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Populismo para niños

Enciclopedia para niños

El populismo es una forma de hacer política que busca conectar directamente con la gente común, a menudo presentándose como la voz del "pueblo" frente a una "élite" o grupo de poder. Es un concepto que puede ser un poco difícil de definir porque se ha usado de muchas maneras diferentes a lo largo de la historia.

Su origen se remonta a un movimiento en Rusia en el siglo XIX, llamado narodnismo. Este nombre viene de la idea de "ir hacia el pueblo", que era una guía para los movimientos que buscaban la democracia en Rusia en esa época.

Aunque a veces se usa la palabra "populista" de forma negativa, no siempre significa lo mismo. Algunos expertos lo ven como una estrategia política que no depende de si un partido es de izquierda o de derecha. Los movimientos populistas suelen decir que hay un poder que oprime a la mayoría y que ellos representan a esa mayoría para cambiar las cosas.

Quienes estudian el populismo señalan que a menudo simplifica los problemas, se opone a las élites (buscando favorecer a los más débiles), usa más las emociones que la razón y busca la participación de mucha gente. Otros piensan que el populismo es lo contrario al elitismo (donde el poder lo tienen unos pocos) y que lo mejor es el pluralismo, donde el poder se comparte entre muchos grupos.

¿Qué es el populismo?

Un concepto con muchos significados

La palabra "populismo" a menudo se usa para criticar a los oponentes políticos, casi como si fuera lo mismo que la demagogia (que es cuando se engaña a la gente con promesas falsas para conseguir su apoyo). Algunos expertos, como Ralf Dahrendorf, dicen que el populismo es un término que se usa para descalificar.

Además, "populismo" se ha usado en situaciones muy distintas, sin una definición clara. Se ha aplicado incluso a ideas religiosas o a la forma de actuar de grandes grupos económicos. Hay quienes creen que el término es tan amplio que ya no sirve para entender la realidad política. Por ejemplo, Ezequiel Adamovsky dice que no tiene sentido usar una categoría que puede describir tanto a un partido de izquierda como a grupos extremistas de derecha. Él explica que la palabra se usa para fenómenos políticos muy diferentes que no tienen nada en común, como líderes autoritarios y partidos de izquierda.

Ideas sobre el populismo desde América Latina

En América Latina, se han propuesto cuatro formas de entender el populismo:

  • Estructuralista: Lo ve como un tipo de gobierno que se apoya en diferentes grupos sociales y un líder carismático para impulsar el desarrollo de la industria local.
  • Económica: Esta visión es más crítica. Dice que el populismo son políticas económicas que se hacen para ganar elecciones, pero que luego causan problemas de gastos y crisis.
  • Política y estratégica: Lo entiende como líderes que, con su personalidad, logran movilizar a muchas personas que no están conectadas entre sí, y que crean una forma de hacer política con pocas reglas fijas, dirigida por el líder.
  • Discursiva: Esta idea dice que el populismo crea una identidad de "pueblo" que tiene muchas necesidades no satisfechas, y que se opone a una "élite" que es vista como el problema. Esta definición ha sido muy influyente gracias al filósofo Ernesto Laclau.

El experto Juan Santiago Ylarri señala que los movimientos populistas suelen rechazar a los políticos tradicionales, desconfiar de las instituciones, tener una comunicación directa entre el líder y la gente, buscar mucha participación y movilización, usar un lenguaje que resalta lo nacional y tener un líder fuerte.

El enfoque "ideacional" del populismo

En el siglo XXI, se ha popularizado el "enfoque ideacional", que ve el populismo como una forma de pensar, una ideología o una manera de ver el mundo. Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser lo definen como una ideología "delgada" (poco desarrollada) que divide a la sociedad en dos grupos opuestos: el "pueblo puro" y la "élite corrupta". Según ellos, la política debe ser la expresión de lo que el pueblo quiere.

