Historia de Filipinas para niños
La historia de Filipinas es un viaje fascinante que comenzó hace muchísimo tiempo, ¡al menos 709.000 años! Esto lo sabemos gracias al descubrimiento de herramientas de piedra y restos de animales que muestran la actividad de los primeros humanos. Una especie antigua de humanos, llamada Homo luzonensis, vivió en la isla de Luzón hace unos 67.000 años. Los restos más antiguos de humanos modernos se encontraron en las Cuevas de Tabon en Palawan, y tienen unos 47.000 años.
Se cree que los primeros habitantes del archipiélago llegaron desde África. Alrededor del año 13.000 a. C., llegaron los pueblos austroasiáticos, que se movían por una gran masa de tierra llamada Sondalandia, de la cual Filipinas es un resto. Al mismo tiempo, hubo una expansión de los pueblos papúes. Hacia el año 3000 a. C., después de que el hielo se derritiera, marineros austronesios, que son la mayoría de la población actual, emigraron desde Taiwán. También hubo una pequeña inmigración desde el sur de Asia alrededor del año 1 d. C.
Con el tiempo, estos grupos formaron asentamientos y comunidades con diferentes formas de organización. Algunos de estos lugares, especialmente los que estaban cerca de grandes ríos, crecieron tanto que se consideran los primeros estados. Entre ellos estaban los antecesores de ciudades modernas como Manila, Tondo, Pangasinan, Cebú, Panay, Bohol, Butuan, Cotabato, Lanao, Zamboanga y Sulu, así como Ma-i. Estos estados recibieron influencia del hinduismo y el budismo, que llegaron desde el sudeste asiático, y del islam, que vino de Arabia. También tuvieron contacto con China. Estos reinos marítimos comerciaban con lo que hoy conocemos como China, India, Japón, Tailandia, Vietnam, Arabia Saudita e Indonesia. Los asentamientos más pequeños, llamados barangay, a menudo se aliaban con los estados más grandes.
La primera vez que los europeos llegaron a Filipinas fue con la expedición de Fernando de Magallanes, que desembarcó en la isla de Homonhon el 17 de marzo de 1521. Magallanes murió en una batalla contra el ejército de Lapulapu, un jefe de Mactán. La colonización española comenzó con la llegada de la expedición de Miguel López de Legazpi el 13 de febrero de 1565 desde México. Él estableció el primer asentamiento permanente en Cebú. Gran parte del archipiélago quedó bajo el control español, formando la primera estructura política unificada conocida como Filipinas. Durante el dominio español, se introdujo el cristianismo, un nuevo sistema de leyes y la universidad moderna más antigua de Asia. Filipinas fue gobernada desde el Virreinato de Nueva España en México, y luego directamente por España.
El dominio español terminó en 1898 con la derrota de España en la Guerra hispano-estadounidense. Filipinas se convirtió entonces en un territorio de los Estados Unidos. Las fuerzas estadounidenses detuvieron una revolución liderada por Emilio Aguinaldo. Estados Unidos estableció un gobierno para Filipinas. En 1907, se creó una Asamblea Filipina elegida por el pueblo. Estados Unidos prometió la independencia, y en 1935 se estableció la Mancomunidad Filipina como un paso intermedio de 10 años antes de la independencia total. Sin embargo, en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, Japón ocupó Filipinas. El ejército estadounidense venció a los japoneses en 1945. Finalmente, el Tratado de Manila en 1946 estableció la República Filipina independiente.
Contenido
- Primeros Tiempos de Filipinas
- El Imperio Español en Filipinas
- De la Revolución Filipina a la Independencia
- La Independencia de Filipinas
- El Gobierno de Manuel Roxas (1946-1948)
- El Gobierno de Elpidio Quirino (1948-1953)
- El Gobierno de Ramon Magsaysay (1953-1957)
- El Gobierno de Carlos P. García (1957-1961)
- El Gobierno de Diosdado Macapagal (1961-1965)
- El Gobierno de Ferdinand Marcos (1965–1986)
- El Gobierno de Corazón Aquino (1986-1992)
- El Gobierno de Fidel V. Ramos (1992-1998)
- El Gobierno de Joseph Estrada (1998-2001)
- El Gobierno de Gloria Macapagal-Arroyo (2001-2010)
- El Gobierno de Benigno Aquino III (2010-2016)
- El Gobierno de Rodrigo Duterte (2016-2022)
- Situación Actual de Filipinas
- Galería de imágenes
- Véase también
Primeros Tiempos de Filipinas
¿Cómo llegaron los primeros habitantes a Filipinas?
Se cree que los primeros humanos llegaron a las islas hace al menos 30.000 años, posiblemente a través de puentes de tierra que conectaban las islas con el continente asiático. Los descubrimientos arqueológicos sugieren que los ati, un grupo de negritos, se establecieron en las islas hace más de 5.000 años. Más tarde, fueron en gran parte desplazados por los austronesios, que llegaron de la isla de Formosa (Taiwán). Cuando los españoles llegaron, los austronesios eran la mayoría y hablaban diferentes lenguas filipinas. Estudios genéticos indican que, además de los negritos y austronesios, también llegaron a Filipinas pueblos austroasiáticos, papúes y del sur de Asia (India).
Los Primeros Reinos y Comunidades (900-1589)

En la historia temprana de Filipinas, el barangay era una unidad social y política importante. Los historiadores creen que era la forma de organización principal entre los diferentes pueblos del archipiélago. La palabra barangay significa literalmente "casa" o "barco". Aunque se les llama "estados Barangay", no se sabe exactamente cómo se gobernaban todos. Algunos barangays eran aldeas independientes de treinta a cien hogares. Otros eran ciudades más grandes, parecidas a las ciudades-estado de la Antigua Grecia.
Es importante no confundir este uso antiguo de la palabra con el uso actual de "Barangay", que la administración filipina usa para referirse a los barrios de las ciudades.
Registros Antiguos de Otros Países
Según fuentes de China, la gente del reino de Langkasuka (actual Tailandia) usaba ropa de algodón hecha en Luzón entre los años 516 y 520 d. C. Un historiador británico, citando a un cronista árabe, escribió que a principios del año 800, los reinos de Muja (luego Brunéi) y Mayd (Panay o Ma-i) lucharon contra el Imperio chino. Los estudiosos indios medievales también se referían a Filipinas como "Panyupayana" (Las tierras rodeadas de agua).
Las Tumbas de Kamhantik
Las tumbas de Kamhantik son ruinas (de 280 hectáreas) de un antiguo barangay (pequeños reinos de la Filipinas precolonial) que se encuentran en la provincia de Quezon, al sur de la isla de Luzón. Son quince tumbas que fueron excavadas por arqueólogos del Museo Nacional de las Filipinas en 2011. Se construyeron entre los años 890 y 1030 d. C. y, además de ser un lugar de entierro, parece que también fue un área habitada. Aunque se descubrieron oficialmente en 2011, los habitantes de la zona y los buscadores de tesoros ya las conocían y habían saqueado gran parte de su contenido. Hoy en día, la gente local cree que las tumbas de Kamhantik fueron construidas por sus antepasados tagalos con la ayuda de seres mitológicos llamados anitos, enviados por Bathala, la deidad suprema de los antiguos tagalos.
El Kedatuan de Madja-as
La Confederación o Kedatuan de Madja-as fue una entidad política legendaria en la isla de Panay en Filipinas antes de la llegada de los españoles. Se menciona en un libro llamado Maragtas. Se dice que fue creada por Datu Sumakwel para gobernar sobre otros datus de Panay. Personajes y lugares de este libro, como Rajah Makatunaw y Madj-as, también aparecen en registros chinos y manuscritos árabes.
