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Longevidad para niños

Enciclopedia para niños

Los términos longevidad y duración de la vida se refieren a cuánto tiempo vive un ser vivo. Esto incluye desde las células y órganos de un cuerpo hasta el ser completo. En el caso de los humanos, la longevidad también se relaciona con cómo se organiza la sociedad y la vida de las personas. En general, se usa para hablar de la edad avanzada de un ser vivo, como cuando decimos "la longevidad de un árbol".

Pensar en la longevidad nos hace ver que la vida humana es corta. Por eso, siempre ha habido interés en encontrar formas de vivir más allá de lo que se considera normal. Este tema no solo ha sido importante para la ciencia, sino también para historias de viajes, libros de ciencia ficción y cuentos sobre mundos ideales.

Es difícil saber con exactitud quién ha vivido más tiempo, incluso con las herramientas modernas, porque a veces las fechas de nacimiento no son claras. Muchas leyendas y religiones hablan de personas que vivieron muchísimos años, como Matusalén en la Biblia.

Historia de la longevidad humana

En la Edad del Bronce, el faraón Ramsés II es la persona más longeva de la que se tiene registro. Vivió 91 años, y esto se ha confirmado estudiando su momia. Se cree que otro faraón, Pepi II, pudo haber vivido 100 años, pero esto aún se discute.

Una de las referencias más antiguas sobre una persona que vivió más de cien años y que la ciencia considera posible, viene de Diógenes Laercio (alrededor del año 250). Él dijo que el astrónomo Hiparco de Nicea (que vivió entre el 185 y el 120 a.C.) afirmó que el filósofo Demócrito de Abdera vivió 109 años. Otros pensadores griegos antiguos también mencionan que Demócrito vivió más de cien años. Además, muchos filósofos de la Antigua Grecia vivieron más de 90 años, como:

Sin embargo, hay casos como el de Epiménides de Cnosos (siglos VII y VI a.C.), de quien se dice que vivió 154, 157 o incluso 290 años. Estos casos no han sido confirmados por la ciencia.

En 1827, Mariano Torrente escribió en su libro que en 1726 murió un labrador llamado Juan Otero en Fefiñanes a los 146 años, y que ejemplos similares eran comunes.

Esperanza de vida

La esperanza de vida es el promedio de años que se espera que viva una población en un tiempo determinado. Se calcula por separado para hombres y mujeres, y se ve afectada por la calidad de la medicina, la higiene y otros factores. Hoy en día, se refiere principalmente a las personas que mueren por causas naturales.

Los expertos usan la esperanza de vida como un indicador social para medir el nivel de desarrollo de un país. Sin embargo, este dato puede cambiar por guerras, enfermedades o problemas sociales, que no son indicadores económicos. A veces, personas de países con menos desarrollo o de culturas naturales pueden vivir muchos años, lo que parece contradecir la idea de que a mayor desarrollo, mayor esperanza de vida.

Personas que han vivido más tiempo

Las personas que superan los cien años no solo interesan a los científicos, sino también al público en general que quiere vivir más años de forma saludable.

El Grupo Gerontológico de Investigación, creado entre 1990 y 1992 en Los Ángeles, busca a personas que han vivido más de 110 años. Algunas de las personas más longevas que han documentado son:

  • Jeanne Calment (1875-1997): Es la mujer y persona de la época moderna que ha vivido más tiempo, con 122 años y 164 días. Es la persona más longeva de todos los tiempos.
  • Jirōemon Kimura (1897-2013): Es el hombre más longevo verificado de la historia, vivió 116 años y 54 días.

Estadísticas y factores de la longevidad

Los lugares donde vive más gente muy mayor se llaman zonas azules. Algunos ejemplos son:

Se ha demostrado que una vida larga está relacionada con el ejercicio, una buena alimentación y un descanso adecuado. Además:

  • Las personas centenarias suelen ser delgadas y comer menos calorías que el resto de la población.
  • Algunas costumbres como el vino tinto, una siesta corta, practicar "Hara hachi bu" (comer hasta estar lleno al 80%), tomar tiempo para relajarse y rodearse de gente querida, pueden aumentar la longevidad.
  • La esperanza de vida humana ha aumentado tres meses al año desde 1840. Esto se debe a mejoras en la alimentación, avances médicos, seguridad social y mejores condiciones de trabajo. En solo cuatro generaciones, la esperanza de vida ha avanzado más que en 6.6 millones de años de evolución.

