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Historia de Chiloé para niños

Enciclopedia para niños

La historia de Chiloé, un archipiélago ubicado en el sur de Chile, comenzó hace más de 5.000 años con la llegada de los primeros seres humanos a este territorio.

Los primeros habitantes de Chiloé

¿Quiénes fueron los primeros pobladores de Chiloé?

Archivo:Conchal-Køkkenmødding-Nercón
Conchal de unos 4 m de espesor en la costa de Nercón, fiordo de Castro.

A lo largo de la costa este de la Isla Grande se encuentran los llamados conchales. Estos son montones de conchas de moluscos que se acumularon por la actividad humana. Junto a las conchas, se han hallado herramientas de piedra, restos de fogatas y, a veces, huesos de aves marinas o incluso de personas.

Estos hallazgos nos muestran que los primeros grupos que vivieron aquí eran nómadas. Se dedicaban principalmente a recolectar mariscos como almejas y choritos. También cazaban y pescaban. Entre las herramientas encontradas hay piedras talladas y otros objetos de hueso. Los conchales más antiguos tienen unos 5.900 años de antigüedad. Algunos de ellos todavía son usados por las comunidades locales como lugares para desechar conchas.

Lamentablemente, muchos de estos sitios arqueológicos sufrieron daños durante el maremoto de 1960 y continúan deteriorándose. Esto ocurre por causas naturales y porque a veces se extraen conchas para usar en caminos o como material de relleno.

¿Cómo vivían los chonos, los primeros navegantes?

Los chonos son considerados los primeros habitantes conocidos del archipiélago de Chiloé. Eran pueblos nómadas que vivían del mar, navegando desde Chiloé hasta el Golfo de Penas. Se cree que estaban relacionados con otros pueblos canoeros del sur, como los alacalufes o kawésqar.

Los chonos recorrían el mar interior de Chiloé y cruzaban el golfo Corcovado en sus embarcaciones especiales, llamadas dalcas. Estas dalcas estaban hechas con tres tablas. Se asentaban temporalmente en lugares protegidos del viento, donde también dejaban sus conchales. Su alimentación se basaba en la recolección de mariscos y la caza de lobos marinos.

Se piensa que el curanto, una forma tradicional de cocinar alimentos con piedras calientes en un hoyo cubierto con hojas de pangue, pudo haber sido una costumbre de los chonos. Se vestían con pieles de lobo y mantos tejidos con pelo de perro. Gran parte de su idioma se ha perdido, pero se cree que algunos nombres de lugares en Chiloé, como Laitec, Linlinao o Quenac, provienen de su lengua.

Archivo:Dalca (reconstrucción)
Reconstrucción de una dalca en el museo de Dalcahue.

Con el tiempo, los chonos fueron moviéndose hacia el sur debido a la llegada de un pueblo sedentario desde el continente: los huilliches. Estos buscaban nuevos lugares para vivir, posiblemente empujados por los mapuches del norte. Las relaciones entre chonos y huilliches no siempre fueron fáciles, pero para mediados del siglo XVI ya se había producido una mezcla de culturas entre ambos grupos.

Así, los chonos empezaron a practicar un poco la agricultura, especialmente el cultivo de la papa. Por su parte, los huilliches adoptaron costumbres marineras de los chonos, como el uso de la dalca. Cuando llegaron los españoles, los chonos se retiraron a zonas más lejanas. Sin embargo, realizaban expediciones que causaban preocupación entre los huilliches y las autoridades españolas. Poco a poco, establecieron relaciones comerciales con los europeos, llegando a ser proveedores de personas para trabajar. En el siglo XVIII, decidieron establecerse pacíficamente en Chiloé. Fueron reunidos en una misión en la isla Cailín, y su cultura terminó por desaparecer al mezclarse con los chilotes y otros pueblos canoeros del sur.

Estudios genéticos recientes en Chiloé sugieren que la población de la isla Laitec tiene marcadores genéticos diferentes a los de otras zonas de Chiloé, y más parecidos a los de pueblos del extremo sur de Chile. Esto podría indicar que tienen ancestros chonos.

¿Quiénes eran los huilliches y qué cultivaban?

