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Imperio almohade para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Imperio almohade
الموَحدون
Al-Muwaḥḥidūn
Dinastía bereber
1121-1269
Empire almohade-es.svg
El Imperio almohade a finales del siglo XII y principios del XIII.
Capital Tinmel (1121–1147)
Marrakech (1147-1269)
En Al-Andalus:
Sevilla (1147-1162)
Córdoba (1162-1163)
Sevilla (1163-1248)
Entidad Dinastía bereber
Idioma oficial Bereber septentrional
 • Otros idiomas Mozárabe
Superficie  
 • Total 1 621 393 km²
Superficie hist.  
 • 1150 1 621 393 km²
Religión Islam suní
Moneda Dinar
Período histórico Edad Media
 • 1121 Establecido
 • 1212 Batalla de Las Navas de Tolosa
 • 1269 Disuelto
Forma de gobierno Monarquía
Califa
• 1121-1130
• 1266-1269

Abd al-Mu'min
Abu Dabús
Precedido por
Sucedido por
Almorávides
Segundos reinos de taifas
Mariníes
Emirato de Granada
Abdalwadíes
Dinastía hafsí
Terceros reinos de taifas
Reino de Aragón
Reino de Castilla
Reino de Portugal

El Imperio Almohade fue un gran estado musulmán que existió entre los años 1147 y 1269. Fue gobernado por una dinastía de origen bereber y llegó a controlar una gran parte del norte de África y el sur de la península ibérica.

El movimiento almohade comenzó en el siglo XII con Ibn Túmart entre las tribus bereberes Masmuda. Después de su muerte, Abd al-Mumin estableció el estado almohade. Los almohades buscaban reemplazar a los Almorávides, otra dinastía bereber. Con el tiempo, Abd al-Mu’min y su familia tomaron el control de varias regiones. Finalmente, el Imperio Almohade fue reemplazado por otras dinastías bereberes.

La historia del Imperio Almohade se divide en tres etapas: una de crecimiento (1117-1163), una de gran poder (1163-1199) y una de declive (1199-1268).

Después de dominar el norte de África, los almohades llegaron a la península ibérica en 1145. Su objetivo era unir los pequeños reinos musulmanes, llamados taifas, y defender la pureza de la fe islámica. Por eso, sus campañas militares se dirigieron tanto contra los cristianos como contra otros musulmanes. En poco más de treinta años, los almohades crearon un imperio que se extendía desde Santarém (Portugal) hasta Trípoli (Libia). Lograron detener el avance cristiano por un tiempo al vencer a las tropas de Castilla en 1195 en la batalla de Alarcos. Sin embargo, fueron derrotados en 1212 en la famosa batalla de Las Navas de Tolosa.

El Imperio Almohade: Una Gran Historia

¿Quiénes fueron los Almohades?

Muhámmad ibn Túmart fue el fundador del movimiento almohade. Sus seguidores lo llamaron mahdi, que significa "el guiado". Él creía que todos los musulmanes debían volver a las enseñanzas originales de su fe, basadas en el Corán. Su movimiento era muy estricto y ponía énfasis en que Dios es único y no tiene forma. También defendía el cumplimiento riguroso de las normas islámicas.

Ibn Túmart y sus seguidores se enfrentaron a los almorávides, quienes tenían una forma de entender la fe diferente. Aunque Ibn Túmart creó las ideas del movimiento, fue su seguidor Abd al-Mumin quien lo convirtió en un gran imperio gracias a su habilidad militar.

¿Cómo se expandió el Imperio Almohade?

Los inicios del movimiento

En 1120, Ibn Túmart fue expulsado de Marrakech y se estableció en su región natal, Sus. Allí predicó contra los almorávides. A finales de 1121, sus seguidores lo reconocieron como mahdi. Luego se mudó a Tinmal, donde tuvo que defenderse de los ataques almorávides. Su movimiento creció en las montañas, pero no pudo conquistar Marrakech en 1129-1130.

