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'Conquista de Tabasco'
(1519-1564)

Potonchán
Cacique maya Tabscoob
Malintzin
Juan de Grijalva
Hernán Cortés
Batalla de Centla (1519)
Francisco de Montejo
Francisco de Montejo (el Mozo)
Bernal Díaz del Castillo
Alonso de Ávila
Fundación de Santa María de la Victoria (1519)
Fundación de San Juan Bautista (1564)

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Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España
Itinerario de la Armada (1518)
Cartas de Relación (1519-1526)

La conquista de Tabasco se refiere a las campañas militares que buscaron tomar y establecer control sobre el territorio de Tabasco. Este proceso duró 45 años, comenzando en 1518 con la llegada del primer europeo, Juan de Grijalva, y terminando en 1564 con la rendición de los pueblos indígenas de Cimatán a la corona española. Durante este tiempo, se necesitaron siete expediciones y muchas batallas para vencer a los habitantes de Tabasco, lo que fue muy difícil para los conquistadores españoles.

Las tierras de Tabasco fueron un punto clave para la exploración y el establecimiento de control en lo que hoy es México y Guatemala. Tabasco fue una de las primeras áreas exploradas por los españoles. La Batalla de Centla, el 14 de marzo de 1519, marcó el inicio de la llegada de los españoles para los pueblos indígenas de la época. Allí, Hernán Cortés hizo que los nativos prometieran lealtad al emperador Carlos V y fundó la ciudad de Santa María de la Victoria. Esta ciudad, que fue la primera en tierras de lo que más tarde sería la Nueva España, fue destruida por los tabasqueños poco después.

Es importante saber que pocos colonizadores se quedaron en la región. La falta de metales preciosos y el clima no hacían que la zona fuera atractiva. Hernán Cortés siempre recordaría que en Tabasco recibió un regalo importante: Malintzin, conocida como La Malinche, quien fue clave en la conquista del imperio mexica.

Primeros encuentros: La expedición de Juan de Grijalva en 1518

Archivo:Grijalva y Tabscoob
Juan de Grijalva, explorador de Tabasco, se reúne con el cacique Tabscoob.

Los españoles llegaron a Tabasco durante la segunda expedición que los castellanos enviaron desde Cuba hacia el continente. Esta expedición fue autorizada por Diego Velázquez de Cuéllar, gobernador de Cuba. Zarpó del puerto de Matanzas el 10 de abril de 1518, con cuatro barcos al mando del capitán Juan de Grijalva. Lo acompañaban los capitanes Francisco de Montejo, Alonso de Ávila y Pedro de Alvarado.

Esta expedición se organizó después de los descubrimientos de Francisco Hernández de Córdoba en las costas de Yucatán y Campeche en 1517. La expedición de Grijalva navegó por la costa de la península y el 8 de junio de 1518 llegó a un río que los nativos llamaban Río Tabasco. La tripulación lo nombró Grijalva en honor a su capitán. La expedición entró por la desembocadura del río y desembarcó en Potonchán, una población del Señorío Chontal de Acalán, descubriendo así el territorio de Tabasco.

«...Comenzamos a 8 días del mes de junio de 1518 y yendo la armada por la costa, unas seis millas apartada de tierra, vimos una corriente de agua muy grande que salía de un río principal, el que arrojaba agua dulce cosa de seis millas mar adentro. Y con esa corriente no pudimos entrar por el dicho río, al que pusimos por nombre el Río de Grijalva. Nos iban siguiendo más de dos mil indios y nos hacían señales de guerra (...) Este río viene de unas sierras muy altas, y esta tierra parece ser la mejor que el sol alumbra; si se ha de poblar más, es preciso que se haga un pueblo muy principal: llamase esta provincia Potonchán.»

Juan de Grijalva conversó con los indígenas de Potonchán y se reunió con el cacique maya Tabscoob. Grijalva le dio varios regalos, incluyendo su jubón de terciopelo verde, mientras que el cacique maya le obsequió objetos de oro y artesanías de barro. Grijalva le dijo al líder maya que venía en paz y que su intención era seguir su viaje por la costa. Después de unos días y de conseguir provisiones, Grijalva continuó su camino. Pasaron por la población de Ahualulco, a la que llamaron "La Rambla". Luego descubrieron el Río Tonalá (que hoy marca el límite entre Tabasco y Veracruz), al que nombraron "Río de Santo Antón". Siguieron por la costa, descubrieron la "Sierra de San Martín" y llegaron a un islote que llamaron San Juan de Ulúa.

La expedición de Hernán Cortés en 1519

Fundación de Santa María de la Victoria

Archivo:Retrato de Hernán Cortés
Hernán Cortés, fundador de Santa María de la Victoria, la primera población española en la Nueva España.

La tercera expedición salió de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518, bajo el mando del capitán Hernán Cortés. En Cuba, Cortés desembarcó en el puerto de La Trinidad, donde por casi tres meses reunió armas, municiones, algunos caballos, reclutó soldados y nombró 11 capitanes para las naves de la expedición. El 10 de febrero de 1519, finalmente partieron de Cuba con 11 naves, 500 hombres, 50 marinos y 200 indígenas aliados.

Entre los capitanes estaban Pedro de Alvarado, Alonso de Ávila (o Dávila), Alonso Fernández Portocarrero, Diego de Ordás, Francisco de Montejo, Francisco de Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León, Cristóbal de Olid y Gonzalo de Sandoval, y el piloto principal Antón de Alaminos. La expedición siguió la ruta de Juan de Grijalva, bordeó la Península de Yucatán y llegó a Tabasco el 12 de marzo de 1519. Desembarcaron en la "Punta de los Palmares", justo en la desembocadura del Río Grijalva. A diferencia de la expedición de Grijalva, Cortés fue recibido de forma hostil por los indígenas, quienes con señales les indicaban que se fueran.

Archivo:Batalla de Centla
La Batalla de Centla el 14 de marzo de 1519.

