Astor Piazzolla para niños
Datos para niños Astor Piazzolla |
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![]() Piazzolla con su bandoneón, en 1971.
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Astor Pantaleón Piazzolla | |
Apodo | El gran Astor | |
Nacimiento | 11 de marzo de 1921 Mar del Plata (Argentina) |
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Fallecimiento | 4 de julio de 1992 Buenos Aires (Argentina) |
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Causa de muerte | Hemorragia cerebral | |
Sepultura | Cementerio Jardín de Paz de Pilar | |
Nacionalidad | argentina | |
Familia | ||
Cónyuge | Dedé Wolff (matr. 1942; div. 1966) Laura Escalada (matr. 1976; fall. 1992) |
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Hijos | Diana Piazzolla (1943-2009) Daniel Piazzolla (1944) |
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Educación | ||
Educación | Instituto Antártida Argentina | |
Alumno de | ||
Información profesional | ||
Ocupación | compositor, arreglista, bandoneonista y director | |
Años activo | 1937-1990 | |
Géneros | Ópera, nuevo tango y tango | |
Instrumento | Bandoneón y piano | |
Discográficas | Trova, RCA-Victor, CBS, Music Hall, Polydor | |
Obras notables |
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Sitio web | fundacionapiazzolla.org | |
Distinciones |
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Astor Pantaleón Piazzolla (nacido en Mar del Plata, Argentina, el 11 de marzo de 1921 – fallecido en Buenos Aires, Argentina, el 4 de julio de 1992) fue un talentoso bandoneonista, director de orquesta, arreglista y compositor argentino. Es considerado uno de los músicos más importantes del siglo XX y un gran representante del tango a nivel mundial.
Cuando tenía tres años, su familia se mudó a Nueva York, donde Astor empezó a estudiar música y bandoneón. Al principio, tocaba piezas de música clásica en el bandoneón, no tangos. En 1934, conoció a Carlos Gardel en Manhattan y apareció brevemente en la película El día que me quieras. Fue con Gardel que Piazzolla tocó su primer tango.
Regresó a Argentina en 1937, decidido a tocar tangos de forma profesional. A finales de 1939, empezó a hacer arreglos para la orquesta de Aníbal Troilo. Al mismo tiempo, tomó clases de música con Alberto Ginastera hasta 1945. Un año antes, dejó la orquesta de Troilo para iniciar su propia carrera.
En 1954, viajó a París para estudiar con Nadia Boulanger, quien lo animó a seguir componiendo tango. Durante su estancia en París, grabó su primer álbum, Sinfonía de tango. Esto marcó el inicio de una larga y exitosa carrera musical, con unos cuarenta álbumes grabados en Argentina, Europa y Estados Unidos. También colaboró con músicos importantes como Gerry Mulligan en Summit y Gary Burton en The New Tango.
Sus obras transformaron el tango tradicional, creando un nuevo estilo llamado tango de vanguardia o nuevo tango. Este estilo era menos para bailar y más para escuchar con atención. Piazzolla incluyó instrumentos poco comunes en el tango, como percusión, guitarra eléctrica y vibráfono. También mezcló elementos de la música académica y el jazz, como el contrapunto, las fugas y las improvisaciones de jazz.
Al principio, trabajó con cantantes de tango como Francisco Fiorentino, pero luego prefirió la música instrumental. Sin embargo, compuso obras vocales destacadas como el famoso tango-vals «Balada para un loco» y su ópera ligera María de Buenos Aires, ambas con Horacio Ferrer. Estos cambios le valieron críticas de los tangueros más tradicionales, quienes lo llamaban "el asesino del tango". Piazzolla respondió que su música era "música contemporánea de Buenos Aires". A pesar de las críticas, su música fue valorada por mucha gente y sus álbumes se vendían muy bien. También innovó en el mercado discográfico argentino, lanzando el primer álbum en vivo del país, Piazzolla en el Regina (1970), y el primer álbum doble, la banda sonora de María de Buenos Aires (1968).
Como virtuoso del bandoneón, Piazzolla dirigió muchos grupos, desde orquesta típicas hasta sextetos, octetos y quintetos. Su quinteto fue el formato más usado en su carrera. Su famoso Octeto Electrónico abrió el camino a la fusión del tango y el rock. También compuso música para unas 40 películas. Se estima que escribió cerca de tres mil obras.
