Anticlericalismo para niños
El anticlericalismo es un movimiento que se opone a la influencia de las instituciones religiosas, como la Iglesia, en los asuntos del gobierno o en la sociedad. Históricamente, en países con tradiciones cristianas, el anticlericalismo se ha opuesto especialmente a la influencia del catolicismo. Este movimiento busca que la religión sea un asunto personal y que la Iglesia y el Estado estén separados.
Aunque la idea de oponerse a la influencia religiosa existe desde hace mucho tiempo, el término "anticlericalismo" se asocia más con la Revolución francesa y los cambios que trajo.
Algunas personas se han opuesto al clero por razones como la corrupción o desacuerdos con las interpretaciones religiosas. Durante la Revolución francesa, el anticlericalismo se volvió muy fuerte porque los revolucionarios creían que la Iglesia apoyaba sistemas que consideraban injustos. Muchos miembros del clero sufrieron ataques, y los gobiernos revolucionarios intentaron que los sacerdotes fueran empleados del Estado.
Podemos ver el anticlericalismo de tres maneras principales:
- Una forma que surgió en el siglo XVIII se oponía a los privilegios que el clero tenía en el sistema feudal.
- Otra forma, ligada al liberalismo, criticaba al clero por apoyar a las monarquías o por no estar al día con el pensamiento científico.
- Una tercera forma, apoyada por algunos sistemas que buscaban controlar todo, veía a los clérigos como opositores a sus ideas sobre la "nación" o la "raza".
El anticlericalismo se manifestó en la Europa católica durante el siglo XIX, y luego en otros lugares como Canadá, Cuba y América Latina. Hoy en día, algunos países, especialmente los que fueron comunistas, todavía tienen políticas que limitan la influencia religiosa, como Uzbekistán, Azerbaiyán, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán, Turkmenistán, Vietnam, China y Corea del Norte.
Contenido
Tipos de Anticlericalismo
La historia del anticlericalismo en Europa se divide en dos grandes periodos:
- Anticlericalismo creyente: Es muy antiguo y critica los errores o el poder excesivo del clero, pero no cuestiona el papel principal de la Iglesia en la sociedad o su influencia en el Estado.
- Anticlericalismo contemporáneo (o no creyente): Surge en el siglo XVIII con la Ilustración. Este tipo de anticlericalismo, basado en la razón, cuestiona el poder de las Iglesias y las ve como un obstáculo para el progreso.
El anticlericalismo contemporáneo no es solo una oposición, sino que también busca un proyecto social y político. En su forma más moderada, busca la separación de la Iglesia y el Estado. En su forma más radical, busca que la sociedad sea completamente independiente de la religión. La versión más extrema es el anticlericalismo que ataca directamente las creencias y prácticas religiosas.
También se distingue entre el anticlericalismo de los líderes políticos o pensadores (llamado político o institucional) y el anticlericalismo popular, que a veces lleva a la destrucción de edificios o símbolos religiosos, o a enfrentamientos con miembros del clero. Debido a esta asociación con la violencia, el término "anticlericalismo" a veces tuvo un sentido negativo. Por eso, en algunos lugares, como España, a partir de los años 1920, algunos preferían llamarse "laicos".
Características del Anticlericalismo

El anticlericalismo defiende que las creencias religiosas deben ser un asunto privado. Sostiene que las organizaciones religiosas, al convertirse en instituciones, pueden ejercer una influencia no deseada en la política y la sociedad. Surge como una respuesta al clericalismo, que es el poder de una clase sacerdotal en el gobierno o la sociedad.
También se considera anticlerical a quienes, aunque tienen creencias religiosas, cuestionan el papel de los clérigos como intermediarios en la fe.
En un sentido estricto, el anticlericalismo es un movimiento activo que busca mantener toda creencia religiosa en el ámbito personal. Este pensamiento ha tenido muchas formas: a veces ha ido acompañado de actos de destrucción contra edificios o arte religioso, o de violencia contra personas. En otros casos, ha sido más intelectual y político, apoyado por pensadores como Erasmo de Róterdam, Voltaire y Friedrich Nietzsche, y por movimientos como la francmasonería, el liberalismo, el anarquismo y el comunismo.