El Asedio de Madja-as a Brunéi
Según un fraile agustino, Datu Macatunao o Rajah Makatunaw era el "sultán de los Moros" y pariente de Datu Puti, quien se apoderó de las propiedades de diez datus. Dos guerreros de Borneo, Labaodungon y Paybare, al enterarse de esta injusticia, navegaron a Odtojan en Borneo, donde gobernaba Makatunaw. Saquearon la ciudad, mataron a Makatunaw y su familia, recuperaron las propiedades robadas, esclavizaron a la población restante y regresaron a Panay.
Influencia de la India en Filipinas

Entre los siglos I y VI, el Sudeste Asiático recibió una gran influencia cultural de la India. Esto llevó al surgimiento de muchos principados y estados con costumbres y creencias indias. El hinduismo y el budismo tuvieron un gran impacto en las civilizaciones del sudeste asiático, dando una estructura a sus tradiciones escritas. Un factor clave para la difusión de estas religiones fue el comercio entre los siglos III y IV. Monjes budistas y sacerdotes hindúes viajaban con los comerciantes para compartir sus valores y creencias.
Alrededor del siglo XII, un grupo de personas del norte de Mindanao se asentó en las islas cercanas de Bohol y Panglao. Venían de una nación llamada Lutao (posiblemente un reino animista que luego se convertiría en la Confederación de sultanatos de Lanao). Establecieron el Kedatuan de Dapitan en el oeste de Bohol, que pronto se hizo muy próspero gracias al comercio con áreas cercanas y comerciantes chinos. Un jesuita escribió que Dapitan era una nación rica y la llamó la "Venecia de las Visayas".
Las Escrituras Suyat
Suyat es un nombre moderno para varias escrituras usadas por diferentes grupos de Filipinas antes de la colonización española en el siglo XVI. Entre ellas están la escritura Baybayin, Kulitana, Eskayana, Hanunuo y Buhid.
La inscripción sobre cobre de Laguna (ver abajo) está escrita en alfabeto Kawi, que se originó en Java y se usaba en la región indomalaya para el comercio marítimo. Más tarde, entre los siglos XIII y XIV, esta escritura se adaptó al idioma tagalo y se conoció como escritura Baybayin. La palabra baybayin significa "sílabas" y es parte de la familia de alfabetos bráhmicos. Se encontraron ejemplos de Baybayin en objetos de cerámica en Batangas. Aunque se piensa que Baybayin reemplazó a Kawi, muchos historiadores creen que coexistieron; el Baybayin, que fue descrito por los cronistas españoles, era más fácil de aprender y de uso diario. El Kawi probablemente se reservaba para documentos oficiales.
Aunque Kawi fue reemplazado por el alfabeto latino, Baybayin siguió usándose durante la colonización española hasta finales del siglo XIX. Otras escrituras similares que aún se usan entre los pueblos indígenas son Hanunóo, Buhid y Tagbanwa.
La Inscripción de Laguna
La inscripción sobre cobre de Laguna, o LCI, es un documento legal grabado en una placa de cobre en el año 900 d. C. en Filipinas. La fecha exacta está escrita en ella.
Fue adquirida en 1990 por el Museo Nacional de las Filipinas y descifrada por Antoon Postma en 1992. Postma encontró que la inscripción era similar a la escritura indonesia Kawi. La traducción de Postma reveló que la placa tenía su fecha: el año 822 del calendario Saka, el mes Waisaka y el cuarto día después de la luna menguante, lo que corresponde al lunes 21 de abril de 900 d. C.
El LCI muestra la existencia de varias formas de gobierno en la Filipinas prehispánica, especialmente el Reino de Tondó en el delta del río Pasig. Algunos estudiosos sugieren que también indica lazos comerciales, culturales y políticos entre estos reinos y, al menos, una civilización asiática de la época: el reino javanés de Medang.
El Rajanato de Cebú
Cebú, o Sugbu, era un estado con influencia india en la isla de Cebú antes de la llegada de los españoles. En los registros chinos antiguos se le conocía como la nación de Sokbu. Según la tradición oral, fue fundado por Sri Lumay o Rajamuda Lumaya, un príncipe menor de la dinastía Chola de la India que ocupó Sumatra. Fue enviado por el Maharajá de la India para establecer una base, pero se rebeló y creó su propio estado. La capital se llamaba Singhapala, que significa "Ciudad del León" en tamil-sánscrito, como la moderna Singapur.
El Rajanato de Butuan
Butuan (también llamado Reino de Butuan) fue un estado filipino precolonial en el norte de la isla de Mindanao, en la actual ciudad de Butuan. Era famoso por su extracción de oro, sus productos de oro y su gran red comercial. El reino comerciaba con antiguas civilizaciones de Japón, China, India, Indonesia, Persia, Camboya y Tailandia.
Hay pruebas de que Butuan tuvo contacto con la dinastía Song de China al menos en el año 1001 d. C. Los registros chinos describen a Butuan como un reino hindú con una monarquía budista. El jefe (o "rey") de Butuan, llamado Kiling, envió un mensajero a la corte imperial china.
El Rajanato de Sanmalan
Sanmalan fue un estado filipino precolonial en lo que hoy es Zamboanga, mencionado en los registros chinos como "Sanmalan". Los chinos registraron un tributo de su rey, Chulan, en el año 982. Más tarde, en 1225, se le conoció como Shahuagong y se describió como un estado de piratas que capturaban personas para venderlas.
Cuando llegaron los españoles, Sanmalan se convirtió en un protectorado, que antes estaba bajo el Sultanato de Sulu. Bajo el dominio español, Sanmalan recibió inmigrantes militares de México y Perú. Después de una rebelión contra España, el estado que reemplazó a Sanmalan fue la República de Zamboanga, que duró poco tiempo.
Guerra contra el Imperio de Majapahit
En los años 1300, los registros chinos informaron que Brunéi invadió o administró los reinos filipinos de Butuan, Sulu y Ma-i (Mindoro), que luego recuperaron su independencia. Según el Nagarakretagama, el Imperio Majapahit invadió Sulu en 1365. Sin embargo, en 1369, los Sulus se rebelaron y recuperaron su independencia. En venganza, atacaron el Imperio Majapahit y su provincia de Brunéi, saqueando tesoros y oro.
Influencia China en Filipinas
Ma-i
El contacto más antiguo sugerido entre China y Filipinas es el año 982. Gracias a los registros imperiales chinos, se sabe de la existencia de Ma-i, un estado que desapareció alrededor del año 1300 y que se cree que estaba en la isla de Mindoro. Aunque se sabe poco más de este estado, comerciaba con Cantón (Guangzhou) y Quanzhou, según los relatos de Ma Duanlin.
Sandao
Sandao, también conocido como Sanyu, era una nación filipina prehispánica registrada en los anales chinos como una nación que ocupaba las islas de Jamayan (actual Calamian), Balaoyou (actual Palawan) y Pulihuan (cerca de la actual Manila). En un diccionario geográfico chino de 1225, se describió como un estado vasallo de la nación más poderosa de Ma-i, centrada en la cercana Mindoro.
Pulilu
Pulilu era una entidad política prehispánica en Polillo, Quezon, mencionada en un diccionario geográfico chino de 1225. Se describe como conectada políticamente con la nación de Sandao en las Calamianes, que a su vez era un estado vasallo del país más grande de Ma-i en Mindoro. Se decía que su gente era guerrera y propensa a los conflictos. La principal exportación de esta pequeña entidad política eran los corales raros.