Historias y creencias sobre la longevidad

Archivo:Egypt dauingevekten
El libro egipcio de los muertos. Papiro de Ani. Capítulo 125.

El deseo de vivir más tiempo ha dado origen a muchas leyendas e historias en diferentes culturas. Desde la antigüedad, se cuentan relatos de vidas muy largas, a menudo relacionados con las religiones que describen a las divinidades como seres inmortales. Por eso, las personas mortales que viven más de lo esperado son vistas como cercanas a estas divinidades.

En las religiones judeocristianas, se dice que Adán y Eva fueron creados con la condición de no comer de un árbol especial, porque si lo hacían, morirían. Después de que el hombre desobedeció, Dios estableció que los humanos vivirían hasta ciento veinte años.

Para religiones como el Budismo y el Hinduismo, y en las antiguas religiones egipcias, el alma de los seres vivos tiene más de una vida, lo que se conoce como reencarnación.

Muchos sistemas de pensamiento a lo largo de la historia, como el gnosticismo, también han buscado la inmortalidad y el mito de la Fuente de la juventud. Algunas de estas ideas sugieren que la inmortalidad se logra a través de la sabiduría y el control del cuerpo, mientras que otras hablan de sustancias, fuentes o lugares que detienen el envejecimiento.

Culturalmente, muchos pueblos de África, Asia y América Latina respetan mucho a las personas mayores, considerándolas portadoras de experiencia y sabiduría.

El futuro de la longevidad

Muchos centros de investigación buscan formas de aumentar la longevidad humana. Estudian elementos como las hormona del crecimiento, los antioxidantes (que combaten el envejecimiento), cómo evitar el desgaste de los telómeros (partes de nuestros cromosomas), la criónica (preservar cuerpos a bajas temperaturas), y cambios en la alimentación. Algunos estudios sugieren que tener el gen FOXO3A puede ayudar a las personas a vivir más de cien años. También se investigan sustancias como el resveratrol, las sirtuinas y la rapamicina por su potencial para alargar la vida.

En 2013, se descubrió un mecanismo de envejecimiento que podría revertirse. Se trata del deterioro en la comunicación entre el núcleo de las células y las mitocondrias. Cuando esta comunicación falla, el envejecimiento se acelera. Al dar una molécula natural a ratones viejos, los científicos lograron restaurar esta comunicación, y los ratones mostraron mejoras en su salud, como una mejor resistencia a la insulina (relacionada con la diabetes), menos inflamación (relacionada con el cáncer y enfermedades cardiovasculares) y menos desgaste muscular.

Sin embargo, factores como los cambios climáticos, la falta de alimentos y los conflictos pueden afectar el deseo de tener sociedades con mucha gente mayor. Países industrializados como España, Italia y Estados Unidos tienen cada vez menos nacimientos, lo que significa que en el siglo XXI tendrán poblaciones más envejecidas. Una mejor atención médica, dietas más saludables y sociedades más pacíficas en países ricos contribuyen a una mayor esperanza de vida, a diferencia de los países pobres donde hay menos atención médica, más enfermedades y conflictos.

Al mismo tiempo, problemas de salud comunes en sociedades industrializadas, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, pueden afectar la longevidad.

Desde 1840, el nivel de vida global ha mejorado mucho, y las mujeres viven en promedio tres años más que los hombres. Los expertos creen que la esperanza de vida seguirá aumentando en este siglo. La esperanza de vida femenina ha crecido gracias a los avances médicos relacionados con el parto, que antes era una causa principal de muerte para las mujeres.

Longevidad en animales, plantas y otros seres vivos

La duración de la vida de otros seres vivos, además de los humanos, también es muy interesante. En la agricultura, es importante conocer la longevidad de animales y plantas para mejorar la producción.

