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Cecilia de Roma para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Santa Cecilia de Roma
Vouet, Simon - Saint Cecilia - c. 1626.jpg
Información personal
Nacimiento desconocida
Roma
Fallecimiento 22 de noviembre de 230.
Sicilia (tradicional)
Religión Cristianismo
Familia
Cónyuge Valeriano de Roma
Información profesional
Ocupación Música
Información religiosa
Canonización 1594, por el papa Gregorio XIII
Festividad 22 de noviembre
Atributos órgano, laúd, partituras y rosas
Venerada en Iglesia católica e Iglesia ortodoxa
Patronazgo de la música, de la poesía, de los ciegos y de las ciudades de Albi, Omaha, Mar del Plata y Estanzuela.

Cecilia de Roma, más conocida como Santa Cecilia (en latín, Sancta Caecilia), según el Martyrologium hieronymianum, fue una noble romana, convertida al cristianismo y martirizada por su fe en una fecha no determinada, entre los años 180 y 230.

Los católicos celebran su memoria de manera obligatoria el 22 de noviembre, e incluyen su nombre en una de las plegarias eucarísticas de la misa —la plegaria eucarística I—. Los ortodoxos también la conmemoran en la misma fecha.

En la Iglesia católica, es patrona de la música, de los poetas, de los ciegos (junto con santa Lucía de Siracusa), de los municipios de Alfafara (Comunidad Valenciana, España), y Villalán de Campos (Comunidad de Castilla y León) que tiene una iglesia Herrera de Valdecañas (Provincia de Palencia), en dicha localidad también hay una iglesia consagrada a ella y de las ciudades de Albi (Francia), Omaha (Estados Unidos), Mar del Plata (Argentina) y del municipio de Estanzuela (Guatemala), entre otras.

Sus atributos son el órgano, el laúd y las rosas.

En honor a ella, un importante movimiento de renovación de la música sacra católica de finales del siglo XIX recibió el nombre de cecilianismo.

Reputación artística

La reputación artística de Cecilia fue, probablemente, el resultado de una mala traducción de las Actas de santa Cecilia.

Venit díes in quo thálamus collacatus est, et, canéntibus [cantántibus] órganis, il•la [Cecilia virgo] in corde suo soli Domino decantábat [dicens]: Fiat Dómine cor meum et corpus meus inmaculatum et non confundar.
Vino el día en que el matrimonio se celebró, y, mientras sonaban los instrumentos musicales, ella (la virgen Cecilia) en su corazón a su único Señor cantaba [diciendo]: Haz, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados y no sea yo defraudada <que es una paráfrasis del salmo LXX: In te Dómine speravi; non confundar in aeternum>.

La palabra latina órganis es el plural de órganum, que significa ‘instrumento musical’, y se tradujo como ‘órgano’. Entonces la frase ‘mientras sonaban los instrumentos musicales, ella le decía al Señor’ se volvió ‘ella cantaba y se acompañaba con un órgano’. Y así Cecilia se volvió patrona de la música, y a partir del siglo XV (en el ámbito del gótico cortés) se empezó a pintar a la santa cargando un pequeño órgano portátil, y otros instrumentos (un clavicémbalo, un laúd, etc.).

Cecilia de Roma y los patronazgos

Papa Gregorio XIII

Archivo:St Cecilia
La Virgen recoge a santa Cecilia.

Pasaron más de mil años para que Cecilia fuera proclamada patrona de la música. En 1594, el papa Gregorio XIII la canonizó y le dio oficialmente el nombramiento, por «haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música».

Con los siglos, la figura de Cecilia permaneció venerada por la Humanidad con ese padrinazgo. El 22 de noviembre, señalado por la tradición como el «día de su muerte» (o «día de su nacimiento», significando «para la eternidad»), fue adoptado en muchos países como el «Día de la Música».

Desde el siglo XVII en Francia, Italia y Alemania se celebraba su día con festivales musicales. En 1683, la Sociedad Musical de Londres estableció los festivales anuales del «Día de Santa Cecilia», donde hasta hoy participan los más grandes compositores y poetas británicos.

El patronazgo de Santa Cecilia y la ejecución virtuosa

Es un poco incierto el motivo por el que Cecilia terminó siendo la patrona de la música. (Véase, más arriba, lo referente a un error en la traducción de las Actas de Santa Cecilia). Narran las actas de su martirio cómo fue condenada a morir asfixiada en humo, y en vez de ello, a pesar de haber pasado más de un día en semejantes condiciones, comenzó a parafrasear, cantando, el salmo LXX: Que mi corazón y mi carne permanezcan puros, oh Señor, y que no me vea defraudada en tu presencia.

