Argumento teleológico para niños
El argumento teleológico o argumento del diseño es una idea filosófica que propone que el orden, el propósito o el diseño que vemos en el universo demuestran la existencia de un ser inteligente o creador. Esta idea se basa en la observación de que la naturaleza parece tener un propósito o un fin. El filósofo Immanuel Kant fue quien le dio este nombre y definición.
Es importante saber que el argumento teleológico es una idea filosófica, mientras que el diseño inteligente se presenta a sí mismo como una teoría científica. El diseño inteligente afirma que se puede detectar un diseño en la naturaleza usando métodos científicos. Sin embargo, la comunidad científica no acepta el diseño inteligente como una teoría científica válida porque no sigue el rigor necesario. El argumento teleológico, en cambio, se pregunta por qué existe ese orden en primer lugar.
Las primeras ideas sobre este argumento se remontan a la Antigua Grecia, con pensadores como Sócrates. Se cree que él ya estaba discutiendo una idea más antigua. Sus alumnos, Platón y Aristóteles, también desarrollaron ideas complejas sobre cómo el universo podría tener una causa inteligente. Sin embargo, fueron los estoicos quienes popularizaron los argumentos sobre la creación, conocidos como "El argumento del diseño".
Las religiones abrahámicas (como el judaísmo, el cristianismo y el islam) han usado el argumento teleológico de muchas maneras. En la Edad Media, teólogos islámicos como Al-Ghazali lo utilizaron. Más tarde, santo Tomás de Aquino lo incluyó como una de sus "Cinco Vías" para probar la existencia de Dios. En la Inglaterra moderna, figuras como William Paley presentaron una versión famosa del argumento, usando la analogía del relojero. Esta analogía compara el universo con un reloj complejo que debe haber tenido un creador.
A lo largo de la historia, ha habido muchas críticas a este argumento. Especialmente importantes fueron las ideas de David Hume en el siglo XVIII y la explicación de la complejidad biológica de Charles Darwin en su libro El origen de las especies en 1859. Darwin propuso la evolución por selección natural, que ofrece una explicación diferente para el orden en la naturaleza.
Desde los años 1960, el argumento del diseño ha influido en el desarrollo del movimiento de la ciencia de la creación y el diseño inteligente. Estos movimientos usan el argumento teleológico para oponerse a la comprensión científica moderna de la evolución. Sin embargo, la comunidad científica rechaza sus argumentos por no tener el rigor científico necesario. Es importante notar que no todas las creencias religiosas están en contra de la evolución biológica. Algunas posturas, como el creacionismo evolutivo, aceptan tanto la fe como la ciencia.
Ya desde la Grecia clásica, hubo dos formas de entender el argumento teleológico. Una de ellas, que comenzó con Aristóteles, no era "creacionista" en el sentido simple. Aunque aceptaba que una inteligencia cósmica era responsable del orden natural, no creía que un "creador" tuviera que hacer y mantener físicamente ese orden. Filósofos como Al-Farabi y Avicena no encontraron convincente el argumento teleológico. Sin embargo, Averroes y Tomás de Aquino lo consideraron aceptable, aunque no necesariamente el mejor argumento.
Algunos defensores actuales del argumento teleológico son Richard Swinburne y John Lennox.
Contenido
¿Qué es el Argumento del Diseño?

Aunque hay diferentes versiones, la idea básica del argumento del diseño es la siguiente:
- Algo (como el universo o la vida) es demasiado complejo para haber surgido por casualidad.
- Por lo tanto, debe haber sido creado por un ser inteligente.
- Dios es el único ser inteligente que pudo haber creado eso.
- Por lo tanto, Dios existe.
Normalmente, "eso" se refiere al universo, a la evolución biológica, al ser humano, etc.
Una crítica a la primera parte de este razonamiento es que asume que la complejidad no puede surgir por casualidad.
Otra versión del argumento dice que la existencia de cierta complejidad hace necesario un diseñador:
- Todas las cosas que se diseñan o planean son pensadas de antemano.
- Pensar de antemano requiere una mente o una voluntad.
- Las cosas que son muy complejas y no se pueden reducir a partes más simples muestran una intención.
- El universo contiene cosas complejas que no fueron hechas por el hombre.
- Por lo tanto, esas cosas muestran una intención.
- Esas cosas necesitan una mente o una voluntad.
Este segundo razonamiento también ha sido criticado por ser un tipo de falacia lógica.
