robot de la enciclopedia para niños

Pintura barroca de España para niños

Enciclopedia para niños

La pintura barroca española es el arte de pintar que se desarrolló en España durante el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII. En esta época, los artistas buscaban pintar de forma muy realista para que las historias fueran fáciles de entender, especialmente las religiosas, que eran muy importantes para la Iglesia.

Al principio del siglo XVII, la pintura española recibió una gran influencia del estilo italiano llamado caravaggismo, que usaba contrastes fuertes de luz y sombra (conocido como tenebrismo). Más tarde, llegaron influencias del barroco flamenco, especialmente de las obras de Rubens y sus alumnos. También fue importante la influencia del pintor Tiziano, con su técnica de pincelada suelta.

En la segunda mitad del siglo, el estilo barroco se hizo más vibrante y creativo, mezclando las influencias flamencas con las nuevas ideas de Italia, gracias a la llegada de pintores como Mitelli, Colonna y Luca Giordano. A pesar de que España pasó por momentos difíciles en el siglo XVII, esta época es conocida como el Siglo de Oro de la pintura española, por la gran cantidad y calidad de artistas importantes que surgieron.

Características de la Pintura Barroca Española

¿Quiénes encargaban las obras de arte?

La Iglesia Católica y las instituciones relacionadas con ella, como las cofradías, eran los principales clientes de los pintores. Por eso, la pintura religiosa fue muy importante. La Iglesia usaba el arte para enseñar y difundir sus ideas, especialmente durante la Contrarreforma. Los pintores debían seguir ciertas reglas al crear estas obras, pero a cambio, obtenían reconocimiento y prestigio.

Archivo:Mazo-buen retiro
Juan Bautista Martínez del Mazo: Un estanque en el Buen Retiro, 1637, óleo sobre lienzo, 147 × 114 cm. Museo del Prado.

También la corte real encargaba muchas obras. El rey Felipe IV fue un gran protector de los artistas. Por ejemplo, el famoso pintor Rubens visitó España y pintó para el rey, quien disfrutaba mucho del arte.

La decoración de nuevos palacios, como el Palacio del Buen Retiro, generó muchos encargos. Los pintores españoles decoraron el Salón de Reinos con retratos de la realeza y escenas de batallas. También se encargaron obras a artistas de otros países para completar las colecciones reales.

El antiguo Alcázar también aumentó su colección de arte. Se reorganizaron las obras, dando prioridad a la belleza. Por ejemplo, en una sala se reunieron muchas pinturas con figuras femeninas, incluyendo algunas obras de Tiziano y Rubens.

Además de los palacios, los artistas también creaban decorados para obras de teatro en la corte. Estos decorados eran muy elaborados y usaban trucos visuales para sorprender al público.

Los ayuntamientos y gremios también encargaban pinturas para decorar fachadas y arcos en fiestas importantes.

Algunos nobles, especialmente los que vivían cerca del rey o habían estado en Italia y Flandes, también coleccionaban muchas obras de arte. Tenían colecciones impresionantes, con pinturas de artistas españoles y extranjeros.

En general, la gente común también tenía pinturas en sus casas, aunque no siempre eran grandes colecciones. Los inventarios de la época muestran que las pinturas religiosas eran muy comunes, especialmente en las casas de las personas con menos recursos.

¿Cómo eran vistos los pintores en la sociedad?

Archivo:Antolinez-pintor pobre
José Antolínez: El pintor pobre, circa 1670, óleo sobre lienzo, 201 cm x 125 cm, Múnich, Alte Pinakothek. Junto a los grandes maestros, que obtenían encargos de la iglesia o de la corte, muchos artistas menos conocidos se ganaban la vida pintando obras de todo tipo.

En el siglo XVII, la pintura era considerada un "oficio mecánico", como la artesanía, y no un "arte liberal" como la poesía o la música. Esto significaba que los pintores tenían menos prestigio social y debían pagar impuestos especiales. Los artistas lucharon mucho para que su profesión fuera reconocida como un arte. Diego Velázquez, por ejemplo, se esforzó por ser admitido en la Orden de Santiago para obtener ese reconocimiento.

Muchos libros de la época, además de hablar de la vida de los artistas, intentaban dignificar la profesión de pintor. Entre los escritores importantes estaban Francisco Pacheco y Vicente Carducho.

