Gran Guerra Turca para niños
Datos para niños Gran Guerra Turca |
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Parte de guerras habsburgo-otomanas | ||||
![]() Batalla de Kahlenberg, 11 y 12 de septiembre de 1683. Obra de Pauwel Casteels, 1683.
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Fecha | 1645 - enero de 1699 | |||
Lugar | Creta, Dalmacia, Hungría, Ucrania, Podolia, Imperio Otomano y estados vasallos | |||
Resultado | Victoria de la Liga Santa | |||
Consecuencias | Tratado de Karlowitz | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Gran Guerra Turca, también conocida como las Guerras de la Liga Santa, fue una serie de conflictos que ocurrieron en Europa durante la segunda mitad del Siglo XVII. En esta guerra se enfrentaron el Imperio Otomano y sus aliados (como los Tártaros de Crimea y algunos estados vecinos) contra la Liga Santa.
La Liga Santa estaba formada por varias potencias europeas, incluyendo el Sacro Imperio Romano Germánico, Polonia, la República de Venecia, el Reino de Hungría, el Imperio español y el Zarato ruso.
Estos conflictos, que duraron desde 1645 hasta 1699, representaron el último gran intento del Imperio Otomano de expandir su territorio en Europa. La guerra tuvo dos etapas principales:
- En la primera etapa (1645-1683), los otomanos atacaron a los estados cristianos por separado.
- En la segunda etapa (1684-1699), los reinos cristianos se unieron para formar la Liga Santa.
Al final, la Liga Santa logró importantes victorias, lo que obligó a los otomanos a firmar el Tratado de Karlowitz. Este tratado marcó el inicio del retroceso del Imperio Otomano en Europa, ya que perdieron territorios importantes en Hungría, Polonia y los Balcanes. Esta guerra también fue importante porque fue la primera vez que Rusia se unió a una alianza con países de Europa occidental.
Francia no se unió a la Liga Santa. En cambio, había un acuerdo informal entre Francia y el Imperio Otomano desde 1673. El rey Luis XIV de Francia aprovechó el inicio de la Gran Guerra Turca para expandir las fronteras de Francia hacia el este. Sin embargo, a medida que la Liga Santa ganaba terreno contra el Imperio Otomano, Francia se preocupó de que sus rivales, los Habsburgo, se volvieran demasiado poderosos. Por ello, Francia inició otra guerra, la Guerra de los Nueve Años, lo que desvió la atención de los Habsburgo y dio un respiro al Imperio Otomano.
Debido a esto, el avance de la Liga Santa se detuvo, y los otomanos lograron recuperar Belgrado en 1690. La guerra entró en un punto muerto hasta que, después de la Batalla de Zenta en 1697, se firmó la paz en 1699.
La Gran Guerra Turca coincidió en gran parte con la Guerra de los Nueve Años (1688-1697). Esto significó que los Habsburgo tuvieron que dividir sus fuerzas. Por ejemplo, en 1695, de las tropas del Sacro Imperio Romano Germánico, solo una cuarta parte luchaba contra los otomanos, mientras que el resto combatía contra Francia.
Contenido
El Imperio Otomano recupera su fuerza
A principios del Siglo XVII, el Imperio Otomano había perdido parte de su poder debido a problemas internos. Varios sultanes tuvieron reinados difíciles. Por ejemplo, Mustafá I fue depuesto y luego volvió al poder, y Osmán II intentó hacer reformas, pero fue asesinado.
Luego llegó Murad IV, quien, a pesar de ser muy joven, tomó el control del gobierno en 1632. Él logró poner fin a las rebeliones internas y recuperar territorios perdidos. Después de su muerte en 1640, su sucesor, Ibrahim I, tuvo un reinado problemático.
Sin embargo, con la llegada de Mehmed IV al trono y, especialmente, con el nombramiento de Mehmed Köprülü como Gran Visir (una especie de primer ministro) en 1665, el Imperio Otomano recuperó su fuerza. Mehmed Köprülü y su hijo, Fazil Ahmed, lograron controlar las revueltas y el ejército, lo que permitió al Imperio Otomano intentar expandirse de nuevo por Europa.
La Guerra de Candía
La Guerra de Candía comenzó en 1645. El conflicto se inició cuando un barco turco fue capturado por una nave de Malta y se refugió en Candía, una ciudad que estaba bajo el control de Venecia. El sultán Mehmed IV declaró la guerra a Venecia.