Historia de la Idea del Diseño
Aunque la idea de una inteligencia detrás del orden natural es muy antigua, el argumento racional de que podemos saber que el mundo natural tiene un diseñador parece haber comenzado con la filosofía clásica. Pensadores religiosos en el judaísmo, el hinduismo, el confucianismo, el islam y el cristianismo también desarrollaron sus propias versiones del argumento teleológico. Más tarde, la filosofía occidental y el fundamentalismo cristiano elaboraron variantes de este argumento.
Filosofía Clásica
Sócrates y los Primeros Filósofos Griegos

El argumento del diseño parece haber comenzado con Sócrates. Sin embargo, la idea de una inteligencia cósmica es más antigua. El filósofo David Sedley sugiere que Sócrates estaba desarrollando una idea anterior, posiblemente de Anaxágoras de Clazómenas, quien nació alrededor del año 500 a.C. Anaxágoras fue el primero en usar la palabra "nous" (νοῦς), que significa "inteligencia", para explicar este concepto.
Jenofonte, en sus Memorabilia, cuenta que Sócrates preguntaba a los jóvenes si podían ver evidencia de "diseño" (gnōmē) en las cosas del mercado y luego compararlo con la naturaleza. Sócrates se preguntaba si la naturaleza podría ser solo una casualidad. En el Fedón de Platón, Sócrates dice que el descubrimiento del concepto de Anaxágoras de un nous cósmico fue muy importante para él. Sin embargo, Sócrates no estaba de acuerdo con la idea de Anaxágoras de que el nous solo actuaba al principio y luego todo lo demás ocurría por causas materiales. Sócrates creía que el creador debía ser "amoroso", especialmente con la humanidad.
Platón y Aristóteles
En el Timeo, Platón (c. 427-347 a.C.) presenta la idea de un "demiurgo" con gran sabiduría e inteligencia como el creador del universo. Esta historia no dice que el mundo fue creado de la nada, sino que el demiurgo puso orden en el caos, imitando las Formas eternas.
La visión de Platón sobre el diseño también se basa en la idea de un orden y una estructura que ya existían en el mundo. El mundo de las Formas eternas de Platón, imperfectamente representado en la materia por un Artesano divino, contrasta con las ideas mecanicistas, como el atomismo. La elección parecía simple: o el mundo estructurado surgía de procesos sin dirección, o se le inyectaba inteligencia.
Aristóteles (c. 384-322 a.C.), alumno de Platón, continuó criticando a los científicos que explicaban todo solo con materia y movimiento al azar. Fue muy influyente en el desarrollo de la idea del creacionismo clásico, pero no era un "creacionista" directo. Él no creía que se necesitara una intervención constante de un creador en la naturaleza. Para Aristóteles, la naturaleza "no hace nada en vano" y tiene un propósito (telos). Él pensaba que el funcionamiento del mundo natural y de los cielos debía entenderse como un esfuerzo hacia una realidad divina.
Aristóteles consideraba que la biología era un ejemplo importante de un campo donde las ciencias materialistas ignoraban información necesaria para entender bien a los seres vivos. Por ejemplo, las aves usan las alas para volar; la explicación más completa sería teleológica, es decir, basada en el propósito. Aristóteles conocía las ideas de que las especies cambiaban por casualidad y sobrevivía el más apto (similar a la selección natural), y las rechazaba. Él creía que la ciencia solo puede describir lo que es normal, "siempre, o en su mayor parte".
Aristóteles comparó explícitamente esto con la tecnología humana:
Si lo que viene del arte es para algo, está claro que lo que viene de la naturaleza también. Esto es muy claro en los animales, que no hacen nada por arte o por pensar. Por eso, algunas personas no entienden cómo las arañas, las hormigas y otros animales trabajan. Es absurdo pensar que algo no sucede con un propósito si no vemos a alguien pensando en ello. Esto es más claro cuando alguien se cura a sí mismo; porque la naturaleza es así.Física (II 8.37), Aristóteles
Según Aristóteles, los cambios en la naturaleza son causados por sus "causas formales" y "causas finales" (el propósito). Él creía que la causa formal y la final son lo mismo. La idea de especies fijas (que las especies no cambian) fue dominante en biología hasta Darwin.
Época Romana
Los estoicos creían que el universo se desarrollaba de manera racional, según el Logos (razón universal). A diferencia de Heráclito, los estoicos pensaban que todo el proceso ocurría según los fines de una Divinidad inteligente y cuidadosa.
