Aníbal para niños

Datos para niños Aníbal Barca
Busto de Aníbal
Información personal
Nacimiento	247 a. C. Cartago
Fallecimiento	183 a. C. Gebze (Bitinia)
Familia
Familia	Bárcidas
Padre	Amílcar Barca
Cónyuge	Himilce
Información profesional
Ocupación	Político y líder militar
Rama militar	Ejército de Cartago
Rango militar	General
Conflictos	Sitio de Sagunto Batalla del Trebia Batalla del Lago Trasimeno Batalla de Cannas Batalla del Eurimedonte
Distinciones	Hijo ilustre

Aníbal Barca (en fenicio: 𐤇𐤍𐤁𐤏𐤋, Hanni-baʾal, «quien goza del favor de Baal» y 𐤁𐤓𐤒, Barqa, «rayo»; 247-183 a. C.) fue un general y estadista cartaginés. El historiador militar Theodore Ayrault Dodge le llamó «padre de la estrategia». Fue admirado incluso por sus enemigos —Cornelio Nepote le bautizó como «el más grande de los generales»—; de hecho, su mayor enemigo, Roma, adaptó ciertos elementos de sus tácticas militares a su propio acervo estratégico. Su legado militar le confirió una sólida reputación en el mundo moderno y ha sido considerado como un gran estratega por Arthur Wellesley, militar y I duque de Wellington. Su vida ha sido objeto de muchas películas y documentales. Bernard Werber le rinde homenaje a través del personaje del «Libertador», y de un artículo en la Enciclopedia del saber relativo y absoluto mencionada en su obra Le Souffle des dieux. Según todos estos comentarios de los historiadores, Aníbal era un excelente estratega como varios otros personajes: Alejandro Magno, Julio César o Napoleón Bonaparte.

Aníbal Barca vivió en un tiempo de guerra en la región del Mediterráneo, donde Roma estaba tratando de ser la más poderosa. Él fue un general muy famoso y valiente en la Segunda Guerra Púnica. Su hazaña más asombrosa fue cuando cruzó los Pirineos y los Alpes con elefantes para atacar el norte de Italia. Luchó en batallas importantes y ganó muchas, como las de Trebia, Trasimeno y Cannas. Aunque nunca llegó a Roma, mantuvo a los romanos ocupados en Italia durante más de diez años.

Después de la guerra, Aníbal regresó a Cartago y se involucró en la política, pero tuvo problemas con los líderes de la ciudad. Lo acusaron de tratar con otro rey y tuvo que exiliarse. Luego, sirvió a ese rey en la guerra contra Roma y fue derrotado en la batalla del Eurimedonte. Tuvo que huir y se refugió en la corte de otro rey, Prusias I, en Bitinia. Los romanos exigieron que lo entregaran, y Prusias lo hizo.

Antecedentes históricos

En la época en que Aníbal vivió, su ciudad natal, Cartago, estaba fuertemente influenciada por la cultura helenística, que se originó en el Imperio de Alejandro Magno. Cartago era un importante centro comercial en el Mediterráneo y tenía una gran flota de guerra para proteger sus rutas comerciales, que traían oro de África y estaño de las costas británicas.

Sin embargo, Cartago se enfrentó a Roma en la llamada primera guerra púnica, un conflicto que duró veinte años. Esta guerra comenzó debi[[do a un conflicto en Siracusa y se desarrolló tanto en Sicilia como en]] África. Roma finalmente salió victoriosa de esta guerra, y Cartago tuvo que ceder Sicilia y otras islas, así como pagar grandes compensaciones de guerra.

Después de la guerra, Cartago tuvo problemas con sus mercenarios, quienes se sublevaron y causaron una guerra civil. Amílcar Barca, el padre de Aníbal, finalmente logró sofocar esta rebelión después de tres años de lucha. Mientras tanto, Roma aprovechó la situación para apoderarse de Cerdeña y Córcega. Cartago protestó, pero Roma exigió más concesiones. Amílcar marchó a Iberia (la actual España) y conquistó vastos territorios en el sur, lo que ayudó a la economía de Cartago gracias a la explotación de minas de plata y estaño.

