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Palacio Real de El Pardo para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Palacio Real de El Pardo
bien de interés cultural
Palacio Real de El Pardo - 01.jpg
Fachada principal del palacio
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad Comunidad de MadridFlag of the Community of Madrid.svg Comunidad de Madrid
Ubicación Madrid
Dirección C/ Manuel Alonso, 8. 28048. Madrid
Coordenadas 40°31′17″N 3°46′30″O / 40.521288, -3.77506
Información general
Usos Residencia real, museo
Estilo Renacentista, clasicista, tardobarroco
Declaración 3 de junio de 1931
Código RI-51-0001062
Construcción 1547-1558
Remodelación 1772-1778 por Francisco Sabatini
Propietario Patrimonio Nacional
Anteriormente:
Patrimonio de la República (1931-1939)
Patrimonio de la Corona (1865-1931)
Diseño y construcción
Arquitecto Luis de Vega
Juan de Vergara
René Carlier
Francisco Sabatini
https://www.patrimonionacional.es/en/visita/royal-palace-el-pardo

El Palacio Real de El Pardo es una de las residencias de la familia real española. Al principio, fue un lugar para la caza de los reyes de la Casa de Austria. Más tarde, se convirtió en la residencia principal de invierno de los reyes de la Casa de Borbón.

Durante un periodo del siglo XX, fue la residencia oficial del jefe de Estado de España, Francisco Franco. Hoy en día, se usa principalmente para alojar a los jefes de Estado de otros países cuando visitan España oficialmente.

El palacio se encuentra en el Real Sitio de El Pardo, que forma parte del municipio de Madrid. Está rodeado por el Monte de El Pardo. La entidad Patrimonio Nacional se encarga de su gestión. Se construyó en el siglo XVI a partir de un edificio más antiguo del siglo XV, diseñado por Luis de Vega. Su aspecto actual se debe a las reformas y ampliaciones que se hicieron en el siglo XVIII, por orden del rey Carlos III, con la participación del arquitecto Francesco Sabatini.

Además de su arquitectura, el palacio es famoso por su decoración interior. Esta decoración muestra diferentes épocas y estilos. Destacan los frescos, que van desde el Renacimiento tardío de Felipe II hasta el Neoclasicismo de Fernando VII, pasando por el Barroco tardío de la época de Carlos III. También es muy importante su colección de tapices del siglo XVIII, que incluye cinco de las series más conocidas del artista Francisco de Goya.

Tanto el palacio como su pequeño jardín fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1931 y 1934. Desde 1983, es la residencia oficial para los jefes de Estado extranjeros.

Historia del Palacio de El Pardo

Los orígenes de este palacio se remontan al año 1405. En ese momento, el rey Enrique III de Castilla ordenó construir una casa real en el Monte de El Pardo. Este lugar era muy visitado por el rey debido a la gran cantidad de animales para cazar. Más tarde, Enrique IV construyó un pequeño castillo en el mismo sitio.

El Pardo como pabellón de caza real

Archivo:Jusep-leonardo-vista-del-palacio-real-de-el-pardo-ca-1630
El Pardo en la época de los Austrias.
Archivo:Palacio de El Pardo fachada lateral
Fachada lateral del palacio, que da acceso al patio de los Austrias.
Archivo:Palacio de El Pardo foso
El palacio conserva el foso del castillo medieval sobre el que se levanta.

El emperador Carlos I, animado por el joven príncipe Felipe, decidió convertir este castillo en un palacio. Las obras comenzaron en 1544, siguiendo un diseño inicial de Luis de Vega. El nuevo edificio tenía forma de un Alcázar cuadrado, con cuatro torres en las esquinas y un patio con arcos en el centro. Las fachadas eran de ladrillo con ventanas y pequeños balcones. El elemento más destacado era la gran puerta de entrada con el escudo de Carlos I.

A partir de 1563, cuando Felipe II ya era rey, Juan Bautista de Toledo comenzó a cambiar los tejados por unos puntiagudos de pizarra. Esto imitaba la arquitectura flamenca que le gustaba al rey. Junto al palacio, se construyó la Casa de los Oficios para alojar a los sirvientes de la corte.

Felipe II también se encargó de la decoración final del palacio, siguiendo las tendencias del Manierismo de Italia. Se hicieron estucos y pinturas murales muy elaboradas, además de retratos de artistas como Tiziano y Sánchez Coello. De toda esta decoración, solo se conserva el "aposento de la Camarera Mayor de la Reina", con pinturas en el techo sobre la Historia de Perseo, hechas por Gaspar Becerra.

