Reino visigodo de Toledo para niños
Datos para niños Reino visigodo de ToledoRegnum gothorum Regnum Hispaniae Regnum Spaniae |
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Estado desaparecido | |||||||||||||||||||||||||||||||||
507-711 | |||||||||||||||||||||||||||||||||
![]() Hispania visigoda del 625 al 711
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Coordenadas | 39°51′23″N 4°01′30″O / 39.85638889, -4.025 | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Capital | Toledo | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Entidad | Estado desaparecido | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Idioma oficial |
Protorromance |
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Religión | Arrianismo (507-589) Catolicismo (589-711) |
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Historia | |||||||||||||||||||||||||||||||||
• 507 | Caída del reino visigodo de Tolosa en la batalla de Vouillé | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 585 | Conquista del reino suevo | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 589 | Tercer Concilio de Toledo | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 654 | Promulgación del Liber Iudiciorum | ||||||||||||||||||||||||||||||||
• 711 | Conquista musulmana de la península ibérica | ||||||||||||||||||||||||||||||||
Forma de gobierno | Monarquía electiva | ||||||||||||||||||||||||||||||||
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El Reino visigodo de Toledo fue un estado fundado por el pueblo visigodo en la Península ibérica después de ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé en el año 507. Esta derrota los obligó a trasladarse desde la Galia (actual Francia) a Hispania (la península ibérica). Aunque perdieron la mayor parte de sus territorios en la Galia, conservaron una pequeña región llamada Septimania.
La capital de este nuevo reino se estableció en Toledo. Se cree que esto ocurrió durante el reinado de Atanagildo (555-567), ya que antes las capitales habían sido Barcelona y Sevilla. La historia del reino visigodo de Toledo se divide en dos grandes etapas: el reino visigodo arriano (507-589) y el reino visigodo católico (589-711). El cambio se produjo con la conversión del rey Recaredo al catolicismo en el año 589, dejando atrás la fe cristiana arriana. El reino llegó a su fin en el año 711 con la Conquista musulmana de la península ibérica, que comenzó tras la batalla de Guadalete.
Contenido
- El Reino Visigodo Arriano: Primeros Años
- El Reinado de Recaredo (586-601): La Conversión al Catolicismo
- La Conversión al Catolicismo
- El III Concilio de Toledo
- Sisebuto, el Rey Sabio
- Suintila: Expulsión de los Bizantinos y Unidad en la Península
- El IV Concilio de Toledo y el Periodo Constituyente
- Chintila y los Concilios V y VI de Toledo
- Las Grandes Reformas de Chindasvinto
- El "Deshielo Político" de Recesvinto
- El Ocaso del Reino Visigodo Católico
- El Final de la Hispania Visigoda
- Las Instituciones del Reino Visigodo
- Población del Reino Visigodo
- Véase también
El Reino Visigodo Arriano: Primeros Años



El Fin del Reino de Tolosa: La Batalla de Vouillé (507)
A principios del siglo V, el pueblo germánico de los visigodos se asentó en la región de Aquitania (Galia) gracias a un acuerdo con el Imperio Romano de Occidente en el año 418. A cambio de tierras y de vivir bajo sus propias leyes, los visigodos debían ofrecer servicios militares al Imperio.
Los visigodos tenían sus propias costumbres y una religión cristiana diferente, el arrianismo, que era vista como una herejía por la Iglesia romana. En el año 475, el rey Eurico se declaró independiente de Roma y creó un conjunto de leyes para los visigodos. Más tarde, en 506, Alarico II publicó un código de leyes romanas para sus súbditos romanos.
En el año 507, los visigodos fueron derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, cerca de Poitiers. El rey Alarico II murió en esta batalla. Esto obligó a los visigodos a cruzar los Pirineos y establecerse en la península ibérica, poniendo fin a su reino en la Galia, excepto por la provincia de Septimania.
La Influencia Ostrogoda (507-549)
Después de la derrota en Vouillé, los líderes visigodos eligieron a Gesaleico (507-511) como nuevo rey. Él intentó defender la capital, Tolosa, pero tuvo que retirarse a Hispania. El rey ostrogodo Teodorico el Grande ayudó a los visigodos, deteniendo el avance franco y recuperando Narbona. Sin embargo, la mayor parte del reino visigodo en la Galia se perdió para siempre.

Entre 511 y 526, el rey ostrogodo Teodorico el Grande gobernó el reino visigodo en nombre de su nieto Amalarico, que era un niño. Teodorico nombró a dos funcionarios para gobernar Hispania y recaudar impuestos. Al final de su gobierno, Teodorico nombró a Teudis como gobernador militar, quien se hizo muy independiente.