Fueron los estoicos quienes desarrollaron muchos argumentos sobre la creación, conocidos como "El argumento del diseño". Cicerón (c. 106-43 a.C.) describió el argumento teleológico de los estoicos en su libro De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses), que incluía una versión temprana de la analogía del relojero. Uno de sus personajes dice:
Cuando ves un reloj de sol o un reloj de agua, ves que marcan la hora por diseño y no por casualidad. Entonces, ¿cómo puedes imaginar que el universo en su totalidad carece de propósito e inteligencia, cuando lo abarca todo, incluyendo esos artefactos y a quienes los hicieron?De natura deorum (II.34), Cicerón
Otro defensor importante del argumento teleológico fue Galeno (129-c. 216 d.C.), cuyas obras fueron una fuente principal de conocimiento médico. Galeno creía que había evidencia de algo similar a un "demiurgo" (creador) que trabajaba físicamente en la naturaleza, como se describe en el Timeo de Platón.
En sus obras, Galeno usó la formación y estructura de los dientes como ejemplo de la complejidad en la construcción animal y la imposibilidad de que su orden fuera al azar. Para Galeno, la habilidad extraordinaria en la Naturaleza era como la de un artesano. Aunque la naturaleza a veces se equivoca, como en las mutaciones, esto ocurre muy rara vez.
El trabajo de Galeno muestra los primeros contactos entre las ideas paganas y las judeocristianas sobre la creación. Galeno criticó el relato de la Biblia porque, según él, Moisés se habría conformado con decir que Dios ordenó que las pestañas crecieran y que obedecieron. En contraste, el Demiurgo de Platón es un técnico.
La conexión que hizo Galeno entre el argumento teleológico y la complejidad de los seres vivos, y su insistencia en que esto era posible para un científico, anticipa algunos aspectos de los usos modernos del argumento.
Filosofía y Teología Medievales
Escritores Cristianos Antiguos
El apóstol Pablo (5-67 d.C.), en su Carta a los Romanos (1:18-20), argumenta que, a partir de lo que se ha creado en el mundo, es obvio que hay un Dios.
Marcus Minucius Felix (finales del siglo II - siglo III d.C.), un escritor cristiano temprano, defendió la existencia de Dios basándose en la analogía de una casa ordenada en su obra Órdenes:
Suponiendo que entraras en una casa y encontraras todo limpio, ordenado y bien cuidado, seguramente asumirías que tenía un dueño, y uno mucho mejor que las cosas buenas, sus pertenencias; así en esta casa del universo, cuando en todo el cielo y la tierra ves las marcas de la previsión, orden y ley, ¿no puedes asumir que el señor y el autor del universo son más hermosos que las estrellas mismas o que cualquier parte del mundo entero?The Octavius of Minucius Felix, Marcus Minucius Felix
Agustín de Hipona (354-430 d.C.) en La ciudad de Dios mencionó que los "cambios y movimientos bien ordenados" del mundo y "la apariencia justa de todas las cosas visibles" eran pruebas de que el mundo había sido creado, y "eso no pudo haber sido creado salvo por Dios".
Filosofía Islámica
La filosofía islámica temprana fue importante para el desarrollo de la comprensión filosófica de Dios entre pensadores judíos y cristianos en la Edad Media. Los teólogos y filósofos islámicos usaron diversas formas del argumento del diseño desde el siglo IX. Sin embargo, fue rechazado por escuelas fundamentalistas, para quienes la mención de Dios en el Corán era suficiente. Filósofos como Al-Farabi (872-950) y Avicena (c. 980-1037) no lo encontraron convincente y propusieron otros argumentos.
Sin embargo, el argumento fue aceptado más tarde por Averroes (1126-1198) y Al-Ghazali (1057-1111). Averroes llamó al argumento Dalīl al-ˁināya, que significa "argumento de la providencia". Ambos lo aceptaron porque creían que se mencionaba explícitamente en el Corán.
Filosofía Judía
Un ejemplo del argumento teleológico en la filosofía judía aparece cuando el filósofo medieval Maimónides (1135-1204) cita un pasaje del libro de Isaías (40:26), que dice: "Levanta tus ojos en alto, y mira quién ha creado esas cosas". Sin embargo, Barry Holtz dice que esta es solo una forma posible de leer el texto, y que en los textos bíblicos, la existencia de Dios se da por sentada.
Maimónides también recordó que Abraham (en un texto explicativo llamado midrash) reconoció la existencia de una deidad porque el mundo a su alrededor mostraba orden y diseño. El midrash hace una analogía entre la evidencia de que un edificio tiene un dueño y que el mundo está a cargo de Dios.