El 13 de marzo, por la mañana, Fray Juan Bartolomé de Olmedo y el capellán Juan Díaz celebraron la primera misa cristiana en lo que más tarde sería la Nueva España. Luego, Cortés envió a Alonso de Ávila con cien hombres para que llegara al pueblo de Potonchán por tierra. Le indicó que cuando escuchara los primeros disparos, él atacaría por tierra y Cortés por el río. Se encontraron con más de cuarenta mil indígenas a pie y en canoas. En ese momento, Cortés le pidió al escribano del rey, Diego de Godoy, que leyera el Requerimiento a los indígenas, pidiéndoles que aceptaran la paz.

Ante la negativa de los indígenas a someterse a la corona española, Cortés decidió atacarlos a la mañana siguiente. Así, el 14 de marzo de 1519, tuvo lugar una intensa batalla conocida como la "Batalla de Centla". En esta batalla, los caballos participaron por primera vez en el nuevo mundo, causando un gran impacto entre los nativos, quienes pensaban que el caballo y el jinete eran una sola criatura.

Después de varias horas de lucha, los españoles lograron vencer a los habitantes de Potonchán, gracias a la llegada de Cortés y Francisco de Morla con la caballería. Después de pedirles que se rindieran, Cortés logró un acuerdo con el cacique maya Tabscoob para que se sometiera a la corona española.

«...Y después de apeados debajo de unos árboles y casas que allí estaban, dimos muchas gracias a Dios por habernos dado aquella victoria tan cumplida y como era día de Nuestra Señora de Marzo, llamose una villa que se pobló, Santa María de la Victoria, por ser día de Nuestra Señora como por la gran victoria que tuvimos. Esta fue la primera guerra que tuvimos en compañía de Cortés en la Nueva España(...)y fuimos a ver a los muertos y eran más de ochocientos(...)Estuvimos en esa batalla sobre una hora que no les pudimos hacer perder, por ser buenos guerreros, hasta que vinieron los de a caballo(...)y que en aquella batalla había para cada uno de nosotros tantos indios que a puñados de tierra nos cegaran, salvo que la gran misericordia de Nuestro Señor en todo nos ayudaba(...)luego enterramos dos soldados y quemamos las heridas de los demás y de los caballos y cenamos y reposamos(...)y dejémosle aquí, y diré lo que más pasamos...»
Bernal Díaz del Castillo, "Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España"
Archivo:Entrance of Cortés La Conquista de Mexico (Tabasco city) Painting
Entrada de Hernan Cortes a la ciudad de Potonchán o Tabasco.

Luego, Hernán Cortés tomó posesión de esa tierra en nombre del Rey. Se dirigió a una gran ceiba (un árbol sagrado para los mayas) y, sacando su espada, dio tres golpes en el tronco, tomando las tierras en nombre de la corona española. Declaró la fundación el 25 de marzo de la Villa de Santa María de la Victoria, que sería la primera población española en México.

«... Que desenvainada su espada, dio tres cuchilladas en señal de posesión en un árbol grande que se dice ceiba que estaba en la plaza de aquel gran patio, y dijo que si había alguna persona que se lo contradijera, que él lo defendería con su espada y una rodela que tenía embrazada. Y todos los soldados que presentes nos hallábamos cuando aquello pasó, respondimos que era bien tomar aquella real posesión en nombre de su Majestad, y que nosotros seríamos en ayudarle si alguna persona otra cosa contradijere. Y ante un escribano del rey llamado Diego de Godoy, se hizo aquel auto"
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

Después de estos actos, los nativos le regalaron a Cortés 20 mujeres, entre ellas Malintzin, bautizada como Marina ("La Malinche"). Ella fue una figura clave en la conquista del imperio mexica. Cortés se quedó en la villa hasta el 12 de abril, cuando se embarcó en busca del oro del imperio mexica. Dejó en Santa María de la Victoria un estandarte con la imagen de la Virgen María, una gran cruz de madera y un grupo de españoles. Su misión era pacificar la nueva provincia de Tabasco y servir como base para la conquista de otros territorios.

Expediciones para pacificar Tabasco

La expedición de Luis Marín en 1524

Archivo:Rostro verdadero de la Malinche
Malinche, del antropólogo Miguel Ángel Omaña Rojas (2023)

Hernán Cortés envió al capitán Luis Marín para conquistar la provincia de Las Chiapas y pacificar las poblaciones de Tabasco que estaban en rebelión. La expedición salió de la villa del Espíritu Santo (hoy Coatzacoalcos) en marzo de 1524. Cruzaron el Río Tonalá y se adentraron en el oeste de Tabasco, hacia los pueblos de la Chontalpa.

«...Siempre andábamos pacificando las provincias que se nos alzaban y mataban a sus encomenderos(...)y casi no quedó provincia que se rebelara y a esta causa siempre andábamos de pueblo en pueblo atrayéndolos de paz y como Cortés mandó al capitán Luis Marín que fuese a conquistar y a pacificar la provincia de Chiapas y la de Chontalpa, y mandó que fuese con él...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

La expedición atravesó la selva de la Chontalpa con mucha dificultad, debido a la gran cantidad de pantanos y ríos. Llegaron al pueblo de Cupilcom, donde lucharon y vencieron a sus habitantes, dejando el pueblo en paz. Continuaron su camino hasta Cucultiupa y Huaitalpa, donde también tuvieron batallas contra los mayas chontales. Sin embargo, estos abandonaron el pueblo y los españoles no lograron que juraran obediencia a la corona española.

Más tarde, llegaron al pueblo de Cimatán, donde pidieron a sus habitantes que se rindieran y pagaran tributo. Pero la respuesta fue una lluvia de flechas. El mismo Bernal Díaz del Castillo resultó herido por una flecha, al igual que su compañero Francisco Martín. Ambos lograron escapar en una canoa por el Río Mazapa (hoy Mezcalapa).

«...Como los de Zimatán no querían venir a la villa ni obedecer mandamientos que les enviaban, acordó el capitán Luis Marín que fuésemos un grupo de cuatro para que les llamásemos buenamente para que no se enojasen (...) y yendo a su provincia les enviamos mensajeros y la respuesta que dieron fue que salen a nosotros tres escuadrones de flecheros y lanceros que a la primera refriega de flechas mataron a dos de nuestros compañeros y a mí me dieron un flechazo en la garganta y con tanta sangre que me salía estuvo mi vida en harto peligro, y dejemos de hablar de esto y digamos que Nuestro Señor Jesucristo fue servido escaparnos de morir allí y en las canoas pasamos aquel río que es muy grande y hondo y hay en él muchos lagartos...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

Los españoles estuvieron ocho días perdidos por los montes hasta que finalmente encontraron al resto de la expedición. Decidieron regresar a la villa del Espíritu Santo (Coatzacoalcos) para conseguir más provisiones y apoyo para la guerra.