En algún momento, probablemente en la primera mitad del segundo milenio de nuestra era, llegó al archipiélago un pueblo de agricultores y ganaderos que hablaban una lengua y tenían una cultura mapuche. Se les conoce como huilliches, veliches o cuncos.

Se establecieron primero en el norte de la Isla Grande, cerca del canal de Chacao, y luego se expandieron hacia el sur. Así ocuparon territorios que antes eran de los chonos y se mezclaron con ellos. Los huilliches se asentaron en toda la costa norte y la parte norte de la costa este de la Isla Grande, especialmente en la península de Rilán, y también en toda Quinchao y las islas cercanas. Al sur del fiordo de Castro, vivían los payos, que parecen haber sido una mezcla de huilliches y chonos, y eran considerados un pueblo distinto por los españoles.

Archivo:Variedades de papa
Variedades chilotas de papa.

Los huilliches practicaban una agricultura de roza, que consiste en quemar la vegetación para limpiar el terreno. Sus cultivos principales eran la papa, el maíz, el mango (un cereal) y la quínoa. Solo cultivaban terrenos cercanos al mar, y nunca se adentraron en el interior de la Isla Grande, que permaneció sin población hasta el siglo XIX. Su herramienta principal era la luma, un palo afilado que usaban para abrir surcos en la tierra.

Criaban un auquénido llamado chilihueque, que probablemente era una variedad de llama. Este animal les proporcionaba lana y carne, pero se extinguió antes del siglo XX. Complementaban su alimentación con la recolección de frutos silvestres y productos del mar. Gracias a su contacto con los chonos, aprendieron a construir dalcas de tres tablas de alerce, que usaban para viajar por el mar interior e incluso hasta el continente.

La llegada de los españoles

La llegada de los conquistadores españoles a América fue en 1492. El Estrecho de Magallanes fue el primer lugar del actual territorio chileno visitado por un europeo, Hernando de Magallanes, en 1520. El territorio continental de Chile por los europeos ocurrió en 1536. Cuatro años después, en 1540, la nave de Alonso de Camargo avistó las costas de Chiloé mientras viajaba al Perú.

Años más tarde, Pedro de Valdivia organizó una expedición para obtener información geográfica. Puso al mando al capitán Francisco de Ulloa (Chile), quien llegó al Canal de Chacao en 1553 y recorrió las islas del archipiélago. Se le considera el primer europeo en conocer Chiloé.

En 1558, Juan Ladrillero entró en los canales de Chiloé y tuvo contacto con los pueblos originarios. Ese mismo año, García Hurtado de Mendoza inició otra expedición hacia el sur. Al llegar al Canal de Chacao, no pudieron seguir y enviaron a algunos hombres en "piraguas" para explorar por cuatro días. El cronista Alonso de Góngora Marmolejo escribió que al regresar, le informaron que era un gran archipiélago de islas montañosas, pero bien poblado de personas, y que el comercio entre ellas se hacía principalmente por mar.

A finales de 1562 o principios de 1563, Francisco de Villagra llegó a una de las islas de Chiloé en un barco desde Valdivia. Sus exploradores le informaron que era una zona fértil y con mucha gente. Antes de poder irse, su nave encalló debido a la gran diferencia en el nivel del agua entre mareas. Luego, tuvieron que enfrentar un ataque de los habitantes locales. Los españoles lograron defenderse e incluso capturar a algunos para obtener información sobre el territorio. Después de esto, regresaron a Arauco.

En 1567, comenzó la conquista de Chiloé por orden del gobernador Rodrigo de Quiroga. La tarea fue asignada a su yerno, Martín Ruiz de Gamboa, quien llevó 110 hombres preparados para establecerse. Cruzaron el canal de Chacao en cuatro días usando dalcas, llevando consigo sus pertenencias y sus caballos atados a las embarcaciones.

Ruiz de Gamboa decidió fundar una ciudad junto al río que los indígenas llamaban Quilque (hoy río Gamboa). La llamó Santiago de Castro. A la isla la nombró Nueva Galicia, pero este nombre no se mantuvo y se conservó el nombre huilliche Chiloé. Después de organizar la distribución de los indígenas en encomiendas (un sistema de trabajo) y establecer otras instituciones, Ruiz de Gamboa regresó al continente para seguir luchando en la Guerra de Arauco.

