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Entomofagia para niños

Enciclopedia para niños

Se llama entomofagia (que viene de palabras griegas que significan 'insecto' y 'comer') a la práctica de comer insectos como alimento para las personas. Este hábito es muy común en algunas culturas de África, Asia, y. Sin embargo, en otras culturas es poco común o se considera algo que no se debe hacer. El estudio de la entomofagia es parte de la etnoentomología.

A veces, la entomofagia también incluye comer otros artrópodos que no son insectos, como arácnidos (por ejemplo, arañas) y miriápodos. Comer arácnidos también se puede llamar aracnofagia.

Archivo:Insect food stall
Puestos de venta de insectos comestibles en los mercados callejeros de Bangkok, Tailandia.
Archivo:Gusanos
Gusanos de maguey en un restaurante en Polanco, en la Ciudad de México.
Archivo:Edible insects
Entomofagia por países según la FAO (2014)

¿Qué insectos se pueden comer?

Muchos insectos y otros artrópodos se usan en la cocina de diferentes partes del mundo. Dependiendo de la cultura y la especie, pueden ser vistos como "comida sencilla" o como un verdadero manjar. Los tipos de insectos que se comen varían según la región, debido a las diferencias en el ambiente, los ecosistemas y el clima.

Además de ser una fuente de proteínas, vitaminas y minerales, los insectos y otros artrópodos han sido parte de la dieta humana por siglos en muchas culturas. En países como México, China, Tailandia y algunos de África, se comen diversas especies. Algunos ejemplos son los chapulines, escamoles, gusanos de maguey, grillos, tarántulas y escorpiones.

¿Cómo se preparan los insectos comestibles?

La forma de preparar los insectos cambia según las tradiciones de cada lugar. Por ejemplo, en México, los chapulines se suelen sazonar con ajo, limón y chile. En Tailandia, se fríen hasta que quedan crujientes y se venden como aperitivo en los mercados. En algunos lugares, los insectos no solo son alimento, sino también un ingrediente de alta cocina. Chefs creativos los han usado en platillos especiales, destacando su sabor y textura únicos.

Además de su valor en la cocina, comer insectos se promueve como una opción ecológica y sostenible. Esto se debe a que su producción necesita menos recursos como agua y espacio, y genera menos gases que dañan el ambiente que la ganadería tradicional.

Aunque a algunas personas no les gusta la idea de comer insectos, esta tendencia está cambiando. Cada vez más productos hechos con harina de insectos o aperitivos crujientes están llegando a los mercados de todo el mundo.

Tipos de insectos comestibles por región

En México, se comen orugas de 67 especies diferentes. Algunos de los más comunes son los gusanos de maguey y los chapulines.

En China, las orugas de 70 especies son los insectos comestibles más comunes.

Algunos insectos comestibles son:

En China

  • Libélulas escarlata (Crocothemis servilia)
  • Saltamontes del arroz (Oxya chinensis)
  • Cigarras oso (Cryptotympana atrata)
  • Gusano del bambú (Omphisa fuscidentalis)
  • Escarabajo rinoceronte asiático (Oryctes rhinoceros)

En México

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los tipos de insectos más consumidos en el mundo son:

  1. Coleoptera (escarabajos y larvas) (31%)
  2. Lepidoptera (orugas, mariposas, polillas) (18%)
  3. Hymenoptera (abejas, avispas y hormigas) (14%)
  4. Orthoptera (saltamontes, langostas y grillos) (13%)
  5. Hemiptera (chinches, saltahojas, cigarras) (10%)

Historia de la entomofagia

Es muy probable que los insectos fueran parte de la dieta humana desde hace mucho tiempo, incluso antes de que se inventaran herramientas para la caza y la agricultura. Se han encontrado pruebas de esto al analizar restos antiguos en cuevas de México y Estados Unidos. Por ejemplo, en las montañas Ozark, se encontraron restos que contenían insectos como larvas de cucaracha, hormigas y termitas.

