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Historia de la antropología para niños

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La antropología es una ciencia que estudia a los seres humanos en todos sus aspectos: cómo vivimos, cómo nos organizamos, nuestras culturas, idiomas y cómo hemos cambiado a lo largo del tiempo.

Durante el siglo XIX, la antropología era muy amplia. Incluía desde el estudio de los fósiles antiguos hasta las costumbres de los pueblos de Europa y el análisis de las comunidades indígenas de todo el mundo. Era parte de la Historia Natural y buscaba entender científicamente la historia de la diversidad humana.

Con el avance de las ideas sobre la evolución y el método científico, muchos pensaron que la historia humana también seguía patrones que podían descubrirse observando. La antropología empezó a crecer como una disciplina propia durante la Ilustración, un periodo donde se valoraba mucho la razón. Su desarrollo se relacionó con la expansión de países europeos después de la Revolución Industrial, lo que llevó a estudiar a muchos pueblos diferentes.

En Estados Unidos, la antropología de campo (estudiar a las personas en su propio entorno) se hizo más profesional a finales del siglo XIX, gracias a instituciones como el Bureau of American Ethnology y la Smithsonian Institution. El antropólogo alemán Franz Boas fue clave para que la antropología se enseñara en las universidades de Estados Unidos. En Gran Bretaña, figuras como Edward Burnett Tylor y más tarde Bronisław Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown también ayudaron a profesionalizar esta ciencia.

Antes de la II Guerra Mundial, varios países europeos empezaron a profesionalizar la antropología. En España, por ejemplo, Julio Caro Baroja y otros estudiosos investigaron las culturas del Norte de África. Después de la Segunda Guerra Mundial, el modelo de antropología de los países de habla inglesa se adoptó en muchos lugares. Por eso, gran parte de los estudios antropológicos clásicos antes de 1960 se basaron en investigaciones realizadas en América, Asia, Oceanía y África. En Europa, la antropología se enfocó más en la identidad nacional de cada país.

Históricamente, la antropología se dividía en cuatro grandes áreas: la lingüística (estudio del lenguaje), la arqueología (estudio de culturas antiguas a través de sus restos), la antropología biológica (estudio de la evolución humana y la diversidad física) y la antropología social (también llamada antropología cultural o etnología). Esta última se enfoca en comparar y analizar la cultura de diferentes grupos. Para ello, los antropólogos suelen hacer una investigación inicial, luego se sumergen en la cultura que estudian (esto se llama etnografía o trabajo de campo) y finalmente analizan los datos que recogieron.

El modelo clásico de la antropología social cambió en la segunda mitad del siglo XX. Hoy en día, los antropólogos estudian casi todos los aspectos de la cultura, la sociedad y el lenguaje.

¿Cuándo nació la antropología como disciplina?

Se considera que la antropología nació como una disciplina durante el Siglo de las Luces en Europa, cuando se hicieron los primeros intentos serios de estudiar el comportamiento humano de forma sistemática. Las ciencias sociales, que incluyen la historia, la sociología y la antropología, comenzaron a desarrollarse en esta época.

Al mismo tiempo, en Alemania, filósofos como Johann Gottfried Herder y Wilhelm Dilthey escribieron obras que sentaron las bases de muchos conceptos importantes para la antropología.

Estos pensadores se enfrentaron a una paradoja de la modernidad: aunque el mundo se conectaba más, la experiencia de las personas se sentía más individual y separada. Como observaron Karl Marx y Friedrich Engels en la década de 1840, las industrias y el consumo se volvieron globales, creando una "interdependencia universal". Irónicamente, esta conexión global coincidió con un aumento de las divisiones entre grupos humanos. Estas condiciones, que hoy nos parecen normales, tienen su origen en procesos que comenzaron en el siglo XVI y se aceleraron en el siglo XIX.

Archivo:Guayaqil MuseoAntropologicoydeArteContemporaneo
Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, Ecuador.

