Historia de Kosovo para niños
La Historia de Kosovo se refiere a los eventos pasados de la región de Kosovo, ubicada en los Balcanes. Los estudios arqueológicos muestran que este territorio ha estado habitado desde la Edad de Piedra. Sus primeros habitantes fueron los ilirios, tracios y griegos antiguos.
En la antigüedad, esta región se conocía como Dardania. A partir del siglo I a. C., formó parte de la provincia romana de Mesia y, más tarde, del Imperio bizantino. Entre los siglos VI y VIII, los eslavos se establecieron en la península. Kosovo se convirtió entonces en una provincia fronteriza bizantina hasta el siglo XI.
Stefan Nemanja la incorporó oficialmente al estado serbio a finales del siglo XII. Sin embargo, ya había sido parte de los estados medievales serbios, principalmente de Raška, desde el año 700 hasta 1455, cuando fue conquistada por el Imperio otomano.
Durante el período feudal (desde el siglo XII hasta la conquista otomana), la minería, la artesanía, la ganadería y la agricultura se desarrollaron mucho. Lugares como Novo Brdo y Trepča fueron importantes centros mineros, produciendo plomo, plata y oro.
Kosovo fue escenario de muchas batallas entre los ejércitos serbio y otomano. La más famosa es la "batalla de Kosovo", que ocurrió en 1389 en Gazimestan, cerca de Pristina. Después de la derrota serbia, Kosovo siguió siendo parte del Despotado de Serbia, un estado que dependía del Imperio otomano.
Cuando el Despotado de Serbia cayó en 1459, los turcos establecieron su control directo sobre la provincia, con un gobierno militar feudal. Es importante saber que, hasta finales del siglo XVI, los registros de población otomanos (y antes, los serbios) no mencionaban la presencia de habitantes albaneses en Kosovo. Bajo el dominio turco (1459-1912), Kosovo se estancó. Las guerras, problemas económicos y cambios políticos causaron una gran emigración de su gente. Durante este período, hubo muchas revueltas que fueron controladas por la fuerza.
El vilayato de Kosovo otomano se creó en 1875, con fronteras diferentes a las actuales. En 1912, el territorio volvió a ser parte de Serbia y, como parte de Serbia, se unió a Yugoslavia en 1918. Kosovo obtuvo cierta autonomía en 1963 bajo el gobierno de Tito. En 2006, con la disolución de Serbia y Montenegro, siguió siendo parte de la República de Serbia. Así, el Kosovo moderno solo ha existido como entidad política o territorial desde 1946, cuando se le dio el estatus de provincia autónoma.
El 17 de febrero de 2008, las autoridades de Kosovo declararon su independencia de forma unilateral. Con esto, buscaron separar este territorio, habitado en su mayoría por la minoría albanesa, del resto de Serbia. La creación de un nuevo estado llamado República de Kosovo ha sido apoyada por Estados Unidos y varios países de la Unión Europea, aunque no todos los países del mundo la han reconocido.
Contenido
Historia Antigua hasta la Conquista Bizantina
En el Neolítico, la zona de Kosovo formaba parte de la cultura Vinča-Turdaş, conocida por su cerámica negra y gris. La Edad del Bronce comenzó alrededor del siglo XX a. C. y la Edad del Hierro cerca del siglo XIII a. C.. Se han encontrado tumbas de estas edades solo en Metohija, no en Kosovo.
En el siglo IV a. C., el territorio incluía las partes orientales del reino de Iliria, haciendo frontera con Tracia. En ese tiempo, estaba habitado por las tribus traco-ilíricas de los dardanios y la tribu tracia de los tribalios.
Roma conquistó Iliria en el año 160 a.C., y se convirtió en la provincia de Ilírico en el año 59 a.C. La región de Kosovo fue parte de Mesia Superior en el año 87 d.C. (o se dividió entre Dalmacia y Mesia, según algunas pruebas arqueológicas). Más tarde, el emperador Diocleciano (después del año 284) reorganizó Mesia Superior en provincias más pequeñas, como Dardania, Mesia Prima, Dacia Ripensis y Dacia Mediterránea. La capital de Dardania era Naissus. La provincia romana de Dardania incluía partes del este del Kosovo actual, mientras que su parte occidental pertenecía a la provincia romana de Praevalitana, cuya capital era Doclea.
Justiniano I, quien se convirtió en emperador del Imperio bizantino en el año 527, expandió el imperio y reincorporó la zona de Kosovo. A menudo se le considera el último emperador romano porque el latín era su idioma natal y fue el último en intentar seriamente unir el Occidente latino con Oriente.
Las migraciones de eslavos llegaron a los Balcanes entre los siglos VI y VII. El Imperio bizantino recuperó el control de la zona a mediados del siglo IX.
Kosovo en la Edad Media (desde 850 hasta 1455)
Imperio Búlgaro (desde 850 hasta 1014)
La región fue incorporada al Imperio Búlgaro durante el reinado del kan Presian (836-852). Se construyeron varias iglesias y monasterios después de la cristianización de Bulgaria en 864. Permaneció bajo control búlgaro durante 150 años, hasta 1018, cuando el país fue invadido por los bizantinos. Según el libro De administrando imperio del emperador bizantino Constantino VII (siglo X), las tierras serbias estaban al noroeste de Kosovo, y la región de Kosovo era búlgara.