Para ello, Luis Marín viajó a la Ciudad de México, donde se reunió con Hernán Cortés para informarle lo sucedido en Tabasco. Le pidió más hombres y provisiones de guerra. Cortés le dio treinta soldados, al mando de Alonso de Grado, para reforzar la expedición de Luis Marín y que viajaran a Las Chiapas para pacificarla.

La segunda expedición de Luis Marín en 1524

Archivo:Bernal Díaz del Castillo
Bernal Díaz del Castillo, quien participó en muchas incursiones españolas en Tabasco.

Al regresar a la villa del Espíritu Santo (Coatzacoalcos), con más refuerzos de Cortés, Luis Marín se preparó para una nueva expedición hacia Chiapas. Esta vez, entraría por la provincia de Tehuantepeque. A su regreso de Chiapas, la expedición de Luis Marín volvió a entrar a Tabasco, ahora por el sur, pasando por los pueblos de Teapan (hoy Teapa) y Tecomajiaca. Allí tuvieron combates con los indígenas que no querían someterse a la corona española. Después de varias horas de lucha, los indígenas decidieron huir y quemar sus casas. Los españoles estuvieron cinco días curando a los heridos y explorando los pueblos de la zona para pacificarlos.

«...llegamos a otros pueblos que se dicen Tecomayate y Teapan que estaban juntas las casas y era una poblazón grande de las que había en esa provincia, y estaban en mi encomienda dada por Cortés y aún hoy tengo las cédulas firmadas por Cortés(...)y sallieron de guerra al pasar un río muy hondo que pasa por el pueblo e hirieron a seis soldados y tres caballos y estuvimos un buen rato peleando con ellos y al fin se huyeron(...)estuvimos cinco días curando los heridos y haciendo entradas...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

Después, la expedición se dirigió de nuevo a Cimatán y Talatupán. Al llegar, fueron recibidos con una "lluvia de flechas". Tras varias horas de lucha, los indígenas abandonaron el pueblo y huyeron a los pantanos. Los españoles tomaron Cimatán, pero no lograron que los indígenas regresaran. Así que, después de dos días en Cimatán, cansados y en un clima difícil, los españoles decidieron volver a la villa del Espíritu Santo.

En su regreso, pasaron por los pueblos de la Chontalpa llamados: Nacaxuxuca, Guimango, Teotitlán, Cupilco y Ulapa. Cruzaron el río Agualulco y finalmente el Río Tonalá, llegando a la villa del Espíritu Santo sin haber logrado pacificar Tabasco.

La expedición de Rodrigo Rangel en 1524

En abril de 1524, Cortés envió a Rodrigo Rangel para conquistar y pacificar las provincias de Cimatán y Talatupán, en Tabasco. La expedición partió de la villa del Espíritu Santo con cerca de cien soldados a caballo y a pie, además de veintiséis ballesteros y escopeteros.

La expedición cruzó el río Tonalá (límite actual entre Veracruz y Tabasco), pasó por la provincia de Ayagualulco, y atravesó de nuevo la Chontalpa, donde la mayoría de los pueblos "estaban en paz".

Luego llegaron a las provincias de Cupilco y Zacualco, y cruzaron muchos ríos en canoas y balsas. Pasaron por Teuitán y otras poblaciones de la Chontalpa que estaban en paz. A unas cinco leguas de la población de Cimatán, en unos pantanos, se encontraron con un gran número de guerreros de Cimatán, y se desató una fuerte batalla.

«...en la orilla de la ciénega estaban juntos todos los más guerreros de aquella provincia de Cimatán y tenían hechos unos cercados y albarradas y palos y maderos gruesos, y ellos de dentro, y con unos pretiles y saeteras por donde podían flechar, de presto nos dan una tan buena refriega de flechas y vara tostada con tiraderas, que mataron a siete caballos e hirieron sobre ocho soldados, y al mismo Rangel, que iba a caballo, le dieron un flechazo en el brazo izquierdo...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España.

Después del enfrentamiento, los cimatecos se retiraron hacia su pueblo, mientras que los españoles se quedaron curando a los heridos y enterrando a los fallecidos. Posteriormente, Bernal Díaz del Castillo decidió ir adelante con un grupo de soldados para abrir y despejar el camino hacia Cimatán, lo que llevó a una nueva batalla entre conquistadores y cimatecos.

«...los conquistadores más viejos le dijimos a Rangel que siempre fuesen hombres a pie por delante, descubriendo caminos y celadas, y le habíamos dicho como esos indios solían pelear muy bien y con maña(...)le dije a Rangel que se quedara atrás con los de a caballo y que los soldados y ballesteros fuesen junto conmigo; y yendo por el camino a Cimatán que es bien poblado, hallamos otras albarradas, y tíranos tanta flecha y vara que si no fuera por mi armadura ahí quedara, porque me empendolaron siete flechas y todavía salí herido en una pierna...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

En medio de la batalla, llegó Rangel con la caballería, pero debido al fango y la zona pantanosa, los caballos no podían avanzar. Decidieron retirar la caballería. Entonces llegaron más escopeteros y ballesteros, prolongando la batalla por varias horas. Al final, los cimatecos decidieron retirarse de nuevo a su poblado.

Batalla en Cimatán

Al día siguiente, los españoles decidieron seguir avanzando hacia Cimatán, atravesando grandes llanuras. En medio de estas llanuras había enormes pantanos. En uno de ellos, los cimatecos los esperaban para emboscarlos.

Primero se dejaron ver en las llanuras por los españoles, quienes al verlos los persiguieron a caballo y a pie. Pero los indígenas los guiaron hasta unos extensos pantanos donde caballos y soldados quedaron "atascados" sin poder moverse. Entonces, los cimatecos les lanzaron una lluvia de flechas, hiriendo y matando a muchos caballos y soldados. Incluso el propio Rangel tuvo que ser ayudado porque los cimatecos mataron su caballo y, estando Rangel en el suelo, los indígenas intentaron llevarlo cautivo a su poblado.

