Historia de Miranda de Ebro para niños
La historia de Miranda de Ebro (España) se divide en tres grandes etapas. La primera va desde la prehistoria hasta el siglo XI, cuando diferentes pueblos vivieron en la zona. En 1099, el rey Alfonso VI de León le dio a Miranda un fuero para ayudar a que más gente se mudara allí. La segunda etapa, del siglo XI al siglo XIX, vio a Miranda de Ebro crecer como un lugar importante por su ubicación estratégica, con la construcción de edificios clave. La tercera etapa, que comienza en el siglo XIX con la llegada del ferrocarril, transformó a Miranda de Ebro de un pueblo agrícola en una ciudad industrial, con mucho comercio, fábricas y un gran aumento de su población.
Contenido
- Orígenes de Miranda de Ebro: Prehistoria y Antigüedad
- Miranda en la Edad Media: Un punto estratégico (Siglos V a XV)
- Miranda en la Edad Moderna: Siglos XVI a XVIII
- Miranda en la Edad Contemporánea: Siglos XIX y XX
- Miranda en la actualidad: Siglo XXI
- Cronograma
- Véase también
Orígenes de Miranda de Ebro: Prehistoria y Antigüedad
En los alrededores de Miranda de Ebro se han encontrado muchos restos antiguos que muestran que hubo gente viviendo allí desde el Neolítico (la Edad de Piedra Nueva). Por ejemplo, en la cueva de Vallojera, cerca de Ameyugo, se hallaron herramientas de piedra y hueso. De la Edad del Bronce se han encontrado pocas cosas, solo algunas cerámicas en Pancorbo.
Al final de la Edad de Hierro, un pueblo llamado los autrigones vivía en esta zona. Se cree que su ciudad, Deóbriga, estaba muy cerca de Miranda de Ebro, en un cerro donde se unen los ríos Ebro y Zadorra.
La influencia romana en Miranda de Ebro
La zona de Miranda estuvo habitada por los autrigones hasta que llegó el Imperio romano entre el siglo I a. C. y el siglo II d. C.. Los romanos dividieron Hispania en provincias, y Miranda quedó en la provincia Tarraconense.
Los autrigones vivían en lugares naturales protegidos y fortificados. Plinio el Viejo mencionó diez de sus ciudades más importantes, incluyendo Deóbriga. Parece que los romanos aprovecharon las construcciones de Deóbriga, aunque destruyeron parte de la ciudad original. En 1970 se descubrió una necrópolis (un cementerio antiguo) y más tarde, entre 2004 y 2005, se confirmó la ubicación exacta de Deóbriga.
¿Cómo llegó la cultura romana a Miranda?

Se piensa que en el año 194 a. C., el cónsul romano Porcio Catón comenzó a extender la cultura romana por el valle del Ebro hasta Miranda. Los autrigones aceptaron el dominio romano sin que se registraran grandes batallas.
Una de las primeras consecuencias de la llegada romana fue el uso de la moneda. También construyeron la calzada romana Ab Asturica Burdigalam (que iba de Astorga a Burdeos), conocida como Iter XXXIV. Esta calzada cruzaba el Ebro cerca de Deóbriga. Había también caminos más pequeños que conectaban Miranda de Ebro con otros lugares cercanos.
Entre los siglos III y IV, la economía rural creció mucho, y la gente se mudó a villas agrícolas. Un ejemplo es Cabriana, donde se han encontrado restos de una de estas villas. El control romano disminuyó hasta el siglo V, cuando el Imperio romano cayó con la llegada de los pueblos germánicos.
En los años posteriores a la caída del Imperio Romano, hubo muchos ermitaños en la zona de Miranda, que vivían en cuevas y lugares apartados en los montes.
Miranda en la Edad Media: Un punto estratégico (Siglos V a XV)
La Edad Media fue clave para que Miranda de Ebro se convirtiera en un lugar importante para el comercio y la estrategia. Su ubicación cerca del desfiladero de Pancorbo y el fuero que le dio el rey Alfonso VI de León en 1099, ayudaron mucho a su desarrollo.