Historia del Anticlericalismo

El anticlericalismo ha existido en diferentes épocas y religiones que han tenido un clero. Muchas religiones han intentado influir en el gobierno civil. En Occidente, aunque Jesucristo habló de separar lo espiritual de lo terrenal, la Iglesia fue acumulando poder económico y político. Sin embargo, hubo voces dentro del cristianismo que criticaron esta acumulación de poder.
Un proceso lento de secularización en Europa, impulsado por el Humanismo y la Reforma Protestante, fue separando cada vez más a la Iglesia del Estado. Incluso en la Edad Media, hubo conflictos entre papas y reyes. La Iglesia reaccionó para mantener su control ideológico con herramientas como el Index librorum prohibitorum (Índice de libros prohibidos) y la Inquisición, que castigaba lo que consideraba desviaciones de la fe.
Pensadores como Erasmo de Róterdam criticaron las costumbres del clero. Maquiavelo fue el primero en sugerir que la política era independiente de la moral, separando claramente el Estado y la Iglesia. La Paz de Westfalia en 1648 puso fin a muchas guerras religiosas y limitó el poder político del Papa, estableciendo cierta tolerancia religiosa.
Durante la Ilustración en el siglo XVIII, el laicismo (la idea de un Estado neutral en asuntos religiosos) comenzó a crecer. Economistas y filósofos criticaron la acumulación de riqueza por parte del clero y la falta de productividad de sus tierras. La expulsión de los jesuitas de países como Portugal, España y Francia fue una consecuencia de este movimiento.
Aspectos como el celibato católico, la existencia de la Inquisición y el Índice de libros prohibidos, la postura de la Iglesia sobre la educación y su gran cantidad de tierras sin cultivar, fueron vistos como obstáculos para el progreso.
Por estas razones, el anticlericalismo creció durante la Revolución francesa. La Iglesia católica se opuso a la Declaración de los derechos del hombre. El movimiento anticlerical se volvió muy fuerte, especialmente a partir de 1792, con la muerte de muchos clérigos. Los momentos más intensos coincidieron con el periodo del Terror. Después, Napoleón Bonaparte buscó un acuerdo con la Iglesia.
El anticlericalismo se hizo más práctico durante las revoluciones del siglo XIX y continuó con el surgimiento del Marxismo y el Comunismo. La defensa de la Iglesia de los sistemas absolutistas y su oposición a los movimientos obreros hicieron que el anticlericalismo también tuviera un contenido social. Se condenó la participación de la Iglesia en cualquier ámbito público, especialmente en la educación. El anticlericalismo se fortaleció con el apoyo de científicos que veían a la Iglesia oponerse a ideas como el Evolucionismo de Charles Darwin y el Heliocentrismo de Copérnico y Galileo.
En Francia, hasta 1905, la Iglesia tenía una gran influencia en la educación pública. La defensa de la jerarquía católica de la monarquía y su participación en movimientos contrarrevolucionarios llevaron a una reacción intelectual que buscaba la separación entre la Iglesia y el Estado. Esto culminó con la Ley de Separación de la Iglesia y del Estado.
En la Masonería, algunos miembros también defienden el laicismo y el anticlericalismo, oponiéndose a la influencia del cristianismo.
En España, los movimientos anticlericales se hicieron más fuertes en el siglo XIX, aunque ya hubo tensiones antes. Los jesuitas fueron expulsados varias veces. Durante la Segunda República Española, el anticlericalismo se manifestó de forma muy fuerte, especialmente por el apoyo de la Iglesia a movimientos conservadores y a la sublevación militar que llevó a la Guerra Civil Española.
En otros países europeos como Portugal y americanos como México, también hubo fuertes movimientos anticlericales. Hoy en día, una forma más moderada de anticlericalismo se basa en los principios del Humanismo secular.