En sus últimos años, fue reconocido por intelectuales, músicos de jazz y rock, y nuevos artistas del tango. En el siglo XXI, es considerado uno de los músicos más importantes de la historia de Argentina.
Contenido
- La vida de Astor Piazzolla
- Sus primeros años y el bandoneón
- Aprendiendo y creciendo con la música
- El inicio de su carrera como solista
- El concurso Fabien Sevitzky y su viaje a Europa
- El encuentro con Nadia Boulanger
- El Octeto Buenos Aires y el Quinteto neoyorquino
- «Adiós Nonino» y el Quinteto porteño
- Nuevas formaciones y giras internacionales
- Colaboraciones con escritores
- María de Buenos Aires y «Balada para un loco»
- El Conjunto 9 y el periodo italiano
- El Octeto Electrónico y sus últimos años
- El estilo musical de Piazzolla
- El legado de Astor Piazzolla
- Discografía destacada
- Música de películas
- Galería de imágenes
- Véase también
La vida de Astor Piazzolla
Sus primeros años y el bandoneón
Astor Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata, Argentina. Sus padres, Vicente Piazzolla y Asunta Manetti, también eran de Mar del Plata, con raíces italianas. El nombre Astor fue un homenaje de su padre a un amigo. En 1924, la familia se mudó a Nueva York, Estados Unidos. Allí, Astor pasó gran parte de su infancia y aprendió inglés, además de español e italiano. Astor nació con una malformación en una pierna, lo que le impedía practicar deportes.
En 1927, su padre, sintiendo nostalgia por Argentina, le compró un bandoneón usado por 18 dólares. El padre de Astor también era aficionado a la música y tocaba el acordeón. Astor tuvo que aprender a tocar el bandoneón por sí mismo, ya que no había maestros en Nueva York.
La familia regresó brevemente a Mar del Plata, donde un inmigrante italiano, Libero Paolini, le enseñó los primeros acordes. Luego, el hermano de Libero, Homero, le enseñó rancheras, valses y polcas. Aunque no tocaba tangos, Homero le dijo a su padre que Astor tenía talento. Poco después, la familia volvió a Nueva York cuando Astor tenía once años.
En Nueva York, Astor conoció a Bela Wilda, un pianista húngaro que le enseñó a amar a Johann Sebastian Bach. También estudió con Terig Tucci. En 1932, Astor debutó en un festival escolar en la calle 42, tocando un tango que él mismo compuso.

En 1934, Piazzolla conoció a Carlos Gardel en Manhattan. Gardel le tomó cariño al joven y lo invitó a participar en su película El día que me quieras, como un joven vendedor de periódicos. Fuera de cámaras, Piazzolla le mostró a Gardel cómo tocaba el bandoneón. Gardel le dijo: "Vas a ser algo grande, pibe, te lo digo yo. Pero el tango lo tocás como un gallego". Piazzolla le respondió: "el tango todavía no lo entiendo". Gardel le contestó: "cuando lo entiendas, no lo vas a dejar".
Gardel invitó a Piazzolla a unirse a su gira por América, pero su padre no le dio permiso por ser muy joven. Esta decisión le salvó la vida, ya que Gardel y su banda fallecieron en un accidente aéreo durante esa gira. Años después, Piazzolla bromeó diciendo que, en lugar de tocar el bandoneón, estaría tocando el arpa.
A los diecisiete años, a Piazzolla le avergonzaba que sus amigos supieran que tocaba el bandoneón. Sin embargo, escuchar al violinista Elvino Vardaro le mostró una nueva forma de tocar el tango.
Piazzolla intentó formar un dúo con Calixto Sallago y luego se unió a grupos como el de Gabriel Clausi y Francisco Lauro. Se dio cuenta de que los músicos vivían en condiciones difíciles y deseaba una vida mejor. Con el tiempo, las radios más importantes lo buscarían y firmaría contratos muy favorables.
Admiraba a músicos como Agustín Bardi, Eduardo Arolas, Julio De Caro, Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese. Un día, vio un cartel anunciando el debut de la orquesta de Aníbal Troilo y quedó fascinado.
