Guerra ruso-turca (1877-1878) para niños
Datos para niños Guerra ruso-turca |
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Parte de las guerras ruso-turcas | ||||
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Fecha | 1877-1878 | |||
Lugar | Balcanes y el Cáucaso | |||
Resultado | Victoria rusa | |||
Cambios territoriales | Congreso de Berlín de 1878 | |||
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La Guerra Ruso-Turca de 1877-1878, también conocida como la Guerra de Oriente, fue un conflicto importante. El Imperio ruso quería tener acceso al mar Mediterráneo. También buscaba ayudar a los pueblos eslavos de los Balcanes a liberarse del control del Imperio otomano.
Para muchas naciones balcánicas, esta guerra marcó un nuevo comienzo. Después de casi cuatrocientos años bajo el dominio otomano, la acción rusa les permitió avanzar hacia su propia identidad nacional. Por eso, en algunos lugares, se le conoce como la Guerra Rumana de Independencia o la Guerra Búlgara de Independencia.
Contenido
¿Por qué comenzó la Guerra Ruso-Turca?
En el verano de 1875, una revuelta contra el Imperio Otomano comenzó en Bosnia y Herzegovina. Esto se debió principalmente a los altos impuestos que el gobierno otomano, con problemas de dinero, había impuesto. Los administradores locales eran conocidos por su ineficiencia.
Aunque se redujeron un poco los impuestos, la revuelta en Bosnia siguió. En abril de 1876, esto llevó a un levantamiento en Bulgaria. La situación tensa en Bosnia y el apoyo de Rusia a los pueblos balcánicos animaron a los principados de Serbia y Montenegro a declarar la guerra al Imperio Otomano.
Acuerdos entre grandes potencias
La guerra despertó el interés de dos grandes potencias: Rusia y el Imperio austrohúngaro. En julio de 1876, firmaron un acuerdo secreto en Reichstadt. En este acuerdo, decidieron cómo se repartirían los Balcanes si ganaban la guerra contra los otomanos.
En agosto de 1876, las tropas serbias fueron vencidas por el ejército otomano. Esto no era lo que Rusia y Austria-Hungría esperaban. Sin embargo, las acciones de las tropas turcas contra la población civil en Bulgaria causaron mucha preocupación en Europa.
La Conferencia de Constantinopla
Como resultado, se celebró la Conferencia de Constantinopla en diciembre de 1876. En esta reunión, las grandes potencias hablaron sobre las fronteras de las futuras provincias búlgaras. También propusieron otras reformas dentro del Imperio Otomano.
La Conferencia se detuvo cuando el canciller otomano anunció una nueva Constitución. Esta Constitución prometía derechos y libertades para todas las minorías, incluyendo a los búlgaros. A pesar de esto, Rusia siguió desconfiando del Imperio Otomano. Creían que la Constitución no era una solución completa.

Rusia logró que Austria-Hungría no interviniera en futuras acciones militares. Otras potencias no actuaron debido al fuerte apoyo público a la independencia búlgara. También dudaban de las intenciones de Rusia y tenían problemas internos. Aunque el Reino Unido y Francia no querían que Rusia se expandiera, no ayudaron a los otomanos. Francia tenía crisis políticas internas, y el Reino Unido no quería repetir la difícil experiencia de la Guerra de Crimea. La negativa otomana a aceptar las demandas de las potencias llevó al inicio de la guerra.
El inicio de la Guerra Ruso-Turca
Rusia declaró la guerra al Imperio otomano el 24 de abril de 1877. Algunos historiadores describieron esta guerra como una "lucha entre el tuerto y el ciego". Esto se debía a los muchos errores de estrategia de los líderes de ambos bandos. La falta de experiencia táctica era un problema común en las guerras de esa época.
Fuerzas militares de ambos bandos
En teoría, el resultado de la guerra era incierto. Rusia podía movilizar un ejército más grande, con hasta 200.000 hombres. El Imperio otomano tenía unos 160.000 soldados en los Balcanes.
Los turcos tenían la ventaja de las fortificaciones y controlaban el mar Negro. También tenían barcos patrulleros en el Danubio. Sin embargo, la capacidad militar turca era menor de lo que parecían las cifras. Esto se debía al entrenamiento deficiente de muchas tropas y a una mala organización para el suministro de armas y transporte.

Además, los líderes militares otomanos no tenían información sobre los planes rusos. Hicieron pocos intentos por predecir las acciones del enemigo. Preferían mantener a sus tropas dentro de las fortificaciones del mar Negro. Esperaban que las fuerzas rusas atacaran por allí.
El alto mando otomano en Estambul subestimó la capacidad de Rusia para movilizarse. Pensaron que los soldados rusos no cruzarían el Danubio lejos del delta. Creían que preferirían avanzar por la costa del mar Negro, donde estaban las fortalezas turcas más fuertes. Solo había una posición bien fortificada en el interior del Danubio, en Vidin, a 450 kilómetros del mar Negro. Esta estaba defendida por pocas tropas al mando de Osman Bajá.