Los españoles lograron retirarse y se dirigieron a otro pueblo, que encontraron abandonado. Allí aprovecharon para curar a los heridos. De ahí fueron a otro poblado, que también hallaron abandonado, pero en ese lugar, cientos de guerreros cimatecos les salieron al paso y los atacaron.

«... estando reposando ni cuarto de hora, y vienen tantos guerreros zimatecas y nos cercan en el poblezuelo y tuvimos mucho trabajo en hacerlos alejarse. Rangel estaba muy doliente de la cabeza y había muchos mosquitos que no dormía ni de noche ni de día y murciélagos muy grandes que le mordían y le desangraban y como siempre llovía, y habían muerto once soldados y muchos estaban heridos, varios de los soldados le aconsejaron a Rangel que nos volviésemos desde allí...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

Después de la derrota, algunos soldados, ya desanimados, le pedían a Rodrigo Rangel que regresaran a la villa del Espíritu Santo. Sin embargo, después de hablar con Bernal Díaz del Castillo, quien le dijo que si regresaban estando a las puertas de Cimatán, Cortés no lo vería bien, Rangel decidió continuar el camino hacia Cimatán. La expedición atravesó otros pueblos, encontrándolos abandonados, hasta que llegaron a Cimatán.

Al llegar a Cimatán, tuvo lugar otra batalla. Los invasores lograron entrar al pueblo, pero sus habitantes huyeron del asentamiento, quemando muchas de las casas. Los españoles tomaron posesión de Cimatán, capturando a quince prisioneros. Al día siguiente, Rangel envió a varios indígenas a llamar a los habitantes para que regresaran y juraran obediencia a la corona española. Los indígenas aseguraron que volverían con todos los habitantes, pero nunca regresaron, negándose de nuevo a someterse.

Al día siguiente, Rodrigo Rangel dispuso que cincuenta soldados salieran del pueblo para ir en busca de los cimatecos. El grupo recorrió varios ranchos y caseríos, pero los indígenas huían hacia los montes y pantanos. Después de varios días, los españoles decidieron regresar a la villa del Espíritu Santo sin haber logrado su objetivo de conquistar y pacificar Cimatán.

«...fuimos cincuenta soldados y llegamos a unos ranchos que tenían entre ciénegas que temblaban que no osamos entrar en ellas y se fueron huyendo por unos grandes breñadales y espinos muy malos que pasan los pies, y en unas huertas de cacahuatales prendimos a seis hombres y los llevamos con el capitán. Y los tornó luego para que llamasen de paz a los zimatecas, quienes no quicieron venir, y así acordamos regresar a la villa del Espíritu Santo y en eso paró la entrata a Zimatán...»
Bernal Díaz del Castillo. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España

La expedición de Hernán Cortés en 1524-1525

Aunque la expedición de Hernán Cortés entre 1524 y 1525 por tierras tabasqueñas no tenía fines militares (ya que el conquistador y las más de 3 mil personas que lo acompañaban iban de paso por Tabasco hacia las Hibueras, hoy Honduras), al cruzar casi todo el estado de oeste a este, dejaron un gran conocimiento de la compleja geografía de Tabasco. También hicieron una lista de poblaciones con nombres y ubicaciones, lo que fue muy útil para los futuros colonizadores de la provincia de Tabasco.

En los últimos meses de 1524, Cortés estaba en la villa del Espíritu Santo organizando la continuación de su expedición a las Hibueras. Envió a su capitán Bernal Díaz del Castillo con 30 soldados y 3 mil indígenas para que fuera a la provincia de Cimatán o Zimatán a convencer a los indígenas de someterse al servicio de "Su Majestad" y, si no querían, que "les hiciera la guerra". Así lo hizo Bernal Díaz del Castillo, viajó a la provincia de "Cimatán" y se reunió con los indígenas, quienes aceptaron "quedar en paz" y apoyar la expedición de Cortés cuando pasara por su poblado. Sin embargo, como el mismo Bernal menciona, pocos meses después, los cimatecos se rebelaron de nuevo.

De Cimatán, Bernal Díaz del Castillo llegó a un poblado llamado Iquinuapa, dejando a sus habitantes en paz. De allí, Bernal regresó a la villa del Espíritu Santo para reunirse con Cortés.

Antes de iniciar la expedición, Cortés envió barcos cargados de provisiones al río Tabasco, en la villa de Santa María de la Victoria, para usarlos cuando pasara por la zona.

Así, a finales de 1524, Cortés continuó su expedición hacia las Hibueras (hoy Honduras) con más de 130 soldados a caballo, 120 ballesteros y escopeteros, y más de 3 mil indígenas. La expedición cruzó en canoas el río Tonalá (límite natural entre Veracruz y Tabasco), luego llegó al pueblo de Ahualulco o Ayagualulco. Después de construir un puente muy grande, cruzaron la laguna "Del Carmen" (actual puerto de Sánchez Magallanes).

Luego se adentraron "tierra adentro" por la provincia y llegaron a un gran río llamado Mazapa (actual río Mezcalapa), el cual cruzaron en canoas atadas de dos en dos. De allí llegaron al pueblo de Iquinuapa, después cruzaron otro gran río a través de un puente de madera y llegaron al pueblo de Cupilco o Cupilcom, adentrándose en la Chontalpa. De allí llegaron a la población llamada Nacaxuxuca para después llegar al río Tabasco a la altura de un lugar llamado "tres lomas" (donde más tarde se fundaría la ciudad de Villahermosa). Allí, Cortés mandó llamar a los españoles de la villa de Santa María de la Victoria para que le llevaran las provisiones que había enviado en los barcos. También se reunió con los habitantes de Santa María de la Victoria, quienes le informaron de las difíciles condiciones en que vivían en la villa, teniendo que buscar comida para sobrevivir y enfrentando la hostilidad indígena. Después de escucharlos, Cortés les prometió enviarles apoyo y provisiones militares. En ese lugar, Cortés mandó construir una gran cruz de madera que dejó en la zona (por eso el barrio de Villahermosa asentado allí se llama "Santa Cruz").