Animales

Aquí tienes la esperanza de vida de algunos animales comunes:

Animal Esperanza de vida
Almeja El ejemplar más viejo encontrado vivió 507 años
Ballena boreal (Balaena mysticetus) hasta 200 años
Erizo rojo Entre 150 y 200 años
Águila real (Aquila chrysaetos) 80 años
Cóndor (Vultur gryphus) 75 años, en cautiverio
Cabra (Capra aegagrus hircus) 15 años
Cerdo (Sus scrofa domestica) 25 años
Conejillo de Indias (Cavia porcellus) 10 años
Gato (Felis silvestris catus) 15 a 32 años
Elefante (Elephantidae) 82 años
Jirafa (Giraffa camelopardalis) 25 años
Pato 10 años
Perro (Canis lupus familiaris) Entre 8 y 20 años
Rana 3 años
Mono 25 años
Tortuga hasta 180 años
Serpiente 10 años
Vaca 22 años
Caballo 40 años

Insectos

Muchos insectos tienen una vida muy corta. La termita reina es el insecto que más vive, hasta 50 años. Esto es común en las reinas de animales que viven en grandes grupos organizados, como la hormiga reina (20 años) y la abeja reina (4 años).

Los científicos han estudiado la longevidad de los insectos para entender cómo podrían aumentar la vida humana. La mosca es uno de los insectos más estudiados, y su vida puede ser modificada. Una larva de mosca puede tardar hasta 24 días en desarrollarse, pero la mosca adulta solo vive unas tres semanas.

Plantas

Mientras que los insectos viven poco, las plantas pueden vivir muchísimo tiempo, aunque algunas flores solo duren un día. Las hierbas viven un año, pero una secuoya puede vivir 3500 años. Los árboles que viven menos son la acacia, el níspero, el aligustre y el membrillero, que viven entre 25 y 30 años. Otros árboles, como el roble, el olmo y el castaño, pueden vivir más de tres mil años.

En Suecia, en la montaña Fulu, se encontró una planta de más de 10,000 años, según investigadores de la Universidad de Umea.

Seres vivos más antiguos conocidos

Vivos actualmente

Estos son algunos de los seres vivos más antiguos que la ciencia ha encontrado:

  • La medusa Turritopsis nutricula es el único ser vivo en el que se ha demostrado una inmortalidad biológica, lo que significa que puede revertir su ciclo de vida.
  • Una esponja gigante llamada Scolymastra joubini, encontrada en la Antártida, se estimó que tenía 10,000 años. Si se confirma, sería el ser vivo más longevo del mundo.
  • Un pino de 4,800 años de la especie Pinus aristata en el Monte Whitney de California es el segundo organismo vivo más antiguo del mundo.
  • Un abeto de 9,550 años, encontrado en la montaña Fulu, en Suecia.

Ya fallecidos

  • Otro pinus aristata, conocido como Prometeo, cayó en el Parque Nacional de la Gran Cuenca, Nevada, en 1964. Tenía 4,900 años y era el ser vivo más antiguo conocido hasta ese momento.
  • Una almeja llamada Ming, de la especie Arctica islandica, fue encontrada en las costas de Islandia en 2007. Se estimó que tenía entre 400 y 410 años, siendo el animal más viejo jamás documentado.
  • Lamellibrachia luymesi, un gusano de tubo gigante, se estimó que tenía 250 años.
  • Hanako (Carpa Koi), una carpa, fue el vertebrado más viejo registrado por la ciencia, con 215 años.
  • Una ballena boreal, cazada en 2001, se registró con una edad de 211 años, y posiblemente 245.
  • Tu'i Malila, una tortuga regalada a la familia real de Tonga por el capitán James Cook en 1773, fue vista por la Reina Isabel II en 1953. Murió el 19 de mayo de 1965, y se calcula que tenía 192 años. Las tortugas de su tipo pueden vivir hasta 250 años.
  • A finales de abril de 2013, una tortuga egipcia de 270 años falleció en el zoológico de Guiza. Ya era adulta cuando Napoleón Bonaparte invadió Egipto en el siglo XVIII.

Genes relacionados con la longevidad

En los humanos, la longevidad depende de muchos factores, tanto genéticos como ambientales. Se estima que la genética influye en un 25% en gemelos idénticos y un 11% en mellizos. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que la influencia genética real podría ser menor al 10%.

Estudios han encontrado diferencias en la longevidad entre familias, relacionadas con un gen en el cromosoma 4. Este gen produce una proteína (PTM) que ayuda a transportar grasas en el cuerpo. En personas longevas, esta proteína se relaciona con un menor riesgo de enfermedades del corazón, que son comunes en la vejez.