Cuando Teodorico el Grande murió en 526, Amalarico (526-531) subió al trono visigodo. Amalarico firmó un tratado con el nuevo rey ostrogodo, Atalarico, para que el reino visigodo no tuviera que pagar tributos anuales y recuperara su tesoro real. También se confirmó que la región de Septimania seguiría siendo parte del reino visigodo.
Amalarico se casó con la princesa franca Clotilde, pero intentó que ella cambiara su fe católica por el arrianismo, lo que causó problemas. El rey franco Childeberto I intervino y derrotó a Amalarico en Narbona en 531. Amalarico huyó a Barcelona, donde fue asesinado. Con él, terminó la línea de descendientes de Teodorico I, el fundador del reino visigodo de Tolosa.
Le sucedió el ostrogodo Teudis (531-548). Teudis promulgó una ley en 546 sobre los gastos en juicios, lo que sugiere que Toledo ya era una residencia real importante. Durante su reinado, los francos invadieron Hispania en 541, pero fueron derrotados por el general visigodo Teudigiselo. Sin embargo, Teudis no pudo evitar que el Imperio bizantino tomara Ceuta en el año 534. Teudis fue asesinado en 548.
Le sucedió Teudiselo (548-549), el general que había vencido a los francos, pero su reinado fue muy corto, ya que fue asesinado en Sevilla en 549.
Invasión Bizantina y Desunión Política (549-572)
A Teudiselo le siguió Agila I (549-554). Durante su reinado, los bizantinos cruzaron el estrecho de Gibraltar y ocuparon parte del sur y sureste de la península, creando la provincia bizantina de Spania.
La llegada de los bizantinos fue facilitada por las luchas internas entre los visigodos. En 550, una rebelión en Córdoba derrotó al ejército de Agila. Mientras Agila se refugiaba en Mérida, un noble visigodo llamado Atanagildo se rebeló en Sevilla y pidió ayuda a los bizantinos. En 552, un ejército bizantino desembarcó en el sur de Hispania y se unió a las fuerzas de Atanagildo. En 555, Agila fue asesinado por sus propios seguidores, quienes proclamaron a Atanagildo como rey.
Atanagildo (555-568) no logró recuperar los territorios ocupados por los bizantinos. También tuvo que enfrentar otras revueltas. Casó a sus dos hijas, Brunegilda y Galsuinda, con reyes francos para fortalecer alianzas. Atanagildo fue el primer rey visigodo desde Eurico que murió de forma natural.
Después de la muerte de Atanagildo, pasaron cinco meses sin que se eligiera un nuevo rey. Finalmente, los nobles de Septimania eligieron a Liuva I (568-572). Para mantener la paz, se acordó que su hermano Leovigildo se encargaría de los asuntos en Hispania, mientras Liuva defendía Septimania. Cuando Liuva murió en 572, Leovigildo se convirtió en el único gobernante del reino.
El Problema de la Sucesión al Trono
Durante este periodo del reino visigodo arriano, varios reyes fueron asesinados: Amalarico, Teudis, Teudigiselo y Agila. Esto muestra que la idea de que el trono pasara de padres a hijos (sucesión hereditaria) nunca se estableció firmemente entre los visigodos. La elección del rey seguía siendo un problema sin resolver cuando el reino desapareció.
El Reinado de Leovigildo (572-586): Restauración y Fortalecimiento
El reinado de Leovigildo es muy conocido gracias a la crónica de Juan de Biclaro. Leovigildo es considerado uno de los reyes más importantes de los visigodos. Logró restaurar el poder de la monarquía, recuperar grandes zonas del país que se habían perdido y, al final de su reinado, incorporó el Reino suevo a sus dominios. También reformó la moneda y restableció el orden económico.
La Restauración del Reino Visigodo
Entre 570 y 578, Leovigildo llevó a cabo una política para recuperar la autoridad de la monarquía visigoda.
- En 570, atacó la provincia bizantina de Spania, tomando ciudades como Baza.
- En 571, capturó Medina Sidonia.
- Luego, se enfocó en poner fin a la rebelión de Córdoba y otras revueltas campesinas.
- Entre 573 y 576, sometió territorios en el noroeste, como Amaya y la provincia de Cantabria. También se apoderó de la región de Orense.
- En 576, entró en el reino suevo, pero firmó la paz con su rey Miro.
