Guerras médicas para niños
Datos para niños Guerras médicas |
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Guerras griegas | ||||
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Fecha | 492 a. C.-449 a. C. | |||
Lugar | Grecia, Tracia, islas del Egeo, Asia Menor, Chipre y Egipto | |||
Casus belli | Revuelta jónica | |||
Resultado | Victoria griega. | |||
Cambios territoriales | Las polis griegas mantienen su independencia y detienen el avance del Imperio persa. Macedonia, Tracia y Jonia se independizan del Imperio persa. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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300 000 muertos (480-479 a. C.)
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Las Guerras Médicas (también conocidas como Guerras Greco-Persas) fueron una serie de grandes conflictos entre el Imperio aqueménida de Persia y las polis (ciudades-estado) de la Antigua Grecia. Estos enfrentamientos duraron desde el año 492 a. C. hasta el 449 a. C.
El choque entre el mundo griego, dividido en muchas ciudades-estado, y el enorme Imperio Persa comenzó cuando Ciro II el Grande conquistó Jonia en el 547 a. C. Los persas nombraron gobernantes llamados tiranos para controlar las ciudades de Jonia. Esto causó muchos problemas tanto para griegos como para persas.
Los momentos más importantes de estas guerras fueron dos intentos fallidos de los persas para invadir Grecia. Estos ocurrieron en el 490 a. C. y entre el 481 a. C. y el 479 a. C. Se conocen como la Primera y Segunda Guerra Médica. Aunque el Imperio Persa era muy poderoso, los griegos se unieron y lograron defenderse. Incluso liberaron ciudades griegas que estaban cerca de Persia. La victoria griega fue muy importante. Aseguró que la cultura y las formas de gobierno griegas sobrevivieran mucho tiempo.
En el 499 a. C., Aristágoras, el gobernante de Mileto, intentó conquistar la isla de Naxos con ayuda persa. Pero la expedición no tuvo éxito. Para evitar ser castigado, Aristágoras animó a todas las ciudades griegas de Asia Menor a rebelarse contra los persas. Así comenzó la Revuelta jónica, que duró hasta el 493 a. C. Cada vez más regiones de Asia Menor se unieron al conflicto.
Aristágoras consiguió el apoyo militar de Atenas y Eretria. En el 498 a. C., estas fuerzas ayudaron a tomar e incendiar Sardes, la capital persa de la región. El rey persa Darío el Grande prometió vengarse de Atenas y Eretria. La revuelta siguió, con ambos lados en un punto muerto entre el 497 y el 495 a. C. En el 494 a. C., los persas se reorganizaron y atacaron Mileto. En la batalla de Lade, los jonios fueron derrotados. La rebelión terminó al año siguiente.
Contenido
¿Por qué Ocurrieron las Guerras Médicas?
Para proteger su imperio de nuevas revueltas y de la ayuda de los griegos, Darío decidió conquistar Grecia. También quería castigar a Atenas y Eretria por quemar Sardes.
La Expansión del Imperio Persa
El Imperio aqueménida persa creció muy rápido. Esto ocurrió después de que Ciro se convirtiera en rey en el 559 a. C. Conquistó muchos territorios. Cuando Darío I llegó al trono en el 521 a. C., Persia controlaba gran parte del antiguo Oriente Próximo.
Esta expansión fue fácil porque no había otros imperios fuertes. Además, los persas respetaban las costumbres locales. También integraban a los líderes de los lugares que conquistaban.
El rey persa y su corte tenían el poder central. Darío I organizó el imperio en más de veinte grandes provincias, llamadas satrapías. Los gobernadores de estas provincias, los sátrapas, tenían mucho poder. También controlaban las tropas locales.
Darío I hizo muchos cambios en el gobierno. También continuó la expansión persa. Conquistó islas importantes del Egeo como Samos, Quíos y Lesbos antes del 513 a. C. En el 513 a. C., las fuerzas de Darío llegaron a Europa. Conquistaron Tracia y llegaron hasta el río Danubio. Esto mostraba que Persia quería controlar el mar Egeo. Para el 492 a. C., Mardonio, yerno de Darío, ya había asegurado el control persa en Tracia y Macedonia.