La práctica musical en sí misma se estaba convirtiendo en la quintaesencia de la virtud, y tenía como meta el virtuosismo. Algunas pinturas, como las de Artemisia Gentileschi y Bernardo Strozzi, muestran la conexión entre la ejecución virtuosa, la imagen cada vez más fuerte del artista, y una cultura que en el curso del siglo XVI se vuelve cada vez más extravertida.

Otros patronos de la música

En otros momentos de la historia, la música se relacionaba con el rey David (que tocaba una especie de cítara). También san Jerónimo de Estridón, san Antonio de Padua y san Francisco de Asís se representaban en un contexto musical. Existen cuadros de la Edad Media en que María Magdalena aparece bailando sola al son de instrumentos profanos. En la iglesia dedicada a María Magdalena, en la aldea de Cusiano, en el norte de Italia, su vida se representa en una serie de frescos atribuidos a Giovanni y Battista Baschenis (1475-1495), dos artistas bastante desconocidos que provenían de una familia de pintores de donde surgiría el conocido pintor Evaristo Baschenis (1617-1677).

En uno de los episodios, inspirados en la Legenda áurea, se ve a un trompetista anunciando la llegada de la Magdalena a Marsella (puerto de la actual Francia) embarazada, en compañía de Marta de Betania, María de Betania y Lázaro de Betania (que, por un error de interpretación de los Evangelios, en esa época se consideraban sus hermanos).

En los últimos dos frescos, tres ángeles ejecutan un concierto mientras otros ángeles portan su alma al cielo.

Santa Cecilia y Florencia

Archivo:Artemisia Gentileschi - St Cecilia Playing a Lute - WGA08561
Santa Cecilia tocando el laúd (c. 1616), óleo sobre tela de Artemisia Gentileschi. Se conserva en la Galería Spada (Roma).

Actualmente es universal el estatus icónico de Santa Cecilia como patrona de la música, aunque al principio se la relacionaba solamente con Roma, donde se construyó su antiquísima basílica en el siglo V. El renacimiento de su culto en el siglo XVII generó un renovado interés por parte de poetas, músicos y pintores (muchos de ellos en la órbita romana).

Su narración se basa en la Leyenda dorada (del siglo XIII) y en escenas de su vida pintadas a principios del siglo XIV. No son muy conocidas las conexiones entre santa Cecilia y Florencia, donde una nueva academia musical la adoptó como patrona en 1607. Bajo el reinado de los Médici, Florencia estaba dominada por santos; pero, con el renovado interés en el culto de Cecilia, su imagen empezó a proliferar entre los artistas florentinos (por ejemplo, Artemisia Gentileschi y Carlo Dolci) por el patronazgo de algunos de los mecenas Médici (Cosme II de Médici y su esposa, la gran duquesa María Magdalena de Austria, además de Vittoria della Rovere). También, existió una relación especial entre santa Cecilia y la joven cantante florentina Arcángela Paladini (f. 1622), quien puede haber sido la modelo para una de las pinturas de Artemisia Gentileschi de la virgen mártir.

Es notable la transformación de Cecilia desde una virgen en éxtasis (establecida especialmente por la obra de Rafael en 1515) hasta la figura alegórica que crearon los artistas del siglo XVII como una musa inspiradora, la personificación misma de la música.

Academias de música

Cuando se fundó en Roma la Academia de la Música en 1584, Cecilia de Roma fue nombrada patrona del instituto, después de lo cual su veneración como patrona de la música de la iglesia se generalizó universalmente. Hoy existen por todas partes las sociedades de cecilianos (asociaciones musicales).

Cecilia de Roma en las artes

En la literatura

Los cuentos de Canterbury

El «Cuento de la segunda monja», de Los cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer (fines del siglo XIV) hacen alusión a Cecilia de Roma, e incluyen una breve mención a la música:

And whyl the organs maden melodye

to God alone in herte thus sang she.

Y mientras los órganos hacían melodías
a Dios solo en el corazón así cantó ella.

Se trata de la traducción del texto que se encuentra en las Actas de santa Cecilia:

Mientras sonaban los instrumentos musicales, ella en su corazón a su único Señor cantaba.

Otras obras literarias

  • Die heilige Cäcilie oder die Gewalt der Musik (Santa Cecilia o la fuerza de la música), relato de Heinrich von Kleist (1810).