- Fundó ciudades como Villa Gothorum (actual Toro) y Victoriacum para controlar a los vascones.
- Para celebrar sus victorias, fundó la ciudad de Recópolis en Celtiberia, nombrada en honor a su hijo menor, Recaredo. Fue el único rey germano en fundar una nueva ciudad.
El Fortalecimiento del Poder Real
Leovigildo también se dedicó a fortalecer el poder del rey.
- Comenzó a usar ropas especiales y un ceremonial similar al de los emperadores bizantinos para distinguirse de sus súbditos.
- Mandó acuñar monedas con su busto y nombre, diferentes de las bizantinas.
- Intentó que la monarquía fuera hereditaria. En 573, asoció al trono a sus hijos Hermenegildo y Recaredo. Sin embargo, su hijo Hermenegildo se rebeló y fue ejecutado. Le sucedió Recaredo, pero el intento de establecer una monarquía hereditaria no tuvo éxito a largo plazo.
Leovigildo revisó el Código de Eurico, que era el conjunto de leyes para los visigodos. Este nuevo código, conocido como Código de Leovigildo, incluía leyes que abolían la prohibición de matrimonios entre godos e hispanorromanos, aunque su impacto real es debatido por los historiadores.
Algunos historiadores han dicho que Leovigildo persiguió a los católicos, pero otros, como E. A. Thompson, argumentan que solo hubo problemas después de la rebelión de Hermenegildo, quien sí persiguió a los arrianos.
La Rebelión de Hermenegildo
En 579, Hermenegildo, hijo de Leovigildo, se casó con la princesa franca católica Ingunda. La relación entre Ingunda y Goswinta, la esposa de Leovigildo, era tensa debido a sus diferentes creencias religiosas. Por ello, Leovigildo envió a Hermenegildo a Sevilla para gobernar la Bética con gran autonomía.
En Sevilla, Hermenegildo se convirtió al catolicismo, influenciado por San Leandro y su esposa. Además, acuñó monedas con el título de rey, lo que era un acto de rebelión. En 582, se levantó en armas contra su padre y pidió ayuda a los bizantinos. Leovigildo intentó negociar, pero no hubo acuerdo, lo que llevó a una guerra civil.
Leovigildo atacó Mérida y luego Sevilla. Derrotó a un grupo de suevos que venían a ayudar a Hermenegildo. Finalmente, tomó Sevilla. Hermenegildo fue capturado en Córdoba y luego asesinado en Tarragona, probablemente por orden de Leovigildo. La Iglesia católica lo consideró un mártir y fue canonizado como San Hermenegildo.
La Anexión del Reino Suevo
Después de la muerte del rey suevo Miro en 583, su hijo Eborico lo sucedió. Sin embargo, Eborico fue destronado por su cuñado Andeca en 584. Leovigildo, tras acabar con la rebelión de Hermenegildo, invadió el reino suevo en 585 y se apoderó de él. El rey Andeca fue enviado a un monasterio, y Leovigildo se quedó con el tesoro real. Así, el reino suevo dejó de existir y se convirtió en una provincia del reino visigodo de Toledo.
El Reinado de Recaredo (586-601): La Conversión al Catolicismo
La Conversión al Catolicismo
En 586, Leovigildo murió en Toledo y su hijo Recaredo lo sucedió. Recaredo mostró desde el principio su intención de convertirse al catolicismo. En 587, reunió un sínodo arriano en Toledo, donde se decidió que era mejor que el reino se convirtiera al catolicismo.
Esta conversión no fue fácil y hubo oposición en ciudades como Mérida y en la región de Septimania. Ante esta situación, Recaredo convocó el III Concilio de Toledo.
El III Concilio de Toledo
Los Concilios de Toledo fueron muy importantes porque sus actas nos dan mucha información sobre la vida religiosa, política, social y administrativa del reino.
El III Concilio comenzó el 8 de mayo de 589. En él, Recaredo firmó un documento en el que renunciaba al arrianismo y hacía una declaración pública en nombre del pueblo visigodo, lo que marcó el fin del arrianismo como religión oficial.
El concilio también trató temas administrativos. Se decidió que los concilios regionales serían presididos por un alto funcionario o un administrador del patrimonio real, elegidos por el rey. Los obispos se convirtieron en supervisores de estos administradores, pudiendo informar al rey sobre abusos.
Después del concilio, Recaredo envió un documento al Papa para anunciar su conversión. También se sabe que Recaredo nombró a muchos hispanorromanos en cargos públicos. Se prohibieron los matrimonios mixtos con judíos.