Las pinturas rupestres en lugares como la cueva de Altamira en España, que tienen entre 30,000 y 9,000 años de antigüedad, muestran nidos de abejas. En esa época, los humanos comían pupas y larvas endulzadas con miel. Muchas de estas costumbres de comer insectos han durado hasta hoy, formando lo que se conoce como "entomofagia tradicional".

Nutrición de los insectos

Los insectos son una buena fuente de proteínas. Por ejemplo, un saltamontes tiene un 20% de proteínas, mientras que un filete de ternera tiene un 27%. Si el insecto se seca, la concentración de proteínas puede aumentar hasta un 60%. Algunas orugas pueden tener entre 30% y 80% de proteínas.

Además, los insectos pueden aportar a la dieta humana minerales, vitaminas y grasas. La cantidad de estos nutrientes depende de la especie, de cómo se preparen los insectos y del lugar donde vivan.

Los insectos pasan por diferentes etapas de desarrollo, y se comen en distintas fases:

  • Hemimetábolos: Tienen un desarrollo gradual con 3 fases: huevo, ninfa y adulto. Se suelen comer en su etapa adulta. Ejemplos: chinches, grillos y saltamontes.
  • Holometábolos: Tienen un desarrollo completo con 4 etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Se suelen comer en sus etapas de larva y pupa. Ejemplos: hormigas, abejas, escarabajos y mariposas.

En resumen, los insectos comestibles contienen proteínas, vitaminas y aminoácidos de alta calidad para los humanos.

Ventajas de comer insectos

Los insectos son muy eficientes para convertir los alimentos en proteínas, vitaminas y grasas. Se reproducen muy rápido y necesitan menos comida que el ganado tradicional. Algunos estudios muestran que los insectos producen proteínas mucho más rápido que otros animales que comemos, ¡hasta veinte veces más que una vaca!

Por esta razón, algunas agencias de alimentación están considerando que los insectos podrían ser una fuente principal de proteínas en el futuro, especialmente con el crecimiento de la población mundial.

Culturas que comen insectos

Según la FAO, se calcula que al menos 2 mil millones de personas en el mundo comen insectos como parte de su dieta tradicional. Se consumen más de 1,900 especies diferentes de insectos comestibles en todo el mundo. Estas cifras siguen creciendo a medida que se descubren nuevas especies y se investigan más las costumbres alimenticias de diferentes pueblos.

Los insectos que se comen dependen de las estaciones del año y de lo fácil que sea recolectarlos. Generalmente, se eligen insectos que viven en grandes grupos, como las termitas, para que sea más sencillo recogerlos.

Asia

Archivo:Fried spiders Skuon Cambodia
Arañas fritas en un mercado de Camboya.

Las cocinas asiáticas son las que más insectos consumen en el mundo. China es el segundo país con más especies de insectos comestibles registradas (324 especies). En el Sudeste Asiático, se siguen comiendo chinches acuáticas gigantes y gorgojos rojos de las palmeras como aperitivos populares.

En Japón, además de la cocina, existe una tradición de usar insectos con fines medicinales. Uno de los insectos más comunes era el inago (un tipo de saltamontes). Otros insectos en la dieta japonesa son el zaza-mushi y el hachi-no-ko (larvas de avispa).

En Indonesia, la libélula es una especialidad muy apreciada. En Corea del Sur, se puede encontrar un aperitivo callejero llamado Beondegi, hecho con pupas de gusano de seda hervidas o al vapor, sazonadas con salsas picantes o de soya. En Camboya, especialmente en Skuon, se comen tarántulas y arañas fritas como aperitivo.

África

En las cocinas africanas es muy común comer insectos, siendo la oruga la más frecuente. Se estima que en todo el continente hay unas 470 especies de insectos comestibles. Países como Angola, Botsuana, Camerún, República del Congo, Madagascar, Nigeria, Sudáfrica, Zimbabue, Zambia, República Centroafricana y República Democrática del Congo destacan por sus prácticas de entomofagia.

