Ejércitos patriotas (independencia hispanoamericana) para niños

Los ejércitos patriotas fueron las fuerzas militares que lucharon en las guerras de independencia hispanoamericanas para lograr la libertad de varios países. Estos ejércitos apoyaron los movimientos revolucionarios que buscaban crear nuevos estados independientes. Se enfrentaron a los ejércitos realistas, que defendían la unión con la monarquía española.
Ambos ejércitos estaban formados principalmente por personas de Hispanoamérica de todas las clases sociales. También contaron con un número importante de soldados y oficiales de otros países, como españoles europeos o tropas británicas.
Los ejércitos patriotas, por su espíritu revolucionario, llevaron sus campañas de libertad más allá de sus propias fronteras. Los nuevos estados, que aún no eran reconocidos, se veían como parte de una lucha común. Por eso, era normal que oficiales, soldados y banderas se movieran entre los diferentes lugares del conflicto, según las necesidades.
Entre los líderes más importantes de estos ejércitos se encuentran figuras como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Bernardo O'Higgins, José de San Martín, Manuel Belgrano, Antonio Nariño, Francisco de Paula Santander, José Antonio Páez, José María Obando, Antonio Villavicencio, José de La Mar, José Hilario López, Juan José Flores, Manuel de Enrique Cruz y Tomás Cipriano de Mosquera. Algunos de ellos, como Francisco de Miranda y Antonio Nariño, fueron "precursores" de la independencia, preparando el camino para lo que vendría.
Estos ejércitos son considerados las primeras fuerzas militares de muchos países de Hispanoamérica y son la base de los ejércitos actuales de estas naciones.
Historia de los Ejércitos Patriotas
¿Cómo surgieron los ejércitos patriotas en Nueva Granada (Colombia)?
El origen del Ejército Patriota en Nueva Granada (hoy Colombia) se remonta a la década de 1780. La Revolución de los Comuneros en la provincia de Socorro fue una de las primeras muestras de descontento con el gobierno español. Este movimiento buscaba presionar a la corona para mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, la revolución fue controlada y sus líderes fueron ejecutados.
El 20 de julio de 1810, los criollos (personas nacidas en América de padres españoles) aprovecharon la invasión de Francia a España. Declarando lealtad al rey Fernando VII de España, depusieron al virrey Amar y Borbón y crearon la Primera República neogranadina. Esta república sufrió problemas internos por los enfrentamientos entre quienes querían un gobierno centralizado (Centralismo) y quienes preferían un gobierno con más poder para las regiones (Federalismo), liderados por Antonio Nariño y Camilo Torres Tenorio respectivamente. Estos conflictos facilitaron que el general realista Pablo Morillo llevara a cabo la reconquista española.
Simón Bolívar había estado dos veces antes en Nueva Granada, donde lideró campañas como la Campaña del Magdalena para llevar la lucha por la libertad de nuevo a Venezuela. Allí conoció a oficiales neogranadinos como Manuel Castillo, Antonio Ricaurte, Atanasio Girardot y Rafael Urdaneta. El 27 de mayo de 1819, Bolívar regresó a Nueva Granada por tercera vez, en los Llanos Orientales. Lo acompañaban sus oficiales Carlos Soublette y José Antonio Anzoátegui, y la Legión Británica. Allí se unió a las tropas del coronel Francisco de Paula Santander. Juntos, cruzaron los Andes y, después de ganar las batallas de Paya, Gámeza y del Pantano de Vargas, el 7 de agosto de 1819 vencieron en la Batalla de Boyacá. Esta victoria les permitió llegar a la capital del virreinato (Santa Fe de Bogotá) y establecer la República de Colombia.
La lucha por la libertad en Venezuela
En Venezuela, la independencia tuvo antecedentes con intentos fallidos de libertad liderados por Manuel Gual, José María España y Francisco de Miranda.
El 19 de abril de 1810, de forma similar a lo ocurrido en Nueva Granada, el Capitán General Vicente Emparan fue depuesto. Se creó la Junta Suprema de Caracas, que llevó a la Primera República de Venezuela el 5 de julio de 1811. Esta república cayó en manos del capitán realista Domingo Monteverde debido a la falta de unidad y los conflictos internos. Los líderes republicanos fueron capturados, algunos ejecutados y otros, como Simón Bolívar, tuvieron que exiliarse.
Bolívar fue a Nueva Granada, donde tuvo éxito en la Campaña del Magdalena. Luego, pidió permiso al congreso para iniciar la Campaña Admirable. Su objetivo principal era tomar el control del noreste de Nueva Granada para llegar a Venezuela y vencer a Domingo de Monteverde, dando inicio a la Segunda República de Venezuela.
