año. Como no había guerras en ese momento, se fue a Roma para servir al Papa. Al principio, para ganar dinero, él y otros españoles participaban en duelos nocturnos en las calles, donde quitaban las capas a sus oponentes para venderlas.

Diego no quería esa vida. Un pariente suyo, el cardenal Bernardino de Carvajal, lo ayudó a mejorar su situación. El Papa Alejandro VI lo conoció cuando Diego demostró su fuerza en un juego de "lanzar la barra". En una disputa, Diego García, con solo seis compañeros y armado con una pesada barra de hierro, venció a muchos rivales que usaban espadas. El Papa, asombrado, lo contrató para su guardia personal.

Como guardia papal, Paredes estuvo en Roma en 1497. También participó en la lucha contra nobles italianos que se habían levantado contra el Papa. Como capitán, ayudó a capturar a un corsario que había tomado un puerto. Bajo el mando del hijo del Papa, César Borgia, Diego y sus hombres ayudaron a sofocar una rebelión. Se dice que Diego arrancó las argollas de hierro de un portón con su fuerza para que las tropas pudieran entrar. Después de esto, el Papa lo nombró su guardaespaldas personal.

Más tarde, Diego se enfrentó en un duelo con un capitán italiano que lo criticó por gritar el nombre de España en una batalla. Diego ganó el duelo. Este incidente causó revuelo y lo llevó a la cárcel. Sin embargo, Diego García logró escapar, venciendo a los guardias, y se unió al bando del duque al que antes había combatido. Allí, mostró sus habilidades estratégicas.

Después, sirvió como soldado a sueldo para la poderosa familia italiana de los Colonna. Así, volvió a unirse a las tropas españolas bajo el mando del Gran Capitán.

La defensa de Cefalonia: una hazaña legendaria

Bajo las banderas de España, Diego García de Paredes participó en el asedio de Cefalonia, en Grecia. Esta ciudad había sido tomada por los turcos. La fortaleza estaba en una roca difícil de escalar. Los turcos usaban una máquina con garfios para atrapar a los soldados. Diego García fue atrapado por uno de estos garfios y subido a la muralla.

Allí, con su espada y rodela, comenzó una lucha increíble. Mató a los turcos que se le acercaban y resistió heroicamente dentro de la fortaleza. Los musulmanes no pudieron vencerlo hasta que el cansancio y el hambre lo rindieron después de tres días. Los turcos lo tomaron prisionero, esperando un rescate. Pero cuando sus compañeros españoles iniciaron el asalto final, Diego escapó de su prisión y ayudó en el ataque hasta que la fortaleza fue tomada.

Fue en Cefalonia donde comenzó la leyenda de Diego García de Paredes. Su fuerza y resistencia lo compararon con Hércules y Sansón. Desde entonces, fue conocido como El Sansón de Extremadura o El Hércules y Sansón de España.

La conquista de Nápoles y el desafío del Garellano

A finales de 1501, comenzó la segunda guerra de Nápoles entre España y Francia. Diego dejó Roma para unirse al ejército español. En esta guerra, bajo el Gran Capitán, se hizo aún más famoso. Los franceses le temían por sus hazañas.

Archivo:Diego García de Paredes Sansón de Extremadura
Retrato de Diego García de Paredes, grabado de Tomás López Enguídanos, 1791, a partir de un dibujo de José Maea.

Diego García de Paredes luchó valientemente en las batallas de Ceriñola y Garellano en 1503. En una fase previa de la batalla del Garellano, realizó una de sus hazañas más famosas. Después de un reproche del Gran Capitán, Diego, con un gran montante (una espada de dos manos), se dirigió solo a la entrada del puente del río Garellano. Allí, desafió a un destacamento del ejército francés.

Diego se lanzó solo contra sus enemigos, causando una gran matanza. Los franceses solo podían atacarlo uno a uno debido a lo estrecho del paso. No podían vencer a este luchador incansable. Ni franceses ni españoles podían creer lo que veían. Diego García de Paredes se enfrentaba solo al ejército enemigo, manejando su enorme espada y causando grandes daños.

Algunos refuerzos españoles llegaron para apoyarlo, pero la inferioridad numérica y el fuego de la artillería enemiga los obligaron a retirarse. Paredes fue el último en hacerlo. Se consideró un milagro que saliera ileso de tantos golpes. Se dice que más de quinientos franceses murieron o cayeron al río ese día.

Duelos y desafíos: ¿invicto?

Diego García era un hombre muy valiente y con un fuerte sentido del honor. Participó en muchos duelos a lo largo de su vida. Desde peleas en tabernas hasta duelos formales contra capitanes y caballeros. Siempre salió victorioso. Se dice que sostuvo más de trescientos duelos sin ser derrotado.

Uno de los más famosos fue el «desafío de Barletta» en septiembre de 1502. Fue un torneo entre once caballeros franceses y once españoles para defender el honor de sus países. Diego García, aunque herido, participó. La lucha duró más de cinco horas. Al final, los franceses pidieron detener la disputa, reconociendo a los españoles como "buenos caballeros".

