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Tolerancia religiosa para niños

Enciclopedia para niños

La tolerancia religiosa significa respetar y aceptar que existen muchas formas de vida, creencias e ideas diferentes. También incluye respetar a quienes no creen en ninguna religión. Lo contrario, la intolerancia religiosa, es cuando alguien considera que otras creencias están equivocadas o son malas solo por ser distintas.

Para que haya tolerancia religiosa, es importante que las personas y las instituciones reconozcan que el mundo es diverso y que hay muchas maneras de pensar. También deben entender que lo que es importante para una persona o un grupo, aunque sea una minoría, debe ser respetado.

Las reglas de una religión específica deben ser para quienes la practican, sin obligar a otros a participar si no quieren. Cuando personas de diferentes creencias (o sin ninguna) se relacionan, pueden seguir la Regla de Oro: "trata a los demás como quieres que te traten a ti". Esto nos invita no solo a convivir con respeto, sino a tratar a todos con la misma consideración que esperamos recibir.

Fuera del ámbito religioso, es fundamental lo que dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 18:

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

La Tolerancia a Través de la Historia

En la Antigüedad y la Edad Media

Archivo:Huxisanxiaotu
Pintura de la dinastía Song (siglo XII) que muestra a un budista, un taoísta y un confuciano juntos.

En la antigüedad, las religiones que creían en muchos dioses (llamadas paganas) solían ser tolerantes. Como creían en varias deidades, a menudo aceptaban que los dioses de otras culturas también existían o eran versiones diferentes de los suyos. En ese tiempo, la religión y el gobierno estaban muy unidos, por lo que las faltas de respeto a las creencias se veían como "asuntos de estado". Estas religiones daban más importancia a las prácticas que a la fe en sí misma.

Con la aparición de las religiones que creen en un solo Dios (monoteístas), surgió la idea de que solo una religión era la verdadera. Sin embargo, las primeras religiones monoteístas como el zoroastrismo y el judaísmo eran principalmente para un grupo de personas o una nación específica. No buscaban imponer sus creencias a otros pueblos, pero sí prohibían estrictamente que sus propios miembros practicaran otras religiones o tuvieran ideas diferentes a las aceptadas.

Un ejemplo importante de tolerancia en la antigüedad fue el Edicto de Milán del año 313. Los emperadores Constantino I y Licinio decidieron que todas las religiones del Imperio Romano tendrían libertad total para practicar sus cultos, sin que ninguna fuera más importante que otra. Así, el cristianismo, que antes era una religión perseguida, pudo practicarse libremente.

El cristianismo fue una de las primeras religiones que buscó que otras personas se unieran a sus creencias. Durante la Edad Antigua y, sobre todo, en la Edad Media, cuando el gobierno estaba muy unido a la Iglesia católica, no había mucha tolerancia religiosa. Se consideraba que otras religiones (excepto el judaísmo) eran incorrectas. A quienes no eran cristianos se les trataba de forma injusta o se les intentaba convertir. Otras ramas del cristianismo, el Islam y otras ideas religiosas eran vistas como interpretaciones distintas. Sin embargo, en este período también hubo personas notables que promovieron el diálogo y el respeto hacia otras religiones y culturas. Algunos de ellos fueron Pedro el venerable, Francisco de Asís (quien buscó al sultán de Egipto al-Malik al-Kamil en son de paz durante un conflicto), y Ramon Llull. También se pueden mencionar al rey Dionisio I de Portugal, a Paweł Włodkowic y al cardenal Nicolas de Cusa.

El islam estableció una de las primeras bases de tolerancia religiosa en la Edad Media. Permitió que la Gente del Libro practicara su religión de forma discreta. La Gente del Libro, según el Corán, eran las religiones monoteístas que existieron antes del islam y que también fueron inspiradas por el mismo Dios: judíos, cristianos y sabeos.

Mientras que los judíos no aceptaban ninguna religión anterior como inspirada por Dios, los cristianos sí aceptaban a los judíos como una religión revelada, aunque no hubieran aceptado al Mesías. Sin embargo, los cristianos no aceptaban otras formas de cristianismo ni el islam. De manera similar, los musulmanes aceptaban a judíos, cristianos y sabeos como religiones reveladas, pero no a las religiones que, aunque monoteístas, surgieran después del islam. Ninguna de estas religiones aceptaba la validez de las religiones que creían en muchos dioses, aunque hubo algunas excepciones. También se dieron casos de mezcla de creencias con culturas locales.

En el Lejano Oriente, las diferentes religiones solían convivir en paz e incluso mezclarse mucho. Aunque hubo algunos conflictos entre el budismo y algunas ramas del hinduismo por diferencias de ideas, después de que el emperador indio Asoka se convirtiera al budismo, él promovió la tolerancia religiosa y creó monumentos donde se veían deidades de diferentes creencias juntas. El budismo fue tratado de forma injusta por algunos emperadores de China y Japón por razones nacionalistas (ya que era visto como una religión extranjera), pero estas situaciones fueron la excepción. Cuando el budismo se volvió la religión principal en casi todos los países del Sudeste Asiático, no hubo grandes conflictos religiosos, y en muchos casos se mezcló con las religiones tradicionales, como el Bön en el Tíbet, el taoísmo y la religión tradicional china en China, y el Shinto en Japón. Sin embargo, el budismo y el hinduismo sí han tenido conflictos.