Siquijor
La isla de Siquijor, en aquella época llamada Katagusan, también tuvo una importante relación comercial con China. Se han encontrado pruebas arqueológicas como cerámicas y otros objetos chinos. También se importaron y desarrollaron en el reino de Katagusan el arte de la curación tradicional y el sistema de creencias chino. Cuando llegaron los españoles, el gobernante de la isla era el rey Kihod. De hecho, el nombre de la isla viene de cuando el Rey se presentó a los españoles diciendo "Si Kihod" ("soy Kihod"). Los españoles creyeron erróneamente que hablaba de la isla, por lo que adoptaron el nombre de Sikihod, que más tarde se convirtió en Siquijor.
Caboloan (Pangasinán)
Luyag na Caboloan (conocido como Feng-chia-hsi-lan en China) o Huangdon de Pangasinán fue un reino en el norte de Filipinas, en la cuenca del río Agno. Era un estado que pagaba tributo a la dinastía Ming de China y tenía su capital en Binalatongan (actual San Carlos de Binalatongan). Fue fundado alrededor de 1350 por la mítica princesa guerrera Urduja. Fue capturado brevemente por el corsario Limahon y un año después, en 1576, fue conquistado por los españoles.
Probablemente se hablaban las lenguas pangasinenses. Las religiones principales eran el hinduismo y el budismo, además de creencias animistas.
Ataques de Visayan contra China
En el siglo XIII, el historiador chino Chao Ju-Kua mencionó ataques de "Pi-sho-ye" en las ciudades portuarias del sur de China entre 1174 y 1190 d. C. Historiadores posteriores identificaron a estos atacantes como bisayanos.
La Llegada del Islam
En 1380, el islam llegó a Filipinas con Makhdum Karim, el primer misionero musulmán. Los contactos posteriores con predicadores árabes, malayos y javaneses ayudaron a expandir la fe islámica entre los filipinos, y surgieron varios sultanatos, que eran reinos que seguían la fe islámica. Más tarde, bajo la colonización española, el cristianismo se volvió la religión principal, excepto en el sur.
El Sultanato de Maguindanao
A principios del siglo XVI, llegó a las islas Mohammed Kabungsuwan de Johor, y en 1515 fundó el Sultanato de Maguindanao, expandiendo el islam por la isla de Mindanao, que antes era principalmente hindú. Maguindanao fue el territorio que más tiempo resistió la colonización española, desapareciendo definitivamente en 1888, trescientos veinticinco años después.
El Sultanato de Joló
El sultanato más importante fue el Sultanato de Joló, establecido en 1450 por Sharif ul-Hāshim en el pequeño archipiélago de Joló. Este sultanato abarcó partes de Indonesia, Malasia y Filipinas. La familia real de este sultanato afirmaba ser descendiente de Mahoma.
Los Sultanatos de Lanao
Los Sultanatos de Lanao en Mindanao, Filipinas, fueron fundados en el siglo XVI gracias a la influencia de Shariff Kabungsuan, quien fue el primer Sultán de Maguindanao en 1520. Los Maranao de Lanao ya conocían el sistema de sultanato cuando el Islam fue introducido en la zona por misioneros y comerciantes musulmanes de Oriente Medio, India y Malasia.
A diferencia de Sulu y Maguindanao, el sistema del Sultanato en Lanao estaba muy descentralizado. La zona se dividió en Cuatro Estados Soberanos de Lanao, compuestos por varias casas reales con jurisdicciones territoriales específicas.
El Sultanato de Brunéi y el Reino de Manila
Alrededor del año 1500, el Sultanato de Brunéi, bajo el sultán Bolkiah, atacó el Reino de Tondó y fundó una ciudad con el nombre malayo de Kota Selurong o Kota Seludong, que se convirtió en la capital del Reino de Manila, un estado aliado de Brunéi. Más tarde, Selurong se convertiría en parte de la ciudad de Maynila, ubicada en la orilla opuesta del río Pasig. Aunque los reyes de Tondó, la casa Lakandula, mantuvieron sus títulos, el poder político pasó a la casa Soliman, los reyes de Manila.
La Caída del Kedatuan de Dapitan
En 1667, el padre Francisco Combes mencionó en su Historia de Mindanao que en un momento, la gente de la isla de Panglao invadió Bohol y tomó el control económico y político. Los habitantes de Panglao consideraban a los antiguos pobladores de las islas como sus sirvientes debido a la guerra. El "reino" de Bohol prosperó bajo el reinado de los hermanos Datu Dailisan y Datu Pagbuaya, con lazos comerciales con países vecinos, especialmente con el Sultanato de Ternate.
Las relaciones entre el Sultanato de Ternate y Bohol se deterioraron cuando el sultán de Ternate se enteró de que sus enviados habían sido ejecutados por los jefes de Bohol. Así, en 1563, los ternatanos atacaron Bohol. Los habitantes de Bohol fueron tomados por sorpresa y no pudieron defenderse de los atacantes de Ternate, que tenían armas de fuego avanzadas, como mosquetes, que los boholanos veían por primera vez. Muchos boholanos murieron, incluido Datu Dailisan. Después del ataque, Datu Pagbuaya, el único jefe restante, decidió abandonar Bohol con los hombres libres, ya que consideraban la isla desafortunada. Se asentaron en la costa norte de Mindanao, donde establecieron el asentamiento de Dapitan.
Rivalidades entre Reinos
Durante este período, también hubo conflictos territoriales entre el Estado de Tondo y el estado de Maynila, aliado de Brunéi. Los reinos hindúes de Butuan y Cebú también sufrieron ataques y lucharon contra el Sultanato de Maguindanao. Al mismo tiempo, Datu Lapulapu de Mactan se rebeló contra Rajah Humabon de Cebú. La población era escasa debido a las frecuentes guerras entre reinos y a los desastres naturales como tifones y terremotos. Esta baja población y los muchos estados que competían por el territorio facilitaron la colonización española, permitiéndoles usar una estrategia de "divide y vencerás" para una conquista rápida.
Los Luzones: Comerciantes y Guerreros
El Papel de los Luzones en Asia
Los Luzones, que venían de la isla de Luzón, eran conocidos por sus actividades militares y comerciales en el sudeste asiático. Por ejemplo, ayudaron al rey birmano en su invasión de Siam en 1547. Al mismo tiempo, otros Luzones lucharon junto al rey siamés contra el mismo ejército birmano en la defensa de la capital siamesa, Ayuthaya. Su actividad llegó hasta Sri Lanka, donde se encontró cerámica hecha en Luzón. Un soldado portugués los consideró "los más belicosos y valientes" de la región.
Los Luzones y la Conquista Española
En el siglo XVI, los Luzones de Luzón, Filipinas, tenían redes comerciales y militares por todo el sur, sudeste y este de Asia. Trabajaron tanto para el lado otomano como para el portugués. Luzón estaba dividida entre pueblos islamizados y paganos (budistas, hindúes y animistas) que luchaban entre sí. Sin embargo, los Luzones encontraron empleo como funcionarios en toda la región. Por ejemplo, el príncipe de Manila, Rajah Ache, sirvió como almirante de la armada de Brunéi.
