Combate de Arequipa para niños
Datos para niños Combate de Arequipa (1823) |
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Independencia del Perú Parte de Guerra de Independencia de Perú |
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Fecha | 8 de octubre de 1823 | |||
Lugar |
Arequipa, Perú |
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Resultado | Victoria realista | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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El combate de Arequipa fue un enfrentamiento importante durante la Independencia del Perú. Ocurrió el 8 de octubre de 1823 en la ciudad de Arequipa. En este combate, la caballería de los independentistas, liderada por los generales Sucre y Miller, fue sorprendida y vencida por las fuerzas realistas. Los realistas estaban al mando de los brigadieres Ferraz y Antonio Tur.
Contenido
¿Qué pasó antes del Combate de Arequipa?
La llegada de ayuda y la Segunda Campaña de Intermedios
A principios de 1823, el gobierno peruano pidió ayuda al general Simón Bolívar. Bolívar envió al Perú una división de 3.000 soldados de la Gran Colombia, bajo el mando del general Sucre. Más tarde, llegó otra división similar.
El congreso peruano nombró a Sucre como Jefe Supremo Militar. Sucre se dirigió al sur para apoyar a las fuerzas peruanas del general Andrés de Santa Cruz. Estas fuerzas estaban luchando contra los realistas en lo que se conoce como la Segunda Campaña de Intermedios.
La expedición de Sucre tenía unos 3.000 hombres. La mayoría eran colombianos, excepto la caballería.
- Comandante en Jefe: General Antonio José de Sucre
- Oficiales importantes: General Guillermo Miller, General Francisco Antonio Pinto, General Jacinto Lara
Las tropas estaban formadas por:
Colombianos: Batallones Pichincha, Vencedores, Voltígeros. También el Escuadrón de caballería Dragones de Colombia (50 hombres).
Chilenos: Batallón Nro. 4 (muy reducido), una Compañía de Artillería y el Escuadrón de caballería Dragones de Chile (180 hombres).
Peruanos: El Escuadrón de caballería Guías de Riva Agüero (120 hombres).
Por órdenes de Bolívar, los húsares de Riva Agüero fueron reemplazados por los Dragones de Chile. Esto se hizo porque Bolívar quería que todas las unidades chilenas fueran al sur. Se esperaba que pronto llegara una gran expedición de refuerzo desde Chile.
El avance hacia Arequipa
La caballería, al mando de Miller, zarpó del Callao el 4 de julio. Desembarcó en Chala, en la costa de Arequipa, el 21 de julio. El 7 de agosto, la caballería peruana tuvo un pequeño enfrentamiento con la retaguardia del general Valdés. Valdés se dirigía al Alto Perú para luchar contra Santa Cruz.
Miller continuó su viaje por tierra y llegó al valle de Siguas el 26 de agosto. Allí se encontró con Sucre, quien había desembarcado su infantería en Quilca. El 30 de agosto, la vanguardia del ejército libertador ocupó Arequipa. La guarnición realista de 800 hombres había evacuado la ciudad.
Cuando Sucre entró en Arequipa el 31 de agosto, fue recibido con alegría por los que apoyaban la independencia. Los civiles realistas, sin embargo, se mantuvieron distantes.
Retirada de las fuerzas independentistas
En ese momento, las tropas peruanas de Santa Cruz ocupaban parte del Alto Perú. Después de una batalla en Zepita, se retiraron a Oruro. Los realistas también habían unido sus fuerzas. Los ejércitos del general Canterac, el virrey La Serna y el general Olañeta se unieron.
El ejército de Santa Cruz se encontró en desventaja y se retiró a la costa. Fue perseguido de cerca por el ejército del Virrey, perdiendo muchos hombres y equipos. Los realistas llamaron a esto la "campaña del Talón".
Cuando el general Sucre se enteró de estas noticias, también regresó. Primero fue a Cangallo, donde se reunió con Gamarra y Santa Cruz. Ellos se estaban retirando al puerto de Ilo. Luego, Sucre regresó a Arequipa el 29 de septiembre.
El 1 de octubre, antes de que su infantería evacuara la ciudad, Sucre se dirigió a los habitantes de Arequipa con una proclama. En ella, lamentaba tener que dejar la ciudad y criticaba los errores de la campaña de Santa Cruz. También les advirtió a los realistas que la causa de la libertad triunfaría.
Mientras tanto, los realistas, después de dispersar a las tropas de Santa Cruz, se enfocaron en la división de Sucre en Arequipa. El ejército real avanzó rápidamente hacia Apo, cerca de la ciudad. El 7 de octubre, Ferraz supo que la infantería enemiga ya había partido hacia Quilca para embarcarse. Sin embargo, la caballería independentista, con 320 soldados, aún permanecía en la ciudad.
¿Cómo se desarrolló el Combate de Arequipa?
