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Sitio de Oviedo (1936) para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Sitio de Oviedo
Guerra civil española
Parte de guerra civil española
Cercodeoviedo2.jpg
Asedio de Oviedo desde San Esteban
Fecha 19 de julio - 17 de octubre de 1936
Lugar Oviedo, Asturias
Coordenadas 43°21′36″N 5°50′42″O / 43.36, -5.845
Resultado Victoria de las fuerzas sublevadas
Beligerantes
Bandera de España República Española
Red star.svgMilicias Antifascistas Obreras y Campesinas
Flag of the Bando Nacional (1936–1938).svg Fuerzas sublevadas
Flag of Traditionalist Requetes.svg Tercios de Requetés
Comandantes
Isidro Liarte Lausín  Rendición
Alfonso Ros  
Francisco Martínez Dutor
Javier Linares Aranzabe
Antonio Aranda Mata
Gerardo Caballero
Eduardo Recas
Fuerzas en combate
Milicias mineras
• 10.000 milicianos
• Numerosa artillería
Guarnición de Oviedo
• 2.500 efectivos Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Covadonga
• 1.100 efectivos (según las crónicas)
Bajas
2.000-5.000 muertos,
heridos o prisioneros
Los defensores perdieron el 81% de sus efectivos (se estima que 2300 en los combates y 400 por enfermedad); 2.000 civiles murieron a causa de los bombardeos y de la enfermedad de tifus provocada por la falta de higiene adecuada (al no tener suministro de agua)

El sitio de Oviedo fue un importante evento militar que ocurrió en la ciudad de Oviedo durante los primeros meses de la guerra civil española. En este conflicto, las fuerzas que apoyaban al gobierno de la República se enfrentaron a un grupo de militares que se había levantado en armas, conocidos como las fuerzas sublevadas.

Cuando comenzó el conflicto en julio de 1936, muchas ciudades de España vivieron levantamientos militares. En Oviedo, el coronel Antonio Aranda, jefe de la guarnición militar, decidió unirse a las fuerzas sublevadas. Esto hizo que la ciudad quedara rodeada por las milicias de mineros y obreros que se mantuvieron leales al gobierno. A pesar de los fuertes ataques y bombardeos, Oviedo resistió durante varios meses. Finalmente, el 17 de octubre de 1936, otras fuerzas sublevadas que venían de Galicia lograron llegar y romper el cerco que mantenía a la ciudad aislada.

¿Qué pasó antes del sitio de Oviedo?

La situación militar en Asturias

Asturias, y especialmente Oviedo, habían sido escenario de conflictos en 1934. Por ello, el gobierno había reforzado las tropas en la región. Se creó una comandancia militar en Asturias y se organizó una Brigada Mixta de Montaña. Esta brigada incluía regimientos de infantería en Oviedo y Gijón, y un grupo de artillería en Oviedo.

También había fuerzas de seguridad como la Guardia Civil, la Guardia de Asalto y los Carabineros. Hacia julio de 1936, los militares que planeaban el levantamiento en Oviedo contaban con unos 660 soldados, ocho piezas de artillería y un gran número de guardias civiles, guardias de asalto y carabineros. También tenían muchas armas y municiones.

El coronel Antonio Aranda estaba al mando de estas fuerzas. Aunque era un militar respetado, algunos republicanos desconfiaban de él porque había participado en el control de la situación en Asturias en 1934. Aranda estaba involucrado en el plan militar contra el gobierno. Contaba con el apoyo de otros coroneles y del comandante de la Guardia Civil en Asturias. Sin embargo, no tenía el apoyo del jefe de la Guardia de Asalto ni del jefe de los Carabineros.

Los días previos al levantamiento

La noche del 17 de julio, al saberse del levantamiento militar en Marruecos, los sindicatos y grupos obreros en Asturias empezaron a prepararse. Al principio, los que planeaban el levantamiento en Oviedo no creían que fuera posible tener éxito allí.

Aranda, para ganar tiempo, se declaró leal al gobierno. Convenció al gobernador civil de Oviedo, Isidro Liarte Lausín, y a los líderes sindicales de que la situación en Asturias estaba tranquila. Incluso se ofreció a dar armas a los trabajadores. Las autoridades locales le creyeron y permitieron que 4.000 mineros y obreros se organizaran para ir a otras partes de España. Aranda les entregó 200 mosquetones.

Pero, en secreto, Aranda ordenó a la Guardia Civil y la Guardia de Asalto que se reunieran en Oviedo. La noche del 18 de julio, Aranda se reunió con otro coronel en Gijón para finalizar los planes del levantamiento. Acordaron que el estado de guerra se declararía al mismo tiempo en Gijón y Oviedo.

