Patricio Lynch para niños
Datos para niños Patricio Lynch |
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![]() Patricio Lynch como General en jefe.
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![]() Ministro plenipotenciario de Chile en España ![]() ![]() |
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1884-1886 | ||
Presidente | Domingo Santa María | |
Predecesor | Ninguno José Francisco Gana (1858) |
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Sucesor | Domingo Gana Cruz | |
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![]() Diputado de la República de Chile por Santiago |
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1882-1884 | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Patricio Javier de los Dolores Lynch Solo de Zaldívar | |
Apodo | el Último Virrey del Perú el Príncipe Rojo |
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Nacimiento | 1 de diciembre de 1824 Santiago de Chile, Chile |
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Fallecimiento | 13 de mayo de 1886 Alta mar, cerca de Tenerife |
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Sepultura | Cementerio General de Santiago | |
Residencia | Santiago, Chile | |
Nacionalidad | Chilena | |
Lengua materna | Castellano | |
Familia | ||
Padres |
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Cónyuge | Julia Borgoño Vergara | |
Hijos | Julia Lynch Borgoño María Teresa Lynch Borgoño Patricio Lynch Borgoño |
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Familiares | Carlos Morla Vicuña (medio hermano materno) | |
Educación | ||
Educado en | Academia Militar de Chile | |
Información profesional | ||
Ocupación | Marino, militar y diplomático | |
Años activo | 1836-1886 | |
Obras notables | Véase Obra escrita | |
Rama militar | ![]() ![]() |
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Rango militar | ||
Conflictos | Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana Primera Guerra del Opio (bajo la ![]() Revolución de 1851 Guerra Hispano-Sudamericana Guerra del Pacífico |
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Partido político | Independiente | |
Miembro de | Francmasonería (no confirmado) | |
Distinciones | ||
Patricio Javier de los Dolores Lynch y Solo de Zaldívar (nacido en Santiago de Chile el 1 de diciembre de 1824 y fallecido en alta mar, cerca de Tenerife, el 13 de mayo de 1886) fue un importante marino, político y militar chileno. Llegó a ser el quinto vicealmirante de la Armada de Chile y también general en jefe del ejército que ocupó Perú. Además, fue ministro plenipotenciario de Chile en España.
Era hijo de Estanislao Lynch Roo, un militar argentino, y de Carmen Solo de Zaldívar Rivera, de una familia importante de Chile. Comenzó su carrera en la Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins y se unió a la Armada a los 13 años. Participó en varias guerras, como la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), un conflicto en China (1840) mientras servía en la Marina Británica, la Revolución de 1851 en Chile, la Guerra hispano-sudamericana (1865) y la Guerra del Pacífico (1879-1884).
Fue en la Guerra del Pacífico donde Patricio Lynch se hizo más conocido. Lo llamaron el Príncipe Rojo por los trabajadores chinos que liberó durante una expedición militar en el norte de Perú en 1880. También lo apodaron el Último Virrey del Perú por su trabajo en la ocupación militar de ese país entre 1881 y 1883. Durante ese tiempo, también fue diputado por Santiago (1882-1884).
Después de la guerra, Lynch realizó misiones diplomáticas y militares en Europa. Falleció en 1886 a bordo de un barco británico cerca de Tenerife. Sus restos fueron llevados a Chile en 1887 y recibió un funeral con todos los honores militares.
Contenido
Infancia y sus primeros pasos en la vida militar
Patricio Lynch fue el segundo hijo de Estanislao Lynch Roo y Carmen Solo de Zaldívar Rivera. Sus hermanos, Luis Alfredo y Julio Ángel, también se hicieron marinos. Cuando tenía solo un año, su familia se mudó a Perú por el trabajo de su padre. Al regresar a Chile, se establecieron en Santiago.
En Santiago, Patricio asistió al Colegio Argentino de los hermanos Zapata. Allí fue compañero de Aníbal Pinto y Manuel Baquedano, quienes años después ocuparían cargos importantes en Chile.
A los doce años, Patricio Lynch ingresó a la Academia Militar, una escuela en Santiago que formaba a los oficiales del Ejército y la Armada. Se convirtió en cadete el 2 de marzo de 1837. Sus estudios fueron rápidos porque Chile estaba en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. A los trece años, el 21 de febrero de 1838, fue ascendido a guardiamarina.
Durante la preparación de una expedición a Perú, se embarcó en la corbeta Libertad. Participó en el bloqueo del Callao en mayo de 1838. El objetivo era impedir el comercio y mantener a la flota enemiga encerrada. Así, las tropas chilenas podrían desembarcar de forma segura.
