Antonio Lizárraga para niños
Datos para niños Antonio Lizárraga y Esquíroz |
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Información personal | ||
Nacimiento | 22 de enero de 1817 Pamplona |
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Fallecimiento | 7 de diciembre de 1877 Roma |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Oficial militar | |
Rango militar | Mariscal de Campo | |
Conflictos | ||
Antonio Lizárraga y Esquiroz (nacido en Pamplona el 22 de enero de 1817 y fallecido en Roma el 7 de diciembre de 1877) fue un importante militar español.
Participó en la Primera Guerra Carlista en el ejército de Don Carlos. Allí se hizo famoso por su valentía, siendo herido varias veces en lugares como Gulina, Artaza y Guisona. Una de esas veces, sus heridas fueron muy graves, pero se recuperó rápidamente.
Después, estuvo en el famoso sitio de Bilbao. Ascendió a teniente y en 1839 aceptó el Convenio de Vergara, un acuerdo de paz. Fue enviado a un centro de oficiales en Burgos.
Más tarde, sirvió en el ejército de la reina Isabel II. Incluso luchó contra los carlistas en la Guerra de los Matiners y recibió varias condecoraciones. Tras la Revolución de 1868, volvió a unirse a las fuerzas carlistas.
Cuando comenzó la Tercera guerra carlista, en 1873, fue nombrado comandante general de Guipúzcoa. Al año siguiente, se convirtió en jefe del Estado Mayor General del Ejército del Centro y comandante general de Aragón. Defendió con gran heroísmo la ciudad de Seo de Urgel con pocos soldados. Su enemigo, el general liberal Martínez Campos, le concedió honores militares por su valiente defensa.
Contenido
¿Quién fue Antonio Lizárraga?
Antonio Lizárraga y Esquíroz nació en una familia noble. Siguiendo la tradición de muchos de sus vecinos navarros, se unió al ejército carlista el 23 de diciembre de 1833, cuando tenía 17 años. Entró como soldado voluntario en el segundo batallón de Navarra, demostrando que tenía una educación básica.
Sus inicios en la Primera Guerra Carlista
Durante la campaña, participó en el desarme de Aézcoa y en la toma de Orbaiceta. El 18 de junio de 1834, ascendió a cabo primero en la acción de Gulina, donde fue herido. También fue herido el 31 de julio en Artaza, lo que le valió el ascenso a sargento segundo.
El 13 de enero de 1835, ascendió a sargento primero. Participó en el sitio de Maeztu, en las acciones de Arguijas y Larraga, en el bloqueo de Ciga, en la toma de Echarri Aranaz y en el sitio de Bilbao. Fue nombrado alférez el 2 de septiembre de 1835.
Al año siguiente, estuvo bajo las órdenes del general García en varias batallas. En la batalla de Huesca, ganó el empleo de teniente. Luego luchó en Barbastro y Guisona, donde fue herido de nuevo, y en la toma de Torrecilla. En 1838, combatió en el Carrascal, en Allo, en Dicastillo, en Biurrun, en Arróniz y en Belascoáin. En 1839, operó en Ramales, Guardamino, Arratia y Villarreal. Al aceptar el Convenio de Vergara, el gobierno le reconoció su empleo de teniente.
Servicio en el Ejército de Isabel II
Desde 1840 hasta 1843, Lizárraga estuvo en Cataluña. En 1843, fue nombrado comandante militar de Valls. Se dedicó con mucho esfuerzo a mantener el orden y la seguridad en la zona. El 6 de octubre de ese mismo año, derrotó a un grupo de unos 150 rebeldes. Por este servicio, recibió felicitaciones de las autoridades y fue confirmado en su empleo de teniente, obteniendo además el grado de capitán.
Hasta 1847, Lizárraga estuvo de guarnición en Aragón y Madrid. En 1848, fue enviado al Ejército de operaciones de Cataluña. Allí persiguió a sus antiguos compañeros carlistas en la Guerra de los Matiners. Por este servicio, recibió la Cruz de San Fernando de primera clase.
Ascendió a capitán en 1853 y fue trasladado a Sevilla. En julio de 1854, se le concedió el grado de comandante. En octubre, fue destinado al Regimiento de Asturias. En 1855, pasó a la reserva en Málaga. Durante la guerra de África, cruzó el Estrecho con su brigada, pero no entró en combate. En 1861, fue ascendido a comandante.
Al mando del Batallón Cazadores de Arapiles, el 22 de junio de 1866, luchó valientemente contra los rebeldes en las calles de Madrid. Ese mismo día, fue nombrado teniente coronel. En agosto de 1867, Lizárraga y su batallón fueron a Cataluña para perseguir a grupos rebeldes en Lérida y Tarragona. Los derrotó y por ello recibió la cruz roja de segunda clase del Mérito Militar. También fue condecorado con la cruz de San Hermenegildo.
Cuando estalló la Revolución de 1868 en septiembre de 1868 y Barcelona se levantó, el teniente coronel Lizárraga se mantuvo leal a la reina Isabel II. Fue el único jefe que, con su batallón, se puso a las órdenes del capitán general Conde de Cheste. Lo acompañó hasta que entraron en Francia, por lo que fue declarado en situación de reemplazo el 23 de octubre de 1868.
