Venancio Flores para niños
Datos para niños Venancio Flores |
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![]() Flores c. a mediados de la década de 1860
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![]() Gobernador Provisorio de Uruguay gobierno de facto |
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20 de febrero de 1865-15 de febrero de 1868 | ||
Predecesor | Tomás Villalba | |
Sucesor | Pedro Varela (como presidente interino) Lorenzo Batlle (como 8.º presidente constitucional) |
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![]() 5.º Presidente Constitucional de Uruguay |
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12 de marzo de 1854-10 de septiembre de 1855 | ||
Predecesor | Triunvirato de Gobierno de 1853¹ | |
Sucesor | Manuel Basilio Bustamante (como presidente interino) Gabriel Pereira (como 6.º presidente constitucional) |
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![]() Triunviro de Uruguay Junto a Fructuoso Rivera y Juan Antonio Lavalleja, en el Triunvirato de Gobierno de 1853 |
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25 de septiembre de 1853-12 de marzo de 1854 | ||
Predecesor | Juan Francisco Giró | |
Sucesor | Él mismo como presidente constitucional | |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Venancio Flores Barrios | |
Nacimiento | 18 de mayo de 1808 Trinidad (de la gobernación de Montevideo, intendencia de Buenos Aires del Virreinato del Río de la Plata) ![]() |
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Fallecimiento | 19 de febrero de 1868 Montevideo ![]() |
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Sepultura | Catedral Basílica Metropolitana de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago | |
Nacionalidad | Uruguaya | |
Familia | ||
Padres | Felipe Flores Almada y Cecilia Barrios | |
Cónyuge | María García Zamora | |
Hijos | Venancio, Fortunato, Eduardo, Segundo, Ricardo, Agapita, María Eleuteria y Máximo. | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar, político | |
Rango militar | Brigadier general | |
Partido político | ![]() |
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Notas | ||
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Venancio Flores Barrios (nacido en Trinidad el 18 de mayo de 1808 y fallecido en Montevideo el 19 de febrero de 1868) fue un importante militar y político uruguayo. Gobernó Uruguay en dos ocasiones. Primero, fue parte del Triunvirato de 1853 y luego el quinto presidente constitucional, de 1853 a 1855. Su segundo período fue como "Gobernador Provisorio", un gobierno que tomó el poder sin una elección regular, de 1865 a 1868. Desde la década de 1850 hasta su muerte, fue el líder más influyente del Partido Colorado, siguiendo los pasos de su fundador, Fructuoso Rivera.
Nació en una familia con buena posición económica que apoyaba la independencia. Con solo tres años, acompañó a su familia en el Éxodo oriental en 1811, siguiendo a José Artigas. Sus padres querían que se dedicara a la vida religiosa, pero después del desembarco de los Treinta y Tres Orientales el 19 de abril de 1825, con casi 17 años, se unió a la causa revolucionaria. Luchó en batallas importantes como las del Rincón, Sarandí e Ituzaingó.
Fue cercano a Fructuoso Rivera y defendió su primer gobierno de las rebeliones de Juan Antonio Lavalleja. También lo acompañó en su propia rebelión contra el presidente Manuel Oribe. Se destacó mucho como militar durante la Guerra Grande, luchando por el gobierno de la Defensa. En 1846, se retiró porque el gobierno no quería negociar la paz, pero regresó en 1851 como parte de la escolta del argentino Justo José de Urquiza.
Después de la Guerra Grande, Juan Francisco Giró fue elegido presidente. Él buscó unir a los dos partidos principales en su gobierno, y Flores ocupó cargos importantes. Cuando Giró renunció en 1853 por presiones, Flores, como ministro de Guerra, se convirtió en una figura clave. Se formó un triunvirato provisional con los veteranos Rivera, Lavalleja y el propio Flores. Sin embargo, tras el fallecimiento de Rivera y Lavalleja, la Asamblea General eligió a Flores como presidente en 1854. Al año siguiente, tuvo que renunciar debido a un cambio de gobierno liderado por sectores del Partido Colorado. Acordó con Manuel Oribe la elección de Gabriel Pereira como presidente, y en 1855 se fue a vivir a Argentina. Allí, sirvió militarmente a Bartolomé Mitre en su conflicto contra Urquiza.
En 1863, Flores regresó a Uruguay y comenzó una revolución contra el gobierno del presidente Bernardo Prudencio Berro, con el apoyo de Mitre y del Imperio de Brasil. En 1865, su movimiento triunfó y tomó el control del Estado uruguayo como "Gobernador Provisorio". Como resultado de acuerdos, Uruguay se unió a Brasil y Argentina en la Triple Alianza contra Paraguay, y Flores luchó en ese conflicto entre 1865 y 1866. Durante su gobierno provisional, Uruguay continuó su modernización. Se aprobaron el Código de Comercio y el Código Civil, se hizo la primera conexión telegráfica con Buenos Aires, se inauguró la primera línea de tranvías tirados por caballo, se dieron las primeras autorizaciones para construir ferrocarriles, y el sector bancario creció.
El gobierno de Flores terminó con su renuncia voluntaria el 15 de febrero de 1868. Cuatro días después, en medio de un levantamiento liderado por el expresidente Bernardo Berro, Flores perdió la vida en las calles de Montevideo a manos de un grupo de personas desconocidas. Décadas más tarde, durante el gobierno del militar Máximo Santos (1882-1886), se creó en 1885 el departamento de Flores, nombrado así en su honor.
Contenido
- Infancia y primeros años
- Primeros conflictos militares
- Gobierno de Juan Francisco Giró
- Triunviro de gobierno
- Presidente de la República
- Gobierno de Gabriel Pereira
- Exilio en Argentina
- La "Cruzada Libertadora" de 1863
- Gobernador provisorio
- Fallecimiento de Venancio Flores y Bernardo Berro
- Departamento de Flores
- Flores en la cultura popular
- Véase también
Infancia y primeros años
Venancio Flores nació el 18 de mayo de 1808 en la villa Porongos, que hoy es la ciudad de Trinidad. Su padre, Felipe Flores, era un estanciero adinerado con grandes campos. Su madre, Cecilia Barrios, venía de una familia de Víboras. Venancio fue el menor de tres hermanos.

La familia de Flores tenía una estancia con personas esclavizadas y una casa en Porongos. Felipe Flores apoyó la Revolución oriental y era cercano a José Artigas y Fructuoso Rivera. Por eso, el pequeño Venancio, de solo tres años, tuvo que ir con su familia en el Éxodo oriental en 1811. Una gran cantidad de sus personas esclavizadas los acompañaron, siendo una de las caravanas más grandes de ese evento.
