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Ostsiedlung para niños

Enciclopedia para niños

La Ostsiedlung (que significa "Asentamiento Oriental" en alemán) es el nombre que se le da a un gran movimiento de personas de habla alemana hacia el centro y este de Europa. Este proceso comenzó alrededor del siglo XII y continuó hasta el siglo XV, con algunos momentos en los siglos XVI y XVIII. Las áreas donde se establecieron muchos de estos colonos se conocen como Germania Slavica.

La Ostsiedlung no fue solo un movimiento de personas, sino que también transformó cómo se organizaban los asentamientos y las sociedades en esas regiones. Abarcó muchas zonas que hoy son parte de países como Alemania (al este de los ríos Saale y Elba), Austria (Baja Austria y Estiria), Livonia, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría y Transilvania en Rumania.

Desde los años 80, los historiadores ven la Ostsiedlung como parte de un desarrollo social y civil más amplio, llamado "Consolidación de las Tierras de la Alta Edad Media". Fue un proceso en toda Europa donde las sociedades mejoraron en aspectos como la cultura, la religión, las leyes, la administración, el comercio y la agricultura.

La mayoría de los colonos se trasladaron por su cuenta, en diferentes etapas y por distintas rutas. A menudo, los príncipes y señores locales los invitaban a establecerse. A veces, se animaba a las poblaciones locales a trasladarse para dar espacio a los nuevos colonos.

Pequeños grupos de emigrantes se movieron hacia el este por primera vez en la Alta Edad Media. A mediados del siglo XII, comenzaron los primeros grandes movimientos de colonos, incluyendo académicos, monjes, misioneros y artesanos. Las acciones militares de los emperadores otones y salios en los siglos XI y XII no se consideran parte de la Ostsiedlung, ya que no llevaron a asentamientos importantes al este de los ríos Elba y Saale. La Ostsiedlung se considera un evento puramente medieval, que terminó a principios del siglo XIV. Los cambios en las leyes, la cultura, el idioma, la religión y la economía que trajo este movimiento tuvieron un gran impacto en la historia de Europa Central Oriental hasta el siglo XX.

En el siglo XX, algunas ideas sobre la Ostsiedlung fueron usadas de forma incorrecta para justificar ciertas reclamaciones territoriales y para sugerir una supuesta superioridad de algunos pueblos sobre otros. Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando Alemania y Austria perdieron territorios en el este, muchos alemanes que vivían allí se convirtieron en ciudadanos de otros países.

Durante y después de la Segunda Guerra Mundial (1944-1950), muchas personas de origen alemán fueron trasladadas a Alemania. Su idioma y cultura se perdieron en la mayoría de las áreas donde se habían asentado durante la Ostsiedlung, excepto en partes del este de Austria y, sobre todo, en el este de Alemania.

Inicios de la Ostsiedlung

Aunque los pueblos germánicos habían formado estados después de la caída del Imperio romano de Occidente y se habían unido al Imperio carolingio a principios del siglo VIII, al este del río Elba vivían pueblos eslavos que se organizaban en tribus, conocidos como "wendos" o "sorabos". La evangelización cristiana había llegado a otros pueblos eslavos que sí formaron estados, como los polacos o los bohemios, pero no estaba extendida por toda Europa Oriental.

Desde que el Imperio carolingio se dividió en el siglo IX, sus sucesores en la parte oriental, liderados por Luis el Germánico, buscaron expandirse hacia las tierras al este del río Elba. Estas tierras estaban habitadas por pueblos eslavos tribales como los wendos y sorabos. La expansión de los monarcas alemanes hacia estos pueblos tuvo éxito al principio, incorporando Mecklemburgo y Brandeburgo a la colonización alemana. Poco después, el reino de Sajonia fue conquistado. Sin embargo, la difícil situación económica de la Alta Edad Media impidió una colonización rápida, limitándose a la migración de grupos y el asentamiento de alemanes entre los ríos Elba y Oder.

