Reencarnación para niños
La reencarnación es la creencia de que la parte más importante de una persona (como su alma o espíritu) comienza una nueva vida en un cuerpo diferente después de la muerte. Es como si una parte de ti volviera a nacer en otra forma.
Esta idea se conoce con varios nombres:
- Metempsicosis: Viene del griego y significa "después del alma".
- Transmigración: Significa "pasar a través".
- Reencarnación: Significa "volver a encarnar" o tomar un nuevo cuerpo.
- Renacimiento: Significa "volver a nacer".
Todos estos términos se refieren a la idea de que el alma o espíritu viaja a diferentes cuerpos. Generalmente, se cree que esto sucede para aprender lecciones importantes a lo largo de varias vidas. También se piensa que ayuda a las personas a mejorar su nivel de conciencia a través de las experiencias.
Existen otros términos para el mismo fenómeno, pero sin la creencia en un alma o espíritu:
- Metensomatosis: Significa "después del cuerpo".
- Palingenesia o palingénesis: Significa "nacer de nuevo" o "nuevo comienzo".
La creencia en la reencarnación ha existido desde hace mucho tiempo en la historia de la humanidad. Es muy común en la mayoría de las religiones de Oriente, como el hinduismo, el budismo, el jainismo y el taoísmo. También se encuentra en algunas religiones de África y de pueblos originarios de América y Oceanía. Incluso en religiones como el cristianismo, el judaísmo y el islamismo, han existido ideas similares, aunque no sean parte de sus enseñanzas principales.
Contenido
La reencarnación en las religiones de Oriente
La idea de la reencarnación es muy importante en las religiones de Oriente. Las religiones llamadas dhármicas, que vienen del hinduismo, creen que la reencarnación es un ciclo sin fin. Este ciclo se conoce como la rueda del karma. Las personas siguen reencarnando mientras sus acciones (karma) y su falta de conocimiento les impidan liberarse de este ciclo.
Las religiones tradicionales de países asiáticos, como la de los ancestros en China o el shinto en Japón, también incluyen la reencarnación. Estas creencias influyen mucho en la cultura y las tradiciones de estos países.
Hinduismo: El ciclo del Samsara
En el hinduismo, no es el Atman (el "alma" principal) lo que reencarna directamente. Es el "cuerpo sutil" (sukshma sharira) el que cambia de cuerpo físico (sthula sharira) al morir.
Según algunas creencias, cuando el cuerpo físico muere, el cuerpo sutil lo abandona. Luego, los mensajeros del dios Iama (quien juzga el karma) lo llevan para ser evaluado. Otras tradiciones dicen que la reencarnación ocurre por el efecto natural del karma.
Dependiendo de las acciones buenas o malas, el sukshma sharira renace en una existencia mejor, intermedia o peor. Esto puede incluir desde vidas celestiales hasta infernales, siendo la vida humana un estado intermedio. Este proceso continuo se llama samsara, que significa "vagabundeo".
Cada sukshma sharira viaja por esta rueda, que incluye desde dioses hasta insectos. El camino que toma un sukshma sharira depende de sus acciones. El hinduismo popular moderno cree que el tipo de reencarnación está determinado por las buenas o malas acciones (karma) de vidas anteriores.
La calidad de la reencarnación depende de los méritos o faltas acumuladas por las acciones de cada persona. Por ejemplo, las almas de quienes hacen el mal pueden renacer en cuerpos "inferiores" (como animales o árboles) o en vidas difíciles. El karma se puede mejorar practicando yoga, siguiendo el Dharma (haciendo buenas acciones como la generosidad), el ascetismo (privarse de cosas que impiden el crecimiento) y la gratitud.
La idea de la transmigración en el hinduismo aparece por primera vez en los textos religiosos llamados Upanishad. Estos textos se escribieron entre el 500 a. C. y el 1600 d. C.
La liberación de la reencarnación en el hinduismo (Moksha) se logra después de haber superado el peso del karma. Esto significa que se han resuelto todas las consecuencias de las acciones buenas y malas. Este proceso continúa hasta que el alma individual, Atman, evoluciona por completo y se une con el Brahman absoluto. Al alcanzar el estado de Moksha, el ser sale del universo material y se une a la Luz Divina.
Jainismo: El camino de la pureza

El jainismo es otra religión que surgió al mismo tiempo que el budismo. En el jainismo, las almas recogen los resultados de sus acciones (buenas o malas) a través de varias vidas. Si un jainista acumula suficiente buen karma, la pureza de su alma puede hacer que reencarne como un deva (una entidad semidivina). Sin embargo, esta situación no es permanente, por lo que los jainistas buscan una liberación definitiva.