En este bloqueo, Patricio Lynch participó en la captura de la corbeta Socabaya el 17 de agosto, lo que fue su primera experiencia en combate. Luego, fue asignado a esa misma nave.
La captura de la Socabaya significó el fin de la flota enemiga. Sin embargo, el general Andrés de Santa Cruz, líder de la Confederación Perú-Boliviana, organizó barcos corsarios para oponerse a la armada chilena. Lynch, que ya estaba en la corbeta Valparaíso, se unió a una división naval y participó en el Combate Naval de Casma el 12 de enero de 1839. En esta batalla, los corsarios fueron vencidos y Chile aseguró el control del mar.
Después de la guerra, Lynch permaneció en la flota chilena hasta el 11 de febrero de 1840. El contraalmirante británico Charles Bayne Hodgson Ross lo invitó a unirse a la Royal Navy para que pudiera aprender más. Lynch tenía quince años cuando se le permitió unirse a la marina británica.
Su tiempo en la Marina Británica
Patricio Lynch comenzó su servicio en la Marina Británica como guardiamarina en la corbeta HMS Electra en febrero de 1840. Navegó por las costas americanas del Pacífico. En junio, fue trasladado a la fragata HMS Calliope, que se dirigía a Asia para reforzar las fuerzas británicas. En esa zona, se estaba desarrollando un conflicto importante.
Durante el viaje por el Pacífico, Lynch vivió un fuerte tifón que casi hunde el HMS Calliope. Tuvieron que ir a las islas Filipinas para reparar el barco. En este viaje, Lynch ganó mucha experiencia como marino.
Al llegar a las costas de China, el capitán Herbert, al mando del HMS Calliope, bloqueó el puerto de Cantón el 10 de octubre de 1840.
El 7 de enero de 1841, Lynch participó en el ataque a las fortificaciones del río Boca Tigris. Los británicos desembarcaron y él llevó el estandarte. El 23 de febrero, estuvo presente en el ataque al fuerte Anumbay, donde silenciaron veinte cañones.
El 2 de marzo, participó en el ataque a barcos y fortalezas en Whampoo, defendidas por 98 cañones. Los cañones y almacenes enemigos fueron destruidos.
El 13 de marzo, el HMS Calliope entró en el puerto de Cantón. Poco después, la ciudad fue ocupada por 13.000 soldados y marineros británicos.
En todas estas acciones, el guardiamarina Lynch mostró mucho valor, especialmente en el ataque a Whampoo. Fue mencionado en las órdenes del día y recibió una condecoración con la imagen de la reina Victoria.
Más tarde, el capitán Herbert fue ascendido y pasó a comandar el HMS Blenheim, llevando a Lynch con él. En este nuevo barco, Lynch participó en ataques a fortalezas en Amoy, Chussan, Chinghae y Ningpoo. En el ataque a Chinhae, Lynch izó la bandera de su comandante en las murallas del fuerte. Por esta acción, fue ascendido a teniente de la marina británica el 21 de octubre de ese año.
Durante este conflicto, Lynch participó en unas veinte acciones, mostrando gran valor y aprendiendo mucho. Una vez, mientras comandaba un grupo de hombres que tomaron Tsinhan, escuchó a un jefe chino decir una frase en español. Lynch se dio cuenta de que era chileno y lo salvó. Se trataba de Francisco Guerrero, quien luego regresó a Chile y se unió a su ejército.
Después de estas acciones, Lynch regresó con su comandante Herbert al río Cantón, donde se firmó el Tratado de Nankín el 29 de agosto de 1842, poniendo fin al conflicto. Luego, viajó a Europa a bordo del Blenheim, llegando a Portsmouth el 5 de abril de 1843. Continuó sirviendo en ese barco en las costas de Inglaterra. Fue ascendido a teniente 1.º el 5 de junio de 1844 y tomó cursos de perfeccionamiento.
Más tarde, fue asignado a la fragata HMS Tyne y navegó por el Mediterráneo en el vapor Gueyssen, conociendo las costas de varios países. Regresó a Inglaterra el 15 de septiembre de 1846 y fue asignado al HMS Queen, el barco de guerra más grande de la armada británica. Con este barco, visitó Portugal y España, regresando a Inglaterra en mayo del año siguiente.
A principios de 1847, el gobierno de Chile pidió que Lynch regresara al país. A pesar de que la marina británica no quería que se fuera, aceptaron la solicitud. Lynch regresó a Chile en un barco mercante y se reincorporó a la Armada de Chile con el mismo grado de teniente 1.º. Había servido en la marina británica durante siete años, algo muy inusual.
