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Revuelta bohemia para niños

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Datos para niños
Revuelta bohemia
Parte de guerra de los Treinta Años

La Defenestración de Praga de 1618, que puede apreciarse en este grabado, inició la Revuelta Bohemia. A la derecha puede observarse como una de los defenestrados es ayudado a escapar por frailes católicos.
Fecha Mayo de 1618 - noviembre de 1620
Lugar Principalmente en la actual República Checa y el norte de Austria
Resultado Victoria imperial
Beligerantes
Bando rebelde:

Rebeldes bohemios y austríacos
Wappen Kurpfalz.svg Palatinado
Flag of Transylvania before 1918.svg Transilvania


Participación indirecta:
thumbs Provincias Unidas

Bandera de Inglaterra Inglaterra
Bando imperial:

thumbs Casa de Habsburgo
Catholic League (Germany).svg Liga Católica
Flag of Electoral Saxony.svg Sajonia


Participación indirecta:

Bandera del Imperio español España
Comandantes
Príncipe Cristián de Anhalt-Bernburg

Conde Mansfeld
Conde Thurn

Príncipe Gabriel Bethlen de Transilvania
Conde Tilly
Conde Bucquoy

La Revuelta Bohemia fue un conflicto importante que ocurrió entre 1618 y 1620. Fue una rebelión de nobles protestantes en Bohemia contra la Casa de Habsburgo, que era la familia gobernante. Aunque duró poco, esta revuelta fue muy significativa porque se convirtió en el inicio de la Guerra de los Treinta Años, un conflicto mucho más grande y sangriento que afectó a gran parte de Europa.

Los Habsburgo querían tener más control sobre sus territorios y promover el catolicismo. En 1617, el archiduque Fernando de Estiria, un católico muy devoto, fue nombrado Rey de Bohemia. Los nobles protestantes de Bohemia no estaban de acuerdo, pues temían que Fernando les quitara sus derechos religiosos. Como señal de su descontento, en 1618, algunos nobles arrojaron a varios representantes del rey por una ventana en Praga. Este evento se conoce como la Defenestración de Praga.

Los rebeldes bohemios esperaban recibir apoyo de otros grupos protestantes. Coronaron a Federico V del Palatinado como su nuevo rey. Sin embargo, Fernando, que ya había sido elegido Emperador del Sacro Imperio, los declaró rebeldes. Con la ayuda de España (también gobernada por los Habsburgo) y la Liga Católica, las fuerzas imperiales derrotaron a los rebeldes en la Batalla de la Montaña Blanca en 1620. Así, los Habsburgo recuperaron el control de Bohemia. Federico tuvo que huir a los Países Bajos.

Algunos historiadores han visto esta revuelta como un primer paso hacia el nacionalismo checo. Sin embargo, en realidad, los nobles se rebelaron para proteger sus propios derechos y libertades frente al deseo de los Habsburgo de tener un poder más centralizado.

¿Qué causó la Revuelta Bohemia?

El Sacro Imperio Romano Germánico

En 1618, el Sacro Imperio Romano Germánico era un territorio muy grande y diverso. Incluía partes de lo que hoy son Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suiza, República Checa, Austria, Francia, Italia, Hungría, Eslovenia y Polonia. Era una mezcla compleja de una república federal y una monarquía electiva.

El Emperador estaba en la cima, pero no podía controlar directamente todos los territorios. Sus poderes estaban limitados por una constitución muy complicada. El Imperio tenía una Dieta Imperial, que era como un parlamento. El Emperador necesitaba su aprobación para aprobar leyes o pedir impuestos.

La Dieta estaba formada por tres grupos:

  • Los príncipes electores: Eran los más importantes, solo siete de ellos podían elegir al Emperador.
  • Los príncipes imperiales: Gobernantes de estados más pequeños que respondían directamente al Emperador.
  • Las Ciudades Imperiales Libres: Ciudades que se gobernaban a sí mismas.

En total, había unos 310 estados y 80 ciudades libres. Cada uno podía recaudar sus propios impuestos, tener su gobierno y ejército, y crear sus propias leyes. Eran casi como países independientes dentro del Imperio.

La poderosa Casa de Habsburgo

Archivo:Habsburg hereditary lands-es
Dominios de los Habsburgo austríacos al inicio de la revuelta. En azul se muestran las provincias del Reino de Bohemia, donde comenzó la revuelta.

Al inicio de la revuelta, los Habsburgo eran una de las familias más poderosas de Europa. Habían acumulado muchos territorios gracias a matrimonios estratégicos. En 1556, el emperador Carlos V de Habsburgo (también Carlos I de España) controlaba vastas tierras, incluyendo Austria, Bohemia, Hungría, España y los Países Bajos.

Para gobernar tantos lugares, Carlos V dividió la familia en dos ramas: la austríaca y la española. La rama austríaca, liderada por Fernando I de Habsburgo, gobernaba Austria, Bohemia y Hungría.

