Victoriano Huerta para niños
Datos para niños Victoriano Huerta |
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![]() Fotografía de Victoriano Huerta c. 1912
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![]() Presidente de los Estados Unidos Mexicanos |
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19 de febrero de 1913-15 de julio de 1914 | ||
Gabinete | Gabinete de Victoriano Huerta | |
Predecesor | Pedro Lascuráin | |
Sucesor | Francisco Carvajal | |
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![]() Secretario de Gobernación |
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19 de febrero de 1913 (17:15-18:00) | ||
Presidente | Pedro Lascuráin | |
Predecesor | Rafael L. Hernández | |
Sucesor | Alberto García Granados | |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | José Victoriano Huerta Márquez | |
Nacimiento | 23 de diciembre de 1850 Colotlán, Jalisco, México |
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Fallecimiento | 13 de enero de 1916 El Paso, Texas, Estados Unidos |
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Causa de muerte | Cirrosis hepática | |
Sepultura | Evergreen Cemetery | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Religión | Católico | |
Familia | ||
Cónyuge | Emilia Águila Moya (matr. 1880; fall. 1916) | |
Hijos | Jorge Huerta Águila | |
Educación | ||
Educado en | Heroico Colegio Militar | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar e ingeniero | |
Rama militar | Ejército Mexicano | |
Rango militar | General | |
Conflictos | Revolución Mexicana | |
Partido político | Independiente | |
José Victoriano Huerta Márquez (nacido en Colotlán, Jalisco, el 23 de diciembre de 1850 y fallecido en El Paso, Texas, el 13 de enero de 1916) fue un político, ingeniero y militar mexicano. Fue presidente de México desde el 19 de febrero de 1913 hasta el 15 de julio de 1914. Llegó al poder tras un cambio de gobierno forzado, un evento conocido como la Decena Trágica.
Su carrera militar comenzó durante la presidencia de Porfirio Díaz. Más tarde, bajo el gobierno de Francisco I. Madero, Huerta ascendió a general en la primera etapa de la Revolución mexicana. En febrero de 1913, Huerta lideró una conspiración contra Madero. Madero le había encargado la defensa de la Ciudad de México durante una rebelión iniciada por los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz, conocida como la Decena Trágica. Después de varios días de combates en la ciudad, Madero y su vicepresidente, José María Pino Suárez, fueron depuestos, arrestados y poco después fallecieron.
Este cambio de gobierno fue apoyado por el Imperio Alemán y por Estados Unidos, durante la presidencia de William Howard Taft. Sin embargo, el presidente Woodrow Wilson se negó a reconocer el nuevo gobierno de Huerta. Wilson permitió que se vendieran armas a las fuerzas rebeldes que se oponían a Huerta. Muchas potencias de la época reconocieron el gobierno de Huerta al principio, pero retiraron su apoyo cuando las fuerzas revolucionarias comenzaron a ganar.
Finalmente, Huerta tuvo que renunciar en julio de 1914 y se fue al exilio. Esto ocurrió después de solo 17 meses en la presidencia, tras la rendición del Ejército Federal. Fue arrestado en 1915 por autoridades estadounidenses por intentar negociar con espías alemanes durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Falleció mientras estaba en prisión.
Sus seguidores durante la Revolución mexicana eran conocidos como huertistas. Hasta hoy, Victoriano Huerta es recordado negativamente por su papel en la muerte de Madero. Se le conoce con los apodos de El Chacal o El Usurpador.
Contenido
Juventud y educación de Victoriano Huerta
Según los registros, José Victoriano Huerta Márquez nació y fue bautizado el 23 de diciembre de 1850 en Colotlán, Jalisco. Sus padres fueron Jesús Huerta Córdoba y María Lázara del Refugio Márquez Villalobos.
Huerta se consideraba a sí mismo indígena. Aprendió a leer y escribir en la escuela del pueblo, lo que era poco común en Colotlán en ese tiempo. Desde joven, Huerta quiso seguir una carrera militar para salir de la pobreza. Su oportunidad llegó en 1869, cuando el general Donato Guerra visitó Colotlán. Huerta se ofreció como su secretario.