Ibn Túmart falleció en agosto de 1130. Le sucedió Abd al-Mumin, quien tardó en ser aceptado por todos los seguidores. Durante este tiempo, la muerte de Ibn Túmart se mantuvo en secreto. Para entonces, los almohades ya controlaban parte del Alto Atlas.

Las luchas contra los Almorávides

Archivo:Motagne Tajra-Tlemcen-Honaïne-Almohade-Samir Terkih
El lugar de nacimiento de Abd al-Mu’min Ibn Ali, en el pueblo montañoso de Tajra, cerca de Tremecén.

En 1132, Abd al-Mumin dirigió su primera campaña militar. Después de esta, fue proclamado califa. Los primeros años de su gobierno estuvieron llenos de ataques contra los almorávides.

Archivo:Almohad Expansion-es
Fases de la expansión almohade.

Entre 1139 y 1146, los almohades lograron derrotar por completo a los almorávides. Al principio, los almohades se extendían por las montañas, mientras los almorávides controlaban las llanuras. En 1139, Tasufín ben Alí ben Yúsef se hizo cargo de la lucha almorávide. Los almohades avanzaron por el Atlas medio y llegaron a los alrededores de Tremecén en 1142-1143.

El año clave fue 1145. En febrero, el líder almorávide murió defendiendo Orán, y los almohades conquistaron la ciudad. Luego tomaron Uchda y Guercif. Después, el califa se dirigió a Marruecos y conquistó Fez, Mequinez, Salé y Ceuta en mayo de 1146. El 24 de marzo de 1147, los almohades tomaron Marrakech, la capital almorávide. El emir almorávide murió en la batalla.

Después de la conquista de Marrakech, Abd al-Mumin se dedicó a reorganizar la ciudad y a sofocar una revuelta en Sus. También envió un pequeño grupo de soldados a al-Ándalus, donde los reinos cristianos estaban ganando territorios.

La expansión por la península ibérica

Archivo:Sevilla Almohade
La capital del al-Ándalus almohade fue Sevilla. A la izquierda, la Torre del Oro, una fortaleza almohade de 1221.

En 1145, el señor de la Taifa de Mértola, Ibn Qasi, pidió ayuda a los almohades. En la primavera de 1146, el califa envió un primer grupo de soldados a al-Ándalus. El almirante de la flota almorávide se unió a los almohades y sometió Cádiz.

En enero de 1148, las fuerzas almohades y sus aliados conquistaron Sevilla. Los almorávides se refugiaron en Carmona. Sin embargo, una gran rebelión en el Magreb detuvo temporalmente la expansión almohade. Muchos territorios en Marruecos y al-Ándalus se levantaron contra el califa.

En mayo de 1148, el califa logró controlar la rebelión. En 1150, varios señores andalusíes reconocieron la autoridad almohade. Abd al-Mumin reorganizó el gobierno y tomó medidas para asegurar la lealtad de las tribus. En 1153, los almohades tomaron Málaga; luego Granada; en 1157, Almería; y en 1157-1158, dominaron completamente el Algarve.

Mientras tanto, los reinos cristianos de la península aprovecharon la situación para expandirse hacia el sur, conquistando ciudades importantes como Lisboa y Tortosa. La conquista de al-Ándalus quedó en manos de generales y gobernadores, mientras el califa se ocupaba del Magreb. La capital almohade en al-Ándalus fue Sevilla.

A finales de la década de 1150, los almohades tuvieron problemas en al-Ándalus. Los rebeldes controlaban varias ciudades y sitiaban Córdoba. En 1160, el hijo del califa, Abu Yaacub Yúsuf, pidió ayuda a su padre, quien comenzó a preparar una gran campaña. Sin embargo, el califa falleció antes de poder llevarla a cabo.

Los almohades tardaron varias décadas en enfrentarse directamente a los reinos cristianos del norte. La primera gran campaña almohade contra ellos fue en 1174.

Conquista del Magreb central y oriental

Archivo:Kutubiyya Mosque, 2010
Mezquita Kutubía de Marrakech, capital del Imperio almohade.