Los Habsburgo tuvieron dificultades para controlar Hungría. Después de una batalla contra los otomanos en 1526, la corona de Hungría pasó a los Habsburgo. Sin embargo, algunos nobles húngaros no lo aceptaron. En 1541, los otomanos tomaron gran parte de Hungría y crearon el Principado de Transilvania, que se convirtió en un estado vasallo del Imperio Otomano. Los príncipes de Transilvania siempre quisieron quitarle la corona de Hungría a los Habsburgo. La Revuelta Bohemia fue una oportunidad para que el príncipe Gabriel Bethlen de Transilvania intentara lograrlo.

En Bohemia y Austria, los Habsburgo también tenían problemas para gobernar. La mayoría de la gente vivía en tierras no controladas directamente por ellos. Necesitaban negociar con los gobiernos locales para recaudar impuestos, que eran necesarios para mantener un gobierno central. Estas instituciones locales, llamadas "Estados", podían negarse a pagar impuestos o enviar representantes al Emperador. Representaban a grupos de la sociedad feudal, como el clero, la nobleza y los ciudadanos.

La aparición del protestantismo en los territorios de los Habsburgo creó tensiones. Esta fue una de las causas principales de la Revuelta Bohemia.

Los desafíos de la Paz de Augsburgo

Archivo:Ferdinand II King of Bohemia Holy Roman Emperor
Fernando de Estiria, quien sería el futuro Emperador Fernando II, impulsó la reforma católica en sus territorios.

La Reforma Protestante comenzó en 1517. En 1529, el emperador Carlos V intentó detener la expansión del luteranismo. Esto llevó a un conflicto entre católicos y luteranos, que terminó con la Paz de Augsburgo en 1555.

La Paz de Augsburgo fue un acuerdo para que católicos y luteranos pudieran vivir juntos en el Imperio. Estableció el principio de cuius regio, eius religio, que significaba que la religión del gobernante de un territorio sería la religión de ese territorio. Sin embargo, este principio no fue aceptado por todos. También se acordó que si un príncipe de un territorio eclesiástico se convertía al luteranismo, debía renunciar a su cargo. Los protestantes no aceptaron esta regla.

Los católicos vieron la Paz de Augsburgo como una pausa temporal. Creían que los protestantes volverían a la "verdadera fe" y que el Imperio debía ser un solo estado religioso. Los Habsburgo comenzaron a promover activamente el catolicismo en sus tierras.

Desde 1578, los archiduques Habsburgo hicieron concesiones religiosas a los Estados (que eran mayormente protestantes) para poder recaudar impuestos. Sin embargo, también comenzaron a aplicar medidas para limitar el avance del protestantismo. Por ejemplo, el archiduque Fernando de Estiria (futuro Fernando II) expulsó a maestros y pastores protestantes de las ciudades bajo su control a partir de 1599. Los Estados protestantes respondieron negándose a pagar impuestos, pero finalmente cedieron.

Estas medidas, aunque lograron que algunos nobles se convirtieran al catolicismo, también hicieron que muchos protestantes que antes eran leales a los Habsburgo se sintieran marginados, especialmente en Bohemia, donde los católicos eran una minoría.

Bohemia en el Imperio

Bohemia era un territorio muy importante para el Imperio. Era el electorado más grande y poblado, con 1.4 millones de habitantes. Estaba formado por cinco provincias, cada una con sus propias leyes y asambleas.

Desde 1526, la corona de Bohemia había pasado a manos de los Habsburgo. Aunque los Habsburgo la consideraban un derecho hereditario, los Estados de Bohemia insistían en elegir a su monarca.

Bohemia era crucial para los Habsburgo porque los impuestos recaudados allí cubrían la mitad de los gastos del Imperio. Después de la Reforma Protestante, el catolicismo había disminuido mucho en Bohemia y Moravia. Los Habsburgo intentaron revivir el catolicismo a partir de 1600, asociándolo con la lealtad política.

Gracias a la desaparición de algunas familias nobles bohemias, los Habsburgo y la Iglesia católica pudieron adquirir más tierras. Estas tierras fueron entregadas a familias nobles católicas, aumentando su número en Bohemia. Los nuevos terratenientes católicos favorecieron a sus correligionarios, excluyendo a los protestantes de la administración. Esto llevó a una división religiosa. Muchos protestantes leales al Emperador comenzaron a cuestionarlo.

Archivo:Joseph Heintz d. Ä. 002
El gobierno del emperador Rodolfo II de Habsburgo se caracterizó por el debilitamiento de la autoridad de los Habsburgo frente a la autonomía de sus Estados.

La guerra contra los otomanos (1593-1606) debilitó el gobierno del emperador Rodolfo II de Habsburgo. En 1608, su hermano Matías de Habsburgo conspiró contra él. Rodolfo tuvo que hacer grandes concesiones religiosas a los Estados de Bohemia y Silesia, a través de un documento llamado la Carta de Majestad, para que se mantuvieran de su lado. Matías también tuvo que hacer concesiones similares. En 1611, Matías se hizo con la corona de Bohemia y al año siguiente fue elegido Emperador.