La evolución política antes de la llegada musulmana (400-711)
Se sabe poco de la zona de Miranda entre la caída del Imperio romano y la llegada de los musulmanes a la península ibérica. Se cree que la situación política de Miranda era similar a la del resto del territorio. En el año 409, varios pueblos germánicos (vándalos, suevos y alanos) entraron en la península. Luego, los visigodos llegaron como aliados de Roma y derrotaron a algunos de ellos.
En el año 476, los visigodos ya estaban asentados en la península. El rey visigodo Leovigildo atacó a los cántabros y vascones, y para proteger la zona, creó una barrera al norte de Miranda con soldados visigodos. Miranda pasó a formar parte del Ducado de Cantabria en la época visigoda.
La evolución política después de la llegada musulmana (711-1000)
En el año 711, los musulmanes llegaron a la península ibérica. Musa ibn Nusair avanzó por el valle del Ebro, y Miranda fue ocupada alrededor del año 714.
La Crónica Albeldense menciona una expedición del rey Alfonso I de Asturias en el año 757 por la ribera del Ebro. En este relato se nombra a Miranda como una de las localidades destruidas. Esta es la primera vez que el nombre de Miranda aparece en un documento histórico. El objetivo de esta expedición era crear una zona sin población para proteger el Reino de Asturias.
El origen del nombre "Miranda" no es seguro. Algunos creen que viene del celta, y otros del latín, significando "la que hay que admirar". El "de Ebro" se refiere a su ubicación junto al río.
Durante los dos siglos siguientes, la zona de Miranda fue escenario de batallas entre cristianos y musulmanes. Miranda quedó casi sin habitantes en los siglos IX y X. Estaba en una zona al sur de la primitiva Castilla, y era un punto clave para defender un valle protegido por pasos como Pancorbo. La comarca sufrió muchos ataques hasta el siglo IX, cuando comenzó a repoblarse con campesinos y religiosos.
En el año 804, el obispo Juan de Valpuesta incluyó a Miranda en su diócesis, creando monasterios en la zona.
En el año 932, Fernán González unió los condados del este de León, y Miranda formaba parte del Condado de Lantarón. Este conde tuvo conflictos con el reino de Navarra por el control de Álava. El gobierno de Fernán González fue muy importante para unir y organizar Castilla.
La evolución política después de la Reconquista (1000-1500)
En 1012, el conde castellano Sancho García concedió un fuero a la villa de Nave de Albura. Este documento daba derechos a sus habitantes y mencionaba que el río Ebro era navegable en esa zona.
Después de Sancho García, su hijo García Sánchez de Castilla fue conde hasta su asesinato en 1028. Entonces, el rey de Navarra, Sancho Garcés III de Pamplona, tomó el control del Condado de Castilla. A su muerte en 1035, Miranda de Ebro pasó a ser parte de Navarra. Sin embargo, en 1076, tras el asesinato de Sancho Garcés IV de Navarra, Miranda de Ebro pasó al Reino de Castilla bajo el rey Alfonso VI de León. Para asegurar su poder, Alfonso VI concedió a Miranda su famoso fuero en 1099.
El 27 de noviembre de 1254, el rey Alfonso X el Sabio concedió a Miranda la feria de mayo, lo que impulsó el comercio. Más tarde, en 1332, Alfonso XI de Castilla añadió la feria del Ángel.
Miranda cambió de manos varias veces en el siglo XII. Fue conquistada por Alfonso I de Aragón en 1116, volvió a Castilla en 1134, y luego pasó a Navarra en 1163. Finalmente, en 1177, el Laudo arbitral del rey Enrique II de Inglaterra devolvió Miranda a Castilla.
El 6 de agosto de 1296, Miranda se unió a la Hermandad de Haro con otras poblaciones para proteger sus intereses comunes.
A principios del siglo XIV, Miranda estuvo bajo el control de la Familia Haro por un tiempo, pero en 1312, el rey Fernando IV de Castilla prometió que la villa siempre estaría bajo la protección real.