Como recompensa por sus servicios, le dieron una beca para estudiar en el Heroico Colegio Militar. Allí obtuvo muy buenas calificaciones. El presidente Benito Juárez, el primer presidente indígena de México, lo felicitó diciendo: "De los indios que se educan como usted, la patria espera mucho."
En el colegio, Huerta fue un estudiante destacado en matemáticas. Por eso, se especializó en artillería y topografía. En 1876, cuando tenía 25 años y aún era cadete, Huerta intentó un cambio de gobierno con sus compañeros del Colegio Militar.
Carrera militar de Victoriano Huerta
Después de graduarse del Colegio Militar en 1877, Huerta se unió al Cuerpo de Ingenieros. Como teniente, estuvo a cargo de fuertes importantes en Puebla y Veracruz. Ese mismo año, formó parte de la Comisión Geográfica Exploradora, que buscaba crear el primer mapa general de México.
En enero de 1879, fue ascendido a capitán y asignado a Guadalajara. Allí, el general Manuel González Flores, amigo del presidente Porfirio Díaz, lo tomó bajo su protección. La carrera de Huerta avanzó rápidamente. En la Ciudad de México, se casó con Emilia Águila Moya el 21 de noviembre de 1880. Tuvieron 11 hijos.
Huerta participó en campañas militares en Tepic y Sinaloa, donde se destacó en los combates. Era conocido por asegurarse de que sus hombres recibieran su pago a tiempo, incluso si eso significaba tomar recursos de una iglesia o dinero de un banco. Él justificaba estas acciones diciendo que "México puede vivir sin sacerdotes, pero no puede vivir sin soldados".
Durante los siguientes 9 años, Huerta realizó estudios topográficos en Puebla y Veracruz. Esto le permitió viajar mucho por el país. Huerta admiraba a Napoleón y apoyaba a Díaz, creyendo que México necesitaba un "liderazgo fuerte" para prosperar.
Para 1890, Huerta ya era coronel y vivía en la Ciudad de México, visitando a menudo la residencia presidencial en el Castillo de Chapultepec. Aunque era un oficial respetado, en esos años empezó a tener problemas de salud.
En enero de 1895, lideró un batallón contra una rebelión en Guerrero. La rebelión terminó con negociaciones, pero Huerta siguió combatiendo a los rebeldes incluso después de que se había acordado la paz. En diciembre de 1900, dirigió una campaña militar exitosa contra los indígenas yaquis en Sonora, que fue muy dura. También usó sus conocimientos de topografía para mapear la zona.
De abril a septiembre de 1901, Huerta controló rebeliones indígenas de forma muy estricta en Guerrero. En mayo de ese año, fue ascendido a general. Entre 1901 y 1902, también combatió a los indígenas mayas en Yucatán y Quintana Roo. Después de esta campaña, fue ascendido a general de brigada y recibió la Medalla al Mérito Militar.
En agosto de 1903, fue encargado de un comité para reformar los uniformes del Ejército Federal. En 1907, se retiró del ejército por problemas de salud, como cataratas. Luego, trabajó como Jefe de Obras Públicas en Monterrey, donde planeó nuevas calles y la construcción de un hotel.
Victoriano Huerta y la Revolución Maderista

Cuando comenzó la Revolución Mexicana de Madero contra el gobierno de Díaz, Huerta vivía en la Ciudad de México y daba clases de matemáticas. Se reincorporó al ejército, pero no participó en las primeras acciones. Sin embargo, después de la renuncia de Díaz, Huerta fue quien escoltó al expresidente al puerto de Veracruz en mayo de 1911, desde donde partió al exilio.
Durante la presidencia de Madero, Huerta llevó a cabo acciones militares muy duras para controlar a las fuerzas de Emiliano Zapata en Morelos, lo que causó mucha tensión y problemas. Madero quería negociar con los zapatistas, pero las acciones de Huerta provocaron un quiebre entre Zapata y Madero. Esto llevó a Zapata a rebelarse contra el nuevo gobierno con el Plan de Ayala.