El gobierno de Matías, bajo el obispo Melchior Klesl, retomó las reformas católicas. Los protestantes fueron nuevamente marginados de los trabajos en la administración imperial. Los bohemios se sentían sin autoridad en sus propias tierras, ya que el poder ejecutivo fue dado a los Regentes, elegidos por los Habsburgo.

Los protestantes bohemios, liderados por el conde Enrique Matías Thurn, comenzaron a expresar su descontento. Se sentían traicionados por el Emperador. En 1617, Fernando de Estiria fue elegido nuevo Rey de Bohemia. Aunque prometió respetar las concesiones de Rodolfo, en la práctica no lo hizo. Esto llevó a una asamblea de nobles en marzo de 1618, donde pidieron a Fernando que respetara lo acordado en 1609. La respuesta imperial fue dura. En mayo, Thurn y sus seguidores se reunieron de nuevo y desafiaron a los Regentes. Fue entonces cuando Thurn sugirió arrojarlos por la ventana, lo que llevó a la Defenestración de Praga de 1618.

La Revuelta

El inicio de la Revuelta y la Confederación

Archivo:Thurn, Heinrich Matthias von
El conde Enrique Matías Thurn lideraba el ala más radical de la Revuelta Bohemia.

El 23 de mayo de 1618, el conde Thurn y sus hombres fueron al Castillo de Praga. Allí encontraron a cuatro Regentes. Dos fueron liberados, pero Vilém Slavata y Jaroslav Borita von Martinitz, junto con un escriba, fueron arrojados por una ventana del tercer piso. Sorprendentemente, los tres sobrevivieron y pudieron escapar para avisar a las autoridades imperiales.

Los Habsburgo se indignaron. El obispo Klesl fue arrestado. Ambos bandos buscaron ayuda fuera del Imperio, pero al principio no la encontraron. España y el Papa no vieron la amenaza bohemia como algo serio. El duque Juan Jorge de Sajonia, aunque luterano, quería resolver la crisis con negociaciones. Los rebeldes bohemios tampoco tuvieron mucha suerte, ya que la asamblea de Moravia no quiso enviarles recursos.

A pesar de la falta de apoyo externo, los rebeldes bohemios comenzaron la ofensiva con un ejército de 12.000 hombres bajo el mando de Thurn. Luego se les unieron 2.000 soldados pagados por el duque Carlos Manuel de Saboya, liderados por el conde Ernesto de Mansfeld. Silesia también envió 3.000 hombres. Las fuerzas imperiales, con 14.200 soldados, tuvieron que retirarse y esperar refuerzos.

Mientras tanto, la Unión Protestante se reunió en octubre. Su líder, el príncipe elector Federico V del Palatinado, intentó convencer a los demás de apoyar la revuelta, pero no lo logró.

Archivo:Ernst graf von mansfeld
El conde Ernesto de Mansfeld, una figura militar clave en la revuelta, ayudó a extender el conflicto.

El 20 de marzo de 1619, el emperador Matías murió. Fernando asumió el control y ofreció una amnistía a los rebeldes, pero ellos la rechazaron. El 18 de abril, Thurn avanzó con 9.000 hombres hacia Moravia. Aunque ocuparon Moravia, no lograron que su asamblea se uniera a ellos. Thurn decidió entonces buscar el apoyo de los protestantes austríacos y llevó 10.000 hombres a las afueras de Viena el 5 de junio. Esperaba que los nobles protestantes le entregaran la ciudad, pero no tenía artillería para asediarla. Las fuerzas de Fernando se reforzaron, y Thurn tuvo que retirarse el 12 de junio.

Al mismo tiempo, el 10 de junio, las fuerzas bohemias sufrieron una derrota cerca de Záblatí. El sur de Bohemia cayó en manos imperiales. A pesar de estos reveses, el 28 de agosto, Fernando fue elegido Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Mientras se elegía al Emperador, los nobles de las cinco provincias bohemias se reunieron en Praga y formaron una confederación el 31 de julio. Aunque seguía habiendo un rey, las provincias podían participar en su elección y mantener sus propias leyes. También crearon un gobierno republicano. El 16 de agosto, los protestantes austríacos se unieron a la Confederación. Tres días después, los bohemios rechazaron formalmente a Fernando como su gobernante.

La revuelta se extiende

El Palatinado, Transilvania y los cosacos

Archivo:Friedrich V. von der Pfalz bis
El príncipe elector Federico V del Palatinado fue coronado Rey de Bohemia por los rebeldes, pero no consiguió el apoyo internacional que necesitaba.

Los bohemios debían elegir un nuevo rey. Entre los candidatos estaban el duque Carlos Manuel de Saboya, el duque Juan Jorge de Sajonia y el príncipe Gabriel Bethlen de Transilvania. La opción más viable era el duque Federico V del Palatinado, líder de la Unión Protestante y yerno del rey Jacobo I de Inglaterra. Los bohemios soñaban con el apoyo inglés. El 26 de agosto, 144 delegados votaron por Federico como su nuevo Rey.