Los mercenarios de Luzón también participaron en un intento fallido de retomar Malaca de los portugueses en 1525. Sin embargo, los Luzones también trabajaron para la Malaca portuguesa, y uno de ellos, Regimo Diraja, fue nombrado gobernador y general en jefe, controlando el comercio en la región. La lealtad cambiante de los filipinos (Luzones) tuvo efectos en los intereses turcos en el Océano Índico, ya que Luzón finalmente se unió a la España controlada por los Habsburgo.
El Imperio Español en Filipinas
Los Primeros Contactos y la Conquista (1515-1589)
Los descubrimientos de Cristóbal Colón y Vasco de Gama asombraban al mundo. Portugueses y españoles competían por encontrar rutas a las islas Molucas para conseguir especias. Fernando de Magallanes propuso al rey de Portugal encontrar una ruta hacia el oeste, pero no fue escuchado. Entonces, acudió a Valladolid con el cosmógrafo Rui Faleiro, donde el rey Carlos I de España los recibió. Le explicaron cómo llegar a las Molucas por Occidente, a través de mares no reservados a los portugueses por el Tratado de Tordesillas.
El 22 de marzo de 1518, Carlos I nombró a Magallanes y Faleiro capitanes para buscar las Islas de la Especiería. El 10 de agosto de 1519, Magallanes zarpó de Sanlúcar de Barrameda con cinco naves y 234 hombres. Después de recorrer el Océano Pacífico, descubrieron dos hermosas islas habitadas, parte de las Marianas, donde obtuvieron agua y víveres.


La primera visita registrada por los europeos fue la de Fernando de Magallanes a la isla de Homonhon, al sudeste de Samar, el 16 de marzo de 1521. Magallanes, que viajaba bajo la bandera de España, murió en la batalla de Mactán al intervenir para apoyar al rajá Humabon de Cebú en un conflicto local.
La Conquista Española de los Reinos Filipinos (1565 - 1589)
Cuando los españoles llegaron a Filipinas, ya existían varios estados, algunos con más de seis siglos de antigüedad. El reino de Tondo se estableció en el siglo X, mientras que el rajanato de Cebú o la confederación de Madja-as datan del siglo XIII. El reino de Manila se había establecido hacia 1500.
Antes de la invasión, los reinos filipinos estaban divididos y tenían poca población debido a las constantes guerras y los desastres naturales. Esto facilitó la conquista. Los primeros asentamientos españoles permanentes en la isla de Cebú comenzaron con la expedición de Miguel López de Legazpi en 1565. Con solo cinco barcos y cuatrocientos hombres, y reforzado más tarde, pudo repeler a los portugueses y comenzar el dominio español de Filipinas, que duraría más de tres siglos. Su nieto, Juan de Salcedo, nacido en México, conquistó el norte de Luzón y aseguró la sumisión de sus pueblos a España.
López de Villalobos renombró las islas Filipinas en honor al Infante de España, el futuro Felipe II. Durante el dominio español, el archipiélago, que antes estaba formado por varios estados independientes, se unificó políticamente. Muchos de estos estados tenían el islam como religión principal y rutas comerciales que los conectaban con Asia y el mundo musulmán. Los españoles introdujeron sus leyes basadas en el derecho romano, la imprenta y el calendario gregoriano, que reemplazó al calendario musulmán en muchos estados.
La llegada de los españoles al archipiélago filipino detuvo la expansión gradual del islam hacia el norte. Cuando la expedición de Magallanes llegó en 1521, el islam estaba establecido en algunos lugares de Mindanao, Joló, en zonas tagalas de Luzón, en Palawan y en las islas Calamianes, aunque de forma no muy estricta. Con el envío de frailes agustinos a Cagayán de Oro, al norte de Mindanao, se detuvo el avance del islam en la zona. La Iglesia Católica incluso concedió privilegios a los habitantes de la isla para facilitar su conversión al cristianismo, como estar exentos de la jurisdicción del Tribunal de la Santa Inquisición y no tener que pagar diezmos.
El conflicto con los musulmanes se resolvió en 1645, cuando el sultán Kudarat y otros jefes de Mindanao cedieron parte de su territorio a los españoles y permitieron la labor de los misioneros. Los españoles, a su vez, reconocieron la autoridad de los líderes musulmanes.
Legazpi construyó un fuerte en Maynila e hizo propuestas de amistad a Lakan Dula, el líder de Tondo, quien aceptó. Sin embargo, el antiguo gobernante de Maynila, el rajá musulmán Rajah Sulayman, que era vasallo del sultán de Brunéi, se negó a someterse a Legazpi. Cuando Tarik Sulayman y una fuerza de guerreros atacaron a los españoles en la batalla de Bangkusay, fueron derrotados y Sulayman murió. Los españoles también destruyeron la ciudad amurallada de Cainta.
En 1578, estalló la Guerra de Castilla (Borneo) entre los españoles cristianos y los bruneanos musulmanes por el control del archipiélago filipino. Los bisayanos no musulmanes recién cristianizados de Madja-as y Cebú, junto con los de Butuan y los restos de Dapitan, que ya habían luchado contra el Sultanato de Sulu, el Sultanato de Maguindanao y el Reino de Manila, se unieron a los españoles contra el Imperio de Brunéi y sus aliados. Los españoles y sus aliados de Visayan atacaron Brunéi y tomaron su capital, Kota Batu.
Al mismo tiempo, el norte de Luzón se convirtió en un centro de comercio. El período Sengoku (1477–1603) de Japón extendió las actividades de los piratas japoneses (wakō) en los mares de China. Algunos de estos piratas se trasladaron a Filipinas y establecieron asentamientos en Luzón. Debido a la cercanía con China, Filipinas era un buen lugar para lanzar ataques. Los españoles lucharon contra estos piratas japoneses, entre ellos el señor de la guerra Tayfusa, a quien expulsaron. Debido a la prohibición de comercio de China en 1549 contra Japón, Manila se convirtió en el único lugar donde japoneses y chinos podían comerciar abiertamente, a menudo intercambiando plata japonesa por seda china.
En 1587, Magat Salamat, uno de los hijos de Lakan Dula, junto con otros líderes, fueron ejecutados cuando fracasó un plan para restaurar la antigua nobleza con la ayuda de un capitán japonés y el sultán de Brunéi. Algunos de los conspiradores fueron exiliados a Guam o México.
El poder español se consolidó aún más después de que Miguel López de Legazpi asimilara Madja-as, sometiera a Rajah Tupas de Cebú, y Juan de Salcedo conquistara las provincias del norte de Luzón y saqueara el reino pirata de Limahong en Pangasinan.
Los españoles también invadieron el norte de Taiwán y Ternate en Indonesia, usando guerreros filipinos, especialmente de Dapitan y Bohol, antiguos enemigos del Sultanato de Ternate. Más tarde, los holandeses los expulsaron. El Sultanato de Ternate recuperó su independencia y lideró una coalición de sultanatos contra España. Los españoles y los musulmanes de los sultanatos de Maguindanao, Lanao y Sulu libraron muchas guerras durante cientos de años. No fue hasta el siglo XIX que España logró derrotar al Sultanato de Sulu y tomar Mindanao bajo su control.
Los españoles consideraron su guerra con los musulmanes en el sudeste asiático como una continuación de la Reconquista, una campaña de siglos para recuperar y recristianizar España. Las expediciones españolas a Filipinas también fueron parte de un conflicto global entre España y el islam.
Con el tiempo, también se establecieron fortificaciones españolas en Taiwán y las islas Molucas. Estas fueron abandonadas, y los soldados españoles, junto con los nativos recién cristianizados de las Molucas, se retiraron a Filipinas para concentrar sus fuerzas debido a una amenaza de invasión. Mientras tanto, se enviaron colonos a las islas del Pacífico de Palau y las Marianas.