Después de cruzar el río Tabasco en canoas, la expedición llegó a la población de Zaguatán (actual ciudad de Jalapa). En este lugar, los habitantes del poblado huyeron por la noche, dejando a la expedición sin guías. Por lo que Cortés mandó llamar de nuevo a los españoles de Santa María de la Victoria para que llevaran indígenas que le indicaran el camino a seguir. Llegaron los españoles con cincuenta canoas con provisiones, y también llegaron indígenas de Teapa y Tecomajiaca con víveres.

Aquí los españoles se perdieron y pasaron veinte días "vagando por los montes sin encontrar camino". También recorrieron varios ríos en canoas para encontrar indígenas que pudieran guiarlos hasta el pueblo de Chilapan.

«...estuve en el pueblo de Zaguatán veinte días, que en todos ellos no cesé de buscar camino que fuese para alguna parte y jamás se halló, por cualquier parte que salíamos alrededor del pueblo había tan grandes y espantosas ciénegas que parecía cosa imposible pasarlas...»

Después de construir un gran puente que, según Cortés, tenía más de trescientos pasos, lograron salir de esa zona. Cortés envió a varios soldados al pueblo de Ocumba, desde donde, después de cruzar a nado un gran río, regresaron con varios indígenas que finalmente los guiaron al pueblo de Chilapan (actual Chilapa, municipio de Centla), el cual encontraron abandonado y quemado.

«...es este pueblo de Chilapan de muy gentil asiento y harto grande, hay en el muchas arboladas de fruta y muchas labranzas de maíz. En este pueblo estuve dos días aproveyéndonos de bastimiento y haciendo algunas entradas para buscar gente que nos informara del camino...»

De Chilapan, la expedición, compuesta por más de 3 mil personas, partió hacia el pueblo de Tepetitan o Temacastepeque (actual Tepetitan en el municipio de Macuspana). Llegaron después de dos días de camino, pasando un puente que se hizo sobre el río Chilapa, el cual es muy ancho y caudaloso, y después de pasar varias y grandes ciénegas.

En el pueblo de Tepetitan, que encontraron abandonado y quemado, los españoles estuvieron seis días abasteciéndose de alimentos y tratando de encontrar guías para continuar su viaje al pueblo de Iztapan. En este trayecto, los españoles se perdieron durante dos días sin encontrar camino.

«...me ví forzado a partirme sin otro guía, cruzando las ciénagas que certifico a vuestra Magestad, se undían los caballos hasta las cinchas y de esta forma anduve dos días por el dicho rastro sin haber nuevas(...)y estando en un campo, con harta tristeza de la gente, pensando allí todos perecer sin remedio, llegaron dos indios con una carta de los españoles que iban adelante indicándome el camino para llegar al dicho pueblo de Iztapan, fue tanta la alegría de la gente que no sabría decir a vuestra Magestad..."

Los españoles llegaron al pueblo de Iztapan (actual ciudad de Emiliano Zapata). Allí, Cortés se reunió con el cacique del pueblo. Desde aquí, Cortés envió a dos españoles en canoa hasta la villa de Santa María de la Victoria para avisar a los barcos que bordearan la península de Yucatán y navegaran hasta la Bahía de la Asunción, donde los encontraría.

«...Este pueblo de Iztapan es muy grande y esta asentado en la rivera de un muy hermoso río. Tiene muy buen asiento para poblar en él españoles, tiene muy buenos pastos y muy buenas tierras de labranzas y tiene buena comarca de tierra labrada...»

Después de ocho días, los españoles continuaron su camino hasta el pueblo de Tatahuitalpan (actual ciudad de Balancán). Para llegar a él, tuvieron que construir un gran puente para cruzar el río Iztapa (río Usumacinta). Era un pueblo pequeño que encontraron abandonado y quemado. Pocos días después, la expedición partió hacia el pueblo de Ziguatecpan o Zagoatespan o Tzigualtepecat (actual ciudad de Tenosique), el cual encontraron abandonado y quemado al llegar, pasando antes por Ozumazintlan, que estaba en las mismas condiciones.

De Zagoatespan, Cortés partió hacia la provincia de Acalán. Para ello, pasaron un gran río y luego otro gran río, para el cual tuvieron que construir un enorme puente que tomó varios días. Después, los españoles se encontraron con un gran pantano, la cosa más asombrosa que jamás las gentes vieron, que tuvimos que amarrarle hierbas a los caballos para que no se hundieran, diría Cortés en su Quinta Carta de Relación.

Después, la expedición pasó por Tizatepetl y otro pueblo llamado Teutiercas hasta que llegaron a la provincia de Acalán. En un lugar, Cortés ordenó la ejecución de Cuauhtémoc, poniendo fin así al último emperador azteca.

De Acalán, la expedición partió el primer domingo de Cuaresma de 1525, hacia la provincia de Mazatlán o Mazatán, continuando su viaje a las Hibueras.

La campaña militar de Juan de Vallecillo en 1525-1527

De regreso en la Ciudad de México, Hernán Cortés envió a Tabasco al capitán Juan de Vallecillo con un grupo de soldados, con la misión de pacificar la provincia. Vallecillo llegó a Santa María de la Victoria ese mismo año de 1525, pero encontró que la villa había sido destruida por los indígenas, y los españoles sobrevivientes estaban dispersos en los montes o escondidos entre los restos quemados de las casas.

Por esta razón, Vallecillo decidió reconstruir la villa de Santa María de la Victoria e iniciar la campaña militar para pacificar la provincia. De hecho, a Juan de Vallecillo se le considera el primer gobernador de la provincia de Tabasco.

Una vez reconstruida Santa María de la Victoria, Vallecillo nombró a las autoridades de la villa e inició la lucha para pacificar a los indígenas de la provincia, comenzando por las poblaciones más cercanas en la costa para luego adentrarse poco a poco en el territorio. Sin embargo, enfermó y falleció al poco tiempo, sin lograr su objetivo. Ante esto, Juan de Lepe (uno de los primeros pobladores españoles en Tabasco) partió a la Ciudad de México para avisar a Cortés lo sucedido e informarle del estado crítico en que se encontraban los españoles de la villa, porque "toda la tierra estaba en guerra".