Federico dudó un mes, pero el 7 de octubre de 1619, partió hacia Praga para ser coronado Rey de Bohemia. Creía que era la mejor manera de estabilizar el Imperio. Federico y su esposa fueron coronados en Praga.

Federico recibió el reconocimiento de los Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Venecia, pero no consiguió mucho apoyo militar. Su suegro, el rey inglés, se negó a darle dinero o tropas. Los holandeses le ofrecieron un subsidio que nunca entregaron por completo. La Unión Protestante movilizó soldados, pero solo para proteger sus propios territorios. Solo Baden-Durlach y Brandeburgo-Ansbach lo apoyaron. Federico tampoco pudo enviar tropas a los bohemios, ya que las necesitaba para defender sus propias tierras.

Mientras tanto, el conde Bethlen de Transilvania vio una oportunidad. El 18 de agosto, informó a los bohemios que enviaría su ejército a Moravia para apoyarlos. En realidad, Bethlen quería obligar a los húngaros a elegir un bando y obtener la corona de Hungría. El 26 de agosto, partió con 35.000 hombres. El 21 de septiembre, fue proclamado "Protector de Hungría". Las fuerzas imperiales tuvieron que retirarse hacia Viena.

Archivo:GabrielBethlen
El conde Gabriel Bethlen de Transilvania, fue un aliado inconstante de los rebeldes, atacando al Emperador durante la revuelta.

Aunque Fernando tenía 42.000 tropas enemigas fuera de Viena, la ciudad estaba bien preparada. Además, las fuerzas imperiales habían destruido los cultivos alrededor de Viena, dejando a los rebeldes sin provisiones. La moral en el campamento húngaro decayó por la falta de ayuda otomana y las enfermedades. El 27 de noviembre, Bethlen se retiró al enterarse de que Transilvania estaba siendo atacada por cosacos polacos.

Los Habsburgo habían reclutado a 4.000 cosacos polacos. El sultán otomano se enfrentó a Polonia, pero Polonia se mantuvo fuera de la revuelta bohemia.

En Transilvania, las fuerzas de Bethlen fueron derrotadas. Sin embargo, la intervención cosaca obligó a Bethlen a firmar una tregua de ocho meses con los Habsburgo el 16 de enero de 1620. La tregua duró poco. El 12 de julio, Federico envió 70.000 florines al sultán, prometiendo que Bohemia sería un estado tributario del Imperio Otomano si recibía ayuda.

Los cosacos polacos se unieron a las fuerzas imperiales, permitiendo que la ofensiva continuara. El ejército rebelde, ahora bajo el mando de Cristián de Anhalt-Bernburg, tenía 25.000 hombres, a los que se unieron 8.000 húngaros y transilvanos. Bethlen continuó consolidando su posición en Hungría y el 30 de agosto fue elegido Rey de Hungría, desafiando al Emperador.

El regreso de la Liga Católica

Archivo:Joachim von Sandrart - Maximilian I, Elector of Bavaria
El duque Maximiliano I de Baviera, líder de la Liga Católica, obtuvo grandes beneficios del Emperador.

A finales de 1619, los Habsburgo tenían graves problemas económicos. Fernando había heredado una gran deuda. Sin embargo, el prestigio imperial le permitió buscar apoyo.

Los Habsburgo habían pedido ayuda a Maximiliano de Baviera desde 1618. Maximiliano restableció la Liga Católica y puso a su general, el conde de Tilly, al mando de las tropas católicas. El 8 de octubre de 1619, Fernando firmó un tratado con Maximiliano, prometiéndole una compensación por su ayuda. Baviera sería el único estado de la Liga cuyos gastos serían cubiertos por el Imperio.

En diciembre, la Liga decidió formar un ejército de 25.000 hombres. Maximiliano no tenía prisa por atacar. El 19 de enero de 1620, Fernando anuló la elección de Federico como rey de Bohemia. Maximiliano presionó a Fernando para que le diera un ultimátum a Federico. Esto dejó a Federico sin protección legal y sus tierras expuestas a la confiscación.

Maximiliano también pidió ayuda económica al Papa, recibiendo 1.24 millones de florines. España también envió dinero y tropas para el ejército imperial.

Mientras los Habsburgo recibían más apoyo, los rebeldes bohemios perdieron el de los protestantes alemanes. El luterano Juan Jorge de Sajonia se unió al bando imperial en marzo de 1620. Recibió permiso para restaurar el orden en Lusacia.

La neutralización de la Unión Protestante fue más compleja. El rey francés Luis XIII intervino. En mayo de 1620, la Unión Protestante solo había movilizado 13.000 soldados, mientras que la Liga Católica tenía 30.000. Ambos ejércitos estaban cerca de Ulm. El rey francés quería evitar que España aumentara su presencia en el Rin. En el verano de 1620, un embajador francés logró convencer a la Unión y a la Liga de no atacarse mutuamente. Esto permitió a la Liga Católica marchar hacia Bohemia sin miedo, lo que ayudó al Emperador a aplastar la revuelta.