En 601, Recaredo murió. Le sucedió su hijo Liuva II (601-603). Algunos nobles no aceptaron a Liuva II porque su madre no era de sangre noble. La nobleza buscó a otro noble, Viterico, quien dio un golpe de estado y asesinó a Liuva II en 603.
Viterico (603-610) fue un guerrero experimentado. Intentó casar a su hija con un rey franco, pero el matrimonio fue rechazado. Fue asesinado en un banquete en 610, y Gundemaro subió al trono.
Gundemaro (610-612) reestructuró el gobierno y recuperó las tierras de los nobles que habían sido desterrados por Viterico. También inició campañas militares contra bizantinos, francos y vascones. Sus relaciones con la Iglesia fueron muy buenas. Gundemaro logró que Toledo, la capital del reino, fuera también la capital religiosa de la provincia de la Cartaginense. Murió de forma natural en 612 y fue sucedido por Sisebuto.
Sisebuto, el Rey Sabio
Sisebuto (612-621) fue un rey culto y piadoso. Luchó contra los bizantinos y se preocupó por la religión. Impulsó los monasterios y escribió un libro.
En su política religiosa, fue muy estricto con los obispos y promovió leyes contra los judíos. Se les prohibió tener siervos cristianos y los matrimonios mixtos. También se establecieron penas de muerte y confiscación de bienes para quienes no cumplieran estas leyes. Esto llevó a muchos judíos a convertirse, aunque algunos lo hicieron de forma forzada.
Sisebuto también construyó una flota para luchar contra los bizantinos y vascones en el mar. Recuperó parte de Cantabria y tomó Cartagena y Málaga. Gracias a su diplomacia, el gobernador bizantino pidió la paz. Sisebuto mandó construir basílicas para conmemorar estos eventos, como la basílica de Santa Leocadia en Toledo.
En 621, Sisebuto murió. Le sucedió su hijo Recaredo II (621), quien murió a los pocos días. Finalmente, Suintila accedió al trono.
Suintila: Expulsión de los Bizantinos y Unidad en la Península
Suintila (621-631) logró expulsar definitivamente a los bizantinos de la península, unificando el poder del reino de Toledo en toda la geografía peninsular.
En 625, aplastó una rebelión en el valle del Ebro y rechazó ataques de los vascones. Se construyó la ciudad militar de Oligicus (Olite) para mantenerlos controlados. El tesoro de Guarrazar nos muestra la corona votiva que Suintila ofreció a Dios por sus victorias militares.
En 631, una revuelta de la nobleza, liderada por Sisenando y apoyada por el rey franco Dagoberto I, destronó a Suintila. Su propio hermano, Geila o Iundila, lo traicionó. En 633, Sisenando aplastó a su rival y convocó el IV Concilio de Toledo para legitimar su poder.
Sisenando (631-636) tuvo que pagar una indemnización a los francos por su ayuda. Suintila fue perdonado y murió más tarde en Toledo.
El IV Concilio de Toledo y el Periodo Constituyente
Este periodo se centró en legislar y organizar las instituciones de la monarquía para darle estabilidad. San Isidoro fue clave en esto, escribiendo sobre las virtudes de un rey justo y sujeto a la ley. La realeza adquirió un carácter sagrado, con los reyes siendo ungidos por la Iglesia y aclamados en un Concilio. También se establecieron leyes para la sucesión al trono.
Todo esto se puso en marcha en el IV Concilio de Toledo en 633. Este concilio condenó a Iudila y trató el problema de Suintila. Se declaró que cualquiera que conspirara contra el rey sería considerado traidor y castigado.
El IV Concilio de Toledo introdujo reformas políticas basadas en un acuerdo entre la Iglesia, el rey y la aristocracia. El rey debía ser de origen noble. El concilio se dividió en dos partes:
- Obra disciplinar o eclesiástica: Se estableció la disciplina eclesiástica y la unidad litúrgica. El nombramiento de obispos ya no sería solo del rey, y se prohibió a los obispos escribir a otros reinos sin permiso real. Se legisló sobre la formación de clérigos y se continuaron las leyes contra los judíos.
- Obra administrativa: El canon nº 75 se convirtió en la base de la constitución política del reino. Establecía que la legitimidad del rey venía de la elección y consagración, no de la herencia. Si alguien atentaba contra el rey, sería castigado por la Iglesia. Después de la muerte del rey, los nobles y obispos se reunirían para elegir al nuevo monarca.
