Sitio de Turín (1706) para niños
El Asedio de Turín de 1706 fue un evento muy importante que ocurrió en la ciudad de Turín, en Italia. Fue un cerco militar que duró 117 días, desde el 14 de mayo hasta el 7 de septiembre de 1706. Este asedio fue parte de un conflicto más grande conocido como la Guerra de sucesión española. Al final, la ciudad de Turín, defendida por las tropas de Saboya, logró una gran victoria contra el ejército franco-español. Esta victoria fue tan significativa que ayudó a que Víctor Amadeo II, el duque de Saboya, fuera reconocido como el primer rey de su dinastía, algo que se confirmó con el Tratado de Utrecht en 1713.
Turín era una de las pocas capitales europeas que fue asediada en esa época, por lo que este evento tuvo un gran impacto en todo el mundo. La victoria en Turín también permitió a las tropas aliadas tomar la ciudad de Milán poco después.
Datos para niños Asedio de Turín (1706) |
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Parte de guerra de sucesión española | |||||||
![]() Proyecto francés de ataque a Turín
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Fecha | 14 de mayo-7 de septiembre de 1706 | ||||||
Lugar | Turín, Italia | ||||||
Coordenadas | 45°04′00″N 7°42′00″E / 45.0667, 7.7 | ||||||
Resultado | Victoria piamontesa | ||||||
Beligerantes | |||||||
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Comandantes | |||||||
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Contenido
¿Por qué ocurrió el asedio de Turín?
El asedio de Turín fue parte de un conflicto mucho más grande que afectó a toda Europa. Para entenderlo, necesitamos saber qué pasó antes.
La sucesión al trono de España
En el año 1700, el rey Carlos II de España falleció sin tener hijos. Él era el último rey de la Casa de Austria en España. Como su salud no era buena, las grandes potencias de Europa ya estaban pensando en quién lo sucedería.
Los dos principales candidatos eran Luis XIV de Francia y el emperador Leopoldo I de Austria. Luis XIV estaba casado con una hermana del rey Carlos II, y Leopoldo I estaba casado con otra hermana. Lo que realmente estaba en juego era el control de la Monarquía Española, que incluía territorios en Europa y en América.
Carlos II, antes de morir, pidió consejo al Papa. El Papa, preocupado de que una sola familia tuviera demasiado poder, sugirió que el sucesor fuera de la Casa de Borbón, la familia de Luis XIV. Finalmente, Carlos II decidió nombrar como su heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV.
Cuando se conoció el testamento de Carlos II, se desató un gran conflicto. La unión de España y Francia bajo la misma familia real rompería el equilibrio de poder en Europa. Así comenzó la Guerra de sucesión española, que duró diez años.
Alianzas y decisiones importantes
En esta guerra, Inglaterra, el Imperio Austríaco, Portugal, Dinamarca y los Países Bajos se unieron contra Francia y España, que había aceptado a Felipe de Anjou como su nuevo rey.
El Ducado de Saboya, donde se encuentra Turín, estaba justo entre Francia y el Ducado de Milán (que era territorio español). Era un lugar estratégico para el paso de tropas. Por eso, el rey Luis XIV de Francia casi obligó al duque Víctor Amadeo II de Saboya a unirse a la alianza franco-española.
Sin embargo, Víctor Amadeo II, aconsejado por su primo el Príncipe Eugenio de Saboya-Carignano, un general muy hábil, pensó que la batalla principal de la guerra se libraría en Italia. Decidió aliarse con los Habsburgo (Austria), porque creía que solo ellos podían garantizar la independencia de Saboya si ganaban. Además, el emperador le prometió más territorios si se unía a ellos.
Fue una decisión arriesgada, pero muy inteligente. Si perdían, Saboya podría haber desaparecido. Esta elección de Víctor Amadeo II en 1703 hizo que Luis XIV de Francia decidiera atacar primero Saboya y luego el Piamonte, donde se encuentra Turín.
La Ciudad de Turín y su Defensa
Las tierras de Saboya quedaron rodeadas por los ejércitos enemigos. Al oeste estaba Francia y al este el ejército español, que controlaba la región de Lombardía. Varias ciudades de Saboya cayeron, como Susa, Vercelli, Ivrea, Chivasso y Niza. Solo la ciudadela de Turín resistía. Esta fortaleza había sido construida 140 años antes por el duque Manuel Filiberto de Saboya.
La fortaleza de Turín
La ciudadela de Turín era una de las fortalezas mejor defendidas de Europa. Tenía un sistema de túneles subterráneos llamados gallerie di mina. Estos túneles, excavados bajo la ciudadela, eran patrullados por un grupo especial de 51 soldados minadores y 350 excavadores. Ellos hacían explotar barriles de explosivos bajo las líneas de los soldados franceses. Los túneles estaban en dos niveles y llegaban a casi 14 metros de profundidad.
Este sistema de túneles y contraminas se había mejorado mucho después de la caída de Famagosta en 1571, donde los otomanos los usaron con éxito. Turín también tenía un enorme pozo llamado Cisternone para asegurar el suministro de agua.
En agosto de 1705, los ejércitos franco-españoles estaban listos para atacar Turín. Sin embargo, el comandante, Louis d'Aubusson de la Feuillade, decidió esperar más refuerzos. Esta espera fue un error, ya que dio tiempo a Turín para fortalecerse aún más y prepararse para un largo asedio.