La campaña militar de Baltasar de Osorio en 1527-1528

Al enterarse Cortés de lo sucedido a Vallecillo, se apresuró a nombrar a su sucesor, enviando al capitán Baltasar de Osorio Gallegos con el título de Capitán y Teniente de Justicia Mayor. Osorio se trasladó de inmediato a Tabasco con otro grupo de soldados, llegando a Santa María de la Victoria en abril de 1527.

A su llegada, Osorio emprendió una campaña militar para pacificar la provincia de Tabasco, llegando hasta algunas de las poblaciones de la Chontalpa como Nacaxuxuca, Tucta, Guaitalpa, Mazateupa y Copilcom. Sin embargo, fracasó en su objetivo debido a la fuerte resistencia de los indígenas mayas, lo que provocó de nuevo la retirada de los españoles. A mediados de 1526, el territorio controlado por Osorio apenas se limitaba a los poblados de Puytel y Tamulté de las Sabanas, a orillas del Río Grijalva.

Afectados por el hambre, los hombres de Osorio se mantenían gracias al saqueo. Navegaban en canoas por el Río Grijalva y atacaban por sorpresa los pueblos ribereños; robaban el maíz que podían y regresaban rápidamente a Santa María de la Victoria, de donde no salían hasta que la comida escaseaba de nuevo y el hambre era más fuerte que el miedo.

Por esta razón, Osorio viajó a México para ver a Cortés y solicitarle más soldados y apoyo para cumplir su misión pacificadora, porque: "Las poblaciones una vez estaban en paz y al día siguiente nos daban guerra..." le diría Osorio a Cortés.

La campaña militar de Francisco de Montejo "El Adelantado" en 1528-1530

Archivo:Escudo de armas de Francisco de Montejo
Escudo de Armas de Francisco de Montejo "El Adelantado", Gobernador de Tabasco.

Francisco de Montejo: Alcalde Mayor de Tabasco

El 8 de diciembre de 1526, Carlos I de España firmó en Granada el nombramiento de "Adelantado, Capitán General y Alguacil Mayor de Yucatán, Cozumel y Tabasco" a favor de Francisco de Montejo, quien había participado en las expediciones de Grijalva y Cortés.

Francisco de Montejo llegó a Santa María de la Victoria en mayo de 1528, con el nombramiento de Alcalde Mayor de Tabasco. Su objetivo era conquistar Yucatán y Cozumel y poblar Tabasco, pensando en usar Santa María de la Victoria como su centro de operaciones para las expediciones hacia la península de Yucatán.

Sin embargo, al llegar a Tabasco, se dio cuenta de que los pueblos mayas se habían rebelado y tenían prácticamente sitiados a los españoles que vivían en Santa María de la Victoria. Sorprendido por este suceso inesperado, Montejo comprendió que antes de pensar en otra incursión a la península de Yucatán, primero era necesario lograr la pacificación definitiva de Tabasco.

Así, Francisco de Montejo estableció su base en Santa María de la Victoria y envió a Gonzalo Nieto a buscar a Alonso de Ávila, quien se encontraba en la costa caribeña de la península de Yucatán. Así comenzó la campaña militar más intensa para pacificar la provincia.

Mientras llegaban los refuerzos de Ávila, Francisco de Montejo y León "el Mozo" avanzó por la costa hacia el este y comenzó su lucha en la zona de Atasta y Xicalango.

El Adelantado y su ejército se adentraron en el territorio tabasqueño hacia los poblados de la Chontalpa, teniendo batallas a lo largo del río Copilco y en los poblados de Nacaxuxuca y Guaitalpa. Pero los habitantes, al verse derrotados, huían sin rendirse a los españoles. Continuaron su camino, pero fueron rechazados por los mexicas de Cucultiupa y Cimatán, decidiendo regresar a Santa María de la Victoria.

Posteriormente, avanzaron por la costa hacia el oeste, logrando victorias en Chiltepeque y Copilcom, con lo que comenzaron a controlar la parte norte de la Chontalpa.

Sin embargo, la gran cantidad de indígenas maya chontales y los valientes mexicas que habitaban la provincia estaban muy decididos a luchar y no someterse al dominio español. Por otro lado, a los españoles les empezaban a escasear las armas y provisiones militares, y el desánimo comenzaba a extenderse entre los colonizadores. Cuando llegó a Santa María de la Victoria un barco a cargo del capitán Diego de Contreras y su hijo, llevando muchas provisiones, el Adelantado logró convencer al capitán Diego Contreras de que lo ayudara a pacificar la provincia a cambio de que lo recomendaría con el Rey.

Una vez que llegó Alonso de Ávila con los refuerzos, Francisco de Montejo inició entonces una campaña hacia el sur por las orillas del Río Grijalva, lo que lo llevó a enfrentarse a los mayas en Zaguatán y Astapa, derrotándolos y dejándolos en paz. Continuó su camino hacia Teapan, Tecomajiaca y Tacotalpa, logrando importantes victorias en la zona, con lo que logró abrir un camino seguro hacia la provincia de Las Chiapas.

Para el invierno de 1529-1530, casi toda la región del Río Grijalva tabasqueño estaba bajo control, y todos los pueblos de la zona comenzaron a pagar tributo a las autoridades españolas. Cualquier persona podía recorrer todos los pueblos de forma segura e ir y venir hasta Chiapa.

En 1530, el "Adelantado" decidió partir a la conquista de Yucatán, por lo que dejó en Santa María de la Victoria a su hijo Francisco de Montejo "el Mozo" encargado de cuidar los intereses y de continuar con la pacificación de Tabasco.

Baltasar de Osorio como Alcalde Mayor de Tabasco (1530-1535)

Un golpe duro para los planes de Montejo fue que en julio de 1530, la primera Audiencia (un tribunal de gobierno) restituyó a Baltasar de Osorio como Alcalde Mayor de Tabasco, destituyendo así a Montejo. Por ello, "el Mozo" tuvo que abandonar Santa María de la Victoria junto con sus hombres y fundar la villa de Salamanca de Xicalango en la desembocadura del río San Pedro. Esto le dio un lugar para establecerse y desde donde seguir organizando una nueva incursión a la península, mientras esperaba instrucciones de su padre.