Otros estudios muestran que una variante del gen ApoE (llamada ε4) se asocia con una menor probabilidad de vivir mucho tiempo. En cambio, la variante ApoE ε2 se relaciona con una mayor longevidad. ApoE ayuda a transportar el colesterol en el cuerpo y al cerebro. Las diferencias entre estas variantes podrían explicar por qué afectan el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como las del corazón o el Alzheimer.

También se ha sugerido una relación entre los niveles de insulina y la longevidad. Investigaciones recientes en personas centenarias han descubierto un gen llamado Apolipoproteína B o ApoB, en el cromosoma 2. Este gen, que es grande y poco común, está involucrado en el transporte del colesterol malo. Las familias con variantes raras de este gen vivían más de cien años. Este descubrimiento se hizo al estudiar a los centenarios de Alcira, España. Además, una variante en el cromosoma 9p21.3, más común en mujeres, explica por qué hay más mujeres centenarias que hombres.

En 2019, se publicó un estudio que relaciona el aumento de la actividad de ciertos genes (KANSL1, CRHR1, ARL17A y LRRC37A2) y la disminución de otros (ANKRD31 y BLOC1S1) con una mayor longevidad. También se encontró que la longevidad está relacionada con la edad de muerte de los padres y, de forma negativa, con la enfermedad de las arterias coronarias y la diabetes tipo 2.

Una variante genética específica (rs7676745) en el cromosoma 4 se asocia con una menor probabilidad de vivir hasta una edad muy avanzada. Esta variante está cerca de un gen llamado GPR78, cuya función aún no se conoce bien, pero que parece importante en el cáncer de pulmón.

Como la mayoría de los estudios de longevidad se han hecho en poblaciones europeas, también se han buscado asociaciones genéticas en otras poblaciones. En estudios con personas chinas, se encontró que variantes genéticas de IL-6 y ANKRD20A9P están relacionadas con la longevidad.

La capacidad del ADN para repararse es clave para la longevidad. Las especies con mecanismos de reparación eficientes viven más tiempo. Se ha estudiado una enzima llamada PARP-1, que ayuda a reparar el ADN dañado. Las personas centenarias tienen niveles más altos de PARP-1, lo que sugiere que una buena capacidad de reparación del ADN puede ser heredada.

En humanos, se han identificado tres variantes del gen FOXO3 asociadas a la longevidad. Estas variantes están relacionadas con la protección contra el estrés oxidativo en las células. En animales como los ratones, se ha visto que un gen similar, SIRT1, protege las células del estrés oxidativo y ayuda a reparar el ADN.

Finalmente, el gen CDKN2A/B se ha relacionado con la esperanza de vida de los padres y con el desarrollo de algunas enfermedades de la vejez. Una variante de este gen (rs1556516) se asocia con una menor probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón. Aunque esta relación no está del todo clara, las variantes de este gen están relacionadas con el envejecimiento celular.

Nuevos genes de longevidad identificados en 2019
Expresión génica asociada a una mayor longevidad
AUMENTO DE EXPRESIÓN DISMINUCIÓN DE EXPRESIÓN
ApoE ε2 ApoE ε4
LRRC37A ANKRD31
KANSL1 GPR78
CRHR1 BLOC1S1
ARL17A -

Genes daf-2 y daf-16: El gusano Caenorhabditis elegans es un buen modelo para estudiar el envejecimiento. La vida de este gusano puede alargarse de varias maneras, como reduciendo las señales de insulina, limitando las calorías o disminuyendo la temperatura. Se han descubierto mutaciones en genes que alargan su vida. Por ejemplo, mutaciones en el gen daf-2 (receptor de insulina) duplican la vida adulta al regular el gen daf-16.

LAGs-CAGs: Otras investigaciones sugieren una fuerte relación entre el envejecimiento, la longevidad y el cáncer. Además de los genes comunes, la forma en que se regulan los genes de longevidad (LAGs) y los genes asociados al cáncer (CAGs) podría ser importante. Es crucial saber si estos genes se han mantenido a lo largo de la evolución y cómo se relacionan entre sí en diferentes especies. Bases de datos como HAGR (Human Aging Genomic Resources-GenAge Database) informan diariamente sobre nuevos genes descubiertos en animales de estudio y en humanos.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Longevity Facts for Kids

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Longevidad para Niños. Enciclopedia Kiddle.