La Revuelta Jónica: El Inicio del Problema
En el siglo VII a. C., las ciudades jonias estaban bajo el control del reino de Lidia. Tenían cierta libertad, pero pagaban tributo. En el 546 a. C., el rey Creso de Lidia fue derrotado por el rey persa Ciro. Así, su reino y las ciudades griegas pasaron a ser parte del Imperio persa.
Darío I, el sucesor de Ciro, gobernó las ciudades griegas con cuidado. Intentó ser tolerante. Pero siguió una estrategia de "dividir y vencer". Apoyó el comercio de los fenicios, que eran rivales de los griegos. Además, los jonios sufrieron pérdidas importantes. Por ejemplo, la conquista de Naucratis en Egipto y de Bizancio.
Esto causó un gran enojo contra los persas. Aristágoras, el ambicioso gobernante de Mileto, usó este sentimiento para levantar a las ciudades jonias contra el Imperio aqueménida en el 499 a. C. Aristágoras pidió ayuda a las ciudades de la Hélade (Grecia continental). Solo Atenas, que envió veinte barcos, y Eretria (en la isla de Eubea) lo ayudaron. Esparta no envió ayuda.
El ejército griego fue a Sardes, la capital persa de Lidia, y la quemó. La flota griega recuperó Bizancio. Darío I envió un ejército que derrotó a los griegos en Éfeso. También hundió la flota griega en la batalla naval de Lade.
Después de terminar la rebelión, los persas reconquistaron las ciudades jonias. Tras un largo asedio, destruyeron Mileto. La mayoría de la gente murió en la lucha. Los que sobrevivieron fueron tomados como prisioneros y llevados a Mesopotamia.
La Primera Guerra Médica: El Ataque Persa

Después de la derrota de las ciudades jonias, Darío I decidió castigar a quienes habían ayudado a los rebeldes. Se dice que preguntó: "¿Quiénes son esos atenienses?". Y al saber la respuesta, exclamó: "¡Oh Ormuz, dame la oportunidad de vengarme de los atenienses!". Por eso, cada vez que comía, uno de sus sirvientes debía recordarle: "¡Señor, acuérdate de los atenienses!".
Darío encargó la venganza a su sobrino Artafernes y a un noble llamado Datis.
Mientras tanto, en Atenas, algunos ya veían el peligro. El primero fue Temístocles, elegido líder en el 493 a. C. Temístocles creía que Grecia no se salvaría de un ataque persa si Atenas no tenía una marina fuerte.
Así, fortificó el puerto de El Pireo, convirtiéndolo en una base naval poderosa. Pronto apareció un rival político, Milcíades. Él pensaba que los griegos debían defenderse primero por tierra. Creía en la fuerza de las largas lanzas griegas contra los arqueros persas. Los atenienses decidieron confiar en Milcíades para enfrentar la invasión persa.
La flota persa zarpó en el verano del 490 a. C., dirigida por Artafernes. Conquistó las islas Cícladas y luego Eubea, con su ciudad principal, Eretria. Esto fue una venganza por su ayuda en la revuelta jonia. Después, el ejército persa, al mando de Datis, desembarcó en la costa este del Ática, en la llanura de Maratón. Este lugar fue sugerido por Hipias (un antiguo gobernante de Atenas que apoyaba a los persas) como el mejor para la caballería persa.
La Batalla de Maratón (490 a. C.)

Milcíades, al saber del desembarco persa, animó a los atenienses a enfrentarlos. En lugar de defenderse, Milcíades decidió atacar al ejército persa. Esto sorprendió y asustó a las tropas persas. Muchas huyeron y fueron perseguidas por los griegos.
El ejército griego capturó ocho barcos enemigos. Pero no pudo evitar que la mayor parte del ejército persa se retirara rápidamente. Inmediatamente, Artafernes ordenó ir hacia Atenas, esperando encontrar la ciudad sin defensa.
Los persas perdieron más de 6000 hombres. Los griegos solo perdieron 192, incluyendo al líder Calímaco. Milcíades ordenó ir de inmediato a Atenas. Envió a su mejor corredor, Filípides, para dar la noticia de la victoria y levantar la moral de la ciudad. Filípides dio la noticia y, según la tradición, murió por el esfuerzo. Las tropas llegaron horas después y se fortificaron en El Pireo y Atenas.