La revuelta es sofocada

Comienzan los combates

Archivo:Tilly Feldherrnhalle Muenchen-1
El conde de Tilly, comandante del ejército bávaro e imperial, derrotó a los rebeldes.

Antes de atacar Bohemia, los aliados del Emperador aseguraron Austria. El conde de Bucquoy se dirigió con el ejército imperial (21.500 soldados) hacia Krems, donde el príncipe Anhalt-Bernburg comandaba el ejército rebelde. Maximiliano de Baviera entró en la Alta Austria con 21.400 hombres de la Liga Católica. Su general, Tilly, era conocido por su devoción religiosa.

Maximiliano y Tilly capturaron Linz el 3 de agosto y recibieron la rendición de los rebeldes austríacos el 20 de agosto. Anhalt tuvo que retirarse con las fuerzas bohemias. Así, Austria, que era mayormente protestante, volvió al control de los Habsburgo.

Mientras tanto, en el Rin, el margrave de Ansbach dirigió 16.100 soldados de la Unión Protestante para proteger el Palatinado Renano de la amenaza española. Se le unieron milicianos holandeses e ingleses. Aunque superaban en número al ejército español de Ambrosio Espínola, Ansbach no quiso un enfrentamiento decisivo. Los españoles tomaron fácilmente el territorio palatino al oeste del Rin. El invierno detuvo las operaciones. Federico, impotente desde Bohemia, solo pudo pedir ayuda a su suegro.

La invasión del Palatinado por España acabó con las esperanzas de paz. El 3 de septiembre de 1620, 8.300 soldados sajones entraron en Lusacia y la ocuparon. La mayoría de los nobles de Lusacia renunciaron a la Confederación Bohemia a cambio de mantener sus privilegios.

Fernando también atacó políticamente. Prometió respetar los derechos religiosos de los nobles protestantes que abandonaran la revuelta. Muchos se unieron a su bando. El Emperador declaró rebeldes a solo 33 de los firmantes, dejando la puerta abierta a otros.

Bohemia es reconquistada

Archivo:Schlacht am Weißen Berg C-K 063
La Batalla de la Montaña Blanca fue la derrota de los rebeldes y el fortalecimiento del poder de los Habsburgo en Bohemia.

Anhalt planeó atacar a los imperialistas antes de que se unieran los bávaros. Sin embargo, tuvo que lidiar con un motín de sus tropas por falta de pago. El ejército rebelde se dirigió a Moravia, creyendo que los imperialistas irían allí. Pero Maximiliano ordenó a Tilly marchar directamente hacia Praga. Anhalt intentó bloquearlos, pero los bávaros lo esquivaron.

El conde Mansfeld, que había intentado desviar la atención de Maximiliano, llegó y se mostró reacio a atacar. Federico también tuvo problemas con Thurn y Anhalt, que discutían, y con los transilvanos, que saqueaban en lugar de luchar.

Tilly continuó su marcha hacia Praga. El 27 de octubre, Anhalt lo detuvo cerca de Rakovník. Los soldados rebeldes estaban a punto de amotinarse de nuevo. El 3 de noviembre, Bucquoy fue herido. Al día siguiente, las tropas imperiales se escabulleron de los bohemios y marcharon hacia Praga. El 7 de noviembre, los rebeldes les cerraron el paso a 8 km de la ciudad, en una colina llamada "Montaña Blanca".

Anhalt colocó a sus 21.000 tropas y diez cañones a lo largo de 2 km. Tenía una buena posición, pero la disciplina y la moral eran bajas. Sus hombres desobedecieron la orden de cavar trincheras. Federico regresó a Praga para recaudar dinero, creyendo que Tilly no atacaría.

En la mañana del 8 de noviembre, las tropas de Tilly cruzaron el riachuelo. Tilly colocó a la Liga Católica a la izquierda y a las tropas imperiales a la derecha. Superaban a los rebeldes en número y estaban motivados por el botín de Praga. A pesar de las dudas de Bucquoy, Tilly decidió atacar.

Al mediodía comenzó la decisiva Batalla de la Montaña Blanca. Anhalt fue tomado por sorpresa. El primer combate fue entre las fuerzas imperiales y los bohemios de Thurn. Los bohemios se retiraron rápidamente. El hijo de Anhalt fue capturado. Los confederados comenzaron a huir, seguidos por los húngaros. A la 1:30 p.m., los moravos rebeldes también abandonaron la batalla.

Las tropas imperiales contaron 600 rebeldes muertos en batalla y otros mil en el camino a Praga. Ellos reportaron 650 soldados muertos. A pesar de la derrota, Federico aún tenía una gran ciudad fortificada y la mayoría de sus tropas. Pero Anhalt y Thurn le aconsejaron escapar. Al día siguiente, el Rey de Bohemia huyó con su esposa, sin llevarse la corona, por miedo a represalias. Aunque algunos intentaron detener a los imperialistas, la ciudad se rindió casi sin resistencia. La llegada de las tropas de Tilly y Bucquoy significó el inicio de saqueos en Praga. Las tropas rebeldes se dispersaron rápidamente.