Los talleres donde los artistas aprendían su oficio no siempre favorecían una formación intelectual profunda. Pocos artistas se preocupaban por la cultura en general. Sin embargo, hubo excepciones, como Francisco Pacheco, el maestro de Velázquez, que se rodeaba de intelectuales.

Después del Concilio de Trento, la Iglesia buscó establecer normas más estrictas sobre la moral. Se publicaron textos que desaprobaban la pintura de figuras sin ropa. Aunque algunos teólogos eran más flexibles, esta idea influyó en la formación de los pintores. Por ejemplo, Francisco Pacheco aconsejaba a los artistas que, al pintar figuras femeninas sin ropa, imitaran solo las cabezas y manos del natural, y el resto lo estudiaran de grabados o estatuas. Sin embargo, a mediados de siglo, se hicieron comunes las "academias" donde los artistas estudiaban con modelos vivos, que siempre eran hombres.

Tipos de Pintura

Pintura religiosa

Para Francisco Pacheco, el objetivo principal de la pintura era "llevar a los hombres a Dios". Por eso, la pintura religiosa de la primera mitad del siglo era muy realista, para que los creyentes se sintieran parte de la escena.

Las obras religiosas se encontraban principalmente en los retablos de las iglesias, pero también había muchas pinturas para la devoción personal. Los retablos solían combinar pintura y escultura. En la segunda mitad del siglo, las pinturas religiosas se hicieron más grandes y espectaculares, con composiciones dinámicas y llenas de vida, mostrando el triunfo de la Iglesia.

Archivo:El triunfo de San Agustín (Claudio Coello)
Claudio Coello: Triunfo de San Agustín, 1664, óleo sobre lienzo, 271 cm x 203 cm, Museo del Prado; la pintura religiosa del pleno barroco se puso al servicio de la Iglesia triunfante.

Las imágenes de los santos más populares se pintaban en todos los tamaños. Se preferían los santos relacionados con la penitencia (como San Pedro o la Magdalena) y la caridad (como San Juan de Dios). También eran importantes los mártires, que eran vistos como "testigos de la fe".

El culto a la Virgen María y a San José creció mucho. Una imagen muy característica de España fue la de la Inmaculada, que representaba a la Virgen sin pecado original, un tema muy defendido en el país. También eran muy importantes las representaciones de la Eucaristía. Los temas de los Evangelios a menudo se usaban para combatir las ideas protestantes. Por ejemplo, la Última Cena mostraba el momento de la consagración eucarística.

Otros tipos de Pintura

En España se desarrollaron otros tipos de pintura con características propias, como el bodegón (naturaleza muerta) y el retrato.

El bodegón español era diferente de los bodegones flamencos, que eran más lujosos. El bodegón español, a partir de la obra de Sánchez Cotán, se caracterizaba por composiciones sencillas, formas geométricas y una iluminación de fuertes contrastes.

Archivo:Bodegón de uvas, manzanas y ciruelas, de Juan de Espinosa
Juan de Espinosa: Bodegón de uvas, manzanas y ciruelas, 1630, óleo sobre lienzo, 76 × 59 cm, Museo del Prado; ejemplo de bodegón típico español de la primera mitad del siglo.

Muchos artistas siguieron este estilo, como Juan van der Hamen y León y Francisco de Zurbarán. A mediados de siglo, la influencia flamenca hizo que los bodegones fueran más complejos y teatrales, a veces con significados ocultos. Los cuadros de flores de Juan de Arellano o las vanitas (pinturas que recuerdan la brevedad de la vida) de Antonio de Pereda son ejemplos de esta influencia.

La pintura de costumbres o de "género", que mostraba escenas de la vida cotidiana, no fue tan popular, aunque Diego Velázquez la cultivó. Solo a mediados de siglo, Bartolomé Esteban Murillo pintó escenas de niños de la calle para el mercado del norte de Europa.

El retrato español desarrolló un estilo propio, muy diferente de la pompa de otras cortes europeas. Se inspiró en la pintura italiana y flamenca. Las composiciones eran sencillas, sin muchos adornos, y buscaban transmitir la humanidad y dignidad de la persona retratada. Se retrataba tanto a reyes como a personas comunes, como el famoso cuadro El pie varo de José de Ribera. El retrato español se caracterizaba por su austeridad, su realismo y su capacidad para mostrar el alma del retratado. Este estilo se mantuvo hasta la época de Goya.