Durante los siglos XIV y XV, Miranda de Ebro pasó por diferentes manos debido a conflictos, como las disputas entre Pedro I de Castilla y Enrique II de Castilla. Formó parte de la Hermandad de Álava en 1463, pero en 1493 volvió a depender del señorío de Burgos, situación que se mantuvo por mucho tiempo.
Miranda tuvo una de las comunidades judías más antiguas de Castilla. El fuero les daba los mismos derechos que a cristianos y musulmanes. En 1492, cuando los judíos fueron expulsados de España por el Edicto de Granada, vendieron su sinagoga, que se convirtió en iglesia.
El Fuero de Miranda de Ebro
El fuero de Miranda de Ebro, otorgado por el rey Alfonso VI de León en 1099 (o por Alfonso VIII de Castilla en 1177), fue muy importante para la vida de la localidad y sus habitantes durante muchos siglos.
Este fuero era parecido al de Logroño, con algunas normas iguales y otras exclusivas para Miranda. Era válido tanto para los habitantes de entonces como para los que llegaran después, incluyendo a hispanos, francos, musulmanes y judíos.
¿Cómo era la ciudad en la Edad Media?
Al principio de la Edad Media, Miranda de Ebro era un pequeño pueblo al pie del cerro de La Picota. Las excavaciones confirman que el pueblo ya existía en el siglo VIII. A medida que creció, se construyó un puente que llevó a la creación de un nuevo barrio en la orilla izquierda del Ebro, aunque más pequeño que el original. La ciudad también tenía una muralla con siete puertas. El barrio más antiguo, a la derecha, se llamó Aquende, y el nuevo, a la izquierda, Allende.
Hasta el siglo XIII, el obispo de Calahorra se encargaba del puente. Después, el ayuntamiento se hizo cargo de su mantenimiento. El puente tenía siete arcos y una torre para cobrar el peaje. Era estrecho y con forma de lomo, como muchos puentes medievales.
Las iglesias eran importantes en la Miranda medieval. El fuero menciona dos iglesias: San Martín en Aquende y San Nicolás en Allende (hoy llamada Espíritu Santo). En Aquende había otras iglesias que fueron destruidas. La expansión de la ciudad hizo necesaria la construcción de la iglesia de San Juan Bautista, junto a una gran plaza donde se celebraba el mercado y estaba la casa del ayuntamiento.
En 1358, se pidió permiso para construir el castillo de Miranda en el cerro de La Picota, donde antes estaba una iglesia. Las obras comenzaron en 1449.
Miranda tenía un mercado semanal los miércoles y ferias anuales, como la de mayo (desde 1254) y la del Ángel (desde 1332), que impulsaban el comercio.
Miranda en la Edad Moderna: Siglos XVI a XVIII
Conflictos con Burgos y el escudo de la ciudad (1500-1800)
La política de Miranda de Ebro en la Edad Moderna estuvo marcada por los conflictos con la ciudad de Burgos. Aunque Miranda era una villa realenga (dependía directamente del rey), las elecciones de sus gobernantes debían ser confirmadas por Burgos.
Durante el siglo XVI, Miranda intentó liberarse del control de Burgos. En 1529, la villa pidió al rey que no fuera Burgos quien nombrara a su corregidor. La tensión aumentó en el siglo XVII, ya que Burgos se refería a Miranda como "nuestros vasallos", lo que no gustaba en Miranda.
En 1646, Miranda intentó unirse a la provincia de Álava para escapar del control de Burgos, pero no lo logró y las relaciones empeoraron. La Corona tuvo que intervenir en 1703, proponiendo que Miranda comprara su jurisdicción a Burgos, pero la venta nunca se realizó. Así, Miranda siguió bajo el control de Burgos durante todo el siglo XVIII.
El escudo de Miranda de Ebro
Un hecho importante del siglo XVI fue que el rey Carlos I de España le dio a Miranda su escudo de armas el 4 de septiembre de 1535. El escudo muestra un puente sobre el río Ebro, con un castillo y dos águilas que parecen protegerlo.