La población alemana creció durante la Baja Edad Media, cuando la división del Sacro Imperio Romano Germánico impulsó la economía y mejoró las condiciones de vida. Este crecimiento poblacional en los límites del antiguo Imperio carolingio hizo que la colonización de territorios orientales pareciera una solución a la presión sobre las tierras cultivables del oeste.

Esta situación estimuló movimientos de población desde Renania, Flandes y Sajonia hacia asentamientos entre los ríos Elba y Saale, así como a las regiones bálticas y de Polonia. Estas áreas estaban entonces pobladas por eslavos no cristianos y, en la región báltica, por pueblos bálticos. Estos movimientos fueron apoyados por la nobleza alemana, los reyes polacos, los duques y la Iglesia medieval.

Cruzadas en el Báltico

Los territorios al este del río Oder estaban habitados por diversos grupos étnicos, como wendos y prusianos, con una organización política menos desarrollada que la de los reinos alemanes. La monarquía polaca de los Piast vio que esta colonización alemana podía mejorar tierras poco explotadas y aumentar los ingresos de los gobernantes al establecer un sistema feudal con los colonos alemanes. La baja densidad de población en estas tierras animaba a los señores locales a invitar a emigrantes alemanes para cultivar la tierra y activar la economía en zonas poco atractivas.

El futuro Reino de Prusia tuvo sus inicios en los movimientos de población del siglo XII, resultado de las Cruzadas bálticas y la colonización de campesinos alemanes a lo largo de la costa sur del mar Báltico. Para impulsar la cristianización de estas costas, los caballeros teutónicos fueron invitados al norte de Polonia por el conde Conrado I de Mazovia. Después de varias campañas, derrotaron a las antiguas tribus prusianas a mediados del siglo XIII. Gracias a la gran cantidad de tierras obtenidas, la Orden Teutónica estableció colonos alemanes en estas regiones, organizándolos según los modelos feudales de Alemania, y formando un estado independiente del reino de Polonia.

Asentamientos en Polonia y el Báltico

Archivo:Poznan Braun Hohenberg
Mapa medieval (1618) de la actual Posnania (en alemán Posen), ciudad de colonos alemanes surgida mediante la Ostsiedlung.
Archivo:Gdansk sztych ok 1628
La ciudad de Danzig, de población mayormente alemana hasta 1945, en un grabado de 1628.

Los caballeros de la Orden Teutónica fueron vencidos por soldados polacos y lituanos en 1410 en la Batalla de Tannenberg. Esto puso fin a sus posibilidades de expansión a costa de Polonia, y en 1466 los territorios de la Orden se convirtieron en un feudo polaco. A pesar de esta victoria militar, las tierras de la costa sur del mar Báltico siguieron siendo habitadas principalmente por los descendientes de los colonos alemanes que habían llegado desde el siglo XII. Los reyes polacos establecieron su dominio político, pero no llevaron a cabo sus propios planes de colonización, aprovechando en cambio la actividad comercial e industrial de los colonos alemanes.

Ciudades como Danzig (hoy Gdansk), Kolberg (actual Kolobrzeg), Allenstein (hoy Olsztyn), Ratibor (hoy Raciborz), Elbing (actual Elblag), Marienwerder (hoy Kwidzyn), Stettin (actual Szczecin) y Königsberg (actual Kaliningrado) surgieron del asentamiento de colonos alemanes. Su organización como ciudades se basó en el Derecho de Magdeburgo, un conjunto de leyes de origen alemán que regulaban los derechos y deberes de los habitantes y la organización del municipio.

La complejidad de la legislación municipal alemana hizo que la élite polaca aceptara aplicar el Derecho de Magdeburgo para organizar ciudades en el Reino de Polonia. La influencia de estas normas llegó incluso a zonas de las actuales Lituania, Bielorrusia y Ucrania. Esto permitió a los colonos alemanes, dedicados principalmente al comercio y la artesanía, mantener su cultura a cambio de lealtad feudal a la corona polaca y luego al Reino de Prusia, creando centros urbanos con una fuerte presencia alemana.