El plan se llevó a cabo con éxito, la república se estableció y Monteverde fue derrotado. Todo parecía ir bien para los patriotas, hasta que apareció en el campo de batalla el líder realista José Tomás Boves. Él comandaba un ejército formado por llaneros y personas de bajos recursos, quienes preferían el gobierno español al que estaban acostumbrados. Veían en la república un gobierno dirigido por la clase criolla, que creían que los oprimiría aún más. Por eso, Boves tuvo mucho apoyo popular y formó un ejército fuerte que desestabilizó la república. Boves murió en la Batalla de Urica, pero su ejército había debilitado tanto al Ejército Patriota que no pudo resistir la reconquista española dirigida por el general Pablo Morillo. Así cayó la segunda república.
Bolívar se dirigió a Nueva Granada con la intención de ir a Cartagena, pero cambió de destino al enterarse de que las tropas de Morillo ya habían tomado la ciudad. Decidió ir a Jamaica, donde escribió su famoso documento: la Carta de Jamaica. En ella, expresó su deseo de unir a Nueva Granada y Venezuela en una sola nación, que se llamaría Colombia en honor a Cristóbal Colón. Luego viajó a Haití para buscar apoyo del presidente Alexandre Pétion, quien le brindó ayuda para las expediciones.
Al llegar a Venezuela, Bolívar se contactó con otros líderes como Santiago Mariño y, lo más importante, el general José Antonio Páez, quien había sido lugarteniente de José Tomás Boves y ahora lideraba las tropas llaneras. Páez se unió a la causa patriota. Mediante victorias, lograron establecer la Tercera República de Venezuela de forma parcial. El objetivo era obligar a Morillo a regresar a Venezuela para poder dar la independencia a Nueva Granada, un territorio clave para formar la Gran Colombia y luego liberar por completo Venezuela y el sur. Bolívar esperó el regreso de Morillo y, antes de partir hacia Nueva Granada, definió los asuntos de la futura República en el Congreso de Angostura.
Una vez lograda la independencia de Nueva Granada, Bolívar dejó a Francisco de Paula Santander a cargo del gobierno y se dirigió a Venezuela para vencer a Morillo y liberar su tierra natal. Su triunfo en Nueva Granada lo hizo digno de asumir el mando supremo del Ejército Patriota. Después de firmar un acuerdo con el general Morillo, este regresó a España por órdenes del Rey. El mando del Ejército Realista fue asumido por el general Miguel de la Torre, quien fue derrotado por el Ejército Patriota en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. Esta victoria patriota consolidó la independencia de Venezuela, y así la República de Colombia ya tenía dos de sus tres regiones libres (Nueva Granada y Venezuela).
La independencia de Ecuador
En Ecuador, la lucha por la independencia comenzó en 1809, cuando en la ciudad de Quito, el pueblo depuso al gobernador y la provincia se declaró independiente.
Después de liberar Nueva Granada, Bolívar acordó con el congreso de Cúcuta asumir oficialmente la presidencia en 1821, tras lograr la independencia de Venezuela. Sin embargo, Bolívar dejó a Francisco de Paula Santander, vicepresidente en Nueva Granada, a cargo de la presidencia. Esta decisión, aunque necesaria para la campaña, más tarde causaría diferencias entre Nueva Granada y Venezuela, llevando a la disolución de la unión. Bolívar necesitaba liberar Quito para completar la independencia de la Gran Colombia e iniciar la campaña en Perú, el principal virreinato español en Sudamérica, que representaba una amenaza para la joven república.
Pero no solo el Virreinato del Perú era una amenaza. También lo era el Libertador del Sur, José de San Martín, quien, después de lograr la independencia de Argentina y Chile, había iniciado la campaña en el Perú y quería reclamar la provincia de Quito para el Perú. Esto representaba un desafío para los planes de Bolívar. Bolívar dividió su ejército en dos grupos: el primero, comandado por el general venezolano Antonio José de Sucre, entraría a Quito por la ciudad de Guayaquil; el segundo, comandado por él mismo, entraría a Quito por la provincia de Pasto. Pasto era el único territorio en Nueva Granada que seguía bajo control realista, ya que tanto la gente como el ejército y la Iglesia apoyaban la causa realista, lo que hizo la lucha muy difícil para Bolívar.
Mientras tanto, Sucre aseguró la independencia en Quito con la Batalla de Pichincha. Bolívar, por su parte, venció la resistencia de Pasto en la Batalla de Bomboná, logrando así tomar el control de la población y entrar a Quito. Sin embargo, Pasto seguiría siendo un problema para Bolívar, pues más tarde surgirían rebeliones de líderes realistas como Agustín Agualongo y Benito Boves (sobrino del fallecido José Tomás Boves). Aunque estas rebeliones fueron controladas, fueron difíciles de sofocar debido al apoyo de la población.