El 13 de marzo de 1604, un gran incendio destruyó gran parte del palacio y la mayoría de las obras de arte que había. Sin embargo, se salvó la famosa Venus del Pardo, de Tiziano (que ahora está en el Museo del Louvre). Se dice que cuando le avisaron a Felipe III del incendio, preguntó por ese cuadro y dijo: «Si ese cuadro se salvó, lo demás no importa».

El rey ordenó reconstruir el edificio. Las obras de decoración comenzaron en 1607, dirigidas por Bartolomé Carducho y Pantoja de la Cruz. Esta reconstrucción fue uno de los proyectos artísticos más importantes del reinado de Felipe III.

Durante el periodo de los Austrias, el palacio de El Pardo siempre estuvo relacionado con la caza. El Monte de El Pardo era uno de los lugares de caza más importantes cerca de Madrid. Los reyes solían visitar El Pardo para cazar o pasar uno o dos días.

El Pardo bajo los primeros Borbones

Felipe V, el primer rey de la Casa de Borbón, visitó El Pardo por primera vez en 1701. Le pareció un lugar antiguo y poco cómodo. El palacio tenía muchas pinturas, pero Felipe V decidió cambiar la decoración. Las pinturas se enviaron a otros palacios reales y las paredes se cubrieron con tapices de la Real Fábrica de Tapices.

Felipe V convirtió El Pardo en la principal residencia de invierno de la corte. Para alojar a toda la familia real, el arquitecto François Carlier transformó el palacio entre 1739 y 1743. Añadió miradores en las esquinas del Patio de los Austrias para mejorar la comunicación y cambió los tejados de las torres.

Entre 1738 y 1739, también construyó la nueva capilla y amplió la Casa de Oficios. Fernando VI comenzó a comprar el Monte de El Pardo para la Corona y ordenó construir una cerca de cien kilómetros alrededor de la propiedad en 1749.

Las grandes reformas de Carlos III

Carlos III disfrutaba mucho de su estancia en El Pardo, que de nuevo se convirtió en la principal residencia de invierno. El rey encargó importantes trabajos de redecoración para sus habitaciones y las de la reina. Se hicieron nuevos tapices con temas campestres y techos con estucos dorados.

Como el palacio seguía siendo pequeño para toda la familia real, Carlos III encargó a Francesco Sabatini la ampliación de El Pardo entre 1772 y 1773. Se construyó un nuevo edificio al este, igual al antiguo palacio. Sabatini unió ambos edificios con un pabellón central. El nuevo patio central se llamó Patio de los Borbones.

Para decorar las habitaciones de los Príncipes de Asturias en la nueva parte del palacio (1773-1776), se encargaron varias series de tapices a la Real Fábrica. Mengs y Francisco Bayeu supervisaron los temas, que eran escenas más modernas y de Madrid. Ramón Bayeu, José del Castillo y Francisco de Goya pintaron los diseños. Cinco de las siete famosas series de cartones de Goya se hicieron para el palacio de El Pardo.

Después de la muerte de Carlos III en 1788, su hijo Carlos IV dejó de usar El Pardo en 1792. Las habitaciones se vaciaron y la mayoría de los objetos se llevaron a otro palacio.

El Pardo en los siglos XIX y XX

Archivo:Isabel II dirigiendo una revista militar (1867) Porion
Isabel II y Francisco de Asís (1867), por Charles Porion (Museo del Romanticismo, Madrid).

Aunque Carlos IV apenas volvió a usar el palacio de El Pardo, sí encargó a Juan de Villanueva la restauración de la Capilla Real y la Casa de Oficios, que habían sido dañadas por un incendio.

Fernando VII volvió a amueblar el palacio con muebles de Estilo Imperio. Fue el último rey que lo habitó con regularidad. También se encargó de organizar el jardín y construir un pequeño puente que une las habitaciones reales con la Capilla Real.

Durante el reinado de Isabel II, el palacio de El Pardo fue poco visitado por la corte. Sin embargo, fue un lugar importante en algunos momentos de la vida de la familia real.

Archivo:Palacio del Pardo, 1885, por Juan Comba
El Palacio de El Pardo en 1885, grabado de Juan Comba para La Ilustración Española y Americana.

Durante el reinado de Alfonso XII, El Pardo volvió a ser un lugar muy visitado, especialmente para descansar, por su tranquilidad y cercanía a Madrid. El rey pasó su luna de miel con su primera esposa, María de las Mercedes, en 1878. También en este palacio se firmaron los acuerdos de boda entre el rey y su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo, en 1879.

Archivo:Palacio-del-Pardo-1885-Juan-Comba-muerte-Alfonso-XII
Fallecimiento de Alfonso XII. Grabado de Juan Comba para La Ilustración Española y Americana.

