Problema del mal para niños
El problema del mal es una pregunta importante que se hacen muchas personas: ¿cómo puede existir el mal y el sufrimiento en el mundo si hay un Dios que es todopoderoso, lo sabe todo y es completamente bueno?
Este problema se puede resumir con una pregunta famosa, a veces llamada la paradoja de Epicuro, aunque no se sabe si él la escribió directamente:
¿Dios quiere evitar el mal, pero no puede? Entonces no es todopoderoso.
¿Puede, pero no quiere? Entonces no es bueno.
¿Puede y quiere? ¿De dónde viene entonces el mal?
¿No puede ni quiere? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?
El problema del mal sugiere que, si el mal existe, entonces o Dios no existe, o no tiene alguna de esas tres cualidades (ser todopoderoso, saberlo todo o ser completamente bueno). Las ideas que intentan explicar por qué el mal existe junto con un Dios bueno se llaman teodiceas. Este tema es importante en la filosofía de la religión, la teología y la ética.
Existen dos formas principales de plantear este problema:
- El problema lógico del mal: Intenta demostrar que es imposible que Dios y el mal existan al mismo tiempo.
- El problema evidencial del mal: Sugiere que, aunque no sea imposible, la existencia del mal hace que sea muy poco probable que exista un Dios todopoderoso, que lo sabe todo y es perfectamente bueno.
El problema del mal no solo se refiere al sufrimiento humano, sino también al sufrimiento de los animales, ya sea por causas naturales o por la crueldad humana. También se distinguen dos tipos de mal:
- Mal moral: Es el mal causado por las acciones de las personas (por ejemplo, la violencia o las guerras).
- Mal natural: Es el mal causado por eventos que no tienen que ver con los humanos (por ejemplo, terremotos o enfermedades).
Hay muchas respuestas a este problema, que se clasifican en refutaciones, defensas y teodiceas. El problema del mal se aplica especialmente a las religiones que creen en un solo Dios con todas esas cualidades, como el cristianismo, el islam y el judaísmo. Sin embargo, la pregunta "¿Por qué existe el mal?" también se ha estudiado en otras religiones como el budismo, el hinduismo y el jainismo.
Contenido
¿Qué es el mal y qué son las cualidades de Dios?
¿Qué es el mal?
El mal se puede entender como todo aquello que causa dolor y sufrimiento. Sin embargo, esta definición puede ser complicada. En un sentido más específico, el mal se refiere a acciones que causan un daño grave a personas inocentes, son intencionadas, tienen malas intenciones y no tienen una justificación moral.
Como mencionamos, hay dos tipos de mal:
- Mal moral: Es el que resulta de las decisiones y acciones de los seres humanos. Un ejemplo es la crueldad entre personas.
- Mal natural: Es el que ocurre por eventos de la naturaleza, sin intervención humana. Un ejemplo es un terremoto o una inundación.
Las cualidades de Dios
Cuando se habla de Dios en este problema, se suelen mencionar tres cualidades principales:
- Omnisciencia: Significa que Dios lo sabe todo. Esto se entiende como que Dios sabe todo lo que se puede saber.
- Omnipotencia: Significa que Dios tiene el poder máximo para hacer cosas, dentro de lo que es posible. No significa que pueda hacer cosas ilógicas, como crear una piedra tan pesada que ni Él mismo pueda levantar.
- Omnibenevolencia: Significa que Dios es completamente bueno y amoroso. Si Dios es así, siempre actuará de la mejor manera posible.
¿Cómo se plantea el problema del mal?
La paradoja de Epicuro, registrada por Lactancio, es una forma antigua de plantear el problema:
Dios quiere eliminar las cosas malas y no puede, o puede pero no quiere, o no quiere ni puede, o ambos quiere y puede. Si él quiere y no puede, entonces es débil, y esto no se aplica a Dios. Si puede pero no quiere, entonces es rencoroso, lo que es igualmente extraño a la naturaleza de Dios. Si no quiere ni puede, es débil y rencoroso, y por lo tanto no es un dios. Si él quiere y puede, ¿cuál es la única cosa apropiada para un dios, de dónde vienen las cosas malas? ¿O por qué no las elimina?