Aprendiendo y creciendo con la música

En 1940, el pianista Arthur Rubinstein llegó a Argentina. Piazzolla lo visitó y le mostró un borrador de un concierto para piano. Rubinstein lo animó a estudiar seriamente y lo contactó con Juan José Castro, quien finalmente lo derivó a Alberto Ginastera. Piazzolla estudió con Ginastera de 1939 a 1945. Ginastera lo impulsó a asistir a los ensayos de orquestas sinfónicas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Buenos Aires recibió a muchos músicos importantes, lo que permitió a Piazzolla acceder a un gran repertorio musical.
Piazzolla pasó muchas horas en el Café Germinal, aprendiendo de la música que escuchaba. Allí conoció a Hugo Baralis, violinista de la orquesta de Aníbal Troilo. Un día, Baralis le ofreció a Piazzolla reemplazar a un bandoneonista enfermo. Tras una prueba, Troilo lo aceptó. Piazzolla debutó con la orquesta en diciembre de 1939.
Piazzolla también comenzó a hacer arreglos para la orquesta de Troilo. Su arreglo de «Azabache» ganó un concurso y le abrió puertas a nuevas oportunidades. Sin embargo, su estilo innovador a veces generaba críticas.

El tango «Inspiración» fue el primer arreglo de Piazzolla grabado por la orquesta de Troilo en 1943. Aunque Troilo a veces modificaba sus arreglos, valoraba el talento de Piazzolla. La gente también apreciaba sus innovaciones. Piazzolla recordaba que Troilo le borraba muchas notas, pero esto se debía a que la música de Piazzolla era muy compleja y no todos los músicos de la orquesta estaban preparados para tocarla.
Piazzolla no quería que su destino fuera solo tocar en bailes populares. Deseaba otro tipo de vida. Comenzó una relación con Odette María Wolf, estudiante de pintura, quien lo introdujo al cubismo, el surrealismo y el arte abstracto. Se casaron en 1942 y tuvieron dos hijos, Diana y Daniel.
El inicio de su carrera como solista
Piazzolla formó el Quinteto Azul y luego un grupo propio en Mar del Plata. En 1944, dejó la orquesta de Troilo y se unió al grupo de Francisco Fiorentino. Esta fue la orquesta "de" Astor Piazzolla. Debutaron a finales de 1944 y grabaron varias canciones. Piazzolla notó que su público prefería escuchar su música en cafés, no bailar.
Entre 1946 y 1949, trabajó para el sello Odeón con su propia orquesta. Después de disolverla, se dedicó a hacer arreglos para otras orquestas. Las críticas a su música aumentaron, algunos le decían: "¿Te crees que estás en el Colón?". Sin embargo, sus discos se vendían bien, lo que le permitió negociar contratos favorables.
En los años 50, Piazzolla, aunque no dirigía una orquesta propia, componía y arreglaba para las formaciones más importantes. También compuso música para películas y buscó prestigio en la música clásica.
Lalo Schifrin contó que Piazzolla se sentía triste por no ser reconocido por los tangueros tradicionales. Schifrin le aconsejó que no le importara lo que dijeran, porque lo que él hacía era "Piazzolla".
El concurso Fabien Sevitzky y su viaje a Europa
En 1952, Piazzolla participó en el Concurso Fabien Sevitzky de composición, que ganó con su obra Buenos Aires (tres movimientos sinfónicos). El premio le dio dinero suficiente para viajar a Europa.
El 13 de agosto, su obra fue interpretada. Piazzolla recordó que la obra gustó mucho, pero causó un escándalo porque los músicos académicos se indignaron al ver los bandoneones. El director lo animó, diciendo que era "buena publicidad".
El encuentro con Nadia Boulanger

Nadia Boulanger fue clave en la carrera de Piazzolla. Él dudaba entre ser músico de tango o compositor de música clásica. Boulanger lo animó a seguir con el tango, pero a partir de ese momento, Piazzolla combinaría ambos estilos.