Al momento de organizar el sistema de encomiendas, Martín Ruiz de Gamboa calculó que había unas 150 mil personas en la isla, pero este cálculo resultó ser muy exagerado. Aunque no se sabe con exactitud cuánta población nativa había en la isla cuando llegaron los españoles, varios historiadores estiman que eran unas 50 mil personas. Esto se basa principalmente en la cantidad de indígenas que pagaban tributos, que fueron unos 12 mil en el segundo reparto, realizado ese mismo año.

Chiloé durante la época colonial

Archivo:Fuerte Tauco (Chile)
Fuerte Tauco, cerca de Chonchi.

Después de la batalla de Curalaba (1598), donde los mapuches vencieron y mataron al gobernador de Chile, Chiloé quedó aislado del resto de las posesiones españolas. Esto ocurrió porque todas las ciudades entre el río Biobío y el canal de Chacao fueron abandonadas o destruidas.

Durante el siglo XVII, los habitantes de Castro sufrieron ataques de corsarios holandeses. Entre ellos, Baltazar de Cordes en 1600, quien destruyó parcialmente la ciudad. También atacaron George de Spilberg en 1615 y Enrique Brouwer en 1643. Los españoles pidieron varias veces abandonar la isla debido a la pobreza y el aislamiento, pero no se les permitió. Chiloé era muy importante estratégicamente para España, y se le conocía como "La llave del Pacífico".

Los huilliches que trabajaban en las encomiendas se levantaron en 1712 contra los españoles debido a los malos tratos. El levantamiento fue controlado en pocos días. Murieron decenas de españoles y varios cientos de huilliches, tanto en combate como en acciones violentas como respuesta.

En 1767, el rey autorizó al virrey del Perú a encargarse de la defensa de Chiloé y nombrar a un militar para su gobierno. Amat, usando esta autoridad, reemplazó al gobernador de Chiloé, Manuel Fernández de Castelblanco, por el capitán Carlos de Beranger y Renaud al año siguiente. La anexión de Chiloé al virreinato fue temporal, solo "mientras duraran las operaciones para su fortificación". Beranger fundó la Villa y Fuerte Real de San Carlos de Chiloé, que hoy es la ciudad de Ancud. Desde 1768, Ancud fue la sede de los gobernadores de la provincia.

Finalmente, en 1784, se creó la Intendencia de Chiloé, que dependía de Lima en lugar de la Capitanía General de Chile. Sin embargo, en todos los mapas oficiales de la corona, Chiloé y su distrito seguían mostrándose dentro de Chile. La intendencia dependía del obispado de Concepción en asuntos religiosos, y en lo militar debía coordinar sus decisiones con el comandante de Fronteras de Chile. En 1789, la intendencia se convirtió en gobernación militar.

En los primeros años, los sacerdotes mercedarios y franciscanos se encargaron de la labor espiritual. En 1608, llegaron los primeros jesuitas, y en 1612 fundaron la primera iglesia en Castro para enseñar la religión a los nativos. Luego, continuaron construyendo capillas por todo el archipiélago, muchas de ellas con el sistema de trabajo indígena llamado minga. Para 1767, ya había 79 iglesias, y hoy se pueden encontrar más de 150. Después de la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, la Orden Franciscana asumió la asistencia religiosa del archipiélago desde 1771.

La independencia de Chiloé

Cuando Chile logró su independencia de Chile, bajo el gobierno de Bernardo O'Higgins, Lord Cochrane, después de tomar la ciudad de Valdivia (1820), se dirigió a Chiloé. Atacó el Castillo de San Miguel de Agüi, pero fue rechazado y derrotado, teniendo que regresar a Chile.

Este primer éxito militar animó al gobernador de Chiloé, don Antonio Quintanilla, a organizar la defensa de la provincia, que seguía siendo leal a la monarquía española. Así, pudo derrotar a una nueva expedición chilena, dirigida por Ramón Freire, en la Batalla de Mocopulli el 1 de abril de 1824.