Una vez que al-Ándalus estaba casi dominado, Abd al-Mumin emprendió dos campañas para conquistar el resto del Magreb. La primera fue en 1152-1153 contra los hamadíes, tomando ciudades como Argel y Bugía sin mucha resistencia. Aunque la zona parecía controlada, algunas tribus se rebelaron, pero el califa las derrotó.

Entre 1153 y 1155, Abd al-Mumin nombró a su hijo como sucesor, lo que provocó levantamientos. El califa aplastó a los rebeldes con la ayuda de grupos árabes. Reorganizó el poder, apoyándose en su propia tribu y en los árabes. También creó un grupo de funcionarios para la nueva administración.

En la siguiente campaña (1159-1160), conquistó Ifriqiya, llegó a Trípoli y eliminó la presencia cristiana en la costa. Tomó la ciudad de Mahdía de manos de Roger II de Sicilia en 1160. Aprovechó estas conquistas para sumar soldados de las tribus árabes a su ejército.

Desafíos en al-Ándalus y revueltas en el Magreb

Califas almohades

En noviembre de 1160, el califa fue a al-Ándalus para organizar una gran campaña. Sus fuerzas recuperaron Carmona en 1161. El califa pasó dos meses en la península organizando el gobierno antes de regresar al Magreb. En 1162, los almohades perdieron Granada por un tiempo. En el oeste, los portugueses tomaron Beja por cuatro meses.

La tarea principal del califa en 1162 fue preparar una gran expedición para el año siguiente. Abd al-Mumin falleció en Salé en mayo de 1163. Poco antes, había cambiado a su sucesor, nombrando a Abu Yaacub Yúsuf.

Abu Yaacub Yúsuf heredó el trono, pero tuvo que enfrentar levantamientos y estabilizar la situación en al-Ándalus. En 1165, pudo enviar tropas a la península ibérica, que lograron varias victorias. Vencieron a un ejército cristiano y tomaron posiciones importantes. Las incursiones de Ibn Mardanís continuaron. En 1166-1167, una revuelta bereber fue aplastada.

En al-Ándalus, en septiembre de 1167, los almohades tomaron Tavira. Los avances portugueses hicieron que Fernando II de León se aliara con los almohades para recuperar Badajoz. Más al oeste, los castellanos seguían atacando.

En junio de 1169, el califa se reunió con sus gobernadores andalusíes para preparar una campaña en la península. Una enfermedad le impidió liderarla, así que delegó el mando. En 1171, los almohades tomaron Quesada y volvieron a Murcia. Varias ciudades se rebelaron contra Ibn Mardanís y se entregaron a los almohades. La llegada del califa en junio de 1171 frustró los intentos de Ibn Mardanís de recuperar ciudades.

En 1171, Abu Yaacub Yúsuf regresó a al-Ándalus, donde permaneció hasta 1176. Realizó varias campañas con poco éxito. En septiembre, volvió a Sevilla para asuntos de gobierno. Ibn Mardanís, abandonado por todos, aceptó someterse al califa, pero murió en marzo de 1172. Sus familiares se reconciliaron con los almohades.

El ejército almohade se volvió contra los castellanos. A pesar de conquistar Vilches y Alcaraz en 1172, la campaña no tuvo mucho éxito. El ejército sitió Huete sin éxito y luego ayudó a Cuenca, que estaba siendo atacada por los cristianos.

En 1173, los almohades atacaron Talavera y Toledo, recuperaron Beja y firmaron una tregua con Portugal y Castilla. Entre 1174 y 1178, estuvieron en guerra con los leoneses. En 1174, les quitaron Alcántara y asediaron Ciudad Rodrigo sin éxito.

En 1176, el califa regresó al Magreb, afectado por una epidemia. Al año siguiente, los castellanos atacaron Cuenca, que cayó en octubre. Cuando la tregua terminó, Alfonso I de Portugal atacó tierras de Arcos y Jerez en 1177, y Sevilla en 1178.