Alfonso XII, enfermo, se retiró a El Pardo a finales de 1885, esperando mejorar su salud. Sin embargo, falleció el 25 de noviembre de ese mismo año. Dos días después, sus restos fueron llevados al Palacio Real de Madrid y luego al Panteón de los Reyes de El Escorial. En 1898, su viuda, la reina regente María Cristina, ordenó convertir la habitación donde murió en un oratorio.

Archivo:Palacio-del-Pardo-1885-Juan-Comba-camara-mortuoria-Alfonso-XII
La capilla ardiente de Alfonso XII. Grabado de Juan Comba para La Ilustración Española y Americana.

A finales del siglo XIX y principios del XX, El Pardo y otros Reales Sitios podían ser visitados por el público cuando la corte no estaba allí.

En 1906, la futura reina Victoria Eugenia de Battenberg se alojó en el palacio justo antes de su boda con Alfonso XIII.

En 1922, el rey Alfonso XIII ofreció el palacio de El Pardo como residencia a la emperatriz Zita y a sus ocho hijos, después del fallecimiento de su esposo, el emperador Carlos I. La emperatriz y su familia vivieron en el palacio unas pocas semanas antes de mudarse a otra localidad.

El Pardo en la República y la Guerra Civil

Archivo:El Pardo-Palacio Real El Teatro
Palco real en el Teatro de Carlos III, transformado en sala de cine durante el periodo de Franco.

Después de la proclamación de la República en abril de 1931, El Pardo, como otros palacios reales, fue cerrado. Poco después, pasó a formar parte del Patrimonio de la República y se destinó a ser una de las residencias del presidente de la República y de jefes de Estado extranjeros. Manuel Azaña, el segundo presidente de la República, disfrutó de sus estancias en El Pardo, aunque no en el palacio principal, sino en la cercana Quinta del Duque del Arco.

Durante la Guerra civil española, el palacio albergó instalaciones militares, siendo el cuartel general de la 5.ª División del Ejército republicano.

El Pardo como residencia del jefe de Estado

Una vez terminada la guerra, el edificio fue reformado para ser la residencia del nuevo jefe de Estado, el general Francisco Franco. Franco se instaló en las antiguas habitaciones del Príncipe de Asturias. El comedor de Carlos III se convirtió en su despacho oficial y la capilla donde falleció Alfonso XII se usó como capilla familiar. Entre otras obras, se construyó un lugar para la guardia que lo escoltaba. En el antiguo teatro del palacio, que se transformó en sala de cine, Franco veía las películas del momento.

Durante este periodo (1939-1975), el palacio fue el centro de muchas decisiones importantes para España. En El Pardo, Franco trabajaba, celebraba reuniones y recibía a jefes de Estado y otras autoridades. También allí se casó su hija y nacieron sus nietos.

Finalmente, el 2 de febrero de 1976, después del fallecimiento de Franco, su familia se trasladó a una nueva residencia. Desde esa fecha, ningún miembro de la familia de Franco ha vuelto al Palacio de El Pardo.

El Pardo en la actualidad

Archivo:Palacio de El Pardo patio
El patio de los Austrias, de estilo renacentista, cubierto por una bóveda acristalada desde 2001.

En agosto de 1976, el palacio se abrió al público para mostrar cómo había sido la vida del jefe de Estado anterior. Sin embargo, con el tiempo, el palacio tuvo nuevos usos. En 1980, comenzaron las obras para transformarlo en la residencia oficial de los jefes de Estado extranjeros que visitan España. Las obras terminaron dos años después, y en noviembre de 1982, el palacio se abrió de nuevo a los visitantes. Los primeros en alojarse fueron los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia en marzo de 1983. Durante esta reforma, el Patio de los Borbones se cubrió con un techo de hierro y cristal. Los otros dos patios del palacio, el Patio Central y el Patio de los Austrias, se cubrieron en 2001-2002.

Además de ser un museo y un lugar para recibir visitas oficiales, la familia real española también celebra actos oficiales y sociales en el palacio. En 2004, el palacio fue escenario de varias ceremonias antes de la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz. En junio de 2014, el rey Felipe VI y la reina Letizia celebraron en El Pardo su primera recepción después de subir al trono.

Descripción del Palacio

Exterior del Palacio

El palacio, en su aspecto exterior y estructura, tiene una doble influencia. Por un lado, del antiguo Alcázar de los Austrias, y por otro, de las grandes reformas que se hicieron durante el reinado de los primeros Borbones.