Piazzolla viajó a Europa en 1954. Estudió con Boulanger durante once meses. Al principio, le costaba mostrarle sus tangos. Pero un día, cuando Boulanger le preguntó qué música hacía en Buenos Aires, Piazzolla tocó «Triunfal». Antes de terminar, ella le dijo: "No abandone jamás esto. Ésta es su música. Aquí está Piazzolla".
Durante su estancia en París, formó una orquesta de cuerdas con músicos de la Ópera de París. Con ellos, compuso y grabó varios tangos. Gracias a Charles Delaunay, un experto en jazz, Piazzolla pudo grabar el álbum Sinfonía de tango en 1955. También conoció el sexteto de Oscar Pettiford, cuya música lo inspiró a incorporar el swing y el contrapunto en sus futuras formaciones.
El Octeto Buenos Aires y el Quinteto neoyorquino
Al regresar de París en 1955, Piazzolla formó el Octeto Buenos Aires con la intención de "romper con todos los esquemas musicales" del tango. Aplicó lo aprendido con Ginastera y Boulanger, e incluyó elementos del jazz como el swing y el contrapunto. Una novedad fue la guitarra eléctrica, un instrumento poco común en el tango. El grupo no tenía director y no tocaba para bailes.
El Octeto estaba formado por Piazzolla y Leopoldo Federico en bandoneones, Enrique Mario Francini y Hugo Baralis en violines, Atilio Stampone en piano, Horacio Malvicino en guitarra eléctrica, José Bragato en violonchelo y Hamlet Greco en contrabajo. Piazzolla lo describió como "ocho tanques de guerra". Este grupo generó controversia, y algunos conciertos terminaron en discusiones con los tangueros tradicionalistas.
En 1958, Piazzolla se frustró con el Octeto y viajó a Nueva York. Allí formó otro grupo, el Quinteto Yei-Te (de jazz y tango), que incluía percusión latina. Grabaron el álbum Take Me Dancing! The Latin Rhythms of Astor Piazola en 1959, el primer álbum de Piazzolla en estéreo y grabado en Estados Unidos. Aunque al principio le gustó, luego lo consideró un "álbum maldito" por su fracaso comercial.
«Adiós Nonino» y el Quinteto porteño
En 1959, mientras trabajaba en Puerto Rico y Nueva York, Piazzolla recibió la noticia de la muerte de su padre. Fue en ese momento que compuso «Adiós Nonino», su obra más famosa. La canción, que incorporó una sección rítmica de un tango anterior llamado «Nonino», se convirtió en un símbolo de Piazzolla. Él mismo dijo que era su mejor tango y que nunca pudo componer uno superior. Existen más de 170 versiones de esta obra.
Piazzolla regresó a Buenos Aires en 1960. Ante la falta de dinero, trabajó en programas de radio. La muerte de su padre también afectó su vida personal, llevando a la separación de su esposa Dedé y a problemas en su relación con sus hijos.
El Quinteto se convirtió en la formación más importante de Piazzolla. Aunque intentó expandir sus grupos, siempre regresaba al quinteto. Este formato, inspirado en el jazz, se volvió muy popular en Argentina.
El Quinteto porteño incluía guitarra eléctrica, violín, bandoneón, piano y contrabajo. Se consideraba una versión reducida de una orquesta de tango. Debutaron en un pequeño bar de jazz llamado "Jamaica". Aunque al principio hubo resistencia de músicos de jazz, el productor Ricardo Mejía los contrató para RCA.
Piazzolla grabó el álbum Piazzolla... o NO? Bailable y apizolado en 1961, pensando que funcionaría tanto para escuchar como para bailar. Sin embargo, el público prefería escucharlo, no bailar.
El álbum Piazzolla interpreta a Piazzolla (1961) fue el único de esa época sin temas cantados. Aquí se consolidaron los rasgos de su estilo: contrastes temáticos, uso de dobles cuerdas en el contrabajo, cadenzas románticas en el piano y el fugato. Una novedad fue la amplificación del bandoneón para mezclarse mejor con la guitarra.
En 1962, lanzó Nuestro tiempo, con cambios en la formación y la inclusión de temas cantados por Héctor De Rosas. La portada del álbum fue diseñada por el artista Vicente Forte.