Aunque las tropas revolucionarias ayudaron a Madero a ganar, Madero acordó que los revolucionarios debían entregar sus armas y que el Ejército Federal seguiría activo. Huerta declaró su lealtad a Madero y dirigió las fuerzas federales para controlar a quienes no quisieron desmovilizarse, como Pascual Orozco.
Durante las acciones contra Orozco, Huerta tuvo un desacuerdo con el comandante revolucionario Francisco Villa. Huerta lo arrestó y quiso castigarlo severamente, pero los hermanos de Madero intervinieron y Villa solo estuvo preso unos días. Esto enfureció a Huerta. Al regresar a la capital, Huerta ratificó su lealtad a Madero, pero Madero lo hizo renunciar.
Cuando la rebelión de Orozco se volvió una amenaza seria, Madero envió de nuevo a Huerta a combatirla. Bajo su mando, Huerta tenía tropas federales y tropas irregulares de Villa. Huerta ofreció amnistía a los seguidores de Orozco, y finalmente, las fuerzas de Huerta los derrotaron en Rellano en mayo de 1912. Después de esta victoria, Huerta se convirtió en un "héroe nacional".
La traición de Victoriano Huerta
A medida que Madero perdía apoyo, varios grupos conspiraban para quitarlo de la presidencia. La conspiración más conocida fue la de Félix Díaz (sobrino de Porfirio Díaz), junto con los generales Bernardo Reyes y Manuel Mondragón. Este evento se conoce como la Decena Trágica, y ocurrió del 9 al 19 de febrero de 1913.
Huerta se unió en secreto a los conspiradores. El 9 de febrero, el general Reyes falleció en combate y el general Lauro Villar, encargado de la defensa del Palacio Nacional, resultó herido. Madero designó a Huerta como el nuevo encargado de la defensa. Esta decisión, según el historiador Friedrich Katz, "sería una que [Madero] pagaría con su vida". Huerta usó esta posición clave para unirse a los conspiradores y negociar a espaldas del presidente.
Pocos días después, el hermano de Madero, Gustavo A. Madero, descubrió a Huerta, lo arrestó y lo acusó ante el presidente. Madero, sin embargo, no le creyó y lo liberó.
El embajador estadounidense, Henry Lane Wilson, estuvo muy involucrado en la conspiración para destituir a Madero. Él fue clave en el Pacto de la Embajada, también conocido como Pacto de la Ciudadela. Wilson creía que Huerta no habría podido llevar a cabo su plan sin la certeza de que Estados Unidos reconocería el nuevo gobierno.
Después de varios días de combates en la Ciudad de México, Huerta arrestó a Madero y al vicepresidente Pino Suárez el 18 de febrero de 1913. Los mantuvo prisioneros en Palacio Nacional. El plan era que Madero y Pino Suárez se fueran al exilio y Huerta asumiera la presidencia.
Félix Díaz se sorprendió al principio, pues el plan original era que él sería presidente. Pero Huerta lo convenció de que lo dejara gobernar de forma temporal para calmar a los seguidores de Madero. El 22 de febrero de 1913, Madero y Pino Suárez fueron llevados a la prisión de Lecumberri y, de forma trágica, fallecieron.
El gobierno de Victoriano Huerta
Para que su llegada al poder pareciera legal, Huerta hizo que el Secretario de Relaciones Exteriores, Pedro Lascuráin, asumiera la presidencia por un corto tiempo. Según la Constitución de 1857, el Secretario de Relaciones era el tercero en la línea de sucesión. Lascuráin nombró a Huerta como Secretario de Interior, lo que lo puso en la siguiente posición para la presidencia. Después de menos de 45 minutos como presidente, Lascuráin renunció y entregó el poder a Huerta. El Congreso, rodeado por las tropas de Huerta, aprobó esta designación. Cuatro días después, Madero y Pino Suárez fallecieron.