Sijismo: Unión con Dios
La reencarnación es una creencia central en el sijismo, una religión monoteísta. Los sijes creen que el alma debe pasar por diferentes cuerpos como parte de su evolución. Esta evolución busca finalmente la unión con Dios a través de la purificación del espíritu. Si alguien no realiza buenas acciones, el alma sigue reencarnando. Desde la forma humana, si se hacen buenas acciones, se puede alcanzar la salvación con Dios. El alma se purifica recitando el "naam" (nombre de Dios) y siguiendo el camino del "gurmat".
Budismo: Renacimiento sin alma
El budismo, que surgió del hinduismo, tiene una idea diferente de la reencarnación. Por un lado, niega que exista una entidad fija (como un alma o espíritu) que reencarne. Pero, por otro lado, afirma que un nuevo individuo aparece debido a las acciones de uno anterior. Esta idea de reencarnación se parece más a la palingénesis (nacer de nuevo) que a la transmigración (el alma viaja).
Los budistas creen que al alcanzar el nirvana, un estado de total liberación, se detiene el ciclo de renacimientos. En el budismo tibetano, se cree que después de la muerte se pasa por un "estado intermedio" llamado bardo, que dura 49 días según el Libro tibetano de los muertos.
El budismo no tiene una idea de "alma inmortal" como el cristianismo. En el Milinda-pañja, se explica que hay una continuidad entre individuos, pero nada "viaja" de uno a otro. Se usa el ejemplo de una antorcha que enciende otra: "Ni la llama ni la antorcha son la misma, y sin embargo una existe a causa de la anterior".
El budismo busca el nirvana como el fin del ciclo de nacimientos y muertes. La escuela mahāyāna añade que este ciclo terminará cuando todos los seres vivos hayan logrado la iluminación.
Shinto: Espíritus y misiones
El shinto, una mezcla de animismo y chamanismo de Japón, ya tenía la idea de reencarnación en forma de espíritus o almas que se relacionaban con los vivos. Cuando el budismo llegó a Japón, influyó en las creencias shinto. Con el tiempo, algunos elementos míticos del shinto, como los kami, se vieron como seres que reencarnan con diferentes misiones.
Taoísmo: Fluyendo con el Tao
El taoísmo es una forma de ver la vida y la naturaleza. Su parte religiosa se enfoca en métodos de vida, salud y meditación. Según el taoísmo, el tao es un principio supremo que está en todo el universo, y por eso es inmortal y eterno. La reencarnación existe porque nada muere al estar todo fluyendo con el tao. Los taoístas no buscan terminar con la reencarnación directamente, sino seguir el camino del tao para unirse a él y así lograr la inmortalidad del Tao.
La reencarnación en las tradiciones de Occidente
Filosofía griega clásica
Diógenes Laercio cuenta que Pitágoras reconoció a un amigo fallecido en el cuerpo de un perro. Según Diodoro Sículo, Pitágoras creía que las almas de los seres vivos pasaban a otros seres después de la muerte. Él mismo decía recordar haber estado en Troya.
Platón es el principal filósofo griego que habló de la reencarnación. En su obra Fedro, explica que el alma humana, según la verdad que haya encontrado, nacerá en un tipo de cuerpo u otro. Estas vidas son pruebas para que las almas mejoren. En La República, en el Mito de Er, se cuenta cómo el guerrero Er muere y regresa diez días después, viendo a las almas esperando renacer.
Los celtas: Druidas y la inmortalidad
En el siglo I a. C., Alejandro Polyhistor escribió que los galos creían que las almas de los hombres eran inmortales y que, después de cierto tiempo, volvían a entrar en otro cuerpo.
Julio César registró que los druidas de la Galia, Bretaña e Irlanda consideraban la transmigración como una de sus principales enseñanzas. Creían que esta idea de la inmortalidad del alma y su paso a otros cuerpos era un gran incentivo para el valor, ya que eliminaba el miedo a la muerte.
Judaísmo: La Cábala
En el judaísmo, la reencarnación no es una enseñanza oficial, pero aparece en la Cábala, una tradición mística. En el Zohar (2.99b) se dice: "Todas las almas están sujetas a la transmigración, y los hombres que no conocen los caminos del Señor... no saben que están siendo traídos delante del tribunal, tanto cuando entran en este mundo como cuando salen de él. Son ignorantes de las muchas transmigraciones y pruebas secretas que deben de pasar".
Cristianismo: Resurrección y otras visiones
Las principales ramas del cristianismo (catolicismo, protestantismo y ortodoxia) rechazan la reencarnación. La consideran contraria a la Biblia y difícil de combinar con la creencia en la resurrección. La epístola a los Hebreos (9:27) dice: "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio".
Sin embargo, algunas comunidades cercanas al cristianismo han aceptado la reencarnación. Entre ellas, algunos grupos gnósticos en la Antigüedad, los cátaros en la Edad Media y ciertas corrientes del espiritismo en el siglo XIX.
Cristianismo antiguo y Gnosticismo
En el cristianismo antiguo, gran parte del gnosticismo aceptó la reencarnación, ya que era una creencia muy común en esa época.