Biografía

Aníbal jurando a su padre ser siempre enemigo de Roma (1731), óleo sobre lienzo de Giovanni Antonio Pellegrini

Aníbal Barca nació en Cartago alrededor del año 247 a.C. Era el hijo mayor de Amílcar Barca. Aunque "Barca" no era un apellido, sino un apelativo que significa "rayo" en la lengua púnica, se convirtió en un nombre asociado a su familia. Aníbal recibió educación griega y aprendió sobre la historia de Alejandro Magno y estrategias militares de un preceptor espartano llamado Sosilos.

Su padre, Amílcar, expandió el poder de Cartago en Hispania (la actual España) y se apoyó en la ciudad de Gadir (Cádiz) para conquistar las tierras ibéricas. Amílcar también estableció alianzas matrimoniales, casando a Aníbal con una princesa íbera llamada Himilce.

Después de la muerte de Amílcar, Aníbal asumió el mando del ejército cartaginés en Hispania a los 25 años. En ese momento, Roma y Cartago tenían tensiones debido a la ciudad de Sagunto, que estaba bajo la protección de Roma y fue sitiada y conquistada por Aníbal. Esto desencadenó la segunda guerra púnica, que Aníbal había soñado. Roma declaró la guerra a Cartago en respuesta.

Aníbal lideró un ejército a través de Hispania y la Galia con elefantes de guerra hacia Italia, evitando el mar para evitar a la superior flota romana. Su ejército estaba compuesto por miles de soldados y galos que se unieron a su causa. Durante su travesía, perdió la mayoría de sus elefantes y su ojo derecho debido a enfermedades y dificultades en los Alpes. Finalmente, llegó a Italia, donde comenzó la segunda guerra púnica.

Aníbal y sus hombres atravesando los Alpes.

El camino que Aníbal tomó para cruzar los Alpes ha sido objeto de debate y controversia. En octubre del año 218 a.C., había varias rutas posibles a través de los Alpes, como el paso del Pequeño San Bernardo, el de Mont Cenis o el de Montgenèvre, entre otros. Algunos argumentan que Aníbal cruzó por el puerto de Clapier o, más al sur, por el puerto de Larche.

Los relatos de Polibio y Tito Livio son vagos y no hay evidencia arqueológica definitiva que respalde una ruta en particular. Por lo tanto, las hipótesis sobre el camino de Aníbal se basan en estos textos y han generado numerosas teorías.

Una de las teorías más aceptadas ubica el paso de montaña que Aníbal cruzó cerca de la Llanura Padana, donde el río Po sería una vista alentadora para sus soldados hambrientos y desanimados. En los Alpes Septentrionales, Montgenèvre y el Gran San Bernardo, solo el Puerto de Savine-Coche y el Puerto de Larche respaldan esta teoría. Sin embargo, los defensores del paso por el Pequeño San Bernardo cuestionan el sentido de un pasaje de Polibio que menciona a Aníbal mostrando a sus soldados las vastas llanuras del Po y señalando la ubicación de Roma desde la cima de los Alpes para infundirles coraje.

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  Puerto de Mont Cenis.

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  Puerto de Montgenèvre.

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  Puerto de Larche.

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  La Llanura Padana es la zona gris del interior de la elipse.

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  Puerto de Clapier.

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  Mapa con el curso del río Po.

Este episodio ha sido representado en numerosos cuadros y dibujos, uno de ellos de Francisco de Goya. Los partidarios del Pequeño San Bernardo afirman que las nieblas que se elevan a menudo en la llanura del Po impiden verla. Sin embargo, esta planicie ha sido vista y fotografiada numerosas veces. Figura un ejemplo en el sitio web de Patrick Hunt, profesor de arqueología de la Universidad de Stanford, consagrado a la búsqueda del puerto por el que Aníbal habría pasado a Italia. Considera que el puerto de Clapier es el único que concuerda perfectamente con los textos antiguos. Polibio proporciona otro dato muy importante:

Aníbal cruzando los Alpes, por John Leech, 1850.

Aníbal llegó a Italia con el ejército citado antes, acampó a los pies de los Alpes, para que descansaran sus tropas [...] procuró, en primer lugar, contratar a los pueblos del territorio de Turín, pueblos situados al pie de los Alpes.

