Teoría de la argumentación para niños
La teoría de la argumentación es un campo de estudio que nos ayuda a entender cómo las personas llegan a conclusiones y las presentan usando la lógica. Imagina que quieres convencer a alguien de algo; para lograrlo, usas razones o ideas que llamamos premisas. Esta teoría explora cómo se construyen esas razones para que sean convincentes.
También se enfoca en el arte de debatir, conversar y persuadir a otros de manera respetuosa. Estudia las reglas que usamos para pensar y sacar conclusiones, tanto en la vida diaria como en sistemas más complejos.
La teoría de la argumentación abarca el debate y la negociación, que buscan que las personas lleguen a acuerdos. También incluye discusiones donde el objetivo principal es ganar, aunque lo ideal es buscar la verdad o un entendimiento mutuo. Esta habilidad es muy útil para defender nuestras ideas o intereses de forma lógica y clara.
En los juicios, por ejemplo, la argumentación se usa para demostrar si ciertas pruebas son válidas o no. Los expertos en este tema también estudian cómo las personas justifican sus decisiones, incluso si al principio las tomaron sin pensarlo mucho.
Contenido
Historia de la argumentación
Desde hace mucho tiempo, la argumentación ha sido importante para quienes quieren hablar y escribir de forma convincente. Hoy en día, su estudio es aún más relevante porque los medios de comunicación tienen una gran influencia en la sociedad.
Los medios usan estrategias de argumentación para convencer al público sobre ciertas ideas o valores, como se ve en la publicidad o en los discursos políticos. El objetivo principal de quienes estudian la argumentación es saber si un razonamiento es creíble y si la persona que lo escucha estará dispuesta a aceptarlo.
Un argumento no es solo decir lo que piensas o discutir. Es un intento de apoyar tus ideas con buenas razones. Esto es muy importante porque nos ayuda a saber qué opiniones son mejores que otras. No todas las ideas tienen el mismo valor. Algunas conclusiones se basan en razones sólidas, mientras que otras son más débiles. Por eso, es necesario presentar argumentos para nuestras conclusiones y luego evaluarlos para ver qué tan fuertes y verdaderos son.
Argumentar también es importante porque, una vez que llegamos a una conclusión con buenas razones, podemos explicarla y defenderla usando esos mismos argumentos.
Partes de un argumento
Para entender bien un argumento, es útil conocer sus partes principales:
- Una tesis o conclusión principal: Es la idea que quieres defender o la que quieres que los demás acepten.
- Un conjunto de premisas: Son las razones o pruebas que usas para apoyar tu tesis.
- Un argumento: Es la forma en que conectas tus premisas con tu tesis para mostrar cómo tus razones llevan a tu conclusión.
Para construir o entender un argumento, puedes seguir estos pasos:
- Identifica la idea principal (la conclusión) y las razones que la apoyan (las premisas).
- Decide quién tiene la responsabilidad de presentar las pruebas. Generalmente, es quien hace la afirmación inicial.
- Organiza tus pruebas de manera que convenzan a la otra persona. Usa argumentos válidos y claros que no sean fáciles de refutar.
- Busca posibles errores en el razonamiento de la otra persona. Puedes señalar si sus razones no son sólidas o si hay fallas en su lógica.
Tipos de mensajes persuasivos
Existen diferentes maneras de intentar convencer a alguien:
- La demostración: Busca llegar a una conclusión usando razonamiento deductivo, que va de lo general a lo particular. En una demostración, se presentan hechos y no tanto opiniones personales.
- La argumentación: Se enfoca en las causas y consecuencias de algo. Su éxito se mide por si logra que la otra persona adopte un punto de vista o haga algo específico.
- La descripción: Se encuentra en un punto intermedio. Se acepta o se rechaza según lo bien que se haya explicado algo, y a menudo requiere un debate para expresar y defender opiniones.
Cómo influye el contexto en la argumentación
Cuando alguien argumenta para convencer a otra persona, lo hace dentro de un contexto. Este contexto incluye las creencias, costumbres e ideas de la comunidad a la que ambos pertenecen. El contexto también define el significado de las palabras que usan. Si el contexto no es el mismo para todos los participantes, es fácil que se usen palabras que puedan resultar ofensivas o confusas.
Condiciones para una buena argumentación
Para que un argumento sea efectivo, es importante considerar dos tipos de condiciones:
- Condiciones de propiedad: Se refieren a las características de la persona a la que te diriges. Es importante saber si esa persona está abierta a escuchar y si tiene el conocimiento necesario para entender tus argumentos. Se parte de la idea de que la otra persona no está de acuerdo al principio, pero podría convencerse.
- Condiciones de legitimidad: Tienen que ver con la confianza que la otra persona tiene en ti como argumentador. A veces, si no estás seguro de que confían en ti, puedes usar frases que justifiquen tu posición.
Además, el argumentador debe creer que la otra persona puede ser convencida con un buen argumento. Si hay resistencia, se pueden usar diferentes estrategias para cambiar su opinión. La argumentación es válida cuando hay un respeto mutuo entre las personas que conversan. Aquí influyen tanto el contexto de la situación como los roles que cada uno tiene en la conversación.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Argumentation theory Facts for Kids