Exploraciones europeas de África para niños
Las exploraciones europeas en África son los viajes y descubrimientos que los europeos hicieron en el continente africano a lo largo de la historia. Desde la Antigüedad clásica, los griegos y romanos ya conocían y registraban partes de África, a la que también llamaban "Libia" (la costa noroeste).
Las expediciones de los europeos hacia el sur de África, más allá del desierto del Sahara, comenzaron en el siglo XV con la Era de los Descubrimientos. Portugal fue pionero en estos viajes, buscando nuevas rutas marítimas. Durante los siglos siglo XVI y siglo XVII, las actividades de exploración fueron limitadas. Las potencias europeas se enfocaron en establecer puestos de comercio en las costas, sin adentrarse mucho en el continente.
A principios del siglo XIX, el interior de África era en gran parte desconocido para los europeos. Las expediciones de las décadas de 1830 y 1840 exploraron el sur de África. A mediados de siglo, cuando las potencias europeas comenzaron a dividirse el continente, las zonas aún sin explorar eran la cuenca del Congo y la región de los grandes lagos africanos. Famosos exploradores como John Hanning Speke, David Livingstone y Henry Morton Stanley completaron gran parte de esta exploración en la década de 1870, especialmente al buscar las fuentes del Nilo.
Datos para niños Exploraciones europeas de África |
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Resultado | Colonización europea de África |
Contenido
¿Cómo fue la exploración en la Antigüedad?

Los fenicios fueron de los primeros en explorar el norte de África y fundaron ciudades importantes como Cartago. Se cree que marineros fenicios, por encargo del faraón egipcio Necao II, rodearon todo el continente africano alrededor del año 600 a.C. Este viaje duró tres años. El historiador Heródoto lo mencionó, aunque él mismo dudaba de su veracidad. Sin embargo, la descripción de los marineros de ver el Sol a su derecha (al norte) mientras navegaban por el sur de África, algo que Heródoto no podía entender por no saber que la Tierra es redonda, es una pista que hoy nos hace pensar que el viaje sí pudo haber ocurrido.
La costa de África Occidental también pudo ser explorada por Hannon el Navegante alrededor del año 500 a.C. Su relato de viaje, llamado Periplus, describe su recorrido. No se sabe con exactitud hasta dónde llegó, pero algunos creen que pudo haber llegado hasta Sierra Leona o incluso Gabón.
El nombre "África" proviene de un pueblo llamado afri que vivía en la zona de la actual Túnez. La provincia romana de África abarcaba la costa mediterránea de lo que hoy es Libia, Túnez y Argelia. Los romanos conocían bien el norte de África, pero no exploraron el desierto del Sahara ni las tierras al sur, salvo en algunas expediciones aisladas.
Antes del siglo II a.C., los geógrafos griegos pensaban que el desierto del Sahara llegaba hasta el océano. Incluso Alejandro Magno consideró navegar alrededor de África para regresar a casa. Sin embargo, en el período del Imperio romano, el Cuerno de África ya era conocido. El mapamundi de Ptolomeo del siglo II mostraba que África se extendía mucho más al sur del Cuerno de África, aunque sin muchos detalles geográficos al sur del Ecuador terrestre.
Primeras expediciones de Portugal
El príncipe portugués Enrique, conocido como Enrique el Navegante, fue el primero en organizar la exploración de África de forma sistemática para encontrar una ruta marítima hacia las Indias. Desde su hogar en el sur de Portugal, apoyó muchas expediciones.
En 1420, Enrique envió una expedición a la isla de Madeira, que era deshabitada pero importante. En 1425, intentó tomar las Islas Canarias, pero ya estaban bajo control de Castilla. En 1431, otra expedición portuguesa llegó a las islas Azores y las añadió a su territorio.
Los mapas navales de 1339 ya mostraban que las Islas Canarias eran conocidas por los europeos. A pesar de varios intentos de otras naciones, Castilla finalmente las controló.
Entre 1455 y 1456, exploradores italianos como Alvise Cadamosto y Antoniotto Usodimare, trabajando para el príncipe Enrique, navegaron por el río Gambia y visitaron Senegal. Otro italiano, Antonio de Noli, junto con el portugués Diogo Gomes, exploraron las islas Bijagós y el archipiélago de Cabo Verde. Antonio de Noli fue el primer gobernador europeo en el África subsahariana.
