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Democracia ateniense para niños

Enciclopedia para niños

La democracia ateniense fue un sistema de gobierno especial que se desarrolló en la antigua ciudad de Atenas. Comenzó alrededor del año 508 a.C. gracias a las reformas de un líder llamado Clístenes. Este sistema duró hasta el año 322 a.C., cuando la influencia del Reino de Macedonia puso fin a sus instituciones.

Antes de la democracia, Atenas tuvo un sistema llamado timocracia, establecido por Solón en el 594 a.C. Atenas fue una de las primeras ciudades en tener democracia. Otras ciudades griegas también la tuvieron, pero ninguna fue tan fuerte o conocida como la de Atenas.

Lo que hacía única a la democracia ateniense era que era una democracia directa. Esto significa que los ciudadanos no elegían a representantes para que votaran por ellos. En cambio, ellos mismos creaban las leyes y tomaban las decisiones importantes. No todos podían participar, pero entre los que sí lo hacían, el dinero no era lo más importante. Además, las opiniones de los votantes a menudo eran influenciadas por las obras de teatro cómicas que se burlaban de los políticos.

Personajes como Solón, Clístenes y Efialtes de Atenas ayudaron a que la democracia ateniense creciera. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo sobre quién hizo qué, se suele considerar a Clístenes como el verdadero iniciador de la democracia. El líder democrático más famoso fue Pericles, quien gobernó por mucho tiempo. El sistema democrático fue interrumpido dos veces por gobiernos de pocas personas (oligárquicos) durante la guerra del Peloponeso. Después de ser restaurado, fue finalmente suprimido por los macedonios en el 322 a.C.

El politólogo David Stasavage, de la Universidad de Nueva York, dice que la democracia ateniense fue especial porque permitía participar a todos los hombres adultos libres. Pocas sociedades antiguas tuvieron una participación tan amplia.

¿Qué significa la palabra "democracia"?

La palabra democracia viene del griego antiguo y se creó en Atenas en el siglo V a. C.. Se forma con dos palabras:

  • Demos (δῆμος): que significa "pueblo".
  • Kratos (κράτος): que significa "poder" o "gobierno".

Así, "democracia" significa "el poder del pueblo" o "el gobierno del pueblo". Sin embargo, el significado original era un poco más específico. La palabra "demos" se refería a la unión de los artesanos (demiurgos) y los campesinos (geomoros). Estos dos grupos se oponían a los nobles (eupátridas). Por lo tanto, "democracia" significaba "gobierno de los artesanos y campesinos", excluyendo a los nobles, a los metecos (extranjeros), a los esclavos y a las mujeres.

Historia de la democracia ateniense

Los inicios: el gobierno de los nobles y las reformas de Solón

Alrededor del siglo VIII a. C. o siglo VII a. C., la antigua monarquía de Atenas fue reemplazada por un gobierno de nobles, llamado aristocracia. El poder estaba en manos de los Eupátridas, que eran grandes dueños de tierras. Ellos eran los únicos que podían ser arcontes (magistrados importantes) y miembros del Areópago, que era la institución más poderosa. La Ekklesia (asamblea de hombres libres) solo confirmaba las decisiones del Areópago.

En el año 621 a.C., se dieron las Leyes de Dracón, que fueron un paso importante para que Atenas fuera una comunidad de ciudadanos con leyes escritas.

A principios del siglo VI a. C., Atenas tuvo muchos conflictos. Los pequeños agricultores estaban oprimidos, y los comerciantes y artesanos se estaban haciendo ricos y querían más poder. También hubo cambios en las tácticas militares, donde los soldados de infantería (hoplitas) se volvieron más importantes que la caballería de los nobles.

Para resolver estos problemas, se eligió a Solón como árbitro. Entre los años 580 y 570 a.C., Solón hizo varias reformas. Abolió la esclavitud por deudas y clasificó a los ciudadanos (hombres libres) en cuatro grupos según sus ingresos. Esto determinaba lo que podían aportar al ejército:

  • Pentakosiomédimnoi: los más ricos, formaban la élite de la caballería.
  • Hippéis: caballeros, formaban el grueso de la caballería.
  • Zeugitai: infantería.
  • Thetes: los más pobres, no podían pagar su propio equipo militar.