Regreso a Chile
De vuelta en la marina chilena, el 6 de enero de 1848, Patricio Lynch fue nombrado comandante del bergantín Cóndor. Permaneció en Magallanes hasta abril de 1849, cumpliendo sus misiones de forma efectiva. Ese mismo año, se casó con Julia Borgoño Vergara, hija del general José Manuel Borgoño Núñez. Tuvieron dos hijas, Julia y María Teresa, y un hijo, Patricio.
Fue amonestado por casarse sin permiso de la Armada, por lo que el 17 de julio se retiró temporalmente de la marina. Viajó a California en busca de fortuna como capitán del barco mercante Diana durante la Fiebre del oro. No tuvo éxito y regresó a Chile al mando del vapor Infatigable.
De regreso en Valparaíso, fue nombrado oficial agregado al Ministerio de Guerra y Marina. En noviembre de 1850, fue comandante del bergantín Meteoro y en marzo de 1851, del bergantín-goleta Janequeo, realizando viajes por la costa. Ese año, también fue ayudante del comandante general de marina y intendente del puerto, Manuel Blanco Encalada. Meses después, el 5 de septiembre, ascendió a capitán de corbeta.
En 1851, Lynch y el comandante Blanco Encalada ayudaron a mantener el orden en el país, sofocando intentos de levantamientos, aunque Lynch no estaba de acuerdo con el gobierno del presidente Manuel Montt. Participó en el control de un motín en Valparaíso el 28 de octubre, donde resultó herido. Por esto, ascendió a capitán de fragata y se le dio el mando del Janequeo nuevamente. También participó en el sitio de La Serena el 7 de noviembre, donde se derrotó a los rebeldes en el norte.
En 1853, se hizo cargo de la capitanía de Constitución. A finales de ese año, tuvo un desacuerdo político con el presidente Manuel Montt, lo que llevó a su retiro de la Armada el 17 de enero de 1854. El incidente ocurrió porque Lynch se negó a transportar presos políticos en su barco.
Desde entonces, se dedicó a la agricultura en Constitución y se reencontró con amigos de la infancia, como Aníbal Pinto y Domingo Santa María, quienes luego serían presidentes de Chile.
En la guerra contra España y otros servicios
En 1864, surgió un conflicto entre España y Perú. Un incidente en una hacienda llevó a que el almirante Luis Hernández-Pinzón Álvarez tomara las islas guaneras de Chincha el 14 de abril de ese año.
Esta acción provocó fuertes protestas en Chile contra España y solidaridad con Perú. Se pensó en enviar ayuda a Perú. Patricio Lynch, aunque retirado, decidió viajar a Perú en el barco mercante Dard con 152 voluntarios chilenos. Llegaron al puerto del Callao el 23 de julio para ofrecer su ayuda. Sin embargo, el gobierno peruano negoció un tratado con el vicealmirante José Manuel Pareja, y la ayuda no fue tan necesaria. Aunque los voluntarios regresaron a Chile, Lynch se quedó en Perú y fue nombrado ayudante del presidente Pezet.
Mientras tanto, la situación entre Chile y España empeoró debido a esta ayuda y a que no se permitió a los barcos españoles abastecerse de carbón. Las tensiones aumentaron por las exigencias del vicealmirante Pareja, que fueron rechazadas por el gobierno chileno. Esto llevó a que España bloqueara las costas chilenas, y Chile le declaró la guerra el 25 de septiembre de 1865. Por ello, Lynch regresó a Chile y se reincorporó a la marina en diciembre de ese año con su grado de capitán de fragata.
En Valparaíso, Lynch participó en una operación arriesgada contra los barcos españoles que bloqueaban el puerto. Preparó un bote torpedo llamado Fósforo. Sin embargo, durante los preparativos, Lynch estuvo mucho tiempo en el agua y contrajo una enfermedad que lo dejó inactivo, impidiéndole participar más en la guerra.
Después de varias acciones navales y políticas que afectaron a España, como la pérdida de la goleta Covadonga y el fallecimiento de Pareja, Bolivia y Ecuador también entraron en la guerra. El brigadier de mar Casto Méndez Núñez atacó los puertos de Valparaíso y el Callao en mayo de 1866, retirándose después de las costas del Pacífico. La guerra quedó sin un cierre definitivo hasta la firma de un armisticio en 1871 y tratados posteriores.