Revueltas en Ifriqiya y enfrentamiento con los Banu Ganiya

Archivo:Giralda almohade
La Giralda de Sevilla en época almohade, según una lámina de Alejandro Guichot. Su construcción fue ordenada por el califa Abu Yaqub Yúsuf.

Abu Ya'qub Yúsuf también tuvo que hacer una campaña en Ifriqiya, una provincia lejana que solía rebelarse. Con el tiempo, esta provincia quedó en manos de una dinastía local, los hafsíes. En 1180, una nueva rebelión en Gafsa provocó otra intervención del califa.

Abu Yúsuf Yaqub al-Mansur sucedió a su padre en 1184. Era un hombre muy religioso. Durante su reinado, el imperio alcanzó su mayor extensión, pero también tuvo muchos problemas, como la situación en al-Ándalus y la rebelión de Ifriqiya, apoyada por los Banu Ganiya, descendientes de los antiguos almorávides.

En 1185, Ali ibn Ishaq ibn Ganiya tomó Bugía. Con ayuda de algunas tribus árabes, los Banu Ganiya conquistaron varias ciudades. Aunque perdieron Bugía, siguieron tomando otras plazas.

Para acabar con la rebelión, al-Mansur fue a Ifriqiya en 1186. Derrotó a los enemigos en 1187 y sometió las ciudades rebeldes. Sin embargo, el éxito fue temporal, y los ataques continuaron. A finales de la década de 1190, la región estaba de nuevo en rebelión.

El califa tuvo que regresar al Magreb occidental en 1188 porque dos de sus tíos y un hermano habían conspirado contra él. La conspiración fracasó. Después, el califa tuvo que ir a al-Ándalus para enfrentar los ataques portugueses y castellanos. En 1189, Sancho I de Portugal y una flota cruzada conquistaron Silves. Por su parte, Alfonso VIII de Castilla seguía atacando el sur de la península.

Resistencia y declive en al-Ándalus

Después de las campañas en el Magreb, el califa pudo ir a al-Ándalus en 1190. Firmó una tregua con los castellanos y se dedicó a luchar contra los portugueses. En 1191, recuperó Alcácer do Sal y Silves. Los portugueses firmaron una tregua. En octubre de 1191, el califa regresó al Magreb.

Abu Yúsuf Ya'qub volvió a la península ibérica en junio de 1195, porque la tregua con los castellanos había terminado. Derrotó a los cristianos en la batalla de Alarcos el 18 de julio. El califa se negó a hacer la paz y atacó a los castellanos en 1196 y 1197. Contó con la ayuda de los leoneses y los ataques de Navarra y Aragón. Sus incursiones sirvieron para eliminar los puestos avanzados castellanos. Finalmente, tuvo que pactar con los castellanos y regresar al Magreb en 1198, donde murió en enero de 1199. Le sucedió su hijo Muhámmad an-Násir.

Durante el reinado de Muhámmad an-Násir, el Imperio Almohade mostró su dificultad para luchar al mismo tiempo contra los reinos cristianos, sus rivales en el Magreb y las revueltas internas. En 1200, en Ifriqiya, los almohades solo conservaban Túnez y Constantina. Para resolver el problema, atacaron las Islas Baleares: en 1202 tomaron Ibiza y en 1203, Mallorca.

En la península, las treguas se mantuvieron hasta principios del siglo XIII. En mayo de 1211, el califa fue a Sevilla. Al año siguiente, fue derrotado en la batalla de Las Navas de Tolosa por una gran alianza cristiana. Esta derrota marcó el inicio de la debilidad del califato. Los cristianos pudieron repoblar el sur de la península. Muhámmad an-Násir regresó al Magreb y fue asesinado en diciembre de 1213. Le sucedió su hijo Abu Yaqub Yúsuf II al-Mustánsir, quien tuvo que enfrentar la amenaza de los Benimerines.