Curiosamente, las representaciones del escudo en la ciudad no siempre coinciden con la descripción original. Por ejemplo, los escudos del Ayuntamiento o del puente Carlos III muestran un puente con dos torres y un águila de dos cabezas, que era el símbolo de la dinastía de Carlos I.
A finales del siglo XX, el escudo fue modernizado, manteniendo las formas originales del puente, el castillo y el águila.
La bandera de Miranda de Ebro
La bandera de Miranda de Ebro se instituyó oficialmente el 24 de marzo de 1626. Es una bandera sencilla de color rojo carmesí con el escudo tradicional de la villa en el centro.
La Ilustración y los viajeros ilustres (1700-1800)

El siglo XVIII fue la época de la Ilustración, con grandes cambios económicos, políticos y sociales. Miranda de Ebro estaba en el camino real hacia Francia, y su puente era un punto de cobro de peajes.
Muchas personas importantes pasaron por Miranda: Margarita de Saboya falleció en la Casa de los Urbina en 1655; Felipe IV de España también se hospedó en la ciudad; Napoleón Bonaparte la visitó en 1812, y el rey Fernando VII de España en 1828.
Otro evento importante fue el 22 de julio de 1795, cuando las tropas francesas invadieron la villa. Los mirandeses impidieron que cruzaran el río Ebro, lo que contribuyó a la firma de la Paz de Basilea.
¿Cómo era la ciudad en la Edad Moderna?
Entre los siglos XVI y XVIII, Miranda de Ebro tuvo un gran desarrollo artístico y arquitectónico. La villa seguía amurallada, aunque las defensas ya tenían problemas de mantenimiento. A principios del siglo XVI, se empezó a construir la iglesia de Santa María de Altamira en el barrio de Aquende, con estilo Renacimiento. También se construyó el convento de San Francisco (hoy Convento de los Sagrados Corazones).
En 1581, se construyó una torre en el puente que albergaba el ayuntamiento y una carnicería. El puente estaba en mal estado. Más tarde, se añadió otra torre que servía de cárcel. Todas estas construcciones hacían que el puente pareciera un castillo sobre el agua.
A mediados del siglo XVII, se construyó la plaza del Rey (hoy plaza de España), que era más pequeña que la actual y se usaba para fiestas y corridas de toros. Alrededor de la plaza se construyeron edificios importantes como la Casa de las Cadenas (1580-1600), la Casa de los Urbina (1540) y la casa consistorial (1788).
Una gran riada en junio de 1775 destruyó el puente y otros edificios. Miranda necesitaba un nuevo puente, y el arquitecto Francisco Alejo de Aranguren fue el encargado de construirlo. Las obras comenzaron ese mismo año y el puente, llamado puente de Carlos III, se inauguró en 1780. En la entrada de Allende se colocaron dos leones esculpidos por Juan Antonio de Moraza en 1787.
En general, la villa mantuvo un diseño de calles largas y estrechas, con edificios de tres o cuatro plantas. La piedra se usaba principalmente en las plantas bajas y fachadas.
Miranda en la Edad Contemporánea: Siglos XIX y XX

El siglo XIX: Guerras y ferrocarril
El siglo XIX fue un periodo de varias guerras. La guerra de la Independencia española (1808-1814) afectó a Miranda. Se sabe que hubo tropas francesas en la villa y que José Bonaparte firmó un decreto en el castillo mirandés.
Días antes de la Batalla de Vitoria, José Bonaparte estableció su cuartel general en Miranda de Ebro.
Otra guerra que afectó a la villa fue la primera guerra carlista (1833-1840). Miranda de Ebro fue base de los soldados isabelinos. Un momento clave fue el asesinato del General Rafael Ceballos Escalera en la Casa de las Cadenas en 1837.
Durante la tercera guerra carlista (1872-1876), Miranda de Ebro fue de nuevo un punto estratégico para los liberales. Fue la última batalla en la que participó el castillo de Miranda antes de ser desmantelado. En esta contienda, Concepción Arenal organizó un hospital de la Cruz Roja en la ciudad.