Institucionalmente, la antropología surgió de la historia natural, que estudiaba a los seres humanos (especialmente a los europeos) y a las sociedades menos conocidas en el contexto de la expansión europea. Analizar el lenguaje, la cultura, la fisiología y los objetos de los pueblos "primitivos" (como se les llamaba entonces) era similar a estudiar la flora y la fauna de esos lugares. Por eso, Lewis Henry Morgan escribió tanto sobre "La liga de los iroqueses" como sobre "El castor americano y sus construcciones".

Un aspecto importante en el nacimiento de la antropología es que muchos de sus primeros estudiosos eran biólogos o juristas. Esto influyó en los temas que investigaron, como la naturaleza del cambio social a lo largo del tiempo y las formas de parentesco y herencia.

Al principio, la antropología tendía a usar ideas europeas para entender la gran diversidad cultural de otros lugares. Esto llevó a clasificar a los pueblos según un supuesto grado de "progreso". Por ejemplo, objetos de la cultura material de naciones como China se exhibían en museos de arte junto a obras europeas, mientras que objetos de África o de las culturas nativas de América se mostraban en museos de historia natural, junto a huesos de dinosaurios. Aunque esta práctica ha cambiado mucho, la relación de la antropología con la expansión de los imperios europeos fue compleja.

La antropología siguió evolucionando y, a finales del siglo XIX, la disciplina se consolidó. En esta época, dominaba el "método comparativo", que asumía una evolución universal desde lo "primitivo" hasta lo "moderno", viendo a las sociedades no europeas como "restos" de una evolución que reflejaba el pasado europeo. Los expertos estudiaron migraciones prehistóricas y, por primera vez, se pudieron rastrear las migraciones polinésicas a través del océano Pacífico. También se debatió la validez de la raza como criterio de clasificación de los seres humanos, especialmente en un momento donde el racismo estaba en auge.

En el siglo XX, las disciplinas académicas se organizaron en tres grandes áreas: ciencia, humanidades y ciencias sociales. La antropología no se limita a ninguna de estas categorías, ya que combina métodos de las ciencias naturales y crea nuevas técnicas, como la "observación participante". Basándose en la teoría de la evolución por selección natural, la antropología propuso el estudio científico de la humanidad como un todo. Un concepto clave en este estudio es la cultura, que se entiende como la capacidad social de aprender, pensar y actuar. La cultura es un producto de la evolución humana y una característica distintiva del Homo sapiens, adaptándose a las condiciones locales con creencias y prácticas muy variadas. Por ello, la antropología explora las dimensiones biológicas, lingüísticas, materiales y simbólicas de la humanidad en todas sus formas.

Archivo:Surma woman
Foto de una mujer del pueblo suri donde las mujeres expanden su labio inferior. Los antropólogos son especialistas en el análisis de las modificaciones corporales.

El desarrollo de la antropología en el siglo XX

En el siglo XX, la antropología se consolidó como una disciplina propia, aunque no de forma uniforme. Como todas las corrientes de pensamiento, se relaciona con el contexto social en el que se desarrolla. Esto explica las diferencias entre las distintas "escuelas" nacionales de antropología que surgieron a finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.

La antropología en Francia

Archivo:Edward S. Curtis, Kwakiutl bridal group, British Columbia, 1914 (published version)
Foto atribuida a Edward S. Curtis, en la que se observa a los cantantes y bailarines de un ritual potlatch del pueblo kwakiutl.

La antropología francesa tiene una historia particular. Muchos consideran a Marcel Mauss como su fundador. Mauss, junto a su tío Émile Durkheim, estudió las sociedades modernas, pero también usó la etnografía para analizar sociedades menos complejas. Su obra "Ensayo sobre los dones" fue muy importante para entender cómo se intercambian bienes y se practica la reciprocidad en diferentes culturas.