El levantamiento en Oviedo

Archivo:Campus de El Milán, Universidad de Oviedo
Antiguo cuartel del Regimiento de Infantería «Milán».

El 19 de julio, los militares continuaron con sus preparativos. Por la mañana, dos grupos de mineros salieron de Oviedo, pensando que la ciudad estaba segura. Aranda no entregó más armas a la población ese día, con varias excusas. La situación en España era incierta, con levantamientos en varias ciudades importantes.

Después de hablar con el general Mola, quien dirigía el plan, Aranda declaró el estado de guerra a las 5 de la tarde. Contó con el apoyo de las fuerzas militares bajo su mando, la Guardia Civil y grupos de Falange. Luego, llamó al coronel de Gijón para que se uniera al levantamiento. También intentó convencer al director de la Fábrica de Armas de Trubia, pero este no se unió, dejando la fábrica en manos del gobierno. Desde Radio Asturias, se anunció que el levantamiento buscaba restaurar el orden.

Aranda tomó el control de los edificios principales de la ciudad. Los obreros que esperaban armas en Oviedo fueron atacados por las fuerzas sublevadas. El gobierno civil resistió hasta la noche, cuando se rindió. El cuartel de la Guardia de Asalto no se unió al levantamiento. Aranda ordenó que fuera tomado por la fuerza. El comandante Alfonso Ros y sus hombres resistieron hasta la mañana del 20 de julio, cuando se rindieron. Fueron llevados a un muro del cuartel y perdieron la vida.

Muchos partidarios del gobierno en Oviedo fueron sorprendidos y capturados. El gobernador civil, Liarte Lausín, también fue hecho prisionero. Así, Aranda tomó el control de Oviedo. Sin embargo, en el resto de Asturias, solo Gijón se unió al levantamiento. Para el 21 de julio, Oviedo estaba aislada dentro del territorio controlado por el gobierno.

El comienzo del sitio

La situación al inicio

Las milicias de Oviedo estaban dirigidas por el socialista Francisco Martínez Dutor. Sus fuerzas, que habían regresado de una expedición fallida a León, tenían artillería de la Fábrica de armas de Trubia. Como el gobierno no tenía unidades militares regulares, sus fuerzas eran principalmente milicias de partidos y sindicatos.

Las fuerzas del gobierno comenzaron a rodear Oviedo el 20 de julio. Al mismo tiempo, también sitiaban a las fuerzas sublevadas en Gijón. La resistencia en Gijón duró hasta el 21 de agosto. Esto impidió que las fuerzas del gobierno se concentraran completamente en Oviedo. La resistencia en Gijón, aunque pequeña, mantuvo ocupadas a muchas milicias del gobierno, lo que dio tiempo a Aranda para organizar la defensa de Oviedo.

Una vez que terminaron las operaciones en Gijón, las fuerzas del gobierno pudieron reforzar el sitio de Oviedo. La mayoría de los atacantes eran mineros. Sin embargo, las fuerzas que rodeaban Oviedo tenían problemas: les faltaba experiencia militar y entrenamiento. Además, una columna de ayuda de Galicia avanzaba hacia Oviedo. Las operaciones en Gijón habían impedido que las fuerzas del gobierno tuvieran suficientes efectivos para detener este avance.

El terreno alrededor de Oviedo tampoco facilitaba el ataque. Aranda se había asegurado de ocupar las zonas elevadas para fortalecer la defensa de la ciudad. Dentro de Oviedo, las fuerzas de Aranda tenían entre 700 y 1000 personas detenidas. Se ejerció un fuerte control sobre quienes eran considerados opositores. Aranda permitió que grupos salieran a buscar personas para detener, y a menudo se encontraban cuerpos en las calles al día siguiente. Las fuerzas sublevadas incluso usaron a algunos prisioneros para protegerse.

Los atacantes aumentan la presión

Dos importantes líderes sindicales, Otero y Higinio Carrocera, tomaron la dirección de las operaciones en Oviedo. Más tarde, el teniente coronel Javier Linares Aranzabe fue nombrado jefe del sector de Oviedo y dirigió los ataques. Los atacantes cortaron el suministro de agua desde el principio. Sin embargo, las fuerzas sublevadas usaron el embalse de la ciudad como un punto fuerte de defensa y racionaron el agua. Pero esta agua no podía usarse para la higiene. Oviedo era un centro importante, por lo que la guarnición y la población tenían muchas reservas de alimentos.