En cuanto a la administración, en 1822 se decretó una nueva división territorial y Miranda pasó a formar parte de la provincia de Álava, aunque esto no llegó a ser efectivo. En 1833, volvió a la provincia de Burgos, donde sigue hasta hoy.
El desarrollo cultural también avanzó. En 1880, la congregación de los Sagrados Corazones abrió uno de los colegios más importantes del norte de España. También se empezaron a editar periódicos locales.
El 27 de febrero de 1891, la reina regente María Cristina de Habsburgo Lorena concedió el título de primer marqués de Miranda de Ebro.
La llegada del ferrocarril
A mediados del siglo, comenzaron las obras del ferrocarril, lo que impulsó la economía de la ciudad. Miranda de Ebro se convirtió en un importante nudo de comunicaciones ferroviarias desde 1860. La llegada del tren marcó el inicio de la industrialización y el crecimiento de la ciudad.
Las instalaciones ferroviarias daban trabajo a 300 personas a finales del siglo XIX, la misma población que tenía Miranda 150 años antes. La importancia del ferrocarril fue tal que un analista de la época, Teodoro Sáez, dijo que Miranda le debía su vida activa al tren.
La estación de tren de Miranda fue inaugurada en 1862, siendo una de las más antiguas de España. Fue diseñada por el ingeniero inglés Charles Blacker Vignoles.
El siglo XX: Crecimiento y cambios
Miranda se convierte en ciudad (1900-1931)
Miranda comenzó el nuevo siglo con un título importante. El 7 de julio de 1907, el rey Alfonso XIII de España le concedió el título de ciudad. Esta distinción se debió al gran crecimiento que había tenido la villa gracias al ferrocarril.
El 27 de abril de 1915, el mismo rey otorgó al ayuntamiento el tratamiento de Excelencia, reconociendo el desarrollo de su agricultura, industria y comercio.
La Cámara de Comercio e Industria de Miranda de Ebro se estableció en 1910. A pesar del progreso, hubo momentos difíciles, como una huelga general de trabajadores ferroviarios en 1917, que afectó mucho a la ciudad.
La Segunda República (1931-1936)
En las elecciones del 12 de abril de 1931, la unión republicano-socialista ganó en la ciudad. El 18 de abril de 1931, se formó el nuevo ayuntamiento con Antonio Caballero Cuzzani como alcalde. El gobierno municipal siguió los cambios políticos nacionales.
La Guerra Civil y el Franquismo (1936-1975)
Las elecciones de febrero de 1936 las ganó el Frente Popular. En mayo, la tensión era alta, y hubo incidentes como la quema de banderas. El 24 de mayo de 1936, el alcalde Emiliano Bajo Iglesias fue atacado, lo que provocó una huelga general y el incendio de la iglesia del Espíritu Santo.
La noche del 18 de julio de 1936, tras el golpe de Estado, una multitud incendió el convento de la Magdalena y la iglesia de Santa María, perdiéndose mucho patrimonio artístico.
La mañana del 19 de julio de 1936 fue muy violenta. La Guardia Civil y la de Asalto tomaron la ciudad tras un tiroteo en el puente de Carlos III. Miranda de Ebro quedó bajo el control del bando sublevado.
Los miembros del ayuntamiento republicano intentaron proteger la ciudad, pero fueron perseguidos y capturados. El 18 de septiembre de 1936, el alcalde Emiliano Bajo Iglesias y otros concejales fueron ejecutados en Burgos.
Dos meses después, la aviación republicana bombardeó la zona de la estación de tren, aunque los daños fueron mínimos.
Se calcula que más de 1500 personas murieron en Miranda de Ebro y la comarca durante la guerra. La ciudad estuvo en la retaguardia del Frente Norte, y algunos edificios fueron usados por los militares.
También hubo presencia de alemanes e italianos en la ciudad. El Balneario de Fuentecaliente se convirtió en una Academia Militar.