Los marineros portugueses avanzaron constantemente por las costas africanas. Llegaron al cabo Bojador en 1434 y al cabo Blanco en 1441. En 1443, construyeron una fortaleza en la isla de Arguin, en la actual Mauritania, donde intercambiaban trigo y telas europeas por oro y personas esclavizadas africanas. Este fue el primer contacto directo de Europa con el oro de Sudán sin intermediarios musulmanes. Muchas personas esclavizadas fueron llevadas a Madeira, que se convirtió en la primera colonia de plantaciones europea. Entre 1444 y 1447, los portugueses exploraron las costas de Senegal, Gambia y Guinea. En 1462, después de la muerte del príncipe Enrique, los marineros portugueses exploraron las islas de Bissau y nombraron a la región Sierra Leona.
En 1469, Fernão Gomes obtuvo los derechos para explorar África durante cinco años. Bajo su dirección, en 1471, los portugueses llegaron a la actual Ghana y se establecieron en A Mina (la mina), que luego se llamó Elmina. Encontraron una gran cantidad de oro, por lo que la zona se conoció como la "Costa de Oro".
En 1472, Fernão do Pó descubrió la isla que hoy se llama Bioko y un estuario con muchos camarones, dando su nombre a Camerún. Poco después, los europeos cruzaron el Ecuador terrestre. Portugal estableció una base en Santo Tomé, que fue poblada con personas condenadas y, más tarde, con judíos expulsados de España y Portugal.
En 1482, Diogo Cão encontró la desembocadura de un gran río y supo de la existencia del Reino del Congo. En 1485, exploró el río hacia el interior.
El principal objetivo de los portugueses era encontrar una ruta a la India rodeando África. En 1488, Bartolomeu Dias y su piloto Pêro de Alenquer rodearon un cabo durante una tormenta, al que llamaron "cabo de las Tormentas". Al regresar a Portugal, este cabo prometedor fue renombrado Cabo de Buena Esperanza.
Años después, Cristóbal Colón llegó a América bajo el mando de Castilla. El papa Alejandro VI emitió una bula, la Inter caetera, que dividía las tierras no cristianas del mundo entre España y Portugal.
Finalmente, entre 1497 y 1498, Vasco da Gama, con Alenquer como piloto, navegó directamente al Cabo de Buena Esperanza. Pasó el punto más lejano alcanzado por Dias y llamó a la región Natal. Luego navegó hacia el norte, llegando a Quelimane (Mozambique), Mombasa y Malindi (ambas en Kenia). En Malindi, contrató a un piloto árabe y navegó directamente a Calicut en la India.
Egipto y Venecia reaccionaron con hostilidad a esta noticia, atacando barcos portugueses. Sin embargo, los portugueses los derrotaron en 1509. El Imperio otomano no reaccionó con fuerza, lo que permitió a Portugal controlar casi todo el comercio en el océano Índico. Establecieron muchas bases en la costa oriental de África, excepto en Somalia.
Una de las naves de Diogo Dias llegó a una costa que no estaba en el este de África. Dos años después, un mapa ya mostraba una isla alargada al este de África llamada Madagascar. Pero no fue hasta un siglo después, entre 1613 y 1619, que los portugueses exploraron la isla en detalle.
Exploraciones en la Edad Moderna
Presencia portuguesa
La presencia portuguesa en África pronto chocó con los intereses comerciales árabes. En 1583, los portugueses se establecieron en Zanzíbar y en la costa suajili. El Reino del Congo se convirtió al cristianismo en 1495. Los portugueses también establecieron intereses comerciales en el Reino de Mutapa en el siglo XVI, y en 1629 colocaron a un gobernante que les era favorable en el trono.
Los portugueses también participaron en el comercio local de personas esclavizadas, apoyando a grupos que realizaban incursiones en el Congo. La reina Nzinga del reino de Ndongo ofreció una fuerte resistencia a los portugueses, pero finalmente fue derrotada. Portugal intervino militarmente en estos conflictos, sentando las bases para su colonia de Angola. En 1663, la corona real del Congo fue enviada a Lisboa. Sin embargo, un reino del Congo más pequeño existió hasta 1885.