Este tipo de argumento, llamado "trilema" (porque presenta tres opciones), era usado por filósofos escépticos en la antigua Grecia.
El problema lógico del mal

El problema lógico del mal busca demostrar que la existencia de un Dios todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno, es incompatible con la existencia del mal. Se puede resumir así:
- Si un Dios todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno existe, entonces el mal no existe.
- Hay maldad en el mundo.
- Por lo tanto, un Dios todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno, no existe.
Este argumento es válido lógicamente. Si las dos primeras afirmaciones son verdaderas, la conclusión también debe serlo. Sin embargo, la clave está en si la primera afirmación es realmente cierta. Para hacerla más clara, se puede desarrollar así:
- Dios existe.
- Dios es todopoderoso, lo sabe todo y es completamente bueno.
- Un ser completamente bueno querría evitar todo el mal.
- Un ser que lo sabe todo conoce todas las formas en que el mal puede surgir.
- Un ser todopoderoso tiene el poder de evitar que el mal surja.
- Un ser que conoce cada forma en que el mal puede surgir, es capaz de evitarlo y quiere hacerlo, evitaría la existencia del mal.
- Si existe un ser todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno, entonces el mal no existe.
- El mal existe (lo que crea una contradicción lógica).
El debate filosófico se ha centrado en si Dios puede existir con el mal o si querría evitarlo. Algunos creen que Dios permite el mal para lograr cosas mejores. Por ejemplo, la idea del libre albedrío (la capacidad de elegir) se propone como un bien superior. Si las personas tienen libre albedrío, pueden elegir hacer el bien o el mal, y el mal moral sería resultado de esas elecciones. Otros también sugieren que un "espíritu poderoso no humano" (como el Diablo) podría ser responsable del mal natural.
Para refutar este argumento, se podría decir que al menos una de las afirmaciones es falsa. Por ejemplo, se podría limitar las capacidades de Dios o dar razones para la existencia del mal. Hoy en día, pocos filósofos defienden la incompatibilidad lógica, y la discusión se centra más en el problema evidencial del mal.
El problema evidencial del mal

La versión evidencial del problema del mal dice que, aunque la existencia del mal no sea lógicamente imposible con un Dios bueno, sí hace que sea menos probable que ese Dios exista. Esta versión a menudo se basa en ejemplos de males naturales y sufrimientos que son difíciles de explicar con un Dios infinitamente bueno y poderoso.
Por ejemplo, el filósofo John Stuart Mill escribió que la naturaleza causa mucha muerte y sufrimiento, a veces peores que los actos humanos más criminales. Un ejemplo famoso es el terremoto de Lisboa de 1755, que causó mucha destrucción y muerte. Filósofos como Voltaire lo usaron para criticar la idea de que todo lo que sucede es parte de un plan divino perfecto.
David Hume también planteó que, aunque el dolor y la desgracia sean compatibles con un Dios infinitamente bueno y poderoso, no podemos inferir la bondad infinita de Dios basándonos solo en lo que vemos en el mundo.
Un ejemplo del problema evidencial del mal, propuesto por William L. Rowe, es el siguiente:
- Hay casos de sufrimiento intenso que un ser todopoderoso y que lo sabe todo podría haber evitado sin perder un bien mayor o permitir un mal peor.
- Un ser que lo sabe todo y es completamente bueno habría evitado cualquier sufrimiento intenso si pudiera, a menos que esto perjudicara un bien mayor o permitiera un mal peor.
- Por lo tanto, no existe un ser todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno.
Estos argumentos se basan en la probabilidad. Aunque siempre existe la posibilidad lógica de que haya razones ocultas o desconocidas para la existencia del mal, la hipótesis de que los seres sobrenaturales son indiferentes a nuestro sufrimiento es a menudo más simple.
