Argumento ad populum para niños
Datos para niños Falacias |
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Un argumento ad populum, que en latín significa «dirigido al pueblo», o sofisma populista, es un tipo de falacia. Una falacia es un error en el razonamiento que hace que un argumento parezca válido, pero en realidad no lo es. En este caso, la falacia ocurre cuando alguien dice que algo es verdad solo porque mucha gente lo cree así, en lugar de dar razones o pruebas reales.
Imagina que alguien dice:
- La mayoría de la gente cree que A es verdadero.
- Por lo tanto, A es verdadero.
Este tipo de argumento se usa a menudo en conversaciones diarias, en la publicidad o incluso en discursos. Puede parecer convincente, especialmente si se acompaña de encuestas que muestran que muchas personas piensan de esa manera. Sin embargo, es importante recordar que la popularidad no siempre significa que algo sea cierto o correcto.
Por ejemplo:
- «Este videojuego debe ser excelente, ¡millones de jugadores no pueden estar equivocados!»
- «Esta marca de ropa es la más popular; por eso, deberías comprar sus productos.»
- «Si todo el mundo lo hace, debe estar bien.»
Contenido
¿Cómo funciona esta falacia?
Esta falacia es como una variación de la falacia ad verecundiam, donde se apela a la autoridad. Pero en lugar de decir que algo es verdad porque una persona experta lo dice, aquí se dice que es verdad porque un grupo grande de personas (como la gente de un país o la mayoría de la sociedad) lo cree. Es como si la opinión de la mayoría fuera una prueba irrefutable.
¿Por qué no es un buen argumento?
Hay dos formas en que un argumento ad populum puede ser débil:
- Afirmar sin pruebas: A veces, alguien puede decir que la mayoría de la gente piensa algo, ¡pero sin tener ninguna prueba de que sea cierto! En ese caso, el argumento es doblemente incorrecto: no solo se basa en una opinión, sino que ni siquiera se sabe si esa opinión es real.
- La popularidad no es la verdad: Incluso si se ha hecho una encuesta y se sabe que muchas personas piensan de cierta manera, el argumento sigue siendo una falacia. Que muchas personas crean algo no lo convierte automáticamente en verdad. La idea de que "tanta gente no puede estar equivocada" es una intuición, pero no una prueba lógica.
A menudo escuchamos frases como «todo el mundo sabe que…» o «… esto es lo que la sociedad desea». Estas frases suelen esconder un argumento ad populum.
Tipos de argumentos Ad Populum
Existen dos tipos muy comunes de argumentos ad populum:
- Apelación a la tradición: Esto ocurre cuando alguien dice que algo es correcto o verdadero solo porque "siempre se ha hecho así". Por ejemplo: «Siempre hemos celebrado esta fiesta de esta manera, así que es la única forma correcta de hacerlo.»
- Apelación a la práctica común: Esto es cuando se dice que algo es correcto o verdadero porque "todo el mundo lo hace así". Por ejemplo: «No hay problema en copiar en el examen, ¡todos mis amigos lo hacen!»
Un ejemplo más claro de apelación a la práctica común podría ser: «Esta nueva regla no es buena porque ningún otro país del mundo tiene algo igual y siempre se ha hecho de otra manera.» Este razonamiento olvida que para que haya cosas nuevas, alguien tiene que ser el primero en probarlas. Además, que algo haya funcionado bien hasta ahora no significa que siempre vaya a ser la mejor opción.
¿Y en la democracia?
En una democracia, los resultados de una votación no se consideran "verdaderos" o "falsos" en el sentido de la verdad absoluta. Simplemente significan que es lo que la mayoría de las personas quiere. En democracia, esto es suficiente para tomar decisiones.
Sin embargo, usar una votación para decidir si una afirmación es cierta o falsa es un error. Por ejemplo, si un jurado vota sobre la culpabilidad de alguien, el resultado de la votación no significa que la persona sea "verdaderamente" culpable o inocente. Solo significa que la mayoría del jurado lo decidió así, basándose en las pruebas y argumentos presentados. La democracia y los juicios no buscan la "verdad" en un sentido lógico, sino una solución que sea aceptada por la mayoría.
Existen algunas excepciones, como en las reglas de etiqueta o protocolo. Estas reglas dependen totalmente de la aceptación de la mayoría. En estos casos, un argumento ad populum no es una falacia, porque su validez se basa precisamente en que la mayoría los acepta.
Véase también
En inglés: Appeal to popularity Facts for Kids