En cuanto al gobierno, Solón estableció que la Ekklesia (asamblea) elegiría a los arcontes, pero solo entre los dos grupos más ricos. El Areópago seguía siendo la autoridad principal y judicial. Las mujeres, los extranjeros (metecos) y los esclavos no tenían derechos políticos.

El nacimiento de la democracia: Clístenes, Efialtes y Pericles

Las reformas de Solón no evitaron nuevos conflictos, y en el 546 a.C. llegó la tiranía de Pisístrato. Pisístrato gobernó con el apoyo del pueblo (el demos) contra la antigua nobleza. Bajo su gobierno, Atenas se convirtió en una potencia marítima y comercial. Sus hijos, Hipias e Hiparco, continuaron su política.

En el 510 a.C., la familia noble de los Alcmeónidas, con ayuda de Esparta, puso fin a la tiranía. El nuevo líder de Atenas, Clístenes, introdujo reformas que llamó isonomía (leyes iguales para todos). Estas reformas, junto con las de Efialtes y Pericles cincuenta años después (462-458 a.C.), dieron origen a la democracia.

En esta nueva democracia, las mujeres, los extranjeros y los esclavos seguían sin ser ciudadanos. Se calcula que había entre 30.000 y 50.000 ciudadanos varones en Atenas.

Los cambios clave que introdujeron Clístenes, Efialtes y Pericles para crear la democracia ateniense (que era directa, no representativa como las de hoy) fueron:

  • La Ekklesia (Asamblea del Pueblo): Ahora incluía a los thetes (los más pobres). Era la institución que decidía sobre asuntos importantes como la paz, la guerra y el ostracismo (expulsión temporal de un ciudadano). Aprobaba o rechazaba las leyes propuestas por la boulé y elegía a los 10 estrategos (jefes militares), que eran los únicos cargos que podían ser reelegidos (Pericles ocupó este cargo por mucho tiempo). Se reunía al aire libre en el monte Pnyx. Los ciudadanos recibían una paga para poder asistir, lo que permitía la participación de los más pobres. La Ekklesia era el corazón de la ciudadanía democrática de Atenas.
  • La Boulé o Consejo de los Quinientos: Era una nueva institución con 500 ciudadanos (50 por cada una de las 10 "tribus" de Atenas). Eran elegidos por sorteo para un año. Su tarea principal era discutir previamente los proyectos de ley antes de presentarlos a la Ekklesia. También asumió muchas funciones del Areópago, como juzgar a los arcontes. Sus miembros también recibían una paga.
  • El Areópago: Seguía formado por ex-arcontes, pero perdió la mayoría de sus funciones, que pasaron a la Boulé. Mantuvo su autoridad solo en crímenes de sangre y asuntos religiosos.
  • Los Arcontes: Los nueve arcontes ya no eran elegidos, sino designados por sorteo entre las tres primeras clases de Solón (ahora los zeugitai podían ser arcontes, pero los thetes no). Sus atribuciones teóricas se mantuvieron, pero en la práctica, los líderes de la Ekklesia tenían más poder.
  • Los Tribunales: Los miembros de los tribunales (dicaste) eran elegidos por sorteo de una lista de 6.000 ciudadanos (incluidos los thetes) mayores de 30 años. Para cada juicio, el número de miembros del tribunal era muy grande (201, 401, 501 o 1001, según la importancia del caso). Todos recibían una paga diaria.

La situación de guerra que Atenas vivió durante las Guerras Médicas (contra el Imperio persa) fue muy importante para estas reformas. Por ejemplo, la participación de los thetes en la Ekklesia se debió a su nuevo papel como marineros y remeros de la poderosa flota ateniense, que fue clave para vencer a los persas en la batalla de Salamina (480 a.C.). Después de la derrota persa, Efialtes y Pericles hicieron sus reformas.

Atenas también mantuvo su democracia gracias a la Liga de Delos, una alianza de ciudades griegas que se convirtió en un imperio ateniense. Las contribuciones económicas de estas ciudades se usaron para pagar a los ciudadanos por participar en la Boulé, los tribunales y la Ekklesia. También sirvieron para construir más barcos y obras públicas como el Partenón, dando trabajo a los atenienses más pobres.