En 1593, una delegación diplomática del Rey de Camboya, que llevaba un elefante como tributo, llegó a Manila. El rey de Camboya, que había visto la actividad militar de los Luzones precoloniales como mercenarios en el sudeste asiático, pidió a los nuevos gobernantes de Luzón, los españoles, que lo ayudaran en una guerra para recuperar su reino de una invasión siamesa. Esto llevó a la desafortunada Guerra hispano-camboyana, que, aunque fracasó, sentó las bases para la futura restauración de Camboya bajo el dominio francés.
El Virreinato de Nueva España (1565-1821)

El territorio de Filipinas fue gobernado por el Virreinato de Nueva España (con capital en México) desde 1565 hasta la independencia de México en 1821. Hasta entonces, las islas se administraban desde la Ciudad de México y se controlaban a través del puerto de Acapulco. Después de la independencia de México, Filipinas pasó a ser administrada directamente por Madrid. La ruta del Galeón Manila-Acapulco conectaba México con Filipinas. Legalmente, los Galeones de Manila solo podían comerciar entre México y Filipinas, pero el comercio ilegal y la migración interna ocurrían en secreto debido a la gran demanda de productos asiáticos en América Latina.
El primer censo en Filipinas se realizó en 1591. Contó una población total de 667.612 personas, incluyendo 20.000 comerciantes chinos, unos 15.600 soldados-colonos latinoamericanos, 3.000 residentes japoneses y 600 españoles de Europa. También había un número grande pero desconocido de filipinos de origen indio, debido a la importación de esclavos de Bengala y el sur de la India. Esto hizo que los bengalíes y tamiles tuvieran presencia en las zonas rurales de Filipinas. Con solo 667.612 personas, Filipinas era una de las tierras menos pobladas de Asia en esa época.
En 1635, Don Sebastián Hurtado de Corcuera, gobernador de Panamá, trajo peruanos y panameños (incluidos colonos genoveses) como soldados para luchar contra los musulmanes de Mindanao y para fundar el Presidio de Zamboanga.
El 28 de abril de 1750, en Panique, el obispado de Nueva Segovia, provincia de Pangasinán, recibió el bautismo don Fernando I Alimudín, rey de Joló.
En 1785, el rey Carlos III de España creó la Real Compañía de las Filipinas, que asumió las funciones de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. Impulsada por empresarios vascos, tuvo el monopolio del comercio y ayudó a mantener una actividad estable entre Asia y España, reforzando el papel de Filipinas en Asia. Sin embargo, esto causó problemas con otras compañías del imperio y con los propios filipinos, que usaban la ruta con Acapulco. También hubo conflictos con el Reino Unido. Estos problemas llevaron a la decadencia de la compañía, que fue disuelta más tarde.
La Diputación Provincial de las Islas Filipinas fue un organismo creado en 1813 por la Junta Superior Provincial, que dependía de la Junta Suprema Central Gubernativa de España e Indias, un gobierno temporal de España durante la Guerra de la Independencia Española.
En 1814, Fernando VII restauró el absolutismo, aboliendo las diputaciones provinciales hasta el levantamiento liberal de Rafael del Riego en 1820.
Durante el período español, se fundaron muchas ciudades, se construyó infraestructura y se introdujeron varios cultivos y ganados. El comercio floreció. Los misioneros españoles cristianizaron a la mayoría de la población y fundaron escuelas, universidades y hospitales en todas las islas. Durante esta época hubo Inmigración española en Filipinas. Un estudio antropológico muestra que la ascendencia española puede llegar hasta el 6% de la población, mientras que el 12,7% puede clasificarse como latinoamericana.
Los latinoamericanos enviados por los españoles a Filipinas eran a menudo exiliados políticos. Estos latinoamericanos inspiraron a los filipinos a rebelarse, ya que se inspiraron en las Guerras de Independencia de América Latina. Además de la inmigración latinoamericana, los nobles nativos, administradores españoles y empresarios chinos importaron grandes cantidades de esclavos de Bengala y el sur de la India. Esto hizo que los bengalíes y tamiles tuvieran presencia en las zonas rurales de Filipinas.
La Ocupación Británica (1762-1764)
Gran Bretaña declaró la guerra a España el 4 de enero de 1762. El 24 de septiembre de 1762, una fuerza de soldados británicos, apoyados por barcos de la Marina Real británica, navegó hacia la Bahía de Manila desde Madrás, India. La Batalla de Manila (1762) fue sitiada y cayó ante los británicos el 4 de octubre de 1762.
Fuera de Manila, el líder español Simón de Anda y Salazar organizó una milicia de 10.000 hombres, en su mayoría de Pampanga, para resistir los intentos británicos de extender su conquista. Anda y Salazar estableció su cuartel general primero en Bulacan y luego en Bacolor. Después de varias escaramuzas, el mando británico admitió que los españoles estaban "en plena posesión del país". La ocupación de Manila terminó en abril de 1764, según lo acordado en las negociaciones de paz de la Guerra de los Siete Años en Europa. Los españoles luego persiguieron a la comunidad china de Binondo por su ayuda a los británicos. Un número desconocido de soldados indios, conocidos como cipayos, que llegaron con los británicos, desertaron y se asentaron cerca de Cainta, Rizal, lo que explica las características indias únicas de generaciones de residentes de Cainta.
Revoluciones en América y el Dominio Directo Español
En 1766, se estableció comunicación directa con España y comercio con Europa a través de un barco nacional. En 1774, los oficiales coloniales informaron con preocupación que soldados y desertores (de México, España y Perú) estaban entrenando a los indígenas en el uso de armas que se habían extendido por el territorio durante la guerra. Las expediciones desde España fueron administradas desde 1785 por la Real Compañía Filipina, que tuvo el monopolio del comercio entre España y las islas hasta 1834.
En 1781, el Gobernador General José Basco y Vargas estableció la Sociedad Económica de los Amigos del País. Filipinas fue administrada desde el Virreinato de Nueva España hasta que la independencia de México en 1821 requirió el gobierno directo de España sobre Filipinas a partir de ese año.
En América, los filipinos en el extranjero participaron en varios movimientos anticoloniales. Filomeno V. Aguilar Jr. afirmó que los filipinos, llamados Manilamen, estuvieron activos en las armadas y ejércitos del mundo incluso después de la era de los galeones de Manila. Por ejemplo, en la guerra de independencia argentina, un barco argentino tenía una tripulación multiétnica que incluía filipinos. También se ha propuesto que esos filipinos fueron reclutados en San Blas, México, un puerto alternativo a Acapulco. Las relaciones argentino-filipinas se remontan incluso antes, ya que Filipinas ya recibía inmigrantes de América del Sur.
Asimismo, en México, unos 200 filipinos fueron reclutados por Miguel Hidalgo en su revolución contra España. Más tarde, el general Isidoro Montes de Oca, un filipino-mexicano, participó en la guerra revolucionaria mexicana. La participación de filipinos en el extranjero en guerras antiimperialistas en América comenzó incluso antes, cuando los filipinos en Saint Malo, Luisiana, ayudaron a los Estados Unidos en la defensa de Nueva Orleans durante la Guerra de 1812.
Después de la independencia de México, los filipinos tuvieron tal efecto en México que hubo planes para ayudar a los filipinos a rebelarse contra España. Incluso hubo un memorando secreto del gobierno mexicano que decía que era su deber ayudar a Filipinas a obtener su libertad.