En la música

Henry Purcell

Henry Purcell publicó en 1683 la oda Laudate Ceciliam para el primer festival anual de santa Cecilia. El idioma latín del texto es bastante burlesco y defectuoso; el poeta que lo escribió probablemente era uno de los caballeros de la Sociedad Musical de Londres, seguramente más músico que erudito en latín. La oda simplemente llama a todos a alabar a Cecilia con voces e instrumentos.

Más tarde, el propio Purcell compuso Welcome to all the Pleasures (Z339) y dos odas: Raise, raise the voice (1685, Z334) y Hail, bright Cecilia! (1692, Z328). Igualmente, siguió componiendo otras obras memorables para el festival, como el Te Deum y Jubilate Deo (en re mayor).

El Himno para santa Cecilia, de Herbert Howells, se compuso a partir del texto de Ursula Vaughan Williams. Es una canción referida a la historia de Cecilia, con un fuerte romanticismo agregado. Habla de canciones, la primavera de la mocedad, el regocijo celestial, las nupcias del corazón, el anillo de fuego y el martirio de la virgen. Ensalza al inmortalidad de la música:

Así que desde la Tierra otra canción se elevará
Para encontrar a los tuyos en el sempiterno deleite de los cielos.

Purcell murió el 21 de noviembre de 1695, un día antes del Día de Santa Cecilia.

Haendel

La Oda para el Día de Santa Cecilia Ode for St. Cecilia's Day y La fiesta de Alejandro son musicalizaciones de poemas de John Dryden dedicados para el Día de Santa Cecilia de 1687 y 1697, respectivamente, por encargo de la Sociedad Musical de Londres. Más tarde, en 1889, Hubert Parry volvió a musicalizarlas. Ambos poemas reflejan el ideal clásico de que el orden del ser humano y de la sociedad reflejan el orden universal, y que el arte (en este caso, la música) impone el orden sobre el caos.

La Song (canción), de John Dryden, se convirtió en la Oda para el Día de Santa Cecilia, de Handel. La compuso en 1736, cuatro años antes de componer el Mesías. En esta melodía se detecta un fuerte parecido con el estribillo del «Aleluya».

Benjamin Britten

El compositor Benjamin Britten (1913-1976) nació el Día de Santa Cecilia, el 22 de noviembre, y Wystan Hugh Auden escribió el poema Anthem for St. Cecilia’s Day (Himno al Día de Santa Cecilia) especialmente para él. Ambos británicos, eran amigos muy cercanos; a principios de los años cuarenta incluso vivían en la misma casa que compartían con el tenor Peter Pears, pareja de toda la vida de Britten. En la poesía y en el tratamiento de la poesía se pueden encontrar pasajes sensuales, referencias a la inocencia perdida y varios dobles sentidos. W. H. Auden conocía bien la depresión que Britten sufrió toda su vida, y su lucha con la culpa y la autoaceptación.

Himno a santa Cecilia

El Himno de santa Cecilia tiene tres secciones, cada una de las cuales termina con una invocación que reconoce a Cecilia como patrona de la música y le ruega que la inspiración musical sea un puente entre lo finito y lo infinito. La primera parte del poema se relaciona con la leyenda popularizada en el siglo XVI. «Santa dama», «cadencia reverente», «salmo sutil», «virgen inocente» y «cisne negro» son palabras reminiscentes de los madrigales del siglo XVI. El símbolo del cisne se refiere a que, en el momento de la muerte, el alma de un poeta entra en un cisne. Y el negro ―un color muy raro para un cisne― es una alusión al hábito negro de una monja (Cecilia era virgen).

Afrodita era la diosa griega de la fertilidad. Su contraparte romana era Venus, quien flotaba sobre una caracola (como en la famosa pintura de Botticelli). Ella es lo opuesto a santa Cecilia: Afrodita rubia contra cisne negro; la sensual y voluptuosa contra la inocente y pura. Venus era la madre de Eneas, es decir, la madre de la raza latina. Y Cecilia fue martirizada por los romanos.