Dos años más tarde, Chile organizó un ejército para anexar Chiloé. Esta vez, después de las batallas en Pudeto y Bellavista el 14 de enero de 1826, y la retirada de las tropas chilotas hacia el interior, se acordó una tregua. Finalmente, se firmó un acuerdo, el Tratado de Tantauco, por los representantes de ambos ejércitos en el Puente de San Antonio. Fue ratificado por Freire y Quintanilla el 15 de enero de 1826. Su primer artículo decía:

«La provincia y archipiélago de Chiloé con el territorio que abarca, y se halla en poder del ejército real, será incorporado a la república de Chile como parte integrante de ella, y sus habitantes gozarán de la igualdad de derechos como ciudadanos chilenos» (Tratado de Tantauco, 15 de enero de 1826, art. 1º).

Desde ese momento, el coronel José Santiago Aldunate quedó al mando de Chiloé. Tuvo que enfrentar algunas rebeliones en los primeros años de su gobierno.

Chiloé en la República

Archivo:Hito Panamericana, Quellón
"Hito Cero", fin de la Carretera Panamericana en Quellón.

Después de la independencia, Chiloé se benefició con la apertura del comercio y se convirtió en un centro de abastecimiento para los barcos balleneros extranjeros. Desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, fue el principal productor de durmientes (maderas para vías de tren) para ferrocarriles en todo el continente.

A partir de entonces, comenzaron a formarse nuevos pueblos dedicados a la industria, como Quellón, Dalcahue, Chonchi y Quemchi. Desde 1895, se entregaron tierras a colonos de Alemania, Inglaterra, Francia y España, así como a grandes empresas.

Archivo:Quelgo
Quelgo o telar chilote. Se utiliza para tejer ponchos, sabanillas o frazadas como la de la imagen.

Con el crecimiento de la ganadería, se empezó a ocupar la zona interior de las islas, ya que antes solo se usaban las costas. La construcción del ferrocarril entre Ancud y Castro en 1912 completó la ocupación de las tierras interiores de la isla. Este ferrocarril fue eliminado definitivamente después del terremoto de Valdivia de 1960.

A finales del siglo XX, Chiloé experimentó cambios en sus formas de vida, siguiendo el modelo de todo Chile. La industria acuícola —especialmente el cultivo de salmones y, en menor medida, de choritos— trajo beneficios para los chilotes, como la creación de empleos. Sin embargo, también generó algunos problemas, como la alteración de los ecosistemas.

A principios del siglo XXI, el gobierno de Ricardo Lagos anunció la construcción del puente de Chacao. Esta idea, presentada por primera vez en 1972, buscaba unir la Isla Grande con el continente. Era parte de las obras para celebrar el Bicentenario del país. Sin embargo, en 2006, la administración de Michelle Bachelet canceló el proyecto porque el costo estimado superaba mucho lo presupuestado.

Más tarde, durante el gobierno de Sebastián Piñera, el puente se volvió a estudiar y en 2012 se anunció su construcción. La licitación de las obras fue ganada por un consorcio extranjero, controlado por la compañía coreana Hyundai, a finales de 2013. Los primeros trabajos comenzaron en 2015, con la proyección de que el puente estaría listo en 2020. Sin embargo, los retrasos en la ejecución del proyecto han llevado a que el consorcio solicite más tiempo, por lo que el puente se entregaría no antes de 2025.

Archivo:Papas de colores de Chiloe
Variedades de papa del archipiélago de Chiloé (Chile).

En 2012, las Naciones Unidas reconocieron los esfuerzos de los chilotes para preservar su patrimonio agrícola. Gracias a investigaciones genéticas, se ha demostrado que la mayoría de las papas que se cultivan en el mundo provienen de variedades nativas del archipiélago de Chiloé.

En el verano-otoño de 2016, una fuerte floración de algas nocivas —conocida como marea roja— causó graves daños a la actividad pesquera artesanal en Chiloé y la región. Esto provocó una crisis social y ecológica, con protestas sin precedentes que bloquearon el acceso y paralizaron casi por tres semanas a todo el archipiélago.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: History of Chiloé Facts for Kids

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Historia de Chiloé para Niños. Enciclopedia Kiddle.