El rabino Aryeh Kaplan (1934-1983) cuenta una leyenda sobre el rabino Meir Baal HaNess del siglo II. Cuando un filósofo le dijo que no creía que el mundo fuera creado por Dios, Meir le mostró un poema y dijo que un gato lo había creado al derramar tinta. El filósofo exclamó que eso era imposible, que debía haber un autor. El rabino concluyó: "¿Cómo podría el universo... nacer por sí mismo? Debe haber un Autor. Debe haber un Creador".
Tomás de Aquino
Tomás de Aquino (1225-1274), un filósofo y teólogo muy influyente en Europa occidental, fue influenciado por Aristóteles y otros filósofos islámicos y judíos. Presentó un argumento teleológico en su Summa Theologica (1265-1274). En esta obra, Aquino presentó cinco maneras de intentar probar la existencia de Dios, llamadas las quinque viae. Su quinta vía, la "Vía del ser inteligente y del gobierno del mundo", se resume así:
Vemos que hay cosas que no tienen conocimiento, como los cuerpos naturales, y que obran con un fin. Esto se ve porque siempre o a menudo obran igual para conseguir lo mejor. De esto se deduce que, para alcanzar su objetivo, no obran al azar, sino con intención. Las cosas que no tienen conocimiento no tienden a un fin sin ser dirigidas por alguien con conocimiento e inteligencia, como una flecha es dirigida por un arquero. Por lo tanto, hay alguien inteligente por quien todas las cosas son dirigidas a un fin. A ese le llamamos Dios.Summa Theologica, Tomás de Aquino
Aquino señala que la existencia de "causas finales" (propósitos) solo puede explicarse por una inteligencia. Como los cuerpos naturales no tienen inteligencia, debe existir un ser que dirija esas causas finales. Ese ser es lo que llamamos Dios.
La Edad Moderna
Descartes
René Descartes (1596-1650) veía al ser humano como una combinación de dos partes: la mente (res cogitans) y el cuerpo (res extensa). Descartes pensaba que el cuerpo de un animal y de un ser humano podían entenderse como máquinas que funcionan por sí solas, creadas por Dios. Él decía que si alguien tiene la idea de una máquina con todas las complejidades imaginables, entonces esa idea debe haber venido de una causa que realmente tenía esas complejidades.
Supongo que el cuerpo no es otra cosa que una estatua o máquina de tierra a la que Dios da forma con el expreso propósito de que sea lo más semejante a nosotros [...] Conocemos relojes, fuentes artificiales, molinos y otras máquinas similares que, habiendo sido realizadas por el hombre, sin embargo poseen fuerza para moverse de modos distintos en virtud de sus propios medios; creo que no sería capaz de imaginar tanta diversidad de movimientos en ésta, que supongo construida por la mano de Dios, ni de atribuirle tal artificio, como para que no tengáis motivo para pensar que pudiera ser aventajada por otra.Tratado del hombre (1662), René Descartes
Newton y Leibniz
Isaac Newton (1643-1727) creía en el argumento del diseño. En 1713, escribió en un apéndice de sus Principia Mathematica (1687):
Este sistema tan elegante de sol, planetas y cometas no podría haber surgido sin el diseño y el dominio de un ser inteligente y poderoso.
Esta idea, de que "Dios es conocido por sus obras", fue apoyada por amigos de Newton como Samuel Clarke. En la correspondencia de Leibniz-Clarke, Clarke comparó el universo con un reloj mecánico y argumentó que Dios interviene constantemente para mantener su diseño.
El filósofo alemán Gottfried Leibniz (1646-1716) no estaba de acuerdo con la idea de Newton de que Dios tuviera que intervenir constantemente. Leibniz pensaba que el universo había sido creado de tal manera que Dios no necesitaría intervenir en absoluto. Él escribió:
Según la doctrina [de Newton], Dios Todopoderoso necesita dar cuerda a su reloj de vez en cuando; de lo contrario dejaría de moverse. Al parecer, no tuvo suficiente previsión para hacerlo un movimiento perpetuo.
Leibniz creía que el argumento del diseño solo tenía "certeza moral" a menos que fuera apoyado por su propia idea de "armonía preestablecida", explicada en su Monadología (1714). Según Leibniz, el universo está hecho de sustancias individuales llamadas mónadas, programadas para actuar de una manera predeterminada. La armonía entre todas las mónadas solo puede venir de una causa común, un Creador que predeterminó su sincronización.
Empiristas Británicos
Los escritores neerlandeses Leonardus Lessius (1554-1623) y Hugo Grocio (1583-1645) argumentaron que era improbable que la estructura compleja del mundo hubiera surgido por casualidad. El filósofo inglés John Locke (1632-1704) desarrolló la idea de que, excepto en la geometría, todo el conocimiento científico debe obtenerse a través de la experiencia sensorial.