Debido a las circunstancias de la época, Venancio Flores no tuvo una educación formal completa. Sin embargo, sus padres se aseguraron de que aprendiera lo básico.
Primeros conflictos militares
La Cruzada Libertadora

En el siglo XIX, era común que las familias adineradas quisieran que uno de sus hijos se dedicara a la vida religiosa. Los Flores eligieron a Venancio, pero su vida cambió con el desembarco de los Treinta y Tres Orientales el 19 de abril de 1825.
Flores se unió rápidamente a la Cruzada Libertadora en las milicias del coronel Adrián Medina. Participó activamente en la Guerra del Brasil, luchando en la batalla del Rincón el 24 de septiembre de 1825, bajo el mando de Fructuoso Rivera. También estuvo en la batalla de Sarandí el 12 de octubre de ese mismo año, liderado por Juan Antonio Lavalleja. Más tarde, acompañó a Fructuoso Rivera en su campaña en las Misiones Orientales y estuvo presente en la victoria de la batalla de Ituzaingó en febrero de 1827.
Durante el conflicto, fue nombrado alférez y luego ascendió a teniente y capitán. Con este último grado, al terminar la guerra, juró la Constitución de 1830 (la primera de Uruguay) en San Pedro de Durazno. Continuó en servicio por unos meses, pero en 1831 regresó a sus tierras para dedicarse a las tareas rurales en la estancia de su padre.
Levantamientos de Lavalleja
Sus actividades rurales no duraron mucho. En 1832, el gobierno de Fructuoso Rivera, el primer presidente constitucional de Uruguay, enfrentó un levantamiento militar organizado por Juan Antonio Lavalleja. Flores regresó al ámbito militar para apoyar al gobierno. En 1833, también ayudó a detener otra rebelión de Lavalleja. Una vez controlados estos movimientos, volvió a la estancia de su padre.
La Guerra Grande

En 1836, Fructuoso Rivera se levantó en armas contra el gobierno de Manuel Oribe, el segundo presidente constitucional de Uruguay. Venancio Flores, que apoyaba a Rivera sin dudar, se declaró en contra del presidente Manuel Oribe. Fue detenido y llevado a Montevideo antes de poder unirse a la rebelión. Sin embargo, logró escapar y unirse a las fuerzas de Rivera, identificadas con el Partido Colorado. Participó el 15 de julio de 1838 en la importante batalla del Palmar, donde el bando de Oribe (identificado con el Partido Blanco) sufrió una gran derrota. En octubre de 1838, Manuel Oribe renunció a la presidencia y se fue a Buenos Aires en busca de apoyo. El 10 de noviembre, Rivera y sus tropas entraron en Montevideo. Luego, Rivera ordenó elecciones y la Asamblea General lo eligió presidente el 1º de marzo de 1839. Una de sus primeras acciones fue declarar formalmente la guerra a Juan Manuel de Rosas el 10 de marzo. Este evento marcó el inicio oficial de la «Guerra Grande». Además, Rivera nombró a Flores como jefe político y de policía de San José.
En 1839, Flores derrotó a un grupo de hombres en el arroyo La Virgen. El 29 de diciembre de ese año, participó en la victoria de la batalla de Cagancha. En 1842, fue nombrado comandante del departamento de San José. El 6 de diciembre de ese año, las fuerzas de Rivera sufrieron una dura derrota en la batalla de Arroyo Grande, en Argentina. Esto llevó a una retirada hacia Uruguay, durante la cual Flores intentó frenar a las tropas enemigas con ataques pequeños y constantes. Sin embargo, esto culminó con el inicio del sitio de Montevideo en febrero de 1843. El asedio de la ciudad duró desde el 16 de febrero de 1843 hasta octubre de 1851. Durante este tiempo, Uruguay tuvo dos gobiernos: uno en Montevideo (conocido como el gobierno de la Defensa) y otro en las afueras de la ciudad (conocido como el gobierno del Cerrito).
Al principio de esta etapa de la guerra, Flores operó principalmente en el departamento de Colonia. Derrotó a varios militares enemigos y luchó en diferentes combates. A finales de 1844, Flores logró entrar en Montevideo, que seguía sitiada. El 17 de febrero de 1845, logró infiltrarse entre los sitiadores con 400 hombres para llevar suministros a la guarnición del Cerro de Montevideo. El 28 de marzo de ese mismo año, Venancio Flores, junto con el italiano Giuseppe Garibaldi, lograron una victoria en el Cerro. Flores se quedó en el Cerro, donde días después resistió un ataque. En 1845, hubo tensiones entre el gobierno de la Defensa y los oficiales del ejército. El presidente Joaquín Suárez le dio a Venancio Flores el cargo de "Comandancia de Armas", y Flores arrestó y desterró a un militar llamado Melchor Pacheco y Obes en noviembre de ese año.
En 1845, Flores se embarcó en Montevideo, escapando de la flota enemiga. Desembarcó en San José, cerca del río Santa Lucía, donde luchó y luego se retiró. Fue herido en un combate cerca de Durazno. Continuó su camino, pero una gran derrota en la batalla de India Muerta el 27 de marzo de 1845, obligó a los sobrevivientes, incluyendo a Flores, a irse a Brasil con Rivera. Esto significó que Rivera se alejó de las decisiones del bando de la Defensa.
En septiembre de ese año, Venancio Flores regresó a Montevideo, donde surgieron desacuerdos con el gobierno. A principios de 1846, a Flores se le encargó una misión en los departamentos de Maldonado y Minas. Sufrió un revés el 16 de enero, lo que el gobierno de Montevideo consideró una falta grave y ordenó el arresto domiciliario de Flores. En abril, hubo un levantamiento exitoso dentro del gobierno de la Defensa que permitió el regreso de Rivera a Montevideo. Flores fue liberado y nombrado Jefe de Estado Mayor.
Como Jefe de Estado Mayor, Flores participó en varias escaramuzas en 1846. En agosto, pidió al gobierno permiso para "abrir negociaciones de paz", pero al no recibir apoyo, renunció a su puesto y se fue a Rio Grande. Flores regresó a Uruguay en agosto de 1851 como jefe de escolta en la invasión del gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza. El 8 de octubre, la Guerra Grande terminó con la "paz de octubre", que estableció que no hubo "ni vencidos, ni vencedores". Pocos días después, el 12 de octubre, se firmaron en Río de Janeiro los cinco tratados entre Uruguay y Brasil.
Gobierno de Juan Francisco Giró

Después de la Guerra Grande, y con los líderes principales debilitados, Juan Francisco Giró fue elegido presidente el 1 de marzo de 1852. Giró buscó la unión política, nombrando a figuras del Partido Colorado en cargos importantes, como a César Díaz como Ministro de Guerra y a Venancio Flores como Jefe de Policía de la capital.