El gobierno de Huerta fue reconocido rápidamente por la mayoría de los países extranjeros. Sin embargo, el presidente estadounidense William Howard Taft se negó a reconocerlo. El nuevo presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, que prefería los gobiernos democráticos y no aprobaba cómo Huerta había llegado al poder, estaba dispuesto a reconocerlo solo si se confirmaba en elecciones. Félix Díaz y los demás implicados en el cambio de gobierno esperaban que Huerta fuera un líder temporal y que Díaz ganara las elecciones, pero Huerta no tenía intención de dejar la presidencia.

Huerta actuó rápidamente para consolidar su poder. Negoció con los gobernadores y se acercó a Pascual Orozco, a quien antes había combatido. Orozco aún tenía muchas fuerzas en Chihuahua y Durango, por lo que su apoyo era importante. Orozco había estado en contra de Madero, y Huerta vio la oportunidad de conseguir su ayuda. Orozco pidió que sus soldados fueran reconocidos y empleados. Huerta aceptó, y Orozco declaró públicamente su apoyo a Huerta el 27 de febrero de 1913. Orozco también intentó negociar con Emiliano Zapata para que apoyara a Huerta, pero Zapata se negó, diciendo que "Huerta representa la traición al ejército. Usted [Orozco] representa la traición a la Revolución."
Huerta intentó fortalecer su gobierno. Al principio, toleró algunas manifestaciones y huelgas, pero luego las suprimió. También arrestó y deportó a algunos líderes, y destruyó la sede de la Casa del Obrero Mundial. Huerta también buscó controlar la agitación por la reforma agraria, especialmente en Morelos, donde estaban las fuerzas de Emiliano Zapata.
En Chihuahua, el gobernador Abraham González se negó a apoyar a Huerta, quien lo mandó arrestar y ejecutar en marzo de 1913. Sin embargo, el desafío más grande vino del gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza. Carranza proclamó el Plan de Guadalupe, llamando a formar un Ejército Constitucionalista para restaurar el orden constitucional y desconocer el gobierno de Huerta. Algunos líderes revolucionarios que se unieron fueron Emiliano Zapata, Francisco Villa y Álvaro Obregón. Pascual Orozco, sin embargo, decidió apoyar a Huerta contra estos nuevos rebeldes.
En el verano de 1913, cuatro legisladores fueron asesinados por criticar a Huerta. Sin apoyo popular, Huerta intentó usar la negativa de Estados Unidos a reconocer su gobierno como un ejemplo de intervención extranjera. Organizó movilizaciones antiestadounidenses en el verano de 1913 para ganar apoyo popular.
El historiador inglés Alan Knight describió que el gobierno de Huerta se caracterizó por la militarización. Huerta quería volver a la época de "orden" de Díaz, pero sus métodos eran mucho más duros. Dependía completamente del ejército para mantenerse en el poder, dando a los oficiales todos los puestos importantes. Por esta razón, Huerta fue más odiado que Díaz. Incluso los zapatistas, que respetaban a Díaz, veían a Huerta como alguien que había causado la muerte de Madero y que aterrorizaba al país.
A medida que el gobierno de Huerta se volvía una dictadura militar, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, se opuso abiertamente. Wilson destituyó a su embajador y exigió la renuncia de Huerta. En agosto de 1913, Wilson impuso un embargo de armas a México, lo que obligó a Huerta a buscar armas en Europa y Japón.
Ante el rechazo de la población, el senador chiapaneco, Belisario Domínguez, distribuyó un discurso en el que acusaba a Huerta de iniciar una nueva guerra civil y de causar mucha muerte y destrucción en el país. Domínguez sabía que arriesgaba su vida. Fue arrestado y falleció de forma trágica por hablar contra el presidente Huerta. Su cuerpo fue enterrado en una tumba que ya habían preparado. El 10 de octubre de 1913, cuando el Congreso investigaba la desaparición de Domínguez, Huerta ordenó a sus soldados disolver la sesión y arrestar a 110 senadores y diputados.
Cuando Huerta asumió la presidencia, el Ejército Federal tenía entre 45,000 y 50,000 soldados. Huerta intentó fortalecer el ejército, decretando el reclutamiento de 150,000 hombres en octubre de 1913, luego 200,000 en enero de 1914, y finalmente 250,000 en marzo de 1914. Sin embargo, no logró estos objetivos porque la mayoría de los hombres se unieron al Ejército Constitucionalista de Carranza.