Al ver la defensa griega y la desmoralización de sus tropas, Artafernes no desembarcó. Dirigió sus barcos de vuelta a Asia Menor.
La derrota persa se debió a dos cosas. Primero, las tácticas griegas. Aprovecharon el terreno para luchar de cerca. También fueron audaces y sorprendieron al enemigo. Segundo, la organización persa. Sus hombres luchaban agrupados por su origen, no por el tipo de arma. Esto los hacía más débiles en combate.
También fue importante la moral de los atenienses y platenses. Tenían un fuerte sentido de identidad y libertad. Esto se conoce como "patriotismo". Se sentían "hombres libres", especialmente en Atenas, gracias a la democracia ateniense.
Temístocles Lidera Atenas
El victorioso Milcíades quiso expandir el poder de Atenas en el mar Egeo. Envió parte de la flota contra las islas Cícladas, que aún estaban bajo control persa. Atacó la isla de Paros, pidiendo un gran pago. La ciudad se negó y fue sitiada. Pero la defensa fue tan fuerte que los griegos solo lograron algunos saqueos.
Este resultado decepcionó a los atenienses con Milcíades. Lo vieron como un gobernante que no respetaba las leyes. Sus enemigos lo acusaron de engañar al pueblo. Fue juzgado y declarado culpable. Se salvó del castigo más severo por sus servicios a la patria, pero fue condenado a pagar una gran suma. Murió poco después por sus heridas. Entonces, Temístocles tomó el liderazgo de Atenas.
En el 481 a. C., representantes de diferentes ciudades-estado, lideradas por Atenas y Esparta, firmaron un acuerdo militar (symmaquia). Querían protegerse de un posible ataque del Imperio aqueménida. Según este acuerdo, Esparta dirigiría el ejército griego si había una invasión. Esto llevó a una tregua general.
La Segunda Guerra Médica: El Gran Ataque de Jerjes
"Tendréis toda la tierra y el agua que queráis"

Después de la muerte de Darío, su hijo Jerjes se convirtió en rey. Los primeros años de su reinado los dedicó a controlar revueltas en Egipto y Babilonia. Luego se preparó para atacar a los griegos.
Antes, envió mensajeros a todas las ciudades griegas para pedirles "tierra y agua". Esto era un símbolo de sumisión. Muchas islas y ciudades aceptaron, pero no Atenas y Esparta. Se cuenta que los espartanos, sin respetar la inmunidad de los mensajeros, les respondieron: "Tendréis toda la tierra y el agua que queráis". Luego los tomaron y los arrojaron a un pozo. Esto fue una clara declaración de que serían enemigos.
En Esparta, se decía que esto causó la ira de los dioses. Se pidió a los ciudadanos espartanos si alguien podía sacrificarse para calmar a los dioses. Dos espartanos ricos se ofrecieron a entregarse al rey persa. Fueron a Susa, donde Jerjes los recibió. Jerjes quiso que se inclinaran ante él, pero ellos se negaron. Le dijeron: "Rey de los medos, los lacedemonios nos han enviado para que puedas vengarte en nosotros por la muerte que dieron a tus mensajeros en Esparta". Jerjes les respondió que no cometería el mismo error.
La Batalla de las Termópilas
El poderoso ejército de Jerjes, que se calcula en unos 500.000 hombres (aunque hoy se cree que eran menos, unos 250.000), partió en el 480 a. C. Estaban mejor equipados que los de Darío.
Para cruzar el Helesponto, Heródoto cuenta que se construyó un gran puente de barcos. Pero una tormenta lo destruyó. Jerjes culpó al mar y ordenó que le dieran mil latigazos como castigo.
Finalmente, el ejército cruzó el mar y avanzó por la costa. Al mismo tiempo, la flota navegaba cerca de la costa. Para esto, se construyó un canal para evitar el peligroso cabo del monte Athos. Los griegos, al saber de estos movimientos, decidieron detenerlos el mayor tiempo posible. Eligieron el desfiladero de las Termópilas (que significa "Puertas Calientes"). Querían ganar tiempo para asegurar la defensa de Grecia en el istmo de Corinto.