Hubo críticas a los tratados de 1851 con Brasil. El gobierno de Giró envió a Venancio Flores y a Bernardo Prudencio Berro a hablar con Urquiza para cambiar su postura, pero no lo lograron. En junio de 1852, Díaz renunció al ministerio de Guerra, y Flores fue nombrado en su lugar. Un intento de levantamiento armado en Paysandú obligó a Flores a ir al lugar.
Mientras tanto, en octubre, antiguos líderes colorados fundaron una "Sociedad Amigos del País" que buscaba la unión nacional. Sin embargo, rechazaron a algunos blancos que querían unirse. Este movimiento llevó a la fundación del Partido Conservador, una parte del Partido Colorado que se oponía a la unión y a los líderes militares. Las tensiones continuaron en el gobierno de Giró. El 16 de marzo de 1853, Flores renunció al ministerio de Guerra. Giró aceptó su renuncia y nombró a un general blanco en su lugar.
El 18 de julio de 1853, durante los festejos por el aniversario de la Jura de la Constitución, Giró movilizó a la "Guardia Nacional". Después de esto, Giró cedió a las presiones y volvió a nombrar a Venancio Flores como ministro de Guerra. También nombró a un colorado en el Ministerio de Hacienda. De nuevo como ministro, Flores ordenó disolver la "Guardia Nacional" en todos los departamentos. Giró le encargó un recorrido por el interior del país. En San José, se entrevistó con Oribe y lo convenció de que se fuera del país, partiendo hacia Europa.
La oposición siguió criticando cualquier intento de unión. El 17 de agosto, Flores volvió a renunciar al ministerio. Giró intentó convencerlo de que regresara, y Flores aceptó con la condición de que los cargos de gobierno se equilibraran entre ambos partidos. Sin embargo, el 24 de septiembre de 1853, Giró, sabiendo que los colorados y Flores tenían el apoyo de Brasil, y que su gobierno estaba en peligro, se refugió en la embajada de Francia. El vacío de poder dejó a Flores, como ministro de Guerra, con el control de la situación en el país.
Triunviro de gobierno
Flores se dirigió a la Comisión Permanente de la Asamblea General y les dijo que, al no estar Giró, la fuerza pública estaba en sus manos como ministro de Guerra. Les pidió que se reunieran y decidieran qué hacer. Giró, desde su refugio, consideró esto una rebelión, pero su llamado no tuvo apoyo. El 26 de septiembre de 1853, Flores, Lavalleja, Rivera y otros líderes se reunieron y decidieron crear un triunvirato provisional, compuesto por los veteranos Lavalleja, Rivera y el propio Flores. Flores también recibió el cargo de Comandante General de la Campaña y salió a recorrer el interior de Uruguay.
- Triunvirato de 1853
Giró se refugió en un barco francés, y ambos pidieron la intervención de Brasil. Flores pidió a la embajada de Francia que impidiera a Giró moverse por el país. El 22 de octubre, Juan Antonio Lavalleja falleció. Tras la muerte de uno de los triunviros, el 27 de octubre se convocaron elecciones para la Asamblea Constituyente Legislativa. Los conservadores pidieron posponer las elecciones, a lo que Flores accedió, pero fijó la nueva fecha sin consultar, lo que provocó la renuncia de varios ministros. El 24 de noviembre, Flores salió de la capital, dejando el gobierno a cargo de César Díaz. Al regresar a Montevideo, un militar llamado Pacheco y Obes se fue del país tras un desacuerdo con Flores. El 24 de diciembre de 1853, Flores volvió a recorrer el campo, y Díaz asumió nuevamente el control del gobierno. Díaz tomó medidas más estrictas que Flores había evitado. A principios de enero de 1854, Flores regresó a Montevideo, después de eliminar los últimos focos de resistencia. El 12 de enero, se volvió a convocar a la Asamblea, y al día siguiente se supo de la muerte de Fructuoso Rivera. Desde entonces, Flores se convirtió en la figura principal de la política nacional.
Presidente de la República
Flores tomó el control efectivo de la política nacional, consolidando su posición con el apoyo del campo y neutralizando a los blancos y conservadores. En las elecciones legislativas de febrero de 1854, los blancos no participaron y los conservadores cuestionaron la influencia de Flores en las listas electorales. Como resultado, los seguidores de Flores obtuvieron una gran mayoría en el parlamento. El 12 de marzo de 1854, la Asamblea General eligió a Venancio Flores, de 45 años, como presidente de la República hasta el 1 de marzo de 1856. Obtuvo 57 votos a favor y 5 abstenciones. En esa misma sesión, se decidió convocar nuevas elecciones legislativas en 1854 y se le otorgó a Flores el grado de general.
Para fortalecer su gobierno, Flores pidió la intervención de Brasil. De esta manera, se adelantó a una solicitud similar de otros políticos. Los conservadores se oponían firmemente a Flores. Finalmente, el 4 de mayo de 1854, tropas brasileñas entraron de nuevo en Uruguay. Flores también intentó fortalecer su relación con Andrés Lamas, cónsul uruguayo en Río de Janeiro. En septiembre de 1854, Flores recorrió el país para preparar las elecciones legislativas, que se realizaron entre noviembre de 1854 y enero de 1855. La nueva legislatura comenzó el 15 de febrero de 1855. Poco después, el 28 de febrero de 1855, la Asamblea General proclamó oficialmente a Venancio Flores como presidente titular. Desde el inicio de su mandato, enfrentó la oposición de los conservadores y de otros grupos.

En julio de 1855, Andrés Lamas publicó un manifiesto desde Brasil, que llegó a Montevideo. En él, rechazaba los partidos políticos tradicionales y el liderazgo militar, y proponía crear un nuevo partido y fortalecer la alianza con Brasil. Este manifiesto fue bien recibido por los sectores que se oponían a Flores. Como respuesta, Flores promovió la creación de la "Sociedad de la Paz", que publicó un manifiesto contrario al de Lamas. Sin embargo, esta iniciativa fue criticada por la oposición. En ese momento, Flores enfrentaba la oposición de los blancos, los conservadores y una diplomacia brasileña que se distanciaba de su gobierno.
El 9 de agosto de 1855, Manuel Oribe regresó a Uruguay desde España. Un periódico opositor publicó un ataque contra los líderes militares, lo que llevó al gobierno de Flores a cerrarlo al día siguiente. Sin embargo, el periódico volvió a publicarse poco después, lo que aumentó las tensiones. A finales de ese mes, tras la detención de un redactor, una delegación se dirigió a hablar con Flores. Pero él se había ido a Las Piedras para recibir tropas. En la capital, los blancos se unieron a los conservadores. Se decidió formar un gobierno provisional, nombrando a un legislador como gobernador y a varios ministros.