Los portugueses trataron de manera similar con el otro gran estado del sur de África, el Monomotapa (en el actual Zimbabue). Intervinieron en una guerra local esperando obtener riquezas minerales, imponiendo un protectorado. Pero la autoridad del Monomotapa disminuyó, y la anarquía se apoderó. Los mineros locales incluso enterraron las minas para evitar que cayeran en manos portuguesas. En 1693, los portugueses se retiraron a la costa.
Exploraciones neerlandesas
Desde el siglo XVII, los neerlandeses comenzaron a explorar y establecer colonias en la costa africana como puntos de escala en su ruta hacia las islas de las especias. Su rivalidad con España y Portugal (que estuvieron unidos entre 1580 y 1640) los llevó a ver las zonas portuguesas de la costa como objetivos.
Se fundaron dos grandes compañías comerciales: la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales y la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. La primera conquistó Elmina en 1637 y Luanda en 1640, aunque fueron expulsados de Luanda por los portugueses en 1648. En total, los neerlandeses construyeron 16 fortificaciones, incluyendo Gorea en Senegal, y se convirtieron en una potencia importante en el comercio de esclavos.
En la isla de Mauricio, la colonización neerlandesa comenzó en 1638 y terminó en 1710, debido a dificultades como ciclones, sequías, plagas y enfermedades.
Finalmente, los neerlandeses se establecieron en el sur de África, una zona que Portugal había ignorado. La usaron como escala en la ruta a Asia. Jan van Riebeeck fundó Ciudad del Cabo en 1652.
Otra presencia europea temprana
Casi al mismo tiempo que los neerlandeses, otras potencias europeas intentaron establecer sus propios puestos en África.
Entre 1406 y 1496, la Corona de Castilla conquistó las Islas Canarias. Estas islas se convirtieron en un punto estratégico para España en el descubrimiento de América. El conquistador Diego García de Herrera fundó una torre llamada Santa Cruz de la Mar Pequeña en la costa noroeste africana en 1476 o 1478, que fue abandonada por los españoles en 1524. En 1497, España ocupó la ciudad de Melilla en el norte de África.
En 1530, comerciantes ingleses comenzaron a comerciar en África occidental, lo que los llevó a conflictos con las tropas portuguesas. En 1581, Francis Drake llegó al Cabo de Buena Esperanza. En 1663, los ingleses construyeron Fort James en Gambia. Un año después, otra expedición inglesa intentó establecerse en el sur de Madagascar, pero la mayoría de los colonos murieron. Los fuertes ingleses en la costa occidental africana fueron finalmente ocupados por los neerlandeses.
En 1626, se creó la Compañía de Occidente francesa. Esta compañía expulsó a los neerlandeses de Senegambia (Senegal), convirtiéndola en el primer dominio francés en África, y también conquistaron la isla de Arguin.
Francia también se interesó por Madagascar, una isla usada como parada en los viajes a la India desde 1527. En 1642, la Compañía Francesa de las Indias Orientales fundó un asentamiento en el sur de Madagascar llamado Fort Dauphin. Los resultados comerciales fueron escasos y la mayoría de los colonos murieron. En 1665, Francia reclamó oficialmente Madagascar, pero la actividad colonial fue limitada hasta el siglo XIX.
En 1650, comerciantes suecos fundaron la Costa de Oro sueca en la actual Ghana. En 1652, se sentaron las bases del fuerte Carlsborg. Este fuerte fue capturado en 1658 y pasó a formar parte de las colonias danesa y luego neerlandesa.
En 1651, el Ducado de Curlandia y Semigalia (un estado vasallo de Polonia y Lituania) obtuvo una colonia en África en la Isla de San Andrés en el Río Gambia y estableció el Fuerte Jacob allí.
Los dano-noruegos colonizaron la Costa de Oro danesa. Desde 1674 hasta 1755, los asentamientos fueron administrados por la Compañía danesa de las Indias Occidentales y Guinea. En 1750, se convirtió en una colonia de la corona danesa.