En este lugar, el rey espartano Leónidas I colocó a unos 300 soldados espartanos y 1000 de otras regiones. Jerjes les envió un mensaje pidiéndoles que entregaran las armas. Ellos respondieron: "Ven y tómalas", o Molon labe en griego antiguo. Después de cinco días de espera, y viendo que su gran número no asustaba al enemigo, los persas atacaron.
El ejército griego usaba la infantería pesada de los hoplitas. Eran soldados con un gran escudo (hoplon), una lanza, coraza y protecciones para las piernas. Formaban en falange, creando un muro de bronce y hierro para detener a los enemigos en el combate cuerpo a cuerpo.
Las tácticas persas se basaban en infantería ligera, sin corazas y con armas para lanzar. También tenían su famosa caballería de arqueros y carros. El único grupo de élite persa eran los "Inmortales", soldados de infantería pesada que protegían al rey.
En el desfiladero estrecho, los persas no podían usar su caballería. Su gran número no les servía, ya que sus lanzas eran más cortas que las griegas. La estrechez del paso hacía que lucharan con un número similar de soldados en cada ataque. Por eso, tuvieron que retirarse después de dos días de batalla.
Pero un traidor llamado Efialtes guio a Jerjes por los bosques. Así, los persas pudieron llegar por la espalda a la salida de las Termópilas.
La protección de ese camino había sido encargada a 1000 focidios. Tenían buenas posiciones defensivas, pero se asustaron y huyeron ante el avance persa. Al saber esto, algunos griegos vieron que su situación era inútil. Entonces Leónidas decidió dejar ir a quienes quisieran marcharse. Él se quedó con sus 300 espartanos y 700 hoplitas de Tespias, firmes en sus puestos.
Atacados por delante y por detrás, los espartanos y los tespios cayeron. Habían eliminado a 10.000 persas. Más tarde, se levantaría una inscripción en ese lugar:
ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε
κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι«Extranjero, informa a los espartanos de que aquí
yacemos, obedeciendo a sus preceptos».
Esta inscripción es una petición para que el visitante anuncie a los espartanos que los caídos siguen en las Termópilas. Se mantuvieron fieles hasta el final, siguiendo las órdenes de su rey y su gente.
Con el paso de las Termópilas abierto, toda la Grecia central estaba a merced del rey persa. Después de la derrota de Leónidas, la flota griega dejó sus posiciones en Eubea. Evacuaron Atenas, llevando a mujeres y niños a la isla de Salamina. Desde allí, vieron cómo las tropas de Mardonio saqueaban e incendiaban la Acrópolis.
A pesar de esto, Temístocles tenía un plan. Quería atraer a la flota persa y luchar en Salamina. Su estrategia les permitiría ganar. Se dice que Temístocles envió a su esclavo Sicino al rey de Persia, haciéndose pasar por traidor. Le dijo que parte de la armada griega escaparía de noche. Así, Jerjes dividiría su flota para cerrar el canal por el otro lado.
Lo cierto es que Jerjes decidió luchar en el mar. Usó un gran número de barcos, muchos de ellos de sus súbditos fenicios. Sin embargo, la flota persa no estaba coordinada al atacar. Los griegos, en cambio, tenían una estrategia clara. Sus flancos rodearían a los barcos persas y los empujarían unos contra otros. Esto les quitaría espacio para moverse.
Su plan funcionó. El caos se apoderó de la flota persa. Sus barcos se estorbaron y chocaron entre sí. Muchos se hundieron. Además, los persas no eran buenos nadadores, mientras que los griegos podían nadar hasta la playa si caían al mar. La noche puso fin al combate. La poderosa armada persa se retiró, destruida. Jerjes vio la batalla impotente desde una colina.
El Fin de la Segunda Guerra Médica
Temístocles quiso llevar la guerra a Asia Menor. Quería enviar la flota allí y levantar a las colonias jonias contra el rey de Persia. Pero Esparta se opuso, por miedo a dejar desprotegido el Peloponeso.