Una vez que el país volvió a la paz y Lynch se recuperó de su enfermedad, fue nombrado gobernador marítimo de Valparaíso en junio de 1867. También fue comandante del Batallón Cívico Navales, realizando solo tareas administrativas. En septiembre de ese año, obtuvo el grado de capitán de fragata y dos años después, ascendió a capitán de navío.
Tres años más tarde, el 15 de agosto de 1872, se unió al Ministerio de Guerra y Marina en Santiago, ayudando en una importante reorganización de la Armada de Chile. Poco después, fue nombrado gobernador marítimo del Maule y luego de Valparaíso por segunda vez.
En 1878, Lynch tuvo que volver a su trabajo activo como marino debido a las tensiones con Argentina y Bolivia. Con Argentina, había antiguas disputas por la Patagonia y el estrecho de Magallanes. Estas se agravaron en octubre de ese año, llevando a ambos países a movilizar sus fuerzas. Sin embargo, la diplomacia logró un acuerdo en diciembre, el Pacto Fierro-Sarratea, que mantuvo el control chileno del Estrecho de Magallanes y la jurisdicción argentina de las costas del Atlántico.
Este pacto fue muy importante para Chile, ya que resolvió el problema con Argentina y evitó una guerra. Sin embargo, la situación con Bolivia seguiría siendo difícil.
La Guerra del Pacífico
Comienzo del conflicto
El gobierno de Bolivia, liderado por el general Hilarión Daza, decidió cobrar un impuesto a las empresas chilenas que extraían y exportaban salitre en territorio boliviano. Esto violaba un tratado de 1874 y causó un grave conflicto. El gobierno chileno del presidente Aníbal Pinto intentó negociar, pero al no lograrlo, decidió actuar. Patricio Lynch ayudó a organizar las fuerzas que tomaron Antofagasta el 14 de febrero de 1879. Chile descubrió un tratado secreto entre Perú y Bolivia, y el presidente Aníbal Pinto declaró la guerra a ambos países el 5 de abril de 1879.
Cuando la guerra estalló, Lynch pidió un puesto en la flota, pero no lo consiguió porque todos estaban ocupados. En cambio, fue nombrado comandante del Batallón Cívico de Artillería de Valparaíso. El 21 de mayo, por recomendación, fue nombrado comandante general de transportes. En este cargo, Lynch mostró grandes habilidades de organización, lo que fue notado por el ministro de guerra Rafael Sotomayor Baeza. Su misión era mantener las líneas de suministro y alimentos para la flota y el ejército, enfrentando los ataques del monitor blindado Huáscar y la corbeta Unión en la costa del Pacífico. Usó tácticas ingeniosas para evitar que los transportes fueran capturados. Por ejemplo, hizo que el vapor Itata navegara de noche con todas sus luces encendidas para que los barcos peruanos pensaran que era un vapor de pasajeros.
Participó en el Segundo combate naval de Antofagasta el 28 de agosto contra el monitor blindado Huáscar, comandado por Miguel Grau, y lograron rechazarlo. Cuando el monitor peruano fue capturado en el combate naval de Angamos el 8 de octubre, Chile aseguró el control del mar. Entonces, se buscó una zona para desembarcar al ejército en territorio enemigo. Lynch ayudó a organizar las fuerzas y el desembarco en Pisagua y Junín el 2 de noviembre, lo que fue un gran éxito. Esto permitió a Chile tener una posición estratégica en Perú para la invasión y llevó a la rendición del puerto de Iquique.
Por su desempeño en estas acciones, el 12 de diciembre, el ministro Rafael Sotomayor lo nombró comandante de armas y gobernador marítimo de Iquique. Las primeras medidas de Lynch fueron reorganizar la Junta Municipal y trabajar para el beneficio de la ciudad. Estableció normas de orden y limpieza, y fortificó las defensas costeras del puerto. También se aseguró de no ofender a los peruanos de la ciudad.
En marzo de 1880, asumió el mando del Batallón Cívico de Artillería Iquique. En la región, se encargó de establecer y mantener el servicio telegráfico secreto. También se preocupó por la extracción y exportación de salitre para obtener recursos para el país. Por su trabajo, el gobierno lo ascendió a capitán de navío el 17 de julio de ese año.
La Expedición de Lynch
En 1880, el presidente Aníbal Pinto le encargó al capitán Patricio Lynch organizar una fuerza de infantería de marina. Su misión era destruir las empresas de caña en el norte de Perú, que aportaban recursos para la guerra. El objetivo era destruir las haciendas azucareras que financiaban a Perú y exigir pagos de guerra a los dueños de las haciendas.