Ciudadanía en Atenas

¿Cuánta gente vivía en Atenas y quiénes eran?

Las estimaciones sobre la población de la antigua Atenas varían. En el siglo IV a. C., en la región del Ática (donde estaba Atenas), pudo haber entre 250.000 y 300.000 personas. De estas, las familias de los ciudadanos sumaban unas 100.000 personas. Los hombres adultos libres que podían votar en la Ekklesia eran unos 30.000. A mediados del siglo V a. C., este número pudo llegar a 50.000, pero se redujo mucho durante la guerra del Peloponeso.

Es importante saber que Atenas era una ciudad enorme para su época. La mayoría de las ciudades griegas tenían solo entre 1.000 y 1.500 ciudadanos varones adultos. Corinto, otra ciudad importante, tenía como máximo 15.000.

Los no ciudadanos se dividían en "extranjeros" residentes (metecos) y esclavos. Se cree que los esclavos eran más numerosos que los ciudadanos, aunque no en una proporción tan grande.

¿Quiénes podían votar y ser ciudadanos?

Solo los hombres adultos que eran ciudadanos atenienses y que habían terminado su entrenamiento militar podían votar en Atenas. Esto excluía a la mayoría de la población: esclavos, mujeres y metecos. También se excluía a los ciudadanos que habían perdido sus derechos por no pagar deudas a la ciudad.

A diferencia de otros sistemas de gobierno donde solo los ricos tenían poder, en Atenas no había requisitos de riqueza o propiedades para ser ciudadano. Aunque el concepto de ciudadanía era exclusivo, una parte relativamente grande de la población participaba en el gobierno. En Atenas, algunos ciudadanos eran más activos que otros, pero la gran cantidad de personas necesarias para que el sistema funcionara demuestra la enorme participación.

Los ciudadanos atenienses debían ser hijos legítimos de otros ciudadanos. Después de las reformas de Pericles y Cimón en el 450 a.C., se exigió que tanto el padre como la madre fueran atenienses. La ciudadanía también podía ser otorgada por la Asamblea, a veces a grupos grandes de personas, pero a partir del siglo IV a. C., solo se otorgaba individualmente y con una votación especial. Esto solía ser una recompensa por algún servicio al Estado.

¿Cómo participaban los ciudadanos?

Las instituciones atenienses funcionaban gracias a la figura del Ho boulomenos, que significa "cualquier persona que lo desee". Esta expresión se refería al derecho de los ciudadanos a tomar la iniciativa: hablar en la Asamblea, iniciar un juicio público, proponer una ley o hacer sugerencias al Consejo. A diferencia de los funcionarios, el ciudadano que iniciaba algo no era examinado antes ni tenía que rendir cuentas después.

El nivel de participación de los ciudadanos variaba mucho, desde casi nada hasta una ocupación a tiempo completo. Pero incluso para el ciudadano más activo, la base de su actividad política era la invitación a participar que tenían todos los ciudadanos libres, atenienses y varones. Había tres funciones básicas:

  • Los funcionarios: organizaban y llevaban a cabo los procedimientos administrativos.
  • El Ho boulomenos: era el iniciador y el proponente.
  • La gente: reunida en la Asamblea o en un tribunal, tomaba las decisiones.

Cargos públicos: los magistrados

La administración estaba en manos de los magistrados, que eran más de mil cada año. La mayoría eran seleccionados por sorteo, aunque unos pocos (los más importantes) eran elegidos por votación. Nadie estaba obligado a ser magistrado; las personas tenían que presentarse.

Generalmente, el poder de estos funcionarios era limitado y se centraba en la administración diaria. Los seleccionados por sorteo eran ciudadanos sin habilidades especiales. Esto era así porque, excepto los generales (strategoi), cada funcionario solo podía ocupar su cargo una vez en la vida. Esto buscaba la participación de muchos ciudadanos, no la profesionalización.