La llegada de colonos alemanes se extendió más al norte de Prusia, abarcando las regiones de Curlandia y Livonia a partir del siglo XV. Esto dio origen a la importante comunidad de los alemanes del Báltico, que fueron súbditos de Suecia y Rusia, manteniendo su identidad cultural hasta el siglo XX.

A mediados del siglo XIV, el proceso de colonización se hizo más lento debido a la peste negra y terminó después de la derrota de los caballeros teutónicos en el siglo XV. Además, casi todas las tierras cultivables ya habían sido ocupadas por colonos alemanes, quienes incluso habían formado importantes ciudades portuarias en el sur del Báltico, como Danzig (actual Gdansk) y Königsberg (actualmente Kaliningrado). Los colonos alemanes también habían creado una sólida red de centros urbanos con conexiones comerciales que abarcaban la República de las Dos Naciones y se extendían a los principados de Moscovia y Kiev. Varios de estos puertos se integraron en la Liga Hanseática, como Riga y Reval (la actual Tallin).

Asentamientos en la República Checa

Archivo:PragerTagblatt-19140729-Morgenausgabe
Portada del "Prager Tagblatt", diario en idioma alemán publicado en Praga, anunciando la guerra de Austria contra Serbia el 29 de julio de 1914.

La falta de tierras disponibles en las costas del sur del Báltico, en Pomerania y en Silesia, hizo que los colonos alemanes se dirigieran más al sur, hacia los territorios de Bohemia y Moravia, gobernados por la monarquía austriaca de los Habsburgo.

El territorio al sur de los Sudetes había sido ocupado inicialmente por el reino checo de la Gran Moravia. Sin embargo, su debilidad militar llevó a que a mediados del siglo XI, Bohemia y Moravia (la actual República Checa) quedaran bajo el dominio de los reyes de Austria durante toda la Alta Edad Media. Cuando las opciones de colonización alemana en el Reino de Polonia se agotaron, desde el siglo XIII la monarquía austriaca impulsó la llegada de colonos alemanes a los antiguos territorios de la Gran Moravia, de manera similar a lo ocurrido en la orilla sur del Báltico.

Sin embargo, la colonización alemana en Bohemia y Moravia se centró desde el principio en la creación de centros urbanos o en el establecimiento en los ya existentes, y no solo en fundar asentamientos de campesinos. Esto se debía a que ya existía una gran población checa con una organización política y social tan avanzada como la de los colonos alemanes.

Aun así, los checos eran súbditos de Austria hasta 1918, lo que hizo inevitable la colonización masiva de tierras checas. Pronto, la burocracia, la educación superior, la administración y las actividades de comercio en Bohemia y Moravia fueron dominadas por colonos alemanes, favorecidos por el control político de Austria sobre el territorio checo.

La influencia alemana en Bohemia fue tan notable que la propia Universidad de Praga fue exclusivamente de lengua alemana hasta mediados del siglo XIX, aunque el gobierno imperial de Viena reconocía el idioma checo como válido en la administración pública.

De hecho, en los últimos años del Imperio austrohúngaro, las personas de origen alemán representaban cerca del 75% de la población total de los Sudetes. Las principales ciudades de los Sudetes, como Carlsbad (Karlovy Vary), Aussig an der Labe (Ústí nad Labem) y Reichenberg (Liberec), estaban casi totalmente pobladas por alemanes antes de 1918. Tras la independencia de Checoslovaquia en 1919, las personas de origen alemán constituían casi el 20% de la población del nuevo Estado, y las regiones de los Sudetes, en el extremo occidental del territorio checoslovaco, estaban pobladas casi exclusivamente por ellos.

Asentamientos en los Balcanes

Otros muchos territorios de la Europa Oriental recibieron poblaciones alemanas. Esto ocurrió desde el siglo XIV en Hungría y Transilvania, donde emigrantes de Sajonia se instalaron en zonas poco pobladas con permiso de los monarcas. Su objetivo era colonizar y mejorar tierras agrícolas poco productivas. Cuando la Casa de Habsburgo se expandió por los Balcanes a principios del siglo XVIII, la colonización alemana recibió un nuevo impulso. Las nuevas tierras obtenidas por Austria recibieron una gran cantidad de colonos alemanes bajo la protección de los Habsburgo. Transilvania y Voivodina fueron las regiones que recibieron más colonos alemanes, quienes se establecieron tanto en ciudades como en zonas rurales, manteniendo sus características culturales.