Anticlericalismo en Europa
El anticlericalismo en España


En la Edad Media española, hubo algunas críticas al clero. Las primeras obras completamente anticlericales surgieron en el Renacimiento, influenciadas por el Humanismo de Erasmo de Róterdam. A pesar de la represión de la Inquisición, se pueden encontrar ideas anticlericales en el Refranero popular y en algunas obras de teatro.
El anticlericalismo contemporáneo
Durante el siglo XVIII, el rey Carlos III expulsó a la Compañía de Jesús. El pintor Francisco de Goya mostró ideas anticlericales en sus grabados.
Durante el Trienio Liberal (1820-1823), se publicaron obras anticlericales. Un evento importante fue la muerte del cura Matías Vinuesa en 1821, quien fue atacado por una multitud. También hubo conflictos con grupos absolutistas liderados por sacerdotes. La violencia aumentó, con ataques a conventos y la muerte de religiosos en varias ciudades.
La última ejecución por herejía en España fue en 1826.
En el verano de 1834, hubo un incidente en Madrid donde varios frailes fueron atacados. Se difundió el rumor de que una enfermedad había sido causada por veneno dado por jesuitas. La multitud atacó conventos sin que las tropas intervinieran. Aunque no se pudo probar que liberales radicales estuvieran detrás del motín, la motivación era su impaciencia con el gobierno.
Los motines de 1835 se dirigieron claramente contra los frailes y sus propiedades. La Iglesia finalmente aceptó la situación con la firma del Concordato de 1851. Las primeras desamortizaciones (venta de bienes de la Iglesia) causaron la destrucción de patrimonio arquitectónico y cultural.
La revolución de 1868 llevó a que algunos católicos liberales se volvieran fuertemente anticlericales. Surgieron escritores anticlericales como Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas, "Clarín". Algunos clérigos también se hicieron anticlericales.
A finales del siglo XIX, se publicaron los primeros periódicos anticlericales, como El Motín y Las Dominicales del Libre Pensamiento. El Krausismo, un movimiento filosófico y educativo, promovió el laicismo y el anticlericalismo a través de instituciones como la Institución Libre de Enseñanza. Francisco Ferrer Guardia fundó la Escuela Moderna, una escuela laica. Hubo incidentes de quema de conventos en 1902, 1909, 1931 y 1934, que culminaron en la Guerra Civil.
Un evento anticlerical importante fue la Semana Trágica de Barcelona en 1909, donde el descontento popular llevó a la destrucción de edificios religiosos.
En la Revolución de octubre de 1934, el clero fue un objetivo de los revolucionarios, con la muerte de 37 eclesiásticos y la destrucción de 58 iglesias.
En el siglo XX, escritores como Pío Baroja y Vicente Blasco Ibáñez continuaron con obras anticlericales. Manuel Azaña, futuro presidente de la Segunda República, también escribió sobre el tema.
Poco antes de la Guerra Civil, muchas iglesias fueron incendiadas en Málaga y otros lugares. Durante la Guerra Civil, se estima que 6.832 sacerdotes o religiosos, incluyendo 296 monjas, perdieron la vida. También hubo una gran destrucción de patrimonio artístico y cultural.
Con la victoria del bando nacional, se estableció la Ley de Principios del Movimiento Nacional, que declaraba el acatamiento de la ley de Dios según la Iglesia católica como parte de la conciencia nacional.
El anticlericalismo en Francia
En la Edad Media y la Edad Moderna, hubo conflictos entre la Iglesia y el Estado en Francia, ya que los reyes querían controlar al clero. La literatura francesa también criticó a los clérigos.
Pero con la Ilustración, liderada por Voltaire, el objetivo ya no era solo someter al clero al Estado, sino asegurar la neutralidad del Estado en asuntos religiosos y mantener a la Iglesia fuera del ámbito público.
La Revolución y la Restauración
Durante la Revolución Francesa, se reconoció la libertad de conciencia, se eliminaron los privilegios del clero y se vendieron las propiedades de las órdenes religiosas. El conflicto con la Iglesia católica comenzó con la Constitución Civil del Clero (1790), que convirtió a los sacerdotes en "funcionarios públicos" y les exigió un juramento de fidelidad. La mayoría de los obispos y el clero se negaron a jurar y fueron considerados "contrarrevolucionarios".
