Castillo de Montearagón para niños
Datos para niños Castillo de Montearagón |
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Localización | ||
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Quicena | |
Datos generales | ||
Categoría | Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento | |
Declaración | Resolución: 03/06/1931 Publicación: 04/06/1931 | |
Construcción | Siglo XI - Siglo XII | |
Estilo | Románico | |

El Castillo de Montearagón se encuentra en Quicena, Huesca, en la cima de un monte. Fue construido como una fortaleza y también albergó una iglesia y un monasterio real. Fue fundado por el rey Sancho Ramírez de Aragón en estilo románico. Este lugar fue su residencia y donde se reunían las cortes hasta su muerte.
La abadía, llamada abadía de Jesús de Nazaret de Montearagón, siguió la regla de San Agustín. Fue uno de los monasterios más importantes de la Edad Media. En el siglo XII, tenía control sobre 104 iglesias y villas. Sus monjes incluso participaban en las cortes del Reino de Aragón.
La función militar del castillo terminó después de la toma de Huesca. Sin embargo, la abadía continuó funcionando por unos 750 años. Este castillo-monasterio fue clave en los inicios de la Casa Real de Aragón. Cerca de él, el rey Sancho I también fundó una villa para sus soldados, que hoy está en ruinas. El castillo fue declarado Monumento Nacional en 1931.
Contenido
- ¿Dónde se encuentra el Castillo de Montearagón hoy?
- ¿Qué reyes fueron enterrados en Montearagón?
- Historia del Castillo de Montearagón
- Privilegios y donaciones de reyes posteriores
- Eventos en los siglos XIV y XV
- Edad Moderna
- Cambios en el siglo XVI
- La desamortización de 1835
- Abades de Montearagón
- Arquitectura del Castillo
- Galería de imágenes
¿Dónde se encuentra el Castillo de Montearagón hoy?
El castillo está en el municipio de Quicena, en la provincia de Huesca. Fue declarado Monumento Nacional en 1931.
Actualmente, se puede ver su silueta desde lejos. Se distinguen la torre albarrana (una torre defensiva), la torre del homenaje (la torre principal) y parte de la muralla. Desde el castillo se tiene una vista increíble de la Hoya de Huesca, la sierra de Guara y el Salto de Roldán, con los Pirineos de fondo.
Hoy en día, se busca una nueva utilidad para los restos de la fortaleza. Esto es importante para que la restauración del monumento sea efectiva.
¿Qué reyes fueron enterrados en Montearagón?
En este castillo-monasterio fueron enterrados varios reyes de Aragón.
- El rey Sancho Ramírez de Aragón, quien fundó el castillo, murió en 1094 durante el asedio de Huesca. Sus restos fueron trasladados en 1095 a San Juan de la Peña.
- Alfonso I de Aragón el Batallador, rey de Aragón y Navarra, murió en 1134. Fue enterrado aquí, pero sus restos se llevaron a la Iglesia de San Pedro el Viejo en Huesca en 1843. Esto ocurrió por cambios en las leyes del siglo XIX que afectaron a los monasterios.
- El infante Fernando, hijo del rey Alfonso II de Aragón y de Sancha de Castilla, también fue enterrado aquí. Él fue abad de Montearagón y falleció alrededor de 1250.
Historia del Castillo de Montearagón

Orígenes y monasterios de Aragón
El Monasterio de San Pedro de Siresa, en Aragón, es uno de los monasterios más antiguos de la región. Se cree que fue construido alrededor del año 836.
Fue fundado por el conde carolingio Galindo Aznar. Desde este monasterio se difundió la cultura cristiana en el Aragón primitivo. En el siglo XI, el rey Sancho Ramírez de Aragón estableció allí la Orden de Canónigos Regulares de San Agustín, llegando a tener unos cien monjes.
Los reyes Sancho I Ramírez y Pedro I de Aragón
Antes de construir el Castillo de Montearagón, el rey Sancho Ramírez de Aragón había reconstruido castillos como Marcuello, Loarre y Alquézar. Desde estas fortalezas, Sancho I planeó atacar a los musulmanes de la Taifa de Zaragoza para tomar la ciudad de Huesca.

El rey eligió estratégicamente el lugar de Montearagón para preparar la reconquista de Huesca, una ciudad con muchas torres defensivas.