La expedición zarpó de Arica el 4 de septiembre de 1880. Estaba compuesta por 1900 soldados de infantería, 400 jinetes, tres cañones Krupp de montaña, una sección de ingenieros y una ambulancia, sumando 2600 hombres.
Desembarcaron el 10 de septiembre en Chimbote. Como no encontraron resistencia, usaron el lugar como centro de operaciones. Ese mismo día, se dirigieron a las azucareras de Puente y Palo Seco, propiedad de Dionisio Derteano. Se le exigió un pago de guerra de 100.000 pesos, que debía pagarse en tres días. Mientras tanto, grupos de caballería recorrían los campos y pueblos cercanos sin encontrar resistencia.
Al enterarse, el líder peruano Nicolás de Piérola emitió un decreto que prohibía pagar contribuciones al enemigo. Por eso, el dueño de las azucareras se negó a pagar. Patricio Lynch, al saber la negativa, le envió una carta diciendo: «En vista de su comunicación, he dado órdenes para que se proceda a la destrucción de su propiedad».
Una vez cumplido el plazo, el 13 de septiembre, la hacienda fue saqueada e incendiada por las fuerzas de Lynch. La maquinaria fue destruida con dinamita y los víveres fueron tomados. Un ingeniero chileno estimó que las pérdidas sumaron 2.500.000 soles de plata.
En un almacén de la hacienda, las tropas chilenas encontraron a cientos de trabajadores chinos en condiciones de trabajo muy difíciles. Al ser liberados, se unieron a las fuerzas de Lynch como cargadores. Patricio Lynch fue conocido como el Príncipe Rojo por los chinos liberados en sus expediciones. Su conocimiento del idioma chino le permitió reclutarlos como ayudantes del ejército chileno.
Después de estos eventos, Lynch se dirigió al puerto de Supe en el norte, que fue saqueado e incendiado el 20 de septiembre. Patricio Lynch también intentó detener los envíos de nuevas armas a Perú, sin mucho éxito. Desembarcó tropas en otros puertos, incluyendo Chimbote, donde exigió pagos a las haciendas. Las que no pagaron fueron devastadas. En el puerto de Chimbote, destruyó el complejo ferroviario. Como las propiedades de extranjeros se vieron afectadas, Lynch recibió protestas de los cónsules extranjeros y partió de Chimbote el 17 de septiembre.
El 20 de septiembre, llegó al puerto de Paita en la costa norte de Perú. Allí, la expedición continuó con la destrucción de la Prefectura, la Aduana y la estación de ferrocarril, además de cobrar 10.000 pesos de plata.
El 30 de septiembre, arribaron a Puerto Eten, donde también cobraron pagos de guerra (150.000 pesos). Cuatro días después, incendiaron varias casas en Chiclayo y continuaron la destrucción en Ferreñafe y Cayaltí, entre otras haciendas azucareras y algodoneras.
Finalmente, desembarcó en el puerto de San Pedro de Lloc y marchó hacia Trujillo, a quienes cobró 150.000 pesos de plata. La expedición de Lynch terminó el 1 de noviembre de 1880 en el Puerto de Quilca, Departamento de Arequipa, donde lo esperaba el mando de la primera división del Ejército.
Durante toda la expedición, las fuerzas de Lynch se movieron libremente en territorio enemigo, destruyendo líneas de comunicación y cobrando pagos de guerra. La expedición de Lynch, con 2600 hombres, recorrió las regiones más ricas y pobladas de Perú sin encontrar resistencia. Como resultado de los pagos, se reunieron 29.050 libras esterlinas, 11.428 pesos de plata, 5000 pesos en papel moneda, barras de oro y plata, y una gran cantidad de mercancías y productos que sirvieron a las fuerzas chilenas. Durante la expedición, Lynch demostró ser un líder muy capaz, sensato y estricto en la disciplina, lo que le ayudaría a obtener altos cargos más tarde.
Algunos historiadores peruanos han criticado esta expedición, describiéndola como un acto de toma de bienes por parte de las fuerzas chilenas. Argumentan que las normas internacionales de guerra de esa época no permitían la destrucción de la propiedad privada en un país invadido.
Campaña de Lima
En 1881, Patricio Lynch se unió al ejército con el grado de coronel. Fue nombrado comandante de la 1.ª División del ejército bajo el mando del general Manuel Baquedano durante la campaña para tomar Lima.