Durante el levantamiento búlgaro contra el Imperio bizantino (1040-1041), Kosovo fue liberada por un corto tiempo. En el levantamiento de Georgi Voiteh en 1072, Pedro III fue proclamado Emperador de Bulgaria en Prizren, desde donde el ejército búlgaro marchó hacia Skopie.
A principios del siglo XIII, Kosovo fue reincorporada al imperio búlgaro restaurado. Sin embargo, el control búlgaro disminuyó después de la muerte del emperador Ivan Asen II (1218-1241).
Imperio Bizantino (desde 1014 hasta 1180)
El emperador Basilio II reafirmó el control bizantino. En ese momento, Serbia no era un imperio unido, sino varios reinos pequeños al norte y oeste de Kosovo. Los más fuertes eran Rascia (actual Serbia central) y Doclea (Montenegro). En la década de 1180, el gobernante serbio Stefan Nemanja tomó el control de Doclea y partes de Kosovo. Su sucesor, Stefan Prvovenčani, tomó el control del resto de Kosovo para 1216, creando un estado que incluía la mayor parte de lo que hoy es Serbia y Montenegro.
Serbia (desde 1241 hasta 1455)
Kosovo fue parte de Serbia a finales del siglo XII y del Imperio Serbio desde 1346 hasta 1371. En 1389, en la famosa Batalla de Kosovo, el ejército liderado por el príncipe serbio Lazar Hrebljanović fue derrotado por los turcos otomanos, quienes finalmente tomaron el control del territorio en 1455.
Durante el gobierno de la dinastía Nemanjić, se construyeron muchas iglesias y monasterios ortodoxos en todo el territorio serbio. Los gobernantes Nemanjić usaron alternativamente Prizren y Priština como sus capitales. Se dieron grandes propiedades a los monasterios en el oeste de Kosovo (Metohija). Las iglesias más importantes en Kosovo –el Monasterio patriarcal de Peć, la iglesia de Gračanica y el monasterio de Visoki Dečani (cerca de Decane)– fueron construidas en este período. Kosovo era importante económicamente, y Pristina era un centro comercial clave en las rutas hacia los puertos del mar Adriático. La minería también era una industria importante en Novo Brdo y Janjevo, que tenían comunidades de mineros sajones y comerciantes de Ragusa.
La población de Kosovo en este período incluía serbios y valacos, además de algunos griegos, armenios, sajones y búlgaros, según los registros de los monasterios serbios. La mayoría de los nombres en estos registros son eslavos, lo que se ha interpretado como una prueba de una gran mayoría serbia. Los registros otomanos de 1455, que consideraban la religión y el idioma, también encontraron una mayoría serbia.
La identidad de las personas en la Edad Media era algo flexible en Europa, y la gente no se definía rígidamente por una sola identidad. Aquellos de origen eslavo, especialmente serbios, parecen haber sido la población culturalmente dominante y también la mayoría demográfica.
En 1355, el estado serbio se desintegró después de la muerte del zar Stefan Uroš IV Dušan Nemanjić y se dividió en pequeños territorios con conflictos entre ellos. Este momento fue aprovechado por el Imperio otomano para expandirse.
Batallas de Kosovo
Primera Batalla de Kosovo
La Primera Batalla de Kosovo ocurrió en Kosovo Polje el 28 de junio de 1389. El príncipe de Serbia, Lazar Hrebeljanović, reunió un ejército de soldados cristianos serbobosnios, magiares y mercenarios sajones. El sultán Murad I también reunió un ejército de soldados y voluntarios de países vecinos. No hay cifras exactas, pero las fuentes más confiables indican que el ejército cristiano era superado en número por los otomanos. El total de soldados de ambos ejércitos fue probablemente menos de cien mil. El ejército serbio fue derrotado y Lazar fue asesinado, aunque Murad I también fue asesinado por Miloš Obilić. Aunque la batalla se recuerda como una gran derrota serbia, en su momento hubo opiniones divididas sobre si fue una derrota, un empate o incluso una victoria (cuando la noticia llegó a París, las campanas de la Catedral de Notre Dame sonaron) porque Serbia mantuvo su independencia y control intermitente sobre Kosovo hasta la derrota final en 1455. Ese año, la fortaleza de Novo Brdo, importante por sus minas de plata, fue asediada por los otomanos durante cuarenta días y cayó el 1 de junio de 1455.
Segunda Batalla de Kosovo
La Segunda Batalla de Kosovo se libró durante dos días en octubre de 1448, entre las fuerzas húngaras lideradas por Juan Hunyadi y un ejército otomano dirigido por Murad II. Fue mucho más grande que la primera batalla, con ambos ejércitos duplicando el tamaño de los anteriores. El resultado fue el mismo: el ejército húngaro fue derrotado y expulsado del campo de batalla. Aunque la pérdida de esta batalla fue un revés para quienes se oponían a la invasión otomana de Europa, no fue un golpe definitivo. Hunyadi pudo mantener la resistencia húngara contra los otomanos durante toda su vida.