El concilio también dictaminó que Suintila no tenía derecho a gobernar. Suintila devolvió los bienes que había adquirido y murió en 641.
Chintila y los Concilios V y VI de Toledo
El reinado de Chintila (636-639) se conoce principalmente por los Concilios V y VI de Toledo. Su elección siguió las normas establecidas en el IV Concilio.
En el V Concilio de Toledo, se abordó el problema de la sucesión y se respetaron los cargos de los miembros de la corte. En 638, se convocó el VI Concilio de Toledo. Se trataron temas eclesiásticos y se establecieron razones para impedir que alguien gobernara, como ser tonsurado, calvo, de origen servil o extranjero. También se garantizó el estatus de los fideles regis (hombres leales al rey).
Las leyes contra los judíos se endurecieron, obligándolos a pagar grandes sumas para no ser expulsados y a firmar documentos de conversión. Esto llevó a muchos a convertirse de forma simulada.
Chintila murió en 639 y fue sucedido por su hijo Tulga (639-642), quien era débil. En 642, Chindasvinto lideró una revuelta y tomó el trono.
Las Grandes Reformas de Chindasvinto
Chindasvinto (642-653) llegó al trono a una edad avanzada (79 años) pero con gran energía. Realizó importantes reformas y eliminó a muchos de sus oponentes políticos. Se dice que "demolió a los godos" y que "no dejó de dar muerte con la espada a cuantos tenía por sospechosos".
Chindasvinto creó leyes para justificar sus acciones. En 642, promulgó una ley que castigaba con la muerte y la confiscación de bienes a quienes atentaran contra el rey o el reino. Para asegurar el cumplimiento de estas leyes, obligó a nobles y obispos a jurarlas. También promovió el VII Concilio de Toledo, que impuso severas penas eclesiásticas a quienes cometieran delitos políticos.
El obispado se opuso a algunas de sus medidas, pero Chindasvinto se impuso. También estableció que la ley civil estaba por encima de la eclesiástica y que los obispos debían pagar impuestos por sus posesiones.
Como legislador, Chindasvinto introdujo reformas en la administración y el derecho. Preparó una recopilación del derecho visigodo que su hijo Recesvinto promulgaría más tarde como el Liber Iudiciorum (Fuero Juzgo). Sus leyes económicas buscaron mejorar las finanzas públicas.
En 649, San Braulio y otros líderes propusieron a Chindasvinto que asociara a su hijo Recesvinto al trono para asegurar una transición pacífica. Chindasvinto aceptó, y Recesvinto fue asociado al trono el 29 de enero de 649. Esto ayudó a salvar el reino de una rebelión liderada por Froja y los vascones. Chindasvinto murió en 653.
El "Deshielo Político" de Recesvinto
Durante el reinado de Recesvinto (653-672), comenzó un periodo de "deshielo político", buscando la paz con los nobles que habían sido castigados por su padre. Para ello, convocó el VIII Concilio de Toledo.
VIII Concilio de Toledo
El concilio se celebró en la basílica de Santa Leocadia en 653. En él participaron obispos y nobles laicos. Se trataron temas como:
- El regreso de los nobles exiliados y la devolución de sus propiedades confiscadas.
- La diferenciación entre el patrimonio real y la fortuna privada del monarca.
- Recesvinto firmó un documento en el que él y sus hijos no heredarían las tierras adquiridas por su padre.
- Se ratificó a Recesvinto como rey, ya que no había sido elegido previamente.
- Se estableció que el sucesor sería elegido donde muriera el rey anterior o en Toledo.
- Se endurecieron las leyes contra los judíos, obligándolos a cumplir las leyes de concilios anteriores y a comprometerse a la fe cristiana.
La obra más importante de Recesvinto fue la promulgación del Liber Iudiciorum en 654, un código legal común para godos e hispanorromanos, algo muy avanzado para la época.
En 655 y 656 se celebraron el IX Concilio de Toledo y el X Concilio de Toledo, que trataron temas eclesiásticos. Recesvinto murió el 1 de septiembre de 672 en la villa de Gérticos.
El Ocaso del Reino Visigodo Católico
Con Wamba (672-680) se puede decir que comenzó el declive del reino visigodo, marcado por constantes luchas entre familias nobles.
Wamba fue elegido rey a la muerte de Recesvinto. Aunque al principio se negó por su edad, fue obligado a aceptar la corona y fue ungido en Toledo. Sin embargo, pronto surgieron rebeliones en su contra.