Consecuencias

La paz que tardó en llegar

Los Habsburgo recuperan sus territorios

Archivo:Kaiser Ferdinand II. 1614
Fernando II de Habsburgo, Emperador del Sacro Imperio Romano a partir de 1619.

Aunque la causa de la Confederación estaba perdida, los Habsburgo aún tenían enemigos. El conde Mansfeld mantenía un ejército en Bohemia, y el margrave de Jägerndorf seguía en Görlitz. Federico había huido a Silesia y luego a Berlín. La mayor amenaza era el príncipe transilvano, Gabriel Bethlen, que intentaba coronarse rey de Hungría.

Sin embargo, los Habsburgo fueron pacificando sus dominios. Las tropas imperiales lograron repeler a Bethlen. Aunque el general Dampierre murió en combate, Bethlen envió más hombres para apoyar a Federico, pero regresaron al enterarse de la caída de Praga. El sultán otomano aprovechó la guerra para tomar Vác en Hungría. Esto hizo que algunos nobles húngaros se unieran al bando imperial.

Con Bohemia bajo control imperial, los demás Estados del reino se rindieron. Moravia lo hizo a finales de diciembre. Silesia y Lusacia tardaron hasta marzo, negociando mejores condiciones con el Emperador.

La violencia en Bohemia y Hungría se reanudó cuando Bethlen rompió las negociaciones en abril. El general imperialista Bucquoy avanzó hacia Presburgo, forzando a Bethlen a retirarse. Bucquoy murió en una escaramuza, y el príncipe Maximiliano de Liechtenstein asumió el mando. Las tropas imperiales sufrieron una derrota. El 30 de julio, Bethlen se unió a Jägerndorf y asaltaron Moravia y la frontera con Austria. Presburgo fue asediada, pero resistió. Fernando logró reunir un nuevo ejército.

Aun así, Bethlen ya había iniciado negociaciones con Fernando. El 6 de enero de 1622, llegaron a un acuerdo: Bethlen recibió 7 condados húngaros, y el Emperador recuperó la Corona de San Esteban, garantizando la libertad de culto en Hungría y reconociendo la independencia de Transilvania. El duque Juan Jorge de Jägerndorf quedó fuera del trato, su ducado fue confiscado, y murió dos años después.

La autoridad Habsburgo en Bohemia se consolidó en enero de 1621, cuando Federico, apodado el "Rey de Invierno" por su corto reinado, fue expulsado de Brandeburgo. Recibió presiones para hacer la paz de Sajonia, Dinamarca y su suegro, el Rey de Inglaterra. Federico estaba dispuesto a renunciar a la corona bohemia, pero pedía que se reconociera la Confederación Bohemia y que el Imperio pagara los gastos de guerra. El Emperador se indignó y lo declaró fuera de la Ley Imperial. Federico se definió como el verdadero Rey de Bohemia y no quiso traicionar a los rebeldes. Finalmente, se refugió en La Haya, habiendo perdido también el Palatinado.

Aunque no hubo grandes avances militares en el Bajo Palatinado, la Unión Protestante negoció y se disolvió en mayo de 1621. El comandante español Ambrosio Espínola prometió detener sus maniobras si Federico hacía la paz, lo cual nunca ocurrió. La amenaza de Espínola era temporal, ya que la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos estaba a punto de terminar.

Los principales comandantes rebeldes se exiliaron. Thurn huyó a Constantinopla. Hohenlohe y Anhalt regresaron años después tras obtener el perdón imperial. Solo Mansfeld mantuvo su ejército de mercenarios. Los miembros de la Liga Católica, confiados, desmovilizaron su ejército en marzo de 1621.

Los combates se reanudan en el Imperio

Archivo:Herzog Christian
El duque Cristián de Brunswick, defensor de la causa protestante, ayudó a extender la revuelta al norte del Imperio.

Sin embargo, Federico, como yerno del rey inglés, seguía siendo un símbolo para los protestantes alemanes. Muchos príncipes jóvenes, con pocas herencias, vieron en la guerra una oportunidad. El rey inglés le envió 1.44 millones de libras esterlinas a Federico y Mansfeld entre 1620 y 1632. Aunque la mayoría de los príncipes no tuvieron éxito, sus acciones llevaron el conflicto al oeste y norte de Alemania.

La Guerra de los Ochenta Años (entre España y los Países Bajos) influyó en la continuación de la Guerra de los Treinta Años. España quería terminar el conflicto en el Imperio para concentrar sus recursos en los Países Bajos. Pero al Príncipe de Orange, Mauricio de Nassau, no le convenía que la guerra en el Palatinado terminara rápido. En abril de 1621, firmó un tratado con Federico para reconquistar el Palatinado Renano.