Importancia de las Batallas
Ambas batallas fueron importantes en la resistencia contra el avance otomano en los Balcanes. La Primera Batalla de Kosovo marcó el destino de la resistencia serbia y se convirtió en un símbolo nacional de heroísmo y de la lucha contra grandes dificultades.
Aunque perdió la Segunda Batalla de Kosovo, Hunyadi finalmente logró victorias en su resistencia contra los otomanos en el Reino de Hungría. Skanderbeg también tuvo éxito en la resistencia en su patria albanesa, una causa que se perdió tras su muerte en 1468. Ambos líderes fueron importantes (al igual que el líder valaco Vlad Draculea) porque su resistencia dio más tiempo a Austria e Italia para prepararse para el avance otomano.
Imperio Otomano (desde 1455 hasta 1912)
El Imperio otomano trajo el Islam a la región y luego creó el Vilayato de Kosovo como una de sus divisiones territoriales. El dominio otomano duró unos 500 años, durante los cuales los otomanos tuvieron el poder supremo. Muchos eslavos adoptaron el islam y sirvieron bajo el gobierno otomano. Kosovo fue tomada temporalmente por fuerzas austriacas durante la guerra de 1683-1699 con ayuda de los serbios, pero fueron derrotados y tuvieron que retirarse poco después.
En 1690, el patriarca serbio de Peć, Arsenije III, quien había escapado de una muerte segura, guio a treinta y siete mil familias de Kosovo para evitar la ira otomana, ya que Kosovo había sido recientemente recuperada por los otomanos. La mayoría de las personas que lo siguieron eran serbios. Debido a la opresión otomana, las migraciones de ortodoxos de la zona de Kosovo continuaron durante el siglo XVIII. Muchos albaneses adoptaron el Islam, mientras que solo una pequeña minoría de serbios lo hizo.
En 1766, los otomanos abolieron el Patriarcado de Peć, y la situación de los cristianos en Kosovo empeoró mucho. Perdieron todos sus privilegios anteriores y la población cristiana también sufrió las consecuencias de las guerras del Imperio y fue culpada por sus pérdidas.
El territorio de la provincia actual fue gobernado por el Imperio otomano durante siglos. Durante este período, varias divisiones administrativas (conocidas como sanjaks) incluían partes del territorio. A pesar de la imposición del dominio musulmán, muchos cristianos continuaron viviendo y, a veces, prosperando bajo los otomanos. Un proceso de islamización comenzó poco después del inicio del gobierno otomano, pero tomó mucho tiempo, al menos un siglo, para dar resultados, concentrándose al principio en los pueblos. Una gran motivación para la conversión fue probablemente económica y social, ya que los musulmanes tenían muchos más derechos y privilegios que los cristianos. Sin embargo, la vida religiosa cristiana continuó, aunque las iglesias fueron en gran parte abandonadas por los otomanos, y tanto la Iglesia Ortodoxa Serbia como la Iglesia católica y sus comunidades tuvieron que enfrentar altos impuestos.
Alrededor del siglo XVII, hay pruebas de la existencia y el aumento de la población albanesa, que se concentró inicialmente en Metohija. Se cree que esto fue resultado de migraciones promovidas por los turcos desde el suroeste (es decir, de la Albania moderna) y que los migrantes trajeron el islam con ellos. Algunos historiadores creen que es posible que existiera una población preexistente de albaneses católicos en Metohija que, en su mayoría, se convirtieron al islam.
En 1689, Kosovo fue muy desestabilizada por la Gran Guerra Turca (1683-1699), un evento crucial en la historia serbia. En octubre de 1689, una pequeña fuerza Habsburgo al mando del margrave Ludwig de Baden invadió el Imperio otomano, llegando hasta Kosovo, después de haber tomado Belgrado. Muchos serbios prometieron lealtad a los austriacos y algunos se unieron al ejército de Baden. Sin embargo, no fue una reacción general; muchos otros albaneses lucharon junto a los otomanos para resistir el avance austriaco. Un gran contraataque otomano obligó a los austriacos a retirarse a su fortaleza en Niš, luego a Belgrado y, finalmente, a través del Danubio hacia Austria.
En 1878, uno de los cuatro vilayatos con habitantes albaneses que formaron la Liga de Prizren fue el Vilayato de Kosovo. El objetivo de la Liga era resistir tanto el dominio otomano como las incursiones de las nuevas naciones balcánicas emergentes.
En 1910, una revuelta albanesa estalló en Priština, posiblemente ayudada secretamente por los Jóvenes Turcos para presionar al gobierno otomano. Poco después, se extendió por todo el vilayato de Kosovo y duró tres meses. El sultán visitó Kosovo en junio de 1911 durante las conversaciones de paz y cubrió todas las áreas habitadas por albaneses.