Desarrollo de la guerra
Al inicio de la guerra, Rusia destruyó todos los barcos otomanos en el Danubio. Esto les aseguró el paso en cualquier punto. Sin embargo, el mando otomano no reaccionó con fuerza. En junio, una pequeña unidad rusa cruzó el Danubio cerca del delta, en Galați, Rumanía. Luego marchó hacia la ciudad búlgara de Ruse. Esto hizo que los generales turcos creyeran que la fuerza principal rusa cruzaría por el centro de sus defensas.
En julio, los rusos construyeron un puente sobre el Danubio en Svishtov, a 250 kilómetros del mar Negro, y lo cruzaron. No había tropas turcas importantes en la zona. Los rusos avanzaron rápidamente hacia el sur y tomaron el puerto de Shipka. Esto les dio acceso a los territorios búlgaros del sur.
El mando en Estambul ordenó a Osman Bajá marchar para proteger la fortaleza de Nikópol. De camino, Osman Bajá se enteró de que los rusos ya la habían tomado. Así que se dirigió a Pleven. Menos de 24 horas después de que Osman Bajá fortificara Pleven, grandes fuerzas rusas, lideradas por el "General Blanco" Mijaíl Skóbelev, atacaron la ciudad.
Osman Bajá organizó una defensa muy buena y repelió dos ataques rusos. Sin embargo, los turcos sufrieron muchas pérdidas. En ese momento, ambos bandos tenían un número similar de soldados, y el ejército ruso estaba desanimado. Muchos expertos creen que un contraataque turco podría haber destruido el puente ruso. Pero Osman Bajá tenía órdenes de quedarse en Pleven, y así lo hizo. El asedio de la ciudad detuvo el avance ruso durante todo el verano.
El Asedio de Pleven

Rusia no tenía más tropas para atacar Pleven, así que la sitiaron. Pidieron ayuda a los rumanos, a pesar de haber rechazado su colaboración antes. Poco después, las fuerzas rumanas cruzaron el Danubio y se unieron al asedio. El 16 de agosto, en Gorni-Studen, los ejércitos alrededor de Pleven quedaron bajo el mando del príncipe rumano Carlos I. Los rumanos lucharon con valentía para conquistar los reductos de Grivitza, cerca de Pleven, y los mantuvieron hasta el final del asedio.
El asedio de Pleven duró de julio a diciembre de 1877. Terminó cuando los ejércitos sitiadores cortaron todas las rutas de suministro a la fortaleza. En agosto y septiembre, los sitiadores vencieron a las unidades otomanas que intentaron ayudar a los sitiados. A finales de noviembre, las fuerzas otomanas intentaron romper el asedio. El intento falló, y el 28 de noviembre, el comandante Osman Bajá fue capturado. La ciudad se rindió el 10 de diciembre por falta de alimentos.
Los rusos, bajo el mariscal de campo Gurko, tomaron los pasos de la montaña Stara Planina, que eran muy importantes para el movimiento de tropas. Luego, ambos bandos lucharon en las batallas del Paso de Shipka. Gurko atacó varias veces esta zona y finalmente la aseguró. Las tropas turcas intentaron recuperar esta ruta para reforzar a Osman Bajá en Pleven, pero no lo lograron. Gurko dirigió una ofensiva final que venció a los turcos alrededor del paso de Shipka. La ofensiva turca en el paso de Shipka se considera uno de los peores errores de la guerra, ya que los otros pasos estaban casi sin protección.
Avances serbios en la guerra
El 15 de diciembre, los ejércitos serbios volvieron a la lucha. Cruzaron la frontera otomana hacia Niš y hacia Pirot y Sofía. Querían evitar que se ayudara a Niš. La conquista de Sofía quedó a cargo de las unidades rusas. Mientras los serbios rodeaban Niš, enviaron un grupo al valle de Toplica. Esto era para evitar que los otomanos llegaran desde Kosovo.
El 18 de diciembre, los serbios ocuparon Prokuplje. Parte de la población musulmana huyó. Otra parte siguió hacia Kuršumlija, donde también se dirigían las fuerzas serbias. La zona se convirtió en un campo de batalla cuando los otomanos intentaron avanzar sin éxito hacia Niš. Otra columna serbia entró en el valle del Morava meridional, hacia Leskovac. La noticia del avance serbio hizo que la mayoría de la población musulmana huyera hacia Vranje y Skopie. En el sureste, los serbios tomaron Pirot.