Participó en esta campaña en las batallas de San Juan y Chorrillos como comandante de la Primera división chilena. Se esforzó mucho en el combate, atacando y desorganizando la posición más fuerte de los peruanos en el Morro Solar. Su actuación en esta batalla hizo que sus soldados lo llamaran Héroe de Chorrillos. También luchó en la Miraflores, donde las fuerzas peruanas de Lima fueron derrotadas. Esto llevó a la Ocupación de Lima el 17 de enero de 1881 y a la huida de las fuerzas peruanas restantes hacia la Sierra Central.
El 19 de enero de 1881, fue nombrado jefe político y militar de El Callao y ascendido a contraalmirante. El 4 de marzo de 1881, se le dio el gobierno militar y político de la zona ocupada, administrando los territorios en Perú. También fue nombrado comandante en jefe del ejército chileno de ocupación para dirigir las futuras operaciones militares.
Comandante en Jefe del Ejército de Ocupación
El 19 de enero de 1881, fue nombrado jefe político y militar de El Callao y ascendió a contraalmirante. El 4 de mayo de 1881, asumió como comandante en jefe del Ejército de Ocupación chileno, quedando a cargo de la ciudad de Lima. Destacó por su habilidad y firmeza al dirigir el gobierno. Reactivó los servicios públicos, como el correo, el telégrafo, el ferrocarril, los hospitales y las cárceles, estableciendo la ley marcial en la ciudad. Estableció su sede de gobierno en Lima. También implementó leyes de ocupación, una de las más discutidas fue la Ley de toma de bienes. Cogobernó con el Gobierno provisional peruano de Francisco García Calderón Landa en el barrio de La Magdalena, con quien iniciaría negociaciones de paz para favorecer la cesión de territorio a Chile.
El Gobierno provisional de García Calderón se negó a aceptar un acuerdo favorable a Chile con cesiones territoriales. Además, tenía una relación cercana con el Gobierno de los Estados Unidos. Por estas razones, el 6 de noviembre, Lynch arrestó a García Calderón por orden del Gobierno y lo deportó a Chile a bordo del blindado Almirante Cochrane.
En 1882, mientras aún estaba en Lima, fue elegido diputado por Santiago. Agradeció el gesto de los votantes, pero no pudo asumir el cargo porque estaba organizando la Campaña de la Sierra contra el general Andrés Avelino Cáceres, conocido como El Brujo de los Andes, y los guerrilleros que lo apoyaban y se oponían a la ocupación chilena.
Con este objetivo, Lynch organizó expediciones para rodear y acabar con el ejército que el general Cáceres había formado en la Sierra y las guerrillas de la zona. A principios de 1882, Lynch comandó una expedición en persona para cercar a Cáceres. Este movimiento falló porque el general peruano retrocedió hacia Tarma, evitando ser rodeado gracias a sus informantes. Finalmente, Lynch regresó a Lima, pero el presidente Domingo Santa María ordenó continuar con la expedición. Por ello, Lynch envió tropas al mando del general José Francisco Gana Castro hacia el Departamento de Junín y otros lugares, donde hubo algunos combates sin mayores problemas. El 1 de febrero, el mando de la división expedicionaria fue reasignado al Coronel Estanislao del Canto, quien se enfrentó al ejército de Cáceres y sus guerrillas en las acciones de Pucará, La Oroya y la heroica jornada en Concepción, entre otros. La expedición regresó sin lograr derrotar a las fuerzas de la Sierra. Ante este fracaso, Lynch planeó atacar a Cáceres a mediados de 1883 y cercarlo. Envió dos divisiones para este objetivo al mando de Marco Aurelio Arriagada y formó otra división al mando del coronel Alejandro Gorostiaga para proteger al nuevo Gobierno provisional del general Miguel Iglesias, quien estaba dispuesto a negociar con Chile.
Durante estas operaciones en Lima, Lynch promovió y trabajó para lograr la paz con España, que aún estaba pendiente desde el fin de la guerra contra esa nación en 1871. Logró un éxito total con la firma del Tratado de Lima el 12 de junio de 1883.
Finalmente, la expedición que Lynch había enviado a la Sierra derrotó al general Cáceres el 10 de julio de 1883 en la batalla de Huamachuco. Con su ejército debilitado, Cáceres regresó al interior de la Sierra para intentar reorganizarse. Ante el éxito, Lynch envió una última expedición a la Sierra al mando del coronel Martiniano Urriola para impedir una posible reorganización militar peruana en los departamentos de Junín, Huancavelica y Ayacucho, donde Cáceres y sus guerrillas aún operaban.