Movimiento nacional albanés
El movimiento nacional albanés tuvo varias inspiraciones. Además del Renacimiento Nacional promovido por activistas albaneses, las razones políticas fueron importantes. En la década de 1870, el Imperio otomano perdió mucho territorio debido a sus derrotas en guerras contra las monarquías eslavas de Europa. Durante la Guerra Ruso-Turca (1877-1878), las tropas serbias invadieron el noreste de la provincia de Kosovo y expulsaron a ciento sesenta mil albaneses de 640 localidades. Además, la firma del Tratado de San Stefano marcó el inicio de una situación difícil para el pueblo albanés en los Balcanes, cuyas tierras debían ser cedidas por Turquía a Serbia, Montenegro y Bulgaria.
Temiendo la división de las tierras albanesas entre los recién creados reinos balcánicos, los albaneses establecieron su Liga de Prizren el 10 de junio de 1878, tres días antes de que el Congreso de Berlín revisara las decisiones de San Stefano. Aunque la Liga fue fundada con el apoyo del sultán, quien esperaba que se preservaran los territorios otomanos, los líderes albaneses la convirtieron rápidamente en una organización nacional y, con el tiempo, en un gobierno. La Liga tuvo el apoyo de la comunidad ítalo-albanesa y unificó a la población albanesa, que tenía diversas religiones. Durante sus tres años de existencia, la Liga buscó crear un estado albanés autónomo dentro del Imperio otomano, formó un ejército y libró una guerra defensiva. En 1881, se formó un gobierno provisional para administrar Albania, presidido por Ymer Prizreni, con ministros como Abdyl Frashëri y Sulejman Vokshi. Sin embargo, la intervención militar de los estados balcánicos, las Grandes Potencias y Turquía dividió a las tropas albanesas en tres frentes, lo que llevó al fin de la Liga.
Kosovo fue entonces hogar de otras organizaciones albanesas, siendo la más importante la Liga de Peja, llamada así por la ciudad donde fue fundada en 1899. Fue dirigida por Haxhi Zeka, un antiguo miembro de la Liga de Prizren, y buscaba una Albania autónoma. La Liga terminó sus actividades en 1900 después de un conflicto armado con las fuerzas otomanas. Zeka fue asesinado por un agente serbio en 1902, con ayuda de las autoridades otomanas.
Independencia de Albania y guerras balcánicas
Las demandas de los Jóvenes Turcos a principios del siglo XX despertaron el apoyo de los albaneses, quienes esperaban una mejora de su situación nacional, especialmente el reconocimiento de su idioma para uso oficial y educación. En 1908, veinte mil campesinos albaneses armados se reunieron en Uroševac para evitar una intervención extranjera, mientras sus líderes Bajram Curri e Isa Boletini enviaron un telegrama al sultán pidiendo una constitución y la apertura del parlamento. Los albaneses no recibieron ninguno de los beneficios prometidos por la victoria de los Jóvenes Turcos. Por ello, montañeses albaneses organizaron un levantamiento sin éxito en Kosovo en febrero de 1909. La situación empeoró después de que un grupo oligárquico tomara el poder del gobierno turco ese mismo año. En abril de 1910, los ejércitos liderados por Idriz Seferi e Isa Boletini se rebelaron contra las tropas turcas, pero finalmente tuvieron que retirarse después de causar muchas bajas al enemigo.
Siglo XX
Guerras de los Balcanes
En 1912, durante las Guerras de los Balcanes, la mayor parte de Kosovo fue ocupada por el Reino de Serbia, mientras que la región de Metohija (en albanés, Dukagjini) fue ocupada por el Reino de Montenegro. Después de la Primera Guerra de los Balcanes de 1912, Kosovo fue reconocida internacionalmente como parte de Serbia y el norte de Metohija como parte de Montenegro en el Tratado de Londres en mayo de 1913. En 1918, Serbia se convirtió en parte del recién formado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
Período de entreguerras y Segunda Guerra Mundial
El período de 1918-1929 en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos vio un aumento de la población serbia en la región y una disminución de la población no serbia. En el Reino, Kosovo se dividió en cuatro condados: tres eran parte de Serbia (Zvečan, Kosovo y el sur de Metohija) y uno de Montenegro (el norte de Metohija).
En 1929, Kosovo se dividió entre las provincias de Zeta Banovina (al este, capital en Cetiña), Vardar Banovina (al sureste, capital en Skopie) y Morava Banovina (capital en Niš).
La división del Reino de Yugoslavia por las Potencias del Eje de 1941 a 1945 entregó la mayor parte del territorio a la Gran Albania, ocupada por los italianos, y una parte más pequeña a Serbia y a la Gran Bulgaria, ocupada por los alemanes. Durante la ocupación alemana, miles de serbios de Kosovo fueron expulsados por grupos armados albaneses que colaboraban, especialmente la milicia Vulnetari. No se sabe exactamente cuántas personas fueron víctimas, pero las estimaciones serbias van de 10,000 a 40,000 muertos y de 70,000 a 100,000 expulsados.