Aníbal cruzó los Alpes en el año 218 a.C. para atacar a Roma. La ruta que tomó ha sido motivo de debate. Algunos creen que cruzó por el puerto de Clapier, que ofrecía vistas al río Po y a la población de los turineses. Otros sugieren el puerto de la Traversette en los Alpes meridionales como su ruta. Sin embargo, no hay evidencia definitiva para confirmar una ruta específica.

Aníbal perdió entre 3,000 y 20,000 hombres en su travesía por los Alpes, y los supervivientes llegaron a Italia hambrientos y con frío. A pesar de los obstáculos que enfrentó, como el clima, el terreno y los ataques de las poblaciones locales, Aníbal logró cruzar las montañas con su diverso ejército.

La travesía de los Alpes fue una táctica audaz en la antigüedad. Aníbal sorprendió a Roma atacando por tierra en lugar de usar la flota cartaginesa. Su repentina aparición en el valle del Po le permitió romper la paz forzada entre Roma y algunas tribus locales antes de que Roma pudiera reaccionar.

Luego, Aníbal libró batallas importantes en Italia, como la del Ticino y la del Trebia, donde demostró sus habilidades militares. También avanzó hacia Roma, destruyendo el territorio a su paso. Tal y como Polibio escribe:

Emboscada de Aníbal en el 217 a. C. en las orillas del lago Trasimeno.

Él [Aníbal] calculó que si rodeaba el campo e irrumpía en el territorio de más allá, Tito Quincio Flaminio (en parte por temor a los reproches populares y en parte a causa de su propia irritación) sería incapaz de soportar pasivamente la devastación del país, y le seguiría espontáneamente... ofreciéndole así ocasiones para atacarle.

Aníbal, el líder cartaginés, intentó debilitar la alianza de Roma con sus aliados al norte de Italia mientras enfrentaba al general romano Flaminio. Sin embargo, Flaminio se mantuvo inmóvil en Arezzo, lo que frustró los intentos de Aníbal de atraerlo a una batalla.

En lugar de enfrentarse directamente a Flaminio, Aníbal optó por una maniobra audaz al marchar hacia el flanco izquierdo de su enemigo, bloqueando su retirada a Roma. Este movimiento se considera el primer movimiento envolvente en la historia.

Posteriormente, Aníbal persiguió a Flaminio a través de las colinas de Etruria y lo atrapó en un desfiladero cerca del lago Trasimeno el 21 de junio. En esta batalla, Aníbal destruyó completamente el ejército romano, matando a quince mil soldados y capturando a diez mil más.

Después de esta victoria, Aníbal continuó su campaña, enfrentándose a las fuerzas romanas en varias ocasiones. Sin embargo, los romanos adoptaron la Estrategia Fabiana, liderada por Fabio Cunctator, que consistía en evitar las batallas directas con Aníbal y hostigar a sus fuerzas.

Aníbal finalmente se dirigió al norte de Apulia y trató de saquear la región del Ager Falernus. Durante este período, los romanos nombraron a dos cónsules, Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón, que tenían la intención de enfrentarse a Aníbal en una batalla campal.

La batalla de Cannas, que tuvo lugar en el 216 a.C., se convirtió en un enfrentamiento masivo entre los ejércitos romanos y el ejército de Aníbal. Aprovechando la determinación de los romanos, Aníbal los atrapó en una trampa y derrotó al ejército romano, infligiendo una pérdida devastadora a Roma. Esta batalla se considera una obra maestra táctica de Aníbal.

La estrategia de Fabio Cunctator de evitar batallas directas a pesar de su impopularidad se mantuvo después de la derrota en Cannas. Roma enfrentó dificultades considerables en la lucha contra Aníbal, pero logró recuperarse y seguir combatiendo en las décadas posteriores.

Aníbal contando los anillos de los caballeros romanos caídos en la batalla de Cannas (216 a. C.). Mármol de 1704 esculpido por Sébastien Slodtz, que actualmente se expone en el Museo del Louvre.

En la batalla de Cannas, Aníbal obtuvo una victoria significativa sobre las fuerzas romanas. Después de la batalla, recuperó los anillos de los caballeros romanos muertos en combate como prueba de su triunfo. La batalla de Cannas fue una de las derrotas más devastadoras de Roma, con estimaciones de pérdidas romanas entre 25,000 y 70,000 hombres. Entre los muertos se encontraban el cónsul Lucio Emilio Paulo, dos ex cónsules, dos cuestores, 29-48 tribunos militares y 80 senadores, además de 10,000 soldados romanos capturados por Aníbal.