En este período, los filipinos en el extranjero también estuvieron activos en Asia-Pacífico, especialmente en China e Indochina. Durante la rebelión de Taiping, una milicia empleó a extranjeros, incluyendo a filipinos, que tenían "reputación de ser luchadores valientes y feroces". En julio de 1860, la fuerza de hombres de Manila asaltó con éxito la prefectura de Sung-Chiang. Así, mientras Filipinas se llenaba lentamente de fervor revolucionario, los filipinos en el extranjero tuvieron un papel activo en conflictos militares y navales en América y Asia-Pacífico. Soldados de Filipinas fueron reclutados por Francia, aliada con España, para proteger a los conversos católicos en Indochina y más tarde para la conquista de Vietnam y Laos.
El descontento de los criollos y latinos contra los peninsulares (españoles de España) llevó al levantamiento de Andrés Novales, un soldado nacido en Filipinas que regresó para servir en Filipinas. Fue apoyado por soldados locales y ex oficiales del ejército español de Filipinas, principalmente de México y otras naciones latinoamericanas. El levantamiento fue reprimido, pero fue un presagio del Motín de Cavite de 1872, que fue un precursor de la Revolución filipina.
Sin embargo, Filipinas alcanzó un punto alto cuando Marcelo Azcárraga Palmero, nacido en Filipinas, se convirtió en un héroe al restaurar la Casa de Borbón en el trono de España. Finalmente, se convirtió en Primer Ministro del Imperio español y recibió la membresía en la Orden del Toisón de Oro, una de las órdenes de caballería más prestigiosas del mundo.
De la Revolución Filipina a la Independencia
La Revolución Filipina
A finales del siglo XIX, surgió un movimiento independentista, el Katipunan, que se enfrentaría en un conflicto armado con el gobierno español y daría lugar a la Revolución filipina. Uno de los personajes clave de este movimiento fue José Rizal, un cirujano y novelista, acusado injustamente de ser miembro del Katipunan. Su asesinato por las autoridades españolas en 1896 lo convirtió en un mártir nacional y fortaleció la resistencia. Otros personajes clave fueron Andrés Bonifacio, fundador del Katipunan, y el general Emilio Aguinaldo, otro líder del movimiento independentista.
Después de la intervención de Estados Unidos durante la Guerra Hispano-Americana, que al principio dijo que solo quería ayudar a los rebeldes a lograr la independencia, España fue derrotada. Esto llevó a la proclamación de independencia y al establecimiento de la Primera República Filipina.
Gobernadores
- Véase: Gobernadores de Filipinas.
El Real Gobernador General de las Filipinas dirigió esta colonia española hasta su traspaso a los Estados Unidos de América. El gobernador también tenía el título de capitán general, un rango militar otorgado por las Cortes españolas. Estos gobernantes controlaron las islas Filipinas y el resto de las Indias Orientales españolas desde Manila desde 1565 hasta 1821, cuando dejaron de formar parte del Virreinato de Nueva España y se convirtieron en una capitanía general aislada hasta 1898, subsistiendo hasta 1899 con los archipiélagos de las Carolinas, Marianas y Palaos.
La Guerra Hispano-Estadounidense
- Véase: Guerra Hispano-Estadounidense.
Durante la Guerra Hispano-Estadounidense, Estados Unidos apoyó el movimiento independentista en Filipinas y luego aplastó la presencia militar española. El 10 de diciembre de 1898, el Tratado de París, que puso fin a la guerra, estableció que España cediera sus últimas colonias, incluyendo Filipinas, por 20 millones de dólares.
El 23 de enero de 1899 se promulgó la Constitución de la República Filipina, y Aguinaldo fue nombrado presidente.
La Primera República de Filipinas (1899–1901)

El 23 de enero de 1899, la Primera República de Filipinas fue proclamada bajo la primera constitución democrática de Asia, con Aguinaldo como su presidente. Bajo Aguinaldo, el Ejército Revolucionario de Filipinas fue conocido por ser tolerante y progresista, con una composición multiétnica que incluía varias razas y nacionalidades además de los filipinos nativos.
A pesar del establecimiento de la Primera República Filipina, España y Estados Unidos habían enviado comisionados a París para redactar los términos del Tratado de París para poner fin a la guerra. El representante filipino, Felipe Agoncillo, fue excluido de las sesiones porque el gobierno de Aguinaldo no era reconocido. Aunque hubo una oposición interna considerable, Estados Unidos decidió anexar Filipinas. A pesar de que la primera República de Filipinas se inspiró en las revoluciones francesa y americana, y en las repúblicas latinoamericanas, los propios estadounidenses y franceses intentaron aplastar la revolución en Filipinas. Además de Guam y Puerto Rico, España se vio obligada a ceder Filipinas a los EE. UU. a cambio de 20.000.000 de dólares. El presidente estadounidense McKinley justificó la anexión diciendo que era "un regalo de los dioses" y que, como "no eran aptos para el autogobierno, ... no nos quedaba nada por hacer sino tomarlos a todos, y educar a los filipinos, elevarlos, civilizarlos y cristianizarlos", a pesar de que Filipinas ya había sido cristianizada por los españoles durante varios siglos. La Primera República de Filipinas resistió la ocupación estadounidense, lo que resultó en la Guerra filipino-estadounidense (1899-1913).
El PIB per cápita estimado para Filipinas en 1900, el año en que España se fue y la Primera República de Filipinas estaba en funcionamiento, fue de $1.033,00. Esto la convirtió en el segundo lugar más rico de toda Asia, solo un poco por detrás de Japón ($1.135,00) y muy por delante de China ($652,00) y la India ($625,00).
La Guerra Filipino-Estadounidense
El gobierno estadounidense había asegurado a los rebeldes filipinos que su único interés era derrotar a España y ayudar a Filipinas a conseguir la independencia. El presidente estadounidense McKinley había declarado públicamente que la anexión de Filipinas "habría sido, de acuerdo a nuestro código moral, una agresión criminal". Pero tras la derrota de España, Estados Unidos se volvió contra los filipinos, quienes les habían proporcionado ayuda militar e información, y se apoderaron de Filipinas, convirtiéndola en una colonia estadounidense. McKinley explicó que "los filipinos eran incapaces de auto-gobernarse" y que Dios le había indicado que no podían hacer otra cosa más que "educarlos y cristianizarlos", a pesar de que Filipinas ya había sido cristianizada por los españoles durante varios siglos.
Cuando el recién proclamado Gobierno de Filipinas se dio cuenta de que había sido engañado y que las tropas estadounidenses habían llegado para invadir el país, declaró la guerra a Estados Unidos el 2 de junio de 1899.
Aguinaldo dirigió las tropas filipinas contra las fuerzas superiores de los ocupantes. El 23 de marzo de 1901, fue capturado por las fuerzas estadounidenses en Palanan, provincia de Isabela, gracias a una estrategia.
Puesto ante la opción de ser ejecutado o renunciar a la acción militar y aceptar la autoridad estadounidense, Aguinaldo cedió y firmó la rendición el 1 de abril de 1901. A pesar de la resistencia en algunos lugares hasta 1913, con la rendición de Aguinaldo se oficializó la ocupación estadounidense de Filipinas.
La guerra filipino-estadounidense causó muchas pérdidas en la población filipina. La mayoría de los historiadores modernos estiman entre 200.000 y 250.000 muertos, con algunas estimaciones de hasta 1 millón. Algunos episodios fueron muy crueles, como las órdenes del comandante estadounidense Jacob Smith de matar a todos los hombres, mujeres y niños mayores de 10 años en respuesta a la masacre de Balangiga, un ataque de la guerrilla filipina. La venganza sobre la población civil inocente de Samar provocó más de 2.000 muertos.