El Quinteto se presentaba en un local llamado "676", con capacidad para 70 personas. Allí tocaron grandes figuras del jazz. En 1964, Piazzolla y Eduardo Rovira actuaron juntos, pero hubo un altercado entre sus públicos debido a sus estilos diferentes.
En 1963, el Quinteto grabó Tango para una ciudad, mostrando un acercamiento al jazz y la influencia de su maestro Alberto Ginastera. También comenzó a usar efectos de percusión en el grupo.
Nuevas formaciones y giras internacionales
Las interpretaciones de los temas de Piazzolla cambiaban con los diferentes músicos del Quinteto. El violín de Antonio Agri, con su sonido brillante y entonación perfecta, le dio al Quinteto de los años 60 su sonido definitivo. Músicos de jazz como Jim Hall y Tommy Flanagan se asombraban de la habilidad del Quinteto para improvisar.
El Quinteto realizó giras por Argentina en condiciones difíciles. Piazzolla se dio cuenta de la necesidad de expandirse al exterior. En 1965, el gobierno argentino los envió a Brasil como embajadores culturales. Aunque el tango era considerado anticuado en Brasil, la música de Piazzolla cautivó al público.
En 1965, el Quinteto viajó por primera vez a Estados Unidos, presentándose en Washington D. C. y Manhattan. El periódico The New York Times elogió su actuación. De esta gira se editó el álbum Concierto de Tango en el Philarmonic Hall de New York, aunque fue grabado en estudio.
En 1965, Piazzolla recibió una alta suma de dinero en regalías, lo que le permitió negociar mejores condiciones con las discográficas.
Colaboraciones con escritores

En 1963, Piazzolla y Ernesto Sabato planearon una versión musical del libro Sobre héroes y tumbas, pero el proyecto no se concretó debido a diferencias de opinión. Sábato criticaba algunas formas del músico, aunque admiraba su talento.
Después de negociaciones, Jorge Luis Borges aceptó trabajar en un álbum con Piazzolla. El músico le mostraba los avances de las milongas que incluían los versos de Borges. A pesar de algunas diferencias, el proyecto se completó, y en 1965 se editó el álbum El Tango, con los temas fruto de su colaboración.
María de Buenos Aires y «Balada para un loco»
A finales de los años 60, Piazzolla y el escritor Horacio Ferrer crearon su "operita" titulada María de Buenos Aires. La historia trata sobre María, una muchacha humilde que es arrastrada por fuerzas misteriosas y se transforma. Las críticas a la obra fueron positivas, el diario Clarín la consideró la obra más ambiciosa de Piazzolla.
Piazzolla grabó rápidamente el álbum María de Buenos Aires en los estudios ION de Buenos Aires, utilizando la tecnología más avanzada de la época. Fue el primer álbum doble de Argentina. Después, grabó uno de sus álbumes más famosos, Adiós Nonino (1969), que incluía la versión más popular de su tema homónimo.

La canción «Balada para un loco» se presentó en un concurso en 1969. Aunque no ganó el primer premio por voto popular, se convirtió en un éxito mundial. La cantante Amelita Baltar interpretó la canción en el festival. La letra, escrita por Horacio Ferrer, se inspiró en una película. A pesar de las críticas que decían que no era un tango, la canción fue muy popular.
Piazzolla grabó dos versiones de «Balada para un loco»: una con Amelita Baltar para Columbia y otra con Roberto Goyeneche para RCA. El álbum Piazzolla en el Regina (1970) fue el primer álbum en vivo grabado en Argentina, donde se presentaron por primera vez juntas las Cuatro estaciones porteñas.
En 1971, RCA editó Concierto para Quinteto, donde Piazzolla estrenó su Concierto para quinteto. También grabó dúos con Aníbal Troilo. En esta época, Piazzolla empezó a interesarse más por el rock, lo que se reflejó en la mayor duración de sus temas y en su cambio de imagen.
El Conjunto 9 y el periodo italiano
El Conjunto 9 nació de un contrato con la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Esta formación, que incluía un cuarteto de cuerdas clásico y batería, buscaba un sonido más cercano al rock progresivo. Aunque el sonido del grupo era excelente, Piazzolla no cambió su forma de escribir música.