El jainismo, por ejemplo, es una religión que nunca ha estado involucrada en conflictos y siempre ha promovido la tolerancia como uno de sus principios espirituales básicos.

La Tolerancia en la Edad Moderna y Contemporánea

Durante el Renacimiento y la Edad Moderna, también hubo personas importantes que defendieron la tolerancia religiosa, como Erasmo de Róterdam, Sebastian Castellion, Maximiliano II de Habsburgo, Michel de Montaigne, Jean Bodin, John Locke y Pierre Bayle.

El camino hacia sociedades más tolerantes con las religiones fue poco a poco. Por ejemplo, los judíos, que fueron expulsados de varios países de Europa (como de España en 1492), encontraron un lugar seguro y tolerancia en la Roma del Papa Alejandro VI. En 1568, se aprobó el Edicto de Turda, considerado la primera ley de tolerancia religiosa en la Europa moderna. Polonia fue uno de los primeros países europeos en establecer la libertad de culto en 1573. Otro ejemplo fue en Estados Unidos de Norteamérica, donde en 1649 la colonia de Maryland, fundada y gobernada por católicos, fue el primer estado en aprobar una ley de tolerancia que daba libertad de culto a cualquier grupo cristiano. Esta es considerada la primera ley de libertad religiosa en el Nuevo Mundo. También en Estados Unidos, los cristianos cuáqueros al fundar Pensilvania, declararon que cualquiera que creyera en un solo Dios podría practicar su religión. Esto ocurrió en un momento en que había muchas restricciones religiosas en la sociedad estadounidense, donde incluso el catolicismo era mal visto. Un ejemplo de esto fue el surgimiento de grupos que se oponían a ciertas religiones, a los que se enfrentaron los estudiantes católicos de la Universidad de Notre Dame.

También en Estados Unidos, en Chicago, se fundó en 1894 el Parlamento Mundial de Religiones. Este fue el primer gran esfuerzo en la historia para promover la tolerancia religiosa y el diálogo entre diferentes creencias.

«Paralelo», dibujo de 1875 que muestra la diferencia entre una España sin libertad y una España donde católicos, protestantes y musulmanes conviven en armonía.

Ya en el siglo XIX, con la aparición de organizaciones que buscaban el entendimiento entre todas las personas y religiones (como la Sociedad Teosófica), la forma de pensar en Occidente empezó a ver al Islam, el budismo y el hinduismo como parte de las grandes religiones del mundo. Hasta hoy, el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, el budismo y el hinduismo suelen ser clasificadas como las "cinco grandes religiones del mundo". Más tarde, se sumaron otras religiones aceptadas como legítimas, incluyendo: bahaísmo, budismo, cristianismo, confucianismo, hinduismo, islamismo, jainismo, judaísmo, sikhismo, sintoísmo, taoísmo y zoroastrismo.

La Iglesia católica inició un proceso de diálogo para mejorar las relaciones con otras religiones. Uno de sus grandes impulsores fue el Papa Juan XXIII, quien comenzó conversaciones con el Arzobispo de Canterbury (líder de la Iglesia Anglicana) y los líderes de las Iglesias Cristianas Ortodoxas. También en el Concilio Vaticano II, impulsado por Juan XXIII, se aprobó la declaración Nostra Aetate. Este documento estableció nuevas bases para las relaciones de la Iglesia con judíos, musulmanes, budistas y otros creyentes. Más tarde, el Papa Juan Pablo II visitó Israel, la Gran Sinagoga de Roma, se reunió con el líder budista, el dalái lama, y participó en el diálogo interreligioso con judíos, budistas, musulmanes, hindúes, bahais e incluso chamanes africanos. Además, en octubre de 1986, por primera vez en la historia, invitó a líderes de diferentes iglesias cristianas y representantes de otras religiones a Asís para orar juntos por la paz mundial. Para continuar estas relaciones, Juan Pablo II fundó en 1988 el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Finalmente, en el Jubileo de 2000, pidió perdón en nombre de toda la Iglesia por los errores cometidos por sus miembros en el pasado, por la violencia y la falta de tolerancia religiosa, por la división de los cristianos y por las faltas hacia otras religiones. También ofreció el perdón a quienes han tratado injustamente a los cristianos.

Otros esfuerzos importantes han sido: los principios de separación Iglesia-Estado, propuestos en el siglo XVII por pensadores como Thomas Hobbes o John Locke, y que están en casi todas las constituciones de las democracias modernas; las leyes que permiten la libertad de culto en casi todos los países occidentales; la Declaración Universal de Derechos Humanos que incluye la libertad de culto; y el diálogo entre la Iglesia Católica, las Iglesias históricas y otras grandes religiones del mundo, que se extendió mucho a partir del Concilio Vaticano II. Gracias a esto, hoy en día varios grupos religiosos, como el movimiento de los Focolares, la comunidad de Sant'Egidio o la comunidad de Taizé, promueven no solo el diálogo para la unidad de los cristianos, sino también el diálogo entre todas las religiones, logrando así una comprensión mutua y la tolerancia religiosa.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Religious tolerance Facts for Kids

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Tolerancia religiosa para Niños. Enciclopedia Kiddle.