Dicen que es una ideología "delgada" porque no tiene muchas ideas propias, sino que necesita apoyarse en otras ideologías (como el nacionalismo o el socialismo) para formar su mensaje. Por eso, el populismo puede ser de derecha o de izquierda. Es como un "mapa mental" que ayuda a la gente a entender la política. Las ideas opuestas al populismo serían el elitismo (que cree que el pueblo es peligroso) y el pluralismo (que no ve la sociedad dividida en dos grupos).

Los tres conceptos clave del populismo, según Mudde y Rovira Kaltwasser, son:

  • El pueblo: Se entiende como el que tiene el poder, la gente común que ha sido "excluida" y la nación.
  • La élite: Se la considera "corrupta" y "usurpadora" de la voz del pueblo. Incluye a líderes políticos, económicos y de medios de comunicación.
  • La voluntad general: Es la idea de que la política debe seguir lo que el pueblo quiere, prefiriendo la democracia directa.

Estos autores también mencionan tres formas en que el populismo moviliza a la gente: a través de un líder fuerte, un movimiento social o un partido político.

Historia del populismo

Archivo:Andrew Jackson Portrait
Andrew Jackson, considerado el "primer presidente populista de Estados Unidos".

El término "populismo" se usó por primera vez para un movimiento republicano en el Imperio Ruso a finales del siglo XIX, que quería cambiar la monarquía por una democracia. Aunque ningún otro movimiento se llamó a sí mismo "populista" después, algunos expertos han usado el término para describir otros movimientos políticos que surgieron antes y después. Otros prefieren usar la palabra "popular" para hablar de movimientos que ponen al pueblo como lo más importante en la política.

Mudde y Rovira Kaltwasser proponen que los movimientos políticos se pueden dividir en elitismo (el poder para las élites), populismo (el poder para el pueblo) y pluralismo (el poder compartido). Según ellos, el populismo ha crecido mucho en América Latina por la gran desigualdad económica y los largos periodos de democracia.

Siglo XIX

Antes del populismo ruso

En Argentina, algunos historiadores creen que los "caudillos" que gobernaron las provincias después de la independencia fueron populistas. En Estados Unidos, Andrew Jackson, presidente entre 1829 y 1839, es considerado el primer presidente populista de ese país.

El populismo (narodismo) ruso

Archivo:Alexander Herzen Romania1962
Estampilla rumana del socialista ruso Aleksandr Herzen (1812-1870), quien inspiró el populismo o narodismo.

El populismo ruso, o narodismo, empezó a mediados del siglo XIX. Fue un movimiento cultural inspirado por pensadores como Aleksandr Herzen, quien en 1861 lanzó el lema "¡Al pueblo!". Esto impulsó a estudiantes a ir a las zonas rurales para compartir ideas que el gobierno monárquico había prohibido.

El populismo ruso no fue un movimiento único, sino una inspiración para que las élites (pensadores, políticos, artistas) se conectaran con la gente común. Aunque no lograron crear un gran movimiento campesino, sus ideas influyeron en muchos partidos que buscaban la democracia. También influyeron en movimientos agrarios en Europa del Este a principios del siglo XX, que veían a los campesinos como la base de la sociedad y se oponían a las élites urbanas y al capitalismo.

El "populismo de pradera" estadounidense

A finales del siglo XIX y principios del XX, en el medio oeste de Estados Unidos, surgió el "populismo de pradera". Este movimiento veía al "pueblo puro" como los agricultores libres y a la "élite corrupta" como los banqueros y políticos que se aprovechaban de ellos.

La diferencia entre el "pueblo" y la "élite" era moral, geográfica y de trabajo: campesinos buenos en el campo frente a banqueros y políticos corruptos en las ciudades. Se formó el Partido del Pueblo, que tuvo éxito en algunos estados, pero no a nivel nacional. Su derrota en las elecciones presidenciales de 1896 llevó a su disolución.

Siglo XX (hasta 1989)

La Revolución mexicana

Archivo:Congreso Constituyente de 1917
Juramento de la Constitución mexicana de 1917, que estableció el constitucionalismo social.

La Revolución mexicana, que comenzó en 1910, ha sido descrita por Adalberto Santana como una "revolución populista" única.