Después de la guerra, Miranda vivió cuarenta años de dictadura franquista, de forma similar al resto del país. En los años 50, el gobierno impulsó la creación de empleo con grandes empresas como FEFASA.
El campo de internamiento
Aunque la mayoría de la provincia de Burgos apoyó a los sublevados, Miranda de Ebro se mantuvo leal a la República. Esto hizo que la llegada de las tropas franquistas fuera más violenta. Además de un campo de internamiento, se establecieron otros servicios militares.
La gran cantidad de prisioneros republicanos en el norte de España llevó a la creación de un campo de internamiento en un terreno de 42.000 m² cerca de las vías del tren y el río Bayas. La construcción fue forzada para los ciudadanos de Miranda. El campo estuvo activo en solo dos meses, pero sus condiciones eran muy malas. Permaneció abierto hasta 1947, siendo el último en cerrarse en España.
La democracia (1975-2000)
En 1979 se celebraron las primeras elecciones democráticas después de la Transición española. El primer alcalde fue José Luis Anuncibay Fuentes del Partido Socialista Obrero Español. Julián Simón Romanillos, del mismo partido, fue alcalde durante 14 años.
Periodo | Nombre | Partido |
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1979-1983 | José Luis Anuncibay Fuentes | PSOE |
1983-1987 | Julián Simón Romanillos | PSOE |
1987-1991 | Julián Simón Romanillos | PSOE |
1991-1995 | Julián Simón Romanillos | PSOE |
1995-1999 | Agustín Carlos Marina Meneses | Partido Popular |
1999-2003 | Pablo Nieva Muga (hasta 2002) / Julián S.Romanillos | Partido Popular / PSOE |
2003-2007 | Fernando Campo Crespo | PSOE |
2007-2011 | Fernando Campo Crespo | PSOE |
2011-2015 | Fernando Campo Crespo | PSOE |
2015-2019 | Aitana Hernando Ruiz | PSOE |
2019- | Aitana Hernando Ruiz | PSOE |
Desde 1992, la ciudad está hermanada con la ciudad francesa de Vierzon. Gracias a este hermanamiento, Miranda recibió el trofeo Estrella de Oro de Europa en 1994. En 1999, se celebró el IX Centenario del Fuero de Miranda con la presencia de la infanta doña Cristina.
¿Cómo cambió la ciudad en los siglos XIX y XX?
Desde 1903, Miranda de Ebro cuenta con un ensanche (una ampliación urbana) diseñado por Federico Keller, con calles organizadas en cuadrícula, similar al de Barcelona. En 1912, el presupuesto del ayuntamiento aumentó mucho, lo que permitió construir nuevas infraestructuras: alcantarillado, asfaltado de calles, un matadero, un parque y otras mejoras que hicieron de Miranda una ciudad bien equipada.
En 1908 se inauguró la plaza de toros, construida con piedras del castillo desmantelado. Otros lugares de entretenimiento fueron el Teatro Apolo, inaugurado en 1921, y el cine Novedades en 1922.
Durante la República, Miranda obtuvo un centro de Higiene Rural, un Instituto Técnico, la plaza de Abastos y otras infraestructuras. Todo esto, junto con la industria, hizo que Miranda fuera un lugar importante para buscar empleo.
Los últimos 25 años del siglo XX estuvieron marcados por el desvío de la línea de tren que dividía la ciudad. En 1987, el último tren pasó por el centro, y en el lugar de las vías se construyó una avenida moderna llamada Ronda del Ferrocarril. El nuevo trazado del tren pasa por un túnel bajo el cerro de La Picota. También se construyeron un polideportivo y una casa municipal de cultura.
La industrialización en el siglo XX

El desarrollo industrial de Miranda de Ebro comenzó en 1862 con la llegada del ferrocarril, lo que provocó un gran aumento de población. En 1925, una fábrica azucarera impulsó la economía rural. Quince años después de la guerra civil, Miranda de Ebro dio el salto definitivo a la industrialización.