En el siglo V a. C., los diez generales elegidos anualmente solían ser ciudadanos muy importantes. Pero los que realmente tenían poder eran los que hablaban a menudo en la Asamblea y eran respetados por ella, no los que ocupaban un cargo. Los ciudadanos que votaban en la asamblea no podían ser castigados, pero cuando ocupaban un cargo, servían al pueblo y podían ser castigados si no hacían bien su trabajo. Todos eran revisados antes de tomar el cargo y después de dejarlo. Los funcionarios eran "empleados" del pueblo, no sus representantes.

Había dos formas de elegir a los funcionarios: por sorteo o por elección. Unos 1.100 ciudadanos (incluyendo el Consejo de los Quinientos) eran magistrados cada año, y de ellos, unos 100 eran elegidos por votación.

Cargos seleccionados por sorteo

La elección por sorteo era la forma más común y se consideraba la más democrática. Se pensaba que las elecciones favorecían a los ricos, elocuentes y famosos, mientras que el sorteo repartía el trabajo de la administración entre todos los ciudadanos. Esto permitía que todos tuvieran la misma oportunidad de obtener un cargo en el gobierno. Se creía que este método evitaba la compra de votos y aseguraba la igualdad política.

Asignar un cargo por sorteo a alguien que podría no ser competente tenía riesgos. Sin embargo, el sistema tenía mecanismos para evitar problemas. Los atenienses seleccionados por sorteo trabajaban en equipos. En un grupo, es común que alguien sepa cómo hacer las cosas, y los demás pueden aprender. Además, los miembros del equipo se observaban entre sí. Más que la incompetencia, a los atenienses les preocupaba que alguien usara su cargo para acumular poder.

Las responsabilidades de los funcionarios estaban bien definidas y su capacidad de iniciativa era limitada. Por ejemplo, ningún funcionario podía imponer una multa de más de cincuenta dracmas; cualquier multa mayor debía ser decidida por un tribunal.

Cargos electos por votación

Aproximadamente cien funcionarios de un total de mil eran elegidos por votación. Había dos tipos: los que manejaban grandes cantidades de dinero y los 10 generales (strategoi). Una razón para elegir a los funcionarios financieros era que cualquier desfalco podía recuperarse de su patrimonio, lo que favorecía a los ricos.

En cuanto a los generales, se les elegía no solo por sus conocimientos específicos, sino también porque debían tener experiencia y contactos en el mundo griego, donde ocurrían la mayoría de las guerras. En el siglo V a. C., figuras como Pericles, que eran generales, solían ser las personas más influyentes en la ciudad. Sin embargo, su poder no venía solo de ser general, sino de su gran influencia en la Ekklesía, que se basaba en el derecho de cualquier ciudadano a levantarse y hablar.

Los cargos electos también eran revisados antes de que la persona asumiera el puesto y después de que lo dejara. Podían ser destituidos en cualquier momento por la Asamblea. Por ejemplo, en el siglo V a. C., los 10 tesoreros de la Liga de Delos fueron acusados de malversación de fondos. Uno por uno fueron juzgados, condenados y ejecutados, hasta que en el juicio del décimo se descubrió un error de contabilidad que los exculpaba a todos.

Un aspecto interesante de la democracia ateniense era que la ley no permitía a los ciudadanos con propiedades cerca de las murallas de la ciudad proponer o votar decisiones sobre la guerra. Esto se debía a que tenían un interés personal en el resultado de las guerras, ya que los ejércitos invasores solían destruir todo lo que estaba fuera de las murallas.

El desprecio de los atenienses por quienes no participaban en la política se refleja en la palabra "idiota", que viene del griego idiōtēs, que originalmente se refería a alguien que no se involucraba en la política y solo se dedicaba a sus asuntos personales. En su famoso discurso, Pericles dijo: "No es que consideremos al que no participa en estos asuntos como poco ambicioso, sino como inútil."

Instituciones de la democracia ateniense

Había tres organismos políticos principales donde los ciudadanos participaban en gran número: la Ekklesia (a veces con un mínimo de 6.000 personas), el Consejo de los 500 (Boulé) y los tribunales (con un mínimo de 200 personas, pero a veces hasta 6.000). A mediados del siglo IV a. C., las funciones judiciales de la Ekklesia se redujeron, aunque siguió teniendo un papel importante en el inicio de ciertos juicios políticos.