Diego García de Paredes no estaba de acuerdo, pues solo aceptaba la victoria total. Con su caballo herido y sin espada, comenzó a arrojar grandes piedras contra los caballeros franceses, asombrando a todos. Los franceses se retiraron del campo. Aunque los jueces declararon un empate, los españoles fueron reconocidos por su valentía.

Regreso a España y nuevas campañas

En 1504, la guerra en Italia terminó. Nápoles pasó a ser parte de España. Diego regresó a España como un héroe, pero se encontró con la ingratitud del rey Fernando el Católico, quien le quitó un título que le había dado. Diego defendió públicamente al Gran Capitán ante el rey, desafiando a cualquiera que dudara de su lealtad. Nadie se atrevió a enfrentarse a él.

En 1507, Diego se sintió traicionado y se rebeló. Se dedicó a la piratería en el Mediterráneo por un tiempo, atacando barcos. Fue perseguido, pero sus acciones fueron conocidas y temidas.

A finales de 1508, el ejército español se preparaba para conquistar el norte de África. Diego García recibió el perdón del rey y participó en la conquista de Orán en 1509.

De vuelta en Italia, el Emperador Maximiliano I lo nombró Maestre de Campo de la infantería española. Aunque la invasión no tuvo éxito, Diego ganó más reconocimiento. En 1510, regresó a África y participó en los asedios de Bugía y Trípoli. Luego, volvió a Italia y defendió Verona. Fue nombrado Coronel de la Liga Santa y luchó en la batalla de Rávena en 1512, donde su hermano Álvaro falleció.

Fue capturado en una emboscada, pero logró escapar lanzándose al agua y nadando. Días después, un coronel español lo acusó de haber perdido muchos hombres. Diego lo desafió a un duelo, lo hirió gravemente y lo habría matado si no hubieran intervenido los jueces.

Al año siguiente, participó en otro desafío caballeresco de doce contra doce, donde su bando venció a los franceses. Diego mismo venció a dos oponentes. Poco después, en la Batalla de Vicenza, el ejército de Venecia fue derrotado.

Al servicio de Carlos V y su fallecimiento

En 1520, Diego García de Paredes acompañó al Emperador Carlos V. Participó en la Guerra de Navarra, destacando en las batallas de Pamplona, Noáin y San Marcial, así como en los asedios.

Luego, acompañó a Carlos V en sus campañas en Italia. Se dice que luchó en la famosa Batalla de Pavía en 1525, aunque su participación es incierta. También se cuenta que escoltó al rey Francisco I de vuelta a Francia después de ser prisionero.

De regreso a Extremadura, Diego vivió en paz por un tiempo. En 1529, viajó por Europa con Carlos V, quien lo admiraba mucho y lo nombró Caballero de la Espuela Dorada. Sirvió al emperador en Alemania, Flandes y Austria.

En 1533, después de regresar de luchar contra los turcos, asistió a una reunión entre el Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII en Bolonia. Allí, de manera inesperada, este héroe que había sobrevivido a tantas batallas y duelos, falleció a causa de las heridas sufridas al caerse en un juego con unos cadetes. Antes de morir, escribió sus memorias: «Breve suma de la vida y hechos de Diego García de Paredes».

Cuando lavaron su cuerpo para el entierro, estaba cubierto de cicatrices, prueba de sus más de cuarenta años de vida militar. Sus restos fueron llevados a España en 1545 y enterrados en la Santa María la Mayor de Trujillo.

Familia de Diego García de Paredes

Diego García de Paredes tuvo dos hijos. Sancho de Paredes, nacido en 1518, fue su hijo legítimo con su esposa María de Sotomayor. También tuvo un hijo natural, Diego García de Paredes, nacido en 1506, con Mencía de Vargas. Este último participó en la conquista del Nuevo Mundo y fundó la ciudad de Trujillo en Venezuela. Diego crio a ambos hijos.

Su matrimonio con María de Sotomayor no fue feliz. En 1518, ella se refugió en el castillo de su hermano, acusando a Diego de maltrato. Aunque Diego intentó conciliar, el caso llegó a la justicia. Las acusaciones son inconsistentes, pero muestran que Diego no era un hombre de familia tranquilo.

Sancho, su hijo legítimo, mandó construir una capilla para su padre en la Iglesia de Santa María la Mayor. Diego, su hijo natural, colocó allí banderas que su padre había ganado en batallas.

¿Cómo era Diego García de Paredes?

Diego tenía un físico muy fuerte y era muy hábil con las armas. Su fuerza era extraordinaria, pero también era ágil. No era pesado, sino un atleta fuerte y proporcionado. El escritor italiano Massimo D'Azeglio lo describió como un hombre alto, con músculos muy desarrollados, pecho y espalda anchos, y un cuello grueso como el de un toro. Su rostro era firme y decidido, con una mirada leal y noble.

Era un hombre apuesto, de gran estatura y fuerza descomunal. Sus contemporáneos lo veían como un nuevo Sansón. Además de valiente y fuerte, era considerado un buen caballero: devoto, generoso, cortés, honesto y leal. Un cronista que lo conoció dijo que era "el hombre de más verdad de cuantos yo traté".