En 1948, se instaló la empresa Fabricación Española de Fibras Artificiales, S. A. (FEFASA), que empezó a producir papel. Cuando se construyó su chimenea principal (1947-1948), era el edificio industrial más alto del país.
El 25 de marzo de 1972, la Empresa Nacional de Celulosa (ENCE) absorbió a FEFASA. Gracias a esta fábrica, miles de mirandeses consiguieron trabajo, y la población de Miranda de Ebro creció mucho en las décadas de 1950 y 1960.
Muchas otras empresas se instalaron en la ciudad gracias a FEFASA. En 1981, se construyó el polígono industrial de Bayas para pequeñas y medianas empresas. La falta de suelo industrial a finales del siglo XX provocó un descenso de población.
Miranda en la actualidad: Siglo XXI
El siglo XXI comenzó con un gobierno local de derecha, pero la primera década terminó con un gobierno de izquierda. La política local de Miranda de Ebro en los primeros años del siglo XXI se caracterizó por la tensión entre el gobierno y la oposición.
Un aspecto negativo de la primera década ocurrió en junio de 2007, cuando el nombre de la ciudad apareció en los medios por un supuesto estudio que la catalogaba como la segunda ciudad con mayor consumo de una sustancia en el mundo. Tras gestiones del Ayuntamiento y el Ministerio de Exteriores, la organización que publicó el estudio desmintió la afirmación.
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Según los datos del INE de 2011, Miranda de Ebro tenía 38.930 habitantes. Después de un descenso en los años 90, la población ha vuelto a crecer gracias a la llegada de personas de otras zonas y al aumento de la población inmigrante. Sin embargo, la alta tasa de desempleo por la crisis de 2008-2010 causó un ligero descenso.
La entrada de algunos países en la Unión Europea ha provocado un aumento significativo de la población en los últimos años. Según el ayuntamiento, Miranda de Ebro superó los 40.000 habitantes en marzo de 2008.
En el nuevo siglo, la preocupación por el cambio climático también llegó a Miranda. En noviembre de 2007, se realizó una consulta popular donde la mayoría de los ciudadanos votó en contra de la instalación de dos centrales eléctricas cerca de la ciudad, por el impacto ambiental que podrían tener.
En octubre de 2008, se celebró un congreso en Miranda de Ebro sobre la importancia de los Cartularios de Valpuesta, donde se argumentó que el origen del castellano se encuentra en esos documentos.
La Crisis económica de 2008-2011 afectó mucho a la ciudad, ya que su economía se basaba en la industria. El desempleo alcanzó cifras muy altas, y muchas empresas tuvieron que cerrar o reducir su actividad.
El 6 de octubre de 2010, los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, visitaron la ciudad e inauguraron el parque empresarial de Ircio, considerado una gran apuesta industrial para la región.
El 12 de diciembre de 2024, Miranda de Ebro firmó un hermanamiento con la ciudad de Beit Sahour en Palestina.
¿Cómo es la ciudad en el siglo XXI?
El nuevo siglo trajo un nuevo enfoque en la construcción de la ciudad. A diferencia del ensanche tradicional, las nuevas ampliaciones de Miranda de Ebro incluyen muchas plazas públicas, parques y zonas verdes, así como nuevos servicios. También se peatonalizaron algunas de las principales avenidas del centro.
Una de las construcciones clave del siglo XXI será el primer museo de la ciudad, que se espera que comience en 2009. El museo contará la historia de Miranda y albergará el archivo histórico. Se ubicará en la Casa de Don Lope, un edificio antiguo al que se unirá otro moderno de color rojo. Otro edificio importante será el Hangar de las Artes, un centro para jóvenes talentos artísticos.
Fue muy importante ampliar el suelo industrial para el crecimiento económico de la ciudad. En 2010, se inauguró el parque empresarial de Ircio Actividades, uno de los más grandes de Castilla y León. Miranda se ha posicionado como un centro logístico importante a nivel nacional, con plataformas de grandes empresas y la creación del puerto seco TCM (Terminal de Contenedores Miranda).
Cronograma