Archivo:Diego Velázquez – El bufón el Primo (Museo del Prado, 1644)
Diego Velázquez: El bufón don Sebastián de Morra, h. 1645, óleo sobre lienzo, 106,5 × 81,5 cm. Museo del Prado; retrato español del siglo XVII, realista, austero, sin ornamentaciones.

También se pintaron temas históricos y mitológicos, aunque en menor medida. El paisaje fue considerado un tema menor por los teóricos del arte, que preferían la figura humana. Sin embargo, los inventarios de la época muestran que los coleccionistas valoraban mucho los paisajes. A diferencia de otros países, en España no hubo muchos especialistas en paisajes, salvo algunas excepciones como Ignacio de Iriarte.

Escuelas de Pintura

Durante la primera mitad del siglo XVII, los centros artísticos más importantes fueron Madrid, Toledo, Sevilla y Valencia. En la segunda mitad del siglo, Madrid y Sevilla se convirtieron en los principales focos de producción artística.

Primera mitad del Siglo XVII

Archivo:Sánchez Cotán (Bodegón con membrillo, repollo, melón y pepino)
Sánchez Cotán: Bodegón con membrillo, repollo, melón y pepino, h. 1602, óleo sobre lienzo, 68,9 × 84,46 cm, San Diego Museum of Art, San Diego (California).

La escuela madrileña

Al principio del siglo, pintores como Eugenio Cajés y Vicente Carducho trabajaban en Madrid y Toledo, influenciados por artistas italianos que llegaron a trabajar en el Monasterio de El Escorial. Estos pintores buscaban un mayor realismo en sus temas religiosos. Destacan también Juan van der Hamen, conocido por sus bodegones, escenas religiosas y retratos, y Juan Bautista Maíno, que viajó a Italia y fue influenciado por Caravaggio.

La escuela toledana

En Toledo, Juan Sánchez Cotán (1560?-1627) fue un pintor muy importante, especialmente por sus bodegones de frutas y verduras. Sus composiciones eran sencillas, con pocos elementos colocados de forma geométrica y una iluminación de fuertes contrastes. Otros artistas toledanos importantes fueron Luis Tristán, discípulo del Greco, y Pedro Orrente, que trabajó en Italia y se centró en temas bíblicos con un estilo muy realista.

Archivo:El patizambo, por José de Ribera
José de Ribera: El pie varo, 1642, óleo sobre lienzo, 164 por 92-94 cm, Museo del Louvre.

La escuela valenciana

En Valencia, Francisco Ribalta (1565-1628) fue un pintor importante al principio del siglo. Su estilo naturalista se adaptaba bien a los principios de la Contrarreforma. Sus escenas eran sencillas y se centraban en personajes con emociones contenidas. Su hijo, Juan Ribalta, también fue un artista talentoso.

Aunque nació en Valencia, José de Ribera (1591-1652) trabajó siempre en Italia, principalmente en Nápoles. Allí adoptó el estilo naturalista de fuertes contrastes de luz y sombra. Sus modelos eran personas sencillas, a quienes representaba con gran realismo. Con el tiempo, sus contrastes se suavizaron. Entre sus obras más famosas están La Magdalena penitente y El martirio de San Felipe. También pintó retratos como El pie varo.

La escuela andaluza

En Sevilla, al principio del siglo, dominaba una pintura más tradicional. Francisco Pacheco (1564-1654), maestro de Velázquez, fue un pintor y estudioso importante. Juan de Roelas (h. 1570-1625) introdujo el colorismo veneciano en Sevilla, y Francisco Herrera el Viejo (h. 1590-1656) fue un impulsor del estilo barroco con su pincelada rápida y realismo.

En este ambiente artístico de Sevilla se formaron Francisco de Zurbarán, Alonso Cano y Diego Velázquez.

Francisco de Zurbarán (1598-1664), conocido como el "pintor de frailes", fue un gran exponente de la pintura religiosa. Su estilo era de fuertes contrastes de luz y sombra, con composiciones sencillas y un gran realismo en la representación de objetos y personas. Realizó muchas series de monjes y sus obras más conocidas incluyen San Hugo en el refectorio de los Cartujos.