La victoria de Aníbal se debió a sus tácticas audaces y su habilidad psicológica para aprovechar los errores de sus oponentes. Aprovechó la ambición de los cónsules romanos y los provocó para que cayeran en sus trampas. Después de Cannas, los romanos evitaron enfrentamientos directos con Aníbal y recurrieron a la estrategia de desgaste. La victoria de Aníbal llevó a la defección de varios territorios italianos y la unión de pueblos del sur de Italia a su causa.

Aníbal optó por no atacar directamente a Roma y en su lugar buscó debilitar la alianza romana. Su estrategia se basó en ofrecer a sus aliados una mayor libertad y derechos que el modelo romano opresivo. A través de alianzas menos vinculantes, trató de ganarse a las ciudades sometidas a Roma.

La batalla de Cannas marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Púnica, y a pesar de su victoria, Aníbal no logró un ataque directo a Roma y se centró en hostigar las fortalezas que se le resistían. Los romanos se negaron a rendirse y continuaron reclutando nuevas tropas para seguir combatiendo. La victoria de Aníbal debilitó la lealtad de los aliados de Roma y llevó a la rebelión de algunas ciudades griegas y alianzas con reinos como Macedonia y Siracusa.

En el año 214 a.C., las fuerzas cartaginesas en Italia recibieron 4000 jinetes y 40 elefantes de Cartago, enviados por Bomílcar. El general cartaginés, Aníbal, recibió quejas de sus aliados samnitas e hirpinos sobre los ataques del cónsul romano Marco Claudio Marcelo en sus territorios, por lo que intentó tomar la ciudad de Nola, defendida por Marcelo. Para ello, ordenó traer elefantes desde el Brucio.

Hubo una segunda batalla de Nola en la que Aníbal salió mal parado y se retiró a su campamento. Al día siguiente, un grupo de jinetes cartagineses desertó. Aníbal abandonó la zona y se dirigió a Apulia.

Ese verano, los cartagineses enviaron una expedición a Cerdeña para apoyar la rebelión local contra los romanos, pero fueron derrotados en dos batallas en Carales y Cornus.

En el año 214 a.C., Aníbal intentó tomar Nola nuevamente y se enfrentó al cónsul Marcelo en la tercera batalla de Nola, pero fue rechazado. Luego cambió de zona de operaciones y se dirigió al Salentino. Los cónsules romanos lograron recuperar Casilino una vez que Aníbal se alejó de Campania.

Paralelamente, en Sicilia, el tirano de Siracusa, Jerónimo, se alió con Cartago, lo que llevó a Roma a desviar recursos de la guerra en Italia. Los romanos, bajo la dirección del cónsul Marcelo, sitiaron Siracusa y lograron tomarla después de dos años de asedio.

En 213 a.C., los cónsules romanos Tiberio Sempronio Graco y Quinto Fabio tomaron la ciudad de Arpi en Apulia y la ciudad de Atrinum en la Galia. Aníbal se centró en el Salentino y logró conquistar parte de la región.

Mientras tanto, en Hispania, los romanos intentaron contraatacar en la península ibérica. Aprovechando que los cartagineses enviaron parte de sus tropas a luchar en el norte de África, los romanos atacaron en Hispania, pero los generales Escipión y su hermano murieron en batallas consecutivas.

En el año 211 a.C., Aníbal intentó auxiliar la ciudad de Capua, pero no tuvo éxito y Roma envió refuerzos a Hispania para evitar una posible expedición de Asdrúbal Barca a Italia. Aníbal intentó atacar Roma, pero no tuvo éxito y se retiró. En Sicilia, los romanos tomaron Agrigento, lo que significó la caída de las fuerzas cartaginesas en la isla.

En 210 a.C., Aníbal sufrió derrotas en Herdonia y Numistro, y los romanos retomaron el control de Salapia. En Hispania, los romanos derrotaron a Asdrúbal en la batalla de Baecula. Aníbal continuó perdiendo terreno en Italia, y los romanos recuperaron el Salentino y Tarento. En Sicilia, los romanos lograron eliminar las fuerzas púnicas.