Con la caída de la Monarquía y el inicio de la República (1792), hubo un periodo de fuerte anticlericalismo. Las autoridades revolucionarias suprimieron la Iglesia, destruyeron conventos y monasterios, y muchos sacerdotes fueron exiliados o perdieron la vida. Se intentó "descristianizar" Francia, prohibiendo el calendario cristiano y promoviendo cultos como el "Culto a la Razón" y el "Culto al Ser Supremo". Este periodo dejó un profundo impacto.
Cuando el Papa Pío VI se opuso a la revolución, Napoleón Bonaparte invadió Italia y tomó prisionero al Papa. Después, Napoleón restableció la Iglesia católica en Francia con el Concordato de 1801, pero muchas políticas anticlericales continuaron.
Al final del reinado de Luis XVIII y durante el gobierno de Carlos X, hubo un intento de restaurar un orden político basado en la religión. Esto provocó una fuerte oposición anticlerical, que se convirtió en parte de la lucha entre la revolución y sus oponentes.
La Monarquía de Julio y el II Imperio
Durante la revolución de 1830, los rebeldes atacaron el arzobispado de París y otras propiedades religiosas. El arzobispo de París tuvo que huir. Fuera de París, también hubo ataques a sacerdotes y actos religiosos. Se difundieron folletos que criticaban al clero católico, y las obras de teatro mostraban a sacerdotes de forma negativa. El gobierno intentó reprimir estos abusos, pero la situación era compleja.
Después del fracaso de la revolución de 1848 y la llegada del II Imperio de Napoleón III, el catolicismo ultramontano (que defendía la autoridad del Papa) creció. La Iglesia católica recibió un trato preferencial del Estado. Las escuelas públicas empleaban religiosos como profesores, y la religión se enseñaba en las escuelas. Este "activismo" católico provocó una reacción anticlerical, especialmente entre los republicanos.
Fue en esta época cuando aparecieron los términos "clericalismo" (hacia 1855) y "anticlericalismo" (hacia 1870).
La Tercera República
Tras la caída del II Imperio, se estableció un gobierno que buscaba restaurar la monarquía y el tradicionalismo. Los republicanos, liderados por Léon Gambetta, se opusieron a esto. Gambetta pronunció una famosa frase: «El clericalismo, éste es el enemigo». A partir de entonces, se implementó una política anticlerical basada en el ideal de la "laïcité" (laicidad), que culminó con la Ley de Separación de la Iglesia y del Estado en 1905.
La Iglesia católica interpretó esta política como una "persecución religiosa". Sin embargo, los defensores de la laicidad argumentaron que se trataba de garantizar la libertad de conciencia y la preeminencia del Estado.
En 1881-1882, el gobierno de Jules Ferry aprobó leyes educativas que establecieron la enseñanza gratuita, obligatoria y laica, sentando las bases de la educación pública francesa. Estas leyes también hicieron obligatoria la laicización del personal docente en las escuelas primarias públicas.
La separación de la Iglesia y el Estado se extendió a otros ámbitos, como los cementerios (secularizados en 1881), los hospitales (laicizados, con la sustitución de capellanes y monjas por enfermeras), y el espacio público (se retiraron crucifijos de edificios públicos y se restringieron las procesiones). También se aprobaron leyes que reconocían solo el matrimonio civil y regulaban el divorcio, y que obligaban a los miembros del clero a cumplir el servicio militar.
Al mismo tiempo, se desató una campaña anticlerical en periódicos y libros. Se publicaron parodias irreverentes de textos religiosos y se desarrolló un arte anticlerical.
Las leyes anticlericales se radicalizaron bajo el gobierno de Émile Combes, con la expulsión de casi todas las congregaciones religiosas de Francia, especialmente las dedicadas a la educación. Esto llevó al cierre de miles de escuelas religiosas. Esta política provocó la ruptura con la Santa Sede en 1904.