Archivo:Political System Ancient Athens
Diagrama que representa el sistema político de la Antigua Atenas, según la descripción de Aristóteles en su obra la Constitución de los atenienses.

La Ekklesia

Las reuniones de la Ekklesía eran el centro de la democracia ateniense. A diferencia de un Parlamento moderno, sus miembros no eran elegidos, sino que eran ciudadanos que podían asistir cuando quisieran. La democracia ateniense era directa: cualquier hombre adulto que fuera ciudadano, mayor de 20 años y libre, podía participar, y era su deber hacerlo. Los funcionarios de la democracia eran en parte elegidos por la Asamblea y en parte por sorteo.

La Ekklesia tenía cuatro funciones principales:

  • Tomar decisiones ejecutivas (decretos, como declarar la guerra o conceder la ciudadanía a un extranjero).
  • Elegir a algunos funcionarios.
  • Crear leyes.
  • Juzgar delitos y crímenes políticos.

Con el tiempo, la última función pasó a manos de los tribunales de justicia. Normalmente, algunos oradores (que representaban diferentes opiniones) daban discursos a favor y en contra de un asunto, seguidos de una votación. En el siglo V a. C., el poder de la asamblea era casi ilimitado. Si la asamblea infringía la ley, solo se podía sancionar a quienes habían propuesto la medida.

Como era costumbre en las democracias antiguas, cada persona tenía que ir físicamente a la reunión para votar. El servicio militar o la distancia impedían a algunos ejercer su ciudadanía. La votación se hacía levantando la mano (cheirŏtonĭa), y los funcionarios "juzgaban" el resultado a simple vista. Para algunos tipos de votaciones se necesitaba un mínimo de 6.000 personas. En estas ocasiones, se usaban bolas de colores (blanco para sí, negro para no).

En el siglo V a. C., había 10 reuniones anuales fijas de la asamblea, una en cada uno de los diez meses del calendario ático, además de otras reuniones adicionales cuando era necesario. En el siglo siguiente, las reuniones aumentaron a cuarenta anuales, cuatro cada mes.

En el siglo V a. C., los esclavos públicos usaban una cuerda teñida de rojo para obligar a los ciudadanos del Ágora a ir al lugar de reunión de la Asamblea (Pnyx). Si alguien tenía la ropa manchada de rojo, era multado. Esto no era una votación obligatoria, sino una forma de reunir rápidamente el número mínimo de personas requerido. Después de la restauración de la democracia en el 403 a.C., se empezó a pagar por asistir a la Asamblea. Esto generó mucho entusiasmo, y solo los primeros 6.000 ciudadanos que llegaban eran admitidos y pagados. La cuerda roja se usaba entonces para evitar que entraran los que llegaban tarde.

La Boulé o Consejo de los 500

Estaba compuesto por cincuenta miembros de cada una de las diez tribus del Ática. Entre sus funciones estaban:

  • Establecer el orden del día de la Ekklesia.
  • Evaluar a todos los posibles magistrados antes de que asumieran el cargo.
  • Otorgar pensiones a ciudadanos necesitados.

La Boulé también supervisaba las actividades de otros magistrados que realizaban las funciones administrativas de Atenas. Se ocupaban de asuntos navales, inspeccionaban edificios públicos y examinaban caballos y jinetes. También tuvieron funciones judiciales, pero a partir del siglo IV a. C., estas funciones pasaron a los tribunales.

Cada mes, cincuenta miembros de una de las tribus ejercían la pritanía, que era la comisión permanente de la Boulé. El epístata (un funcionario elegido por sorteo para un solo día) presidía la reunión de la Boulé y, si la había, la reunión de la Asamblea. Cada ciudadano solo podía ser miembro de la Boulé dos veces en su vida.

Los Tribunales (dikasteria)

Atenas tenía un sistema legal complejo centrado en la dikasteria de la Heliea. La palabra viene de dikastas (los que juraban, es decir, los jurados), también llamados heliastas. Estos tribunales eran elegidos por sorteo de un grupo de 6.000 ciudadanos cada año, conocidos como Heliea. Para ser miembro del jurado, una persona debía tener 30 años y ser ciudadano con plenos derechos. El límite de edad era el mismo que para los funcionarios, pero diez años más que para participar en la Ekklesia, lo que daba a los tribunales cierto prestigio. Además, los miembros del jurado hacían un juramento, algo que no se exigía a los asistentes de la Ekklesia.