El problema del mal en los animales
El problema del mal también se aplica al sufrimiento de los animales, ya sea por crueldad, enfermedad o eventos naturales. Charles Darwin se preguntó cómo el sufrimiento de millones de animales durante mucho tiempo podía ser compatible con un creador de bondad "ilimitada".
Algunos filósofos argumentan que si el sufrimiento es un medio para mejorar la moral humana, ¿por qué sufren los animales, que no tienen moral? En algunas filosofías y religiones hindúes, se explica que el sufrimiento animal también es parte del karma, ya que las conciencias pueden transitar entre diferentes seres en el ciclo del Samsara.
Desafío del Dios maligno
Algunos filósofos han planteado un "desafío del Dios maligno". Si existe un problema del mal para quienes creen en un Dios todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente bueno, ¿no debería existir también un "problema del bien" para quienes creyeran en un ser todopoderoso, que lo sabe todo y es completamente malvado?
Si las explicaciones para el problema del mal son válidas, entonces también podrían usarse para defender la creencia en un ser completamente malvado. Esto plantea un dilema: o ambas explicaciones son poco convincentes, o ambas son válidas, lo que haría tan plausible la existencia de un Dios bueno como la de uno malvado.
El mal en diferentes religiones
En el hinduismo
En las filosofías hindúes, la existencia del mal y la dualidad entre "bien" y "mal" se relaciona con la idea de que son parte del "juego" cósmico de Lila. El mal es una manifestación de Maya (la ilusión), que es temporal pero necesaria para el desarrollo del universo. Sin esta polaridad, no habría acción, evolución ni historia en el universo.
Las acciones (buenas o malas) generan reacciones kármicas, que mantienen el ciclo del saṃsāra hasta que el alma se libera. Si el mal no existiera, se interrumpiría el libre albedrío y el propósito del karma como un desafío para trascender la ignorancia. Las deidades hindúes como Vishnu, Shiva y Brahma permiten el mal como parte del equilibrio necesario para que el universo funcione y para que las almas experimenten, aprendan y evolucionen.
En la antigua Grecia y Roma
En la religión griega antigua, los dioses eran superiores pero compartían rasgos humanos y a veces causaban miseria. Sin embargo, los griegos no los consideraban malvados, sino que atribuían los eventos desafortunados al poder del destino, que era más fuerte que los propios dioses.
Más tarde, filósofos griegos y romanos como Platón, Cicerón y Séneca discutieron el problema del mal. Para Platón, el mal era necesario e inevitable en el mundo debido a la materia, independientemente de Dios. Los estoicos argumentaban que el mal es un bien disfrazado y que todo en el universo ocurre de acuerdo con la mejor naturaleza.
La teología epicúrea rechazó la idea de una divina providencia. El poeta Lucrecio expresó en su obra De rerum natura que la naturaleza no fue hecha para el bien de los hombres, ya que trae enfermedades y muerte.
En el gnosticismo
El gnosticismo es un conjunto de creencias que ven la maldad como resultado de la creación del mundo por un dios imperfecto, llamado el demiurgo, que es diferente de una entidad superior. Sin embargo, esto no resuelve el problema si la entidad superior es todopoderosa y completamente buena. Algunas creencias gnósticas, como el maniqueismo, adoptan el dualismo, que se opone a la idea de un Dios todopoderoso.
En el cristianismo
La Biblia
La Biblia no tiene una única explicación para el mal, pero lo presenta de varias formas: como caos, pecado, fuerzas demoníacas y sufrimiento. En el libro del Génesis, se dice que la creación de Dios es "buena", y el mal entra en el mundo como resultado de la elección humana. El libro de Job explora la justicia divina más allá de la simple recompensa o castigo.