Ante la falta de voluntarios, Huerta recurrió al reclutamiento forzoso de personas de la calle, prisioneros y otros ciudadanos. En Veracruz, trabajadores eran reclutados a la fuerza al volver a casa. En la Ciudad de México, personas pobres en hospitales o casas de beneficencia eran reclutadas. También se reclutó a la fuerza a cientos de miles de indígenas del sur de México para pelear en el norte.
Los soldados reclutados a la fuerza no eran muy efectivos y a menudo desertaban o se unían a los rebeldes. Huerta intentó una estrategia defensiva, manteniendo al ejército en las ciudades grandes. Entre 1913 y 1914, los Constitucionalistas lucharon con gran determinación. En octubre de 1913, en Tlanepantla, el 9.º Regimiento se amotinó, asesinó a sus oficiales y se unió a los rebeldes.
Para conseguir voluntarios, Huerta apeló al nacionalismo y a los sentimientos anti-estadounidenses en el otoño de 1913. Difundió rumores sobre una posible invasión estadounidense, pidiendo a los patriotas que defendieran el país. Esta campaña atrajo a algunos voluntarios de las clases medias, pero se decepcionaban al saber que lucharían contra sus propios compatriotas. En el México rural, los campesinos no tenían un fuerte sentido de nacionalismo y eran leales a sus propios pueblos. Por lo tanto, la campaña de Huerta para conseguir voluntarios fue un fracaso.
Cuando Huerta se negó a convocar elecciones, y con la situación más difícil debido al incidente de Tampico, el presidente Wilson ordenó la invasión del puerto de Veracruz.
Después de las continuas derrotas del Ejército Federal por parte de Álvaro Obregón y Francisco Villa, que terminaron con la toma de Zacatecas, Huerta finalmente cedió a la presión y renunció a la presidencia el 15 de julio de 1914.
Exilio y fallecimiento de Victoriano Huerta
Huerta se fue al exilio, primero a Kingston, Jamaica, en un crucero alemán. De allí viajó al Reino Unido y luego a España. Llegó a Estados Unidos en abril de 1915.
Una vez que comenzó la Primera Guerra Mundial en Europa, Huerta fue contactado por funcionarios del Imperio Alemán. Le ofrecieron apoyo económico para intentar regresar al poder en México. En abril de 1915, llegó a Nueva York con su familia. Allí se reunió con Franz von Rintelen, un oficial de espionaje alemán, quien le prometió dinero y armas para intentar un cambio de gobierno en México. A cambio, el gobierno de Huerta debía iniciar una guerra contra Estados Unidos, con la esperanza de interrumpir la venta de municiones a los países aliados. Estas reuniones fueron vigiladas por agentes del Servicio Secreto.
Después de contactar a su antiguo rival Pascual Orozco y reclutarlo para su plan, Huerta viajó a El Paso, Texas. Quería reunirse con Orozco y otros seguidores para regresar a México e iniciar un levantamiento. Sin embargo, el 27 de junio de 1915, fue detenido por las autoridades estadounidenses en la estación de tren de Newman, Nuevo México, junto con Orozco. Fue acusado de conspirar con un país extranjero, ya que en ese momento Estados Unidos mantenía simpatías hacia la Triple Entente.
Huerta fue encarcelado inicialmente en la prisión militar de Fort Bliss en Texas. Después de pagar una fianza, se le permitió salir de la prisión militar y pasar a un arresto domiciliario debido a su mal estado de salud. Pero al intentar entrar de nuevo en México, fue encarcelado otra vez por las autoridades estadounidenses.
Según su acta de defunción, Huerta falleció a los 63 años en el Hospital Providence de Fort Bliss el 13 de enero de 1916, debido a una enfermedad del hígado. Fue enterrado en el cementerio La Concordia, y luego sus restos fueron trasladados al cementerio Evergreen, en El Paso. Aunque se dijo que la causa de su muerte fue una enfermedad del hígado, algunas personas sospecharon que su muerte pudo tener otras causas.