La primera influencia se ve en su forma cuadrada, rodeada por un foso, con torres en las esquinas y grandes patios interiores con arcos. También destacan los tejados de pizarra, que fueron una de las primeras veces que se usaron en España y se convirtieron en un símbolo de la arquitectura española. Todos estos elementos son típicos de los alcázares españoles.

Las reformas hechas bajo los Borbones, especialmente por Felipe V y Carlos III, cambiaron mucho el aspecto del antiguo alcázar. Por ejemplo, las torres se hicieron más bajas, y los tejados puntiagudos fueron reemplazados por mansardas. Además, el color crema de las fachadas ocultó el ladrillo rojizo. La fachada después de la ampliación de Sabatini sigue el esquema de los palacios barrocos franceses, con un pabellón central y dos laterales.

Salas del Palacio

La planta principal del palacio fue reorganizada completamente bajo el reinado de Carlos III. Sin embargo, el rey hizo pocos cambios en las habitaciones del siglo XVII que estaban alrededor del Patio de los Austrias. Después de la muerte del rey en 1788, la distribución de las habitaciones del palacio solo tuvo pequeños cambios. La distribución del palacio en 1788 era la siguiente:

Alrededor del Patio de los Austrias:

  • Aposento del Rey: Usado por el rey desde Felipe III hasta Isabel II. Bajo Alfonso XII, se convirtió en salas de recepción. Ahora es parte del museo.
  • Aposento de la Reina: Usado por las reinas hasta María Amalia de Sajonia. Luego lo ocupó la infanta María Josefa (hija de Carlos III) y, en el siglo XIX, las infantas Isabel y Eulalia (hermanas de Alfonso XII). Ahora es parte del museo.
  • Aposentos de los infantes don Gabriel y don Antonio: Parte de ellos estaban en la antigua Galería de la Reina. Ahora están parcialmente cerrados al público.

Alrededor del Patio Central:

  • Comedor del Rey: La sala más grande del palacio. Se convirtió en Salón de Embajadores en el siglo XIX y luego en el Despacho Oficial de Franco. A su alrededor estaban el Oratorio, la Sala del Café y la Sala de Aparadores. Ahora es parte del museo.
  • Teatro o Coliseo de Palacio: Es el único teatro de corte que se conserva en España. Fue redecorado en el siglo XIX por Isidro González Velázquez. Durante el periodo de Franco, se convirtió en sala de cine. Ahora es parte del museo.

Alrededor del Patio de los Borbones:

  • Aposento del príncipe de Asturias: Destinado al príncipe Carlos. Más tarde lo ocupó Alfonso XII y durante el periodo de Franco fue la vivienda privada del general Franco. Ahora es parte del museo.
  • Aposento de la princesa de Asturias: Aquí vivió la princesa María Luisa de Parma. A finales del siglo XIX se destinó a la reina María Cristina de Habsburgo (esposa de Alfonso XII). Desde 1982, es la suite privada del jefe de Estado extranjero. Ahora está parcialmente abierto al público.
  • Aposento de las Infantas niñas: Fue habitado por las hijas de los príncipes de Asturias. En 1982 se convirtió en las habitaciones para el séquito del jefe de Estado extranjero. Ahora está cerrado al público.

Decoración y obras de arte

Las obras de arte dentro del palacio se dividen en tres grupos principales: frescos y pinturas, mobiliario y tapices. La mayoría son de la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del siglo XIX.

Frescos y pinturas

Archivo:Juan de Flandes - Isabel la Católica (Palacio Real, Madrid, 1500-04. Óleo sobre tabla, 63 x 55 cm)
Retrato de Isabel la Católica (hacia 1500 o 1504), de Juan de Flandes, una de las obras pictóricas más importantes del Palacio Real de El Pardo.

De la decoración que había antes del incendio de 1604, solo se salvó una pequeña parte: los frescos de la Historia de Perseo pintados por Gaspar Becerra.

Después del incendio, Felipe III encargó importantes obras de restauración y decoración. De esa época se conservan varios frescos en las habitaciones del Rey y de la Reina:

Del reinado de Carlos III son los elaborados frescos barrocos de Francisco Bayeu rodeados de estucos de Roberto Michel:

  • Apolo protege a las Artes (1769-1770).
  • La Monarquía española rodeada por las artes y con los vicios a sus pies (1774).