Kosovo en la segunda Yugoslavia (desde 1945 hasta 1996)
Después de la guerra y el establecimiento del gobierno comunista de Tito, Kosovo obtuvo el estatus de región autónoma de Serbia en 1946 y se convirtió en provincia autónoma en 1963. El gobierno comunista no permitió el regreso de muchos refugiados serbios y continuó encarcelando y matando a patriotas albaneses (como Shaban Polluzha), culminando en la masacre de Tivar, donde se dice que entre 3,000 y 4,000 albaneses de Kosovo que se resistían al régimen yugoslavo fueron asesinados con ametralladoras.
Con la aprobación de la constitución yugoslava de 1974, Kosovo obtuvo un autogobierno casi total. El gobierno de la provincia aplicó el plan de estudios albanés en las escuelas de Kosovo, usando libros de texto antiguos y sobrantes de la Albania de Enver Hoxha.
A lo largo de los años 80, las tensiones entre las comunidades albanesas y serbias en la provincia aumentaron. La comunidad albanesa quería más autonomía para Kosovo, mientras que los serbios apoyaban lazos más fuertes con el resto de Serbia. Había poco interés en unirse con Albania, que estaba gobernada por un régimen estalinista y tenía una calidad de vida mucho peor que Kosovo. A principios de marzo de 1981, estudiantes albaneses de Kosovo organizaron protestas pidiendo que Kosovo se convirtiera en una república dentro de Yugoslavia. Estas protestas rápidamente se convirtieron en disturbios violentos "que involucraron a veinte mil personas en seis ciudades", los cuales fueron duramente controlados por el gobierno yugoslavo. Dos mil estudiantes fueron envenenados cuando se contaminaron las tuberías de agua de sus dormitorios.
Los serbios que vivían en Kosovo fueron tratados de forma injusta por el gobierno provincial, especialmente por la policía local que no castigaba los crímenes reportados contra los serbios. El ambiente en Kosovo se volvió cada vez más difícil. Cuando un agricultor serbio, Đorđe Martinović, llegó a un hospital de Kosovo con una botella en su cuerpo después de ser atacado en su terreno por hombres enmascarados, 216 intelectuales serbios importantes firmaron una petición declarando que "el caso de Đorđe Martinović ha llegado a simbolizar la difícil situación de todos los serbios en Kosovo".
Quizás la queja más delicada de los serbios en Kosovo era que las autoridades comunistas en Belgrado los estaban ignorando. En agosto de 1987, durante los últimos días del régimen comunista de Yugoslavia, Kosovo fue visitada por Slobodan Milošević, entonces un político en ascenso, quien apeló al nacionalismo serbio para avanzar en su carrera. Después de convocar a una gran multitud a un mitin para conmemorar la Batalla de Kosovo, prometió a los serbios de Kosovo que "nadie debe atreverse a golpearlos" y se convirtió en un héroe instantáneo para ellos. A finales de año, Milošević controlaba el gobierno serbio.
En 1989, la autonomía de Kosovo y la provincia norteña de Voivodina fue reducida drásticamente por un referéndum en toda Serbia. Este referéndum implementó una nueva constitución que permitía un sistema multipartidista, introdujo la libertad de expresión y promovió los derechos humanos. Aunque en la práctica fue manipulada por el gobierno de Milošević, quien recurrió a elecciones arregladas, controló la mayoría de los medios de prensa y fue acusado de violaciones a los derechos humanos de sus oponentes y minorías nacionales, esto fue un avance respecto a la constitución comunista anterior. Redujo significativamente los derechos de las provincias y permitió al gobierno de Serbia ejercer control directo sobre muchas áreas antes autónomas. En particular, los cambios constitucionales entregaron el control de la policía, el sistema judicial, la economía, el sistema educativo y las políticas lingüísticas al gobierno serbio. La nueva constitución fue fuertemente rechazada por muchas minorías nacionales de Serbia, que la vieron como una forma de imponer leyes centralistas basadas en la etnicidad a las provincias.
Los albaneses de Kosovo se negaron a participar en el referéndum, considerándolo ilegítimo. Sin embargo, la nueva constitución tenía que ser ratificada por la asamblea de Kosovo. Aunque la Asamblea se opuso inicialmente a la constitución, en marzo de 1989, cuando la Asamblea se reunió para discutir las propuestas, tanques y vehículos blindados la rodearon y obligaron a los delegados a aceptar los cambios.
Década de 1990
Después de los cambios constitucionales, los parlamentos de todas las repúblicas y provincias yugoslavas, que hasta entonces solo tenían diputados de la Liga de Comunistas de Yugoslavia, fueron disueltos y se realizaron elecciones multipartidistas. Los albaneses de Kosovo se negaron a participar en estas elecciones y realizaron las suyas propias. Como las leyes electorales requerían (y aún requieren) una participación de más del 50% de los votantes, el parlamento de Kosovo no pudo ser formado.
La nueva constitución eliminó los medios oficiales de las provincias individuales, integrándolos a los medios oficiales de Serbia, aunque algunos programas en idioma albanés se mantuvieron. Los medios de comunicación en lengua albanesa en Kosovo fueron suprimidos. Se retiró la financiación de los medios estatales, incluidos los de habla albanesa en Kosovo. La constitución solo permitía la creación de medios privados; sin embargo, su funcionamiento era muy difícil debido a los altos costos y las leyes restrictivas.