Argentina: radicalismo y peronismo

En 1916, Hipólito Yrigoyen se convirtió en el primer presidente de Argentina elegido por voto secreto. Su movimiento, la Unión Cívica Radical, ha sido considerado populista, al igual que el peronismo (1946-1955). Ninguno de estos partidos se llamó a sí mismo populista. El peronismo, bajo Juan Domingo Perón, se enfocó en la justicia social y la participación de sindicatos y mujeres.

Estados Unidos: Franklin D. Roosevelt

Archivo:Vargas e Roosevelt
Franklin D. Roosevelt con el presidente brasileño Getúlio Vargas, en 1936.

En 1933, Franklin D. Roosevelt ganó las elecciones en Estados Unidos. Su política, conocida como el New Deal, buscó la intervención del estado y la redistribución de la riqueza con apoyo de los sindicatos. Algunos autores la consideran populista.

Getulio Vargas en Brasil y José María Velasco Ibarra en Ecuador

En 1930, Getúlio Vargas llegó a la presidencia de Brasil. Mudde y Rovira Kaltwasser lo consideran un movimiento populista, parte de la primera ola de populismo latinoamericano, junto con el peronismo en Argentina y el velasquismo en Ecuador. Estos movimientos defendían una identidad común latinoamericana y se oponían a las influencias externas. Definían al "pueblo puro" como campesinos y trabajadores, y a la "élite corrupta" como la oligarquía nacional aliada con fuerzas externas que se oponían al desarrollo industrial.

Macartismo en Estados Unidos

En la década de 1950, el macartismo en Estados Unidos fue un movimiento que se oponía a las ideas socialistas. Para este movimiento, el "pueblo" eran los estadounidenses patriotas, y la "élite corrupta" eran los sectores acomodados del noreste que simpatizaban con ideas "no estadounidenses". Este movimiento desapareció por los excesos cometidos, pero su influencia populista de derecha fue usada por políticos como Richard Nixon y George C. Wallace.

La Revolución cubana

La Revolución cubana, liderada por Fidel Castro a finales de 1958, ha sido calificada por algunos como una revolución populista.

Robert F. Kennedy en Estados Unidos

Archivo:RFK and MLK together
Robert F. Kennedy y Martin Luther King.

Las ideas de Robert F. Kennedy, asesinado en 1968 mientras hacía campaña presidencial, han sido descritas como "populismo inclusivo".

Indira Gandhi en India

Indira Gandhi, primera ministra de la India entre 1966 y 1988, es considerada por algunos expertos como la líder populista más importante en la historia de la India.

El reaganismo en Estados Unidos

Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos de 1981 a 1989, implementó una política económica y social llamada "revolución conservadora" o reaganomics. Varios autores la califican como populismo.

1989-2000

Mudde y Rovira Kaltwasser hablan de una segunda ola de populismo latinoamericano en la década de 1990, con ejemplos como Carlos Menem en Argentina, Fernando Collor de Mello en Brasil y Alberto Fujimori en Perú. Estos líderes llegaron al poder en medio de crisis económicas, culpando a la élite y prometiendo devolver el poder al "pueblo". Una vez en el gobierno, aplicaron políticas económicas difíciles.

En esta segunda ola, la "élite corrupta" fue identificada como la "clase política" que defendía un estado fuerte y se oponía al mercado libre. El "pueblo" era visto como una masa de individuos pasivos. Una característica de esta ola fue la adopción de programas para combatir la pobreza.

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Jean Marie Le Pen en París, 2007.

En Europa, el populismo surgió en los años 90, a menudo con un carácter autoritario, nacionalista y que rechazaba a los extranjeros. Ejemplos son el Frente Nacional de Francia y la Liga en Italia. Otros partidos adoptaron ideas económicas liberales, como el UKIP en Reino Unido y Forza Italia en Italia.

En Europa central y oriental, el populismo de derecha creció mucho después de la caída de los regímenes comunistas en 1989. Algunos partidos tuvieron una vida corta, mientras que otros se consolidaron.