Venancio Flores, con sus tropas, convocó a la Asamblea General a sesionar fuera de Montevideo. La Asamblea se reunió el 10 de septiembre de 1855. En esa sesión, Flores presentó su renuncia como presidente. El presidente del Senado asumió el Poder Ejecutivo de forma interina. La transferencia de mando, hecha legalmente, disolvió el movimiento rebelde. Aunque Flores dejó la presidencia, sus seguidores se mantuvieron en el poder por un tiempo. En los días siguientes, hubo dos ataques, pero no hubo enfrentamientos importantes. En septiembre de 1855, los restos de José Artigas fueron traídos a Montevideo. Luego, a principios de octubre, se fundó la "Unión Liberal", un intento de crear un partido de unión, pero duró poco.
Gobierno de Gabriel Pereira

El 11 de noviembre de 1855, se dio a conocer un acuerdo firmado en La Unión entre Venancio Flores y Manuel Oribe. En este acuerdo, ambos líderes militares decidieron que ninguno de los dos buscaría la presidencia. También llamaron a la unión nacional y se comprometieron a defender la legalidad y al presidente que fuera elegido. Este pacto fue visto como una respuesta de los líderes militares a la "Unión Liberal". En la medianoche del 24 de noviembre de 1855, hubo un levantamiento de los conservadores. El presidente interino se refugió y nombró a Flores como Comandante de Armas. Flores, junto con Oribe, organizó las fuerzas leales al gobierno. Los enfrentamientos duraron casi una semana y terminaron después de ofrecer garantías a los rebeldes, que incluyeron el envío de varios líderes al exterior.
En enero de 1856, Manuel Oribe y Venancio Flores visitaron a Gabriel Pereira, una de las figuras más respetadas del país, para pedirle que aceptara ser candidato a la presidencia. El 1 de marzo de 1856, la Asamblea General eligió al nuevo presidente. Pereira obtuvo 24 votos.
Pocas horas después de asumir, Gabriel Antonio Pereira eliminó el cargo de Comandancia de Armas, que ocupaba Venancio Flores. También pidió informes sobre el uso de las armas que se le habían confiado a Flores. El 28 de marzo, César Díaz fue arrestado y enviado a Buenos Aires, acusado de posible conspiración. Pereira buscó una política de unión que fuera más allá de los partidos tradicionales. Poco a poco, Pereira se fue alejando de Flores. Cuando surgieron sospechas de que Flores tenía vínculos con la oposición, Flores envió una nota al presidente negando esas versiones y anunciando su disposición a irse del país para evitar conflictos. El gobierno le dio el permiso, y Flores se fue el 18 de agosto de 1856 a Entre Ríos, donde se instaló con muchos de sus seguidores y administró un saladero.
Exilio en Argentina
El suceso de Quinteros
Venancio Flores, que vivía en Entre Ríos, regresó por un tiempo a Uruguay para asistir al funeral de Manuel Oribe, quien falleció el 12 de noviembre de 1857. A finales de ese año, se celebraron elecciones legislativas en Uruguay, donde ganó el "Club de la Unión", que apoyaba al presidente Gabriel Antonio Pereira. Como resultado, hubo levantamientos y deportaciones de opositores. El 6 de enero de 1858, César Díaz y un grupo de hombres desembarcaron en Montevideo con la intención de tomar la capital, pero no lograron apoyo y se retiraron al interior. La expedición fue derrotada el 28 de enero por las tropas de Anacleto Medina en el Paso de Quinteros, y el grupo de Díaz perdió la vida el 1 de febrero. Este evento fue recordado por el Partido Colorado como la "Hecatombe de Quinteros", convirtiéndose en una de sus causas históricas. Se sospechó que Venancio Flores podría unirse al levantamiento, aunque este terminó rápidamente.
Luchas en Argentina
En 1859, estalló una guerra entre la Confederación Argentina, liderada por Justo José de Urquiza y aliada con el gobierno uruguayo de Gabriel Pereira, y el gobierno de Buenos Aires, encabezado por Bartolomé Mitre. En julio de ese año, Venancio Flores y otros uruguayos se ofrecieron a servir a Mitre. El 23 de octubre, participaron en la batalla de Cepeda, donde Flores comandó un ala del ejército de Mitre. La batalla terminó con la retirada de las fuerzas de Mitre, y Flores se encargó de proteger la retaguardia. Como resultado del enfrentamiento, se firmó el Pacto de San José de Flores el 11 de noviembre de 1859, que unió a Buenos Aires con la Confederación Argentina.
Después, el nuevo gobierno le dio a Flores el mando del Ejército del Sur. Cuando el conflicto se reanudó en septiembre de 1861, se le asignó una división de 5.000 hombres. El 17 de septiembre de ese año, tuvo lugar la batalla de Pavón, una importante victoria para Mitre, en la que Flores luchó. Después de Pavón, también participó en la batalla de Cañada de Gómez el 22 de noviembre de 1861, que consolidó el triunfo de Mitre. Terminada la campaña, y con Argentina unificada bajo la autoridad de Mitre, Flores se instaló con otros exiliados en tareas rurales.
La "Cruzada Libertadora" de 1863
Antecedentes del conflicto

Durante el conflicto en Argentina, Venancio Flores se comunicó con Bartolomé Mitre, expresándole su intención de regresar a Uruguay y participar en la política. Aunque Mitre inicialmente lo apoyó, luego intentó disuadirlo para evitar problemas. Mientras tanto, el 1 de marzo de 1860, Gabriel Antonio Pereira terminó su mandato y fue elegido Bernardo Prudencio Berro, de origen blanco, quien también buscó un gobierno de unión. Berro tomó medidas para evitar una incursión de uruguayos exiliados.
Desde el inicio de su gobierno, Berro promovió una política de perdón para los exiliados, pero prohibió el uso de los símbolos de los partidos políticos tradicionales (blanco y colorado). El 5 de septiembre de 1860, se decidió excluir de este perdón a quienes participaron en el levantamiento de César Díaz en 1858, lo que Flores criticó como un "perdón a medias". En octubre de 1861, Berro envió a un diplomático a Argentina para convencer a Flores de que regresara.
La noticia de que Flores había dejado Buenos Aires y regresado a sus tareas rurales tranquilizó al gobierno uruguayo. Sin embargo, el gobierno de Berro enfrentó nuevas tensiones internas, incluyendo dos conflictos con la Iglesia católica. El primero ocurrió en abril de 1861, cuando un sacerdote se negó a enterrar a un médico en el cementerio. Este conflicto se resolvió rápidamente: los cementerios pasaron a ser públicos, y la Iglesia pudo bendecir las tumbas católicas.