Algunos Padres de la Iglesia hablaron sobre la posibilidad de la reencarnación en sus escritos, pero la rechazaron. Entre ellos, Ireneo de Lyon, Tertuliano y Orígenes escribieron en contra de esta creencia.
Catarismo: El camino de los Perfectos
Los cátaros, un movimiento religioso cristiano que se extendió por Europa Occidental en los siglos XI y XII, también creían en la reencarnación. Su doctrina decía que las almas reencarnarían hasta que lograran un autoconocimiento que las llevaría a ver la divinidad. Así podrían escapar del mundo material y elevarse al paraíso. La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin dejarse corromper por el mundo. A quienes seguían estas normas se les conocía como "Perfectos".
Hermetismo: Purificación del alma
En las tradiciones herméticas, la reencarnación se menciona en textos como:
Oh hijo, ¿cuántos cuerpos tenemos que atravesar, cuántas bandas de demonios, cuántas series de repeticiones y ciclos de las estrellas, antes de apresurarnos hacia el Uno solo?Hermes Trismegisto (atribuido)
En estas creencias, el alma es donde se acumulan las faltas de los hombres. Una vez que el cuerpo se disuelve, las almas pueden elevarse o ser castigadas. Las almas atraviesan los elementos en un proceso de purificación. Reencarnan hasta alcanzar el "coro de los dioses". Quienes no lo logran y viven sin piedad, no regresarán al cielo y comenzarán una migración en cuerpos ajenos.
Investigación sobre la reencarnación
El investigador Ian Stevenson afirmó haber estudiado a muchos niños que decían recordar una vida pasada. Realizó más de 2500 estudios de caso durante 40 años. Publicó varios libros, como Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación. Stevenson documentaba lo que cada niño decía y luego buscaba a la persona fallecida con la que el niño se identificaba. Verificaba los detalles de la vida de esa persona que coincidían con los recuerdos del niño. También encontró coincidencias entre marcas y defectos de nacimiento en los niños con heridas o cicatrices de la persona fallecida, confirmadas por historias clínicas y fotos de autopsias.
Stevenson buscaba pruebas que contradijeran sus hallazgos y otras explicaciones. Creía que sus métodos estrictos eliminaban todas las explicaciones "normales" para los recuerdos de los niños. Sin embargo, la mayoría de los casos que Stevenson investigó venían de sociedades orientales, donde las religiones dominantes aceptan la reencarnación. Por eso, Stevenson publicó un libro sobre casos europeos. Otros investigadores que han estudiado la reencarnación son Jim B. Tucker, Brian Weiss y Raymond Moody.
Algunos escépticos, como Paul Edwards, han analizado muchos de estos relatos, llamándolos "anécdotas". Los escépticos sugieren que las afirmaciones sobre la reencarnación se basan en el pensamiento selectivo y en los falsos recuerdos. Creen que esto a menudo es resultado de las propias creencias y miedos, y que no se puede considerar como prueba científica. Carl Sagan mencionó los casos de Stevenson en su libro El mundo y sus demonios como un ejemplo de datos bien recopilados, aunque él rechazó la reencarnación como explicación.
Una objeción a la reencarnación es que la mayoría de la gente no recuerda vidas anteriores. Además, la ciencia moderna no conoce ningún mecanismo que demuestre que la personalidad puede sobrevivir a la muerte y pasar a otro cuerpo. Investigadores como Stevenson han reconocido estas limitaciones. Otra objeción es que la reencarnación sería inconsistente con el crecimiento de la población, aunque algunos autores creen haber refutado esta idea.
Perspectivas actuales
Antroposofía y Teosofía
Algunas corrientes de pensamiento como la Antroposofía y la Teosofía también incluyen la creencia en la reencarnación.
Nuevo Pensamiento y Nueva Era
Ciertos grupos dentro del Nuevo Pensamiento y del movimiento conocido como Nueva Era también aceptan la reencarnación.
La reencarnación en la cultura popular
Durante el siglo XX, las ideas religiosas y filosóficas de Asia se hicieron más conocidas en Occidente. Esto pudo deberse al interés por lo exótico y a la búsqueda de respuestas a las dificultades de la vida. La reencarnación y el karma ofrecieron una forma de entender el sufrimiento. En algunos lugares, esta idea se enfocó en la búsqueda de la "verdad" personal para alcanzar una mejor existencia futura.
La idea del renacimiento también se encuentra entre los pueblos originarios de las praderas en Estados Unidos. Ellos creen que en la vida se sigue un "Camino Rojo" o un "Camino Negro". Al morir, si se siguió el "Camino Rojo", se deja de nacer y morir para unirse al centro de todas las cosas. Una vida egoísta o equivocada, en cambio, lleva a nuevos nacimientos para corregir la conducta.
Véase también
En inglés: Reincarnation Facts for Kids
- Teoría de la reminiscencia
- Meng Po
- Arthur Flowerdew
- Budismo e hinduismo
- Regresión (parapsicología)