El débil control de Osorio hizo que los indígenas mayas volvieran a rebelarse contra las autoridades españolas. Así, en los cinco años que duró el segundo período de Osorio como Alcalde Mayor de Tabasco, casi toda la provincia estaba de nuevo en guerra. Muchos habitantes quemaron y abandonaron sus pueblos para no seguir sirviendo a los españoles.

Restitución de Francisco de Montejo "El Adelantado"

Debido al desorden e inseguridad que había en Tabasco por la rebelión de los indígenas contra las autoridades españolas, en el año 1535 la Segunda Audiencia restituyó a Francisco de Montejo en su cargo.

En abril de 1535, y después de su segundo intento fallido en la conquista de Yucatán, Francisco de Montejo se trasladó de nuevo a Santa María de la Victoria e inició una nueva campaña para pacificar la provincia de Tabasco.

La campaña militar de Alonso de Ávila en 1535

Ese año de 1535, Montejo envió a su capitán Alonso de Ávila para que iniciara una campaña militar en las provincias mayas de Acalán y Mazatlán, en el este de la provincia de Tabasco. El paso de Cortés por esas provincias en 1525, durante su expedición a las Hibueras, fue de gran ayuda para Alonso de Ávila en su conocimiento de la compleja geografía de la zona.

Ávila tuvo fuertes combates en la provincia de Acalán, donde, después de muchas dificultades, fundó la villa de Salamanca de Acalán (municipio de Balancán). Esta fue la primera población española en la zona y se pensó que sería una base importante para la futura conquista de Yucatán. Sin embargo, los mayas se rebelaron y atacaron la villa repetidamente, por lo que, después de varios meses, Alonso de Ávila decidió abandonar la población.

La gobernación de Francisco de Montejo "El Adelantado" en 1535-1536

Ante la inestabilidad en Tabasco y Yucatán, y la creciente hostilidad indígena, Francisco de Montejo decidió pedir apoyo a la corona española. La reina Juana I atendió su petición y, además de dar órdenes para apoyar a Montejo, envió en 1535 una Cédula Real que le otorgaba el gobierno de la región comprendida desde el río Cupilco en Tabasco hasta el río Ulúa en Hibueras (Honduras).

La tarea inmediata del Adelantado era lograr la estabilidad en la zona de Hibueras. Por ello, se trasladó para combatir a los nativos con la ayuda de su capitán Alonso de Cáceres, pero sus primeros intentos no tuvieron éxito. Ante esta situación, el virrey Antonio de Mendoza pidió ayuda a Pedro de Alvarado, quien para entonces era el Adelantado y Gobernador de Guatemala. El experimentado excapitán de Cortés logró establecer, cerca de Puerto de Caballos, la villa de San Pedro Sula y también la villa Gracias a Dios.

Debido a un conflicto de intereses, Montejo intentó un intercambio con Alvarado para cambiar el territorio de Hibueras por el de Chiapas. Por lo tanto, solo gobernó brevemente en Honduras. Durante ese tiempo, los lencas, liderados por Lempira, realizaron un fuerte contraataque, pero fueron derrotados por las fuerzas de Cáceres en 1537. Alvarado viajó a España y logró obtener la adjudicación de Hibueras en 1539, consolidándose así el intercambio con Chiapas propuesto por Montejo.

Mientras tanto, Francisco de Montejo y León "el Mozo", quien había sido nombrado por el "Adelantado" como Alcalde Mayor de Tabasco, y el capitán Gonzalo Nieto tuvieron que concentrar sus esfuerzos para pacificar la zona de Santa María de la Victoria, ya que en ese lugar los mayas se habían rebelado y amenazaban las posiciones españolas en Tabasco.

Una vez que obtuvo Chiapas, Francisco de Montejo se mudó a Ciudad Real de Chiapa, con la intención de retomar la tarea de conquistar la península de Yucatán. Pero como primer paso, debía dar apoyo económico y militar a su hijo Francisco de Montejo y León "el Mozo", a quien dejó con las tareas de "pacificación" para someter a los mayas chontales en Tabasco. Así, el Adelantado pasaba un tiempo en Ciudad Real de Chiapa y otro tiempo en Santa María de la Victoria, liderando las labores de pacificación en Tabasco y organizándose para una nueva incursión a la península de Yucatán.

Finalmente, después de muchas dificultades, esfuerzos y pérdidas humanas, los españoles lograron en 1537 la pacificación parcial de la provincia de Tabasco.

Fue gracias a Francisco de Montejo que se consolidaron las conquistas realizadas por los españoles establecidos en las villas del Espíritu Santo (Coatzacoalcos) y Santa María de la Victoria. Aunque no se puede decir que logró pacificar definitivamente la provincia de Tabasco, ya que Cimatán, Cucultiupa y Cunduacán se rebelaron contra los europeos en repetidas ocasiones. No cabe duda de que con él comenzó la verdadera colonización de la provincia de Tabasco, cuyos límites se expandieron, gracias a la tenacidad de Alonso de Ávila, hasta los dominios cehaches del actual sur campechano.

La séptima expedición: Francisco Gil en 1537

En el año 1537, el Adelantado de Guatemala, Pedro de Alvarado, envió a su capitán, el maestre de campo Francisco Gil, para que emprendiera una campaña militar por el Río Usumacinta, con el fin de conquistar los pueblos de Tequepan y Puchulá. Francisco Gil entró al sureste de Tabasco desde Chiapas, recorrió la orilla del Usumacinta enfrentándose a los indígenas de Teutiercas y Ousumacinta. Aunque logró derrotarlos, no consiguió que se sometieran a la corona española. Posteriormente, se enfrentó a los indígenas de Zagoatespan (hoy Tenosique de Pino Suárez), con quienes obtuvo el mismo resultado, ya que después del enfrentamiento los indígenas huyeron hacia los montes, quemando su poblado. Francisco Gil decidió fundar en ese lugar la villa de San Pedro Tanoche (en honor a Pedro de Alvarado); sin embargo, los indígenas mayas de la zona volverían a rebelarse contra los españoles, ocurriendo enfrentamientos durante varias semanas, y Francisco Gil fracasó en lograr su objetivo.

Al enterarse Francisco de Montejo y León "el Mozo" de que soldados de Alvarado habían entrado en la jurisdicción del territorio de su padre, se trasladó a la zona para tomar posesión de dicho poblado y ordenar a los soldados de Alvarado que abandonaran el territorio. Al darse cuenta Francisco Gil del justo reclamo, decidió entregar la población a los Montejo y retirarse de la villa.