El segundo conflicto, más grave, ocurrió en septiembre, cuando el vicario Jacinto Vera intentó destituir a un sacerdote que era cercano al gobierno. Berro rechazó las solicitudes de Vera, basándose en un derecho que establecía que la autoridad religiosa necesitaba la aprobación del gobierno para nombrar o remover cargos eclesiásticos. El vicario Vera, sin éxito, decidió remover al sacerdote por su cuenta.
Como consecuencia, el 8 de octubre de 1862, el gobierno de Berro ordenó el destierro del vicario Vera. El conflicto se resolvió más tarde, y Jacinto Vera regresó a Montevideo. Sin embargo, la tensión entre el gobierno y la Iglesia persistió, siendo uno de los motivos que Venancio Flores usó para justificar su levantamiento armado.
A mediados de 1862, el gobierno uruguayo encontró cartas de Venancio Flores invitando a líderes locales a unirse a un movimiento revolucionario. En septiembre de ese año, el presidente Berro decretó un perdón general sin excepciones, que incluyó a los antiguos compañeros de César Díaz. Poco después, Berro despidió a dos ministros para evitar problemas con Mitre.
Hacia finales de 1862, los rumores de una invasión armada liderada por Flores se hicieron más fuertes. El 3 de marzo de 1863, Venancio Flores solicitó su baja del ejército argentino, y en la noche del 16 de abril de ese mismo año, se embarcó en Tigre, acompañado por algunos militares.
Inicio del levantamiento
El 19 de abril de 1863, 39 años después del desembarco de los Treinta y Tres Orientales, Venancio Flores y sus compañeros desembarcaron en Uruguay, al norte de la actual ciudad de Fray Bentos. En una declaración al día siguiente, Flores llamó a luchar, mencionando "los problemas causados por el trágico suceso de Quinteros", asumiendo esta causa como una de las razones de su levantamiento. Aunque al principio varios colorados rechazaron la invasión de Flores, luego se unieron cuando esta empezó a tener éxito.
En esta etapa inicial, Flores recorrió el norte del país, contactando con líderes locales y reclutando hombres para sus filas, mientras evitaba a las fuerzas del gobierno. Además, adoptó la defensa de la Iglesia como otra de las causas de su movimiento, en respuesta al destierro del vicario Jacinto Vera. Los revolucionarios usaron banderas blancas con una cruz roja. Por su parte, Berro ordenó el uso de la bandera nacional, buscando evitar que el conflicto se viera como una lucha entre partidos políticos.
El 25 de mayo de 1863, Venancio Flores cruzó el río Negro hacia el sur, con unos 1400 hombres. Aunque mal vestidos y armados, tenían buenos caballos, lo cual fue clave. El 2 de junio, las fuerzas de Flores se enfrentaron a las tropas del ejército de Servando Gómez. La batalla de Coquimbo resultó en una victoria para los revolucionarios. En esa ocasión, Flores encontró un perro al que llamó "Coquimbo", que lo acompañaría durante toda la guerra y su gobierno. Después del triunfo en Coquimbo, Flores continuó su avance y el 7 de junio tomó Florida sin mucha resistencia. Siguió su marcha evitando combates formales, acompañado por sus hijos. El 25 de junio, en el combate de Las Cañas, Flores obtuvo otra victoria.
En agosto, Flores se movió de nuevo hacia el sur, llegando cerca de Montevideo. El gobierno de Berro respondió cerrando un periódico opositor, deportando a sospechosos y estableciendo un Consejo de Guerra. Al mismo tiempo, se iniciaron negociaciones de paz. Sin embargo, las negociaciones fracasaron porque Flores exigió que cualquier perdón fuera garantizado por el gobierno argentino, recordando el suceso de Quinteros. El 16 de septiembre de 1863, se libró la "segunda batalla de Las Piedras", en la que Flores sufrió una derrota. Hacia finales de ese año, Flores recorrió nuevamente la costa del país, donde recibió material de guerra de Argentina.
Desarrollo del levantamiento
En enero de 1864, Venancio Flores se unió a Francisco Caraballo, quien tenía sitiada la ciudad de Paysandú, defendida por el militar Leandro Gómez. Después de dieciocho días de asedio, las fuerzas de Flores levantaron el sitio. En reconocimiento a la resistencia, el presidente Bernardo Berro premió a las tropas del gobierno. Posteriormente, Flores regresó cerca de Montevideo. Un año después del inicio de la invasión, las fuerzas de Flores tenían menos de 2000 hombres, pero contaban con mejor caballería y más recursos económicos.
El 18 de febrero de 1865, el presidente Berro logró que Atanasio Aguirre fuera nombrado presidente del Senado. Según la Constitución, al finalizar el mandato de Berro el 1 de marzo de ese año, Aguirre asumió el Poder Ejecutivo de forma interina. El Partido Blanco se alineó con Aguirre. Tras el cambio de mando, Flores publicó un manifiesto denunciando el hecho como ilegal y pidiendo elecciones libres.
El 6 de mayo de 1864, llegó a Montevideo el diplomático brasileño José Antonio Saraiva, quien transmitió al presidente interino Atanasio Aguirre una promesa de amistad del emperador Pedro II, junto con una lista de reclamos de Brasil hacia Uruguay. Al mismo tiempo, una flota naval brasileña entró al Río de la Plata.
En junio de ese año, llegaron a Montevideo el ministro de relaciones exteriores de Argentina, un diplomático británico y el propio Saraiva, para intentar mediar y poner fin al conflicto. El gobierno de Aguirre propuso varias condiciones para la paz, como un perdón total para quienes dejaran las armas y la realización de elecciones. Andrés Lamas y Florentino Castellanos acompañaron a los enviados extranjeros a una reunión con Venancio Flores. Sin embargo, los representantes oficiales no se reunieron directamente con Flores, ya que para él recibirlos implicaba reconocer la autoridad del gobierno de Aguirre. El 18 de junio de 1864, Flores presentó sus condiciones a los mediadores extranjeros, que fueron aceptadas y luego ratificadas por el gobierno el 23 de junio.
Sin embargo, como garantía, Flores exigió en una carta a Aguirre la formación de un nuevo ministerio que asegurara la reorganización de los poderes públicos. Esta demanda fue rechazada por el gobierno. Por ello, el 30 de junio, los mediadores volvieron al campamento de Flores. El líder militar insistió sin éxito, y sus movimientos de tropas significaron la ruptura del acuerdo, por lo que las negociaciones terminaron y el conflicto se reanudó.
