Tercera guerra carlista para niños
Datos para niños Tercera guerra carlista |
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Guerras carlistas Parte de guerras carlistas |
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![]() Carga de caballería, en la acción de Piedrabuena.
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Fecha | 21 de abril de 1872-28 de febrero de 1876 | |||
Lugar | Provincias Vascongadas, Navarra, Maestrazgo y Cataluña (España) | |||
Resultado | Derrota carlista | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Tercera Guerra Carlista fue un conflicto importante en España que ocurrió entre 1872 y 1876. Fue una guerra civil, lo que significa que fue una lucha entre diferentes grupos dentro del mismo país.
En esta guerra, se enfrentaron los seguidores de Carlos María de Borbón, quien quería ser rey, contra los gobiernos de la época. Estos gobiernos fueron el de Amadeo I, la Primera República Española y, finalmente, el de Alfonso XII.
Esta guerra se desarrolló principalmente en el País Vasco, Navarra y Cataluña. También hubo enfrentamientos en el Maestrazgo, una región entre Aragón y Valencia. Los carlistas defendían ideas tradicionales y buscaban restaurar ciertas leyes antiguas, conocidas como fueros, que habían sido eliminadas.
A pesar de sus esfuerzos, los carlistas fueron derrotados. Se calcula que la guerra causó entre 7.000 y 50.000 bajas.
Contenido
¿Qué causó la Tercera Guerra Carlista?
Los orígenes del conflicto
Antes de esta guerra, ya había habido otros conflictos entre carlistas y liberales. La última gran lucha carlista había terminado en 1849. Después de eso, hubo unos veinte años de relativa calma.
En 1868, una revolución en España hizo que la reina Isabel II de España tuviera que irse del país. Se estableció un gobierno provisional y luego se eligió a Amadeo I de España como rey. Muchos españoles que no estaban de acuerdo con estas nuevas ideas de gobierno, especialmente los que defendían las tradiciones y el papel de la Iglesia, vieron en Carlos María de Borbón una alternativa.
Carlos María de Borbón, conocido por sus seguidores como Carlos VII, era el nuevo líder carlista. Él creía que la única forma de llegar al trono y establecer un gobierno tradicional era a través de un nuevo levantamiento armado.
El desarrollo de la guerra
El inicio de las hostilidades en 1872
Las elecciones de abril de 1872 dieron a los carlistas una razón para iniciar la rebelión. Creían que había habido fraude electoral. Don Carlos, que estaba preparando la insurrección desde el extranjero, fijó el 21 de abril como la fecha para el comienzo del levantamiento. La orden era gritar: "¡Abajo el extranjero! ¡Viva España!".

En Navarra y el País Vasco, donde aún existían leyes especiales (fueros), el levantamiento carlista tuvo mucho apoyo. Esto se debió a los problemas y cambios que se vivían en España en esos años.
El 2 de mayo de 1872, el pretendiente Carlos cruzó la frontera desde Francia y se puso al frente de la rebelión. Sin embargo, el 4 de mayo, el general del gobierno, Domingo Moriones y Murillo, atacó por sorpresa el campamento carlista en Oroquieta. Los carlistas fueron derrotados y Don Carlos tuvo que regresar a Francia.
Después de esta derrota, se firmó el Convenio de Amorebieta el 24 de mayo, buscando la paz. Pero este acuerdo no fue bien recibido por nadie y la lucha continuó. Don Carlos destituyó a muchos de sus jefes militares y ordenó una nueva sublevación para el 18 de diciembre, que fue más fuerte.
El frente en Cataluña y Valencia

En Cataluña, la chispa carlista se encendió de nuevo en 1872. Las zonas montañosas, con fuertes tradiciones, se opusieron a las nuevas ideas del gobierno. Así, antiguos combatientes carlistas y algunos propietarios de tierras llevaron a la gente a la lucha.
El levantamiento en Cataluña comenzó incluso antes de la fecha fijada por Don Carlos. Juan Castells se sublevó con 70 hombres. La insurrección no se detuvo tras la derrota de Oroquieta. Aunque al principio no había una organización militar común, la llegada del hermano de Don Carlos, Alfonso de Borbón y Austria-Este, en diciembre de 1872, reactivó a los carlistas. En el Maestrazgo, la partida de Pascual Cucala también ganó apoyo.
La guerra en 1873
Avances carlistas en el norte
El año 1873 empezó bien para los carlistas. El gobierno estaba dividido y la proclamación de la Primera República Española en febrero de 1873, junto con otros conflictos, debilitó al nuevo gobierno.
Los carlistas reclutaron a muchos hombres. El general republicano Manuel Pavía ofreció la paz, pero los carlistas, animados por el clero, lo vencieron en la batalla de Eraul. Esta victoria y otras más dieron fuerza al carlismo en el País Vasco. El 16 de julio, Don Carlos volvió a cruzar la frontera y estableció la capital de su "estado carlista" en Estella. Allí organizó un gobierno con ministros, leyes y hasta una universidad en Oñate en 1874.
La segunda mitad del año también fue buena para los carlistas. Don Carlos visitó sus territorios y ganó el apoyo de la gente. La toma de Éibar y su arsenal fue otro golpe para el gobierno. Los carlistas volvieron a vencer al ejército del gobierno en la Primera batalla de Montejurra.
La situación en Aragón, Cataluña y Valencia
En Aragón, el general Marco de Bello organizó las fuerzas carlistas, aunque tenían problemas para conseguir dinero y armas. En Cataluña, hubo victorias carlistas importantes, como la de Albiol, Alpens y la conquista de Igualada y Berga.
En Valencia, el brigadier Cucala venció en Játiva, y Santés logró entrar en Albacete y conquistar Cuenca.
El año decisivo: 1874
El asedio de Bilbao y la Restauración

