Teatro medieval español para niños
El teatro medieval español se refiere a las obras y prácticas teatrales que existieron en los reinos de la Península ibérica durante la Edad Media, antes de que se formara España. Aunque hay pocas obras escritas en idioma castellano de ese tiempo, como el Auto de los Reyes Magos (finales del siglo XII) y algunos poemas dramáticos de Gómez Manrique (siglo XV), existen más ejemplos de teatro en idioma catalán y en el Reino de Aragón.
Es importante saber que en la Edad Media, la idea de teatro era diferente a la que tenían los griegos y romanos. La forma de teatro que conocemos hoy, con actores representando un texto, volvió a ser común al final de la Edad Media y en el Renacimiento. Por eso, algunos expertos prefieren hablar de "teatralidad medieval" para describir las diferentes formas de espectáculos y representaciones de esa época.
En los reinos de la península, el teatro medieval surgió de las ceremonias religiosas cristianas, especialmente de la misa. Aunque no hay documentos directos que expliquen cómo el clero (sacerdotes y religiosos) ayudó a que el teatro evolucionara, sí hay pruebas indirectas. Por ejemplo, las Siete Partidas del rey Alfonso X de Castilla mencionan que los clérigos no debían participar en espectáculos que buscaran la burla, pero sí podían hacer representaciones sobre el nacimiento de Jesucristo.
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Contenido
El drama litúrgico: ¿Cómo nació el teatro en la iglesia?

Dentro de la misa, surgieron los llamados tropos. Eran textos cortos cantados en forma de diálogo, que se añadían a cantos como el Aleluya. Con el tiempo, estos tropos se acompañaron de música en fiestas importantes como la Pascua y la Navidad. Se cree que los tropos aparecieron en el siglo IX en Suiza y se extendieron por toda Europa.
Los tropos fueron el inicio del drama litúrgico. De solo cantar el texto, se pasó a hacer pequeñas representaciones alrededor del altar. Los mismos sacerdotes y ayudantes de la misa eran quienes actuaban, usando incluso los objetos de la ceremonia. Estas representaciones tenían un carácter sagrado y buscaban enseñar y dar un buen ejemplo a los asistentes.
Las primeras obras de este tipo de las que tenemos información son el Quem quaeritis? o Visitatio sepulchri. Estas obras se relacionaban con las celebraciones de Semana Santa y representaban la visita de María Magdalena y otras mujeres a la tumba de Jesús, donde descubren que ha resucitado. El Quem quaeritis? se extendió por Europa occidental en los siglos siglo X y siglo XI. En la península ibérica, la primera mención de este drama litúrgico se encuentra en unos libros de finales del siglo XI del monasterio de Santo Domingo de Silos.
Además del Quem quaeritis?, otros dramas litúrgicos de la época eran:
- El Officium pastorum: Representaba la adoración de los pastores al niño Jesús y es la obra más antigua relacionada con la Navidad.
- El Ordo stellae: Trataba sobre la visita de los Reyes Magos o Epifanía.
- El Ordo prophetarum: Los profetas del Antiguo Testamento anunciaban la llegada de Jesucristo. A veces se incluían personajes como Virgilio y la Sibila.
- La Depositio: Dramatizaba el momento en que el cuerpo de Jesús es puesto en el sepulcro el Viernes Santo.
Según el experto Alan Deyermond, estos dramas litúrgicos en idioma latín eran comunes en Cataluña, pero no hay mucha información sobre su desarrollo en Castilla. En otros reinos de la península, hay algunos restos, como un Quem quaeritis de Santiago de Compostela y un Officium pastorum de Coímbra. La presencia de estas obras en Cataluña se debe a la influencia de Francia. En Castilla, su escaso desarrollo podría deberse a la influencia de los monjes cluniacenses, quienes no parecían interesados en el teatro.
Una obra que sí fue muy popular en toda la península fue el Cantus sybillae o Iudicium signum. Esta obra, que se separó del Ordo prophetarum, profetizaba la llegada del Juicio Final. Se representó mucho en los territorios de idioma catalán, como Barcelona y Valencia, y también en Castilla, en ciudades como Toledo y Córdoba.