Entre las dos guerras mundiales, el interés por la antropología en Francia se mezcló con movimientos artísticos como el surrealismo, que se inspiraban en la etnografía. Figuras como Marcel Griaule y Michel Leiris combinaron la antropología con el arte de vanguardia. En este periodo, la etnología se limitaba principalmente a los museos y se relacionaba con el estudio del folclore.

Sin embargo, fue Claude Lévi-Strauss quien realmente ayudó a establecer la antropología como ciencia en Francia. Además de su importante teoría del estructuralismo, Lévi-Strauss creó vínculos con antropólogos de Estados Unidos e Inglaterra. También fundó centros y laboratorios en Francia para formar a estudiantes influyentes como Maurice Godelier y Françoise Héritier. Muchas características de la antropología francesa actual se deben a que la investigación se realiza más en laboratorios privados que en universidades.

El culturalismo en Estados Unidos

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Los primeros antropólogos estadounidenses se dedicaron al estudio de los pueblos indígenas de su país. En la foto, una joven zuñi, pueblo de Nuevo México.

La corriente culturalista se llamó así por su gran interés en el análisis de la cultura. Esto la diferenciaba de la antropología social británica (que se enfocaba en las estructuras sociales) y de la etnología francesa.

Los primeros antropólogos estadounidenses trabajaron en agencias gubernamentales como el Bureau of Indian Affairs y el Smithsonian Institution's Bureau of American Ethnology. La antropología académica en Estados Unidos fue establecida por Franz Boas, quien desde la Universidad de Columbia y el Museo Americano de Historia Natural formó a muchas generaciones de estudiantes.

La antropología de Boas era muy activa y desconfiaba de las investigaciones financiadas por el gobierno. Era muy rigurosa en la observación y escéptica de las generalizaciones. Boas estudió a hijos de inmigrantes para demostrar que las diferencias biológicas entre grupos humanos no eran fijas y que el comportamiento de cada grupo era resultado de su propia historia y de su relación con el entorno social y natural, no de su origen biológico. Para Boas, las características físicas, el idioma y la cultura eran aspectos independientes que no se explicaban unos a otros.

Boas, de origen austriaco, defendía la diversidad de culturas y creía que su evolución no podía medirse con respecto a la civilización europea. Propuso que cada cultura debía estudiarse en su particularidad, sin generalizar sobre ellas como se hacía en otras ciencias.

La primera generación de estudiantes de Boas incluyó a Alfred Kroeber, Robert Lowie y Edward Sapir. Ellos realizaron estudios muy detallados sobre los pueblos indígenas de América del Norte, aportando mucha información que desafió la idea de un único proceso evolutivo. Su énfasis en los idiomas indígenas contribuyó al desarrollo de la lingüística moderna.

La publicación del libro "Anthropology" de Kroeber fue un hito en la antropología estadounidense. Después de décadas de recopilación de datos, surgió el deseo de generalizar. Esto se vio en los estudios sobre cultura y personalidad de antropólogos como Margaret Mead, Ralph Linton y Ruth Benedict, quienes, influenciados por Sigmund Freud y Carl Gustav Jung, analizaron cómo las fuerzas socioculturales moldean la personalidad individual.

El funcionalismo en Gran Bretaña

Archivo:Zulu men eating 1920s
Los antropólogos británicos se especializaron en el estudio de las sociedades en territorios bajo el control británico. Radcliffe-Brown decía que la antropología social buscaba entender esas sociedades para apoyar el trabajo de los administradores. En la imagen, un grupo de zulúes comiendo.

Ideas principales del funcionalismo

El funcionalismo se inspiró en la obra de Émile Durkheim. Comparaba las sociedades humanas con los organismos vivos, donde la armonía depende de que todas las partes funcionen juntas. Las funciones se ven como las obligaciones o comportamientos necesarios en las relaciones sociales. La función mantiene la estructura social, permitiendo la cohesión dentro de un sistema de relaciones.