En 1677, el rey Federico Guillermo I de Prusia de Brandeburgo-Prusia envió una expedición a la costa occidental de África. Los prusianos construyeron un fuerte llamado Gross Friederichsburg y restauraron el fuerte portugués abandonado de Arguin. Pero en 1720, el rey decidió vender estas bases a los Países Bajos.
En 1777, España y Portugal firmaron el Tratado de San Ildefonso, en el que Portugal cedió las islas de Annobón y Fernando Poo en el Golfo de Guinea, así como la costa guineana entre el río Níger y el río Ogooué, a España. Las islas debían servir para el comercio de esclavos y como escala para una futura ruta a las Filipinas.
En 1777, el Imperio austríaco envió barcos que llegaron a la bahía Delagoa (Mozambique) y compraron un pequeño territorio. Construyeron un fuerte y declararon la bahía como colonia austríaca. Sin embargo, en 1781, una fuerza naval portuguesa ocupó la bahía, poniendo fin a las ambiciones coloniales austríacas en el este de África.
En general, la exploración europea de África en los siglos siglo XVII y siglo XVIII fue muy limitada. Se centraron en el comercio de esclavos, que solo requería bases costeras. La verdadera exploración del interior africano comenzó en el siglo XIX.
El siglo XIX: La gran exploración
Aunque las Guerras napoleónicas desviaron la atención de Europa de África, estas guerras influyeron mucho en el futuro del continente, especialmente en Egipto y Sudáfrica. La ocupación de Egipto (1798-1803) por Francia y luego por Gran Bretaña llevó al Imperio otomano a intentar recuperar el control. En 1811, Mehmet Alí estableció un estado casi independiente en Egipto y, desde 1820, extendió el dominio egipcio al este de Sudán. En Sudáfrica, el Reino Unido tomó posesión de los asentamientos neerlandeses en el Cabo en 1814.
Mientras tanto, hubo cambios importantes en otras partes de África. La ocupación de Argel por Francia en 1830 puso fin a la piratería en la región. La autoridad egipcia se expandió hacia el sur, aumentando el conocimiento del Nilo. La ciudad de Zanzíbar creció en importancia. Los relatos de un gran mar interior y el descubrimiento de las montañas nevadas del Kilimanjaro entre 1840 y 1848, aumentaron el interés europeo por África.
Entre 1817 y 1847, la Sociedad Americana de Colonización fundó la colonia de Liberia para que personas afroamericanas libres pudieran emigrar a África Occidental. En 1821, el teniente Robert F. Stockton persuadió al rey Peter para que vendiera el Cabo Mesurado, donde se estableció Monrovia.
A mediados del siglo XIX, las misiones protestantes trabajaban activamente en la costa de Guinea, en Sudáfrica y en Zanzíbar. Los misioneros visitaron regiones y pueblos poco conocidos, convirtiéndose en exploradores y pioneros del comercio. David Livingstone, un misionero escocés, trabajó desde 1840 al norte del río Orange. En 1849, Livingstone cruzó el desierto de Kalahari y llegó al lago Ngami. Entre 1851 y 1856, cruzó el continente de oeste a este, descubriendo los grandes canales del río Zambeze superior. En noviembre de 1855, Livingstone fue el primer europeo en ver las Cataratas Victoria, nombrándolas en honor a la Reina Victoria. De 1858 a 1864, Livingstone exploró el bajo Zambeze, el río Shire y el lago Nyasa.
Un objetivo principal para los exploradores era encontrar la fuente del río Nilo. Las expediciones de Burton y Speke (1857-1858) y Speke y Grant (1863) ubicaron el lago Tanganica y el lago Victoria. Finalmente, se demostró que el Nilo fluía del lago Victoria.
Los exploradores también estuvieron activos en otras partes del continente. El sur de Marruecos, el Sahara y el Sudán fueron atravesados en muchas direcciones entre 1860 y 1875 por los alemanes Georg August Schweinfurth y Gustav Nachtigal. Estos viajeros no solo aumentaron el conocimiento geográfico, sino que obtuvieron información valiosa sobre las personas, los idiomas y la historia natural de los países que visitaron. Entre los descubrimientos de Schweinfurth, se confirmó la existencia de una "raza de pigmeos" más allá de Egipto, mencionada en leyendas griegas. Sin embargo, el primer occidental en descubrir a los pigmeos de África Central fue Paul du Chaillu, quien los encontró en la región de Ogowe en 1865. Du Chaillu también popularizó en Europa el conocimiento de la existencia del gorila a través de sus viajes en Gabón entre 1855 y 1859.