A pesar del triunfo en Quito, aún quedaba algo por definir: la provincia de Guayaquil no se había unido a la Gran Colombia. Había tensiones entre tres grupos: uno que quería que el territorio se uniera al Perú, otro que deseaba que la provincia fuera una república independiente, y un tercero que quería que se uniera al departamento de Quito para pertenecer a la República de Colombia. Esto aumentó las tensiones entre Simón Bolívar y José de San Martín, lo que casi provoca una guerra entre Colombia y el Perú. Pero todo se resolvió mediante la diplomacia, y Guayaquil se unió al departamento de Quito. Así, la República de Colombia quedó completamente independiente.
La independencia de Perú
En Perú, la lucha por la independencia tuvo antecedentes con la conspiración fallida de Túpac Amaru II, que fue fuertemente reprimida y terminó con la ejecución de sus líderes.
Más tarde, el Protector José de San Martín, después de lograr la independencia de Argentina y Chile, llevó su ejército al Perú para extender su proyecto de libertad por el resto de Sudamérica. Después de un encuentro con Bolívar en Guayaquil, San Martín se retiró, a petición de Bolívar, quien dijo: "No puede haber dos soles en Sudamérica". Así, el Libertador Simón Bolívar asumió el proyecto.
La retirada de San Martín desmotivó a las tropas argentinas y chilenas para continuar con la campaña, por lo que también se retiraron. La independencia del Perú, que estaba muy incompleta, quedó en manos del Ejército Bolivariano.
La guerra en el Perú se volvía cada día más difícil debido a la inestabilidad de los gobiernos establecidos por San Martín. Estos estaban dirigidos por líderes que no mostraban mucho interés, y por poco pudieron haber entregado los logros obtenidos al Virrey.
A pesar de los problemas que dificultaban a Bolívar la independencia del Perú, su victoria en la Batalla de Junín fue un golpe decisivo para el Virreinato. El proyecto se fortaleció, las instituciones de gobierno mejoraron y la causa de la libertad recuperó credibilidad y apoyo. El 9 de diciembre de 1824, se llevó a cabo la Batalla de Ayacucho, que fue un triunfo del Ejército Patriota. Esta victoria puso fin al último Virreinato de España en el continente americano. La guerra en el sur había terminado.
La independencia de Bolivia y la Guerra Gran Colombo-Peruana
La independencia de Bolivia fue la que tuvo menos importancia en términos de batallas propias, ya que se logró en gran parte gracias al triunfo del Ejército Bolivariano en el Perú. Además, Bolivia no era un virreinato separado, sino que su territorio formaba parte del Virreinato del Río de la Plata. Por lo tanto, Bolívar, más que darle independencia, la creó como una república independiente para evitar conflictos entre Perú y Argentina por ese territorio.
Después de la Batalla de Ayacucho, el territorio quedó parcialmente controlado por el realista Pedro Antonio Olañeta, quien fue derrotado en la Batalla del Tumusla. Esto dio la independencia al territorio. Sin embargo, históricamente se conocía como el Alto Perú, por lo que Perú reclamaba su soberanía sobre él. Pero como Argentina hacía el mismo reclamo, Bolívar le otorgó una soberanía propia y le dio el nombre de República de Bolívar o Bolivia en su honor.
Este hecho provocó diferencias entre el Perú y Colombia. A esto se sumó el interés del Perú sobre Guayaquil, lo que llevó a que los oficiales peruanos se separaran del Ejército Patriota y crearan su propia milicia. Con ella, invadieron Bolivia y Guayaquil, desatando una guerra entre Colombia y el Perú. La guerra terminó con la Batalla del Portete de Tarqui a favor de Colombia, aunque las relaciones entre los dos países no volvieron a ser las mismas. Bolivia, como estado independiente, creó su propio ejército, después de que el ahora Mariscal Sucre renunciara a su presidencia.
El fin definitivo del Ejército Patriota ocurrió cuando Venezuela y Ecuador se separaron de Colombia, y la Nueva Granada estableció su propia república y reorganizó sus fuerzas militares.
Otros Ejércitos Importantes
- Ejército Continental
- Ejército de los Andes
- Ejército Unido Libertador de Chile
- Ejército Unido Libertador del Perú
- Ejército Unido Restaurador
- Ejército del Norte
- División Protectora de Quito
- Ejército Artiguista
Galería de imágenes
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La Batalla de Ayacucho, de Martín Tovar y Tovar, librada el 9 de diciembre de 1824, marcó el fin de las Guerras de independencia iberoamericanas en Sudamérica.
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Simón Bolívar y José de San Martín en la entrevista de Guayaquil.