La televisión o radio pública en lengua albanesa también fueron prohibidas en Kosovo. No obstante, surgieron medios privados albaneses; el más famoso fue probablemente Koha Ditore, al que se le permitió operar hasta finales de 1998, cuando fue cerrado por haber publicado un calendario que fue considerado una glorificación de los separatistas albaneses.
La constitución también transfirió el control de las empresas estatales al gobierno serbio (en ese momento, la mayoría de las empresas eran estatales y legalmente todavía lo son). En septiembre de 1990, medios occidentales afirmaron que unos ciento veintitrés mil trabajadores albaneses fueron despedidos de sus puestos en el gobierno y en los medios, así como profesores, médicos y obreros en las industrias controladas por el gobierno, lo que provocó una huelga general y malestar social. Algunos de los que no fueron despedidos, renunciaron por solidaridad y se negaron a trabajar para el gobierno serbio. Aunque los despidos fueron ampliamente vistos como una purga de albaneses, el gobierno sostuvo que simplemente estaba eliminando a antiguos directores comunistas.
El plan de estudios albanés y sus libros de texto fueron eliminados y se elaboraron otros nuevos. El plan de estudios era básicamente el mismo que el serbio y el de todas las otras nacionalidades en Serbia, excepto que la educación era sobre y en lengua albanesa. La educación en albanés fue retirada en 1992 y restablecida en 1994. En la Universidad de Pristina, que era vista como un centro de identidad cultural albanesa de Kosovo, la educación en lengua albanesa fue abolida y los profesores albaneses fueron despedidos en masa. Los albaneses respondieron boicoteando las escuelas estatales e instaurando un sistema paralelo no oficial de educación en idioma albanés.
Los albaneses de Kosovo se sintieron indignados por lo que consideraron un ataque a sus derechos. Después de disturbios masivos y malestar social por parte de los albaneses, así como estallidos de violencia entre las comunidades, en febrero de 1990, se declaró el estado de emergencia y la presencia del ejército y la policía serbia aumentó significativamente.
Se realizaron elecciones no oficiales en 1992, que eligieron de manera abrumadora a Ibrahim Rugova como "presidente" de una autoproclamada República de Kosovo. Sin embargo, estas elecciones no fueron reconocidas por los serbios ni por ningún gobierno extranjero. En 1995, miles de refugiados serbios de Croacia se asentaron en Kosovo, lo que empeoró aún más las relaciones entre ambas comunidades.
La oposición albanesa a la soberanía de Yugoslavia y, especialmente, Serbia se había manifestado en disturbios (en 1968 y marzo de 1981) que tuvieron lugar en la capital, Pristina. Inicialmente, Ibrahim Rugova abogó por la resistencia no violenta, pero luego la oposición tomó la forma de agitación separatista por parte de grupos políticos y la acción armada desde 1996 del Ejército de Liberación de Kosovo (o UÇK, siglas en albanés de Ushtria Çlirimtare Kombëtare, en español Ejército de Liberación de Kosovo, ELK).
El ELK lanzó una guerra de guerrillas y una campaña de ataques, caracterizada por bombardeos regulares y ataques armados a fuerzas de seguridad yugoslavas, oficiales del Estado y civiles conocidos por apoyar abiertamente al gobierno nacional, esto incluía a albaneses que no eran simpatizantes del ELK. En marzo de 1998, unidades del ejército yugoslavo se unieron a la policía serbia para luchar contra los separatistas, usando fuerza militar. En los meses siguientes, miles de civiles albaneses fueron asesinados y más de medio millón huyeron de sus hogares, la mayoría de estas personas eran albaneses. Muchas familias albanesas fueron forzadas a huir de sus casas a punta de armas, como resultado de la lucha entre las fuerzas de seguridad nacional y las fuerzas del ELK, lo que llevó a expulsiones por parte de las fuerzas de seguridad, incluyendo las milicias paramilitares asociadas. El ACNUR estimó que cuatrocientos sesenta mil personas fueron desplazadas desde marzo de 1998 hasta el inicio de la campaña de bombardeos de la OTAN en marzo de 1999.
También hubo violencia contra los no albaneses: el ACNUR informó en marzo de 1999 que más de 90 pueblos de población mixta en Kosovo "habían sido vaciados de habitantes serbios" y otros serbios continuaron yéndose, bien para ser desplazados a otras partes de Kosovo o para huir hacia Serbia central. La Cruz Roja Yugoslava estimó que hubo más de treinta mil no albaneses desplazados con necesidad de asistencia en Kosovo, la mayoría de los cuales eran serbios.