Aníbal intentó retomar la iniciativa, pero las derrotas y la presión romana lo llevaron a retroceder en Italia. A finales del año 209 a.C., Asdrúbal Barca emprendió un viaje hacia Italia para unirse a su hermano Aníbal, lo que suponía una nueva amenaza para Roma.

En el año 207 a.C., el ejército de Aníbal sufrió derrotas en Grumentum y Venusia, siendo perseguido por los romanos. Luego, Aníbal esperó a su hermano Asdrúbal para marchar sobre Roma, pero Asdrúbal murió en la Batalla del Metauro. Aníbal se retiró al Brucio.

En 206 a.C., finalizaron las hostilidades en Hispania en favor de los romanos. Aníbal emboscó a los ejércitos consulares en el Brucio, sin éxito. En 205 a.C., Magón, el hermano menor de Aníbal, desembarcó en Liguria, abriendo un nuevo frente de guerra en el norte de Italia.

En 204 a.C., Aníbal fue derrotado por el cónsul Publio Licinio Craso en la Batalla de Crotona. Magón fue derrotado y gravemente herido. Aníbal se retiró a África en el 203 a.C. donde se encontró con Escipión para negociar la paz, pero las conversaciones fracasaron.

La batalla decisiva ocurrió en Zama en el 202 a.C., donde los romanos derrotaron a Aníbal. Perdió alrededor de 40,000 hombres y tuvo que firmar la paz con Roma, cediendo su flota y ejército.

Después de Zama, Aníbal se unió a la política cartaginesa, pero entró en conflicto con los oligarcas. Fue acusado de traición y se exilió en el 195 a.C.

En su exilio, Aníbal viajó a varias regiones, incluyendo Asia Menor y Armenia. Sirvió a Prusias I de Bitinia en una guerra contra Eumenes II de Pérgamo, donde utilizó tácticas innovadoras, como la guerra biológica. También fundó la ciudad de Prusa en Bitinia.

Caricatura del siglo XIX que representa la muerte por envenenamiento de Aníbal.

Para este último, Aníbal se convirtió en un incómodo invitado y el rey bitinio decidió traicionar a su huésped que residía en Libisa, en la costa oriental del Mar de Mármara. No está del todo claro cuál fue el año exacto de su muerte. Si, tal como Tito Livio sugiere, Aníbal murió en el año 183 a. C., el mismo año que su gran enemigo, Escipión el Africano, el viejo general cartaginés contaría con sesenta y tres años.

Inhumación

Aurelio Víctor escribe que su cuerpo reposa en un ataúd de piedra, sobre el que es visible la inscripción: Aquí se esconde Aníbal.

Entre los sitios barajados para albergar la tumba de Aníbal figura una pequeña colina cubierta de numerosos cipreses y situada en unas ruinas ubicadas cerca de Diliskelesi, lo que hoy en día es una zona industrial cerca de la ciudad turca de Libisa (actual Gebze) en Kocaeli. Considerada la tumba del general, fue restaurada en el año 200 por el emperador Septimio Severo, originario de Leptis Magna (actual Libia), que ordenó cubrir la tumba con una losa de mármol blanco. El lugar está hoy en ruinas. Excavaciones efectuadas en 1906 por expertos arqueólogos, entre ellos Theodor Wiegand, han revelado pruebas que hacen que estos últimos sean escépticos en cuanto a la ubicación real de la tumba.

Legado

Balance paradójico

Con los cartagineses desapareció sin duda el mayor enemigo al que la República romana se había enfrentado. Por tanto, el balance personal de Aníbal se traduce en un fracaso. El Mediterráneo occidental se convirtió en un «lago romano» del que Cartago quedaba apartada, mientras que Roma extendió sus dominios por el mundo griego y por Asia.

Pero, al mismo tiempo, y ahí reside la paradoja de su balance, Aníbal trató de romper —a través de sus discursos acerca de la libertad de las ciudades— las alianzas de Roma con las ciudades griegas. De este modo, el general forzó a la República a legitimar sus acciones y a comportarse como una gran potencia imperialista. Por ello, Aníbal ha permanecido en el corazón de la historia griega y romana.