En 1645, un gran ejército otomano, al mando de Yussuf Bajá, atacó la ciudad de Canea en la isla de Creta. La ciudad cayó después de 50 días de asedio. Al año siguiente, los otomanos tomaron Rétino y comenzaron el asedio de la ciudad de Candía.
Hubo batallas navales importantes, como la batalla naval de Paros en 1653 y la Tercera batalla naval de los Dardanelos en 1656, donde la flota veneciana logró una gran victoria. A pesar de los éxitos venecianos en el mar, los otomanos continuaron el asedio de Candía.
Finalmente, después de 21 años de asedio, la ciudad de Candía se rindió a los otomanos el 27 de febrero de 1669. A cambio, Venecia pudo conservar algunas fortalezas y expandir su territorio en la región de Dalmacia.
Guerra contra el Sacro Imperio

Esta guerra comenzó cuando el Imperio Otomano quiso decidir quién sería el gobernante de Transilvania, sin permitir que el emperador Leopoldo I de Habsburgo interviniera.
Al principio, los otomanos ganaron varias batallas y tomaron ciudades como Neuhausel. Sin embargo, en 1664, el general Raimondo Montecuccoli logró una importante victoria para el Sacro Imperio en la Batalla de San Gotardo. A pesar de esta derrota, el Tratado de Paz de Vasvár reconoció las conquistas otomanas y al gobernante que ellos apoyaban en Transilvania.
Guerra Polaco-Turca

La Guerra Polaco-Turca (1672-1676) empezó cuando el Imperio Otomano apoyó a los Cosacos de Zaporozhia en Ucrania, quienes se habían rebelado contra Polonia.
En 1672, el ejército otomano tomó fácilmente la ciudad de Kamianets-Podilskyi y avanzó hacia Leópolis. A pesar de la fuerte defensa, la superioridad otomana era enorme. Polonia firmó el tratado de Buczacz, perdiendo Ucrania y Kamianets-Podilskyi y aceptando pagar un tributo a los otomanos.
Sin embargo, el parlamento polaco no aceptó el tratado, y la guerra continuó bajo el liderazgo de Juan III Sobieski. En 1673, Sobieski derrotó a los turcos en la Batalla de Chocim, una victoria que lo llevó al trono de Polonia.
En 1675, Juan III Sobieski volvió a vencer a un ejército turco-tártaro en la Batalla de Leópolis. Después de otra batalla en 1676, se firmó el Tratado de Zorawno, donde los otomanos devolvieron parte de Ucrania a Polonia, pero mantuvieron Podolia.
Guerra Ruso-Turca
La Guerra ruso-turca (1676-1681) se centró en el control de la región de Ucrania. En 1676, los rusos recuperaron la ciudad de Chiguirín, que había sido tomada por los cosacos apoyados por los otomanos.
Kara Mustafá se convirtió en el nuevo Gran Visir otomano en 1676. Él dirigió las tropas otomanas contra el Zarato ruso. En 1678, un gran ejército otomano atacó Chiguirín, pero fue derrotado por las fuerzas ruso-cosacas. Al año siguiente, los otomanos lograron tomar la ciudad, que fue incendiada por los rusos.
La guerra continuó con algunas incursiones, pero sin grandes avances para ninguno de los bandos. Finalmente, en enero de 1681, se firmó una tregua de veinte años, con la ayuda del líder de los tártaros.
El Segundo Sitio de Viena
En 1683, el Gran Visir Kara Mustafá convenció al sultán de lanzar una gran expedición militar contra el Sacro Imperio Romano Germánico.
En abril de 1683, un enorme ejército otomano, con unos 125.000 soldados, se puso en marcha. El 25 de julio, el ejército otomano llegó a las murallas de Viena. Las fuerzas del Sacro Imperio se habían retirado, dejando la defensa de la ciudad a una guarnición bajo el mando de Ernst Rüdiger von Starhemberg.

El emperador Leopoldo I de Habsburgo no tenía suficientes tropas, pero gracias a la mediación del Papa Inocencio XI, muchos estados europeos se unieron para ayudar. Polonia también se unió, y otros países, como España y Portugal, enviaron dinero.