Apogeo y desafíos

Ibn Túmart nació en una tribu bereber en el noroeste de Marruecos. Desde joven, mostró gran interés por el estudio. Viajó por el mundo árabe durante quince años, visitando ciudades como Córdoba, La Meca y Bagdad. Al regresar, inició un movimiento de reforma religiosa basado en tres ideas principales:

  • La importancia de la ciencia y el conocimiento para fortalecer la fe.
  • La existencia de Dios, que consideraba evidente a través de la razón.
  • La unidad absoluta de Dios, diferente de todo lo creado. Él criticaba la costumbre de dar a Dios características humanas. Para él, Dios era puro y abstracto. Esta idea de unidad también se aplicaba a la comunidad islámica, que debía ser guiada por un líder, el imam, a quien todos debían obedecer.

A pesar de los esfuerzos de los gobernantes, la dinastía almohade tuvo problemas para controlar todo el territorio de al-Ándalus, especialmente Granada y Levante. Además, algunas de sus ideas más estrictas no fueron bien recibidas por la población musulmana de la península. A principios del siglo XIII, el imperio alcanzó su mayor extensión al someter el actual territorio tunecino y conquistar las Baleares.

La amenaza cristiana en al-Ándalus

La victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) marcó el principio del fin para los almohades. No solo por la derrota en sí, sino también por la muerte del califa al-Násir y las luchas por el poder que siguieron, llevando al califato al caos.

En 1216-1217, los Benimerines se enfrentaron a los almohades en Fez. En 1227, Ibn Hud se declaró emir de Murcia, rebelándose contra los almohades. En 1229, los Hafsíes de Túnez se independizaron. En 1232, Muhámmad I de Granada se proclamó emir en varias ciudades. En 1237, fue reconocido como emir en Granada.

Un ejército cristiano sitió la ciudad de Trujillo. Ibn Hud fue a ayudar, pero se retiró. La ciudad fue conquistada el 25 de enero de 1232.

El declive del Imperio Almohade

Archivo:Badajoz, Torre Espantaperros 01-1
Los almohades construyeron edificios militares, como la alcazaba de Badajoz. En la foto, la torre de Espantaperros, similar a la Torre del Oro.

La idea de que el poder pasara de padres a hijos no gustó a los jefes de las tribus. Después de una derrota cerca de Túnez en 1187, el emir tuvo que aliarse con Saladino.

Los reinos cristianos de la península ibérica (Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y León) se unieron para una nueva ofensiva. Dejaron de lado sus conflictos internos y derrotaron a Muhámmad an-Násir en la Batalla de Las Navas de Tolosa el 16 de julio de 1212. El califa fue asesinado un año después, en 1213. Le sucedió su hijo Abu Yaqub Yúsuf II al-Mustánsir, considerado el último gran gobernante del imperio. Sin embargo, él tenía poco poder y dejó el gobierno en manos de sus familiares, quienes se dedicaban más a intrigar que a resolver la crisis.

Al-Mustánsir firmó treguas con los castellanos en 1214 y 1221. Tuvo que aplastar revueltas bereberes en 1215 y 1221 y enfrentarse a los Banu Ganiya. La principal amenaza para la dinastía vino de los Benimerines, que en 1216 derrotaron al gobernador de Fez y en 1217 al de Taza. Ellos extendieron su autoridad por las zonas rurales y cobraban impuestos a algunas ciudades.

Al-Mustánsir falleció en 1224, posiblemente envenenado, y no dejó hijos.

Luchas por el poder y califas de corta duración

Le sucedió su tío abuelo al-Wáhid. Su llegada al trono rompió la tradición de sucesión de padres a hijos, lo que provocó que otros miembros de la familia quisieran el poder. En septiembre, después de solo ocho meses, fue depuesto y asesinado. Los gobernadores de al-Ándalus intentaron independizarse del control del Magreb.

En marzo de 1224, el gobernador de Murcia, al-Ádil, se rebeló y se proclamó califa. Obtuvo el apoyo de la mayoría de los territorios musulmanes de la península. Al-Wáhid fue destronado y al-Ádil fue reconocido por un corto tiempo en todo el imperio. Sin embargo, a finales de año, Abdalah al-Bayyasi se levantó contra él. Al-Ádil dejó la península y fue a África, donde fue asesinado en octubre de 1226.