La Ocupación Estadounidense
El 31 de diciembre de 1916, el archipiélago se organizó territorialmente en tres grandes divisiones: treinta y seis provincias, las siete provincias del Departamento de Mindanao y Sulu, y el territorio de la ciudad de Manila.
Las treinta y seis provincias eran: Albay, Ambos Camarines, Antique, Bataan, Batanes, Batangas, Bohol, Bulacan, Cagayán, Capiz, Cavite, Cebú, Ilocos Norte, Ilocos Sur, Iloilo, Isabela, Laguna, La Unión, Leyte, Mindoro, Misamis, Mountain Province, Nueva Ecija, Nueva Vizcaya, Negros Occidental, Negros Oriental, Palawan, Pampanga, Pangasinan, Rizal, Samar, Sorsogon, Surigao, Tarlac, Tayabas y Zambales.
Las provincias del Departamento de Mindanao y Sulu eran: Agusan, Bukidnon, Cotabato, Dávao, Lanao, Sulu y Zamboanga.
La ciudad de Manila tuvo una jurisdicción independiente.
En septiembre de 1901, 34 soldados estadounidenses murieron en un ataque de la resistencia nacionalista cerca de Balangiga. La población de la ciudad fue masacrada un mes después en una operación de represalia del ejército estadounidense.
Durante la guerra, se utilizó una técnica de interrogatorio que consistía en hacer que los prisioneros filipinos absorbieran grandes cantidades de agua.
Segunda Guerra Mundial y Ocupación Japonesa
La invasión japonesa comenzó el 8 de diciembre de 1941. Las fuerzas estadounidenses, con la ayuda de muchos filipinos, bajo el mando del General Douglas MacArthur, se vieron obligadas a retirarse a la península de Batán, aunque su resistencia continuó hasta abril.
Después de su rendición, los supervivientes fueron llevados a Batán en lo que se conoció como la Marcha de la muerte de Batán. La resistencia aliada continuó un mes más en la isla fortaleza de Corregidor.
El 14 de octubre de 1943, se proclamó la Segunda República Filipina, un gobierno dependiente de Japón. José P. Laurel fue nombrado presidente por las autoridades japonesas.
En 1944, las tropas del General MacArthur desembarcaron en la isla de Leyte, lo que llevó a la batalla del Golfo de Leyte, del 23 al 26 de octubre de 1944, la batalla naval más grande de la historia moderna.
Después de Varsovia y Stalingrado, Manila fue una de las ciudades que más destrucciones sufrió. Más de 50.000 civiles murieron, muchos asesinados, como los 50 españoles que estaban en el consulado cuando fue atacado por los japoneses. El 11 de abril de 1945, el gobierno de España, por las atrocidades cometidas en Intramuros, rompió sus relaciones diplomáticas con el Imperio Japonés. De los cerca de 1.300 misioneros católicos españoles presentes en el archipiélago, al menos 66 murieron durante la guerra, muchos de ellos asesinados por los japoneses.
La Independencia de Filipinas
Después de la guerra, el 4 de julio de 1946, Estados Unidos finalmente concedió la independencia a Filipinas.
Tras obtener la independencia, Filipinas se destacó como uno de los países más avanzados y desarrollados de Asia. Pero en las décadas de la posguerra, el desarrollo se ralentizó debido a un crecimiento económico bajo y una corrupción generalizada, entre otros factores.
Sin embargo, Washington siguió interviniendo en los asuntos del nuevo Estado, especialmente en las elecciones (lo que llevó a la presidencia de Ferdinand Marcos, de 1965 a 1986). Estados Unidos abandonó sus grandes bases militares recién en 1992.
El Gobierno de Manuel Roxas (1946-1948)
En abril de 1946 se celebraron elecciones que ganó Manuel Roxas, quien se convirtió en el primer presidente de la República independiente de Filipinas.
Sin embargo, la economía de Filipinas siguió siendo totalmente dependiente de la economía de Estados Unidos. Además, se firmó un pacto de asistencia militar en 1947, que concedía a Estados Unidos un contrato de arrendamiento de 99 años sobre bases militares en el país (el contrato se redujo posteriormente a 25 años a partir de 1967).
El Gobierno de Elpidio Quirino (1948-1953)
Roxas murió repentinamente de un ataque al corazón en abril de 1948, y el vicepresidente, Elpidio Quirino, asumió la presidencia. Fue candidato a presidente en 1949, derrotando a José P. Laurel y ganando un mandato de cuatro años.
El Gobierno de Ramon Magsaysay (1953-1957)

Con el apoyo de Estados Unidos, Magsaysay fue elegido presidente en 1953. Prometió reformas económicas importantes y avanzó en la reforma agraria, promoviendo medidas como el reasentamiento de la población pobre del norte, tradicionalmente católica, en zonas musulmanas. Ramon Magsaysay era muy popular entre la gente, y su muerte en un accidente de avión en 1957 fue un golpe duro para el país.
El Gobierno de Carlos P. García (1957-1961)
Carlos P. García asumió la presidencia tras la muerte de Magsaysay y fue elegido para un nuevo mandato de cuatro años en las elecciones de noviembre de ese mismo año. Su gobierno enfatizó el tema nacionalista de "los filipinos primero", argumentando que el pueblo filipino debería tener la oportunidad de mejorar la economía del país. El gobierno de Carlos P. García fue perdiendo apoyo popular debido a problemas de corrupción a medida que avanzaba su gestión.
El Gobierno de Diosdado Macapagal (1961-1965)
Diosdado Macapagal fue elegido presidente en las elecciones de 1961, derrotando a García. La política exterior de Macapagal buscó estrechar las relaciones con las naciones vecinas de Asia, en particular con Malasia e Indonesia.
Las negociaciones con Estados Unidos sobre las bases militares generaron un sentimiento anti-estadounidense. En particular, la celebración del Día de la Independencia de Filipinas se cambió del 4 de julio al 12 de junio, para conmemorar el día en que Emilio Aguinaldo declaró la independencia de España en 1898.
El Gobierno de Ferdinand Marcos (1965–1986)
Macapagal se presentó a la reelección en 1965, pero fue derrotado por su antiguo compañero de partido, el presidente del Senado Ferdinand Marcos, quien se había unido al Partido Nacionalista. Ferdinand Marcos fue el primer presidente filipino que no hablaba español como lengua materna, aunque su aprecio por la cultura española fue reconocido más tarde.
Al principio de su presidencia, Marcos inició ambiciosos proyectos de obras públicas y mejoró la recaudación de impuestos, lo que llevó al país a una relativa prosperidad económica durante la década de 1970.
Marcos fue reelegido presidente en 1969, siendo el primero en conseguir un segundo mandato. Sin embargo, durante su segunda legislatura, la economía se ralentizó. Alegando una creciente ola de desorden y una amenaza de insurgencia, Marcos declaró la ley marcial el 21 de septiembre de 1972. Gobernando por decreto, Marcos limitó la libertad de prensa y otras libertades civiles, cerró el Congreso y los medios de comunicación, y ordenó el arresto de líderes de la oposición y activistas.
Aunque Marcos afirmó que la ley marcial era el inicio de una "nueva sociedad", tanto él como sus allegados, e incluso su esposa, Imelda Marcos, participaron activamente en la corrupción.