Considerando Francisco de Montejo y León "el Mozo" que era una posición estratégica para controlar esa parte del territorio, y pensando en una futura incursión a la península de Yucatán desde esa zona, decidió autorizar la permanencia de la villa de San Pedro Tanoche, dejando como responsable del gobierno de la misma al propio Francisco Gil.

Sin embargo, meses después, en 1538, Francisco de Montejo, considerando que la población estaba en medio de la selva, lejos de los centros de abastecimiento, y viendo que la hostilidad de los indígenas no cesaba, ordenó a Francisco Gil que trasladara la villa de San Pedro Tanoche a la costa del Golfo de México, refundándola con el nombre de San Pedro de Champotón (el traslado de la villa no fue nada fácil según narraría el conquistador Diego Sánchez, quien participó con su esposa en esta expedición).

La gobernación de Francisco de Montejo y León "El Mozo" en 1537-1540

En 1537, estando Francisco de Montejo "el Adelantado" en Honduras, consiguió para su hijo el título de Alcalde Mayor y Gobernador de Tabasco. Lo dejó en Santa María de la Victoria para que ejerciera el cargo y estuviera al frente de las campañas militares para pacificar completamente la provincia. Para ello, el Adelantado tuvo que darle apoyo económico y militar.

"El Mozo" continuó con la campaña militar para pacificar Tabasco, incursionando en la Chontalpa en varias ocasiones para combatir a los valientes indígenas cimatecas. También luchó contra los indígenas de Zaguatán, Copilcom, Guimango y Zacualco, "pero los pueblos quedaban en paz unos días y después de nuevo daban guerra". La campaña de Francisco de Montejo y León "el Mozo" se interrumpió en 1540, cuando su padre, el Adelantado, le dio instrucciones completas y precisas sobre la estrategia a seguir para la conquista de Yucatán, y para ello le indicó que debía trasladarse con todos los refuerzos a la villa de Salamanca de Champotón.

Así, "el Mozo", siguiendo las instrucciones de su padre, zarpó de Santa María de la Victoria con todos los refuerzos hacia Salamanca de Champotón, donde se encontraba Francisco de Montejo "el Sobrino", quien había sido enviado por su primo para proteger esa posición.

Una vez lograda la conquista de Yucatán en enero de 1542, Montejo cambió los poderes de la provincia, de Santa María de la Victoria a la recién fundada ciudad de Mérida en junio del mismo año, e incluyó a Tabasco dentro de los territorios bajo su control.

Campañas militares de 1540 a 1550

Archivo:PROVINCIAS YUCATÁN 1549
Mapa que muestra la extensión de la provincia de Tabasco y su capital Santa María de la Victoria en 1549.

En 1540, en lugar de Francisco de Montejo y León "el Mozo", fue nombrado Alcalde Mayor de Tabasco Juan de Ledesma. Durante los siguientes cinco años, Ledesma organizó varias campañas militares que se realizaron de forma intermitente, principalmente en la región de la Chontalpa. El objetivo era lograr la rendición final de los valientes habitantes de Cimatán, Cucultiupa y Cunduacán.

Sin embargo, todos los esfuerzos de los colonizadores españoles fracasaron, y los indígenas de Cimatán continuaron rebelándose contra las autoridades coloniales de Tabasco. Por lo tanto, esa zona siguió estando fuera del control español.

Los altos costos que representaban para las autoridades coloniales de la provincia de Tabasco las numerosas campañas militares hicieron que estas se realizaran de forma esporádica. Con frecuencia, el alcalde mayor de Tabasco tenía que solicitar ayuda al gobierno de Yucatán, lo que hacía que esta tardara mucho tiempo en llegar.

Los Alcaldes Mayores, Marcos de Ayala Trujeque y Alonso de Bazán y Herrera (en dos períodos distintos), también realizaron campañas militares en la zona.

En una de las campañas militares en 1545, el ejército español penetró hasta la zona de Cimatán y los cimatecos huyeron hacia los montes. Entonces el Alcalde Mayor Marcos de Ayala Trujeque fundó la villa de Santiago Cimatán, con el fin de establecer el control en la zona mediante la presencia de las autoridades. Sin embargo, al poco tiempo, los indígenas cimatecos se rebelaron y destruyeron e incendiaron la villa, perdiéndose nuevamente el control del territorio.

Entonces, las autoridades españolas decidieron fundar poblaciones cercanas, con el fin de ir colonizando el territorio. De esta forma, en 1550, el alcalde mayor de Tabasco, Alonso de Bazán y Herrera, ordenó la fundación de la villa de Xalpa, que sería nombrada capital de la Chontalpa, para ser un punto de partida para la conquista de la región.

Campañas militares de 1551 a 1564

Después de seis años de campañas intermitentes, en las que las autoridades españolas seguían sin tener el control de la zona de Cimatán, llegó en su segundo período como Teniente de Alcalde Mayor de Tabasco Marcos de Ayala Trujeque. Él realizó diversas campañas militares con el fin de someter de una vez por todas a los valientes cimatecos.

Durante nueve años, hubo varias escaramuzas y batallas contra los indígenas, sin que los conquistadores pudieran establecer el control en la zona.

Con el objetivo de rodear a los rebeldes cimatecos, el Alcalde Mayor de Tabasco ordenó la fundación de diversas localidades para, desde ellas, comenzar el asedio de Cimatán. Así, los españoles fueron poblando lugares como Nacaxuxuca, Huimango, Anta, Cúlico, Boquiapa y Cucultiupa.

Sin embargo, no fue hasta 1564, siendo Alcalde Mayor de Tabasco Alonso Gómez Sotomayor, cuando, finalmente, después de 45 años de luchas y varias campañas militares, las autoridades españolas lograron la conquista definitiva de los indígenas de Cimatán. Para entonces, las enfermedades ya habían reducido mucho a la población nativa. En ese momento, incluso Francisco de Montejo, quien se enorgullecía de ser el gran conquistador de Tabasco, ya había fallecido hacía varios años.

Galería de imágenes

Véase también

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Conquista de Tabasco para Niños. Enciclopedia Kiddle.