Después de la Batalla de la Montaña Blanca, Mansfeld había ofrecido sus servicios a varios estados sin éxito. En mayo de 1621, se refugió en el Alto Palatinado, defendiéndose de Tilly. Su situación era desesperada, sin dinero para sus mercenarios. Recibió la noticia de que los Países Bajos financiarían a Federico.

Mientras Mansfeld planeaba unirse a los holandeses, el Duque de Baviera formó un ejército para expulsarlo y quedarse con el territorio. Maximiliano había acordado con Fernando ocupar la Alta Austria hasta recuperar sus gastos, pero quería explotar el Palatinado y obtener el título de Elector. La confiscación de los títulos y tierras de Federico era una prerrogativa dudosa del Emperador, pero Fernando quería castigar al "Rey de Invierno". La continuación de la guerra permitía a los Habsburgo expropiar más territorios y aumentar su poder.

En septiembre, Maximiliano atacó. Mansfeld negoció una compensación para abandonar a Federico, pero escapó hacia el Palatinado Renano. Tilly lo persiguió con órdenes de capturar Heidelberg. La lucha en esta tierra ya había sido reactivada por los españoles.

Además de Mansfeld, el margrave Jorge Federico de Baden-Durlach y el duque Cristián de Brunswick también se unieron a la Campaña del Palatinado. El duque Cristián, que había luchado en el norte, trajo un gran botín. El margrave de Baden-Durlach formó un ejército rebelde. Las fuerzas combinadas de estos líderes llegaron a 40.000 hombres. Tilly y Córdoba se apresuraron a enfrentarlos. El ejército de Baden-Durlach fue derrotado en la Batalla de Wimpfen. En la Batalla de Höchst, Cristián de Brunswick y Mansfeld tuvieron que huir. Aunque perdieron hombres, lograron salvar el botín.

A pesar de estas derrotas, Federico aún tenía 25.000 hombres, pero Mansfeld no quiso arriesgar su ejército. Se retiraron a Alsacia y luego a Lorena. Las fuerzas imperialistas tomaron las fortalezas palatinas: Heidelberg (15 de septiembre), Mannheim (2 de noviembre) y Frankenthal (20 de marzo de 1623).

Después de Höchst, Federico despidió a Mansfeld y Cristián el 13 de julio de 1622. Sin embargo, los holandeses los contrataron directamente. Córdoba intentó bloquearlos en la Batalla de Fleurus, donde Cristián perdió su artillería y un brazo. Los líderes rebeldes no duraron mucho con los holandeses. Mansfeld se refugió en Frisia oriental. Cristián huyó a la Baja Sajonia, pero fue derrotado por Tilly en la Batalla de Stadtlohn. Antes de escapar a los Países Bajos, Cristián renunció a sus derechos en el obispado de Halberstadt a favor del rey Cristián IV de Dinamarca. La entrada de las tropas imperiales en la Baja Sajonia alarmó al rey danés, lo que llevó a la siguiente etapa de la Guerra de los Treinta Años.

Las reformas en Bohemia y el Imperio

La "Corte sangrienta"

La ejecución de 27 nobles rebeldes en Praga causó rechazo entre príncipes protestantes y algunos católicos.

Cuando Maximiliano se retiró de Bohemia, Fernando nombró gobernador a Carlos de Liechtenstein. El Emperador aclaró que la corona de Bohemia sería hereditaria, pasando al hijo mayor del Rey, junto con todos los territorios de los Habsburgo austríacos.

El Emperador también anuló la Carta de Majestad, que garantizaba los derechos religiosos de los protestantes. Aunque se decía que Fernando la había destrozado, en realidad solo le quitó el sello imperial.

El 20 de febrero de 1621, los líderes rebeldes fueron arrestados. El conde Joaquín Andreas von Schlick, que había esperado el perdón, fue entregado por el elector Juan Jorge de Sajonia. Una comisión especial, presidida por Liechtenstein, juzgó a los rebeldes. 35 fueron condenados a muerte. El juicio fue controvertido porque se les negó el derecho a apelar. Fernando dudó en firmar las sentencias, pero finalmente lo hizo, reduciendo la cifra a 28 condenados. El 21 de junio, 27 rebeldes fueron ejecutados en Praga. Sus cuerpos fueron tratados de forma severa. Doce cabezas y la mano de Schlick fueron exhibidas en el Puente Carlos durante diez años. Debido a las críticas, Fernando suspendió las penas de muerte de otros rebeldes, y antes de 1630, todos recuperaron su libertad.

Las reformas políticas en Bohemia se enfocaron en los grupos que se levantaron contra los Habsburgo. Las asambleas de los Estados mantuvieron sus derechos.

El Elector de Baviera

Archivo:Maria Anna von Bayern (1610-1665) black white
El ahora príncipe elector y duque Maximiliano de Baviera, junto con su segunda esposa y sobrina, María Ana de Habsburgo, hija del emperador Fernando II.