Historia del funcionalismo británico

Mientras que Franz Boas en Estados Unidos se enfocaba en los detalles, en Gran Bretaña la antropología moderna se formó al rechazar la reconstrucción histórica y concentrarse en cómo las sociedades se mantenían en el presente.

Las dos figuras más importantes de esta tradición fueron Alfred Reginald Radcliffe-Brown y Bronisław Malinowski, quienes publicaron sus obras clave en 1922. Radcliffe-Brown desarrolló el funcionalismo estructuralista, que se centraba en cómo las instituciones de una sociedad buscaban el equilibrio para que el sistema social funcionara armoniosamente. Malinowski, por su parte, defendía un funcionalismo que examinaba cómo la sociedad satisfacía las necesidades individuales. Sin embargo, Malinowski es más conocido por su etnografía detallada y sus avances en metodología. Su clásico "Los argonautas del Pacífico Occidental" defendía la idea de obtener "el punto de vista del nativo" y que los investigadores hicieran su trabajo directamente en la sociedad estudiada, lo que se convirtió en un estándar en la disciplina.

Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown tuvieron éxito porque, al igual que Boas, formaron activamente a sus estudiantes y desarrollaron instituciones que apoyaron sus ideas. Radcliffe-Brown, en particular, difundió sus planes para la antropología social enseñando en universidades de toda la Mancomunidad Británica de Naciones. Desde finales de los años 1930 hasta después de la guerra, se publicaron muchas obras que establecieron el modelo de la antropología social británica.

Diferentes enfoques en la antropología

La teoría funcionalista veía la cultura como algo que satisface las necesidades de las personas en la sociedad. El funcionalismo estructuralista destacaba cómo las diferentes partes de un sistema social contribuyen a mantener la sociedad en su conjunto.

La antropología cognoscitiva interpreta la cultura como un "programa" para el comportamiento, más que el comportamiento en sí mismo. La antropología simbólica enfatiza la cultura como un sistema compartido de símbolos y significados.

Los ecólogos culturales se interesan principalmente en la cultura o los sistemas socioculturales como un sistema de comportamiento que se transmite socialmente y que conecta a las comunidades con su entorno natural.

Antropología en la Unión Soviética

Durante las siete décadas de la Unión Soviética, se desarrolló un método particular de etnografía, que analizaba el impacto de la experiencia socialista en la cultura y estudiaba la diversidad cultural dentro de la URSS. Uno de sus exponentes más importantes fue Pavel Ivanov Kouchner.

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Entre 1890 y 1906 en el imperio ruso se publicó el Diccionario Enciclopédico Brockhaus y Efron, donde se recogen detalladamente los rasgos étnicos de los seres humanos de aquella época.

La antropología en Latinoamérica

La antropología latinoamericana tiene sus raíces en la escuela culturalista estadounidense de Boas. Uno de sus alumnos, Manuel Gamio, fundó la tradición antropológica mexicana, y el propio Boas dio clases en ese país. Su desarrollo como ciencia en casi todos los países latinoamericanos está ligado a la actividad del Estado y tiene una fuerte conexión con la arqueología. Entre 1930 y 1970, se fundaron instituciones antropológicas para planificar programas de desarrollo para integrar a los pueblos indígenas en la sociedad nacional.

Más tarde, entre 1960 y 1980, la antropología en Latinoamérica recibió una fuerte influencia de un enfoque que analizaba las desigualdades sociales y económicas. Este enfoque se convirtió en dominante en muchas instituciones que formaban antropólogos. La investigación social se centró en temas como el subdesarrollo, las comunidades campesinas, la situación indígena y su exclusión.

Al mismo tiempo, los antropólogos comenzaron a estudiar las ciudades, interesados en la rápida urbanización que se vivía en países como Argentina, Brasil, Ecuador, México o Perú, un proceso que venía acompañado de un deterioro en las condiciones de vida de las familias en las zonas suburbanas. Algunos antropólogos latinoamericanos destacados son Gonzalo Aguirre Beltrán, Héctor Díaz-Polanco, Manuel Marzal, Mirian Goldenberg, Luis Valcárcel, Carlos Reynoso, Federico Kauffmann, Patricio Guerrero Arias y Beatriz Barba.

