VII Concilio de Toledo para niños
El VII Concilio de Toledo fue una reunión muy importante que se llevó a cabo en el Reino Visigodo. Comenzó el 18 de octubre del año 646. A este concilio asistieron cuarenta y un Obispos, que son líderes de la Iglesia, ya sea en persona o enviando a alguien en su lugar.
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Contenido
¿Qué fue el VII Concilio de Toledo?
Un concilio es como una gran reunión o asamblea de líderes religiosos. En este caso, los obispos del Reino Visigodo se juntaron en Toledo para discutir y decidir sobre temas importantes para la Iglesia y el reino. Estas reuniones eran cruciales para establecer leyes y normas en esa época.
Decisiones Importantes del Concilio
Durante el VII Concilio de Toledo, se tomaron varias decisiones que afectaron tanto a la Iglesia como a la sociedad de ese tiempo.
Leyes contra la Traición
Una de las decisiones más importantes fue reforzar las leyes contra la traición al rey. Se añadió un castigo muy severo: la excomunión. Esto significaba que la persona culpable sería separada de la comunidad de la Iglesia y no podría participar en sus ceremonias.
También se estableció que si un clérigo (alguien que trabaja para la Iglesia, como un sacerdote o un obispo) iba a otro país para hacer cosas en contra del rey o de los godos, o si ayudaba a una persona que no era clérigo a hacer algo así, sería degradado. Esto significaba que perdería su puesto en la Iglesia y tendría que vivir como un penitente para siempre, recibiendo la comunión solo al final de su vida.
Además, ningún clérigo podía dar los sacramentos a un penitente. Si alguien lo hacía, incluso si el rey se lo ordenaba, también sería castigado severamente. Las propiedades de la persona culpable pasarían a ser del Tesoro (el dinero del reino). Si el rey decidía devolverle algo, solo podía ser una pequeña parte.
Castigos para Clérigos Rebeldes
En el primer punto del Concilio, los obispos declararon que si una persona común se rebelaba y se proclamaba rey, cualquier obispo o sacerdote que lo hubiera ayudado sería excomulgado. Si el rebelde lograba convertirse en rey y no se podía castigar a los clérigos en ese momento, serían castigados más tarde, cuando el rey rebelde muriera.
Nombramientos de Líderes de la Iglesia
En este concilio, se nombró a Fructuoso como Arzobispo de Braga. Él ya era obispo de Dumium. También, en el mismo año, Eugenio II, que era un importante líder de la Iglesia en Zaragoza, fue nombrado Obispo metropolitano de Toledo.
Una Regla Especial para los Obispos
Una norma muy particular de este Concilio decía que los obispos de las zonas cercanas a Toledo, que era la capital del reino, debían pasar un mes al año en la ciudad. Esto era para mostrar respeto al rey, honrar la sede real y acompañar al obispo metropolitano de Toledo.
Regulación de los Ermitaños
El concilio también trató el tema de los ermitaños vagabundos. Los ermitaños eran personas que vivían solas y dedicadas a la religión. Sin embargo, algunos de ellos se comportaban de forma irregular. Se decidió que debían vivir en conventos (comunidades religiosas) de su orden para evitar problemas y quejas.
Normas para las Visitas de los Obispos
Finalmente, el Concilio estableció reglas para las visitas de los obispos de Galicia a las parroquias (iglesias locales). No podían cobrar más de dos "sueldos" (un tipo de moneda de la época) por sus visitas. Las iglesias de los monasterios estaban exentas de este pago. Además, cuando un obispo visitaba una parroquia, no podía llevar a más de cincuenta personas en su grupo y no podía quedarse más de un día en cada lugar.
Véase también
En inglés: Seventh Council of Toledo Facts for Kids