El 10 de enero de 1878, Niš se rindió. Parte de la población musulmana dejó la ciudad y se fue a otras ciudades. Los que se quedaron eran pobres y fueron ayudados por las nuevas autoridades serbias. Las fuerzas que habían conquistado Niš se dividieron. Una columna fue hacia el sudoeste, y otra hacia el sur, para tomar Vranje antes de entrar en Kosovo.
Estos dos territorios tenían mucha población albanesa, que se resistió. La resistencia albanesa frenó el avance serbio. Las unidades serbias no lograron entrar en Kosovo antes de que se firmara el armisticio. La columna del sur logró pasar por los desfiladeros de Grdelica y Veternica y conquistar Vranje. Allí hubo conflictos entre serbios y albaneses. Luego se dirigieron al oeste, hacia Pristina, llegando a sus alrededores cuando se declaró el armisticio.
Después de la conquista, la administración serbia animó a los musulmanes a emigrar. La mayoría ya había dejado el territorio durante la guerra. Los otomanos asentaron a la mayoría de los refugiados albaneses en la nueva frontera, en el norte de Kosovo. Esto causó tensiones con la comunidad musulmana local. Al menos 71.000 musulmanes, incluyendo 49.000 albaneses, dejaron los nuevos condados serbios. La emigración continuó en los años siguientes. Fueron reemplazados por serbios de otras zonas. La guerra aumentó los conflictos en la frontera.
Avances rusos en Bulgaria
El 4 de enero de 1878, los rusos conquistaron Sofía en su avance hacia el sur. El 19 de enero, después de superar los últimos obstáculos en Bulgaria, regimientos rusos entraron en Adrianópolis. Esta ciudad estaba a menos de 250 kilómetros de Estambul. Ese mismo día, comenzaron las negociaciones de paz entre Rusia y Turquía.
Como no había avances en las negociaciones, las fuerzas rusas siguieron avanzando. El 30 de enero, estaban frente a las últimas defensas de Estambul, la capital otomana, en Çatalca. Al día siguiente, los otomanos pidieron un armisticio.
Un grupo de soldados finlandeses, más de 40.000 soldados rumanos y grupos de voluntarios búlgaros lucharon junto a los rusos. Para agradecer la ayuda del grupo finlandés, el zar Alejandro II de Rusia llamó a su regimiento "Batallón de los Viejos Guardias".
La intervención de otras potencias
En febrero de 1878, los soldados rusos casi habían llegado a los alrededores de Estambul. Pero el gobierno de Gran Bretaña, temiendo que la capital otomana cayera, envió una flota de la Royal Navy al Mar de Mármara. Esto fue para intimidar a Rusia y evitar que sus tropas entraran en la ciudad.
Presionada por Gran Bretaña para negociar, y habiendo sufrido muchas pérdidas (unos 200.000 hombres), Rusia aceptó un acuerdo con los otomanos. Este acuerdo se firmó en el Tratado de San Stefano el 3 de marzo. Por este tratado, el Imperio Otomano reconocía la independencia de una gran Bulgaria.
Las grandes potencias, especialmente Austria-Hungría y Gran Bretaña, estaban preocupadas por el aumento del poder ruso en los Balcanes. También vieron la debilidad del Imperio Otomano. Por eso, modificaron el Tratado de San Stefano en el Congreso de Berlín. Las decisiones del congreso se plasmaron en el Tratado de Berlín del 13 de julio de 1878.
Gracias a este tratado, se reconoció la independencia de Serbia, Rumanía y Montenegro. Austria-Hungría obtuvo el control de Bosnia-Herzegovina y del Sanjacado de Novi Pazar. El Reino Unido obtuvo Chipre, y Rusia, Besarabia. Sin embargo, los deseos de los nacionalistas búlgaros de tener un gran "Estado búlgaro" independiente no se cumplieron. Los territorios que se les habían dado en el Tratado de San Stefano se dividieron en tres partes, pero ninguna era independiente de los otomanos.
El Tratado de Berlín intentó estabilizar la situación en los Balcanes. Dio más importancia a los deseos de las grandes potencias. Su poder frenó temporalmente las ambiciones de las pequeñas naciones balcánicas, que no podían enfrentarse solas a las grandes potencias.
Galería de imágenes
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Mijaíl Skóbelev. Obra de Nikolái Dmítriev-Orenburgski.
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La toma de la fortaleza Ardahan por los rusos el 5 de mayo de 1877. Obra de Alekséi Danilovich Kivshenko.
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Preparación de un asalto por parte de los rusos en el sitio de Pleven. Obra de Vasili Vereshchaguin.
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Monumento a la batalla de Plevna cerca de las murallas de Kitái-Górod, Moscú.
Véase también
En inglés: Russo-Turkish War (1877–1878) Facts for Kids
- Alejandro I de Bulgaria
- Cuestión Oriental
- Historia de Europa
- Guerras ruso-turcas
- Surgimiento del nacionalismo en el Imperio otomano
- Óblast de Batumi
- Óblast de Kars