Obras musicales dedicadas a santa Cecilia

Archivo:Guido Reni - Saint Cecilia
Guido Reni - Santa Cecilia
  • Ode for St Cecilia´s Day, de Georg Friedrich Händel, HWV 76.
  • Himno a santa Cecilia, de Benjamin Britten, inspirado en texto de Wystan Hugh Auden.
  • Un himno a santa Cecilia, de Herbert Howells.
  • Misa a santa Cecilia, de Alessandro Scarlatti,
  • Messe Solennelle de Sainte Cécile, de Charles Gounod,
  • Hymne à Sainte Cécile, de Charles Gounod,
  • Hail, bright Cecilia!, Rise, rise the voice, Welcome to all the pleasures, de Henry Purcell.
  • Missa Cellensis in honorem Beatissimae Virginis Mariae, "Cäcilienmesse", de Franz Joseph Haydn (1766).
  • Sankta Cecilia fue una canción sueca de moda, cantada por Lotta Pedersen y Göran Folkestad en el Festival de la Melodía de Suecia (Swedish Melodifestivalen), en 1984.
  • Cantata para Santa Cecilia, para solistas, coro, coro de niños y orquesta de cámara, de Frederik Magle (1998).
  • Cecilia, vergine romana, de Arvo Pärt, para coro mixto y orquesta (2000), interpretada por Myung-Whun Chung (director), al frente del coro y de la orquesta de la Academia Nacional de Santa Cecilia.
  • Himno Plegaria a Santa Cecilia (Valencia, España), de Salvador Giner Vidal, del cual existe una versión orquestada de José María Cervera Lloret para coro mixto y orquesta.

En la pintura y escultura

Archivo:Santa Cecilia (1615-20), Matteo Rosselli
Santa Cecilia tocando el órgano, cuadro de Matteo Rosselli (1620).

En la arquitectura

Basílica de santa Cecilia

Alrededor del año 821, el papa Pascual I (817-824) hizo demoler la humilde iglesia situada en el barrio del Trastévere de Roma y la reconstruyó con gran esplendor. Basándose en las Actas de santa Cecilia, el papa hizo investigar las catacumbas de Calixto para recuperar sus reliquias. Sin embargo, definitivamente no había restos reconocibles, por lo que Pascual creyó que los lombardos las habían robado en su invasión de Roma.

Sin embargo, para instalar el templo necesitaba reliquias, por lo que declaró que Cecilia se le había aparecido y le había exhortado a continuar su búsqueda en otras catacumbas, porque él ya había estado junto a ella (es decir, cerca de su tumba). Por consiguiente, volvió a buscar en la catacumba de Pretextato, y encontró restos cubiertos con costosos ropajes de brocados de oro y con las ropas empapadas en su sangre a sus pies. El papa declaró que esas eran las reliquias de Cecilia. Esto contradecía el texto que señalaba que ella había sido enterrada en la catacumba de Calixto, pero el papa opinó que seguramente los restos habían sido trasladados a la catacumba de Pretextato para salvarlos de los primeros saqueos de los lombardos.

El papa Pascual encontró otros restos en los nichos cercanos, los trasladó junto con los de santa Cecilia y declaró que eran los de Valeriano, Tiburcio y Máximo, y también los de los papas Urbano y Lucio I. Puso todos esos restos bajo el altar mayor de la iglesia de Santa Cecilia en el Trastévere.

Archivo:St Cecilia's Martyrdom
El martirio de Santa Cecilia,
de Stéfano Maderno (1576-1636),
en la Basílica de Santa Cecilia, en Roma.

En 1599 (780 años después), el cardenal Paolo Emilio Sfondrato, en ocasión del inminente jubileo del año 1600, escribió que durante la restauración de la basílica había abierto el sarcófago de santa Cecilia y la había encontrado incorrupta y en la misma posición descrita por el papa Pascual.

Sfondrati mandó al escultor Stéfano Maderno (1576-1636) esculpir una estatua de mármol jaspeado de la santa, que se encuentra colocada bajo un baldaquino dentro de la iglesia. La santa lleva en la cabeza un tocado que muestra su condición de noble romana. Una copia de la estatua se encuentra en las catacumbas, en el lugar en el que supuestamente fue enterrada.

Liturgia e iconografía

La Iglesia católica incluyó a Cecilia en el Canon Romano de la misa:

Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.
Plegaria eucarística I

Las representaciones más antiguas de Cecilia la muestran en la actitud usual de los mártires en el arte cristiano de los primeros siglos: o con la corona del martirio en su mano o en actitud de oración. En el ábside de su iglesia en el Trastévere todavía se conserva el mosaico hecho debajo de la imagen del papa Pascual, en el que se la representa con ricos vestidos como protectora del papa.

Los cuadros medievales de la santa son muy frecuentes; desde los siglos XIV y XV se le asigna como atributo un órgano o se la representa sentada tocando el órgano, evidentemente para expresar lo que se le atribuyó erróneamente a menudo en los panegíricos y poemas basado en una mala traducción de las Actas de Santa Cecilia: Cantátibus órganis [...] illa decantábat. Posiblemente el cantántibus órganis fue interpretado erróneamente como si la propia Cecilia hubiera sido la organista, lo cual abonó la relación imaginaria entre la santa y la música.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Saint Cecilia Facts for Kids

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Cecilia de Roma para Niños. Enciclopedia Kiddle.