Ireneo
La teodicea de Ireneo, propuesta por Ireneo de Lyon y desarrollada por John Hick, sugiere que el mal y el sufrimiento son necesarios para que las personas desarrollen virtud moral y amor por Dios. El mal es una forma de "moldear el alma" y nos ayuda a crecer moralmente y acercarnos a Dios. Dios se mantiene a una distancia para que podamos esforzarnos por conocerlo y así convertirnos en personas verdaderamente buenas.
San Agustín
La teodicea de Agustín de Hipona se basa en la historia del Génesis. Él creía que Dios creó el mundo "muy bueno", y el mal es una consecuencia de la desobediencia humana y el pecado original. Agustín argumentaba que el mal natural (sufrimiento por desastres) es causado por ángeles caídos, y el mal moral (por la conducta humana) es resultado del alejamiento del hombre de Dios. Para Agustín, el mal no fue creado por Dios, sino que es la ausencia o privación de algo bueno. Por ejemplo, la ceguera no es una entidad, sino la falta de visión. Así, Dios no creó el mal; el hombre se desvió de la perfección. Agustín creía que Dios permitía los males naturales como un castigo justo por el pecado, y que incluso los animales y los bebés sufren por el pecado original.
Sin embargo, esta idea plantea preguntas, como por qué las enfermedades de nacimiento o las predisposiciones al mal estarían en el plan de Dios. John Hick criticó esta teodicea, señalando que los animales sufrían mucho antes de la existencia humana y que Dios no castigaría a inocentes como los bebés.
Boecio y Tomás de Aquino
Boecio, en su obra La consolación de la Filosofía, argumentó que el mundo está bajo un orden divino, no al azar. Creía que el virtuoso siempre gana porque aprende de la adversidad.
Santo Tomás de Aquino también desarrolló la idea de Agustín. Para él, el mal es una privación, la ausencia de algo bueno que debería estar presente en una criatura. El mal no es una sustancia real, sino una concepción subjetiva. Las cosas no son malas en sí mismas, sino por su relación con otras cosas o personas. Todas las realidades son buenas en sí mismas; solo producen malos resultados de forma incidental. Aquino creía que la bondad infinita de Dios puede permitir el mal para sacar un bien de él.
Lutero y Calvino
Tanto Lutero como Calvino explicaron el mal como consecuencia del pecado original. Calvino, creyendo en la predestinación, consideraba que la caída era parte del plan de Dios. Lutero veía el mal y el pecado original como una herencia de Adán y Eva que se transmite a toda la humanidad, y que la naturaleza justa de Dios permitió esto como consecuencia de la desconfianza, aunque Dios planeó la salvación a través de Jesucristo.
Testigos de Jehová
Los testigos de Jehová creen que al principio, en el Jardín del Edén, Satanás desafió el derecho de Dios a gobernar. Para resolver esta "cuestión de la Soberanía" de forma definitiva, Dios ha permitido que Satanás y los humanos se gobiernen a sí mismos por un tiempo. Esta es la razón por la que existe el mal en la Tierra: es el resultado de la incapacidad humana de gobernarse bien y de la influencia del Diablo. Sin embargo, los testigos de Jehová creen que este período de maldad y sufrimiento terminará cuando Dios demuestre que solo Él tiene el derecho de gobernar y que su forma de hacerlo es la mejor. Entonces, usará su Reino, con Jesucristo como rey, para reparar todo el daño y eliminar el mal para siempre.
Mormones
La Iglesia de los Santos de los Últimos Días tiene una idea similar a la teodicea de Ireneo: el mal es una parte necesaria del desarrollo del alma para que las personas comprendan el bien al experimentar lo contrario. Para ellos, la caída de Adán y Eva no fue un accidente trágico, sino una parte esencial del plan divino. Dios no es el autor del mal, ni eliminará todo el mal de la experiencia mortal, porque la oposición es inherente a la naturaleza. Su propósito principal es ayudar a sus hijos a aprender a apreciar y elegir lo correcto para alcanzar la alegría eterna.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Problem of evil Facts for Kids