David Hume (1711-1776), un filósofo escocés, se refirió al argumento teleológico en sus Diálogos sobre la religión natural (1779). El personaje Cleanthes, al resumir el argumento, compara el universo con una máquina hecha por el hombre y concluye que debe tener una inteligencia diseñadora.
Mira alrededor del mundo: contempla el todo y cada parte de él: encontrarás que no es más que una gran máquina, subdividida en un número infinito de máquinas menores... Todas estas diversas máquinas, e incluso sus partes más diminutas, se ajustan entre sí con una precisión que asombra a todos los hombres que las han contemplado. La curiosa adaptación de los medios a los fines, en toda la naturaleza, se parece exactamente, aunque supera en gran medida, a las producciones de los inventos humanos; del diseño, pensamiento, sabiduría e inteligencia humanos. Como, por lo tanto, los efectos se parecen, todas las reglas de la analogía nos llevan a inferir que las causas también se parecen; y que el Autor de la Naturaleza es algo similar a la mente del hombre; aunque posee facultades mucho mayores, proporcionales a la grandeza de la obra que ha ejecutado. Mediante este argumento, y solo con este argumento, probamos de inmediato la existencia de una Deidad y su similitud con la mente e inteligencia humanas.Diálogos sobre la religión natural (1779), David Hume
Por otro lado, el personaje escéptico, Philo, no está satisfecho con el argumento del diseño. Él sugiere que si Dios se pareciera a un diseñador humano, características divinas como la omnipotencia (poder ilimitado) y la omnisciencia (conocimiento ilimitado) no estarían justificadas. También bromea diciendo que el universo podría ser "solo el primer intento de alguna deidad infantil".
Teología Natural
La teología natural en Gran Bretaña en los siglos XVII, XVIII y principios del XIX buscaba la providencia divina en las leyes naturales del universo, en lugar de la revelación divina. Robert Boyle (1627-1691) y John Ray (1627-1705) fueron defensores tempranos del argumento del diseño.
William Derham (1657-1735), un teólogo, publicó varios libros teleológicos, como Physico-Theology (1713), que era una "demostración del ser y los atributos de Dios a partir de sus obras de creación". Derham enumeró observaciones científicas de las variaciones en la naturaleza y propuso que demostraban "la irracionalidad de la incredulidad".
William Paley (1743-1805) popularizó la "analogía del relojero" al comienzo de su Teología natural (1802).
Suponga que encontré un reloj en el suelo, y debería preguntarme cómo se encontraba el reloj en ese lugar, casi no debería pensar... que, por lo que sé, el reloj siempre ha estado allí. Sin embargo ¿por qué esta respuesta no debería servir tanto para el reloj como para [una] piedra [que se encontraba en el suelo]?... Por esta razón, y por ninguna otra; es decir, que, si las diferentes partes se hubieran formado de manera diferente de lo que son, si tuvieran un tamaño diferente de lo que son, o se colocaran de otra manera, o en cualquier orden que el que están colocadas, o bien ningún movimiento en absoluto se habría llevado a cabo en la máquina, o ninguno que hubiera respondido al uso que ahora sirve.Natural Theology (1802), William Paley
Según el teólogo Alister McGrath, Paley argumentó que la misma complejidad y utilidad que se ven en un reloj también se pueden ver en el mundo natural. Cada característica de un organismo biológico, como la de un reloj, mostraba evidencia de haber sido diseñada para la supervivencia. La conclusión de que fueron diseñados por Dios, según Paley, es tan natural como correcta.
Charles Darwin (1809-1882), cuando era estudiante de teología, encontró convincentes los argumentos de Paley. Sin embargo, más tarde desarrolló su teoría de la evolución en su obra de 1859 El origen de las especies, que ofrecía una explicación alternativa para el orden biológico. Darwin escribió en su autobiografía que el argumento del diseño de Paley, que antes le parecía tan convincente, "falla, ahora que la ley de la selección natural ha sido descubierta".
Darwin luchó con el problema del sufrimiento en la naturaleza. Él se inclinaba a creer que la naturaleza dependía de "leyes diseñadas", pero no podía ver evidencia de diseño y beneficencia en todas partes.
Pero reconozco que no puedo ver, tan claramente como otros, y como desearía, evidencia de diseño y beneficencia por todas partes. Me parece que hay demasiada miseria en el mundo. No puedo convencerme de que un Dios benéfico y omnipotente hubiera creado a propósito a los Ichneumonidae con la intención expresa de que se alimentaran dentro de los cuerpos vivos de las orugas, o que un gato jugara con los ratones. Al no creer esto, no veo ninguna necesidad en la creencia de que el ojo fue diseñado expresamente.