Tras la ruptura de las negociaciones entre los representantes serbios y albaneses, bajo el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la OTAN intervino el 24 de marzo de 1999 sin autorización de las Naciones Unidas. La OTAN lanzó una campaña de intensos bombardeos contra objetivos militares yugoslavos y, luego, continuó con bombardeos de amplio alcance (como puentes en Novi Sad). Estalló una guerra a gran escala mientras el ELK continuaba atacando a las fuerzas serbias y las fuerzas serbias y yugoslavas seguían luchando contra el ELK, en medio de un desplazamiento masivo de la población de Kosovo que fue visto por muchas organizaciones internacionales de derechos humanos como un acto de desplazamiento forzado de población perpetrado por las fuerzas gubernamentales. Varios antiguos funcionarios gubernamentales y militares yugoslavos, incluido el presidente Milošević, fueron posteriormente acusados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia por crímenes de guerra. Milošević falleció mientras estaba detenido antes de que se dictara el veredicto.
Las Naciones Unidas estimaron que, durante la Guerra de Kosovo, cerca de seiscientos cuarenta mil albaneses huyeron o fueron expulsados de Kosovo entre marzo de 1998 y finales de abril de 1999. La mayoría de los refugiados se dirigió a Albania, la República de Macedonia (hoy, Macedonia del Norte) o Montenegro. Las fuerzas de seguridad gubernamentales confiscaron y destruyeron los documentos y las placas de matrícula de muchos albaneses huidos en lo que fue visto ampliamente como un intento por borrar las identidades de los refugiados. Esto hizo más difícil distinguir con certeza la identidad de aquellos que regresaban después de la guerra. Las fuerzas serbias sostienen que muchos albaneses de Macedonia y Albania —algunas estimaciones indican que alrededor de trescientos mil albaneses han inmigrado desde entonces a Kosovo como repatriados. Aunque para algunos el tema es discutible, es importante destacar la supervivencia de los registros de nacimiento, matrimonio y defunción de la provincia, los cuales actualmente están en poder del Estado serbio.
Historia reciente (desde 1999 hasta el presente)
La Guerra de Kosovo terminó el 10 de junio de 1999 con la firma del Acuerdo de Kumanovo entre los gobiernos serbio y yugoslavo, por el cual acordaron transferir el gobierno de la provincia a las Naciones Unidas. Una fuerza comandada por la OTAN (KFOR) entró a la provincia después del fin de la guerra, con la tarea de proveer seguridad a la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo. Antes y durante la entrega del poder, se estima que cien mil serbios y otros no albaneses, en su mayoría gitanos, huyeron de la provincia por miedo a represalias. En el caso de los no albaneses, en particular, los gitanos fueron acusados por muchos albaneses de haber ayudado a los serbios durante la guerra. Tras el retiro de las fuerzas de seguridad serbias, muchos de ellos expresaron su temor de convertirse en objetivos de los refugiados albaneses que regresaran y de los miembros del ELK que los culpaban de actos de violencia durante la guerra. Miles más fueron expulsados por medio de la intimidación, ataques y una ola criminal después de la guerra, mientras la KFOR luchaba por restaurar el orden en la provincia.
Un gran número de refugiados de Kosovo todavía viven en campamentos temporales y albergues en la propia Serbia. En 2002, Serbia y Montenegro informó que albergaba a 277,000 personas desplazadas internamente (la gran mayoría serbios y gitanos de Kosovo), que incluían a 201,641 personas desplazadas de Kosovo a Serbia, 29,451 desplazadas de Kosovo a Montenegro y alrededor de 46,000 desplazadas dentro del mismo Kosovo, incluyendo a 16,000 refugiados que habían regresado pero no podían habitar sus hogares originales. Algunas fuentes calculan una cifra mucho menor. Así, la Iniciativa por la Estabilidad Europea estima el número de desplazados en solo 65,000, con otros 40,000 serbios que permanecen en Kosovo, aunque esto dejaría una proporción significativa de población serbia anterior a 1999 sin contabilizar. La mayor concentración de serbios en Kosovo se encuentra en el norte de la provincia sobre el río Ibar, pero se presume que aproximadamente dos tercios de la población serbia en Kosovo sigue viviendo en el sur de la provincia, habitado en su mayoría por la minoría albanesa.
El 17 de marzo de 2004, graves disturbios en Kosovo resultaron en 28 muertes y la destrucción de unas 35 iglesias y monasterios ortodoxos serbios en la provincia, cuando los albaneses comenzaron a realizar ataques violentos contra los serbios. Se estima que más de 4000 serbios dejaron sus hogares en Kosovo para buscar refugio en la misma Serbia o en el norte de Kosovo, dominado por serbios.
En 2006, comenzaron las negociaciones internacionales para determinar el estatus final de Kosovo, como estaba previsto bajo la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que puso fin a la Guerra de Kosovo de 1999. Aunque la soberanía continua de Serbia sobre Kosovo fue reconocida por la comunidad internacional, una clara mayoría de la población de la provincia, constituida por la minoría albanesa, solicita la independencia.