El surgimiento del Imperio austrohúngaro aceleró la llegada de funcionarios y comerciantes alemanes a las principales ciudades de los territorios balcánicos que poseía Austria. Se instalaron allí con intención de quedarse; así, ciudades como Zagreb o Trieste también contaban con importantes grupos de personas de origen alemán que ocupaban cargos oficiales o realizaban actividades comerciales para la monarquía de los Habsburgo.

Asentamientos en Rusia

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La universidad de Tartu, de habla alemana en Estonia, en un grabado de 1860.

La colonización alemana también fue apoyada en Rusia. A finales del siglo XVIII, la zarina Catalina la Grande impulsó el establecimiento de una gran comunidad de campesinos alemanes en territorio ruso. Su objetivo era colonizar y explotar zonas agrícolas muy ricas en la cuenca del río Volga. Este fue el origen de los alemanes del Volga que existieron hasta mediados del siglo XX.

Otros grupos de colonos alemanes se asentaron también en diversos territorios rusos (Crimea, Ucrania), tanto en el campo como en las ciudades. Formaron la comunidad de los alemanes de Rusia. Sin embargo, la mayor cantidad de población rusa y el estricto control del zarismo impidieron que estos colonos alemanes tuvieran el mismo grado de influencia que las minorías alemanas en territorios bajo dominio de Prusia o Austria.

El declive de la colonización alemana

"Migración económica" y Ostflucht

Después de las Particiones de Polonia por Prusia, Austria y Rusia en 1772, 1793 y 1795, el Reino de Prusia obtuvo gran parte de las regiones occidentales de Polonia. En esta situación, comenzó un nuevo período de colonización por parte de personas de origen alemán, aunque no lograron que estos nuevos territorios, ya densamente poblados por polacos, se volvieran extensivamente alemanes.

La Revolución Industrial y la mejora económica en la Europa Occidental hicieron que la emigración de alemanes hacia el Este disminuyera notablemente desde principios del siglo XIX hasta casi desaparecer a mediados del mismo. La superpoblación campesina de Alemania se dirigió a los nuevos centros industriales de la Cuenca del Ruhr, a grandes ciudades comerciales como Berlín, Hamburgo o Hannover, o hacia Estados Unidos, buscando una mejor nivel de vida que el ofrecido en las tierras orientales de Prusia.

Además, las tierras agrícolas del Este de Prusia ya estaban en su mayoría bajo el control de la aristocracia terrateniente prusiana o Junkers. Esto reducía mucho la esperanza de los campesinos migrantes de convertirse en pequeños propietarios, lo que disminuía aún más el atractivo de la migración al este.

A finales del siglo XIX, en el Imperio Alemán ocurrió el fenómeno de la Ostflucht (en alemán "huida del Este"). Pequeños propietarios agrícolas alemanes de Prusia Oriental, Pomerania o Silesia vendieron sus tierras a campesinos polacos para dejar el campo y emigrar al oeste de Alemania o a Estados Unidos. Los colonos alemanes que trabajaban para los propietarios junkers también abandonaron esas regiones y fueron reemplazados por trabajadores polacos. Aunque esto aumentó la presencia polaca en las antiguas zonas de colonización alemana, los alemanes mantuvieron su predominio económico y demográfico, protegidos por la existencia del Imperio Alemán desde 1871. Hacia 1890, el gobierno imperial de Berlín tomó medidas para animar a los campesinos alemanes a quedarse en sus tierras del este de Prusia, ofreciendo ayuda financiera a los pequeños propietarios alemanes o impidiendo a los polacos la compra masiva de fincas, pero estos esfuerzos tuvieron poco éxito en reducir la Ostflucht.

