Sorpresa de Lácar para niños
Datos para niños Sorpresa de Lácar |
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Parte de Tercera guerra carlista | ||||
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Fecha | 3 de febrero de 1875 | |||
Lugar | Lácar, Navarra (![]() |
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Coordenadas | 42°41′02″N 1°57′30″O / 42.68388889, -1.95833333 | |||
Resultado | Victoria carlista | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La Sorpresa de Lácar fue un evento importante que ocurrió el 3 de febrero de 1875. Tuvo lugar en el pueblo de Lácar, en Navarra, durante la Tercera Guerra Carlista. Esta guerra fue un conflicto en España donde dos grupos, los carlistas y los liberales, luchaban por el trono.
En Lácar, los carlistas, liderados por Don Carlos, realizaron un ataque sorpresa. El ejército liberal, que había ocupado Lácar y pueblos cercanos, fue tomado por sorpresa. El joven rey Alfonso XII, que estaba allí, estuvo a punto de ser capturado.
Este ataque resultó en una gran victoria para los carlistas. Los liberales sufrieron muchas bajas, con más de 1000 soldados afectados. Hoy en día, Lácar celebra este evento con una representación teatral cada 10 de junio.
Contenido
¿Cómo se desarrolló la Sorpresa de Lácar?

Don Carlos, el líder carlista, llegó para dirigir a su ejército en Navarra. El 29 de enero, revisó las defensas desde Obanos hasta Añorbe. Su plan era bloquear Pamplona para que el ejército liberal tuviera que ir a ayudarla.
Don Carlos era joven, tenía 26 años, pero escuchaba los consejos de sus generales más experimentados. Él dudaba que el enemigo atacara directamente sus posiciones. Temía que los rodearan.
La estrategia carlista
Un día antes de la batalla, Don Carlos intentó comunicarse con otro general carlista en Vizcaya. Sin embargo, los cables del telégrafo estaban rotos. Mientras revisaba la línea telegráfica cerca de Cirauqui, descubrió una gran fuerza enemiga. Eran unos veinte mil hombres ocupando Lorca, Lácar y las colinas cercanas.
Don Carlos se dio cuenta de que los liberales estaban rodeando sus posiciones. Rápidamente, ordenó a su general, Mendiri, que concentrara todas las fuerzas carlistas en Puente la Reina. Esto significó que los carlistas tuvieron que abandonar su línea de defensa sin luchar.
La decisión de atacar

La noche del 2 de febrero, Don Carlos y Mendiri hablaron mucho. Se enteraron de que el rey Alfonso XII y el general Fernando Primo de Rivera estaban en la carretera real de Estella. Por otro lado, estaban los generales liberales Moriones y Despujols.
Los generales carlistas pensaron en no usar su artillería (cañones) porque el terreno era difícil. Decidieron moverla a un lugar seguro. Don Carlos y sus tropas se prepararon para atacar al amanecer del 3 de febrero.
El día de la batalla
El 3 de febrero, el tiempo era bueno. Don Carlos, vestido con su uniforme, salió de Mañeru. Una mujer se le acercó y le pidió que no arriesgara su vida.

Don Carlos se reunió con Mendiri. El general le explicó que atacar sería muy arriesgado por las posiciones del enemigo. Pero Don Carlos no quiso esperar. Se decidió consultar a un consejo de generales. Cuando los soldados vieron a Don Carlos, se llenaron de entusiasmo y gritaron "¡Viva nuestro Rey!".
Don Carlos les dijo a sus generales que, aunque sus consejos militares eran correctos, él debía actuar de otra manera. Decidió que atacarían Lácar a las cuatro y media de la tarde. Pensó que a esa hora el enemigo no esperaría un ataque. También sabía que tenían pocas municiones, así que la lucha sería cuerpo a cuerpo, con bayonetas.
El asalto sorpresa
A las cuatro y media en punto, unos pequeños cañones dieron la señal. Los batallones carlistas (grupos de soldados) se lanzaron rápidamente sobre el pueblo. En solo diez minutos, la lucha se volvió cuerpo a cuerpo. Los carlistas y los liberales se enfrentaron con bayonetas.

El Conde de Bardi, cuñado de Don Carlos, fue uno de los primeros en entrar en Lácar. Se destacó por su valentía y ayudó a salvar a muchos prisioneros.
Don Carlos observaba desde una colina. Vio a un grupo de jinetes liberales huyendo. Era Alfonso XII, que por poco fue capturado. La madre de Alfonso, Isabel II, que estaba en Francia, incluso dijo que hubiera preferido que su hijo fuera prisionero de Don Carlos.
La lucha fue muy intensa, pero los liberales terminaron huyendo. Después de la batalla, los generales insistieron en que Don Carlos recibiera la Cruz Laureada de San Fernando, una alta condecoración militar.
El informe de la victoria
Los carlistas usaron esta victoria para mostrar su fuerza. El general Mendiry publicó un informe detallado de la batalla. En él, explicó que los carlistas habían establecido una línea de defensa para bloquear Pamplona. El ejército liberal, con unos 60.000 hombres, logró rodearlos.
Mendiry decidió mover sus tropas a Cirauqui y Mañeru. Fue entonces cuando Don Carlos llegó y ordenó el ataque a Lácar. A pesar de las dificultades del terreno, los carlistas avanzaron.
El ataque fue muy rápido y efectivo. En media hora, los carlistas derrotaron a los liberales. Capturaron cañones, más de 2000 fusiles y unos 300 prisioneros. Los liberales tuvieron entre 800 y 900 muertos, mientras que los carlistas solo tuvieron 30 muertos y 200 heridos.
Mendiry destacó la gran valentía de todos los soldados en esta batalla. Dijo que nunca había visto tanta heroicidad. También mencionó al Conde de Bardi por su destacada actuación.