La autoridad de los tribunales se basaba en que eran considerados una expresión directa de la voluntad del pueblo. A diferencia de los funcionarios, que podían ser acusados por mala conducta, los miembros del jurado no podían ser censurados.

Había dos tipos de juicios:

  • Privados (diké): El jurado mínimo era de 201 miembros (o 401 si la suma en juego era mayor de 1.000 dracmas).
  • Públicos (graphe): El jurado mínimo era de 501 miembros.

Estos jurados eran elegidos por sorteo de un grupo de 600 personas de cada una de las diez tribus de Atenas, sumando 6.000 posibles miembros de jurado en total. Para juicios públicos muy importantes, el jurado podía aumentar con grupos adicionales de 500 personas, llegando a veces a 1.000 o incluso 1.500 miembros.

Los casos eran presentados por los propios litigantes, con discursos limitados por un reloj de agua. Primero hablaba el demandante, luego el acusado. En un juicio público, cada uno tenía tres horas. Las decisiones se tomaban por votación, sin límite de tiempo para la deliberación. Los miembros del jurado podían hablar entre ellos informalmente y expresar su desaprobación. El jurado solo podía votar "sí" o "no" sobre la culpabilidad del acusado. En los juicios privados, solo las víctimas o sus familiares podían acusar, mientras que en los públicos, cualquier ciudadano podía iniciar un proceso, ya que se consideraba que afectaban a toda la comunidad.

La justicia era rápida: un caso no duraba más de un día. Algunas sentencias eran automáticas e inmediatas, sin derecho a apelación.

El pago a los miembros de los jurados se introdujo alrededor del 462 a.C. y se atribuye a Pericles. Esta política fue fundamental para la democracia. Este sueldo se aumentó a 3 óbolos por Cleón al inicio de la guerra del Peloponeso. El funcionamiento de los tribunales era uno de los mayores gastos del Estado ateniense.

El sistema era muy poco profesional. No había juezes que presidieran los tribunales ni personas que tuvieran la última palabra. Los magistrados a cargo de los tribunales solo tenían una función administrativa y no eran expertos. No había abogados como tal; los litigantes actuaban por su cuenta.

Estos tribunales eran otro lugar donde se expresaba la soberanía popular. Al igual que en la Ekklesia, los ciudadanos que actuaban como miembros del jurado eran inmunes al control o al castigo. Sin embargo, los miembros del jurado debían tener al menos 30 años y estaban bajo juramento. Desde la perspectiva ateniense, donde la edad demostraba sabiduría, y el juramento, los jurados tenían más peso moral que los ciudadanos que asistían a la Asamblea.

El equilibrio de poder entre la asamblea y los tribunales

A medida que el sistema evolucionó, los tribunales (otra forma de ejercer el poder de los ciudadanos) ganaron más poder que la Ekklesia. A partir del 355 a.C., los juicios políticos solo se realizaban en los tribunales. En el 416 a.C., se introdujo la Graphe Paranomon ("apelación contra las medidas contrarias a la ley"). Bajo esta ley, cualquier decisión o propuesta de la Ekklesia podía ser suspendida para ser revisada por un jurado, que tenía derecho a anularla y castigar al proponente.

En el siglo V a. C., no había diferencia entre un decreto ejecutivo y una ley: ambos eran propuestos y aprobados por la Ekklesia. Pero a partir del 403 a.C., se separaron. Desde entonces, las leyes no se hacían en la Ekklesia, sino por grupos especiales de 1.000 ciudadanos elegidos de entre los 6.000 que formaban los tribunales anualmente. Se les conocía como los nomotetas (legisladores). Esto no era como una comisión legislativa que redacta leyes, sino que tenía el formato de un juicio, votando sí o no después de una serie de discursos.