En Estados Unidos, el empresario Ross Perot se presentó a las elecciones presidenciales de 1992 con un programa populista de derecha. Usaba un lenguaje sencillo para atraer a la gente "pura" del centro del país, oponiéndola a la "élite liberal" de la costa este. Prometió "limpiar" el gobierno de Washington y defender los valores del "pueblo".

Fuera de Europa y América, surgieron movimientos populistas en Australia y Nueva Zelanda, similares a los de derecha europeos. Estos partidos surgieron de la frustración por el aumento de la inmigración y las reformas económicas. Compartían ideas nacionalistas.

1998-2015

Archivo:Banco del Sur
Creación del Banco del Sur. De izquierda a derecha: Rafael Correa, Evo Morales, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Lula, Nicanor Duarte y Hugo Chávez.

En 1998, la victoria de Hugo Chávez en Venezuela marcó el inicio de una etapa de gobiernos latinoamericanos que cuestionaban las políticas económicas liberales de la década de 1990. Gobiernos similares surgieron en Brasil (con Lula y Dilma Rousseff), Argentina (con Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner), Uruguay (con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica), Bolivia (con Evo Morales) y Ecuador (con Rafael Correa), entre otros.

Todos estos gobiernos criticaron las políticas económicas que habían aumentado la desigualdad y propusieron alternativas sociales para las poblaciones más pobres. Han sido descritos como "progresistas", "anti-liberales", "socialistas" o "de izquierda", y también como "populistas". El expresidente uruguayo José Mujica ha dicho que la palabra "populista" se usa para muchas cosas y que no define bien.

En Estados Unidos, en la primera década del siglo XXI, surgieron dos movimientos populistas diferentes: el de izquierda Occupy Wall Street y el de derecha Tea Party. Ambos buscaban responder a las consecuencias de la crisis económica de 2008 y se oponían a los rescates bancarios, defendiendo a la gente común frente a la "élite corrupta".

2015 en adelante

Archivo:Macri Bolsonaro
El presidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) junto al presidente de Brasil Jair Bolsonaro.

A partir de 2015, el populismo de derecha volvió a aparecer en América Latina con las victorias de Mauricio Macri en Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil.

El movimiento Occupy Wall Street se hizo conocido por su lema "el 99%" (el pueblo afectado por la crisis) contra "el 1%" (la élite corrupta). El movimiento conservador Tea Party exaltaba a la mayoría "productiva" frente a la "improductiva" (banqueros, políticos).

Muchas de estas ideas fueron adoptadas por Donald Trump, quien ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016. Su campaña combinó ideas nacionalistas y autoritarias, y se opuso a la "élite". En su discurso inaugural, Trump dijo que "un grupo reducido de gente en la capital de nuestra nación ha acaparado los beneficios del Estado, mientras el pueblo soportaba su coste".

En Europa central y oriental, los populismos de derecha se consolidaron y llegaron al poder, como en Hungría con Viktor Orbán y en Polonia con el partido Ley y Justicia. Ambos argumentaron que las nuevas élites democráticas no eran diferentes de las anteriores y que había que devolver el poder al "pueblo".

En Europa occidental también surgieron partidos populistas de derecha. En 2019, se buscó formar una alianza de partidos populistas de derecha y que se oponen a la Unión Europea.

Por otro lado, en este periodo aparecieron en Europa occidental populismos de izquierda como respuesta a las consecuencias de la crisis económica de 2008. En Grecia surgió Syriza, en Italia el Movimiento 5 Estrellas y en España Podemos. Estos movimientos critican las políticas económicas y a la "casta" (la élite política nacional).

Fuera de Europa y América, surgieron movimientos populistas en el sudeste asiático debido a la crisis de 1997. Atacaron la globalización y a las élites nacionales.

En África, el populismo se ha asociado a líderes autoritarios. En Sudáfrica, Julius Malema fundó un partido populista. En Oriente Próximo, la retórica populista apareció en la Primavera Árabe.