Alonso Cano (1601-1667) es considerado el fundador de la escuela barroca granadina. Aunque al principio usó el tenebrismo, luego adoptó formas más idealizadas y clásicas. Sus obras maestras incluyen los lienzos sobre la "Vida de la Virgen" en la Catedral de Granada.

Velázquez

Archivo:Las Meninas 01
Diego Velázquez: Las Meninas o La familia de Felipe IV, 1656, óleo sobre lienzo, 310 cm × 276 cm, Museo del Prado.

Diego Velázquez (1599-1660) es uno de los pintores más importantes de la historia. Nació en Sevilla y se convirtió en un maestro de la luz y el espacio. Es el mejor retratista de su época, pintando no solo a reyes, sino también a personajes de la corte como los bufones, a quienes daba gran dignidad.

En su primera etapa en Sevilla, Velázquez pintó escenas de la vida cotidiana, llamadas "bodegones", que le dieron su primera fama. Estas escenas mostraban detalles de bodegones con objetos como jarras, pescados y huevos, representados con gran realismo y fuertes contrastes de luz y sombra. Ejemplos son Vieja friendo huevos y El aguador de Sevilla.

Velázquez no solo pintó temas religiosos y retratos, sino también temas históricos (como La rendición de Breda) y mitológicos (como El triunfo de Baco y La fábula de Aracné). También pintó bodegones, paisajes y una de las pocas figuras mitológicas femeninas de la pintura española clásica: la Venus del espejo.

Su estilo evolucionó desde el tenebrismo hasta una obra realista que manejaba la atmósfera, la luz y el espacio de forma magistral. Es famoso por crear un efecto de profundidad tan real que parece que hay aire entre las figuras. Su obra Las Meninas es un ejemplo perfecto de su dominio de la perspectiva aérea.

Su yerno, Juan Bautista Martínez del Mazo, y su antiguo esclavo, Juan de Pareja, también fueron pintores importantes relacionados con su obra.

Segunda mitad del Siglo XVII

En esta época, la pintura ya no estaba dominada por el estilo de Caravaggio, sino que se sentía la influencia del barroco flamenco de Rubens y del barroco italiano. Los cuadros tenían colores más intensos y menos contrastes de luz y sombra. Se buscaba una teatralidad propia del barroco, que servía para mostrar el triunfo de la Iglesia Católica y, a la vez, ocultar la decadencia del imperio español. También se popularizó la pintura decorativa en grandes paredes y techos, con efectos escénicos y trucos visuales.

Archivo:In ictu oculi
Juan de Valdés Leal: In ictu oculi, una de las Postrimerías, 1672, óleo sobre lienzo, 220 cm x 216 cm, Hospital de la Caridad de Sevilla.

También proliferaron temas como la vanitas, que recordaban la brevedad de la vida y la fugacidad de las cosas terrenales. A diferencia de las vanitas holandesas, las españolas solían incluir referencias muy claras a lo espiritual.

La escuela madrileña

Entre los pintores que marcaron la transición hacia el barroco pleno están fray Juan Andrés Ricci y Francisco de Herrera el Mozo, hijo de Herrera el Viejo. Herrera el Mozo estudió en Italia y, al regresar, difundió el gran barroco decorativo italiano.

Antonio de Pereda (1611-1678) se centró en la pintura religiosa, pero también pintó algunas vanitas que hablaban de la fugacidad de los placeres. Su famosa obra El sueño del caballero muestra a un caballero dormido rodeado de símbolos de poder y riqueza, junto a calaveras y objetos que se marchitan, recordando que la vida es breve.

Archivo:Carlos II, con armadura
Juan Carreño de Miranda: Carlos II, con armadura, 1681, óleo sobre lienzo, 232 x 125 cm. Museo del Prado.

El pleno barroco está representado por Francisco Rizi y Juan Carreño de Miranda (1614-1685). Carreño de Miranda es considerado el segundo mejor retratista de su época, después de Velázquez. Son muy conocidos sus retratos de Carlos II. Otros artistas destacados fueron José Antolínez, conocido por sus Inmaculadas, y Sebastián Herrera Barnuevo, que también fue arquitecto y escultor.

La última gran figura del barroco madrileño es Claudio Coello (1642-1693), pintor de la corte. Sus mejores obras son religiosas, combinando el dibujo y la perspectiva de Velázquez con la teatralidad de Rubens.