En 1905, la Asamblea Nacional aprobó la Ley de Separación de la Iglesia y del Estado, que abolió el concordato y declaró que la República no reconocía ningún culto.
En el Affaire des Fiches (1904-1905), se descubrió que el ministro de Guerra había usado un índice masónico para decidir ascensos, evitando a los católicos.
Después de 1905
El anticlericalismo republicano se suavizó después de la Primera Guerra Mundial, cuando la derecha católica comenzó a aceptar el laicismo. La guerra favoreció un resurgimiento religioso y un cambio en la percepción de la religión. Sin embargo, las ideas anticlericales de la República no desaparecieron. Por ejemplo, los presidentes franceses, incluso si eran católicos, evitaban comulgar en misas oficiales para respetar la separación de Iglesia y Estado.
A principios del siglo XXI, el debate sobre la "laicidad" resurgió con la prohibición del uso del pañuelo islámico en las escuelas públicas en 2004. En 2005, el centenario de la Ley de Separación demostró el arraigo de la "laicidad" en la sociedad francesa.
El anticlericalismo en Italia
El anticlericalismo en Italia se relaciona con la oposición al poder absoluto de los Estados Pontificios, que fueron derrocados en 1870. Durante mucho tiempo, el Papa prohibió a los católicos participar en la vida pública del Reino de Italia, que había invadido los Estados Pontificios para unificar Italia. Las relaciones entre el gobierno italiano y la Iglesia fueron tensas hasta que Benito Mussolini y el Papa Pío XI firmaron los Pactos de Letrán en 1929.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el anticlericalismo fue representado por los partidos comunista y socialista, en oposición al partido democristiano apoyado por el Vaticano.
En la década de 1980, se revisaron los tratados de Letrán, eliminando el estatus de "religión oficial" de la Iglesia católica, aunque se mantuvieron algunas disposiciones a favor de la Iglesia.
El anticlericalismo en Portugal
La caída de la Monarquía en la revolución republicana de 1910 llevó a una nueva ola de anticlericalismo. La mayoría de las propiedades de la Iglesia pasaron a control del Estado. La revolución adoptó un enfoque fuerte en la separación de la Iglesia y el Estado. Los obispos fueron expulsados, se confiscaron propiedades del clero, se prohibió el uso de la sotana y se cerraron seminarios. Las órdenes religiosas fueron expulsadas del país, y la educación religiosa se prohibió en las escuelas públicas.
Anticlericalismo en América
En el continente americano, el anticlericalismo se desarrolló en tres etapas: durante las guerras de independencia, la separación de la Iglesia y el Estado durante las guerras civiles, y la persecución religiosa por parte de algunas dictaduras. Actualmente, el anticlericalismo ha aumentado, especialmente en los países del Cono Sur.
El anticlericalismo en Argentina
Los anticlericales liberales del siglo XIX establecieron nuevas relaciones entre la Iglesia y el Estado, donde la Iglesia mantuvo su estatus constitucional, pero el Estado tomó el control de muchas funciones que antes eran de la Iglesia. Esto llevó a un largo conflicto entre la Iglesia y el Estado hasta la década de 1940.
En 1954, hubo destrucción de iglesias, críticas al clero y confiscación de escuelas católicas en Argentina. La relación entre Iglesia y Estado se rompió, y el presidente Juan Domingo Perón fue excomulgado. Sin embargo, en 1955, fue derrocado por un militar que era parte del movimiento nacionalista católico.
En el siglo XXI, ha habido un aumento de incidentes en iglesias y escuelas en Argentina.
El anticlericalismo en Bolivia
En 2009, el presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó a la Iglesia en el Foro Social Mundial, llamándola "principal enemiga" de su gobierno. En abril de 2009, hubo un incidente con una bomba en la casa del cardenal Julio Terrazas.