Mundo antiguo

Estatua de Aníbal en el Palacio de Schönbrunn, en Viena.

Mucho tiempo después de la muerte de Aníbal, su nombre continuó representando una amenaza constante para la República de Roma. Los romanos le tenían mucho miedo y lo consideraban un enemigo formidable. Incluso cuando los romanos se enfrentaban a otros problemas o desastres, solían decir "Hannibal ad portas" ("Aníbal está a nuestras puertas") para expresar su ansiedad y temor.

A pesar de ese miedo, Aníbal también fue admirado en cierta medida por su genio militar. Los romanos erigieron estatuas suyas en Roma para conmemorar su valentía, a pesar de haber sido derrotado por ellos.

Durante la Segunda Guerra Púnica, los romanos se negaron a rendirse y rechazaron todas las ofertas de paz de Aníbal. A pesar de las dificultades, los romanos no se dieron por vencidos y continuaron luchando. Aníbal nunca logró perturbar la organización política y militar romana, y Roma mantuvo su resistencia.

Aunque Aníbal fue temido por los romanos, su figura también generó respeto y admiración en la historia. Su legado perdura como uno de los enemigos más formidables que enfrentó Roma en su historia.

Mundo moderno

Tempestad de nieve: Aníbal y su ejército atravesando los Alpes: Joseph Mallord William Turner envuelve la travesía de los Alpes en una atmósfera romántica.

El nombre "Aníbal" es bastante común en la actualidad, y se hace referencia al general Aníbal en la cultura popular. Sus victorias contra un enemigo más poderoso y su lucha constante por una causa aparentemente perdida le han otorgado una reputación que trasciende las fronteras de su país.

Una de las hazañas más asombrosas de la antigüedad fue la travesía de los Alpes que realizó Aníbal, y esta hazaña ha inspirado novelas, series y películas que capturan la imaginación de la gente.

A lo largo de la historia, Aníbal ha sido visto como un líder audaz, valiente y combativo. Incluso hay una carrera llamada la "carrera de Aníbal" que sigue la ruta de su travesía a través de los Alpes, desde Lyon hasta Turín.

Además, Aníbal dejó un legado importante al plantar olivos en gran parte del norte de África, gracias al trabajo de sus soldados. Aunque esto fue beneficioso para la tierra, se consideró perjudicial para el Estado cartaginés y sus líderes en ese momento.

Historia militar

Después de la segunda guerra púnica, Aníbal se convirtió en consejero político del Imperio seléucida. En una reunión en Éfeso con Escipión el Africano, tuvieron una discusión sobre quién era el mejor general de la historia. Aníbal mencionó a Alejandro Magno como el mejor, y Escipión estuvo de acuerdo. Luego, Aníbal mencionó a Pirro de Epiro debido a su audacia. Escipión esperaba que Aníbal lo elogiara a él mismo, pero Aníbal mencionó sus propias hazañas, incluyendo cruzar los Alpes y amenazar a Roma. Escipión bromeó preguntándole dónde se habría colocado Aníbal si no lo hubiera derrotado. Aníbal respondió que se habría colocado por delante de Alejandro, insinuando que habría superado a alguien aún más grande que Alejandro.

Aníbal es ampliamente elogiado por su genio militar y su habilidad táctica, particularmente en la batalla de Cannas. A pesar de la falta de apoyo de Cartago y la diversidad de su ejército, logró mantener sus conquistas en territorio enemigo. Aunque los romanos le temían y lo odiaban, se le considera un maestro militar supremo. Sus tácticas siguen siendo estudiadas en academias militares en todo el mundo, y su influencia en la estrategia militar persiste hasta hoy. Theodore Ayrault Dodge, un historiador militar, destaca la habilidad estratégica y logística de Aníbal, así como su valentía y coraje al resistir durante tanto tiempo en circunstancias adversas. Su enfoque en la evitación de batallas directas y la estrategia de guerrilla tuvo un impacto significativo en la historia de la guerra.