Su papel en la Tercera Guerra Carlista
En 1870, Lizárraga pidió y obtuvo su retiro en Madrid. En 1873, se unió nuevamente a las fuerzas carlistas. Según algunas fuentes, en 1869 ya se había presentado a Don Carlos de Borbón y Austria-Este, quien lo nombró coronel. En 1872, participó en el nuevo levantamiento carlista.
Después, formó parte de la Junta militar carlista en Bayona. Fue ascendido a brigadier por Dorregaray y nombrado comandante general de Guipúzcoa. Entró en España el 6 de enero de 1873 e inició el levantamiento en su provincia el día 16. Organizó el batallón de Cazadores de Azpeitia y atacó Azpeitia el 29. Cayó gravemente enfermo y se ocultó en Elgóibar.
El 19 de marzo, volvió a encargarse de la comandancia general de Guipúzcoa. Tuvo una acción el 12 de abril en Amézqueta y otra al día siguiente en Abalcizqueta. Contribuyó mucho con su estrategia y valor a la victoria de Eraul. Luchó en Azpeitia y Lecumberri. El 1 de julio, organizó los batallones tercero y cuarto de Guipúzcoa. Tuvo el honor de recibir y escoltar a Don Carlos con sus fuerzas cuando este entró en España el 16 de julio de 1873.
Estuvo junto a Don Carlos en el ataque de Ibero. Se separó de él en Echauri para tomar la ofensiva en Guipúzcoa. Dirigió las operaciones en esta provincia con tanta habilidad que en 15 días redujo el número de pueblos fortificados por los liberales de 37 a 10, y organizó dos batallones más.
En septiembre, bloqueó Tolosa. Estableció una línea de defensa permanente a la izquierda del Oria. Con muchos combates, logró aislar Loma y Tolosa, cerrando cada vez más el cerco de esta ciudad.
El 7 de diciembre, Lizárraga controló con calma y energía una sublevación. Mandó el lado carlista en la batalla de Velabieta. Por su brillante campaña en Guipúzcoa, fue recompensado con el rango de Mariscal de Campo y la Gran Cruz Roja del Mérito Militar. A principios de 1874, Dorregaray lo nombró comandante general de Aragón.
El 17 de febrero, el general Lizárraga se presentó en la línea de Somorrostro. Participó activamente en las operaciones del sitio de Bilbao y se destacó en las batallas de Somorrostro y San Pedro Abanto, así como en la retirada del Ejército Real.
A mediados de junio de 1874, el general Lizárraga fue nombrado jefe de Estado Mayor General del Ejército del Centro. Entró en Cataluña el 27 de ese mes. El 21 de julio, tomó posesión de su nuevo cargo en Chelva y asistió al ataque de Teruel el 4 de agosto.
El 6 de diciembre, el general Lizárraga se hizo cargo temporalmente del mando en jefe del Ejército del Centro. Tomó medidas para equipar bien a sus fuerzas y organizar la administración. También se ocupó de las operaciones militares. Encargó al brigadier Vallés que recorriera las provincias de Guadalajara y Cuenca. Al brigadier Gamundi le pidió que hiciera expediciones a Calatayud y Daroca. Él mismo recorrió el Maestrazgo y Valencia con la brigada Cucala.
A principios de enero de 1875, llegó al Centro Dorregaray, el general en jefe titular del Ejército que Lizárraga mandaba temporalmente. Lizárraga le entregó las fuerzas el día 17 y pasó a Cataluña para encargarse de la Capitanía General del Principado. No llegó a tomar posesión, quedando a las órdenes de Savalls, con quien estuvo en las operaciones sobre Olot en marzo y abril.
Después, el general Lizárraga se encargó de la defensa de Seo de Urgel. Se trasladó a esta ciudad y trabajó con gran inteligencia y actividad en la reparación de antiguas fortificaciones, la construcción de nuevas obras y el abastecimiento de municiones y alimentos. Por decreto del 16 de julio de 1875, Don Carlos le concedió el título de Marqués de Zugarramurdi.
Cuando comenzó el sitio de Seo de Urgel, Lizárraga demostró su valor y lealtad. Con solo dos batallones, algunos artilleros e ingenieros, y unos pocos cañones antiguos, se enfrentó a un enemigo con más de 11.000 hombres y más de 70 piezas de artillería modernas. No se rindió hasta el 26 de agosto, cuando ya no podía esperar ayuda y se habían agotado los víveres y el agua. La defensa de Seo de Urgel fue tan heroica que Martínez Campos le concedió honores militares a la guarnición.
Una vez intercambiado, Lizárraga se presentó inmediatamente a Don Carlos. Participó en las últimas operaciones, destacándose en la defensa de Estella. El 20 de febrero, fue nombrado jefe de Estado Mayor General. Con este cargo, acompañó a Don Carlos en su retirada a Francia, donde entró con él el día 28. Antonio Lizárraga, un hombre de profunda fe, falleció en Roma al año siguiente.