En 1973, la financiación municipal para el Noneto terminó debido a cambios políticos en Argentina. Piazzolla sufrió un infarto ese año, lo que afectó su creatividad. A partir de entonces, se centró en consolidar lo que ya había descubierto, en lugar de buscar nuevas innovaciones.

En los años 70, Piazzolla buscó un contrato discográfico en Europa debido a la situación en Argentina. En 1974, el productor Aldo Pagani le ofreció un contrato. Así, Piazzolla se mudó a Italia y lanzó Libertango (1974), un álbum con un marcado estilo rockero. Aunque fue mal recibido por el público argentino, fue un éxito en Europa.

También en 1974, grabó Summit con el saxofonista Gerry Mulligan. Mulligan había sido una gran inspiración para Piazzolla. Aunque las sesiones de grabación fueron difíciles, ambos músicos se admiraban mutuamente.
En 1975, tras la muerte de Aníbal Troilo, Piazzolla compuso su propio "responso" en homenaje a su amigo. Así nació el álbum Lumière (1976), con un sonido más cercano al jazz rock.
El Octeto Electrónico y sus últimos años
Después de un infarto en 1973, el hijo de Astor, Daniel Piazzolla, le mostró el sintetizador. Astor vio las posibilidades del instrumento y comenzó a usarlo en sus composiciones.
El primer Octeto Electrónico se formó en 1975 en Argentina. Incluía bandoneón, violín, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería, piano, órgano eléctrico, sintetizadores y el cantante José Ángel Trelles. El grupo tuvo problemas internos y se disolvió.
Una segunda formación del Octeto Electrónico realizó giras por Francia, Italia y Alemania en 1977. Aunque tuvieron éxito, Piazzolla sintió que se alejaba de su estilo y decidió volver a sus raíces.
A partir de 1978, Piazzolla volvió a trabajar con el Quinteto Nuevo Tango y retomó la composición de obras sinfónicas y de cámara.
En 1982, escribió Le Grand Tango para chelo y piano, dedicado al chelista Mstislav Rostropóvich.
En 1984, tocó con la cantante Milva en París y Viena. También se presentó en Berlín y Utrecht, donde una grabación de su actuación se considera una de las mejores de su carrera. En un concierto en Utrecht, Piazzolla dijo que su música era para el futuro y para los jóvenes que miraban hacia adelante.
En 1985, fue nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y recibió el Premio Konex de Platino. También estrenó su Concierto para Bandoneón y Guitarra en Bélgica.
En 1987, viajó a Estados Unidos y grabó en vivo en el Central Park con la Orquesta de St. Luke's. También grabó álbumes importantes como Tango Zero Hour y Five Tango Sensations.
En 1988, fue operado del corazón. A principios del año siguiente, formó su último grupo, el Sexteto Nuevo Tango.
El 4 de agosto de 1990, sufrió un problema de salud en París y fue internado. Lo trasladaron a Buenos Aires el 12 de agosto, donde falleció dos años después, el 4 de julio de 1992, a los 71 años. Sus restos descansan en el cementerio Jardín de Paz, en Pilar.
En sus últimos diez años, escribió más de 300 tangos y unas cincuenta bandas sonoras para películas. En 1993, fue nominado póstumamente a los Premios Grammy por Oblivion.
El estilo musical de Piazzolla
Una de las grandes innovaciones de Piazzolla fue su forma de cambiar el acento en la milonga, creando un efecto de síncopa. Esto se basa en agrupar 8 pulsos en 3+3+2, lo que le dio al tango un ritmo completamente nuevo. Antes de Piazzolla, el ritmo del tango solo cambiaba en la velocidad. Con él, el ritmo se enriqueció en la composición misma.
El uso de agrupamientos asimétricos, como el 3+3+2, conecta la música de Piazzolla con Bela Bartok, quien descubrió estos ritmos en el folclore de su región. Piazzolla usaba estos ritmos de forma regular, dándole al tango una energía novedosa.
Piazzolla excluyó dos elementos muy característicos del tango: el baile y el canto. Su orquestación polifónica (con muchas voces musicales a la vez) hacía que el cantante no fuera necesario.
Su música se alejaba de lo popular de su época. Por ejemplo, en "Tres minutos con la realidad", combinó elementos clásicos con el tango. Esta pieza era un desafío para él, buscando plasmar una especie de "fresco sinfónico" en solo tres minutos.