Rebelión del Duque Paulo
En la primavera de 673, estalló una rebelión en la región de Septimania, liderada por el conde Ilderico, el obispo Gumildo y el abad Ramiro. Wamba envió al duque Paulo para sofocarla, pero este se unió a los rebeldes y se proclamó rey en Narbona.
Wamba reaccionó rápidamente, derrotó a los vascones y dirigió su ejército hacia Narbona. Dividió su ejército en tres partes, dominó la Tarraconense, tomó Barcelona y Gerona, y luego cruzó los Pirineos para tomar y saquear Narbona, Béziers, Agde y Nimes, donde capturó a Paulo.
Paulo y los demás rebeldes se rindieron. Wamba respetó sus vidas, pero los juzgó. Fueron acusados de traición y de incitar a la rebelión. Aunque fueron condenados a muerte por las leyes laicas, Wamba les perdonó la vida. Se devolvieron los bienes confiscados por los rebeldes y se expulsó a los judíos de la zona por su participación en la rebelión.
Las Leyes Militares de Wamba
Wamba también promulgó importantes leyes militares, influenciado por la rebelión de Paulo y la falta de participación del pueblo en la defensa. Estas leyes obligaban a todos, laicos y eclesiásticos, a acudir a la defensa del estado en caso de ataque exterior o rebelión interna. Quienes no cumplieran serían despojados de sus bienes, desterrados o incluso reducidos a servidumbre.
En 675, se celebraron concilios en Toledo (el XI Concilio de Toledo) y Braga, que trataron temas eclesiásticos y teológicos. Wamba también creó nuevos obispados para personas leales a él.
En 670, hubo una amenaza de los árabes desde Kairuán, que lanzaron varios ataques.
Ervigio y la Legitimación de su Poder
El 14 de octubre de 680, el rey Wamba cayó inconsciente y recibió la penitencia, lo que, según la costumbre, lo inhabilitaba para reinar. Firmó documentos para que Ervigio fuera proclamado su sucesor. Ervigio fue proclamado el 15 de octubre y ungido el 21 de octubre por el metropolitano Julián de Toledo. Sin embargo, la rapidez de los acontecimientos sugiere una intriga en la corte.
XII Concilio de Toledo
Ervigio buscó asegurar su posición en el trono. En el XII Concilio de enero de 681, los obispos certificaron la autenticidad de los documentos que acreditaban la renuncia de Wamba y la designación de Ervigio como sucesor, declarando así la legitimidad de Ervigio.
En este concilio, el rey presentó 28 leyes contra los judíos, que incluían la obligatoriedad del bautismo, la prohibición de la circuncisión y de tener esclavos cristianos, y la restricción de fiestas judías. Aunque se derogó la pena de muerte indiscriminada.
También se confirmó la primacía de Toledo y se revisó el Fuero Juzgo, incluyendo una nueva ley militar que modificaba la de Wamba, eximiendo a los eclesiásticos del servicio militar.
XIII Concilio de Toledo: Crisis Económica y Social
El reinado de Ervigio fue una época de fragilidad y crisis económica, con hambrunas que dificultaban el pago de impuestos. El XIII Concilio de Toledo abordó estos problemas:
- Se concedió amnistía a los nobles que habían participado en la revuelta de Paulo y se les devolvieron sus bienes.
- Se perdonaron los impuestos atrasados que no podían ser pagados.
- Se excluyó a siervos y libertos de los cargos palatinos.
- Se estableció el habeas corpus para los nobles, garantizando juicios justos con tribunales formados por nobles de su mismo rango.
Para asegurar la protección de su familia, Ervigio casó a su hija Fisido con Égica, un sobrino de Wamba. Égica se comprometió a proteger a la familia de Ervigio una vez que fuera rey.
En 687, Ervigio, sintiéndose enfermo, proclamó a Égica como su sucesor el 14 de noviembre.
Égica
XIV Concilio de Toledo
El nuevo rey, Égica, intentó debilitar la posición de la familia de su esposa para evitar rivales. También quería ganarse el apoyo de los nobles que habían sido afectados por Ervigio. En el XV Concilio de Toledo (11 de mayo de 688), Égica pidió a los obispos que lo liberaran del juramento que había hecho a Ervigio de proteger a su familia, argumentando que era incompatible con su juramento de hacer justicia al pueblo. Los obispos dictaminaron que el interés público estaba por encima del de una familia, pero no desprotegieron completamente a la familia de Ervigio.