Por otro lado, Lynch también envió una expedición a Arequipa por orden del Gobierno. Allí, el contralmirante Lizardo Montero Flores gobernaba después de la salida de Calderón, con un ejército bien armado y recibiendo armamento de Bolivia. La expedición fue asumida por el coronel José Velásquez Bórquez, quien, después de marchar sin oposición, logró tomar Arequipa sin disparar un solo tiro. Con esto, se acabó el último foco de resistencia y se logró persuadir a Bolivia de hacer la paz.
El 20 de octubre de 1883, en medio de estas operaciones sobre Arequipa, se firmó el Tratado de Ancón entre Patricio Lynch y Miguel Iglesias. Con esto, Chile logró sus objetivos y Perú reconoció su derrota en la guerra. Cáceres, dada su difícil situación y al no poder formar un ejército como el anterior, reconoció el tratado. Finalmente, las fuerzas chilenas recibieron la orden de abandonar la sierra central y regresar a Lima.
El 23 de octubre, Lynch desocupó Lima, llevando sus tropas a Miraflores, Barranco y Chorrillos. Ese mismo día, el coronel Miguel Iglesias entró en Lima y se instaló en el Palacio de Gobierno. En El Callao, la bandera chilena fue arriada y se izó la bandera peruana, que fue saludada con veintiún cañonazos del blindado Cochrane.
Lynch conocía Perú desde su participación en la guerra contra España. Su visión del país se refleja en una carta que escribió durante la ocupación:
- No sé, mi amigo, qué me asombra más, si la riqueza increíble de esta parte del Perú, o la gran falta de actividad de sus habitantes. Yo envidio para mí la belleza y fertilidad de los valles que tus compatriotas no aprovechan. Hay mucho que hacer en el Perú para que la belleza que la naturaleza le ha dado no se pierda. Estoy sorprendido de la falta de conocimiento de las clases bajas, que parecen no saber sus deberes para con ellos y su nación. Trabaja amigo mío por tu rico y desafortunado país y aprovecha la difícil misión que te ha dado esta guerra, que estoy seguro que tu nación se levantará de nuevo próspera y feliz.
Por su gran esfuerzo en la administración de Perú y en la dirección de la campaña contra los peruanos en la Sierra, fue apodado en Chile como «el último virrey del Perú».
Después de la guerra
Regreso a Chile
Mientras Patricio Lynch estaba en Bolivia, el senado le otorgó el grado de vicealmirante por su destacada actuación en la guerra. Así, se convirtió en el quinto vicealmirante de la Armada el 8 de agosto de 1883. Esto se debió a su preocupación por la eficiencia de sus fuerzas y su buen juicio militar, lo que también influyó en la creación de la Academia de Guerra en 1886.
Patricio Lynch, que ya había ordenado el regreso de las fuerzas de ocupación que quedaban en Perú, también se embarcó para volver a su país en agosto de 1884 en la corbeta Abtao. Llegó a Valparaíso el 30 de ese mismo mes, donde recibió un gran homenaje público y honores militares.
En Santiago también fue recibido con gran entusiasmo. Parte de la ciudadanía ya le había mostrado su gratitud y admiración por sus logros militares, regalándole una valiosa espada que se conserva en el Museo Naval. Los periódicos de la época también lo elogiaron y destacaron el homenaje del pueblo:
El pueblo entero saluda y aclama con voz unánime al veterano guerrero que regresa victorioso a casa, después de haber desafiado valientemente las dificultades del terreno, los rigores del clima y las balas del enemigo. Don Patricio Lynch ocupa actualmente una de las posiciones más altas y destacadas de la República. El alto lugar que ocupa se basa en servicios reales y una gloria indiscutible.Miguel Luis Amunátegui, «parte de su artículo de El Mercurio».
Finalmente, fue recibido por el presidente Domingo Santa María, quien le expresó en nombre de la nación que merecía el reconocimiento del país por sus brillantes servicios. Ese año, por medio de una ley, el Congreso Nacional de Chile le otorgó el título de General en Jefe en campaña, con el sueldo correspondiente a ese cargo en servicio activo.
Como enviado en España
El 24 de septiembre, el vicealmirante Lynch fue nombrado por el presidente Santa María como ministro plenipotenciario de Chile en España. Esto se debió a sus habilidades diplomáticas y a sus buenas relaciones con los ciudadanos españoles durante la Guerra del Pacífico. En ese momento, Lynch también presentaba síntomas de una enfermedad, por lo que se pensó que su viaje a Europa le permitiría consultar a médicos importantes.