El anticlericalismo en Colombia
Comenzó con los movimientos independentistas. En 1821, el Congreso Constituyente prohibió los monasterios, lo que llevó al desmantelamiento de templos y archivos. En 1887, Colombia firmó un Concordato con la Santa Sede, con el cual la Iglesia recuperó bienes y pasó a controlar la enseñanza pública.
Durante un periodo de conflicto conocido como "La Violencia", el gobierno liberal de Enrique Olaya Herrera (1930-34) llevó a cabo una campaña de críticas contra el clero de Pamplona por su apoyo al conservadurismo. También promovió la visita de misioneros protestantes. En 1948, tras la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, hubo actos de destrucción contra imprentas de periódicos católicos.
El anticlericalismo Cuba
Desde la época española, ya existían leyes anticlericales en Cuba. Se disolvieron órdenes religiosas, se secularizó la Universidad de La Habana y se confiscaron bienes de la Iglesia. Con la independencia, el protestantismo llegó desde Estados Unidos.
Con la llegada del gobierno de Fidel Castro en 1959, la capacidad de la Iglesia se vio reducida. Se deportó al arzobispo y a muchos sacerdotes, se discriminó a los católicos en la vida pública y la educación, y no se les permitió ser miembros del Partido Comunista. La salida de muchas personas de la isla también disminuyó la influencia de la Iglesia. Las fiestas religiosas como la Navidad y la Pascua estuvieron prohibidas hasta la visita del papa Juan Pablo II en 1998.
El anticlericalismo Ecuador
Este tema fue una de las principales causas de conflicto entre los conservadores, que representaban los intereses de la Sierra y la Iglesia, y los liberales, que representaban los de la Costa y el anticlericalismo. Las tensiones llegaron a un punto crítico en 1875 con la muerte del presidente conservador Gabriel García Moreno, presuntamente a manos de anticlericales.
El anticlericalismo en México

La constitución mexicana de 1824 prohibía cualquier religión que no fuera la católica. A partir de 1855, el presidente Benito Juárez nacionalizó las propiedades de la Iglesia, separó la Iglesia y el Estado, y suprimió órdenes religiosas. Las propiedades de la Iglesia fueron confiscadas y se les negaron derechos civiles y políticos básicos a las órdenes religiosas y al clero.
Tras la Revolución Mexicana, la nueva Constitución mexicana de 1917 tuvo un contenido más anticlerical. Promovía una educación laica en las escuelas, prohibía a la Iglesia encargarse de la educación primaria, ilegalizaba las órdenes monásticas, restringía los actos de culto público fuera de las iglesias, limitaba el derecho de las organizaciones religiosas a poseer propiedades y quitaba derechos políticos básicos a los miembros del clero.
Durante el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, se promulgaron leyes más estrictas, como la Ley Calles, que llevaron a la Guerra Cristera (1927-1929). La supresión de la Iglesia incluyó el cierre de muchos templos y la muerte de sacerdotes. Esta situación fue especialmente difícil en Tabasco.
Los efectos de este conflicto fueron profundos. Entre 1926 y 1934, al menos 40 sacerdotes perdieron la vida, y más de 3.000 fueron forzados al exilio o fallecieron. De los 4.500 sacerdotes que había en México antes de la revolución, en 1934 solo quedaban 334 con permiso del gobierno para servir a una población de 15 millones de fieles. En diez estados mexicanos no quedó ni un solo sacerdote.
El anticlericalismo en Venezuela
Tras los sucesos ocurridos en la Revolución de Abril y la toma del poder por parte de Antonio Guzmán Blanco, el país y sus instituciones se someten a él, excepto la Iglesia católica, la más poderosa de todas ellas y que ejercía una inmensa influencia sobre el país desde la era colonial. El entonces arzobispo de Caracas, monseñor Guevara y Lira, se negó a realizar actos eclesiásticos en honor al mandatario, lo cual disgusta sobremanera a Guzmán Blanco. Las fricciones entre el arzobispo y el gobierno de Guzmán Blanco, continuaron y a ellas se sumó el arzobispo de Mérida. Guzmán demandó a la Santa Sede la sustitución de Guevara y Lira, por un clérigo más dócil y obediente, pero esta se negó.