Construcción y donaciones al Castillo Abadía Real
En mayo de 1086, el rey Sancho comenzó a construir el Castillo de Montearagón. Dentro de él, se edificó la iglesia de Jesús Nazareno y viviendas para los soldados.
Como primera donación, el rey Sancho y su hijo D. Pedro entregaron el lugar de Quicena a la iglesia, excepto dos propiedades. También asignaron impuestos de la nueva villa que se fundaría en el monte.
La villa de Montearagón fue creada por el rey para alojar a sus tropas y existió hasta el siglo XV. La construcción del castillo y la iglesia-abadía terminó a principios de 1089. Ese año, el rey trasladó a los canónigos de San Agustín desde otras iglesias.
El rey donó a la abadía todas las capillas reales de Aragón y Navarra. El Papa Urbano II confirmó estas donaciones y puso la abadía bajo la jurisdicción directa de Roma.
Grandes beneficios para la Abadía de Montearagón
En 1093, cuatro años después de terminar las obras, el rey Sancho I y su heredero D. Pedro I concedieron a la abadía el «privilegio magno». Este documento confirmaba las iglesias existentes y añadía las nuevas que se construyeran en 61 pueblos (38 en Aragón y 23 en Navarra), con todos sus derechos e ingresos.
Además, en Aragón, la abadía recibió una parte de las cosechas reales y de todo lo que el rey poseía entre los ríos Gállego y Alcanadre. Esto incluía unos 180 lugares. También se permitió que el ganado del monasterio pastara en todos los montes del rey.
En Navarra, se le dio la villa y el castillo de Arrada, con sus tierras e ingresos. También una parte de los impuestos de las salinas y de los judíos de Estella. El privilegio fue firmado por los reyes Sancho y Pedro, y por obispos de Aragón y Pamplona.
Donaciones por la conquista de Huesca
El castillo fue la residencia del rey y su corte hasta su muerte. Sancho murió en 1094 por una flecha durante el asedio de Huesca y fue enterrado allí. Huesca fue finalmente reconquistada en 1096 por Pedro I de Aragón en la Batalla de Alcoraz. Después de esto, el rey Pedro I hizo más donaciones a la abadía.
Antes de la conquista, se había prometido a la abadía la mezquita principal de Huesca. Sin embargo, el día de la toma de Huesca, el obispo de Huesca quería la mezquita para convertirla en catedral. Se llegó a un acuerdo: el rey Pedro I entregó la mezquita al obispo. Para compensar a la abadía, el rey le cedió la iglesia de San Pedro el Viejo.
Reducción de propiedades tras la conquista de Huesca
Después de la conquista de Huesca, el obispo de la ciudad quería las propiedades entre los ríos Gállego y Alcanadre que pertenecían a Montearagón. En 1102, el rey Pedro I decidió que los derechos se dividieran por igual entre Montearagón y Huesca. Así, de los más de 180 lugares que tenía la abadía, le quedaron 92.
Cincuenta y cuatro iglesias de las villas
- Fornillos
- Barluenga
- Castilsabas
- Loporzano
- Loharre
- Bolea
- Ayerbe
- Lopiñen
- La Almunia
- Robres
- Petraselz (Piracés)
- Bespen
- Labata
- Arbaniés
- Siétamo
- Santa Eulalia
- Gibluco (Chibluco)
- Sieso
- Albalat (Albalatillo)
- Salillas (cerca de Sesa)
- Novales
- Argavieso
- Alcalá
- Liesa
- Sipán
- Sarsa
- Castellón
- Loscertales
- Aguas
- Casvas
- Junzano
- Blequa
- Marcén
- Callen
- Alvero de suso (Alvero alto)
- Torres de Almuniente
- Barbués
- Las Casas
- Orrios (Huerrios)
- Alarre
- Loret (Convento de Agustinos descalzos)
- Banastás
- Sabayés
- Lierta
- Quinzano
- Asquedas
- Tabiernas
- Alcubierre
- Sariñena
- Lalueza
- Poliñino
- Montmesa
- Tierz
- Angüés
Diez iglesias de los castillos con monte propio
- Ponpien de suso
- Nisano
- Becha
- Otura
- Torresecas
- Campiés
- Torriellos
- Artasona
- Arrosel
- Corbinos
Veintiocho iglesias de las pardinas despobladas
- Vallarías (pardina que vuelve a poblarse)
- Ariño
- Olivito
- Citrana
- Almalech
- Salillas (cerca de Velillas)
- Tuvo
- Sodeto
- Puy Vicient
- Ponpien de yuso
- Culbiert
- Arasenes
- Labarsa
- Sexto
- Garbadola
- Campiello de Sexto
- Orillena
- Forniellos (monte de Almudévar)
- Avarías
- Baivienz
- Collarata
- Carrofeito
- Villanova
- Curbe
- Almunia de Abderramam
- Almunia de García Fortuniones
- Almunia de Calvasoriz
- Almunia de Abincennon.