Antes de partir, algunos políticos influyentes le propusieron ser candidato presidencial, pero Lynch se negó, diciendo que quería mantenerse alejado de las luchas políticas. El 30 de septiembre, finalmente se embarcó en el vapor Britania con destino a Europa.
El vapor llegó a Burdeos a mediados de noviembre. Desde allí, Lynch se dirigió a París para consultar a médicos sobre su delicada enfermedad, que se le había manifestado por primera vez antes de la batalla de Chorrillos. Aunque los médicos confirmaron la dolencia, el vicealmirante viajó a España, llegando a Madrid el 24 de diciembre.
Fue recibido con grandes muestras de simpatía. El 7 de enero de 1885, presentó sus credenciales al rey Alfonso XII. Luego, realizó visitas protocolarias a los miembros del Cuerpo Diplomático. Entre ellos estaba el Nuncio de Su Santidad, monseñor Rampolla, lo que hacía esta entrevista un poco delicada por la tensa situación entre Chile y la Santa Sede. Lynch, con precaución, preguntó si podía ser recibido por el Nuncio, obteniendo una respuesta favorable.
Durante su gestión diplomática en España, mantuvo buenas relaciones con el gobierno español y el ministro de relaciones exteriores José Elduayen Gorriti. Con él, solucionó varios problemas que los ciudadanos españoles y europeos en general tuvieron durante la ocupación chilena de Perú. También organizó el Servicio Consular en España, dando mayor importancia al Consulado de Madrid y solicitando que fuera elevado de categoría. Su misión en este país fue un éxito. Gracias a su buen trabajo y la confianza ganada, el gobierno español le concedió la Gran Cruz del Mérito Naval y la Orden de Carlos III.
El 16 de junio, sintiéndose débil de salud, solicitó al presidente Santa María ser relevado de sus funciones, lo que le fue aceptado a fines de ese año. Comunicó su decisión a las autoridades españolas y también realizó una visita protocolaria el 19 de diciembre a la reina María Cristina, quien había sucedido a su esposo, el rey Alfonso XII, debido a su fallecimiento a principios de ese mes.
Fallecimiento
Poco después, se retiró de España y en 1886 se dirigió a Francia y luego a Alemania para consultar médicos. Al mismo tiempo, llevó a cabo misiones militares que le encargó el gobierno chileno, cumpliéndolas con gran profesionalismo.
Al notar que su enfermedad empeoraba, Lynch decidió regresar a Chile. Tomó el vapor Cotopaxi de la Pacific Steam en el puerto de Burdeos, zarpando el 11 de mayo. Pero al día siguiente, mientras navegaba en su camarote, el vicealmirante Patricio Lynch falleció a los 62 años.
Aunque la enfermedad que causó la muerte de Patricio Lynch no está muy detallada en documentos oficiales, se sabe que fue una enfermedad grave del hígado.
El capitán del barco, al saber que el marino había fallecido a bordo, se dirigió a las islas Canarias, anclando en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Allí entregó los restos del fallecido a las autoridades españolas, ya que Lynch había sido recientemente ministro de Chile en ese lugar.
El gobierno de la reina regente María Cristina, ante la triste noticia, dispuso que se le rindieran honores especiales y solemnes ceremonias en la catedral de Santa Cruz de Tenerife. Asistieron autoridades civiles, militares y de la iglesia. Las tropas formadas rindieron homenaje al marino, mientras los fuertes disparaban salvas de artillería.
El gobierno español ofreció repatriar los restos del vicealmirante Lynch en uno de sus buques de guerra. Sin embargo, el gobierno chileno, agradeciendo el gesto, no aceptó la oferta, ya que había encargado esa misión a la fragata blindada Blanco Encalada, que se encontraba en Europa en ese momento.
En 1887, finalmente llegaron a Chile los restos del marino. Se realizaron solemnes funerales en Valparaíso y Santiago con los honores correspondientes a su persona.
Homenajes
Su nombre ha sido recordado de varias maneras en Chile:
- Con la Plaza Patricio Lynch, en Concón.
- En las siguientes unidades de la Armada de Chile:
- Almirante Lynch (FFG-07)
- Destacamento de Infantería de Marina N.º 1 “Lynch” (Iquique)
- Logia "Patricio Lynch" N.º 181 de la ciudad de Iquique (Gran Logia de Chile).
En 1886, el yerno de Lynch, un diplomático chileno en Francia, encargó a Auguste Rodin un monumento ecuestre en honor al almirante fallecido. El proyecto no se realizó, pero la maqueta se exhibe en el Musée Rodin de París.