En los últimos años, ha crecido un tipo de populismo de derecha que el politólogo Cas Mudde llama "derecha radical populista". Ejemplos son Vox en España y otros partidos en Estonia y Croacia.

El uso del término "populismo"

La palabra "populismo" tiene muchos significados, lo que puede llevar a confusiones. A veces se usa para comparar líderes o movimientos de diferentes partes del mundo que no tienen nada en común. Esto ha sido señalado por expertos como Claudio Katz, quien dice que la prensa a menudo mezcla líderes progresistas y conservadores bajo la misma etiqueta de "populismo", cuando sería más claro usar la distinción entre izquierda y derecha.

En sentido negativo

El populismo, con un significado negativo, se refiere al uso de "medidas de gobierno populares" para ganar el apoyo de la gente, incluso si esas medidas van en contra de las reglas democráticas. Su objetivo principal no es cambiar profundamente la sociedad, sino mantener el poder a través de la popularidad.

Algunos sectores de izquierda han usado el término "populista" para describir a gobiernos que, aunque ayudan a la gente común, no buscan terminar con el sistema económico capitalista. Los sectores conservadores, por otro lado, lo han usado para describir a gobiernos que presentan los intereses de las clases más ricas como opuestos a los de la mayoría, lo que, según ellos, impide el crecimiento económico.

El filósofo español Fernando Savater compara el populismo con los "curanderos" de la política. Dice que, ante problemas graves como una crisis económica o la llegada de inmigrantes, surgen soluciones que parecen fáciles pero son ilusorias y se basan en la falta de conocimiento.

En sentido positivo

A lo largo de la historia, varios movimientos han buscado que el "pueblo" (agricultores, obreros, pequeños empresarios, etc.) tenga el poder en los estados democráticos, oponiéndose a las élites.

Estos movimientos populistas se han basado en ideas propias de su cultura, sin ser necesariamente nacionalistas, y siempre oponiéndose a la influencia de otros países. Ejemplos son el populismo ruso y estadounidense del siglo XIX.

Esteban Hernández, al analizar una novela, sugiere que en países menos desarrollados, el populismo va de la mano con la lucha contra la pobreza, el aumento de impuestos a los ricos y la subordinación de las empresas a la política, como hizo Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos con el New Deal. Hernández señala que, en esos países, el populismo es una alternativa más probable a la aristocracia que el comunismo, y por eso ha sido criticado por los sectores conservadores.

En 2014, los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama discutieron el término "populista". Para el mexicano, era un peligro, mientras que para el estadounidense era una "lucha por la justicia social". Obama explicó que él se preocupaba por los trabajadores y los pobres, y que eso podría ser llamado "populismo", pero que no estaba de acuerdo en que cualquier persona que dice algo controvertido para ganar votos sea populista.

Populismo y democracia

Los politólogos Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser han señalado efectos positivos y negativos del populismo en la democracia:

  • Efectos positivos:

* Puede dar voz a grupos que no se sienten representados. * Puede movilizar a sectores excluidos, mejorando su participación. * Puede hacer que el sistema político responda mejor a las necesidades de los excluidos. * Puede aumentar la responsabilidad de los políticos.

  • Efectos negativos:

* Puede usar la idea de que la mayoría gobierna para ignorar los derechos de las minorías. * Puede usar la idea del poder del pueblo para debilitar las instituciones que protegen los derechos. * Puede crear divisiones políticas que impidan formar acuerdos estables. * Puede hacer que la política se vuelva muy moralista, dificultando los acuerdos.

Algunos sociólogos creen que el populismo es una señal de que la democracia moderna está agotada. Sugieren que el populismo llena el vacío que deja el mercado cuando se expande más allá de las fronteras nacionales, ayudando a mantener unida a la sociedad.

Factio popularium en la antigua Roma

En la última etapa de la República Romana, surgieron líderes llamados "populares" (o "facción del pueblo"). Se oponían a la aristocracia tradicional y buscaban usar las asambleas del pueblo para impulsar iniciativas que ayudaran a distribuir mejor la tierra, aliviar las deudas de los más pobres y aumentar la participación de la gente. Entre sus líderes estuvieron los Graco, Cayo Mario y Julio César.

