Álvar García de Santa María para niños
Datos para niños Álvar García de Santa María |
||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento | c. años 1370juliano Burgos (España) |
|
Fallecimiento | 21 de marzo de 1460jul. Burgos (España) |
|
Sepultura | Burgos | |
Religión | Judaísmo y cristianismo | |
Familia | ||
Padre | Simón ha-Levi | |
Cónyuge | Marina Méndez (1400-1439) | |
Hijos | Beatriz García de Santa María | |
Información profesional | ||
Ocupación | Consejero real, regidor, cronista e historiador | |
Obras notables | Crónica de Juan II | |
Álvar García de Santa María (Burgos, entre 1370 y 1373 - 21 de marzo de 1460) fue un importante personaje en la historia de Castilla. Se desempeñó como cronista, consejero real, regidor y escribano de cámara. Provenía de una familia de origen judío.
Con solo veintidós años, el rey Fernando I de Aragón lo nombró consejero real y cronista del reino de Castilla. Su trabajo fue muy valioso en la literatura de la Edad Media, especialmente por su participación en la Crónica de Juan II de Castilla. Esta obra es considerada una de las historias más detalladas e importantes de su época.
Contenido
¿Quién fue Álvar García de Santa María?
Álvar García de Santa María nació en Burgos. Su padre, Simeón ha-Levi, era recaudador de impuestos. No se tienen muchos detalles sobre su infancia. Su hermano mayor, Pablo García de Santa María, quien era un rabino importante, lo guio para que se convirtiera a la religión cristiana alrededor del año 1390. Su hermano y él mantuvieron una relación muy cercana.
También tuvo una relación estrecha con sus sobrinos, que eran de edad similar a él. Entre ellos estaban Gonzalo de Santa María, quien fue obispo en varias ciudades, y Alfonso de Cartagena, que llegó a ser obispo de Burgos. Su sobrina nieta, Teresa de Cartagena, fue una monja y escritora destacada.
Su vida familiar y profesional
En el año 1400, Álvar se casó con Marina Méndez. No tuvieron hijos juntos, pero Álvar tuvo una hija llamada Beatriz, a quien reconoció legalmente.
En 1403, su hermano Pablo fue nombrado obispo de Cartagena. Álvar comenzó a ayudarle con la administración de este obispado.
En 1407, Álvar acompañó a Fernando I de Aragón en sus campañas militares por Andalucía. Al año siguiente, Fernando lo nombró escribano de la corte real.
En 1410, Álvar participó en la importante toma de Antequera junto a Fernando I. Esta victoria fue muy importante para Fernando y ayudó a Álvar a convertirse en cronista oficial del rey.
En 1411, fue nombrado regidor de Burgos, un cargo que ocupó por más de cuarenta años. En 1412, Fernando se convirtió en rey de Aragón. Álvar tuvo la oportunidad de trabajar en el gobierno de Castilla, encargándose del registro de la Cancillería. Más tarde, también se ocupó de asegurar los suministros para las tropas en la frontera.
En 1416, volvió a administrar el obispado de Burgos para su hermano Pablo. Su situación económica mejoró mucho, comprando tierras y propiedades. También recibía ingresos de una cofradía. Cuando Alfonso V de Aragón, hijo de Fernando de Antequera, subió al trono de Aragón, hubo cambios políticos. Álvar fue nombrado contador del infante Juan II de Aragón y se dedicó a proteger sus intereses.
En 1425, Álvar estuvo en Zaragoza con Alfonso V para discutir un plan para liberar a su hermano Enrique, quien estaba retenido. El 3 de septiembre de 1425, se llegó a un acuerdo conocido como el Tratado de Torre de Arciel, que ayudó a mejorar las relaciones entre los hermanos.
También fue testigo de eventos importantes en Alcántara en 1431, donde se puso fin a la resistencia armada de los infantes.
Álvar vivió muchas experiencias junto a la corona de Aragón, las cuales le sirvieron para escribir la Crónica. La escritura de esta obra se interrumpió en 1435, año en que falleció su hermano Pablo. Se alejó de la política por un tiempo. Su esposa murió a principios de 1439.
A partir de 1440, volvió a participar en los asuntos de la corona, apoyando a Juan II de Aragón.
El 24 de mayo de 1457, Álvar hizo su testamento, pidiendo ser enterrado en el monasterio de San Juan de Burgos. Falleció el 21 de marzo de 1460.
La Crónica de Juan II de Castilla: Una obra clave
Don Álvar García fue elegido por el regente Fernando I de Aragón para continuar las crónicas reales. Estas crónicas se habían detenido en 1395, cuando Pedro López de Ayala dejó su trabajo como cronista.
El historiador Fernando Gómez Redondo explica que la crónica, que seguía la tradición de Alfonso X el Sabio, se convirtió en manos de Álvar en un relato muy detallado de la vida en la corte y las campañas militares. Era un registro minucioso de datos, noticias, documentos y eventos que el cronista pudo reunir gracias a su importante posición social.
Para retomar la crónica, Álvar tuvo acceso a materiales adicionales como cuadernos, cartas y notas. Sin embargo, estudios posteriores sugieren que la crónica fue modificada por varios autores.
En 1517, la obra se imprimió en Logroño con un prólogo de Lorenzo Galíndez de Carvajal. En este prólogo, Galíndez explicó que la obra había sufrido grandes cambios debido a los materiales que le habían llegado.
¿Quién escribió cada parte de la Crónica?
Lorenzo Galíndez de Carvajal hizo lo posible por organizar la obra y la dividió en partes:
- Primera parte (1406-1420): Galíndez atribuye esta parte a Álvar. Aquí, Álvar se enfoca en registrar los hechos militares y políticos del regente Fernando I de Antequera.
- Segunda parte (1420-1435): En esta sección, el personaje principal es don Álvaro de la Luna, cuya presencia incluso supera la del rey. Algunos historiadores creen que Juan de Mena pudo haber escrito esta parte, ya que él escribió mucho sobre don Álvaro de la Luna.
- Desde 1435 en adelante: Galíndez encontró otras redacciones, pero ninguna le sirvió como base para la verdadera crónica. La autoría de la obra ha sido un tema de debate entre historiadores y filólogos desde mediados del siglo XX.
Varios estudiosos han discutido la autenticidad del texto original. Algunos, como Inez Macdonald (1941), Sánchez Alonso (1947) y Francisco Cantera Burgos (1952), señalaron que el texto no era completamente original. Sin embargo, Juan de Mata Carriazo (1952) propuso restaurar el texto completo del cronista real. Por otro lado, Lore Terracini (1961) sugirió que Fernán Pérez de Guzmán u otro historiador pudo haber sido el responsable de las modificaciones.
¿Dónde están los manuscritos originales?
De la primera parte de la crónica (1406-1420), se conservan tres copias de un manuscrito original que se perdió. Dos de estas copias están en España: una en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla y otra en la Real Academia de la Historia en Madrid. La tercera copia se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia en París.
De la segunda parte (1420-1434), existe un manuscrito original y una copia. El original está en la Biblioteca del Monasterio de El Escorial y la copia en la Biblioteca Nacional de España; ambos se encuentran en la Comunidad de Madrid.