Henry Morton Stanley, quien en 1871 había encontrado a David Livingstone (con la famosa frase "Dr. Livingstone, supongo"), partió de nuevo hacia Zanzíbar en 1874. En una de las expediciones más memorables de África, Stanley rodeó el lago Victoria y el lago Tanganica. Luego siguió el río Lualaba hasta el océano Atlántico, al que llegó en agosto de 1877, demostrando que era el río Congo. Esto significó que casi todo el territorio de África fue conocido y cartografiado por los europeos, dejando pocas "zonas sin explorar".
Después de este viaje, Leopoldo II de Bélgica, deseando apropiarse de tierras, contrató a Stanley para introducir la civilización y la religión en la zona. Stanley regresó al Congo para negociar con los jefes tribales y obtener concesiones de tierras. Leopoldo había formado la Asociación Internacional del Congo para explotar las riquezas de la cuenca de ese río, manteniéndolo como propiedad privada y no como una colonia de Bélgica.
Por su parte, Francia había tomado posesión de Túnez en 1881. Ese mismo año, una expedición francesa dirigida por Pierre Savorgnan de Brazza tomó posesión efectiva del Congo Occidental en la costa atlántica. Al año siguiente, el Reino Unido asumió el gobierno de Egipto y obtuvo los derechos sobre Sudán y el norte de Somalia. En 1884, Francia aseguró su posesión de la costa de Guinea, lo que hizo evidente en Europa que la carrera por África debía ser regulada.
El ministro ruso Konstantín Pobedonóstsev planeó una misión diplomático-militar rusa en las costas del mar Rojo para establecer una base colonial. Con este fin, reclutaron al aventurero cosaco Nikolay Ivanovitch Achinov. El 10 de diciembre de 1888, zarpó de Odesa con 175 personas, con la intención de establecer una colonia en Somalia y establecer vínculos con Etiopía. Los rusos llegaron a Sagallo el 18 de enero de 1889, donde fueron recibidos cordialmente por los abisinios. El emperador Juan IV incluso pidió una base militar rusa para usarla contra los italianos.
Sin embargo, la operación no gustó a los franceses, que ya estaban establecidos desde 1883 en un protectorado sobre la costa del Golfo de Tadjoura. Los rusos ofrecieron izar su bandera junto a la francesa, pero surgió un conflicto cuando cosacos rusos robaron ganado a una tribu local. El gobierno francés ordenó desalojar a los rusos. El 16 de febrero, barcos franceses atacaron el fuerte ruso. Esa misma tarde, los franceses embarcaron a los rusos sobrevivientes y los deportaron a Odesa.
En 1895, la Compañía Británica de Sudáfrica contrató al explorador estadounidense Frederick Russell Burnham para buscar minerales y mejorar la navegación fluvial en el centro y sur de África. Burnham supervisó una expedición que confirmó la existencia de importantes depósitos de cobre al norte del Zambeze, en el noreste de Rhodesia. El cobre se convirtió rápidamente en la principal exportación de África Central y sigue siendo esencial para la economía actual.
Galería de imágenes
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Mapa de África de John Thomson, 1813. La mayor superficie se marca como "partes desconocidas" (unknown parts). Todavía incluye las ptolemaicas Montañas de la Luna, que se han pretendido identificar como las Rwenzori, el Kilimanjaro o las cumbres mayores de Etiopía en la cabecera del Nilo Azul.
Véase también
En inglés: European exploration of Africa Facts for Kids
- Exploraciones geográficas
- Era de los descubrimientos
- África
- Anexo:Cronología de la exploración europea de África
- Cartografía de África
- Reparto de África
- Colonización de África
- Imperialismo
- Conferencia de Berlín
- Nuevo Imperialismo
- Unión Africana