El Auto de los Reyes Magos: La obra más antigua en castellano
El Auto de los Reyes Magos es el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua romance de la península ibérica. Es la única obra dramática en idioma castellano anterior al siglo XV. También es el único Ordo stellae (obra sobre los Reyes Magos) que se conserva de toda la península.
Se cree que fue escrito a finales del siglo XII por un autor de Toledo. El texto está en un castellano con influencias de otras lenguas, como el romance mozárabe y el idioma gascón. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuál fue la influencia principal.
El texto que se conserva tiene 147 versos que cuentan cómo Gaspar, Melchor y Baltasar siguen la estrella que los lleva a Belén y cómo hablan con el rey Herodes. Esta obra se representaba en la Catedral de Toledo (donde se encontró el manuscrito) durante la Navidad.
Otros ejemplos de obras religiosas de la Edad Media y principios del Renacimiento relacionadas con la Navidad son la Representación del Nacimiento de Nuestro Señor (1476) de Gómez Manrique y el Auto de la huida a Egipto (hacia 1500).
El drama religioso: El teatro sale de la iglesia
A partir del siglo XIII y sobre todo en el siglo XIV, surgieron nuevas formas de teatro religioso, diferentes del drama litúrgico. El drama religioso se separó de la misa. A medida que las obras se hacían más largas, con más elementos populares y movimientos, se trasladaron del altar a otras partes de la iglesia, luego al atrio (la entrada) y, finalmente, al exterior.
Este nuevo tipo de teatro surgió porque la Iglesia quería difundir más sus enseñanzas. Esto se relaciona con la aparición de nuevas órdenes religiosas, como los franciscanos y los dominicos. Por eso, en estas nuevas obras se usaba principalmente la lengua romance (el idioma del pueblo), a diferencia de los dramas litúrgicos que combinaban latín y romance.
Muchas veces, estas representaciones eran impulsadas por las autoridades civiles de los municipios, aunque el tema seguía siendo religioso. En estos casos, se representaban en las calles y plazas. También había dramas religiosos dentro de los templos. En ambos casos, eran obras más elaboradas que el drama litúrgico, más largas y con actores contratados por la iglesia o el municipio.
Tanto en las representaciones en la ciudad como en la iglesia, el espectáculo solía tener lugar en unos espacios llamados mansiones. Eran como plataformas decoradas con elementos de escenario. Las dos mansiones más comunes representaban el cielo y el infierno. En las representaciones dentro de los templos, se usaban máquinas teatrales que permitían que los personajes volaran o se elevaran. Una de las máquinas más usadas era la nube, una estructura de madera esférica que colgaba de una cuerda y se abría para mostrar a un personaje, generalmente un ángel. Una de las nubes más famosas es la magrana (granada en valenciano) del Misterio de Elche.

Ejemplos de dramas religiosos son los llamados misterios. El más famoso es el Misterio de Elche, que se celebra desde el siglo XV en Elche, al sur del Reino de Valencia. Otro tipo de representación muy exitosa en la península fueron las obras relacionadas con la fiesta del Corpus Christi. En las procesiones del Corpus, salían unos escenarios móviles parecidos a las mansiones, llamados rocas. Sobre ellos se representaban escenas religiosas mientras se movían por las calles de la ciudad. Estas representaciones fueron el origen de los autos sacramentales del siglo XVI.
En el siglo XV, y dentro del drama religioso, volvemos a encontrar textos teatrales conservados en castellano. Uno de ellos es el Auto de la pasión, atribuido a Alonso del Campo, capellán de la Catedral de Toledo, escrito entre 1486 y 1499. Otros textos castellanos conocidos son la Representación del nacimiento de Nuestro Señor, de Gómez Manrique, y el anónimo Auto de la huida a Egipto.
El teatro cortesano: Diversión en los palacios
Los ambientes de la nobleza y los palacios reales fueron otro lugar importante donde se desarrolló el teatro medieval. Los espectáculos y diversiones de la nobleza, que estaba en la cima de la sociedad, poco a poco se hicieron más teatrales, dando lugar al teatro cortesano. Este tipo de teatro sería muy importante en los siglos siguientes.