Abu l-‘Ula, hermano del califa y gobernador de Sevilla, se proclamó califa en 1227 con el nombre de al-Mamún. Para evitar los ataques castellanos, les pagó una gran suma de dinero. Ibn Hud se rebeló contra él, pero fue derrotado. El califa andalusí se preparó para ir al Magreb y cedió más fortalezas fronterizas al rey castellano. Su partida en octubre de 1228 marcó el fin del poder almohade en la península ibérica. Ibn Hud ocupó el vacío de poder.

Mientras Fernando III de Castilla avanzaba en al-Ándalus, se extendían las rebeliones en la península. La principal fue la de Ibn Hud, que obtuvo el apoyo de varias ciudades. En el este, los catalanes decidieron acabar con la piratería en las Baleares. En septiembre de 1229, una expedición conquistó Mallorca. En 1231, Menorca aceptó pagar tributo a Jaime I el conquistador, y en 1235, Ibiza fue conquistada.

En el Magreb, otros cinco califas tuvieron un poder cada vez menor. La crisis política y militar se agravó por las debilidades del estado almohade: una doctrina religiosa que chocaba con las ideas de los letrados, gran diversidad cultural y el descontento de los bereberes, que se rebelaron y formaron nuevas dinastías rivales.

Después de la invasión de los hermanos Alí y Yahia ben Ghania, descendientes de los almorávides, Yahia conquistó el centro y norte de Ifriqiya. En 1202, tomó Mahdía, Cairuán y Túnez. El califa an-Násir fue a reconquistar Ifriqiya. Entró en Túnez en 1206 y permaneció allí un año para restablecer la autoridad almohade. Antes de regresar a Marruecos, confió el gobierno de la provincia a Abd el-Wáhid Abu Hafs el-Hentati.

Archivo:Batalla de las Navas de Tolosa, por Francisco van Halen
Batalla de Las Navas de Tolosa, óleo de Van Halen en el Senado (Madrid).

El nuevo gobernador tenía amplios poderes. Después de su muerte, su hijo Abu Zakariya lo sucedió en 1228 y un año después se declaró independiente del califa de Marrakech. Abu Zakariya fundó la dinastía háfsida, que gobernó el Magreb oriental durante tres siglos.

El final del Imperio Almohade

El territorio imperial se dividió en varios estados gobernados por nuevas dinastías: Benimerines, hafsíes, nazaríes y abdalwadíes. En al-Ándalus, los fracasos militares y la incapacidad almohade para mantener la unidad llevaron a la pérdida de su autoridad.

En el Magreb, se impusieron las dinastías locales: los hafsíes en Túnez en 1229; los abdalwadíes en el Magreb central en 1239; y los meriníes, que en 1244 conquistaron Mequinez. En al-Ándalus, surgieron los terceros reinos de taifas. Los nazaríes de Granada crearon un reino independiente que duró hasta 1492.

Al mismo tiempo, la Reconquista cristiana avanzaba rápidamente: Córdoba cayó en 1236; Valencia, en 1238; Sevilla, en 1248. Murcia se integró en la Corona de Castilla en 1243 y fue conquistada definitivamente en 1266. Estos retrocesos y la desintegración del imperio marcaron el fin de la dinastía almohade, que terminó con Abû al-`Ulâ al-Wâthiq Idrîs después de la toma de Marrakech por los benimerines en 1268. Al año siguiente, los benimerines tomaron Tinmal.

Archivo:Taza lobulada de fuente doméstica de mármol, Museo Anticuarium Sevilla, Sevilla, España, 2014
Taza lobulada de fuente doméstica de mármol con inscripción en árabe. Siglo XIII. Califato almohade.

Economía y comercio en el Imperio Almohade

A pesar de las guerras constantes, el imperio fue próspero durante el gobierno de los tres primeros califas.

En la época almohade, los musulmanes tenían un comercio muy organizado. A pesar de las diferencias religiosas, las relaciones y el intercambio entre cristianos y musulmanes crecieron.