Triunfo del levantamiento
Ante el fracaso de las negociaciones, la guerra continuó. El 4 de agosto de 1864, la ciudad de Florida fue tomada nuevamente por las fuerzas de Venancio Flores. Ese mismo día, en Montevideo, el diplomático brasileño José Saraiva presentó al gobierno uruguayo un ultimátum para resolver una serie de reclamos relacionados con daños sufridos por ciudadanos brasileños en Uruguay. El documento daba un plazo de seis días, advirtiendo que, si no se cumplía, Brasil intervendría militarmente.
El 9 de agosto, el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay rechazó el ultimátum. Posteriormente, el 22 de agosto en Buenos Aires, Saraiva y el ministro argentino firmaron un acuerdo, evitando un posible enfrentamiento entre Argentina y Brasil.
El 28 de agosto, Flores y sus fuerzas ocuparon la ciudad de Mercedes. A fines de septiembre, Leandro Gómez dejó Paysandú para enfrentar a las tropas de Flores, pero Flores no se movió, lo que obligó a Gómez a regresar sin combate.

El 12 de octubre de 1864, el Imperio de Brasil invadió Uruguay. Con el apoyo terrestre del general Antônio de Sousa Neto y el respaldo naval, las fuerzas de Flores y brasileñas sitiaron la ciudad de Salto en noviembre. La ciudad cayó en pocos días.
Posteriormente, el 2 de diciembre comenzó el sitio de Paysandú. Los sitiadores permitieron la salida de mujeres y niños hacia una isla argentina, donde unos 1500 civiles presenciaron la defensa liderada por el coronel Leandro Gómez. Dentro de un área pequeña, aproximadamente mil defensores resistieron el asedio. El 3 de diciembre, Flores envió a Gómez una nota exigiendo la rendición, a lo que el jefe militar respondió: "Cuando sucumba".
Mientras tanto, el 16 de diciembre, el gobierno de Atanasio Aguirre declaró "nulos" los tratados con Brasil de 1851 y ordenó quemarlos públicamente. El 29 de diciembre, Flores exigió nuevamente la rendición, pero fue rechazado. El 31 de diciembre comenzó el asalto final a la ciudad, que cayó el 2 de enero de 1865. Tras la toma, Leandro Gómez fue hecho prisionero, y un líder militar ordenó su ejecución junto con otros defensores. Tanto Flores como el líder brasileño expresaron su desacuerdo.
El 15 de febrero de 1865, al terminar el gobierno interino de Aguirre, Tomás Villalba fue elegido presidente del Senado y encargado interino del Poder Ejecutivo. Finalmente, el 20 de febrero de 1865, las fuerzas brasileñas y de Flores entraron en Montevideo. Ese mismo día se firmó el acuerdo de paz que confirmó el triunfo total del levantamiento de Flores.
Gobernador provisorio
Asunción del cargo
El acuerdo de paz firmado el 20 de febrero de 1865 confirmó el triunfo total del levantamiento de Venancio Flores y lo nombró "Gobernador Provisorio" de Uruguay. El 23 de febrero, Flores entró en Montevideo y, tres días después, formó un gabinete con importantes ministros.
Entre sus primeras medidas, anuló el decreto que había cancelado los tratados con Brasil de 1851. También decretó que los fallecidos en Quinteros fueran considerados "Mártires de la Libertad de la Patria", otorgando pensiones a sus viudas e hijos. Además, se anuló el decreto de expulsión de los jesuitas.
Hubo un cambio casi total de los empleados públicos y de los funcionarios de la Universidad de la República. En el ejército, se dio de baja a los jefes y oficiales que estaban fuera del país al inicio de las negociaciones de paz. Sin embargo, el gobierno evitó tomar represalias violentas y se respetó la vida y la libertad de sus antiguos opositores. Finalmente, se impulsó un proceso de descentralización del poder, dando más influencia a los líderes locales. Esto aseguró el apoyo de trabajadores y pequeños propietarios al gobierno provisional.
«Orientales todos, contemos este día como el primero de una nueva era de felicidad y de ventura para toda la familia oriental; para que la paz que alumbra no sea como otras veces una tregua para volver de nuevo con más rencor a la pelea que rompe los vínculos queridos de la familia separando a los padres de los hijos, al esposo de la tierna esposa y al amigo del compañero de la infancia […] Honor a todos los que han contribuido con su esfuerzo a la obra de paz, pero sobre todo al bravo ejército imperial que confundiendo su sangre con la de los orientales ha sabido deponer justos resentimientos para ayudarnos a cimentar el triunfo de las instituciones sin nueva efusión de sangre...».
(Proclama al asumir como Gobernador Provisorio en febrero de 1865).
La Guerra de la Triple Alianza

Durante el levantamiento de Venancio Flores, el 4 de agosto de 1864, el diplomático brasileño José Antonio Saraiva presentó un ultimátum al gobierno de Atanasio Aguirre. El mariscal Francisco Solano López, presidente de Paraguay, que desde años atrás veía un desequilibrio en el poder regional que afectaba a Paraguay, respondió el 30 de agosto con otro ultimátum. Advirtió que cualquier intervención brasileña en Uruguay sería motivo de guerra. A pesar de esto, Brasil invadió Uruguay el 12 de octubre de 1864. Como respuesta, Solano López declaró la guerra a Brasil y, en diciembre de ese año, ordenó la invasión de una provincia brasileña.
Después de esto, el gobierno paraguayo pidió a Argentina permiso para cruzar con tropas y así invadir una provincia brasileña. El presidente argentino Bartolomé Mitre rechazó el permiso, lo que llevó a Solano López a declarar la guerra a Argentina el 28 de marzo de 1865 e invadir una provincia argentina el 13 de abril. En respuesta, el 1 de mayo de 1865 se firmó en Buenos Aires el Tratado de la Triple Alianza entre Brasil, Argentina y Uruguay. Este acuerdo formalizó una unión que ya existía. En nombre del gobierno de Flores, firmó el acuerdo su ministro de relaciones exteriores.
Uruguay organizó un batallón de "voluntarios", reclutando a uno de cada diez integrantes de la Guardia Nacional y pidiendo a cada departamento 250 soldados. Así se formó un ejército de unos 5000 uruguayos. El 21 de junio de 1865, Venancio Flores partió al frente de sus tropas. El 17 de agosto de 1865, Flores y el ejército uruguayo tuvieron un papel destacado en la batalla de Yatay, que terminó con una importante victoria para las fuerzas de la Triple Alianza. En septiembre, las tropas aliadas ocuparon la ciudad de Uruguayana, donde se encontraron los tres jefes de los ejércitos aliados: Venancio Flores, Bartolomé Mitre y el emperador Pedro II.