Frases célebres

• "No existe victoria sin lucha."
• "Prefiero alimentar a mis soldados que a mis caballos."
• "Jamás volveré a llevarme un ejército de elefantes por los Alpes."
• "Habrá que cruzar los ríos y batirse contra todas las naciones, antes de alcanzar la inmortalidad."
• "El arte de la guerra se basa en el engaño."
• "El peligro en la guerra no está en ser vencido, sino en no poder vencer."
• "Lo que el hombre realmente ama es su propia voluntad, su propio modo de ser, lo que él es de verdad."
• "Yo no considero un bien perder la vida, pero un bien no temer la muerte."
• "Un líder puede ser un lobo entre lobos y un león entre hombres."

Datos de interés

• Una de las hazañas más famosas de Aníbal fue su travesía por los Alpes con un ejército, incluyendo elefantes de guerra, para atacar a Roma. Esta travesía se considera un logro increíble en la historia militar debido a las difíciles condiciones y obstáculos que tuvo que superar.

• Aníbal era conocido por su audacia y creatividad en el campo de batalla. Sus tácticas militares innovadoras, como la utilización de elefantes de guerra y la táctica de envolvimiento, lo hicieron temido por sus enemigos.

• Aníbal infligió importantes derrotas a varios generales romanos destacados, incluyendo a Publio Cornelio Escipión en la Batalla de Cannae, donde se libró una de las batallas más sangrientas de la historia.

• Aníbal a menudo utilizaba la psicología en la guerra. En una ocasión, hizo que sus hombres amputaran sus propias manos y les envió los restos a sus enemigos para sembrar el miedo.

• Después de su derrota en la Batalla de Zama, Aníbal vivió en el exilio en diferentes regiones, incluyendo Asia Menor y Bitinia. Finalmente, para evitar caer en manos de los romanos, se quitó la vida bebiendo veneno.

• A pesar de ser un enemigo formidable de Roma, Aníbal es admirado en la actualidad por su habilidad militar y su legado en la historia. Sus tácticas y estrategias siguen siendo estudiadas en academias militares de todo el mundo.

• Aníbal provenía de una familia influyente en Cartago. Su padre, Amílcar Barca, también fue un destacado general cartaginés que combatió en la Primera Guerra Púnica.

• Durante sus campañas militares, Aníbal y sus soldados a menudo enfrentaron condiciones climáticas extremas y escasez de suministros. A pesar de estas dificultades, lograron mantener su moral y seguir luchando.

• Aníbal es famoso por usar elefantes de guerra en sus campañas. Estos elefantes eran una vista imponente en el campo de batalla y a menudo causaban pánico en las filas enemigas.

• La causa exacta de la muerte de Aníbal es un misterio. Si bien se cree que se envenenó para evitar caer prisionero de los romanos, no se sabe con certeza.

Obras inspiradas en el personaje

Literatura

Filmografía

Música y videojuegos

• En Les Troyens, ópera de 1858 en cinco actos de Hector Berlioz, el personaje de Aníbal aparece en una visión de Dido, justo antes de que ella muera.
• Aníbal figura como líder de los cartagineses en los videojuegos Civilization IV, Imperivm II, Age of Empires y Total War: Rome II

Manga

• Como un Drifter en el manga, y posterior adaptación de anime, de Drifters (escrito e ilustrado por Kōta Hirano), en donde es trasladado a un mundo paralelo donde se reencontrará con Escipión y otros personajes históricos, para luchar contra el Rey Oscuro y sus Ends. Uso de la figura de Aníbal adaptada al siglo XXI.

Galería de imágenes

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  Estrategias durante la batalla del Trebia.

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  Aniquilamiento del ejército romano en Cannas, en el año 215 a. C. (Academia militar de West Point).

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  Grabado de la batalla de Zama, de Cornelis Cort (1567).

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  Mapa de la ruta seguida por Aníbal durante su invasión.

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  Aníbal mirando la cabeza de Asdrúbal. Esta pintura de Giovanni Battista Tiepolo realizada c. de 1725 se encuentra expuesta en el Museo de Historia del Arte de Viena.

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  Puerto de Mont Cenis.

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  Puerto de Montgenèvre.

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  Puerto de Larche.

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  La Llanura Padana es la zona gris del interior de la elipse.

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  Puerto de Clapier.

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  Mapa con el curso del río Po.

Véase también

En inglés: Hannibal Facts for Kids

• Guerras púnicas
• República cartaginesa