Hasta el 4 de septiembre no hubo combates importantes. Ese día, los atacantes lanzaron un fuerte bombardeo aéreo y de artillería contra las posiciones sublevadas. Cerca de 1500 bombas y proyectiles cayeron sobre Oviedo, interrumpiendo el gas, la electricidad y el teléfono, dejando la ciudad a oscuras. Cuatro días después, con apoyo de artillería y aviación, las milicias del gobierno intentaron tomar un puesto avanzado. Los defensores usaron artillería como cañones antiaéreos y contaron con el apoyo de tres tanques Trubia A-4. El "Trubia" era una versión española de un tanque francés que había sido usado en conflictos anteriores. A pesar del fuerte apoyo de artillería y aéreo, los atacantes fueron rechazados después de 12 horas de batalla.

El bombardeo causó muchas pérdidas entre los civiles. Sin embargo, hubo más fallecimientos debido a la falta de agua para la higiene. Muchas personas que apoyaban al gobierno terminaron uniéndose a las fuerzas sublevadas en Oviedo porque algún familiar había resultado herido o fallecido por los bombardeos. Aunque seguía habiendo muchos partidarios del gobierno en la ciudad, los defensores tenían la ventaja de que una parte de los habitantes eran neutrales. La presión sobre Oviedo aumentó en septiembre. La falta de agua para la higiene provocó una enfermedad llamada tifus, que causó muchas muertes, especialmente entre los más débiles, ancianos y jóvenes.

El asalto final y la liberación

El 4 de octubre, las milicias del gobierno lanzaron una gran ofensiva. Tenían prisa por tomar la ciudad, ya que las unidades del Ejército de África habían reforzado la columna de ayuda que avanzaba desde Galicia. Aunque las milicias del gobierno habían aumentado la presión y retrasado el avance de la columna de ayuda por dos semanas, esta ya estaba a solo 24 kilómetros de Oviedo. La columna de ayuda tenía unos 19.000 efectivos y había sido reforzada con unidades especiales.

Aranda ya había perdido a la mitad de sus defensores. Los atacantes, al tomar una de las alturas que dominaban la ciudad, habían superado una parte clave de la defensa. Los combates duraron una semana, y los sublevados fueron perdiendo sus puntos fuertes. Aranda ordenó a sus tropas que abandonaran el perímetro defensivo y se retiraran al interior de la ciudad. Para entonces, sus fuerzas habían usado casi el 90% de sus municiones. La munición de ametralladora también se había agotado, y los defensores tuvieron que luchar cuerpo a cuerpo. Hubo una intensa lucha casa por casa. Cuando los defensores estaban casi sin munición, varios pilotos sublevados lograron lanzarles 30.000 cartuchos de munición diversa.

Archivo:Cercodeoviedo
Búnker situado en los alrededores de Oviedo, levantado durante el sitio a la ciudad.

A Aranda solo le quedaban 500 defensores, por lo que retiró a sus fuerzas al centro de la ciudad para una última resistencia. Las milicias del gobierno habían capturado la última central eléctrica de Oviedo, dejando a toda la ciudad sin luz ni energía. Aranda se retiró a un cuartel en el centro de la ciudad y, con una radio alimentada por una batería de coche, animó a los defensores a "luchar como españoles hasta el final". Se envió un mensaje a la columna gallega diciendo que las fuerzas defensoras estaban casi sin municiones, pero que lucharían hasta el final.

Las milicias del gobierno habían sufrido muchas pérdidas. Además, sus reservas de munición estaban casi agotadas, aunque seguían avanzando y ya habían entrado en el centro de Oviedo. Los sitiados, sin alimentos ni electricidad, estaban cerca del colapso. Pero justo en ese momento, el 17 de octubre, la columna de ayuda de Galicia logró unirse a los sitiados y levantar el sitio de Oviedo. Las milicias del gobierno, que se habían quedado sin municiones, detuvieron el asalto y regresaron a sus posiciones iniciales.

¿Qué pasó después del sitio?

Las fuerzas sublevadas lograron establecer un pequeño paso que conectaba Oviedo con el resto de su territorio. El peligro inmediato sobre Oviedo había terminado, aunque la ciudad siguió siendo rodeada por las fuerzas del gobierno durante varios meses más, hasta el final del conflicto en el Norte. La ciudad sufrió varios ataques más, pero no tuvieron éxito. Esta victoria le dio a Aranda mucha fama. Continuó al mando del sector de Oviedo durante un año más y participó en muchas otras batallas.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Siege of Oviedo Facts for Kids

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Sitio de Oviedo (1936) para Niños. Enciclopedia Kiddle.