En los palacios de reyes y nobles al final de la Edad Media, casi todo se convertía en un espectáculo. Para diferentes eventos, se organizaban desfiles, danzas, juegos y torneos. En estos eventos, se daba mucha importancia a los efectos visuales, la música y el vestuario.
El espectáculo teatral más característico de los ambientes cortesanos de finales de la Edad Media era el momo. En los momos participaba toda la corte, desde el rey hasta los sirvientes. Solían celebrarse dentro de una fiesta más grande: después de los torneos del día, se organizaba un momo tras la cena en la sala del palacio. Los momos incluían música, danza, disfraces y ropa especial, y a menudo se recitaban textos poéticos en forma de diálogo. Solían terminar con un baile entre el ganador de los torneos y la dama principal.
Las referencias a los momos se hicieron comunes a mediados del siglo XV. Algunos de los pocos textos de este tipo que se conservan son los Momos al nacimiento de un sobrino suyo y los Momos en la mayoría de edad del príncipe Alfonso, ambos de Gómez Manrique.
Otro tipo de representaciones en la corte eran las que se organizaban para coronaciones, matrimonios u otros eventos importantes de los reyes. Una de las mejor conocidas es la que tuvo lugar en la coronación de Fernando de Antequera como rey de los territorios de la Corona de Aragón en Zaragoza en 1414. Tenemos una descripción completa de este espectáculo gracias a la Crónica de Juan II de Álvar García de Santa María. Fue una representación alegórica donde aparecían las virtudes y los vicios, que comenzaba con un ángel y terminaba con una figura de la muerte. Aunque no se sabe con seguridad quién la escribió, se atribuye a Enrique de Villena. La crónica no incluye el texto completo, solo un fragmento recitado por el ángel, traducido al castellano, pues se cree que el texto original estaba en idioma catalán.
Como se ve en el ejemplo de esa fiesta de coronación, a menudo no había una separación clara entre el teatro cortesano y el drama religioso. Las representaciones de tipo religioso también eran comunes en los ambientes de la corte medieval.
El teatro universitario: Aprendiendo con obras clásicas
En la Edad Media, se perdió el conocimiento sobre cómo se representaba el teatro griego y romano. Aunque algunos textos dramáticos clásicos sobrevivieron a la caída del Imperio Romano, no se sabía bien qué eran ni cómo se actuaban. Por ejemplo, en el siglo VII, el sabio Isidoro de Sevilla creía que en los antiguos teatros griegos y romanos, los autores leían sus comedias y tragedias mientras unos mimos bailaban e imitaban lo que se leía. También se sabe que Averroes, al traducir las obras de Aristóteles al árabe, no supo interpretar los términos comedia y tragedia en la Poética, y pensó que las tragedias eran alabanzas y las comedias, burlas.
A pesar de esto, algunos textos dramáticos clásicos se siguieron copiando en los scriptorium de los monasterios medievales. Más tarde, se estudiaron y comentaron en los estudios generales y luego en las universidades. En particular, Terencio fue el autor de comedias latinas más presente en la Edad Media. Sus obras se usaban como libros de texto en las clases de retórica y gramática latina. Además, a veces los estudiantes debían escribir textos en forma de diálogo como ejercicio. Así, en las universidades medievales surgió una tradición de comedias en latín siguiendo el estilo de Terencio, conocidas como comedias elegíacas. Generalmente, estas obras estaban pensadas para ser leídas, no actuadas, ya que se había perdido la idea de cómo se representaban los textos latinos.
Aunque las comedias elegíacas se escribían principalmente en latín, esta tradición influyó en la creación de la obra maestra del teatro universitario español de finales de la Edad Media, La Celestina. Su autor, Fernando de Rojas, estudió en la Universidad de Salamanca, donde conoció esta tradición. Otra influencia teatral importante en La Celestina fue la de la comedia humanística que venía de la Italia del Humanismo.
La transición hacia el Renacimiento: Nuevos aires en el teatro
En las últimas décadas del siglo XV, aparecieron en el teatro castellano autores que marcaron el paso de las formas medievales a lo que sería el teatro del Renacimiento y, más tarde, el teatro de los Siglos de Oro. Estos autores fueron Juan del Encina y Lucas Fernández.
Véase también
- Teatro medieval
- Historia medieval de España