El 2 de mayo de 1866, las fuerzas uruguayas participaron en el triunfo aliado en la batalla de Estero Bellaco, uno de los primeros combates en territorio paraguayo. Meses más tarde, el 12 de septiembre de 1866, se celebró la entrevista de Yataytí Corá entre Flores, Mitre y Solano López. Venancio Flores se retiró al inicio de la reunión, después de discutir con Solano López, quien lo acusó de ser responsable de la guerra. Pocos días después, el 22 de septiembre, tuvo lugar la batalla de Curupayty, una gran victoria paraguaya. Después de esto, Flores entregó el mando de los restos del ejército uruguayo y regresó a Montevideo en octubre de ese año. Casi cuatro años más tarde, el 1 de marzo de 1870, ya fallecido Venancio Flores, se produjo el combate de Cerro Corá, en el que murió Solano López, y poco después terminaron las hostilidades de la Guerra de la Triple Alianza.
Administración del gobierno provisional
El "gobierno provisorio" de Venancio Flores (1865-1868) se desarrolló en un buen momento económico. Hubo un aumento de la inmigración, interés de países europeos en comerciar con Sudamérica, y un crecimiento de las exportaciones de lana. El puerto de Montevideo se benefició del abastecimiento a las tropas brasileñas. Sin embargo, Flores estuvo fuera del país casi la mitad de su mandato, participando en la Guerra de la Triple Alianza. Durante su ausencia, varias iniciativas públicas fueron responsabilidad de diferentes ministros de su gobierno.
Infraestructura y desarrollo
Durante este período, hubo un gran avance en la construcción y modernización de infraestructuras en Uruguay. Se construyeron edificios importantes como la sede de la Sociedad Bolsa Montevideana y la Administración Nacional de Correos. También se mejoraron calles y caminos en Montevideo y en el interior del país. Se nombró Plaza General Flores a un espacio donde, décadas más tarde, se construiría el Palacio Legislativo. Además, se instaló un sistema de alumbrado público en Montevideo y se inauguró el primer monumento público de la capital, la Estatua de la Paz.
En cuanto a las concesiones e inversiones, se hizo la primera conexión telegráfica entre Montevideo y Buenos Aires. Se inauguró la primera línea de tranvías tirados por caballos. También se dieron las primeras autorizaciones para construir líneas de ferrocarril con capitales nacionales, que luego pasaron a inversores británicos. En la ciudad de Fray Bentos, se instaló una importante fábrica de carne.
Además, comenzaron a formarse los primeros movimientos de organización laboral en Uruguay. En 1865 se fundó la Unión de Tipógrafos, una sociedad de ayuda mutua. En 1870, esta sociedad dio origen al primer sindicato uruguayo. En el ámbito legal, se aprobaron dos códigos importantes: el Código de Comercio en 1865 y el Código Civil en 1866.
Economía y finanzas
En el aspecto financiero, poco después de asumir el gobierno provisional, se anuló un decreto que había declarado que los billetes de dos bancos no podían ser cambiados por oro o plata. Este decreto también había exigido préstamos forzosos a estos bancos.
Posteriormente, el 23 de marzo de 1865, se aprobó una ley que permitió la instalación de nuevas entidades financieras sin permiso del Parlamento, siempre que cumplieran ciertas condiciones. Esto favoreció la expansión del sistema de banca libre en Uruguay. Como resultado, durante el gobierno de Flores surgieron varios bancos nuevos: en 1865 el Banco Montevideano, en 1866 el Banco Navia y el Banco Italiano, y en 1867 el Banco Oriental.
En junio de 1866, llegó a Montevideo la noticia de una crisis financiera en Inglaterra, lo que provocó una corrida bancaria en el Banco de Mauá. Esto llevó al gobierno a declarar que los billetes no podían ser cambiados por oro o plata hasta diciembre de ese año. Entre 1866 y 1867, impulsados por un gran aumento en el valor de las propiedades, algunos bancos, especialmente el de Mauá, dieron muchos créditos, lo que llevó a una burbuja especulativa. A fines de 1867, el Banco de Mauá obtuvo del gobierno una nueva declaración de inconvertibilidad por seis meses. Bajo este sistema, el Banco Mauá expandió aún más el crédito. Esta situación contribuyó a una fuerte crisis financiera en la posterior presidencia de Lorenzo Batlle.
Ámbito político
En el ámbito político, después de regresar de la Guerra de la Triple Alianza en octubre de 1866, Venancio Flores se reunió con varios líderes políticos. Se decidió posponer por un año más las elecciones de representantes. Este decreto de aplazamiento generó una creciente oposición y provocó diferentes movimientos revolucionarios en su contra.
A mediados de 1867, la policía descubrió un plan para hacer volar un edificio importante. La responsabilidad del complot se atribuyó a un antiguo capitán de Flores que se había vuelto opositor. Varios militares sospechosos fueron arrestados, aunque luego fueron liberados por falta de pruebas.
El 27 de noviembre de 1867 se realizaron las elecciones de representantes sin la participación de la oposición, ganando el Partido Colorado Popular que apoyaba a Flores. En diciembre, en un evento, un militar cercano a Flores declaró que si Flores no era elegido presidente, se levantaría contra cualquier elección. Paralelamente, otro de los hijos de Flores defendía en la prensa que su padre debía seguir en el poder.
El 6 de febrero de 1868, dos de los hijos de Venancio Flores iniciaron un movimiento armado para forzar la candidatura presidencial de su padre. Lograron tomar algunos edificios importantes, pero ante la falta de apoyo popular, se rindieron. Venancio Flores ordenó dar de baja a sus hijos y los desterró del país. Al mismo tiempo, otro líder militar atacó la ciudad de Salto, pero fue repelido. Finalmente, en un contexto de problemas bancarios y una epidemia de cólera, Venancio Flores dejó el poder el 15 de febrero de 1868. Entregó el gobierno al presidente del Senado, el banquero Pedro Varela, hasta la elección de un nuevo presidente prevista para el 1 de marzo.
«Orgulloso y satisfecho de mi obra, yo me retiro al hogar doméstico: al entrar en él, no voy dominado por el temor de que algún remordimiento pueda venir a turbar esas horas solitarias de reposo que son el pobre consuelo del hombre público cuando se aleja del mando, porque como lo sabéis, compatriotas, la dictadura no se ha manchado con una sola gota de sangre, no ha hecho derramar una sola lágrima, no ha perseguido a nadie, ni ha establecido la prepotencia de los unos en perjuicio del abatimiento de los otros. Para mí todos eran orientales. Como a tales los he tratado, estableciendo el ejercicio de esa justicia distributiva que hace imposibles los resentimientos que engendra la cólera y que produce el contento que ocasiona la satisfacción de todos».
(Manifiesto de Venancio Flores publicado al entregar el gobierno, 15 de febrero de 1868).