La guerra continuó cuando el ejército persa volvió a invadir el Ática en el 479 a. C. Estaba al mando de Mardonio, bajo las órdenes de Jerjes I. Mardonio ofreció la libertad a los griegos si firmaban la paz. Pero el único miembro del consejo de Atenas que votó a favor fue condenado a muerte por sus compañeros. Así, los atenienses tuvieron que buscar refugio de nuevo en Salamina. Su ciudad fue incendiada por segunda vez.
Al enterarse de que el ejército espartano (presionado por los atenienses para que los ayudaran) se dirigía hacia ellos, los persas se retiraron hacia el Oeste, hasta Platea. Dirigidos por su regente Pausanias, los espartanos, junto a los atenienses y otros aliados griegos, lograron otra importante victoria sobre los persas. Esto ocurrió en la batalla de Platea, el 27 de agosto del 479 a. C. Capturaron un gran tesoro en el campamento persa.
Además de la victoria en Platea, poco después la flota persa fue hundida en Mícala. Esto fue la señal para que los jonios se levantaran contra sus opresores. Los persas se retiraron de Grecia. Así terminaron los sueños de Jerjes I de conquistar el mundo griego.
La Pentecontecia: Un Periodo de Paz y Crecimiento
La Pentecontecia es el nombre que se le da al periodo de la historia de Grecia desde la derrota de los persas en la Segunda Guerra Médica en Platea, hasta el inicio de la guerra del Peloponeso en el 432 a. C.
Fue un tiempo de paz relativa entre las grandes potencias griegas. Durante este periodo, Atenas y Esparta lideraron sus propias alianzas.

La Tercera Guerra Médica y el Fin del Conflicto
Durante esta época, los atenienses y los espartanos fundaron la Liga Ático-Délica. Su objetivo principal era proteger a Atenas y a las colonias jonias del Asia Menor. Esta liga estaba completamente bajo el mando de Atenas. Así, Atenas se convirtió en la ciudad más importante de Grecia en política, economía, sociedad, cultura y militarmente. Superó incluso a Esparta.
En este momento, Temístocles fue mal visto por el pueblo ateniense y fue exiliado. Huyó a las fronteras del Imperio aqueménida. Allí se puso bajo el mando del nuevo rey persa, Artajerjes I. Con su influencia y el gran odio que ambos sentían por la cultura griega, decidieron avanzar hacia las costas griegas para someterlas.
Cimón, hijo de Milcíades, se enteró de las intenciones de Artajerjes I. Avanzó hasta la actual Turquía y derrotó al ejército persa en la batalla del río Eurimedonte en el 467 a. C.
Después de esta gran victoria, Cimón quiso promover la amistad y la paz con Esparta. Pero los atenienses no estaban de acuerdo y lo desterraron por orden de Efialtes. El gobierno de Efialtes no duró mucho. Fue sucedido por Pericles, quien gobernó Atenas hasta su muerte en el 429 a. C.
Pericles continuó la guerra contra Persia. Tomó dos decisiones importantes: pedir a Cimón que regresara del exilio y firmar un tratado de paz con Artajerjes I. Este tratado se llamó la Paz de Calias, en el 448 a. C. Establecía ciertas condiciones para ambos pueblos. Se cree que fue presidido por Calias, aunque se le atribuye a Cimón en su honor.
Las Guerras Médicas terminaron con las condiciones impuestas por los griegos a los persas:
- Los persas debían dejar de intentar conquistar Grecia.
- No podían navegar por el mar Egeo.
- Se les permitía comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.
El enfrentamiento entre griegos y persas, del que las Guerras Médicas fueron solo una parte, duró más de dos siglos. Terminó con la conquista y disolución del Imperio Aqueménida por Alejandro Magno en el siglo siguiente.
Galería de imágenes
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Darío I, rey de los persas entre 522 y 486 a. C.
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Carga griega durante la batalla de Maratón, pintura de Georges Rochegrosse, 1859.
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Soldados de la guardia del rey persa, relieve de Persépolis.
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La batalla de Salamina, óleo sobre tela pintado en 1868 por Wilhelm von Kaulbach.
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El «imperio de Atenas» en 431 a. C., heredero directo de la Liga de Delos que se había creado tras el final de la segunda guerra médica.
Véase también
En inglés: Greco–Persian wars Facts for Kids