Este grupo se enfrentó a la fuerte oposición de los "optimates", el partido aristocrático, liderado por Cicerón, quienes usaron su poder para eliminar a los líderes populares.

Populismos de derecha y de izquierda

[[Galería de imágenes | título = | tít_pos = right | líneas = 6 | ancho = 200 | alto = 200 | posición = right | Juan Velasco Alvarado 1971.jpg | Juan Velasco Alvarado, general del ejército peruano que fue presidente entre 1968 y 1975, con políticas de izquierda populista. | Alberto Fujimori en 1991.jpg | Alberto Fujimori, político peruano que fue presidente entre 1990 y 2000, con políticas de derecha populista. ]] El populismo de derecha es una categoría específica que se usa para identificar a políticos y gobiernos que usan diferentes formas de conseguir apoyo popular para aplicar políticas de derecha. Ejemplos incluyen a Donald Trump en Estados Unidos, Marine Le Pen en Francia y Mauricio Macri en Argentina.

En Europa, el populismo de derecha suele oponerse a la Unión Europea. Este tipo de populismo a menudo critica a grupos que considera peligrosos para la sociedad, como los menos productivos (a menudo extranjeros o de otras religiones), y habla de conspiraciones contra el bien común. En economía, suelen apoyar la reducción de impuestos. También comparten una actitud de rechazo hacia los inmigrantes y discursos que los critican.

Por otro lado, el populismo de izquierda se caracteriza por oponerse al capitalismo y a la globalización. Para ellos, la ideología de clase o la teoría socialista no son tan importantes como para los partidos de izquierda tradicionales. Un ejemplo de populismo de izquierda es el partido griego Syriza.

En América Latina, muchos gobernantes han sido calificados como populistas, tanto de derecha como de izquierda. Algunos ejemplos son Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lula y Jair Bolsonaro en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Andrés Manuel López Obrador en México, Nayib Bukele en El Salvador, y varios presidentes en Argentina como Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Javier Milei.

Populismo en América Latina

En América Latina, muchos gobiernos han sido llamados "populistas" por sus opositores, con diferentes características según el momento y el lugar:

En esta línea de crítica, se ha cuestionado como "populistas" tanto a gobiernos de derecha (identificados con el sistema capitalista y Estados Unidos) como de izquierda (identificados con posiciones nacionalistas y alejadas de Estados Unidos).

El expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, dijo en 2006 que para que un gobierno no sea populista, debe tener "políticas públicas prudentes y sensatas" y un mayor acercamiento a Estados Unidos.

Francisco Panizza ve el populismo como un reflejo de la democracia, donde se "construye" la idea de un pueblo como actor social. Los líderes no solo hablan en nombre del pueblo, sino que usan la idea de una emergencia para introducir políticas que de otra manera serían rechazadas.

Por su parte, Ernesto Laclau (1935-2014) creía que el populismo es una buena forma de organización política porque da más voz y representación a grupos que antes estaban excluidos. Para él, el populismo enriquece la vida democrática.

Críticas

La postura de Laclau ha sido criticada por algunos expertos de izquierda. Una crítica es que, al aumentar la distribución de la riqueza, no se corrige la desigualdad de fondo, sino que esta puede crecer.

Una parte importante de los estudios latinoamericanos cuestiona el uso del término "populista" de forma generalizada para corrientes políticas latinoamericanas, sin tener en cuenta sus circunstancias históricas específicas.

El expresidente uruguayo José Mujica ha dicho: "La palabra populista no la uso porque la usan para un barrido y un fregado. Los que votan en Alemania por la derecha medio extremistas son populistas, en Nicaragua son populistas. Entonces, cualquier cosa es populismo. Yo saco esta conclusión: todo con lo que no se está de acuerdo, que molesta, es populista. Es una categoría que no define."

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Populist Movement Facts for Kids

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Populismo para Niños. Enciclopedia Kiddle.