Propuestas Recientes
Argumentos Probabilísticos
En 1928 y 1930, el teólogo Frederick Robert Tennant (1866-1957) propuso una versión del argumento teleológico basada en la acumulación de probabilidades de cada adaptación biológica. Tennant decía que, aunque las explicaciones naturalistas (como la evolución) pueden explicar cada adaptación individual, el conjunto excede la suma de sus partes.
De manera similar, el filósofo Richard Swinburne (n. 1934) ha aplicado versiones más sofisticadas de la teoría de la probabilidad a la cuestión de la existencia de Dios. Él usa la probabilidad bayesiana para considerar no solo el orden de la naturaleza, sino también la "conexión" entre la inteligencia humana y el universo, y la experiencia estética, moral y religiosa. Swinburne escribe: "la existencia del orden en el mundo confirma la existencia de Dios si y solo si la existencia de este orden en el mundo es más probable si hay un Dios que si no lo hay".
El filósofo Alvin Plantinga (n. 1932) ofreció una versión probabilística del argumento teleológico en su libro God and Other Minds (1967):
Cada objeto contingente, del que sabemos si fue o no producto de un diseño inteligente, fue producto de un diseño inteligente. El universo es un objeto contingente. Así que probablemente el universo está diseñado.God and Other Minds (1967), Alvin Plantinga
La Enciclopedia Británica critica estos argumentos diciendo que cualquier forma en que el universo pueda estar es estadísticamente improbable, ya que es solo una de infinitas formas posibles. Pero su forma real no es más improbable que otras. Solo el hecho de que los humanos sean parte de ella la hace parecer especial.
Universo Ajustado
Una versión moderna del argumento teleológico se basa en el concepto del "ajuste fino del universo". Esto se refiere a la sorprendente precisión de las constantes físicas de la naturaleza y al estado inicial del universo. Para explicar el estado actual del universo, las teorías científicas requieren que estas constantes y el estado inicial tengan valores extremadamente precisos. El ajuste fino del universo es el delicado equilibrio de las condiciones necesarias para la vida. Por ejemplo, se argumenta que si la fuerza de la explosión del Big Bang hubiera sido ligeramente diferente, la vida sería imposible.
El filósofo y teólogo William Lane Craig (n. 1949) formula el siguiente argumento teleológico basado en el ajuste fino:
1. El ajuste fino del universo se debe a la necesidad física, al azar o al diseño.2. No se debe a la necesidad física o al azar.
3. Por lo tanto, se debe al diseño.«The New Atheism and Five Arguments for God, 4. The Teleological Argument from Fine-tuning», William Lane Craig
Antony Flew (1923-2010), un filósofo inglés que fue ateo la mayor parte de su vida pero se convirtió al deísmo, postuló que "un ser inteligente está involucrado de alguna manera en el diseño de condiciones que permitan que la vida surgiera y evolucionara". Él concluyó que el ajuste fino del universo era demasiado preciso para ser resultado del azar, por lo que aceptó la existencia de Dios.
El físico Stephen Hawking (1942-2018) estimó en Breve historia del tiempo que "si la velocidad de expansión un segundo después del Big Bang hubiese sido menor, incluso en una parte, en cien mil billones, el universo se habría colapsado de nuevo antes que hubiese alcanzado nunca su tamaño actual". Él señaló que la inflación podría explicar por qué la tasa de expansión está tan ajustada.
Origen de la Vida y ADN

Otro argumento, expresado por Antony Flew, sostiene que la "aparente imposibilidad de proporcionar una teoría naturalista del origen, desde el ADN, de las primeras especies reproductivas" sugiere que "una deidad o una super-inteligencia es la única buena explicación para el origen de la vida y la complejidad de la naturaleza".
Flew propuso la opinión, sostenida por el astrónomo británico Fred Hoyle (1915-2001), de que el universo es demasiado joven para que la vida se haya desarrollado solo por casualidad. Hoyle estimó que la probabilidad de que una combinación aleatoria de aminoácidos produjera un conjunto viable de enzimas era extremadamente baja. Él sugirió que la Tierra como lugar de origen de la vida era tan improbable como que un Boeing 747 fuera ensamblado por un tornado en un desguace. Aunque Hoyle era ateo, esta idea lo llevó a la conclusión de que "un superintelecto ha jugado con la física, así como con la química y la biología".