El fin de la democracia griega

Durante la democracia, Atenas vivió su mayor esplendor. Sin embargo, tuvo que superar momentos difíciles. Las dos ciudades-estado más grandes de Grecia, Esparta y Atenas, entraron en guerra. Atenas se había aliado con varias ciudades del Mar Egeo, que le pagaban tributo (Liga de Delos). Esparta usó esto como excusa y declaró la guerra. Atenas fue sitiada y una peste la asoló, causando muchas muertes, incluyendo la de Pericles.

A pesar de la derrota de Atenas en la guerra del Peloponeso, la democracia ateniense duró hasta el 322 a.C. En ese año, la supremacía del Reino de Macedonia puso fin a las instituciones democráticas.

Después del fin de la democracia ateniense, la democracia directa se volvió muy rara. Hoy en día, se considera difícil de implementar en poblaciones grandes porque exige mucho tiempo de los ciudadanos para gobernar y deja poco tiempo para trabajar. Sin embargo, todavía se puede ver en poblaciones pequeñas, como en algunos municipios de España con Concejo abierto.

Legado de la democracia ateniense

A mediados del siglo XIX, la palabra "democracia" volvió a ser importante en el pensamiento político occidental como una forma ideal de organizar el Estado y la sociedad. El ejemplo histórico de la democracia ateniense y de la República romana fue muy influyente. En el siglo XX, la democracia se estableció como un valor, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Muchos estados afirmaron ser democráticos, incluso si tenían un monarca o un régimen totalitario.

Sin embargo, esto no fue así durante los siglos anteriores a la desaparición de la democracia ateniense. Pocos pensadores la consideraron una buena forma de gobierno. Durante la Baja Antigüedad, el Medioevo y el Antiguo Régimen, la opinión sobre ella se basó en las críticas de Platón y Aristóteles. Ellos la veían como un gobierno de los más pobres y menos hábiles, contra los ricos y los sabios: una "tiranía colectiva" que llamaron demagogia y oclocracia. "Hasta bien entrado el siglo XVIII, la democracia fue constantemente condenada". Aunque hubo elementos democráticos en sistemas posteriores, como en la República Romana o en las comunas medievales, el concepto de autogobierno de los ciudadanos estuvo ausente o limitado a una parte de la sociedad.

La República romana, por su parte, se basaba en la idea de una comunidad política organizada bajo el imperio de la ley pública, que garantizaba la libertad. Al igual que en Atenas, el pueblo era fundamental, pero en la constitución romana tenía un lugar diferente. El término República no se refería a la soberanía popular, sino al sistema en su conjunto bajo la autoridad de los magistrados. Las asambleas populares y el Senado solo podían reunirse por iniciativa de un magistrado, y se necesitaba el consentimiento de ambos para resolver los asuntos. Por eso, Cicerón comparó la República romana con la democracia griega, señalando que en Grecia "todos los asuntos públicos se llevan a cabo a través de la irresponsabilidad de una reunión pública".

Por lo tanto, la democracia ateniense no fue la principal inspiración para los pensadores de la Ilustración y los revolucionarios del siglo XVIII. El ejemplo clásico para los radicales ingleses, así como para los revolucionarios estadounidenses y franceses, fue la República Romana de Cicerón, no la Atenas de Pericles. Los Padres Fundadores y los Convencionales establecieron senados y se presentaron como herederos de la tradición romana. Solo Rousseau defendió la democracia como un sistema político deseable, y la asoció a la soberanía popular.

El ejemplo de Atenas en el pensamiento político del siglo XIX tuvo más que ver con el aspecto cultural y social. Los pensadores alemanes, y luego los ingleses y franceses, admiraron el alto nivel cultural que creían que tenían los antiguos atenienses. Para ellos, la democracia era inseparable de una mejora en la educación. Por eso, la fuerza de la democracia ateniense residía en la paideia griega (su sistema educativo y cultural). Al respecto, George Grote afirmó en su Historia de Grecia (1846-1856) que "la democracia ateniense no era ni la tiranía de los pobres ni el gobierno de la multitud". Esta idea es la base de la concepción, difundida desde mediados del siglo XX, de que la democracia no es solo una forma de gobierno, sino el mejor sistema político para una sociedad igualitaria.

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Véase también

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Democracia ateniense para Niños. Enciclopedia Kiddle.