Etapa de Rebeliones: Suniefredo y Sisberto
Las medidas de Égica contra la familia de Ervigio le causaron conflictos con parte de la nobleza y el clero. Égica tuvo que enfrentar una conspiración para destronarlo y asesinarlo, liderada por Suniefredo. En mayo de 693, el rey convocó el XVI Concilio de Toledo para sancionar las medidas contra el metropolitano de Toledo, Sisberto, quien había ungido rey a Suniefredo.
El concilio actualizó la legislación contra los judíos, restringiendo su libertad comercial y prohibiendo el comercio con cristianos. Si se convertían, tendrían igualdad con los cristianos, pero los que no lo hacían veían incrementados sus impuestos.
Égica también pidió la confirmación de medidas contra futuros conspiradores: se les prohibiría ocupar cargos palatinos, sus bienes serían confiscados y se convertirían en esclavos. Se modificó el habeas corpus, negando este derecho a los conspiradores.
XVII Concilio de Toledo: Persecución Judía más Estricta
En 694, se celebró el XVII Concilio de Toledo para ratificar estas medidas y promulgar nuevas leyes contra los judíos. Se alegó que se había descubierto una conspiración judía contra el reino. Se tomaron medidas muy duras:
- Los judíos que no se convirtieran serían reducidos a la servidumbre.
- Las comunidades judías serían dispersadas por la península.
- Los hijos de judíos, a partir de los siete años, serían entregados a familias cristianas para ser educados en la fe cristiana.
- Los siervos cristianos se harían cargo de las tierras judías, pagando los mismos impuestos.
Estas leyes no se aplicaron a los judíos de la Narbonense, ya que ayudaban económicamente a los visigodos contra los francos y eran una parte importante de la población. Estas leyes tan estrictas llevarían a la colaboración de algunos judíos con los musulmanes en la futura conquista.
Égica asoció a su hijo Witiza al trono en 698 (o 693/694 según otras fuentes) para asegurar la sucesión. La corregencia fue un periodo difícil, con una epidemia de peste y ataques de los aquitanos. También hubo enfrentamientos con una flota bizantina en las costas del sur de Hispania, que fue rechazada por un noble llamado Teodomiro. Égica murió alrededor de 702 o 703.
El Final de la Hispania Visigoda
Witiza
Witiza (703-710) llegó al poder de forma tranquila. Las crónicas posteriores lo culpan de la decadencia del reino, mientras que para los mozárabes de su época, su reinado fue de "buenos tiempos".
Después de la muerte de Égica, se convocó el XVIII Concilio de Toledo (702-703), pero sus actas no se conservaron. La Crónica mozárabe de 754 describe a Witiza como un rey conciliador, que concedió amnistía a los condenados por su padre, restauró cargos y propiedades, y quemó documentos de deudas forzadas. También devolvió al tesoro público las propiedades que Égica había tomado como personales.
Durante su reinado, hubo hambrunas y una gran epidemia de peste. El código de leyes se amplió, lo que podría indicar debilidad política. No se sabe con certeza cómo murió Witiza, pero se cree que no fue de forma pacífica. Su reinado terminó en 710 o 711.
Rodrigo y Ágila II
El siguiente rey, Rodrigo, parece haber tomado el trono de forma violenta, con el apoyo de parte de la nobleza. Esto sugiere que Witiza fue derrocado y probablemente asesinado. La llegada de Rodrigo al trono causó conflictos internos, dividiendo a la nobleza, justo cuando los musulmanes comenzaban a atacar el sur de la península. Es posible que el reino se dividiera, con Agila II gobernando el noreste.
Las crónicas árabes y la Crónica mozárabe de 754 mencionan incursiones musulmanas. La batalla de Guadalete en julio de 711 fue decisiva. Se cree que una traición en las filas visigodas, posiblemente de nobles leales a la familia de Witiza, llevó a la derrota. La intención de los traidores no era entregar el reino, sino debilitar o eliminar al rey Rodrigo para tomar el poder, pero su plan salió mal.
El resultado fue la destrucción del ejército visigodo y la muerte de Rodrigo. La muerte del rey y de gran parte de la élite paralizó el sistema político. La nobleza regional se sometió a los invasores, negociando para mantener su estatus.
Agila II probablemente murió luchando contra los musulmanes en el valle del Ebro. Fue sucedido por Ardón. En 716, los musulmanes cruzaron los Pirineos y conquistaron la Narbonense en 720, donde Ardón pudo haber muerto.
Causas de la Desaparición del Reino Visigodo
La desintegración del reino visigodo se debió a varios factores:
- Inestabilidad política y social: Luchas constantes entre familias nobles, alternancia de represión y amnistía, y una fuerte oligarquía militar que se enfrentaba al rey.