Ante esta actitud, Guzmán Blanco decidió cerrar seminarios, claustros y templos y transferir las cátedras religiosas a las Universidades laicas. Como mecanismo de presión para doblegar la jerarquía católica a las intenciones del Estado, la despojó de su influencia y de la mayor parte de sus bienes, pero lo único que consiguió fue la salida de monseñor Guevara y Lira al extranjero, quien se negó a renunciar a su cargo de arzobispo de Caracas, a pesar de estar fuera del país.
Entonces Guzmán Blanco estableció el Registro Civil, dejando sin efecto el registro parroquial, aún vigente en otros países para la época, el cual imponía el bautismo obligatorio en el culto católico para registrar los nacimientos y el 1 de enero de 1873 el mandatario establece el matrimonio civil y el 20 de febrero reforma el Código Civil de Venezuela. No faltó la oposición de una parte del clero, ante esta última medida, porque el matrimonio civil debía realizarse ante el presidente del Concejo, antes del matrimonio eclesiástico. La publicación de la Ley se hizo el 8 de enero, y diez días más tarde entró en vigencia. El 16 de enero hicieron uso de la nueva disposición las primeras parejas conformadas por Manuel María Martínez y Carmen Paz Castillo; José Ignacio Cardozo y Carmen Núñez de Cáceres y el general Aníbal Marott y Ramona España. De esta tercera unión fueron testigos el mandatario y el general Víctor Rodríguez Párraga. El propio presidente legalizó civilmente su matrimonio con su esposa Ana Teresa Ibarra el 14 de febrero de ese año, aunque se casó por la Iglesia católica el 13 de junio de 1867. Guzmán Blanco también fue quien introdujo el concepto del divorcio, algo mal visto por la jerarquía eclesiástica, pues presentaba la posibilidad de disolver la unión matrimonial, considerada como sagrada por la Iglesia católica.
A pesar, de todo este avance en contra de la jerarquía eclesiástica, esta se mantuvo firme en su oposición al gobierno de Antonio Guzmán Blanco, quien disgustado por la situación, optó por planificar la separación de la Iglesia católica venezolana de la Santa Sede y constituirla en independiente. Ante esta estrategia, el papa Pio IX, a fin de evitar dicha acción, destituyó a Monseñor Guevara y Lira y nombró un nuevo Arzobispo de Caracas, escogido a antojo de Guzmán Blanco.
Una vez solventada la situación, el mandatario regresó parte de las propiedades confiscadas y permitió el restablecimiento eclesiástico, además hizo construir varias edificaciones religiosas como la Basílica de Santa Teresa y la Basílica Menor Santa Capilla, pero la realidad era que más nunca la jerarquía eclesiástica volvería a tener tanta injerencia sobre el país y el estado, como en el pasado.
El anticlericalismo en Estados Unidos
Aunque el anticlericalismo se asocia más con países latinos, Philip Jenkins señala que Estados Unidos también ha tenido anticlericales. Hubo representaciones negativas del clero católico en el cine. El Ku Klux Klan intentó sabotear las candidaturas de Al Smith y John F Kennedy, acusándolos de ser controlados por Roma.
Anticlericalismo en Nicaragua
La situación de la Iglesia en Nicaragua tiene una motivación política. Entre 2018 y 2023, se han reportado 193 incidentes contra obispos, sacerdotes y religiosos. El gobierno de Daniel Ortega rompió relaciones con el Vaticano en 2023. En el ámbito económico, se han expropiado propiedades, bloqueado cuentas de diócesis y expulsado órdenes religiosas. En el ámbito social, se han suprimido manifestaciones públicas de fe, como las procesiones de Semana Santa en 2023, y se ha vigilado a la Iglesia durante las misas.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Anti-clericalism Facts for Kids
- Jean Meslier, sacerdote y filósofo ateo francés del s. XVIII.
- Anticatolicismo
- Antijesuitismo
- Anticristianismo
- Estado ateo
- Arte anticlerical
- Historia del cristianismo en España
- Laicismo