Cambios en Europa Oriental

El surgimiento de movimientos de identidad nacional dentro del Imperio Austrohúngaro hizo que, desde mediados del siglo XIX, las poblaciones de origen checo, húngaro o rumano se resistieran a la importancia de los colonos alemanes y su influencia política en territorios donde las personas de origen alemán eran una minoría. Además, los cambios económicos de la Revolución Industrial desanimaron la migración alemana hacia los Balcanes. Por ello, la población alemana establecida en esas zonas desde 1850 bajo la protección de los Habsburgo estaba compuesta principalmente por funcionarios y comerciantes, que eran pocos en número.

Aunque seguían existiendo grupos numerosos de población alemana en las tierras de los Habsburgo, estos grupos estaban rodeados de regiones con población no alemana (checos, eslovacos, rumanos, húngaros) cuyo crecimiento poblacional era bastante rápido. Esto acentuaba el carácter de minoría étnica de la población alemana.

Después de la Primera Guerra Mundial, Polonia recuperó su independencia. Una política de asimilación del gobierno de Varsovia hizo que una parte considerable de la población alemana emigrara de su territorio. Sin embargo, dentro de la Segunda República Polaca todavía existía una numerosa minoría de personas de origen alemán que tuvo un papel importante durante la ocupación alemana de Polonia. Además, vastas y ricas regiones, como Silesia, Pomerania y Prusia Oriental, siguieron siendo territorios bajo soberanía alemana gobernados por la República de Weimar.

La situación de la población alemana del Imperio austrohúngaro también cambió tras su disolución en 1918. Aproximadamente la mitad de la población alemana del Imperio quedó fuera de las fronteras de la nueva Austria. Los grupos más numerosos de personas de origen alemán se encontraban en la región de los Sudetes (incorporada a la joven República de Checoslovaquia) y Transilvania (incorporada al Reino de Rumania). Tanto Checoslovaquia como Rumania aceptaron los derechos de sus propias minorías de personas de origen alemán, pero impidieron que estas recuperaran la influencia política que tenían en la época de los Habsburgo.

De igual manera, el triunfo de la Revolución de Octubre de 1917 hizo que gran parte de la élite del Imperio ruso, compuesta por personas de origen alemán, tuviera que emigrar a Europa Occidental al perder todos sus privilegios bajo el nuevo régimen. Mientras tanto, las comunidades de alemanes de Rusia que no emigraron perdieron su autonomía política, aunque el gobierno les permitía conservar su identidad cultural.

Planes de expansión y asentamiento

Archivo:Bundesarchiv R 49 Bild-0705, Polen, Herkunft der Umsiedler, Karte
Mapa alemán del período, mostrando la "transferencia de alemanes para colonizar tierras de Europa Oriental.

La llegada de un nuevo régimen en Alemania en 1933 trajo una nueva situación para las personas de origen alemán en Europa Oriental. Se promovió la idea de que estas personas, que vivían fuera de Alemania, debían regresar al país. Este proyecto implicaba el retorno de alemanes a su país de origen, especialmente en casos donde las tierras de asentamiento no eran históricamente alemanas. Sin embargo, la gran población de alemanes que vivían en antiguas tierras alemanas fue vista como una razón para que Alemania reclamara esos territorios.

La realidad era que una parte importante de la población alemana vivía fuera de sus fronteras. Por ejemplo, la mayoría de los austríacos se consideraban alemanes hasta después de la Segunda Guerra Mundial. El estado austriaco no nació como nación, sino que fue creado por decisión de otros países, siendo solo una parte de un imperio con muchas etnias, el Imperio austrohúngaro, que tenía una gran población de alemanes. Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio austrohúngaro se desintegró. Rápidamente, los alemanes formaron la República de Austria Alemana y pidieron unirse a Alemania para crear un solo estado. Sin embargo, el Tratado de Versalles (1919) y el Tratado de Saint-Germain (1919) lo prohibieron, forzando a la población alemana a permanecer separada. Los alemanes de los Sudetes se convirtieron en ciudadanos de Checoslovaquia, los del lado austriaco formaron un país aparte, y Austria fue despojada de Tirol del Sur, obligando a esos otros alemanes a ser parte de Italia. Los países vencedores incluso prohibieron el término "Austria alemana" (Deutschösterreich), así como "Bohemia alemana", "Moravia alemana" y "Silesia alemana", ya que esas tierras, aunque habitadas por alemanes durante siglos, fueron asignadas a Checoslovaquia con toda su población alemana. Así, de 1918 a 1938, millones de alemanes quedaron viviendo fuera de Alemania, como en el lado checo (3 millones) y en el lado austriaco, además de los que quedaron en el lado italiano. Las dificultades causadas por estas políticas, que dividieron a una nación que deseaba permanecer unida, crearon un ambiente propicio para ciertos movimientos políticos.