La relación de Piazzolla con los periodistas y otros músicos no siempre fue buena debido a su personalidad. Sin embargo, sus innovaciones fueron muy importantes.
El sonido de su Octeto se relaciona con el sexteto de Julio de Caro de 1926. Pero el toque definitivo, esa sensación de urgencia y ejecución al límite, venía del jazz. Piazzolla compartió escenario con grandes músicos de jazz como Jim Hall y Stan Getz.
Entre los músicos contemporáneos que inspiraron a Piazzolla se encuentran Alfredo Gobbi y, sobre todo, Osvaldo Pugliese. Pugliese, con composiciones como Negracha y La yumba, se adelantó a lo que Piazzolla haría después. Siempre hubo respeto y admiración mutua entre ellos. Pugliese hizo versiones de tangos de Piazzolla, y Piazzolla grabó temas de Pugliese. Incluso tocaron juntos en un concierto en Ámsterdam en 1989, cerrando con sus éxitos más populares: La yumba y Adiós Nonino.
Entre las influencias de la música europea, se destacan Johann Sebastian Bach (por el desarrollo de patrones armónicos, fugas y contrapunto) y Bela Bartok. Su música también tiene puntos en común con las obras de los estadounidenses George Gershwin y Brian Wilson. Además, admiraba y conoció personalmente a Igor Stravinsky.
El legado de Astor Piazzolla
Piazzolla, al igual que Jorge Luis Borges, creó un estilo único e irrepetible. Ambos inventaron sus propias formas de entender y crear, a partir de lecturas y selecciones particulares. Borges, aunque se declaraba conservador, fue revolucionario. Piazzolla, aunque hablaba de revolución, también la logró desde una base conservadora y resistiéndose a las tendencias de la música clásica de su tiempo.
En 1995, la Fundación Konex le otorgó el Premio Konex de Honor por su gran contribución a la música en Argentina.
En 1996, se realizó un homenaje llamado «Astortango» en el Teatro Ópera de Buenos Aires. Músicos destacados de todo el mundo interpretaron las obras de Piazzolla, incluyendo a Gary Burton, Chick Corea, Hermeto Pascoal, Jairo, y su hijo Daniel y su nieto Daniel «Pipi» Piazzolla.
En 2008, el aeropuerto internacional de Mar del Plata, su ciudad natal, fue nombrado «Aeropuerto Internacional Astor Piazzolla» en su memoria.
Desde 2007, el quinteto Fugata Quintet, con sede en Londres, difunde la obra de Piazzolla. Su nombre, "Fugata", viene de una pieza de Piazzolla y refleja los orígenes clásicos del compositor. Han tenido exitosas actuaciones y grabaciones en lugares prestigiosos como el Royal Albert Hall. Compositores como Osvaldo Golijov y Daniel Binelli se han inspirado en Piazzolla.