¿No se diría a sí mismo? «Un intelecto supercálculo debe haber diseñado las propiedades del átomo de carbono; de lo contrario, la posibilidad de que encuentre ese átomo a través de las fuerzas ciegas de la naturaleza sería absolutamente minúscula». Por supuesto que usted... Una interpretación de los hechos de sentido común sugiere que un superintelecto se ha mezclado con la física, así como con la química y la biología, y que no hay fuerzas ciegas que valgan la pena mencionar en la naturaleza. Los números que uno calcula a partir de los hechos me parecen tan abrumadores que ponen a esta conclusión casi fuera de duda.«The Universe: Past and Present Reflections» (1981), Fred Hoyle
Debido a esto, Hoyle rechazó la abiogénesis (el origen de la vida a partir de materia no viva) a favor de la panspermia (la idea de que la vida existe en todo el universo y se propaga a través de meteoroides, asteroides y planetoides). El premio Nobel Francis Crick (1916-2004), descubridor del ADN, incluso conjeturó la "panspermia dirigida", donde seres extraterrestres "plantaron aquí las semillas de la vida hace miles de millones de años".
Ciencia de la Creación y Diseño Inteligente
Una versión del argumento del diseño es fundamental para la ciencia de la creación y el diseño inteligente. A diferencia de Paley, que aceptaba el diseño a través de leyes dadas por Dios, estos proponentes buscan confirmación científica de intervenciones milagrosas en la historia de la vida. Argumentan que la ciencia teísta (ciencia que incluye a Dios) debería enseñarse en las aulas de ciencias.
En los Estados Unidos, la enseñanza de la evolución fue reintroducida en los currículos escolares en los años 60. En respuesta, hubo un resurgimiento del creacionismo, presentado como "ciencia de la creación". Una encuesta de 1989 encontró que casi toda la literatura que promovía la ciencia de la creación presentaba el argumento del diseño. Estas publicaciones introdujeron conceptos como la complejidad irreducible (una variante de la analogía del relojero) y la complejidad especificada (similar al argumento del ajuste fino).
Cuando la Corte Suprema de Estados Unidos prohibió la enseñanza de la "Ciencia de la Creación" en las escuelas públicas, un grupo de creacionistas la renombró como "diseño inteligente", presentándola como una teoría científica.
Los científicos no están de acuerdo con la afirmación de que el diseño inteligente es científico. En el juicio de 2005 del Caso Kitzmiller contra el Distrito Escolar de Dover, se determinó que los argumentos del "diseño inteligente" son de naturaleza religiosa y no científica. El tribunal dictaminó que "el diseño inteligente no es un nuevo argumento científico, sino que es más bien un viejo argumento religioso de la existencia de Dios". La única diferencia aparente entre el argumento de Paley y el del diseño inteligente es que la "posición oficial" del diseño inteligente no reconoce que el diseñador es Dios.
William A. Dembski (n. 1960), un matemático y proponente del diseño inteligente, usó la teoría de la información para sugerir que la vida es resultado del diseño inteligente. Dembski calculó que las estructuras con una probabilidad muy baja (1 en 10150) no pueden surgir por casualidad. Según Dembski, los organismos vivos contienen lo que él llama "complejidad especificada", que el "mecanismo darwiniano es incapaz de producir". Los críticos de Dembski dicen que su argumento es circular y no demuestra si la complejidad especificada realmente existe.
Michael Behe (n. 1952), un bioquímico y defensor del diseño inteligente, propuso una versión de la analogía del reloj de Paley. Behe usa la analogía de una trampa para ratones para proponer la complejidad irreducible: argumenta que si una trampa para ratones pierde solo una de sus partes, ya no puede funcionar. Él afirma que la complejidad irreducible en un objeto garantiza la presencia de un diseño inteligente. Behe sostiene que hay casos de complejidad irreducible en la naturaleza y que deben haber sido diseñados. Sin embargo, los ejemplos específicos que Behe propone han sido refutados por numerosos artículos científicos, mostrando que la evolución puede proceder a través de cambios graduales.
Eficacia Inesperada de las Matemáticas
William Lane Craig ha propuesto un argumento basado en el hecho de que, usando conceptos matemáticos, se puede descubrir mucho sobre el mundo natural. Por ejemplo, un científico puede sentarse en su escritorio y, usando ecuaciones matemáticas, predecir la existencia de una partícula fundamental que, años más tarde, los experimentadores logran detectar. Craig llama a las matemáticas el "lenguaje de la naturaleza" y argumenta que su aplicabilidad no es solo una feliz coincidencia.