El Asedio Comienza
Los primeros días del asedio
El asedio comenzó el 14 de mayo de 1706. Más de 40.000 soldados franco-españoles se colocaron alrededor de la fortaleza. Se cuenta que ese día hubo un eclipse de Sol, lo que animó a los defensores de Turín, quienes lo vieron como una señal de victoria.
El marqués Sébastien Le Prestre de Vauban, un experto francés en asedios, había sugerido atacar la fortaleza por un lado diferente, porque sabía lo peligrosos que eran los túneles subterráneos de Turín. Pero el duque de La Feuillade no le hizo caso y ordenó a sus ingenieros excavar muchas trincheras. Esto resultó ser un error fatal.
La resistencia de la ciudad
Los defensores de Turín, con la ayuda de la población, lucharon con valentía y causaron muchas bajas al ejército enemigo. La batalla continuó durante todo el verano de 1706.
El 8 de junio, el duque de La Feuillade le ofreció a Víctor Amadeo II la oportunidad de salir de Turín para evitar los bombardeos. El rey Luis XIV de Francia había ordenado no poner en peligro la vida del duque. Pero Víctor Amadeo II se negó a decir dónde estaba su alojamiento, diciendo: "Mi alojamiento está donde la batalla es más furiosa".
Sin embargo, el duque no se quedó mucho tiempo en la ciudad. El 17 de junio, Víctor Amadeo II salió de Turín para encontrarse con su primo, el príncipe Eugenio de Saboya, quien venía con tropas de refuerzo. La ciudad quedó bajo el mando del general austríaco Wirich Philipp von Daun.
Los franceses intentaron encontrar una entrada a la fortaleza para poder entrar en masa. Entre el 13 y el 14 de agosto, encontraron una entrada, pero los defensores la hicieron explotar, atrapando a muchos enemigos.
Diez días después, los franceses lanzaron un ataque contra una parte de la fortaleza llamada Mezzaluna di Soccorso. Los piamonteses se defendieron con todo lo que tenían, incluyendo materiales inflamables. Al final, los turineses ganaron, obligando a los enemigos a retirarse.
En este momento ocurrió el famoso acto de Pietro Micca, un soldado que sacrificó su vida para detener otro ataque francés en los túneles subterráneos. La situación parecía muy difícil para los piamonteses.
La llegada de los refuerzos
El 2 de septiembre, Víctor Amadeo II y el príncipe Eugenio de Saboya subieron a la colina de Superga para planear su contraataque. Decidieron rodear al enemigo por el noroeste de la ciudad, que era la zona más vulnerable. Los franceses no esperaban un ataque tan grande y fueron tomados por sorpresa. El príncipe Eugenio dijo: "Estas gentes están ya medio derrotadas".
El 5 de septiembre, la caballería aliada interceptó un convoy francés con suministros. Esto fue un gran éxito, ya que los franceses tuvieron que racionar sus municiones.
La Batalla Decisiva
El 6 de septiembre, las tropas de Saboya se posicionaron entre los ríos Dora Riparia y Stura di Lanzo. El enfrentamiento final comenzó el 7 de septiembre. Las tropas austro-piamontesas atacaron en todo el frente, rechazando cualquier intento de contraataque franco-español.
El plan del príncipe Eugenio era romper el ala derecha francesa con la infantería prusiana. El ataque fue muy intenso. Después de varios intentos, los prusianos lograron romper la defensa francesa. Un regimiento francés se quedó sin municiones y tuvo que huir.
Después de rechazar un contraataque de la caballería francesa, la victoria era cuestión de tiempo. La caballería aliada, liderada por el príncipe Eugenio y con la participación de Víctor Amadeo II, persiguió a los franceses, quienes tuvieron que huir hacia los puentes del Po, dejando atrás a una parte de su ejército.
Las fuerzas aliadas en el centro y la derecha mantuvieron ocupadas a las tropas francesas. Aunque una fortaleza francesa llamada Lucento estaba muy bien defendida, fue abandonada por sus defensores para cubrir la retirada de sus compañeros.
¿Qué pasó después del asedio?
Las consecuencias de la victoria
Los franceses perdieron alrededor de 6.000 hombres en la batalla, mientras que los aliados perdieron unos 3.000. En los días siguientes, casi 7.700 soldados franceses más murieron por los enfrentamientos o por sus heridas. Los franceses huyeron hacia otras fortalezas.
Víctor Amadeo II y el príncipe Eugenio de Saboya entraron en la ciudad liberada por la Porta Palazzo. Se dirigieron a la catedral para dar gracias por la victoria. En la colina de la Superga, se construyó una basílica real para recordar la batalla, y cada 7 de septiembre se celebra allí una ceremonia de agradecimiento.
Cómo se recuerda el asedio hoy
Para recordar esta importante batalla, se grabó la fecha "1706" y la imagen de la Madonna della Consolata en los pilares de la ciudad. Un futuro barrio de Turín fue llamado Borgo Vittoria (Barrio Victoria). Además, muchas calles en el centro de la ciudad llevan nombres de personajes importantes de la batalla, como la Via Pietro Micca y la Via Vittorio Amedeo II.
Se han organizado grandes celebraciones para conmemorar el bicentenario (1906) y el tricentenario (2006) de la batalla. En 2006, se hizo una gran recreación histórica con personas vestidas de época de toda Europa, y se organizó una exposición en la torre de la ciudadela.
El fracaso del asedio de Turín fue un golpe muy duro para los franceses y españoles en Italia. Perdieron rápidamente varias ciudades importantes, lo que cambió el curso de la guerra en la región.
Véase también
En inglés: Siege of Turin Facts for Kids