Las conversaciones respaldadas por la ONU, dirigidas por el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, comenzaron en febrero de 2006. Aunque se logró progreso en temas técnicos, ambas partes siguen estando completamente opuestas sobre la cuestión del estatus en sí mismo. En febrero de 2007, Ahtisaari entregó una propuesta de acuerdo sobre el estatus a los líderes en Belgrado y Pristina, siendo la base del borrador la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que propone una 'independencia supervisada' para la provincia. Hacia principios de julio de 2007, el borrador de la resolución, que es respaldado por los Estados Unidos, el Reino Unido y otros miembros europeos del Consejo de Seguridad, ha sido reescrito cuatro veces para intentar acomodar las preocupaciones rusas sobre que tal resolución socavaría el principio de soberanía estatal. Rusia, que mantenía un veto en el Consejo de Seguridad como uno de sus miembros permanentes, ha afirmado que no apoyará ninguna resolución que no sea aceptada tanto por Belgrado como por Pristina.
Los puntos principales del documento de Ahtisaari establecen el despliegue indefinido de fuerzas internacionales que garanticen la seguridad, la tutela política de la Unión Europea a través de un representante, la potestad de que Kosovo firme acuerdos y pida el ingreso en organismos internacionales, la formación de una fuerza militar de 2500 hombres con armamento ligero, la creación de siete municipios serbios con amplia autonomía y fija medidas para la protección del legado histórico y cultural serbio.
En diciembre de 2007, la Unión Europea decidió unilateralmente enviar una "misión estabilizadora" a la región de Kosovo. Se encargó al responsable de la política exterior de la unión, Javier Solana, que preparara el traspaso de la misión de la ONU en Kosovo a manos europeas. La misión —sin fecha definitiva para el inicio— enviaría a Kosovo 1400 policías y otras 400 personas. Se esperaba que para finales de enero de 2008 las tareas hubieran sido completadas.
El Parlamento de Kosovo, reunido en sesión especial el 17 de febrero de 2008 en Pristina, declaró la independencia de Kosovo, de forma unilateral, tomando el nombre de República de Kosovo para el nuevo estado. Las reacciones internacionales han sido variadas. Así, Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea reconocieron Kosovo como estado independiente, pero otros, como Rusia y España, no lo hicieron. La ONU todavía no se ha pronunciado al respecto.
Década del 2010
El 25 de julio de 2011, la policía de Kosovo, con equipo antidisturbios, intentó tomar varios puestos de control fronterizo en el norte de Kosovo, controlado por los serbios, para hacer cumplir la prohibición de importaciones serbias. Esto provocó que una gran multitud levantara barricadas y atacara a las unidades de policía de Kosovo. Un policía albanés murió cuando su unidad fue emboscada y, según los informes, otro oficial resultó herido. Las fuerzas de mantenimiento de la paz lideradas por la OTAN se trasladaron al área para calmar la situación y la policía de Kosovo se retiró. Estados Unidos y la Unión Europea criticaron al gobierno de Kosovo por actuar sin consultar a los organismos internacionales. Aunque las tensiones entre las dos partes disminuyeron algo después de la intervención de las fuerzas KFOR de la OTAN, la situación siguió siendo tensa entre ambas facciones.
El 19 de abril de 2013, hubo un acercamiento entre los dos gobiernos cuando ambas partes llegaron al Acuerdo de Bruselas, un acuerdo negociado por la UE que permitía a la minoría serbia de Kosovo tener su propia fuerza policial y tribunal de apelaciones. El acuerdo fue ratificado por la asamblea de Kosovo el 28 de junio de 2013.
Década del 2020
En abril de 2021, el parlamento de Kosovo eligió a Vjosa Osmani como nueva presidenta por un período de cinco años. Fue la séptima presidenta de Kosovo y la segunda mujer presidenta en el período de posguerra. Osmani contó con el respaldo del Movimiento de Autodeterminación de izquierda (Vetevendosje) del primer ministro Albin Kurti, que ganó las elecciones parlamentarias de febrero de 2021.
En septiembre de 2021, los serbios del norte de Kosovo bloquearon dos carreteras principales, en protesta por la prohibición de que los automóviles con matrícula serbia ingresaran a Kosovo sin detalles de registro impresos temporales. Dos edificios del Ministerio del Interior en el norte de Kosovo, incluida una oficina de registro de automóviles, fueron atacados. Serbia inició maniobras militares cerca de la frontera y comenzó a volar aviones militares sobre el cruce fronterizo. La misión de la OTAN en Kosovo intensificó las patrullas cerca de los cruces fronterizos. El 30 de septiembre de 2021 se llegó a un acuerdo entre Kosovo y Serbia para poner fin al enfrentamiento. Kosovo acordó retirar las fuerzas especiales de la policía. A finales de julio de 2022, las tensiones volvieron a estallar cuando el gobierno de Kosovo declaró que los documentos de identidad y las placas de los vehículos emitidos por los serbios no serían válidos, lo que llevó a los serbios del norte de Kosovo a protestar nuevamente bloqueando las carreteras. La decisión por parte de las autoridades de Kosovo fue vista como una medida recíproca, dado que los documentos de Kosovo son rechazados en Serbia. En agosto, las conversaciones mediadas por la UE dieron como resultado un acuerdo entre Serbia y Kosovo por el cual Serbia aboliría los requisitos de documentos especiales para los titulares de documentos de identidad de Kosovo y este último no los introduciría para los titulares de documentos de identidad de los habitantes serbios.
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Véase también
En inglés: History of Kosovo Facts for Kids