- Desmoralización social: Reflejada en las leyes militares de Wamba y en las amnistías tributarias que indicaban una economía precaria.
- Problemas económicos: Desaparición del comercio a larga distancia, en parte por la ocupación musulmana del Norte de África y por las estrictas leyes contra los judíos, que eran importantes comerciantes.
- Debilidad interna: Todos estos factores dejaron al reino visigodo en una situación vulnerable, lo que facilitó la invasión musulmana.
Las Instituciones del Reino Visigodo
La Concepción del Poder Monárquico
La monarquía visigoda era militar y buscaba fortalecer el poder real. No era hereditaria; los reyes eran elegidos por aclamación de los ejércitos, aunque la elección se fue restringiendo a ciertas familias nobles. Los reyes intentaban que sus hijos los sucedieran, pero esto no siempre se lograba.
Aunque los reyes visigodos querían ser absolutos y se presentaban como representantes de Dios en la tierra, su poder no era ilimitado. Tenían atribuciones militares, judiciales y administrativas. Para distinguirse de los demás, adoptaron símbolos como el manto púrpura, la espada, el cetro y la corona, similares a los emperadores bizantinos. El elemento más importante era la "Unción Regia", que significaba que el rey había sido elegido por Dios, dándole un carácter sagrado.
La Iglesia apoyaba esta idea, dando estabilidad a la monarquía. Sin embargo, las divisiones y enfrentamientos entre la nobleza fueron un obstáculo constante para el desarrollo del poder real.
La Administración del Reino
La monarquía visigoda buscaba la centralización del poder en la figura del rey. El rey era ayudado por un consejo privado llamado Officium pallatium, formado por grandes nobles de su confianza. Estos ayudaban en tareas de gobierno, administración de la casa real, patrimonio y ejército.
Existían dos asambleas políticas importantes:
- Aula Regia: Era de carácter laico y estaba formada por altos funcionarios de la corte, duques, condes y vasallos directos del rey. Tenía un carácter consultivo, lo que significaba que el rey no estaba obligado a seguir sus decisiones, pero era un privilegio pertenecer a ella.
- Concilios: Eran de carácter eclesiástico y reunían a las principales autoridades religiosas. Después de la conversión de Recaredo al catolicismo, los reyes asumieron la convocatoria y presidencia de los concilios, que adquirieron una dimensión política. En ellos se exponían los temas a tratar (los Tomus Regio), y las decisiones tomadas, una vez ratificadas, se convertían en ley. A veces, los nobles usaban estos concilios para limitar el poder del rey, como en el IV Concilio de Toledo, donde se declaró la monarquía electiva.
El Derecho Visigodo
El derecho en el reino visigodo era complejo porque coexistían dos poblaciones con leyes diferentes: los hispanorromanos se regían por el derecho romano, y los visigodos, que eran la minoría gobernante, por el derecho germánico.
Al principio, el derecho romano era escrito, mientras que el visigodo se basaba en la costumbre. Las leyes visigodas se promulgaban como edictos. Ejemplos de leyes romanas eran el Código Teodosiano y las Nuevas leyes.
Con el rey Eurico (466-484), se promulgó el Código de Eurico, que combinaba leyes romanas y visigodas. Esto marcó una ruptura con Roma y un intento de unificar las leyes.
Más tarde, Alarico II (506) promulgó el Breviario de Alarico o Lex Romana Visigothorum, que era un código general para romanos y visigodos. Este código no derogó el Código de Eurico. Después, Leovigildo realizó el Codex Revisus.
El proceso legislativo incluía la promulgación de la ley, la firma del rey o canciller, la exposición pública del edicto para que fuera válido, y la conservación del original en el tesoro real. Las leyes se escribían en latín y se interpretaban literalmente.
Población del Reino Visigodo
Los visigodos eran una minoría en comparación con la gran población hispanorromana. Se estima que había unos 200.000 visigodos frente a ocho o nueve millones de hispanorromanos. La élite aristocrática y militar visigoda estaba formada por unas 1.500 familias, es decir, entre 7.000 y 10.000 personas.
Véase también
- Pueblo visigodo
- Pueblos germánicos
- Pueblo godo
- Reino visigodo
- Arte visigodo
- Hispania visigoda
- Reino visigodo de Tolosa
- Invasiones germánicas en la península ibérica
- Conquista musulmana de la península ibérica
- Medidas contra los judíos en la Hispania visigoda