El ejército cristiano, con unos 85.000 soldados (30.000 de ellos polacos), fue puesto bajo el mando de Juan III Sobieski. El 12 de septiembre de 1683, las tropas cristianas lograron una gran victoria en la batalla de Kahlenberg, liberando Viena.
Juan Sobieski persiguió a los otomanos en retirada y los derrotó nuevamente en la batalla de Parkany. Después de estas derrotas, Kara Mustafá fue ejecutado por orden del sultán.
La Guerra de la Liga Santa
En marzo de 1684, Austria, Venecia, Polonia, Toscana y Malta formaron la Liga Santa, a la que poco después se unió Rusia. Los aliados esperaban que, al atacar al Imperio Otomano desde varios frentes, este no pudiera defenderse.
En 1684, Carlos V de Lorena atacó Buda, pero el asedio fue difícil y tuvo que ser abandonado. Mientras tanto, el general veneciano Francesco Morosini tomó la isla de Santa Maura y el castillo de Préveza.
Aleksander Jan Jabłonowski venció a los turcos en 1685. Ese mismo año, Venecia intentó invadir Bosnia sin éxito, pero sus fuerzas tuvieron más éxito en Morea, tomando varias ciudades importantes entre 1685 y 1686.
El 3 de septiembre de 1686, la ciudad de Buda cayó en manos austriacas. En las ofensivas siguientes, los austriacos conquistaron Pest, Debrecen y casi toda Hungría.
Los venecianos avanzaron hacia Atenas, que fue tomada. También cayeron en manos venecianas Patrás, Lepanto, Corinto y Mistrá.
En el norte, los rusos intentaron invadir Crimea pero fracasaron. Como resultado de las derrotas otomanas, el sultán Mehmed IV fue depuesto.
Carlos V de Lorena entró en Transilvania y ocupó sus principales fortalezas. En septiembre de 1688, Maximiliano II Manuel de Baviera conquistó Belgrado. En 1689, Luis Guillermo de Baden-Baden venció a los turcos al sur de Belgrado y avanzó hasta Nish.
Parecía que el Imperio Otomano sería expulsado de gran parte de los Balcanes, pero el inicio de la Guerra de los Nueve Años detuvo la ofensiva austriaca.
En 1689, los rusos volvieron a fracasar en Crimea. El nuevo sultán otomano, Suleiman II, y el Gran Visir Fazil Mustafá lograron restablecer el orden en el ejército.
En 1690, una contraofensiva otomana, dirigida por Fazil Mustafá, recuperó Nish, Smederevo y Belgrado. Sin embargo, esta recuperación se detuvo al año siguiente con la derrota otomana en la batalla de Slankamen, donde Fazil Mustafá murió.

Los austriacos conquistaron Grosswardein en 1692. En 1694, tras la muerte de Francesco Morosini, el mando veneciano pasó a Antonio Zeno, quien conquistó Quíos, pero la perdió al año siguiente.
En 1695, Mustafa II subió al trono turco. Pedro I de Rusia logró tomar Azov en 1696 con un ejército más grande y apoyo naval. En 1697, Eugenio de Saboya lideró a las tropas austriacas y logró una gran victoria en la batalla de Zenta, donde los otomanos sufrieron enormes pérdidas. Después de esta victoria, Eugenio de Saboya atacó Bosnia, saqueando Sarajevo.
Bajo estas condiciones, el Imperio Otomano aceptó la mediación de Inglaterra y las Provincias Unidas, y el 26 de enero de 1699, firmó el Tratado de Karlowitz.
El Tratado de Karlowitz
Con este tratado, el Imperio Otomano cedió importantes territorios:
- Entregó el reino de Hungría (excepto una pequeña parte) y Transilvania al Emperador.
- Venecia se quedó con Morea y parte de la costa dálmata.
- Rusia obtuvo una salida al Mar Negro a través de la ciudad de Azov.
- Polonia recuperó Podolia y parte de Ucrania.
El Tratado de Karlowitz marcó el fin del último intento del Imperio Otomano de expandirse por Europa. A partir de entonces, el Imperio Otomano comenzó a perder territorios de forma constante.
Véase también
En inglés: Great Turkish War Facts for Kids
- Guerra Austro-Turca (1716-1718)
- Eugenio de Saboya
- Guerra ruso-turca (1676-1681)
- Guerra de la Liga Santa