La antropología en la actualidad

El antropólogo Edward Tylor define la cultura como "el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad".

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la antropología social británica y la antropología cultural estadounidense tenían enfoques diferentes. Después de la guerra, se acercaron hasta crear una antropología sociocultural.

En los años 1950 y mediados de la década siguiente, la antropología tendió a seguir el modelo de las ciencias naturales. Algunos, como Lloyd Fallers o Clifford Geertz, se concentraron en los procesos de modernización de los nuevos Estados independientes. Otros, como Julian Steward o Leslie White, estudiaron cómo las sociedades evolucionan en relación con su ambiente ecológico, una idea popularizada por Marvin Harris.

La antropología económica, influenciada por Karl Polanyi y desarrollada por Marshall Sahlins y George Dalton, destacó las limitaciones de la economía tradicional para entender cómo se distribuyen los bienes en sociedades que no eran capitalistas. Argumentaban que las teorías económicas ortodoxas ignoraban los factores culturales y sociales, y por lo tanto, no eran universales. En Inglaterra, el modelo de la Sociedad Británica de Antropología se dividió cuando Max Gluckman y Peter Worsley se inclinaron hacia el análisis de las desigualdades sociales. Lo mismo ocurrió cuando Rodney Needham y Edmund Leach incorporaron el estructuralismo de Lévi-Strauss a su análisis antropológico.

El estructuralismo también influyó en investigaciones en los años sesenta y setenta, incluyendo la antropología cognitiva y el análisis de componentes. Autores como David Schneider, Clifford Geertz y Marshall Sahlins desarrollaron un concepto más flexible de la cultura como una red de símbolos y significados, que se hizo muy popular. Adaptándose a su tiempo, algunos grupos de antropólogos se volvieron más activos en política, especialmente después de ciertos conflictos y su oposición a la guerra de Vietnam. En ese contexto, el análisis de las desigualdades sociales se convirtió en uno de los enfoques más extendidos en la disciplina.

En la foto se observa una cabeza reducida (Tzantza) - Pueblo Jíbaro.

En la década de 1980, el tema del poder, analizado por Eric Wolf en "Europa y los pueblos sin historia", fue central en la disciplina. Libros como "Anthropology and the Colonial Encounter" examinaron los vínculos entre la antropología y las desigualdades históricas. La popularidad de teóricos como Antonio Gramsci y Michel Foucault puso el foco en el poder y la influencia. El estudio de los roles de género y las relaciones sociales también se volvió central. Lo mismo ocurrió con la relación entre historia y antropología, analizada por Marshall Sahlins, lo que llevó a Lévi-Strauss y Fernand Braudel a examinar la relación entre la estructura social y el individuo.

A finales de los ochenta, autores como George Marcus y James Clifford cuestionaron la autoridad de la etnografía, especialmente cómo y por qué se produce el conocimiento antropológico. La crítica de estos autores se centra en la supuesta "neutralidad" de los etnógrafos. Esto forma parte de la tendencia posmodernista contemporánea. En los últimos años (1990-2006), los antropólogos han prestado más atención a la medicina y la biotecnología, la globalización, los derechos de los pueblos indígenas y la antropología urbana. Es importante señalar que los dos últimos temas (derechos indígenas y antropología urbana) ya estaban presentes en la discusión antropológica de los países latinoamericanos. Un ejemplo es el análisis de la cultura de la pobreza, realizado por Oscar Lewis en la Ciudad de México en la década de los cincuenta, y los trabajos de la corriente indigenista latinoamericana que surgió a partir de la década de 1930 y culmina con el "México profundo" de Guillermo Bonfil Batalla.

Para saber más

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Historia de la antropología para Niños. Enciclopedia Kiddle.