La escuela andaluza

En la escuela andaluza, especialmente la sevillana, destacan Bartolomé Esteban Murillo y Juan de Valdés Leal, quienes fundaron una academia en 1660.

Archivo:Bartolomé Esteban Murillo - The Young Beggar
Bartolomé Esteban Murillo: El mendigo o Joven mendigo, h. 1650, óleo sobre lienzo, 134 cm × 110 cm, Museo del Louvre.

A Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682) se le recuerda por sus Inmaculadas y sus representaciones tiernas del Niño Jesús. También fue muy popular en Europa por sus escenas de niños de la calle, que mostraban su pobreza con dignidad. Su estilo evolucionó, volviéndose menos de fuertes contrastes de luz y sombra y más suave y colorido. Murillo buscaba representar imágenes agradables, sin violencia ni dramatismo.

Juan de Valdés Leal (1622-1690) es conocido por sus dos cuadros llamados las Postrimerías, pintados para el Hospital de la Caridad de Sevilla. Estas grandes obras representan el triunfo de la Muerte (simbolizada por esqueletos y calaveras) sobre las cosas vanidosas del mundo. Su estilo es enérgico, con pinceladas gruesas y sueltas, y prioriza el color sobre el dibujo.

El Siglo XVIII

Durante las primeras décadas del siglo XVIII, las formas barrocas en la pintura continuaron, hasta la llegada del estilo rococó, de influencia francesa, a mediados de siglo. La llegada de la familia Borbón al trono español trajo a muchos artistas extranjeros a la corte. Sin embargo, en otras regiones de España, los artistas siguieron trabajando con el estilo barroco.

Archivo:Jesús concede a san Francisco la indulgencia de la Porciúncula
Jesús concede a San Francisco la indulgencia de la Porciúncula, de Antonio Viladomat.

Una figura importante de transición fue Antonio Palomino (1655-1726), que trabajó en ambos siglos. Fue pintor del rey y colaboró con Luca Giordano, aprendiendo el estilo barroco italiano. Realizó grandes frescos en bóvedas de iglesias.

Otro artista relevante fue Miguel Jacinto Meléndez, que también fue pintor del rey y se dedicó principalmente a la pintura religiosa, con un estilo refinado y colores delicados que ya anunciaban el rococó.

En Valencia, José Vergara Gimeno (1726-1799) continuó el estilo barroco tardío y fundó la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, que dignificó los estudios de arte.

Finalmente, el catalán Antonio Viladomat (1678-1740) combinó el naturalismo del siglo XVII con el barroco pleno. Destacan sus pinturas en la Capilla de los Dolores de Mataró y la serie sobre la vida de San Francisco.

Pintura barroca en los Virreinatos españoles de América

Archivo:Cuzqueña3
La anunciación de la Virgen, de Luis de Riaño (1632).

En América, las primeras influencias vinieron del tenebrismo sevillano, especialmente de Zurbarán. Esto se puede ver en la obra de pintores mexicanos como José Juárez y Sebastián López de Arteaga, y del boliviano Melchor Pérez de Holguín. En Cuzco, esta influencia sevillana se mezcló con el uso abundante de oro y detalles de estilo indígena, inspirándose en grabados flamencos. La Escuela cuzqueña de pintura surgió con la llegada del pintor italiano Bernardo Bitti en 1583. Destacaron Luis de Riaño y los pintores indígenas Diego Quispe Tito y Basilio Santa Cruz Puma Callao.

En el siglo XVIII, la pintura barroca en América se desarrolló mucho. Aumentó la demanda de obras civiles, como retratos de la nobleza y el clero. La principal influencia fue la de Murillo. La pintura de esta época se volvió más sentimental, con formas más suaves. Destacan Gregorio Vázquez de Arce en Colombia, y Juan Rodríguez Juárez y Miguel Cabrera en México.

El periodo de mayor esplendor fue entre 1650 y 1750, con muchos maestros trabajando en México, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. La cultura barroca mostró una gran pasión por los temas mitológicos y bíblicos. La ciudad de Quito se hizo muy importante en el arte, bajo el patrocinio de las órdenes religiosas.

|

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Spanish Baroque painting Facts for Kids

kids search engine
Pintura barroca de España para Niños. Enciclopedia Kiddle.