Finalmente, bajo el reinado de Fernando VII se redecoró mucho el palacio. De esta época son especialmente notables varios frescos en las habitaciones del rey:

En los siglos Siglo XVI y Siglo XVII, El Pardo tuvo una importante colección de pinturas, que en su mayoría se destruyó en el incendio de 1604. Una de las pocas obras salvadas fue la Venus del Pardo de Tiziano Vecellio. A partir del siglo XVIII, el palacio se decoró principalmente con tapices, ya que era una residencia de invierno. Actualmente, se exhiben varios cuadros importantes, como el Retrato de Isabel la Católica de Juan de Flandes o el Retrato de Don Juan José de Austria a caballo de José de Ribera.

Mobiliario del Palacio

Archivo:El Pardo-Palacio Real Interior
Sillería neobarroca en una de las antecámaras.

La mayoría de los muebles del palacio, de estilo Imperio, corresponden a la gran renovación interior que se hizo bajo el reinado de Fernando VII. También hay piezas de estilo neobarroco que se añadieron durante el periodo de Franco. Además de los muebles y relojes, los objetos de decoración más llamativos son las grandes lámparas de araña. La mayoría son de bronce, importadas de Francia, y también son de la época de Fernando VII. La más notable se llama "El Abeto".

Tapices del Palacio

En el siglo XVIII, para protegerse del frío, las salas del palacio se decoraron con una importante colección de tapices. Inspirados en las obras de David Teniers y con temas "divertidos y campestres", los tapices se hicieron en la Real Fábrica de Tapices. Los diseños fueron creados por Francisco Bayeu, José del Castillo y Francisco de Goya. De hecho, cinco de las siete series de cartones para tapices de Goya se hicieron para el palacio de El Pardo.

  • Escenas de diversiones en el campo y las afueras de Madrid (1776-1778).
  • Escenas de La feria de Madrid (1778-1779).
  • Diversiones aldeanas (1779-1780).

Después del éxito de estas tres primeras series, Carlos III encargó otras dos:

  • Las cuatro estaciones (1786-1787).
  • Varias diversiones (1788), que nunca se terminó.

Actualmente, ninguna de estas series está en su lugar original. Sin embargo, en el Salón Francisco Goya se conservan varios tapices diseñados por Goya, como La nevada, Los zancos o La merienda a orillas del Manzanares. El resto de las habitaciones tienen otros tapices de gran calidad, de Castillo y Bayeu.

Visita al Palacio

El palacio, gestionado por el Patrimonio Nacional, está abierto al público. Se puede visitar comprando una entrada. Hasta 2020, la visita era solo con un guía. Sin embargo, durante la pandemia, se cambió a visita libre. Las habitaciones que se pueden visitar corresponden a la mitad sur del piso principal. El número de habitaciones y el recorrido han cambiado desde que se abrió en 1975.

En 2010, se decidió retirar de la visita algunas de las habitaciones relacionadas con el jefe de Estado Francisco Franco. Con un cambio de gobierno en 2011, las habitaciones se reabrieron, y de nuevo se cerraron en 2018 por motivos de conservación.

Alrededores del Palacio

Alrededor del Palacio Real de El Pardo, se desarrolló un conjunto de edificios y paisajes impulsado por la monarquía española. Destacan los siguientes lugares:

  • Casita del Príncipe. Fue diseñada como un pequeño palacio para el príncipe de Asturias (futuro Carlos IV). El arquitecto fue Juan de Villanueva, quien comenzó las obras en 1784.
  • Sala histórica de la Guardia Real. Aquí se exponen varios vehículos históricos que pertenecieron o fueron encargados por Francisco Franco. Destacan un Mercedes blindado, varios Cadillac y tres exclusivos Rolls-Royce Phantom IV.
  • Convento de los Padres Capuchinos. Su construcción fue impulsada por el rey Felipe III en 1612. Se conservan importantes obras de arte, como La Virgen de los Ángeles, de Francisco Rizi, y el Cristo yacente, de Gregorio Fernández.
  • Quinta del Duque del Arco. Esta finca tiene un palacete, una casa de campo y jardines con esculturas y fuentes. Fue donada en 1745 a los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio. Dentro del palacete, destaca la decoración interior, con murales de papel pintado, muebles, pinturas y alfombras de la época de Fernando VII e Isabel II.
  • Monte de El Pardo. El palacio y el municipio se encuentran en un lugar de gran valor natural. Es considerado uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa, tanto por su flora como por su fauna. Está protegido como parte del parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Royal Palace of El Pardo Facts for Kids

  • Residencias reales en España
  • Patrimonio Nacional
  • Jardines del Palacio de El Pardo
  • El Pardo
  • Monte de El Pardo
  • Casita del Príncipe
  • Convento de los Padres Capuchinos
  • Colección Rolls Royce Phantom IV de Patrimonio Nacional
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Palacio Real de El Pardo para Niños. Enciclopedia Kiddle.