Para unirse a Alemania, Austria tuvo que esperar hasta el 12 de marzo de 1938, día en que se produjo la anexión o Anschluss. Los alemanes de los Sudetes tuvieron que esperar hasta los Acuerdos de Múnich del 30 de septiembre de 1938, cuando los líderes de Reino Unido, Francia e Italia reconocieron que los Sudetes eran alemanes. Al año siguiente, Alemania firmó un acuerdo con Italia para permitir que los alemanes que vivían en Tirol del Sur pudieran emigrar a Alemania, lo que completaría la idea de un estado-nación para la población alemana. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, todas estas tierras fueron nuevamente divididas por la fuerza por los países vencedores.

Durante la Segunda Guerra Mundial, lo que algunos países interpretaron como la invasión de Polonia, el gobierno alemán de entonces consideró simplemente el regreso a sus dominios históricos. En la Ciudad libre de Dánzig aún vivían muchos alemanes, pero, dada la resistencia, era imposible recuperar una parte sin controlar toda la Segunda República Polaca. En países más lejanos como Eslovaquia, Croacia, Rumania o Hungría, el régimen presionó para que las minorías alemanas de esos estados tuvieran un trato especial, impulsando el reclutamiento de personas de origen alemán de esas zonas en el ejército.

Dentro de los planes de expansión, se dio importancia a la "repoblación" de los territorios anexados por Alemania en Europa Oriental. Para ello, se usarían colonos alemanes que crearían un "muro de campesinos" mediante colonias agrícolas de personas de origen alemán distribuidas por el este europeo, en un proceso que la propaganda llamó "Drang nach Osten" (en alemán "Marcha hacia el Este").

Este proyecto se plasmó en un plan estratégico que contemplaba la expulsión forzada de la población de origen eslavo de ciertos territorios considerados "estratégicos" por el régimen, para sustituirlos por colonos alemanes. Además, la población eslava que sobreviviera en las regiones controladas sería utilizada como mano de obra forzada en favor de Alemania, y sometida a condiciones de vida muy difíciles, con el fin de reducir su crecimiento poblacional, aumentar su tasa de mortalidad, y finalmente eliminarla "en el plazo de dos o tres generaciones".

El fin de la presencia alemana

Archivo:Bundesarchiv Bild 146-1996-030-01A, Danzig, Flüchtlingstreck
Civiles alemanes huyendo de Danzig, 20 de febrero de 1945.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Stalin ordenó que los habitantes de ascendencia alemana fueran trasladados a campos de trabajo en Siberia y otras partes de Asia Central. Las familias de alemanes del Volga, del mar Negro, etc., sufrieron saqueos y fueron obligadas a subir a vagones de ganado para ser transportadas a estos campos. Los que se resistieron fueron asesinados. Los pacifistas menonitas de Rusia también fueron trasladados en masa a Siberia. Anteriormente, los que vivían en Ucrania ya habían sufrido persecuciones y hambrunas.

Al acercarse el fin de la guerra, a principios de 1945 y ante el avance del Ejército Rojo en sus campañas por Europa Oriental, la población alemana de Prusia Oriental, Pomerania y Silesia emigró de forma masiva y repentina hacia el oeste. Esto se debió al miedo a las represalias. Los éxitos militares soviéticos hicieron que desde enero de 1945, miles de alemanes abandonaran rápidamente los territorios que habían poblado durante generaciones.