Una vez terminada la campaña del Palatinado, Maximiliano le recordó al Emperador su promesa de entregarle el Palatinado. El 10 de enero de 1623, Fernando propuso transferir los títulos y territorios palatinos al Duque de Baviera. Los electores de Tréveris y Maguncia se opusieron, diciendo que violaba la Constitución. Los electores de Sajonia y Brandeburgo estaban molestos por la persecución de protestantes. Solo el Emperador y el Elector de Colonia apoyaron la medida. Otra opción, propuesta por España e Inglaterra, era que Federico abdicara a favor de su hijo de siete años, quien sería criado en la corte de los Habsburgo.

La reunión en Ratisbona terminó seis semanas después. La propuesta de Fernando fue aceptada por los príncipes, más por resignación que por convicción, ya que ninguno tenía un ejército para enfrentarse a Maximiliano. El 23 de febrero de 1623, Federico fue despojado oficialmente de su título de Príncipe Elector, que fue transferido a Maximiliano de Baviera. El Alto Palatinado y parte del Bajo Palatinado fueron anexados a sus territorios. Esta transferencia sentó un precedente que alarmó a otros príncipes, quienes temían que sus tierras y títulos estuvieran sujetos al capricho del Emperador.

Fernando no tenía un poder comparable al de su antepasado Carlos V. Dependía de la Liga Católica para imponer su autoridad y le debía a Maximiliano entre 16 y 18 millones de florines, una cifra que seguía aumentando.

Confiscación de tierras e inflación

Archivo:Prince Karl I of Liechtenstein
El príncipe Carlos de Liechtenstein se benefició económeta por el fracaso de la revuelta bohemia, comprando territorios confiscados con moneda que él acuñaba.

El 5 de abril de 1623, el Emperador fue a Praga. Las tropas de Tilly habían saqueado la zona. Aunque Bohemia había estado en paz, la situación de los campesinos no era buena.

El objetivo de Fernando era obtener más dinero. Había ordenado confiscar total o parcialmente las tierras de las familias que participaron en la revuelta. En total, 680 familias nobles en Bohemia fueron afectadas, 166 de ellas perdieron todo. Fue la mayor confiscación de tierras en Europa hasta 1945. El Emperador usó estas tierras para pagar a quienes le fueron leales, conservando solo una pequeña parte. Familias alemanas, españolas, italianas y belgas recibieron territorios en Bohemia. A algunas familias se les pagó por las tierras, pero la inflación había reducido mucho el valor real del dinero.

La guerra había provocado una inflación en el sur del Imperio. El Emperador contrató a personas para acuñar monedas, reduciendo la cantidad de plata para producir más. Uno de ellos, Carlos de Liechtenstein, acuñó monedas con aún menos plata para enriquecerse. Se estima que produjeron 29.6 millones de florines adulterados, entregando solo 6 millones a la tesorería de Fernando. La gente dejó de usar el dinero y recurrió al intercambio de bienes. Los nobles, incluido Liechtenstein, compraron las tierras confiscadas con esta moneda devaluada. Los soldados no podían usarla para comprar comida. Los únicos beneficiados fueron los acuñadores. En enero de 1623, Fernando no renovó el contrato de los acuñadores y devaluó su moneda en un 87%. La economía del Imperio se recuperó, pero el reinicio de los conflictos impidió una recuperación total.

La distribución de tierras entre los nobles leales al Emperador fue exitosa. Albrecht von Wallenstein, quien llegó a controlar una cuarta parte de Bohemia, se convirtió en una figura clave en la Guerra de los Treinta Años.

La supresión del protestantismo

Con el objetivo de formar una élite política católica, el Emperador comenzó en diciembre de 1621 a tomar las iglesias y escuelas protestantes, entregándolas a la Iglesia Católica. En 1623, el catolicismo se convirtió en un requisito para obtener la ciudadanía en Bohemia. En 1627, se ordenó a todos los protestantes que se convirtieran o emigraran en un plazo de seis meses. Se estima que unas 150.000 personas abandonaron Bohemia y Moravia entre 1598 y 1660 por motivos religiosos, la mayoría en la década de 1620. Entre los nobles, 300 familias emigraron de un total de 1.400.

La población en los territorios de los Habsburgo disminuyó un 7% en ese período. Los luteranos Sajonia y Hungría fueron los principales destinos. En Sajonia, que recibió a la mitad de los exiliados bohemios, se les negó el asilo a los campesinos y burgueses pobres hasta la década de 1630. Estas restricciones no se levantaron hasta el final de la Guerra de los Treinta Años, en la década de 1650, para facilitar la repoblación.

La difícil situación de los exiliados bohemios fue utilizada por los reyes de Dinamarca y Suecia para justificar sus intervenciones en el Imperio.

Maximiliano esperó hasta 1628 para iniciar reformas similares en el Alto Palatinado. Desde entonces, el Elector de Baviera fue aún más lejos que Fernando, exigiendo certificados de confesión, controlando la asistencia a misa y aboliendo las asambleas palatinas en 1629.

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: Bohemian Revolt Facts for Kids

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Revuelta bohemia para Niños. Enciclopedia Kiddle.