Una de las orugas más populares es el mopani o gusano mopane, que es una fuente importante de proteínas para millones de personas en Sudáfrica. Se suele preparar estofado o incluso crudo. La langosta también es muy importante en África, especialmente la langosta del desierto.

En África Oriental, cerca del lago Malawi, se consume el pastel de mosquitas, llamado kunga o kungu. Se hace con miles de moscas pequeñas muy apretadas hasta formar una masa, que luego se fríe como hamburguesas o se seca para rallar en guisos.

América

Archivo:Hormiga Culona
Atta laevigata, un insecto comestible típico de algunas regiones del sur de México, Centroamérica y Sudamérica.
Archivo:Hormigas culonas o cuquis
Atta laevigata recolectadas en Apolo, fritas y listas para su consumo.

En Norteamérica, aunque no es una tradición tan fuerte, hay estudios que confirman el consumo de insectos por los antiguos pueblos nativos. Algunas especies que se comían eran la larva de la polilla pandora y los grillos.

En México, comer insectos es común en algunas cocinas regionales. Es el país con el mayor número de especies de insectos comestibles registradas en el mundo (549 especies), lo que representa una cuarta parte de las especies conocidas aptas para el consumo humano. Los estados donde más se comen insectos son Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Ciudad de México y Querétaro.

Las variedades de insectos comestibles son muchas e incluyen el ahuautle, los escamoles, cuetlas, jumiles, chinicuiles, chicatanas, gusanos de maguey y los famosos chapulines (un tipo de saltamontes). Los chapulines se suelen comer como botanas, enchilados o marinados en jugo de limón y ajo. El consumo de insectos en México tiene su origen en las costumbres alimenticias mesoamericanas de antes de la llegada de los europeos. Hoy en día, se ofrecen platillos con insectos en restaurantes especializados y de alta cocina mexicana, a veces a precios elevados.

El consumo de la hormiga culona, que es la reina de las hormigas de la especie Atta laevigata, es muy tradicional en la cocina colombiana, donde se considera una comida exquisita.

En Ecuador y Perú, las larvas del gorgojo cigarrón (Rhynchophorus palmarum), conocidas como chontacuro o suri, se comen de varias maneras: tostadas, fritas o en brochetas. Son una excelente fuente de proteínas, vitaminas A y E, y minerales, por lo que han sido consumidas por siglos por las poblaciones nativas de la selva amazónica.

Europa y Oriente Medio

En Europa, se sabe que los romanos y los griegos comían insectos. Incluso Aristóteles mencionó el uso culinario de las cigarras. Se sabe que los romanos comían larvas de escarabajos.

En Italia, específicamente en Cerdeña, existe un queso llamado casu marzu que se sirve con larvas vivas de la mosca del queso. Estas larvas le dan al queso un tipo especial de fermentación.

Oceanía

En Australia, los aborígenes australianos han comido muchos tipos de insectos a lo largo de su historia. Cientos de aborígenes se reúnen en los Alpes Australianos para comer Bobong moths (polillas Bobong). Estas polillas aparecen en grandes cantidades en el suelo de cuevas y grietas en las montañas. Los aborígenes las recogen y las cocinan en la arena, mezclándolas con cenizas calientes hasta que se les caen las alas y las patas. Luego, las cuelan para quitarles las cabezas antes de comerlas. A veces, muelen algunas polillas para hacer una pasta o pasteles.

Otro insecto importante en la dieta aborigen son las larvas de la polilla Witchetty (Endoxyla leucomochla). Estas larvas, que comen madera y raíces de arbustos, se comen crudas o cocidas en cenizas. Se dice que las cocidas saben a almendras. En el desierto australiano, estas larvas son una fuente valiosa de alimento.