Sin embargo, Diego tenía un temperamento fuerte. A veces, sentía una energía tan grande que se volvía muy violento e intratable, destrozando lo que encontraba a su paso. Algunos compañeros pensaban que estaba loco, pero la historia muestra que era equilibrado, solo que su carácter era muy intenso. A pesar de esto, las crónicas dicen que "fuera de este humor era el hombre del mundo más manso, más cortés y bien criado".

También era un hombre culto. En el inventario de sus bienes tras su muerte, se encontraron papeles y memorias escritas por él, documentos legales y libros, incluyendo "La Biblia" y "Los Comentarios de Julio César". Esto demuestra que leía y escribía regularmente.

Testimonios de su época

Muchos escritores e historiadores de su tiempo hablaron de Diego García de Paredes. Sus hazañas a veces se exageraban, pero su fama era real. Aquí hay algunas citas de quienes lo conocieron o escribieron sobre él:

Ambrosio de Morales (1513-1591), historiador:

  • «...hombre de tan grande ánimo y tan terribles fuerzas que no se puede bien juzgar cuál era mayor, su esfuerzo en acometer grandes hechos ó la fuerza y vigor en acabarlos»

Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), cronista:

  • «...porque le vi, e hablé, e conocí muy bien...fue en nuestros tiempos uno de los valientes caballeros por su persona, a pie y a caballo, que hubo en toda Europa, entre los cristianos...Era de grandes fuerças, e muy diestro en toda manera de armas, e muy venturoso en el exercicio dellas...era muy estimado e famoso milite»

Luis Zapata de Chaves (1526-1598), escritor:

  • «...el famoso Diego García de Paredes, Héctor ó Aquiles de España»

Carlos V, en un documento de 1530, alabó sus hazañas:

  • «...ilustres hazañas vuestras que con vuestro sumo valor habéis hecho, así en España, como en Italia, mostrándoos tal en todas las batallas y rompimientos que habéis sido espanto y asombro de vuestros enemigos, y amparo y defensa de los nuestros»

Jerónimo Zurita (1512-1580), historiador:

  • «El muy esforzado caballero, y extrañamente valiente Diego García de Paredes...fue el que siempre se adelantó entre todos de tan animoso, y esforzado, que se conoció en él que nunca supo temer: y después por los notables hechos de su persona, fue estimado su nombre, y conocido en toda Italia, y en la mayor parte de Europa»

Bernal Díaz del Castillo (1496-1584), cronista:

  • «...aquel valiente, nunca vencido caballero Diego García de Paredes»

El héroe de leyenda: del hombre al mito

Diego García de Paredes fue un héroe tanto histórico como legendario. La gente lo admiraba mucho en la España del Siglo de Oro. Sus hazañas mezclaban realidad y fantasía. Se contaban muchas anécdotas sobre su fuerza:

  • Se decía que arrancó una reja de una ventana para cortejar a una dama y luego arrancó todas las demás rejas de la calle para que no se supiera quién era la joven.
  • También se cuenta que arrancó la pila de agua bendita de la Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo y se la llevó a su madre enferma. Esta pila, que aún se conserva, es muy grande.
  • Se decía que detenía con sus manos la rueda de un molino o la marcha de una carreta de bueyes con una sola mano.
  • Y que trasladaba enormes bloques de piedra sin dificultad.

Aunque estas historias parecen increíbles, la fuerza real de García de Paredes, registrada en la historia, hace que uno se pregunte si tienen algo de verdad. Su leyenda le dio un gran respeto entre sus enemigos. A veces, ganaba duelos sin luchar, porque sus oponentes, como Gaspard I de Coligny, preferían perder el honor antes que enfrentarse a él.

La fama de Diego García de Paredes continuó después de su muerte. Su nombre siguió siendo sinónimo de fuerza y valentía. Miguel de Cervantes lo mencionó en su famosa obra, El Quijote:

Un Viriato tuvo Lusitania; un César Roma; un Aníbal Cartago; un Alejandro Grecia; un Conde Fernán González Castilla; un Cid Valencia; un Gonzalo Fernández Andalucía; un Diego García de Paredes Extremadura...
Y este Diego García de Paredes fue un principal caballero, natural de la ciudad de Trujillo, en Extremadura, valentísimo soldado, y de tantas fuerzas naturales, que detenía con un dedo una rueda de molino en la mitad de su furia, y puesto con un montante en la entrada de un puente, detuvo a todo un innumerable ejército que no pasase por ella, e hizo otras tales cosas, que si como él las cuenta y escribe él asimismo con la modestia de caballero y de cronista propio, las escribiera otro libre desapasionado, pusieran en olvido las de los Héctores, Aquiles y Roldanes.

La figura de Diego García de Paredes es admirable por sus hechos reales. Su tumba en Santa María la Mayor, en Trujillo, tiene un epitafio en latín que lo describe como un hombre de gran reputación, fuerza y valor, que nunca fue vencido en batalla. Murió a los sesenta y cuatro años, y sus restos fueron llevados a Trujillo en 1545.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Diego García de Paredes Facts for Kids

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Diego García de Paredes (1468-1533) para Niños. Enciclopedia Kiddle.