El ataque realista
Con esta información confirmada, el virrey ordenó al brigadier Valentín Ferraz atacar a los independentistas que aún estaban en Arequipa. Para ello, Ferraz salió con 150 soldados de caballería y 250 soldados de infantería.
En las primeras horas del 8 de octubre, las tropas independentistas vieron a las fuerzas realistas en movimiento. Dieron la alarma a Sucre y al resto de sus tropas. Cuando Ferraz llegó cerca de la ciudad, vio a la caballería independentista lista para el combate.
Ferraz envió una columna a atacar por la calle que llevaba al puente sobre el río Chili. Él, con el resto de sus fuerzas, atacaría de frente, cruzando la ciudad.
El enfrentamiento en la plaza
Al llegar a la plaza, la columna que avanzaba sobre el puente fue atacada por el escuadrón Guías, al mando de Raulet. Raulet se lanzó sobre la caballería realista, logrando hacerla retroceder. Pero los realistas recibieron refuerzos y el escuadrón de Raulet fue vencido, siendo forzado a retroceder hacia el puente con muchas bajas.
El general Miller escribió en sus memorias: "El teniente coronel Raulet y su escuadrón con mucho valor disputó la entrada al enemigo pero fue rechazado con considerable perdida y conducido a la ciudad. Los patriotas hicieron algunas cargas galantes pero fueron finalmente expulsados."
Mientras el escuadrón peruano era diezmado, Ferraz avanzaba por las calles San José y del Comercio. Miller se reunió con Sucre en la plaza de armas. Sucre le dio a Miller el mando de la retaguardia, que ahora solo tenía unos 140 jinetes.
El apoyo de la población y la retirada final
Al mismo tiempo, los civiles realistas en la ciudad mostraron su apoyo a las fuerzas del rey. El general García Camba relató que el retrato del rey apareció en el balcón del ayuntamiento. Se escucharon vítores al rey y el sonido de las campanas. Incluso las mujeres salieron a las calles para ayudar a los heridos, sin importar de qué bando fueran.
Con los restos de su caballería, Miller evacuó la ciudad hacia Uchumayo. Fue perseguido por los granaderos de la guardia de Ferraz. Al cruzar el puente de Uchumayo, Miller vio que solo 100 jinetes realistas lo seguían. De ellos, solo 39 estaban bien formados.
Aprovechando esta ventaja numérica, Miller ordenó a los dragones de Chile cargar. Sin embargo, este cuerpo no era conocido por su disciplina. Además, los soldados chilenos no sabían usar bien las lanzas. Cuando los granaderos realistas cargaron, los dragones chilenos fueron completamente derrotados y huyeron.
Miller escribió a Sucre: "Observando que los enemigos que nos perseguían desde Arequipa, no ascendían a 100 caballos (cuando más) y nuestras fuerzas llegaban hasta casi el doble en número, dispuse una carga de dos leguas de aquí. ... Nuestra tropa estaba bien formada y ocupaba una posición ventajosa. El enemigo tenía solamente un pelotón de 39 hombres formados... En este favorable momento dimos la carga pero tal era la cobardía de nuestros soldados que todos volvieron caras y huyeron con el mayor desorden de 39 enemigos..."
Miller estuvo a punto de ser capturado por los granaderos realistas. Algunos de ellos lo reconocieron y le pidieron que se rindiera. Pero Miller, que iba bien montado, logró escapar. Los realistas detuvieron la persecución debido al cansancio de sus caballos. Miller notó que no le dispararon con sus carabinas.
Las bajas independentistas fueron 52 muertos y 166 heridos o prisioneros. Entre los prisioneros estaba el comandante Castañón, de los Dragones de Chile. Los realistas capturaron 142 caballos, 98 carabinas, 120 cartucheras, más de 100 sables, 60 lanzas y tres clarines. No se sabe el número exacto de bajas realistas.
¿Qué pasó después del Combate de Arequipa?
Miller, junto a un pequeño grupo de oficiales y soldados, llegó a Quilca. Desde allí, viajó a Lima vía Camaná.
Los generales Sucre, Lara y Alvarado se embarcaron en Quilca con el resto de la infantería. El ejército real, al mando del virrey, ocupó Arequipa el 10 de octubre. El 16 de octubre, el general Olañeta venció a las fuerzas patriotas del comandante José Miguel Lanza en el Alto Perú. Capturó a 500 hombres y 31 oficiales, además de mucho equipo y armas. Al finalizar 1823, las tropas realistas estaban nuevamente en una posición de victoria.
Un hallazgo histórico en Arequipa
En 1865, durante la revolución del general Mariano Ignacio Prado en Arequipa, se hizo un descubrimiento. Un grupo de trabajadores que excavaban en el Hospital de San Juan de Dios encontró los restos de 12 soldados patriotas. Estos soldados habían caído en el combate del 8 de octubre de 1823. Sus restos fueron trasladados con gran ceremonia al cementerio por la gente de Arequipa.