En Nueva Guinea, se alimentan de Nephila maculata, una araña de seda dorada de 15 cm de diámetro. Las hembras son capturadas y cocinadas en cañas de bambú sobre brasas. Las arañas asadas tienen la piel abierta y se les succiona el abdomen, cuyo sabor se dice que recuerda al camarón o a la mantequilla de cacahuate. En la misma zona, se consume la ulat sagu (oruga del sagú) o larvas del gorgojo de la palma de sagú (Rhynchophorus vulneratus). Estas larvas, ricas en proteínas, se consideran un manjar y se comen asadas o crudas.

Insectos en nuestros alimentos (sin querer)

Debido a que es casi imposible eliminar por completo todos los insectos de la cadena alimentaria humana, los insectos o partes de ellos están presentes de alguna forma en algunos alimentos, especialmente en los granos de cereales. La mayoría de la gente no sabe que las leyes alimentarias de muchos países no prohíben la presencia de insectos o partes de insectos en la comida, ni consideran que esto disminuya la calidad del alimento.

Algunas variedades de arroz suelen incluir insectos entre sus granos, como el gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae). Las autoridades consideran que esto es una fuente importante de vitaminas.

La siguiente tabla muestra la cantidad máxima de insectos permitida en algunos alimentos, sin que haya peligro para la salud, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) (última revisión en 1998):

Producto Tipo de insecto Cantidad máxima
Maíz dulce enlatado Larvas del gusano del maíz 2 o más, de 3 mm de largo o más; incluye pieles de larva y fragmentos de insectos no mayores de 12 mm en 11 kg
Frutas cítricos y zumos Insectos y huevos de insectos 5 huevos o más de Drosophila u otras moscas por cada 250 mL, o una o más pupas por cada 250 mL
Melocotones envasados Residuos de diferentes insectos Promedio de un 2% o más que ha sido dañado o infectado por insectos
Chocolate Residuos de diferentes insectos De promedio 60 o más fragmentos de insectos por cada 100 gramos
Mantequilla de cacahuete Residuos de diferentes insectos Promedio de 30 o más fragmentos de insectos por cada 100 g
Harina de trigo Residuos de diferentes insectos Promedio de 150 o más fragmentos de insectos por cada 100 g
Brócoli congelado Insectos y termitas Promedio de 60 o más de áfidos y/o termitas por cada 100 g
Lúpulo Insectos Promedio de más de 2,500 áfidos por cada 10 g
Tomillo picado Residuos de diferentes insectos Promedio de 925 o más fragmentos de insectos por cada 10 g
Nuez moscada molida Residuos de diferentes insectos Promedio de 100 o más fragmentos de insectos por cada 10 g
Canela molida Residuos de diferentes insectos Promedio de 80 o más insectos por cada 10 g

Entomofagia en la cocina moderna

En occidente (donde no es un consumo tradicional), y en otros países, cada vez se acepta más comer insectos. Se suelen servir como aperitivo, como tapa, como ingredientes adicionales en platos (como pizzas o ensaladas exóticas), o incluso dentro de un caramelo transparente.

Existen empresas que se dedican a envasado de insectos, algunas en Japón y Corea del Sur, que los venden a precios relativamente altos. Por ejemplo, en Corea del Sur se puede encontrar el Beondegi enlatado. Recientemente, se han publicado libros y artículos que describen estas prácticas e incluyen recetas de cocina con insectos. También se han creado iniciativas para establecer granjas de insectos para el consumo humano. Incluso se están estudiando para su posible inclusión en futuros viajes espaciales.

Entomofagia en la naturaleza

Muchos grupos de animales comen insectos para obtener proteínas, como aves, reptiles, anfibios, peces, mamíferos y muchos invertebrados. A estos animales se les suele llamar insectívoros.

Muchos insectos también son entomófagos; generalmente se les clasifica como depredadores, parásitos y parasitoides. Algunos son caníbales, es decir, comen a otros de su misma especie. Las arañas y otros arácnidos se alimentan casi exclusivamente de insectos.

En resumen, los insectos son una parte muy importante de la cadena alimentaria en la naturaleza.

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: Entomophagy Facts for Kids

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Entomofagia para Niños. Enciclopedia Kiddle.