Discografía destacada
- Tango moderno (1957)
- Tango en Hi-Fi (1959)
- Take Me Dancing! The Latin Rhythms of Astor Piazola (1959)
- Piazzolla interpreta a Piazzolla (1961)
- Piazzolla... o NO? Bailable y apizolado (1961)
- Nuestro tiempo (1961)
- Tango contemporáneo (1963)
- Tango para una ciudad (1963)
- 20 años de vanguardia con sus conjuntos (1964)
- Concierto en el Philarmonic Hall de New York (1965)
- El Tango con Edmundo Rivero y textos de Jorge Luis Borges (1965)
- Historia del Tango Vol. 1: La guardia Vieja (1967)
- Historia del Tango Vol. 2: La época Romántica (1967)
- María de Buenos Aires (1968)
- Adiós Nonino (1969)
- Pulsación (1970)
- Amelita Baltar interpreta a Piazzolla y Ferrer (1970)
- En persona (1970)
- La bicicleta blanca Amelita Baltar con Piazzolla (1971)
- Concierto para quinteto (1971)
- Música Popular Contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires Volumen 1 (1971)
- Música Popular Contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires Volumen 2 (1972)
- Libertango (1974)
- Summit con Gerry Mulligan (1974)
- Amelita Baltar (1975)
- Il pleut sur Santiago (1975)
- Lumière (1975)
- Balada para un loco (1976)
- Armaguedon (1977)
- Persecuta (1977)
- Viaje de Bodas (1977)
- Mundial 78 (1978)
- Biyuya (1980)
- Thèmes Originaux (1982)
- Volver (1982)
- Woe (1983)
- Oblivion (1984)
- L'exil de Gardel (1985)
- Nuevo tango: Hora Zero (1986)
- The Rough Dancer and the Cyclical Night (Tango Apasionado) (1988)
- Sur: Una película para llevar en el corazón (1988)
- Concierto para Bandoneón - Tres Tangos (1988)
- La Camorra: La soledad de la provocación apasionada (1989)
- Five Tango Sensations (1989) con el Kronos Quartet
Música de películas
- El hombre del sábado de Leopoldo Torres Ríos (1947)
- Con los mismos colores de Carlos Torres Ríos (1949)
- Bólidos de acero de Carlos Torres Ríos (1949)
- El cielo en las manos de Enrique de Thomas (1949)
- Stella Maris de Homero Cárpena (1953)
- Sucedió en Buenos Aires de Enrique Cahen Salaberry (1954)
- Marta Ferrari de Julio Saraceni (1955)
- Continente blanco de Bernard Roland (1955)
- Los tallos amargos de Fernando Ayala (1955)
- Una viuda difícil de Fernando Ayala (1957)
- Continente blanco de Bernard Roland (1956)
- Violencia en la ciudad (1956)
- Sábado a la noche, cine de Fernando Ayala (1959)
- Quinto año Nacional (1960)
- Las furias de Vlasta Lah (1960)
- La fin del mundo (1963)
- Los que verán a Dios de Rodolfo Blasco (1963)
- Paula cautiva de Fernando Ayala (1963)
- Con gusto a rabia de Fernando Ayala (1965)
- Las locas del conventillo de Fernando Ayala (1966)
- La fiaca de Fernando Ayala (1968)
- Pulsación de Carlos Páez Vilaró (1969)
- Con alma y vida (1970)
- Cuando una ciudad despierta (1975)
- Lumière de Jeanne Moreau (1975)
- Llueve sobre Santiago de Helvio Soto (1975)
- Viaje de bodas (o Luna de miel) de Nadine Trintignant (1975)
- Servante et Maîtresse (1976)
- Armaguedón de Alain Jessua (1976)
- Cadaveri eccelenti de Francesco Rosi (1976)
- ¿Qué es el otoño? de Dadid José Kohon (1977)
- El infierno tan temido de Raúl de la Torre (1979)
- Volver de David Lypszyo (1982)
- La intrusa (1982)
- Somos? (1982)
- Cuarteles de Invierno de Lautaro Murúa (1984)
- Enrico IV de Marco Bellocchio (1984)
- El exilio de Gardel de Fernando Solanas (1985)
- Sur de Fernando Solanas (1988)
- Doce monos de Terry Gilliam (1995)
Galería de imágenes
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Piazzolla haciendo de canillita junto a Carlos Gardel en El día que me quieras, 1935.
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Alberto Ginastera fue el primer profesor de Piazzolla. A su vez, Piazzolla fue su primer alumno.
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Piazzolla tocó e hizo arreglos para la orquesta de Aníbal Troilo.
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Nadia Boulanger fue una pieza muy importante en su carrera, ya que hasta su encuentro con ella, Piazzolla se debatía entre ser un músico de tango o un compositor de música clásica. Boulanger lo animó a seguir con el tango.
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Jorge Luis Borges, Edmundo Rivero y Astor Piazzolla durante una de las sesiones de grabación del álbum El Tango, 1965.
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Piazzolla grabó dos versiones de «Balada para un loco», una con Amelita Baltar para el sello Columbia y otra con Roberto Goyeneche (en la imagen) para RCA.
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Piazzolla y Horacio Ferrer en 1970.
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Pino Presti creó y tocó la línea de bajo de Libertango.
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Piazzolla y Gerry Mulligan durante las sesiones de Summit, 1974.
Véase también
En inglés: Astor Piazzolla Facts for Kids