Aunque las autoridades alemanas intentaron prohibir esta migración al principio, la incapacidad del ejército para detener las ofensivas soviéticas hizo que pronto se aceptara la evacuación masiva de refugiados alemanes del este, ya sea por tierra o en barcos por el mar Báltico. Se calcula que entre enero y abril de 1945, casi dos millones de personas de origen alemán huyeron de las regiones al este de los ríos Oder y Neisse. Varios miles de civiles alemanes murieron durante esta huida caótica, que ocurrió durante los duros meses del invierno europeo.

Al terminar la guerra el 8 de mayo de 1945, millones de refugiados civiles alemanes se concentraban en campamentos improvisados dentro de los territorios ocupados por los aliados occidentales. Otros miles habían muerto por el frío o los bombardeos soviéticos durante la huida, y una minoría de otros miles había quedado en territorio bajo ocupación soviética.

Desde la Alemania ocupada, los vencedores de la guerra aprobaron la confiscación de bienes y el traslado de millones de ciudadanos civiles de ascendencia alemana de Europa Oriental entre 1945 y 1948. La conferencia de Potsdam fijó la línea de los ríos Oder y Neisse como frontera oriental de Alemania, según lo decidido por los aliados en la conferencia de Yalta.

Este traslado masivo de civiles alemanes fue apoyado por la Unión Soviética, que veía en esta acción una forma de llevar a cabo una gran reforma agraria. Argumentaron que lo hacían para evitar futuras reclamaciones alemanas sobre territorios en la Europa Oriental, diciendo que la eliminación de la minoría étnica alemana eliminaba cualquier pretexto para futuras reclamaciones. Sin embargo, no explicaron por qué no indemnizaron a los trasladados por sus bienes. Después de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética validó que los ciudadanos fueran tratados de una forma u otra, e incluso trasladados, solo por su origen étnico. En medio del ambiente de victoria, los gobiernos de Reino Unido y EE. UU. aceptaron el proyecto de la URSS y admitieron que las personas de origen alemán fueran trasladadas de casi toda la Europa Oriental bajo ocupación soviética, aunque pidieron que dicho traslado fuera lo menos difícil posible para los civiles.

Como resultado de los esfuerzos conjuntos de la URSS y Polonia (ahora con un nuevo sistema de gobierno), la frontera alemana oriental se restableció aproximadamente a su situación del año 1181, mientras que algunos territorios eslavos históricos entre la línea Oder-Neisse y el río Elba permanecieron dentro del territorio alemán. En Checoslovaquia, el recuerdo de la Crisis de los Sudetes impulsó al nuevo gobierno a llevar a cabo el traslado de personas de origen alemán de Checoslovaquia para eliminar una minoría étnica que, aunque vivía allí desde mucho antes de la fundación de Checoslovaquia, fue acusada de deslealtad. Justificaciones similares se usaron en todos los países de Europa Oriental bajo influencia soviética donde existía alguna minoría alemana importante, como Rumania, Hungría o Yugoslavia, donde también se realizaron traslados masivos de las personas de origen alemán que no habían logrado huir del avance soviético.

Alrededor de 15 millones de alemanes de las provincias orientales históricas fueron trasladados de sus hogares entre 1945 y 1948, y enviados a la RDA o a la RFA, revirtiendo en poco más de cinco años casi completamente los resultados de varios siglos de asentamientos alemanes. Se calcula que 1 millón de civiles alemanes de la Europa Oriental murieron durante la guerra, ya sea por combate directo o por las dificultades de su huida a Occidente en los primeros meses de 1945. En 1950, la cantidad de personas de origen alemán residentes en Europa Oriental era solo el 15% de la existente en 1939, resultando en una minoría étnica aún más reducida.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Ostsiedlung Facts for Kids

  • Drang nach Osten
  • Pangermanismo
  • Expulsión de alemanes tras la Segunda Guerra Mundial
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Ostsiedlung para Niños. Enciclopedia Kiddle.