Estas iglesias, con todos sus derechos, fueron reasignadas a Montearagón. El obispo de Huesca mantuvo el derecho de consagrar iglesias y ordenar clérigos. Esta decisión fue confirmada por varios Papas.
Compensaciones por las pérdidas en Huesca
Para compensar las pérdidas, el rey Pedro I hizo nuevas donaciones a la abadía. En 1097, dio el lugar de Ipiés y la Almunia de la Reina, cerca de Sariñena. En 1099, entregó la villa de Quicena y la torre de Frumiyena. En 1101, concedió casas en Bolea y un permiso para pescar en los ríos Arga, Aragón y Ebro.
Privilegios y donaciones de reyes posteriores
Alfonso II de Aragón y la donación del castillo y villa de Montearagón
El rey Alfonso II de Aragón también realizó donaciones importantes al castillo y la villa de Montearagón.
Eventos en los siglos XIV y XV
Juan I de Aragón y el conflicto legal
Durante el reinado de Juan I de Aragón, hubo un conflicto legal sobre la jurisdicción de Montearagón en 27 pueblos. Aunque en muchos de ellos ya compartía derechos con la corona de Aragón.
Los lugares en disputa eran:
Fornillos Quicena Loporzano Santa Eulalia la Mayor Castilsabás Villanueva de Sigena Isarre Antefruenzo La Almunia de Santa Eulalia Sipán Arbaniés Castejón de Arbaniés Fanlo Aveniella Ipiés Barluenga Chibluco Sagarillo Samper de Espitolar San Julián Angüés Poleñino Tierz La Almunia de la Reina Marcén Biscarrués Montmesa
El rey resolvió el conflicto vendiendo a la abadía, en agosto de 1391, los derechos que tenía sobre la justicia civil y criminal de estos pueblos. La venta se hizo por mil florines de oro.
Fernando I de Aragón y la revuelta de Jaime II de Urgel
En 1413, durante la Revuelta del conde de Urgel, tropas atacaron los alrededores de Huesca y tomaron el castillo de Montearagón. Sin embargo, fue recuperado por Fernando I de Aragón.
Fernando I concedió tres privilegios en 1414. Confirmó los derechos anteriores, dio protección real y ratificó la libertad de impuestos para los habitantes de la Azuza.
Incendio de la iglesia en 1477
La noche del 14 de septiembre de 1477, un incendio destruyó el altar, el coro, el órgano, libros y parte de las reliquias de la iglesia. El retablo mayor, hecho de pinturas sobre tablas, también se quemó, pero la imagen central de Jesús Nazareno se salvó. Un nuevo retablo de alabastro se terminó en 1495. Se cree que fue obra de Damian Forment.
Edad Moderna
Cambios en el siglo XVI
La primera separación de Montearagón fue el priorato de Sariñena en 1546. Sus ingresos se destinaron a la iglesia de esa villa.
Felipe II y la gran separación en 1571
Los monjes de San Agustín vivieron en la abadía por casi cinco siglos. En 1571, el Papa Pío V, a petición de Felipe II, realizó una gran separación de propiedades. En 1572, se creó la nueva diócesis de Jaca, separada de la Diócesis de Huesca. También se restableció el obispado de Barbastro en 1573. Esto significó que muchas propiedades y derechos del monasterio de Montearagón se usaron para dotar a estos nuevos obispados.
Por estas razones, el monasterio estuvo sin abad durante unos trece años (1574-1587) y sin canónigos por unos veintiséis años. Felipe II se encargó de la abadía hasta que se restableció en 1598.