El Magreb no solo comerciaba con España, sino también con ciudades como Túnez, Bugía, Constantina, Tremecén y Ceuta. Los productos de esta zona se intercambiaban con ciudades como Pisa, Génova, Venecia y Marsella. En 1186, el califato firmó un tratado comercial con Pisa.

El arte almohade

Arte almohade

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El llamado Pendón de Las Navas de Tolosa, conservado en el Monasterio de Las Huelgas, Burgos.
Archivo:Almohad silver dirham LACMA M.2002.1.434 (1 of 2)
Dírham de plata almohade.

Uno de los textiles más famosos que se conservan es el "Pendón de Las Navas de Tolosa". Se creía que fue un trofeo ganado por Alfonso VIII a los almohades en la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1212. Algunos historiadores piensan que fue ganado años después por Fernando III y donado al Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos.

Algunos expertos sugieren que este estandarte fue tejido a mediados del siglo XIV y que podría ser de origen meriní, por sus similitudes con otros estandartes de esa época. Sin embargo, también podría ser de origen nazarí, ya que tiene elementos presentes en el arte de esa dinastía.

Arquitectura almohade

Archivo:Marokko0112 (retouched)
El alminar de la mezquita Kutubía (1158-1195) en Marrakesh
Archivo:Sevilla La Giralda 18-03-2011 18-24-31
Excepto el cuerpo superior, La Giralda es el antiguo alminar almohade de la antigua mezquita de Sevilla

La arquitectura almohade se desarrolló entre los siglos XII y principios del siglo XIII, cuando los almohades gobernaban el Magreb occidental (actual Marruecos y Argelia occidental) y al-Ándalus (gran parte de la actual España y el sur de Portugal). Fue una etapa importante para el desarrollo de un estilo arquitectónico islámico occidental propio de estas regiones. Los almohades usaron menos adornos que los almorávides, prefiriendo formas amplias y proporciones equilibradas. Los diseños anteriores se hicieron más grandes y detallados. Aunque la decoración superficial seguía siendo importante, los arquitectos buscaban un equilibrio entre las superficies decoradas y los espacios vacíos, usando la luz y las sombras para crear efectos.

Las mezquitas almohades de Kutubía y de Tinmel son consideradas ejemplos clave de la arquitectura de mezquitas medievales en la región. Los minaretes (torres de las mezquitas) monumentales de Kutubía, la Giralda de la Gran Mezquita de Sevilla (ahora parte de la catedral) y la Torre Hasán de Rabat, así como las puertas decoradas de Bab Agnaou en Marrakech, y Bab Oudaya y Bab er-Rouah en Rabat, sirvieron de modelo para futuros diseños. El minarete de la Mezquita de la Qasba de Marrakech, con sus fachadas cubiertas de diseños y azulejos, fue muy influyente y estableció un estilo que se repitió en períodos posteriores.

Los califas almohades construyeron sus propios palacios en varias ciudades. Fundaron la Qasba de Marrakech a finales del siglo XII como su residencia principal. También hicieron de Túnez la capital regional de sus territorios en Ifriqiya, construyendo su propia kasbah (ciudadela). Los califas también crearon muchas fincas y jardines fuera de estas ciudades, siguiendo una tradición anterior. Estos lugares solían tener grandes estanques artificiales con árboles frutales y plantas, y pequeños palacios o pabellones junto al agua. En Marrakech, los actuales jardines de Agdal y Menara se desarrollaron a partir de estas creaciones almohades. En Sevilla, se encontraron restos del jardín almohade de al-Buḥayra, fundado en 1171. Los jardines hundidos también formaban parte de los patios de los palacios almohades. En algunos casos, los jardines se dividían en cuatro partes simétricas, como un jardín de riad. Se han encontrado ejemplos de esto en algunos patios del Alcázar de Sevilla, donde antes estaban los antiguos palacios almohades.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Almohad Caliphate Facts for Kids

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Imperio almohade para Niños. Enciclopedia Kiddle.