En 1983, el líder de la oposición Benigno Aquino, Jr. fue asesinado en el Aeropuerto Internacional de Manila a su regreso a Filipinas, después de un largo exilio. Este evento marcó el comienzo de la animosidad popular contra Marcos, que culminó en las elecciones presidenciales de febrero de 1986. Toda la oposición se unió para apoyar a la viuda de Aquino, Corazón Aquino.
Debido a la estrecha relación entre Estados Unidos y Marcos, el gobierno estadounidense siguió apoyándolo a pesar de conocer la corrupción y los problemas de derechos humanos. La pacífica Revolución Popular finalmente derrocó a Marcos, quien voló a Hawái en un helicóptero militar de Estados Unidos, donde vivió el resto de su vida. Así se logró el regreso de la democracia al país y Corazón Aquino asumió la presidencia el 25 de febrero de 1986.
El Gobierno de Corazón Aquino (1986-1992)

Con la Revolución del Poder Popular, la llegada de Corazón Aquino al poder marcó el restablecimiento de la democracia en el país. Aquino formó inmediatamente un gobierno para normalizar la situación e instauró una Constitución transitoria que restauró las libertades civiles y desmanteló la burocracia de la época de Marcos.
A pesar de la alegría por el derrocamiento de Marcos, Aquino tuvo que enfrentar el gran desafío de restaurar la nación. A pesar de su gran popularidad y la nueva constitución, Aquino siguió enfrentándose a repetidos intentos de golpes de estado militares y a la insurgencia. Los seguidores de Marcos continuaron oponiéndose al gobierno, culminando en un intento fallido en julio de 1986 de establecer un gobierno rival en el Hotel Manila. Una amenaza más seria vino de un intento de golpe de estado en agosto de 1987, que se repitió en diciembre de 1989. Ambos golpes militares fueron liderados por el Coronel Gregorio Honasan. La administración de Aquino estuvo continuamente llena de rumores de intentos de golpes de estado.
Todos estos intentos de golpe contribuyeron a acentuar la inestabilidad política y económica del país. El crecimiento económico también se vio dificultado por una serie de desastres naturales, incluyendo la erupción en 1991 del Monte Pinatubo, que dejó 700 muertos y 200.000 personas sin hogar. Los efectos de dicha erupción se sintieron en todo el mundo, bajando la temperatura global.
En 1991, Aquino aprobó el Código del Gobierno Local, que devolvió poderes gubernamentales nacionales a los gobiernos locales. El nuevo código aumentó el poder de las unidades de gobiernos locales para establecer impuestos y aseguró una parte de los ingresos públicos nacionales.
El Gobierno de Fidel V. Ramos (1992-1998)
En las elecciones filipinas de 1992, Aquino apoyó a Fidel V. Ramos, exjefe de Estado Mayor durante el gobierno de Ferdinand Marcos, cuya deserción al partido de Aquino fue clave para el triunfo de la revolución popular. Esta decisión fue impopular para muchos de sus partidarios, incluyendo la Iglesia Católica, ya que Ramos es protestante. Aunque Ramos obtuvo solo el 23,6% de los votos, fue suficiente para suceder a Aquino como presidente el 30 de junio de 1992.
Durante su presidencia, el país experimentó un notable desarrollo económico. Ramos intentó reducir y reestructurar la burocracia del país y procesó a los grandes evasores de impuestos. Se dice que supo mantener la estabilidad del país a pesar de enfrentarse a la insurgencia, al movimiento separatista en Mindanao y a la crisis financiera asiática de 1997.
El Gobierno de Joseph Estrada (1998-2001)
Joseph Estrada, un exactor de cine que había sido vicepresidente de Ramos, fue elegido presidente con una victoria aplastante en 1998. Durante su campaña electoral, se comprometió a ayudar a los pobres y desarrollar el sector agrícola del país, lo que le dio mucha popularidad, especialmente entre los más necesitados.
Sin embargo, su presidencia pronto estuvo marcada por escándalos de soborno y corrupción. El 20 de enero de 2001, el Tribunal Supremo lo destituyó, y fue sustituido por la entonces vicepresidenta Gloria Macapagal-Arroyo, quien en octubre de 2007 lo perdonó de las inhabilitaciones por corrupción.
El Gobierno de Gloria Macapagal-Arroyo (2001-2010)
Gloria Macapagal-Arroyo, hija del anterior presidente Diosdado Macapagal, fue proclamada presidente en 2001 y reelegida en 2004, convirtiéndose en la decimocuarta presidente de Filipinas y la segunda mujer en ocupar el cargo. En 2005, fue mencionada en la revista Forbes como la cuarta mujer más poderosa del mundo. Gloria Macapagal recuperó la tradición de presidentes hispanohablantes, ya que el español es una de sus lenguas maternas.
En el aspecto económico, se caracterizó por una gestión liberal y un manejo austero del presupuesto. Una de sus primeras órdenes como presidente fue prohibir a los miembros de su familia establecer tratos económicos con oficiales del Gobierno. Intentó promover el turismo en Filipinas.
Su gobierno se vio afectado por numerosos intentos de derrocamiento. El 1 de mayo de 2001, miles de seguidores de Estrada marcharon contra el palacio presidencial e intentaron una revolución para reponer al expresidente Estrada. El 26 de julio de 2003, un grupo de 300 oficiales militares exigió la renuncia de la presidenta, acusándola de corrupción.
El Gobierno de Benigno Aquino III (2010-2016)
Benigno Aquino III, hijo de Benigno Aquino, el histórico líder de la oposición democrática contra la dictadura de Ferdinand Marcos, y de Corazón Aquino, quien se convertiría en Presidenta de Filipinas tras la caída de la dictadura de Marcos, tomó posesión del cargo de presidente el 30 de junio de 2010, tras ganar las elecciones del 10 de mayo.
El Gobierno de Rodrigo Duterte (2016-2022)
Rodrigo Duterte fue elegido presidente de Filipinas al ganar las elecciones del 9 de mayo de 2016. Asumió el cargo el 30 de junio de 2016.
El 9 de diciembre de 2016, en su primer informe de gobierno, habló sobre la enseñanza del español en Filipinas y ayudó a las víctimas del tifón Yolanda y varios terremotos filipinos.
También prometió dejar de usar lenguaje inapropiado, diciendo que "Dios le advirtió que si decía groserías iba a estrellar el avión presidencial", por lo que se convirtió al cristianismo y, junto con Manny Pacquiao, declaró el Mes de la Biblia en Filipinas.
Propuso una ley de cero tolerancia a la delincuencia organizada, prohibió las bebidas alcohólicas en ciertas horas y estableció límites estrictos de velocidad.
Situación Actual de Filipinas
Actualmente, el crecimiento económico en Filipinas es moderado, dentro del área económica del sudeste asiático y ayudado por las contribuciones de una importante población de trabajadores filipinos que viven en el extranjero.
El país también recibe muchas inversiones y ayudas extranjeras de países como Corea, Japón, Estados Unidos o España. Estas inversiones se dan en los sectores de las tecnologías de la información y la comunicación, y también en las energías renovables.
El sur del país, en particular la isla de Mindanao, sufre regularmente de ataques terroristas por parte de movimientos separatistas como Abu Sayyaf y el Frente Moro de Liberación Islámica.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: History of the Philippines Facts for Kids
- Revolución filipina
- Katipunan
- Kakarong de Sili
- Sitio de Baler
- Filipinas y el Pacífico español.
- Guerra Filipino-Estadounidense.
- Presidentes de Filipinas.