Fallecimiento de Venancio Flores y Bernardo Berro
Desde enero de 1867, los blancos de Montevideo comenzaron a planear un levantamiento contra el gobierno de Venancio Flores. El expresidente Bernardo P. Berro redactó el plan. A pesar de esto, Flores conocía gran parte de estos preparativos e incluso se reunió con Berro. Flores ordenó a varios de sus oficiales vigilar de cerca los movimientos de los blancos y de otro líder militar.
Finalmente, el 19 de febrero de 1868, un grupo de 25 hombres armados, liderados por Berro, tomó un edificio importante. El presidente interino Pedro Varela logró escapar. Al mismo tiempo, otro grupo intentó asaltar un cuartel, pero la guarnición rechazó el ataque. Berro proclamó el levantamiento, pero pronto tuvo que retirarse. Fue detenido y llevado como prisionero a otro edificio.
A las dos y media de la tarde, tras recibir la noticia del ataque, Flores salió en carruaje con sus invitados. Al llegar a una calle, un grupo de hombres lo emboscó y abrió fuego contra el vehículo. El conductor y uno de los caballos perdieron la vida. Flores respondió con su revólver. Sus tres acompañantes lograron escapar, pero Flores, al intentar salir por otra puerta que estaba atascada, quedó atrapado. Al lograr abrir un espacio y deslizarse, los atacantes lo hirieron gravemente. Flores, herido de muerte, quedó tendido en la vereda, donde recibió ayuda de un sacerdote francés que pasaba por el lugar. Sus acompañantes resultaron heridos, aunque no de gravedad.
El cuerpo de Flores fue llevado a un edificio, donde minutos más tarde llegó Berro, acusado de haber instigado el ataque. Pocas horas después, Berro fue ejecutado en represalia. Las versiones difieren sobre quién lo hizo. Posteriormente, las autoridades hicieron pasear el cuerpo de Berro en un carro por las calles de Montevideo.
El fallecimiento de Flores desató una ola de violencia en todo el país. El gobierno culpó a los "blancos de Quinteros". Un comercio desde donde habían partido los atacantes de Flores fue saqueado, y su propietario y asistente perdieron la vida. Se extendió el rumor de que los blancos envenenaban el agua, responsabilizándolos por una epidemia de cólera en Montevideo. Desde la capital se ordenó a los jefes políticos que fueran con sus hombres a la ciudad. Un líder militar, al recibir la noticia, ordenó la ejecución de dos jefes blancos locales. En solo dos días, se estimó que unas 500 personas perdieron la vida, la mayoría blancos.
El gobierno tomó medidas para controlar la situación, como declarar el estado de sitio. La prensa de Buenos Aires, sin embargo, difundió la versión de que el ataque no había sido obra de los blancos, sino de los mismos conspiradores que habían intentado un ataque anterior. La viuda de Flores acusó públicamente a otros líderes militares como responsables del crimen de su esposo. Poco después, las Cámaras legislativas aprobaron una pensión mensual para la viuda.
En el ámbito político, el 1 de marzo, la Asamblea General estaba dividida entre varios candidatos a la presidencia. Sin embargo, de forma inesperada, el general Lorenzo Batlle, ministro de Venancio Flores, fue elegido.
Mientras tanto, el cuerpo de Flores permaneció más de un mes en un edificio, desde el 19 de febrero hasta el 30 de marzo, cuando fue trasladado a la Catedral de Montevideo. Se rumoreaba que, debido al estado del cuerpo, solo se había conservado la cabeza, que se colocó sobre una figura vestida con uniforme militar para su exhibición pública. Después de varios días expuesto, los restos de Flores fueron sepultados en una capilla de la Catedral.
Departamento de Flores

Durante el período conocido como el "Militarismo" en Uruguay, el gobierno del militar Máximo Santos (presidente entre 1882 y 1886) aprobó el 30 de diciembre de 1885 la Ley N.º 1854. Esta ley creó el departamento de Flores a partir de una sección del departamento de San José. Con esta medida, Flores se convirtió en el último departamento en crearse en el país. La iniciativa formó parte de los planes de Santos para asegurar su reelección.
El 23 de diciembre de 1885, Santos presentó al Parlamento la solicitud de los vecinos de la villa de Trinidad para establecer su propio departamento. Se decidió nombrar al nuevo departamento Flores, en memoria de Venancio Flores. La ley se promulgó el 30 de diciembre y estableció a Trinidad como capital departamental.

Inmediatamente se nombró a un jefe político y de policía para el nuevo departamento. El 27 de enero de 1886 se formó la primera Junta Económico-Administrativa. En las elecciones de principios de ese año, se eligieron diputados, y el general Máximo Santos fue designado por unanimidad como senador por el departamento de Flores.
Finalizado el período presidencial de Santos, el 1 de marzo de 1886, la Asamblea General eligió como nuevo presidente a un amigo personal de Santos. Poco después, Santos asumió su banca en el Senado, y el presidente de esa Cámara renunció, siendo elegido Santos como su sucesor. El 24 de mayo de 1886, el presidente renunció, y las funciones del Poder Ejecutivo volvieron a quedar en manos de Máximo Santos, esta vez como presidente del Senado. Sin embargo, Santos también renunció meses más tarde, después de sobrevivir a un ataque que casi le cuesta la vida.
Flores en la cultura popular
En el cine, en 1982 se estrenó la película Mataron a Venancio Flores. La obra recrea los sucesos de febrero de 1868, centrados en el fallecimiento de Venancio Flores y Bernardo Prudencio Berro, pero enfocándose en los eventos posteriores.
En la música, Venancio Flores es mencionado en la canción partidaria colorada Clavel Colorado.
En el ámbito literario, en 2021 el escritor Fernando Klein publicó Mataron a Flores: Intriga y poder en los albores del Uruguay moderno. Esta novela, con rigor histórico y ritmo de misterio, reconstruye el día del 19 de febrero de 1868, cuando perdieron la vida dos expresidentes: Venancio Flores y Bernardo Prudencio Berro. Además, Venancio Flores ha aparecido en varias novelas del escritor Diego Fischer, como El precio de una traición (2023) y Qué poco vale la vida (2021). La escritora Mercedes Vigil publicó en 2008 la novela Tiempos modernos: tras la huella de Venancio Flores, centrada en la figura de Flores.
Véase también
Predecesor: Tomás Villalba |
![]() Presidente de facto de Uruguay Gobernador Provisorio 1865-1868 |
Sucesor: Pedro Varela |
Predecesor: Triunvirato de Gobierno de 1853¹ |
![]() Presidente Constitucional de Uruguay 1854-1855 |
Sucesor: Manuel Basilio Bustamante |
Predecesor: Juan Francisco Giró |
![]() Miembro del Triunvirato de Gobierno de 1853 1853-1854 |
Sucesor: Él mismo como presidente constitucional |