Reanudación en 1598 tras la reforma
Después de la separación, las propiedades restantes se reorganizaron. Se nombró un nuevo abad, Marco Antonio Reves, en 1587, y los primeros canónigos llegaron en 1598. La abadía de Montearagón siempre siguió la regla de San Agustín.
Ingresos y cargos en el siglo XVI

En esta época, los ingresos de la abadía eran muy altos. La iglesia y el monasterio tenían un abad y cuatro cargos importantes: enfermero, limosnero, sacristán y chantre. También había seis priores con títulos de sus prioratos anexos, como Sariñena, Bolea y Funes. Además, había un prior del claustro, que se encargaba de la economía y el orden, y un preboste que administraba los ingresos comunes. La iglesia también contaba con varios capellanes y una capilla de músicos.
La desamortización de 1835
Después de siete siglos, la desamortización de 1835 marcó el fin del monasterio. Fue afectado por decisiones políticas y sufrió un gran incendio. Algunas obras de arte, como el retablo mayor de Gil Morlanes el Viejo, se salvaron y se llevaron al Museo de Huesca y al Museo Diocesano de Huesca.
El Castillo de Montearagón fue vendido por una cantidad muy baja. El comprador se llevó los objetos de valor y luego prendió fuego al castillo, dejando solo ruinas.
Abades de Montearagón
- 1089–1097: Simón
- 1097–1118: Ximeno o Eximino
- 1119–1169: Fortún o Fortunio
- 1170–1204: Berenguer de Narbona o Berengario, (hijo del príncipe Ramón Berenguer).
- 1204–1204: Frontancio
- 1205–1249: Fernando de Aragón, hijo del rey Alfonso II y de la reina Sancha.
- 1252–1258: Sanxo o Sancho de Orradre
- 1258–1284: Joan Garcés de Oris
- 1284–1306: Ximeno o Eximino Pérez de Gurrea
- 1306–1317: Pero López de Luna
- 1317–1320: Juan de Aragón
- 1320–1323: Ramón de Aviñón o Aniñon
- 1323–1327: Bernat de la Avellana
- 1327–1353: Ximeno o Eximino López de Gurrea
- 1353–1359: Pero López o Pedro Lope de Gurrea
- 1359–1391: Ramón de Sellan
- 1391–1395: Mafiano d'Alaman o Macian Alaman
- 1395–1420: Johan Martínez de Murillo
- 1420–1445: Sanxo de Murillo
- 1445–1462: Carlos d'Urries
- 1462–1464: Pedro Santangel
- 1464–1473: Juan de Aragón
- 1473–1490: Juan de Revolledo
- 1492–1520: Alonso de Aragón
- 1520–1527: Alonso de So, Castro y Pinós
- 1528–1532: Pedro Jordan de Urriés
- 1532–1534: Juan de Quintana
- 1536–1546: Juan de Urrea
- 1547–1552: Alonso de Aragón
- 1554–1572: Pedro de Luna
- 1573–1574: Pedro Vitales, (trece años sin abad).
- 1587–1598: Marco Antonio Reves, (reanuda tras la reforma).
- 1600–1614: Juan López
- 1615–1630: Martín Carrillo
- 1631–1648: Jaime Ximenez de Ayerve
- 1648–1662: Francisco Rodrigo
- 1662–1665: Pantaleón Palacio
- 1666–1678: Felipe Pomar y Cerdan
- 1680–1708: Joseph Panzano
- 1712–1731: Pedro Cayetano Nolibós
- 1732–1746: Francisco Gamboa y Tamayo
- 1747–1764: Francisco Herrero
- 1765–1791: Miguel Asin
- 1792–1814: Joseph Castillón
- 1815-1837: Juan María González
Arquitectura del Castillo
La muralla del castillo está hecha de piedras fuertes. Tenía unos 30 metros de altura y entre 2 y 3 metros de grosor. Contaba con diez torres de piedra. Dentro del castillo, hay otra torre que servía de campanario. Una segunda muralla, más gruesa, rodeaba todo el edificio, actuando como una defensa adicional y ayudando a mantener la estabilidad del monte. Entre ambas murallas había espacio suficiente para que pasaran varias personas. Dentro de la muralla principal, había dos cisternas (aljibes), claustros y la iglesia, el palacio del abad y las casas de los canónigos y sirvientes.