A. Si Dios no existiera, la aplicabilidad de las matemáticas sería solo una feliz coincidencia.B. La aplicabilidad de las matemáticas no es solo una feliz coincidencia.
C. Por lo tanto, Dios existe.William Lane Craig
La idea central de este argumento es que la naturaleza inteligible de las matemáticas (y su relación con la realidad física) se explica por un Intelecto Eterno o Divino que es el fundamento de estas verdades matemáticas. Esta idea no es nueva; filósofos antiguos como Filón de Alejandría y Agustín de Hipona ya creían en conceptos similares.
Propuesta de "Tercera Vía"
El genetista James A. Shapiro (n. 1943) sugiere que los avances en genética y biología molecular, y la comprensión de que las células tienen redes de computación molecular que procesan información, tienen implicaciones para el argumento teleológico. Shapiro afirma que estos sistemas de "ingeniería genética natural" pueden producir reorganizaciones importantes del "aparato genético dentro de una sola generación celular".
Shapiro propone lo que él llama una "Tercera Vía": un tipo de evolución que no es creacionista ni darwiniana.
¿Qué importancia tiene una interfaz emergente entre biología y ciencia de la información para pensar sobre la evolución? Abre la posibilidad de abordar científicamente en lugar de ideológicamente el tema central tan disputado por los fundamentalistas en ambos lados del debate creacionismo-darwinismo: ¿hay alguna inteligencia orientadora que trabaje en el origen de las especies mostrando adaptaciones exquisitas...?«The Third Way» (1997), James A. Shapiro
En su libro Evolution: A View from the 21st Century (2011), Shapiro se refiere a este concepto de "ingeniería genética natural", que ha sido problemático porque muchos científicos creen que apoya el argumento del diseño inteligente.
El Todo Interactivo
El teólogo Norris Clarke compartió un argumento popularizado por Peter Kreeft. El argumento dice que los componentes del universo se ordenan entre sí y se definen por estas conexiones. Por ejemplo, dos átomos de hidrógeno se ordenan para formar un compuesto con un átomo de oxígeno. Por lo tanto, ninguna de las partes es autosuficiente y no se puede explicar individualmente. Sin embargo, el todo tampoco puede explicarse porque está compuesto de partes separadas.
De aquí, se pueden sacar tres conclusiones:
- Como el sistema no puede explicarse por sí mismo, necesita una causa.
- Debe ser una mente inteligente, porque la unidad del sistema trasciende cada parte y debe haber sido concebida como una idea. Una idea no puede existir sin un creador.
- La mente creadora debe ser trascendente (estar más allá del universo), porque si no lo fuera, dependería del sistema de espacio y tiempo, a pesar de haberlo creado.
Como conclusión, el universo se basa en una mente creadora trascendente.
Discusiones Similares en Otras Culturas
Hinduismo y Budismo
Nyaya, una escuela de lógica hindú, tenía una versión del argumento del diseño. Desde este punto de vista, la existencia de un creador se infería del hecho de que "el mundo está formado por partes". En este contexto, el Alma Suprema, Ishvara, es quien creó todo el mundo. El argumento se desarrolla en cinco pasos:
- El mundo ha sido construido por un agente inteligente.
- Se considera un efecto.
- Todos los efectos han sido construidos por un agente inteligente, como una olla.
- Y el mundo es un efecto.
- Por lo tanto, ha sido construido por un agente inteligente.
Sin embargo, otras escuelas hindúes, como Samkhya, niegan que la existencia de Dios pueda probarse, porque un creador así nunca puede ser percibido.
Confucianismo
El filósofo alemán Christian Wolff pensó que Confucio era un hombre sin Dios y que "los antiguos chinos no tenían religión natural, ya que no conocían al creador del mundo". Sin embargo, más tarde, Wolff cambió de opinión. El "ateísmo" presente en el confucianismo se debe a que su doctrina se enfoca en el seguimiento del Mandato del Cielo.
Taoísmo
Los escritos taoístas de Laozi, también conocido como Lao Tzu, tienen similitudes con la ciencia naturalista moderna. B. Schwartz señala que, en el taoísmo, "los procesos de la naturaleza no están guiados por una conciencia teleológica... el tao [dao] no es conscientemente providencial". Sin embargo, en sus creencias también se presentan conceptos de deidades conocidas como Los Tres Puros.
Véase también
En inglés: Argument from design Facts for Kids
- Las cuatro causas de Aristóteles
- Teleología
- Argumento cosmológico
- Argumento del diseño pobre
- Cosmogonía
- Disteleología
- Argumento de la belleza
- Falacia inversa del jugador
- Deismo
- Turtles All the Way Down