El año 1874 fue clave para el resultado de la guerra. El gobierno republicano estaba en crisis, pero un golpe de estado del general Manuel Pavía permitió a Francisco Serrano y Domínguez tomar el mando. Esto ayudó a organizar el ejército y a concentrarse en la lucha contra los carlistas.
A pesar de esto, Don Carlos se sentía fuerte y ordenó tomar Bilbao en febrero. El asedio de Bilbao terminó con una importante victoria para el gobierno.
En el norte, los carlistas también conquistaron Portugalete. Hubo batallas importantes como la de Somorrostro y San Pedro Abanto. Sin embargo, el general Concha logró romper las líneas carlistas y liberar Bilbao.
El gobierno intentó tomar Estella, la capital carlista, pero fue derrotado en la batalla de Abárzuza, donde murió el general Concha. Esta derrota fue un golpe duro para el gobierno. Los carlistas intentaron sitiar grandes ciudades como Vitoria, Irún, San Sebastián y Pamplona, pero no lograron tomarlas.
A finales de año, Arsenio Martínez-Campos proclamó a Alfonso XII como rey de España. Esto hizo que muchos carlistas moderados se unieran al bando de Alfonso, debilitando mucho a los carlistas.
La situación en Cataluña y Valencia en 1874
En marzo de 1874, las fuerzas carlistas, lideradas por Francisco Savalls, sitiaron y conquistaron Olot, convirtiéndola en su capital. En julio, se estableció en San Juan de las Abadesas la Diputación de Cataluña, que intentaba organizar el gobierno en los territorios carlistas.
Los carlistas también lograron victorias como la conquista de Vich y la acción de Cardona. En Valencia, se destacó la defensa de Cantavieja.
La toma de Cuenca en Castilla la Nueva
En 1874, las tropas carlistas al mando de Alfonso de Borbón y Austria-Este y su esposa María de las Nieves de Braganza lograron conquistar la ciudad de Cuenca.
El fin de la guerra en 1875 y 1876
Cuando la monarquía borbónica fue restaurada con el rey Alfonso XII, él hizo un llamado a los carlistas para que dejaran las armas, ofreciéndoles mantener sus fueros. Sin embargo, Don Carlos se negó a negociar.

El ejército de Alfonso XII, que ya tenía más de 70.000 soldados, lanzó una gran ofensiva en Álava. Los carlistas, con solo 33.000 soldados, no pudieron resistir. Perdieron casi toda la provincia.
En Navarra, la situación no era mejor. Los carlistas perdieron la mitad del territorio y Estella, su capital, estaba amenazada. A pesar de esto, los carlistas lograron una importante victoria en la sorpresa de Lácar, donde Alfonso XII tuvo que escapar para no ser capturado.
En Cataluña, 1875 fue el último año de lucha. En marzo, Arsenio Martínez-Campos ocupó Olot y sitió Seo de Urgel. Su conquista en agosto puso fin a la lucha en Cataluña el 19 de noviembre.
La batalla final en 1876
Después de que la lucha terminara en Cataluña, más de 120.000 soldados del gobierno se prepararon para finalizar la guerra en el norte. Los carlistas que seguían luchando eran cuatro veces menos.
El 5 de febrero de 1876, carlistas y liberales se enfrentaron en la acción de Abadiano, la última batalla importante en Vizcaya.

Los carlistas fueron empujados hacia los Pirineos. A finales de febrero, Estella cayó y Don Carlos huyó a Francia, diciendo que volvería, pero no lo hizo. El último lugar carlista, el castillo de Lapoblación, cayó el 2 de marzo. La guerra había terminado.
Alfonso XII, que había estado en el frente, entró en San Sebastián y Pamplona. Hizo un llamado a la reconciliación, diciendo que "a ninguno debe humillarle su derrota; que al fin, hermano del vencedor es el vencido". Cuando Alfonso XII regresó a Madrid, fue recibido con celebraciones y se le dio el apodo de "El Pacificador".
El "Estado Carlista" durante la guerra

Durante la guerra, Carlos VII intentó organizar un "Estado carlista" en los territorios que controlaba. Creó ministerios como el de Guerra, Estado, Gobierno y Hacienda. También estableció Diputaciones o Juntas en el País Vasco, Navarra, Castilla, Cataluña, Valencia y Aragón.
¿Qué consecuencias tuvo la guerra?
Los soldados carlistas que dejaron las armas pudieron unirse al ejército del gobierno, manteniendo sus rangos. Sin embargo, pocos lo hicieron.
Para el País Vasco y Navarra, el fin de esta guerra significó la desaparición de parte de sus fueros (leyes especiales), con una ley en 1876. Aunque estas provincias no pudieron oponerse, el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo pactó el Concierto Económico, que les dio cierta libertad para recaudar sus propios impuestos.
La pérdida de los fueros en el País Vasco aumentó el sentimiento de defensa de sus tradiciones, lo que años después llevó a la creación del Partido Nacionalista Vasco en 1895.
Desde el punto de vista del gobierno de Alfonso XII, la victoria fortaleció su poder. Se aprobó una nueva Constitución en 1876. El rey honró a sus tropas y también respetó a los condecorados por el bando carlista. La Tercera Guerra Carlista terminó con una integración del bando perdedor, sin grandes castigos.
Batallas importantes
- Batalla de Oroquieta
- Batalla de Eraul
- Sitio de Irún
- Primera batalla de Montejurra
- Sitio de Bilbao
- Primera batalla de Somorrostro
- Batalla de Abárzuza
- Sitio de Pamplona
- Toma de Cuenca
- Batalla de Lácar
- Batalla de Oteiza
- Segunda batalla de Montejurra
- Acción de San Pedro de Abanto
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Véase también
En inglés: Third Carlist War Facts for Kids